Partida Rol por web

Me quedo escuchando a Scott atenta, hasta que dice lo de la habitación y bajo la cabeza, sintiendo la cara ardiéndome. No, por favor, no tan pronto... Esto no es un campamento. Siento el impulso terrible de soltarle y marcharme a mi nueva habitación sin decir absolutamente nada, cuando veo que está rojo también. ¿Ha bebido él también? No, es sólo que estamos en la misma situación... Creo. Tomo aire e intento controlarme antes de responder.

- Es normal... - murmuro, antes de darme cuenta de que he dejado demasiado espacio en medio de la frase - ... Para nosotros. L-lo de hablar por las noches. - añado rápidamente, sin saber si ha quedado claro del todo al principio. Le miro a la cara y sonrío un instante antes de volver a bajar la mirada, sintiéndome más tonta que nunca - La verdad es que sí, con tantos borrachos es difícil... Y con tanta gente y gritos... - sonrío hasta empezar a reírme y tener que taparme la boca. Está claro que Scott era el único capaz de entenderme en esta situación. Y yo pensando cosas... Raras. - Vamos. ¿En la tuya o en la m...? 

Antes de terminar la frase, cierro los ojos con fuerza, y la boca, y me levanto llevándome a Scott sin decir una palabra más. Tengo la sensación de que cualquier cosa que diga va a sonar mal y me voy a poner más nerviosa. Donde sea. Subo corriendo las escaleras y buscando la primera habitación de los dos que haya. 

Una vez en el exterior él adelanta para poder guiar a katherine. Mira de reojo a Lucas pero no dice nada - Necesito quitarme la armadura, así que tenemos que subir  - comienza a ascender las escaleras que llevan a lo alto de la muralla antes de hablar por encima del hombro - Pensé que ya lo sabian todos pero soy el comandante Cullen, asesor de la Inquisidora y observador en las misiones que se os asignan - dijo con naturalidad.

Al alcanzar lo alto puso una mano en la espalda de la pelirroja, quizás mas cerca del culo de lo que uno esperaria, para que se acercara a la almena y observara las vistas, ignorando al muchacho de ojos azules con todo descaro

- Esto es una minúscula parte de Thedas. Un lugar apartado donde no se pueden apreciar las grietas que rasgan nuestro cielo y por la que los demonios se cuelan.... - cabeceó pesaroso mientras comienza a quitarse las placas metálicas que se sustentan en sus hombros - Por eso tuvimos que pactar con King Dice. Para lograr que todo nuestro mundo recupere la belleza y la paz que este lugar aún conserva -

Al ver que te acercas a ayudar a Leliana, el camarero se aparta como un automata y se vuelve a su barra a seguir limpiandola con un trampo no tan blanco.

Salis al exterior y se observa que el dia está dejando paso a la noche, aunque aún hay luz. Cruzais el jardin para subir la escalinata que lleva al edificio principal y es entonces cuando ella te mira por encima del joven Matthew para hablarte - Hemos estado hablando de la importancia de los fragmentos. Necesitais unir todos para poder salir de aquí... - su voz era dulce y suave pero iba cargada de cierta intención

Subis pero arriba no hay habitaciones, están en el edificio principal. De hecho habeis visto salir a Leliana cargando con Matthew y ayudada por Gary. Sin embargo si hay un rinconcito bastante apartado donde el ruido de abajo llega amortiguado.

La alfombra es mullida y hay un par de cojines en una esquina, como si alguien usara aquel lugar para echar una siestecilla de vez en cuando.  Alguien parece haber comenzado a tocar una balada, pero parece provenir de donde estais, aunque no se ve a nadie. Curioso.

Llegais hasta las habitaciones que se encuentran en el edificio principal, tras cruzar los jardines al salir de la taberna. La habitación es enorme, digna de una Inquisidora, pero parece que ésta es la vuestra. En vuestras mentes no hay dudas. El balcón ofrece unas hermosas vistas y os muestra que la noche parece ir llegando poco a poco.

Nicole lleva como puede a la ebria Diana, através de los jardines, hacia el edificio principa. Os dirigis sin ninguna duda hasta la habitación, donde hay una cama bellamente decorada y el divan parece también bastante cómodo. Un amplio balcón os muestra las montañas que rodean la fortificación, recordandoos, la considerable altura a la que estais.

Nikole y yo llegamos al cuarto después de atravesar aquel jardín tan grande -Buaaah... pedazo habitación... ¡si es "hip"... más grande que mi piso!- dije mientras miraba a mi alrededor alucinando por el tamaño del cuarto. Era también flipante ver las montañas desde aquel pedazo de balcón, cuando desde mi habitación en Queens solo veía edificios y un callejón con camello incluido.

Después de fliparlo mucho, miré a la acompañante que me había traído con una sonrisa tonta -E... eres un cielo por ha... haberme traído hasta aquí "hip"...- y sin avisarla le dí un beso en la mejilla -¡Muac! Guapa y buena gente... la repera...- añadí después de regalarle ese beso. Entonces, me separé de ella para dirigirme tambaleándome hacia el diván, que era el mueble que más cerca tenía y en el cual terminé sentándome de golpe -¡Vamos! "hip"... Vente para acá pelirroja... que la noche es joven y... "hip"... nosotras también...- la animé a sentarse en el diván dando golpecitos a mi lado.

Y llegamos a la habitación. No esperaba algo así, era más grande que mi apartamento y por mucho. Las ventanas dejaban pasar los últimos rayos del sol y la brisa que venía de las montañas parecían cargadas de algún aroma que no reconocía, pero resultaba bonito. Mi mirada recorrió la habitación, notando la enorme cama… deja de mirar la cama. El sillón, el armario, un escritorio donde uno podía escribir alguna nota y seguramente enviarla con una paloma de una forma que jamás entendí. Y dentro de todo ese esplendor esta Giulietta, la cual parecía recortada por la luz que emanaba de las ventanas, dándole un brillo totalmente innecesario, ya era bella sin la necesidad de nada más.

-Es… bonito- me siento un chico de 16 años totalmente inexperto, me late el corazón con fuerza, me sudan las manos y mi reencontrado amigo no deja de recordarme que ha vuelto-. ¿Quieres sentarte en el balcón?

Si, lo más alejados de la cama. El aire fresco evaporara el alcohol de su sangre, hablaremos, nos conoceremos y… luego se verá. Mientras más la miro, más me parece reconocerla. Otra vez la sensación de que su rostro me es familiar.

-Te conozco de algún lado… ¿Nos habíamos visto antes?

Katherine sigue al hombre hasta las almenas mirando una vez por encima del hombro para ver cómo L-L les sigue.Sonríe al chico antes de que el rubio le plante la mano casi en el trasero y haciendo que se sobresalte y mire hacia donde él le indica casi sin respirar.Sin embargo la mano en su cuerpo pronto es olvidada cuando por fin él explica algo que ella entiende.Están en guerra y aunque aquí los malos son unos demonios no le importa,ella nació para defender a la gente y si ha entrado en aquel extraño lugar por algún motivo que se le escapa será porque tiene que ser así y su presencia es necesaria para acabar con esos demonios por lo que gira la cabeza hacia el rubio y aunque ella es alta tiene que levantar un poco los ojos para poder mirarle 

-"Entiendo su preocupación,comandante Cullen y me pongo a su servicio.Este lugar es maravilloso y es digno de elogio que queráis salvarlo así que haremos todo lo posible en esas misiones pero necesito saber qué es lo que debemos encontrar en ellas ¿esto?"-se señala el trozo prendido en su cintura-"¿Cuántos faltan para completarlo y cerrar el hueco por el que entran esos demonios?Porque imagino que será para eso"-afirma más que pregunta mientras mira de reojo a Lucas que sigue callado

La puerta dio un golpe algo tosco al entrar.

Y es que, cargar con una persona que cree que pone un pie delante de otro, cuando en realidad da un paso para adelante y dos para detrás, es difícil no entrar en un sitio como lo haría un elefante en una tienda de jarrones Ming. Aún así nos las arreglamos para subir, y justo cuando ella pasó dentro , admirando la habitación, cerré la puerta para sentirnos mas a gusto.

- Menos mal, creí que dormiríamos en las cuadras con los caballos.- A juzgar por el entorno de la " pantalla de carga", asi todo rústico...

Su beso era cálido y me sonrojé cuando me lo dio. También era cálido su aliento, pero mas que a fresas silvestres olía a alcohol de taberna. Vaya con lo rubia, con le da a la priba. Sin embargo sonrei.

Cuando se sentó torpemente sobre el diván me crucé de brazos mirándola. Estaba muy graciosa ahí sentada, posiblemente ella creyera que se había sentado toda glamurosa cuando parecía mas bien una muñeca de trapo. Aún así accedía sentarme a su lado mientras veía como su estabilidad peligraba.

- Creo que deberías acostarte.- Ajam, si, y yo contigo... no te lo crees ni tu.- Si quieres te ayudo con ..la ropa. O..- Me encogí de hombros intentando evitar pensar en ella ahí... toda perraca pedida.-... Te traigo un cubo o algo. Por si tienes gas de vomitar. ¿Estás bien?- Pregunté sonriéndola al ver las caras que ponía.

La npc aceptó la ayuda, eran distintos a los otros npcs, o eso le pareció al ver como se comportaba el camarero, no dijo nada de ellos pero si que se le quedó la curiosidad, además de no poder evitar mientras iban por el jardín si veía a el trío que había dejado antes, quería saber que le decía Katherine respecto a lo que le había dicho pero darle tiempo era lo mejor en este caso.

Leliana le comentó que habían hablado de los fragmentos, algo le habían comentado los otros pero no prestó mucha atención. - Sí algo ha dicho Max cuando salio de la taberna, yo tengo uno de ellos, mañana se lo daré a quien se haya quedado con los otros, por cierto, tengo una pregunta. Esperó unos segundos. - Ivo, quedó petrificado, ¿sigue vivo?. En su mente sonaba cruel desear que estuviera muerto el hombre, pero si siguiera vivo sería más cruel aún el no intentar salvarlo.

Le preguntaría después por que intentaba ser sutil cuando se veía que lo decía con una intención muy directa, ahora le interesaba más saber sobre Ivo.

Desde luego, más que atractiva estaba cómica sentada en aquel diván pidiendo que se sentara... ¡Pero oye! ¡Había conseguido que se sentara y se pusiera a mi lado! Si es que aunque este como una cuba, se me da genial ligar con la gente... de hecho se me da hasta mejor. La chica me dijo que debería acostarme ya... a lo cual respondí con risas tontas -Jejeje... ¡Pe... pero mira que eres lan...lanzada...! Ni siquiera hemos "hip"... tonteado y ya quieres que nos acostemos... Me gusta que seas tan directa...- le respondí a la chica trasgiversando hábilmente sus propias palabras.

Encarné una ceja con una expresión burlona en la cara cuando escuché ambas opciones -Veamos "hip"... ¿per... permitir que esas bonitas manos tu... tuyas me desnuden, o "hip"... que me traigas un cubo de potas...?- fui moviendo las manos como haciendo balance entre una y otra a modo de bascula... mientras que yo misma me balanceaba por mi inestabilidad.

Entonces, sin decir nada más, me terminé dejando caer sobre el diván tumbándome en él con las manos alzadas hacia arriba -¡Desssnudame preciosa pelirroja!- le terminé pidiendo a la chica con una sonrisa tan burlona como ebria en la cara y los mofletes sonrojados -E... estoy bien "hip"... no te preocupes por el vómito... llevo sin vo... vomitar desde mi primera bo... borrachera con diecisiete... ¡y no pienso perder mi re... record! Y me... menos delante tuya guapa... "hip"- le dije a la chica después de contar con los dedos de forma bastante inexacta. Luego moví las manos en el aire -Estoy esperaaaaaando... "hip"- le dije a la chica sonriendo como una boba -Si... si quieres, ta... también puedes acercar ese sexy cuerpo tuyo"hip"... y empiezo yo...- le terminé sugiriendo con muuuuuchas ganas de empezar lo que fuera que fuera a pasar en esta habitación.

Lucas sigue a la pareja con los brazos cruzados a la espalda. Al ver el gesto de Cullen frunce el ceño y suelta

Ten un poco más de decoro. Se supone que eres un caballero, no parroquiano borracho de una taberna.

Luego, tras escuchar lo que dicen ambos, responde a las preguntas de la mujer.

Muy enternecedor lo de las grietas. Pero, como todo videojuego, ese es el reto que se ha de superar. Si no os fiáis de los recursos del videojuego y hacéis trampas, contactando con ajenos, no debería sorprenderos que os salga el tiro por la culata. Lo malo es que nos ha pillado a nosotros en la liza.

Lo que este buen caballero quiere decir, es que necesitamos esos fragmentos para formar dos tablillas. Y que esas tablillas son la manera de salir de aquí. Con los cuatro fragmentos que tenemos, formamos una tablilla y faltan otros cuatro que habrá que recuperar.

O lo que es lo mismo, cuando amanezca, el caradado vendrá y nos mandará a otros juegos como el que vimos del resident evil; donde cada grupo tendrá que encontrar otro fragmento.

En cuanto a las grietas con los demonios, poco podemos hacer. El que puede cerrarlas no está aquí y tiene todo un equipo de héroes: guerreros, arqueros y magos, que le dan soporte directo. Verdad Cullen?

No te dejes engañar, Katherine, aquí el buen caballero, quiere engatusarte para que no vuelvas a la realidad y te quedes aquí para siempre. No me extrañaría que fuera un agente encubierto del caradado y que mediante engaños y adulaciones mantenga a los mejores combatientes en este "lugar seguro" sin que ayude a los compañeros del grupo.

Al terminar mira desafiante al caballero a la espera de se justifique.

En cuanto llegamos arriba, me doy cuenta de que allí no estaban las habitaciones. ¿Y entonces para qué he subido? ¿Para no pasar por la puerta con los demás llevando a Scott de la mano? ...Sí, creo que sí. Pensando en ello, miro la mano de él que aún no he soltado y luego a él, bajando la cabeza con una sonrisa tonta. Estoy segura de que él también se ha dado cuenta de que me he confundido. 

- N-no es una habitación... Así que no es nada raro, ¿no? - pregunto, alzando de nuevo la mirada. La música hace que me tense un poco pero al no ver a nadie, casi siento que es normal - Creo que es sólo la banda sonora... Y no parece que haya nadie igualmente.

Hablando de eso me siento algo más tranquila e incluso me atrevo a sonreírle normal. Con cuidado, casi temiendo que desaparezca de allí, le suelto la mano y voy a la esquina de los cojines. Me siento en el suelo con las piernas cruzadas, abrazando uno de ellos y apoyando la espalda sobre el otro, mientras observo a Scott. Es irreal, imposible que esté allí conmigo y aún me cuesta asumirlo. ¿Es un sueño? Tal vez me haya quedado dormida frente al ordenador como otras noches... Pero ¿qué más da? Si es de verdad un sueño, no me importaría no despertarme. 

Creo que me quedo más tiempo del que pretendía mirándole y sonriendo. Es todo por culpa de la música, seguro. Sin saber qué otra cosa hacer, le lanzo el cojín para que lo coja. 

- P-perdón, no quería quedarme los dos...

Pero ya no tengo ninguno para esconderme... Algo nerviosa, cojo el de mi espalda y lo vuelvo a abrazar, mientras alterno la mirada entre Scott y el sitio vacío frente a mí, deseando que se siente pero sin querer pedírselo exactamente. Tras unos segundos en silencio, decido empezar a hablar, medio hundiendo la cara en el cojín.

- Es... raro que estemos aquí los dos... ¿verdad?

Max muy gentil abrió la puerta y me ofreció pasar galantemente, la luz algo tenue del atardecer que entraba por las ventanas hacía brillar su cabello rubio tomando algún destello cobrizo, se parecía un poco a el, y el alcohol la hacía recordar. Como aquellas vacaciones en el sur de España, el mismo atardecer, el mismo color cobrizo, la misma mirada tierna y celeste. 

La invitación a salir al balcón estuvo acertada, no era Mario, ninguno lo era, y no podía sacarlo de su cabeza, pero éste se parecía tanto a el - !Claro guapo!, nos vendrá bien tomar un poco de aire - pero no era el.

Dejó sus zapatos en el suelo, descalzándose mientras andaba hacia el balcón, en silencio, tan solo escuchando la música de fondo rollo juego de tronos. 

Al salir, el aire hizo volar su cabello y respiró hondo, un aroma que no conocía, pero grato, ¿podía ser real?, estaba en un mundo virtual, aunque aquel disparo fue real y dolió, ¿pero un aroma, una embriaguez?, aún así respiró hondo nuevamente y lo disfrutó.

Aquella pregunta del falso Mario se clavó en su mente, nunca le había preocupado, pues desde aquel trágico día no había conocido chico con el cual intimar, pero ahora le punzaba una sensación de miedo e irónicamente contestó.

- Supongo que alguna vez te habrás tocado viendo algúna chica por internet, supongo que alguna vez me habrás visto por ahí, tengo un portal erótico - dijo secamente al muchacho sin dejar de mirar el paisaje apoyada en la balaustrada - Sabes, eres el primer chico con el que hablo de ésto, ni mi familia lo sabe - y rió para si misma - La verdad, es que eres el primer chico con el que estoy desde hace mucho, en mi portal tan solo me observan y ya estoy cansada de ser observada, una amiga me iba a proponer un buen trabajo antes de toda esta mierda, y ahora... ahora te tengo aquí, y te pareces tanto a el - las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y lo miró - Siento si te estoy confundiendo Max - sus ojos verdes se volvieron ligeramente grises, ésto le ocurría cuando lloraba, su oscuro interior asomaba a través de sus pupilas - Pero..., no quería pasar la noche sola, y eres el que más confianza me da, aunque no te conozca, Wyatt no volvió y no se si volveré de allá adonde nos envíe caradado, pero no quería estar sola - volvió a su mirada hacia las profundidades del paisaje y lloró, como hacía tiempo que no lloraba, como desde aquella noche, con miedo.

Me dejo llevar por Hana sin saber muy bien que va ocurrir, tan nervioso estoy que ni me doy cuenta que el resto va hacia afuera de la taberna para buscar habitación. Una vez allí Hana empieza hablar y decido callarme que técnicamente si que era una habitación aunque no puedo evitar sonreír ante la idea de chincharla un poco.

- Si seguramente lo sea, en la taberna solían poner la música como si la tocase una bardo.- le comento cuando empieza la música, extrañamente no me pone en tensión sino que incluso consigue lo contrario. Al fin y al cabo pensé que cuando nadie nos mirase no me pondría tan nervioso pero era todo lo contrario. Ahora mismo estaba a solas con Hana y no simplemente en un canal privado sino que podía verla... hasta tocarla y sentirla. Con ese pensamiento en la cabeza apenas escucho apenas me fijo donde se pone hasta que me lanza un cojín a la cara, apenas consigo poner el brazo para pararlo y sin darme cuenta me río.- Pero serás digo...- empiezo avanzando hacia ella divertido hasta que me fijo en lo tímida que es cogiendo el otro cojín para esconderse.

Era simplemente adorable pero a la vez hacía que se volviese intocable. Pegándoseme completamente su timidez me siento a su lado aunque a un poco de distancia con las piernas estiradas y usando los brazos de apoyo para mi cuerpo..- Supongo que sí, pero han pasado tantas cosas extrañas en las últimas horas, que me alegro que al menos una sea buena.- cuando escucho lo que digo la miro un momento sorprendido y luego aparto la mirada avergonzado y notando como el calor se acumula en mis mejillas.- Soy idiota, como puedo decir algo así sin más. ¿Qué me pasa?- Normalmente era tan fácil hablar con ella, siempre pensé que cuando la viese en persona podríamos mantener esa facilidad y aún así decir algo tan sencillo como eso me dejaba la boca seca.

Necesito cambiar de tema para al menos hablar de algo...- es entonces cuando creo saber en que habitación estaba y pego un brinco para levantarme y acercarme a la ventana.- Creo que esta ventana da al tejado y desde ahí debería haber una buena vista tanto del cielo como del lugar, ¿te apetece?

El balcón nos permitía ver un paisaje demasiado perfecto para ser real, aunque todo lo parecía. La mirada de Giulietta se clavaba a veces en mí, solo que fingía no notarlo… ¿¡Pero como no notarlo!? ¡No tenía ojos, tenía unas hermosas gemas que reflejaban la luz! Y para coronar su perfección, la brisa me traía de vez en cuando algo de su perfume. Como si fuera posible que ella siguiera oliendo bien luego de haber pasado por un horrible juego.
Pero mi pregunta resquebraja esa fachada de perfección, volviéndose algo más distante y seca, contestando de la forma más impensada posible.

-¿Que? ¡No!- lo máximo que hago en mi casa es mirar tele y dormir, ni siquiera ese tipo de actividad que le daría color a mi vida era practicado. En perspectiva… soy terriblemente aburrido y simple. Pero ahora recuerdo de donde la conozco-. Un idiota del trabajo tenía una foto tuya… creo que era un video. Lo mostraba a todos- me rasqué la cabeza, mirando hacia las estrellas para no verla a los ojos-. Solo eso vi…

Entonces al final esa sensualidad se fue diluyendo mostrándome una chica asustada, confundida, que no sabía que ocurría en el día siguiente. No era dueña de su destino. Ninguno lo éramos. Luego de mi último “juego”, entiendo muy bien ese sentimiento, lo que es no tener ningún tipo de control. Me acerque a ella y la estreché entre mis gruesos brazos, sin saber muy bien que otra cosa hacer. Ese gesto sirvió en su momento cuando pareció que me arrancaban las entrañas.

-Perdón- aunque no sabía porque le pedía perdón, pero seguro era culpa mía, no debía haber dicho que la conocía. ¿De dónde iba a conocer a una mujer así?-. No estarás sola, me quedaré contigo. Y mañana, aunque no estemos en el mismo juego, saldremos triunfando- no soy positivo, nunca lo fui, pero fueron las palabras más sinceras y reales que dije en toda la noche-. Si alguien como yo lo pudo lograr, tú también lo harás.

Mientras escucha a Katherine, a observa con la cabeza semiladeada y la aprobación presente en sus ojos, los cuales recorren el rostro de la mujer como una caricia. Ojos que relampaguean divertidos mientras se gira para encarar a Lucas. - Comandante Cullen - añade con tranquilidad cuando el hombre le pregunta si es verdad. Después le deja terminar de hablar.

- Un poco rastrero tener que recurrir a la calumnia para lograr que nuestra bella dama se decline en tu favor ¿No? - Se yergue en toda su altura llevandose las manos a la espalda mientras aparecen dos soldados por la puerta de una de las torretas de la muralla - Por favor, acompañen al caballero a sus aposentos. Parece que el cansancio le entumece el cerebro y le hace perder el respeto por aquellos que le dan la oportunidad de sobrevivir y volver a su hogar. - alza la mano antes de que acaten su orden - pero antes... - se gira hacia la mujer - ¿Quereis acompañarlo o deseais quedaros conmigo un rato más? Aún me queda mucho que contaros - las últimas palabras las susurró ligeramente inclinado hacia ella y con cierto tono prometedor.

Se notó la pena en el rostro de la mujer cuando Gary mencionó a Ivo. Pero esperó a encontrarse resguardados en los pasillos iluminados ya por las antorchas que decoraban la pared para responder

- No sabemos muy bien que ha sucedido. En el juego hay que morir 3 veces para desaparecer completamente, como le pasó a Wyatt - cabeceó pesarosa al recordar el encabeconamiento del joven por acabar con su propia vida - Pero el anciano...deberia haber muerto y vuelto a aparecer una vez gastada la primera vida. Quizás su muerte no se debió al juego  si no a una parecida a la de vuestro mundo. -

Llegaron a una de las habitaciones donde pudieron tumbar al joven Matthew

- Es una hipótesis. Tampoco estoy segura del todo - buscó la mirada del joven mientras sus manos arropaba al niño. Luego le hizo una seña para que saliera con ella al balcón

Se apoyó en la ornamentada baranda mientras su mirada se perdia en las montañas - No estas obligado a entregar el fragmento. No es eso lo que queremos - dijo hablando sin desviar sus ojos - queremos que trabajeis en equipo, que useis la cabeza y no os dejeis vencer por la vanidad, el egocentrismo o la avaricia - giró el rostro para acallar su protesta

- Ya se que no eres así. Te he visto trabajar en equipo - sonrió con suavidad - pero no todos los que estais implicados lo hacen. Y si eso pasa King Dice se saldrá con la suya. - echó la vista hacia atrás un momento - A él le necesitais igual que al resto y sin embargo veo mucho desprecio hacia él. Y no se lo merece, pues está poniendo todo su empeño en ser útil -