Partida Rol por web

Miro incredulo al gran maestro,  aun estaba dandole vueltas a todo lo que nos habia pasado desde que abandonamos el.nido, y ahora parecia que nos habiamos metido en algo exageradamente grande para nosotros...

-Pero maestro Yen sid, señor... Nos esta pidiendo a unos aprendices como nosotros, que apenas podemos sacar el máximo partido a nuestro poder, que derrotemos a aquellos que ni los maestros pudieron derrotar? Eso es enviarnos a una mision sin retorno a mi parecer... No estoy de acuerdo en jugarme el pescuezo por algo así... Tan importante es esta mision como para que debamos acabar con ellos para salvaguardar el orden mundial? Parece sacado de una pelicula...

Digo sin vergüenza alguna. A fin de cuentas es lo que yo pensaba. A estas alturas, mis compañeros me conocian lo suficiente para saber que yo no me mojaria a menos que ellos estuvieran en peligro.

A pesar de su ofuscación, las palabras del maestro se abrieron paso en la desordenada mente de Kora, y ahogaron sus espasmos, helándola por completo.

Sus manos dejaron de maltratar la puerta y su mirada se perdió en la nada. Completamente paralizada terminó de escuchar al mago antes de entonar su cuerpo hacia los demás.

Sus ojos seguían enrojecidos por las lágrimas y podía sentir el familiar escozor en su garganta propio del llanto contenido. Pues si bien había llorado, apenas había mostrado un río del mar que habitaba en ella.

Asintió con la cabeza con determinación. - Lo haré. - contradijo la prudencia de Juris y dedico una mirada gélida a Rin advirtiéndole que más le valía no cargarse las piezas de Rasheltex.

- ¿Cómo sabremos que es él, Rasheltex? ¿Cómo le traemos aquí?

Una parte de ella sonrío fugazmente ante la idea de volver a ver a Aqua y Terra, y aquello encendió otra parte de su mente más amarga. - Sea discreto. - le aconsejo con prudencia en su voz - Hemos oído que el consejo de maestros está...-podrido. - quiso decir pero se mordió la lengua, seguro que el mago ya lo sabía y ella no era quien para repetir esas acusaciones.

Parpadeó un par de veces, más tranquila, renovada incluso por esa nueva esperanza más sólida que la anterior. Se limpió las marcas de lágrimas de la cara con discreción y miró a Yume extrañada por su silencio, por su falta de preguntas. Pero imaginó que quizás prefería recibir sus recuerdos en privado. Como deseaba hacer ella si tenía ocasión.

El maestro asiente a Juris.

-Tienes razón, Juris. Será un viaje peligroso sin duda. Estareis tentados en sucumbir a la oscuridad de vuestros corazones, pero el fin justifica los medios. También sé que Ryurka os entrenó bien, y que sereis capaces de dominar la marca de maestría.  Es por eso mismo que considero que este viaje es necesario.  Y al final, como todo portador de la llave espada, debereis de tomar una decisión.  Debereis decidir por quien luchar.  Defender a la luz, o ceder ante la oscuridad.  Esa es la lucha interna de un portador. Esa es la decisión que determinara si estais listos o no para hacer este viaje. Los dos bandos estan en desequilibrio.  Y solo vuestras acciones decidiran el destino de los mundos...

Mira a Kora.

-Donde hay luz, también hay oscuridad.  Rasheltex pensó que los maestros se estaban corrompiendo... Pero eso no puede ser cierto. Posiblemente lo que sintió fue una treta de los incorporeos. Debéis recorrer los mundos en su búsqueda.  No sabemos donde puede haber ido, pero seguid a la oscuridad y ella os enseñará el camino. Los incorporeos se diluyen en la oscuridad. Huyen de la luz, al igual que los sincorazones. Dejad que vuestra llave espada abra el camino. Creed en lo que buscais y ella os guiara a traves de los caminos prohibidos entre mundos.

---Es decir, nos dicen que vengamos a verle por que usted tiene todas las respuestas a nuestras preguntas y resulta que lo único que hace es generar mas dudas y aparte encomendar a unos meros aprendices que hagan una tarea imposible,joder, esto es más una Matrioska que otra cosa, preguntas que generan más preguntas...- suelto insatisfecho por la información dada- Sinceramente, lo veo suicida lanzarse a ciegas contra un abismo, así que por mi parte no conteis, tengo bastante aprecio por mi pellejo y no pienso jugarmelo por un hombre que lo conocí una vez y punto.

Kora miró a Rin mientras éste hablaba, extrañada por la afirmación las matrioskas, se planteó volver a responderle, incluso si la escucharía. Pero con sus últimas palabras sintió como su sangre volvía a agitarse, y clavó su mirada en la de él con severidad -Sí, por favor. No vengas. - comentó con desdén. - Escondete en algún mundo dónde puedas seguir pregonando que buscas rivales interesantes que te hagan más fuerte; y si aparece alguno, simplemente vuelve a cambiar. - Procuró aguantarle la mirada aun agitada.

Cerró sus puños para retener el llanto todavía enquistado en su cuello al que la rabia parecía querer empujar junto con sus palabras.

-Una espalda menos que vigilar, un golpe a traición menos del que preocuparse. - dejó caer su mirada a un lado.

Miro a Kora sin decir nada y sonrio de forma despiadada

---Tienes razón, haré justamente eso, ademas, te hago un favor enorme, así tendrás mas intimidad con Rasheltex y poca gente dandote vueltas - digo con naturalidad - ¡Oh! Además podrás buscar a Kyura, quizas se haya convertido en algun sincorazón e incorpóreo tambien y le tenias bastante aprecio, pudistes intimar bastante con él...aunque no pensé que fueras de esas...Ahora solo tengo ganas de ir para ver de quien es tú vástago que seguro que te faltó tiempo....zorra...- la última palabra la digo en un tono más bajo pero de forma tan clara que todos la ueden escuchar sin problemas...

Yen sid se levanta de su asiento de repente, dando un fuerte golpe con sus manos en la mesa de madera, el cual retumbó en la sala como si de una tormenta se tratara. El ambiente empezó a cargarse de bruma, y era dificil hasta respirar.

-¡BASTA YA DE TANTA INSENSATEZ! NO PERMITIRÉ TALES OFENSAS EN MI PRESENCIA. ¿TE QUEDA CLARO MOCOSO INSOLENTE?

Los gritos del gran maestro hacen del mas valiente una simple gallina asustada. La voz del hechicero se incrementó hasta tal punto que sonó estridente y fuerte. Todos sentisteis miedo, aquel hombre imponía no solo por su altura, si no también por la inmensa aura de poder que irradiaba, la cual os hizo parar todo cuanto estabais haciendo o diciendo para poneros firmes ante él. Es solo entonces cuando aquella bruma se desvanece, y esa sensacion sobrecojedora también. 

El anciano vuelve a sentarse en su sitio, y con una mirada seria, que parecia penetrar en vuestras mentes, os vuelve a hablar mas tranquilamente.

-Muchacho... Guardas un gran dolor y pesar en tu corazón.  Debes aprender a controlar esa fuerza y mantenerla a raya, o de lo ccontrario destruirá tu corazon en pedazos. Como portador de la llave espada es tu deber salvagiardar la luz y la oscuridad, asi como el equilibrio entre ambas. Si piensas renegar de tus obligaciones me vere obligado a intervenir.

La subita "furia" de Yen Sid hace que pegue un bote, habia olvidado que esete anciano era un Maestro de la llave espada y acostumbrado a los pasotas de Tierra de Partid habia supuesto que este sería igual, parece que estaba equivocado, miro de reojo a Kora y luego escucho el comentario de  Yen Sid.

---Suena tan facil decirlo que hacerlo, sobre todo sin un tutor...- murmuro para mi que para los demas lentamente levanto la mano haciendo aparecer mi llaves espada y pregunto a continuación más que por curiosidad que por otra cosa-¿que me harias sí me negase pese a todo?

-Todos los corazones crecen con las decisiones, erroneas o no. Llegará el momento en el que te verás forzado a decidir y solo entonces sabras a que se refieren mis palabras. 

Hay algo más que querais preguntarme antes de emprender vuestro viaje? Algunos de vosotros habeis estado muy callados, y a veces el silencio también es una forma de expresarse... 

Yen sid vuelve a mirar a Yume, a la espera de si hay mas preguntas.

Miro con incredulidad a Rin, pues, pese a que se veia que el chico era un poco rebelde, jamas me hubiese imaginado esa faceta suya

Justo cuando empiezo a decirle que debería mejorar su actitud, se produce un estallido de furia por parte del maestro, que eclipsa cualquier otra cosa.

Tras esto, cuando Yen-Sid pregunta si hay alguna duda mas, recuerdo la tarea que me llevo a conocer al grupo:

Ahora que lo menciona maestro, antes de encontrarlos, estaba buscando a una persona. No conozco ni su nombre, ni de donde proviene, lo único que se es que tiene orejas grandes... ¿Podría ser que supieseis de quien se trata?

-Ah, Mickey... Así que no lograste dar con él al final... Mickey... Él es mi aprendiz, igual que tu, pero lleva mas tiempo entrenandose bajo mi manto. Es muy esquivo debido a sus... Quehaceres en su mundo, pero ha demostrado ser un hábil portador de la llave espada, y un candidato más que preparado para afrontar el examen de maestro... Si no fuera por su infantil comportamiento.

Yen sid toma una pausa y prosigue.

-Te envié a buscarlo porque detectó una fluctuación en el equilibrio de la luz y se fue a investigar sin mi permiso, tomando consigo mi llave espada y un artefacto mágico que le permite ir de mundo en mundo con facilidad. Pero desde que partió a escondidas, no he podido notar su presencia.... Cosa que me inquieta. Tampoco he logrado contactar con el maestro Xehanort para comunicarle como estan las cosas... Extraño...

Mmmm, muy bien. Si lo encuentro, le diré que le estas buscando entonces

-En ese caso, si no teneis más preguntas, es momento que partais. Podréis abasteceros en villa crepúsculo si necesitais comprar algo, pero sobretodo tened cuidado.

Yen sid hace un movimiento con la mano, abriendo la  puerta de nuevo tal y como estaba cuando habiais llegado.

La voz del maestro habia penetrado en tu mente,  pero parecia que solo se dirijia a ti, pues tus compañeros no parecían tener simbolos de sorpresa ni incredulidad. 

-Kora. Me gustaria hablar contigo a solas. Esperaras en mis aposentos a que se vayan tus ccompañeros. 

Tanto viaje interdimensional habia hecho que te marearas. Odiabas tener que atravesar esos portales, pero era bien sabido que no habia manera alguna mas que esta de viajar entre mundos. Conseguiste llegar, al fin después de tanta búsqueda,  a la torre de Yen Sid. No habias estado munca allí,  pero sabias que habias dado con el lugar. Notabas tranquilidad y armonía,  sensaciones que te indicaban que estabas en el lugar correcto.

Te encontrabas en un islote flotante en medio de un mar de nubes anaranjadas, rodeado de un vasto cielo nocturno iluminado por un millar de estrellas. Estabas justo delante de una alta torre, en la puerta de la entrada. Trataste de abrir la puerta para entrar, pero no parecía ceder a tus deseos...

El joven bajó las escaleras que llevaban hacia la majestuosa puerta de la torre para sentarse en la hierba. Jace notaba cómo la hierba humedecida por el rocío empapaba su pantalón, aunque parecía no importarle puesto que sus pensamientos le tenían demasiado ocupado como para fijarse en nada.

"Hmmmm... ¿por qué tuvo que enviarme el maestro a una misión tan aburrida y sin sentido? Vale, no limpié los platos el otro día, pero con un castigo normal me hubiera dado el correctivo..." 

-Maestro, ¡qué cruel eres conmigo!- dijo el rubio a modo de quejido pensando que estaba solo.

Jace se rascaba la cabeza: "Tengo que entrar a esa torre sí o sí, es el único sitio donde se 100% que ha estado alguna vez el maestro Yen Sid..."

-¡Un momento!-dijo Jace mientras se ponía en pie de un salto.- Es muy simple, ¿por qué no usar la llave-espada con la puerta? ¡Quizás así se abra!

-Un... Un momento- digo por fin debilmente - Yo necesito ayuda... Para recordar

---Yo tengo una ¿por donde empezamos a buscar? Hay infinidad de mundos, pero tendrá una idea aproximada de donde podria estar ¿o vamos a ir de fiesta por cada mundo como pollos sin cabeza?- pregunto antes de marcharme olvidando por un instante lo ocurrido hace unos minutos

Kora aguantó la respiración, procurando contener su enfado, y no aumentarlo por la crítica de Rin, entendiendo sus palabras con inocencia incrédula de alguien pudiese reprochar que sintiese afecto por sus compañeros y maestros. Hasta que llegó la última palabra y con ella Kora sintió un cosquilleo en sus dedos, recordándole aquel golpe que le había atestado a Rin al llegar a Vergel Radiante; su culpabilidad volvió a apoderarse de ella, calló y sus puños se abrieron agotados, rendidos ante aquel aguijón que se había clavado directo en su corazón.

Luego la voz del maestro quebró aquella riña, imponiéndose sobre todos y todo. Recordándoles el poder de los maestros y su destino impuesto.

Asintió con la cabeza tras sus palabras, reprimió su urgencia por abandonar esa sala y se relajó con la voz de Yume.

-Como bien decia, Rin Okomura, la llave-espada te mostrará el camino. Cree en tu cometido y ella abrirá la puerta que debes seguir.

Acto seguido mira a Yume.

-Ayuda para recordar, dices? Es que acaso has perdido tus recuerdos? 

Pregunta algo extrañado al oir repentinamente la voz de aquella jovencita.