Partida Rol por web

La calma tras la tormenta

8.0 Cuando el Destino Nos Alcance

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11/10/2012, 17:52
Director (Akrabu)

  El viaje había sido largo y penoso.

  Heridos y cansados como estaban, tuvieron suerte de que unos días despues de haber salido de Delberz, se cruzaran con una caravana de refugiados que provenía de la ciudad. Familias que lo habían perdido todo huían de la catástrofe de Delberz en busca de un futuro mejor, mientras dejaban que quienes podían hacerse cargo de ello, se esforzaban por recuperar el esplendor del lugar. Fue por los refugiados por lo que pudieron enterarse de que finálmente, y gracias a la ayuda de los Lobos de Ulric, la invasión orca había sido erradicada. Los pielesverdes supervivientes se dieron a la fuga en desbandada, desperdigándose por el territorio, pero dejaron tras de sí una macabra huella que costaría trabajo borrar. Y todavía quedaba el peligro de lo que sucedería en tiempos venideros, con grupos independientes de pieles verdes desperdigados por el territorio, haciendo peligrar los caminos. Pero eso era un problema que aún estaba por venir si estos sobrevivían a las escaramuzas por el control de los bosques con los Hombres Bestia. Ahora lo importante era recuperar Delberz, y volver a la vida, cosa harto complicada para los ciudadanos del lugar, tal y como se podía ver en aquellos que viajaban en el grupo con el que se encontraron.

  Dado que según la hechicera, debían viajar por el mismo camino, se unieron a la caravana, y estos los acogieron sin queja alguna. O si la tenían, no la demostraron gracias a la autoridad que ejercían sobre ellos los uniformes de la órden de los templarios, que despejaba toda duda sobre la naturaleza del grupo, y sus competencias.

  A partir de ahí, el viaje fue algo mejor gracias a la fuerza que ejercía el moverse en grupo, a estar arropados en el interior de los carros que les servían de vehículos pese a su humildad y falta de comodidad, y a la evidente ganancia de velocidad en su viaje.

  Por fortuna, el rastro que seguían no se desvió en ningún momento, y pronto quedó clara cual era la meta a la que debían llegar: Middenheim, la Ciudad del Lobo Blanco. Antes incluso de llegar, todo el grupo lo sabía, y no solo por que los refugiados digeran que ese era su destino, si no por que las señales que la hechicera experimentara en sus visiones hacía ya mucho, en los cuarteles de la orden, se terminaban de completar con aquello. El rompecabezas inicial que fueron aquellas visiones, terminaba de tomar forma con su llegada a Middenheim, y una certeza palpable de que lo que buscaban se encontraba allí, embargó sus corazones.

  La llegada fue tán penosa como el viaje. Los refugiados fueron recibidos en las puertas de Middenheim con toda la celeridad y la atención que el gobierno de la ciudad pudo prestarles de la mano de los cuerpos oficiales, pero los Sigmaritas no. Aquel no era territorio de Sigmar, y Ulric los recibía a regañadientes en las poco educadas formas de los ciudadanos del lugar.

  Sin perder más tiempo, y sabiendo que se encontraban en una ciudad que si bien los toleraba, no era su amiga, se dirigieron a la casa de Sigmar, hacia donde todo el mundo los remitió, y en donde serían bien recibidos.

  Tras presentar un breve informe con el que los encargados del lugar se sintieron lo suficientemente satisfechos como para alojarlos, y prestarles ayuda, en espera de un informe más detallado cuando se encontraran en mejores condiciones, los templarios y la hechicera, fueron llevados a las dependencias de la inquisición del templo de Sigmar en la ciudad, relegadas a un segundo plano allí donde Ulric era señor dominante, y dueño de los mejores edificios para su culto.

  Fueron bien alimentados, y sus heridas atendidas, dejándolos descansar y reposar las fatigas del viaje en habitaciones dispuestas para ellos en el cuartel de los sigmaritas del lugar, algo que agradecieron súmamente, pero que no debía hacerles olvidar, que su misión no había terminado.

  Así pasaron unos días, recuperándose y planeando su siguiente movimiento, hasta que llegó el momento de volver a retomar la sagrada misión que los había llevado hasta allí.

Notas de juego

Estáis en las dependencias sigmaritas de Middenheim y parciálmente recuperados en Heridas, en Puntos de Suerte, y en todo, vamos (tengo que hacer cálculos, podréis ver los cambios en vuestras hojas en cuanto estén hechos).

Toca presentar un informe detallado a los superiores del lugar y planear vuestro siguiente movimiento, y cómo no, hacerlo :) Queda a vuestra discrección decidir cuanto les digisteis en vuestra llegada antes de ser alojados.

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12/10/2012, 18:46
Maul

Maul se levanto del camastro en el que habia estado durmiendo, reposando de la paliza del viaje hasta Middenheim; tras ser vapuleado como una estera en la marcha para salir de aquel poblado abandonado de la mano de Sigmar contra la horda piel verde, en su interior Maul le hubiera encantado luchar pero era causa perdida y lo sabia; por ello era mejor que se dedicara a su mision....

Y que bochorno...cuando por fin lograron salir de Delberz, ambos jefes se dedicaron a lanzarse hachazos los unos a los otros; ninguno tolerando la compañia del otro ni su liderazgo, por el momento Maul se cayo, no era plan de darles un martillazo en la cabeza a ver si entraban en razon de una vez, en fin....

Colocandose una sencilla tunica de lana sobre el cuerpo, Maul recogio su martillo, su simbolo de fe, mucho mas valioso para el que nada y se encamino a la charla con los altos cargos del pequeño que agradable refugio de Sigmar en Middenheim...

El iba a estar callado hasta que se hablara de combate, que Artzmann o Thalberd hablaran de lo que querian decir o no...si bien callarse algo a estas alturas...seria algo bastante estupido...

 

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15/10/2012, 17:26
Lazár Harish

Lazár estaba acostumbrado a los rigores del terreno abierto. Del campo, los bosques, y las montañas. No había nacido para estar encerrado entre los edificios de las grandes urbes, y su amor por lo rural aprendido desde su más tierna infancia, sumado a su excelente entrenamiento de explorador ya en la edad adulta, lo hacían fuerte ante las adversidades del mundo natural.

Sin embargo, tenía que admitir que el castigo recibido por el cuerpo en aquella particular cruzada, había sido demasiado incluso para él, y el descanso había sido reparador.

Se despertó en aquella habitación compartida con los hombres del grupo, y se preguntó que tal le habría ido a su compañera Katherina dormir bajo el mismo techo que la bruja.

No, hechicera. Se recordó a si mismo en sus pensamientos.

De carácter más abierto que sus compañeros, pese a su fé en Sigmar seguía siendo capaz de tolerar y diferenciar a un brujo de un mago. Aunque para él esa diferencia solo la supusieran unos papeles firmados, seguían siendo las leyes a las que había jurado servir, y de momento, estaba contento con ellas. Ya se encargaría gente como Artzmann y Thalber de pelearse por cambiarlas si no les gustaba. A él, que le dejaran el campo, y su libertad.

-Buenos días. Dijo a los que ya se estaban levantando también. Argh... me duele todo el cuerpo. Es buena señal saber que se sigue vivo. Dijo estirándose y dejando oir toda una orquesta de huesos chasqueando que rivalizó con la del propio Heinrich.

Siguiendo el silencioso ejemplo de Maul, se preparó raudo para comenzar el día. Había trabajo por hacer.

Notas de juego

PNJ

No lo dije, pero obviamente, las mujeres han pasado la noche en habitación separada de la vuestra. La hechicera sigue estando oficiálmente bajo vuestra custodia, y aunque a regañadientes, han tenido que permitir que se alojara con vosotros.

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15/10/2012, 22:03
Thalber de Wurtbad

Thalber, despierto desde hace rato, mira el techo de la habitación mientras sus compañeros se levantan. Por un lado está contento, han conseguido llegar sanos y salvos a Middenheim, han recibido cuidados, una cama confortable y comida caliente. Sin embargo el cazador sigue teniendo tres problemas en mente.

El primero de ellos es que en la ciudad de Ulric un sigmarita nunca será bien visto por lo que les costará recibir algún tipo de ayuda o colaboración en la segunda.
El segundo es que su objetivo aún no ha sido alcanzado y la presencia de la bruja hace que se irrite constantemente, asqueado al tener que aguantar a esa hereje.
Y el tercero, y no menos imporante, aún no ha logrado encontrar a un superior para que juzgue a Arztmann por su incompetencia y recibir así el puesto que merece.

Al escuchar el comentario de Lazár Thalber se estira en la cama y poco a poco se levanta- Si, seguimos vivos. Pero también siguen vivos nuestros enemigos y cada día que se mantengan con vida propagarán su infección y su herejía allí donde vayan. Debemos buscar a Katherina y a la bruja y partir de inmediato a la búsqueda de nuestras presas.

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17/10/2012, 14:53
Katherina Müller

Katherina no había pasado tan mal viaje como cabría esperar. Al fin y al cabo casi no tenía heridas profundas y la compañía de los lugareños de Delberz era agradable; sobre todo más que la de sus "líderes" que, aún a pesar de las desfavorables circunstancias que les rodeaban, seguían discutiendo por el liderazgo del grupo.

Kat pasó el viaje sanando las heridas de unos y otros, compañeros y aldeanos. Rezando a Sigmar cada día e instruyendo de nuevo a Maul en la historia de su amado dios y señor.
Sin embargo, según se hizo más palpable que su destino se encontraba en Middenheim, el humor de la sacerdotisa cambió poco a poco. Más arisca, susceptible y seria de lo normal, puso sus pies en la ciudad que adoraba a Ulric y que los recibía a regañadientes, especialmente a ella, con sus símbolos de adoración a Sigmar bien presentes y visibles.

Y la gota que debía colmar el vaso fueron las noches de recogimiento compartiendo habitación con la bruja, pero las mujeres trataron de hacerlo llevadero y Kat se mantuvo todo lo silenciosa y discreta que pudo ante la presencia de Gabriella, que aunque recuperada, seguía estando débil.

- Buenos días, frau. - dijo escuetamente Katherina a su compañera de habitación al despertarse aquella mañana. Había perdido la cuenta de cuántos días llevaban allí metidos, sin asomar apenas la nariz fuera del Templo de Sigmar, el único lugar donde parecían ser bien recibidos.
Y una vez aseada y vestida salió en pos de despertar al resto del grupo golpeando con fuerza y energía la puerta de éstos.
- ¡¡Despertad compañeros!! - exclamó. Y tras esperar a oír algunos quejidos y desperezos, prosiguió -: Es hora de presentar un informe sobre lo que nos ha traído a esta ciudad... y continuar la búsqueda del artefacto.

Notas de juego

Por mí les contamos todo lo que necesiten saber. Quién sabe si algún sigmarita no estará dispuesto a acompañarnos en la búsqueda del artefacto al conocer toda la historia y el peligro que supone.

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17/10/2012, 17:25
Gabriella Klara Von Hauss

Todo aquello estaba siendo una dura prueba para Gabriella, no por el hecho de que la misión peligrara a cada momento que pasaban sin lograr avances y a quedarse quietos, si no también por que desde que se viera forzara a colaborar con aquellos incompetentes inquisidores, ciegos a todo lo que no estuviera regido por su fé, había visto cómo su noble orgullo era mancillado una y otra vez.

No quería ni pensar en lo que sus más allegados dirían si la vieran en semejante indefensión ante los palurdos que llevaban a Sigmar por bandera, y se negaban a reconocer la ineficacia de sus creencias frente a la verdadera ciencia que regía el mundo, aquella que los Ancestrales usaron para crearlo.

Aquel día se levantó en bastante mejor estado, y a pesar de las quejas de su dolorido cuerpo, este se hayaba agradecido de haber podido dormir de nuevo sobre una cama cómoda. Sencilla, y nada lujosa comparada a lo que había estado acostumbrada toda su vida, pero cómoda al fín y al cabo.

-Buenos días. Le respondió a la que había sido su compañera cuando la mañana los recibió. A ella le había hecho tanta gracia como a la templaria compartir habitación con ella, pero esperaba que eso pronto cambiara. Ahora estaban en Middenheim, y sentía su objetivo más cerca que nunca, aunque su rastro se hubiera distorsionado con la abrumadora presencia del Aehtyr en aquella ciudad.

Gabriella se vistió, y sin decir nada más, salió al pasillo del lugar, al encuentro de sus compañeros forzados junto a Katherina. Ya casi había olvidado el rostro de aquellos que contrató lo que parecía, hacía ya mucho tiempo. Una lástima por ellos, pero así era de peligrosa la cruzada en la que se embarcaron junto a ella, y su parte bien que la había cumplido la mujer. No tenía cargo de conciencia alguno por sus supuestas muertes en Delberz.

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17/10/2012, 17:25
Director (Akrabu)

Uno a uno todos se fueron reuniendo en el pasillo donde se encontraban las puertas que daban a las habitaciones que se les había ofrecido, y tras los buenos días de rigor, el grupo al completo bajó a desayunar antes de presentarse a terminar de presentar el informe sobre su llegada a la ciudad.

El edificio no era muy grande. Por lo que sabían del templo de Sigmar en Middenheim, a pesar de ser la deidad patrona del Imperio, y por tanto la dominante, era obvio que la fuerte enemistad con Ulric la relegaría sin ninguna compasión a un segundo plano en la ciudad del Lobo Blanco, algo que se dejaba notar ya solo con los edificios pertenecientes al culto que eran básicamente dos: el propio templo, una sencilla construcción que palidecía si se la comparaba con su homónima de Altdorf, tanto en pomposidad como en tamaño, y en donde ahora se hayaban. Y la Escuela Gragh Mar, en donde los pocos devotos de Sigmar en Middenheim, podían llevar a sus hijos de entre 8 y 13 años. Los Monjes de la Orden de Gragh Mar dirigían la escuela, fundada por orden de Magnus el Pío. No tenían conocimiento alguno sobre la existencia de ninguna orden inquisitorial como la suya en el lugar.

Los templarios y la hechicera comieron en silencio en el comedor principal del templo, y a continuación fueron llevados a la presencia del sacerdote al cargo en aquellos momentos, en un pequeño despacho, amueblado de forma sencilla y austera, algo muy alejado de las oficinas de su orden que tan bien conocían.

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17/10/2012, 17:25
Sacerdote Sigmarita Edrik Marhonsson

Al entrar en el despacho, el sacerdote se levantó de su mesa para recibirlos.

-Buenos días. Dijo con una sonrisa amable. Espero que nuestro hogar haya sido de ayuda para reparar sus cuerpos cansados y heridos.

Tras recibirlos, y esperar a que tomaran posiciones en el despacho, donde habían cuatro sillas a parte de la del escritorio, un armario cerrado, y dos cuadros con representaciones de escenas sigmaritas, el hombre se volvió a sentar tras su mesa, sobre la cual descansaba un enorme libro abierto. El sacerdote lo cerró, no sin antes poner la tela del marcapáginas de color rojo entre las páginas que habían estado abiertas. La luz de la mañana entraba por una ventana no muy grande iluminando tenuemente la habitación. Consistente en dos hojas, solo una de ellas dejaba pasar la luz a través del cristal, la otra se encontraba cerrada con la contraventana, y su cristal se veía roto.

-Deben entender, que nuestro templo no acoge órden militar alguna, y que no disponemos instalaciones de las que seguramente dispondrán en Altdorf, dado que nuestros quehaceres se centran en el estudio, la meditación, y la oración a Sigmar. De modo que espero que el recibimiento haya sido del agrado de ustedes, en esta casa, todo hombre... miró a Katherina ...y mujer de Sigmar es bienvenido. Recalcó la última frase lanzando una furibunda mirada a Gabriella. Ahora que ya se encuentran mejor, y en disposición de dar más detalles sobre su llegada, es necesario que sepa mas sobre el motivo de la visita de templarios provenientes de la capital. No estamos acostumbrados a alojar a hombres de armas en nuestro hogar, y comprenderán que algo así perturbe nuestra agenda. Necesito saber más sobre esa peligrosa misión que los ha traido hasta aquí si he de seguir alojándoles.

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22/10/2012, 10:14
Thalber de Wurtbad

Thalber no es encuentra totalmente agusto con el sacerdote de Sigmar. Si bien es un hombre de fé, al igual que él, pertenece a una rama de órden poco realista, centrados en la meditación y la oración en vez de en la batalla y la quema de herejes. Serían capaces de dedicar las últimas horas de su vida a pedir ayuda a Sigmar en vez de empuñar un arma y luchar por este.

Una vez más, observando la poca iniciativa de su supuesto lider, el cazador se adelanta y responde a la pregunta de Edrik -Vamos detrás de un hechicero del caos y una bestia grotesca que lo protege. En su poder tienen un artefacto maldito que provoca el caos y la enfermedad allí donde pasan. Debemos detenerlos antes de que sea demasiado tarde, antes de que corrompan todo el Imperio.

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22/10/2012, 13:50
Maul

Maldicion...monjes de libro y no de martillo gruño Maul mentalmente al ver la que se le venia encima; si no tenian a mas agentes por la zona, todos los novicios de este templo servirian de poco mas que de carnaza o de medicos de combate y estaba bastante seguro de que ninguno le llegaba a la suela de las botas a Frau Muller...y hablando de ella, a ver si se acordaba de memorizar mas salmos de Sigmar...malditas letras...¿ por que eran tan dificiles?.

Thalber tomo las riendas de la conversacion para alegria de Maul que no estaba por la labor de decir una palabra, tenia un cabreo de tres pares de narices mayoritariamente consigo mismo por haber sido tan inutil alla en Delberz y por el momento solo exterminar con extremo prejuicio a un adorador del caos le disiparia el mal humor.

De todas formas hubo algo que le llamo la atencion en el discurso de Herr Marhonsson...si estos eran los sacerdotes de Sigmar...¿ donde estaban los cazadores de brujas de Middenheim?...¿ acaso se encargaban los caballeros del lobo?..

El horror impregno a Maul que miro a la persona mas cercana en esta caso Frau Muller diciendole en voz baja...

Disculpe Frau pero...¿ si no hay cazadores de brujas de Sigmar?...¿ como se las apañan en este peñasco para lidiar con estos herejes?...

 

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23/10/2012, 16:51
Katherina Müller

Si bien se le antojaba un lugar extraño, no cabía duda de que Katherina se encontraba a gusto entre las paredes de aquel pequeño templo dedicado a Sigmar. Y en plena Middenheim, era casi como un desafío abierto y visible a esos lobos.
La mujer caminaba por los pasillos en silencio, observando con nostalgia la quietud de los monjes que allí vivían y respirando la tranquilidad del lugar. Ella practicamente se había criado en un templo de similares dimensiones: pequeño, sencillo y sin ningún guerrero salvo Frank en sus tiempos mozos.

Una vez en el despacho del Sacerdote al cargo, Kat se quedó de pie frente a la mesa y esperó a que Heinrich explicase su presencia allí. Pero fue Thalber quien, ansioso de volver a liderar el grupo, tomó la palabra. Kat dejó entrever una media sonrisa pero no le interrumpió.
A su lado, Maul susurró algunas palabras en su oído.
- Ese trabajo aquí está dirigido por los Ulritas, Herr, de lo cual puede intuir la eficacia de tal limpieza de herejes... - le contestó en voz muy baja. No quería que el Sacerdote la escuchase, quién sabía si viviendo en aquella ciudad habían decidido tolerar a los lobos más de lo que ella lo hacía.

Una vez hubo reinado de nuevo el silencio en el despacho, la sacerdotisa quiso tomar la palabra:
- Buenos días, Herr. - saludó con una inclinación de cabeza ante quien era el mandamás de aquel lugar.- Mi nombre es Katherina, y soy, como vos, una devota sacerdotisa de Sigmar. Mis compañeros aquí presentes son de iguales creencias aunque diferentes maneras de impartir la palabra de nuestro dios. - olvidó mencionar a Gabriella a propósito.

- Han sido muy amables permitiendo que nos recuperásemos en su templo, pero me temo que nuestro tiempo aquí debe terminar. Es urgente que, ahora que hemos retomado fuerzas suficientes, prosigamos en la persecución del mencionado artefacto caótico que pretende asolar todo el Imperio con una peste letal.
No puedo asegurarle que regresemos una vez hayamos partido en busca del artefacto y su dueño, pero le agradecería que dejase la posibilidad de realojarnos en caso necesario.

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30/10/2012, 11:15
Sacerdote Sigmarita Edrik Marhonsson

Las respuestas que los templarios dieron al sacerdote parecieron alarmarle a razón del semblante que adquirió su rostro, y una sombra pareció oscurecer su ánimo.

-Eso que dice... parece algo mucho mas grave que el simple ajusticiamiento de herejes que blasfeman con sus acciones la dignidad de nuestro Imperio. Dijo. No duden en ningún momento de que nuestra humilde casa tendrá sus puertas abiertas para ustedes, y de que les ayudaremos en todo lo que podamos. Si bien han de saber que tenemos las manos muy atadas en esta ciudad, y harían bien en tener presente que encontrarán dificultades tras los muros de esta casa.

El hombre se tomó un momento antes de continuar.

-Aún así... no sería mala idea acudir a los lobos a informar sobre este asunto. No serán bienvenidos, desde luego, pero la causa que los ha traido parece amenazarnos a todos por igual, y aunque no quieran colaborar, al menos estoy seguro de que tomarán sus propias medidas.

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30/10/2012, 11:30
Gabriella Klara Von Hauss

-Si se me permite hablar... Comenzó a decir tímidamente la hechicera, sabiendo que aunque era mejor estarse callada no podía hacerlo en aquellas circunstancias, y su orgullo seguía emperrado en no dejarse avasallar por la autoridad religiosa que la rodeaba. ...creo que aún podriamos acudir a otras autoridades, y me estoy refiriendo por supuesto a los magisters de la ciudad. No por nada Middenheim es conocida como la Roca de los Magos, y su influencia podría ayudarnos a encontrar el artefacto, estoy segura de que en el colegio mayor tendremos la oportunidad de encontrar a alguien mucho más capacitado que yo para ubicar el artefacto. Dada la carga de Aethyr que rodea esta ciudad, mis sentidos místicos están colapsados, y aunque puedo sentir su presencia, y por mis visiones sé que se haya aquí, soy incapaz de concretar su ubicación.

Miró a todos los presentes.

-Es otra ayuda a la que podemos recurrir si son capaces de contener sus pueriles escrúpulos a mi ciencia, y me permiten ejercer de mediadora ante las hostilidades que estoy segura, también despertarían allí. Añadió de forma severa, y casi arrogante.

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01/11/2012, 17:11
Katherina Müller

¿Informar a los Ulritas? Lo que faltaba... pensó Katherina repentinamente ofendida. En la Ciudad del Lobo Blanco estaba demasiado extendida su creencia, dejando a un lado la fe hacia Sigmar, cosa que nunca había sido del agrado de la mujer. Jamás en la vida había tenido tratos con Ulritas, se había limitado a dejarles hacer en su ciudad mientras no pretendiesen hacer nada fuera de ella.
La llegada del pelotón de Ulritas a Delberz había sido la primera excepción, en la vida de la sacerdotisa, en que podría decirse que la presencia de los Lobos había sido bien recibida.

Sin embargo, Kat se limitó a asentir sin añadir nada a las palabras del Sacerdote. El hombre llevaba más tiempo que ellos conviviendo con los seguidores de Ulric y, por sus palabras, parecía poder intuir que tras el intercambio de información cada cual iría por su lado.

Y cuando Gabriella tomó la palabra, con visible timidez pero su porte noble y altivo bien presente en cada frase y cada gesto, la escuchó sin interrumpirla, hasta que dio por finalizada su aportación.
- Aunque la opinión de Gabriella siempre se ha dejado en un segundo plano, creo... - toma aire un momento, sabiendo que puede llevarse malas contestaciones y miradas por parte de sus compañeros ante lo que está a punto de decir.- Creo que no es algo que nos agrade a ninguno, nuestro trato con cualquier hechicero es... especial. Y no seremos bien recibidos ante ellos. Pero toda ayuda será poca. Al fin y al cabo, ahora mismo, somos pocos quienes tenemos conocimiento de que ese artefacto se halla aquí. Y pocos, por tanto, quienes estamos en condiciones de detenerlo.

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01/11/2012, 18:24
Maul

Maul golpeo en el suelo con el cabezal de su martillo en un gesto de protesta ante la idea de avisar a los Ulritas, chasqueando la lengua y ante la mirada de los demas integrantes de su grupo, maul gruño y se dispuso a dar una explicacion.

No me malentiendan, los lobos son mas que bienvenidos cuando se trata de exterminar herejes pero tienen un problema identico al mio...Maul sonrio levantando su pesado martillo con la facilidad que da la practica y es que piensan solo con el martillo y no dan espacio a nada mas....no saben cuando callar o cuando dejar que Sigmar les guie por el buen camino, avisarles dara mas soldados a nuestra causa pero seran como anunciarnos a bombo y a platillo...caminar con caballeros del lobo por la ciudad...es como caminar por Altdorf con la Reiksguard al lado...util en combate, inutil cuando se buscan marrulleros como los herejes que buscamos...

Miro aturdido a la hechicera con cara de buey desnucado mientras exponia sus puntos de vista sobre como tenian que dejar a un lado sus...¿ que le habia llamado?...tendria que preguntar a alguno de sus compañeros mas doctos que significaba eso...

A ver....¿ pretende meter a mas brujos en este asunto? resumio Maul con la ceja enarcada ya....¿ es que no ha aprendido nada Frau?...a mas magia mas probabilidades de que todo se vaya al desierto a aullar a la luna a Maul se le escapo parte de su esencia Norsca en esta frase de su tierra natal pero es que no se lo creia...

Sacudiendo la cabeza Maul se veia venir un desastre en la cadena de mando de proporciones epicas....

Pero yo solo soy un soldado...y soy lo bastante listo para saber que por el momento estamos superados....necesitamos refuerzos...solo rezo a Sigmar que no tengamos que luchar con los refuerzos por la presa...

 

 

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03/11/2012, 16:57
Sacerdote Sigmarita Edrik Marhonsson

El sacerdote de Sigmar observó a los implicados en la conversación, y escuchó atentamente lo que allí se decía.

-Hagan lo que consideren conveniente, me limito a aconsejar. Terminó por decir evidenciando que no le bastó más que unos pocos segundos de debate para atisbar tensión entre los miembros de la orden allí congregados. Esa misión sigue siendo competencia suya. En esta casa de Sigmar les ayudaremos en todo lo que podamos, puesto que no podemos, ni debemos, quedarnos al margen, pero queda en sus manos la decisión sobre cómo obrar al respecto de su objetivo.

Herr Marhonsoon se quedó con las manos sobre la mesa, con los dedos entrelazados, esperando a que sus invitados tomaran una decisión para poder guiarlos en aquella ciudad.

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03/11/2012, 17:04
Gabriella Klara Von Hauss

Gabriella miraba cejijunta a todos los presentes, y su rostro delataba que esperaba a que se pusieran pronto de acuerdo, o a que sencillamente alguien tomara la decisión por todo el grupo.

Ella ya había manifestado sus ideas y consejo, y dada la relación que había entre la hechicera y los templarios, se limitó a esperar y no iniciar de nuevo un enfrentamiento que no los llevara a nada más que a seguir perdiendo el valioso tiempo que se les acababa.

Cualquier cosa por no dar más ventaja a los poderes ruinosos... Pensó tragándose su orgullo y no respondiendo a Maul. Sus ojos pasaron del fuerte y alto hombre, a su físicamente opuesto Artzmann, y de allí a Thalber. Sabía que al final todo se resumiría a lo que aquellos dos hombres terminaran por decidir en una de sus interminables peleas de gallos.

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03/11/2012, 20:04
Maul

Una bruja al cargo de la caza de unos herejes y pretende meter a mas brujos de por medio...y todo delante de las narices de los Ulritas....esta es aun mas idiota de lo que yo pensaba por todos los santos....

Maul apoyo la cabeza en el mango de su martillo con el cabezal aun pegado al suelo; estaba muy harto de tener que perder el tiempo en politiqueos, encontrandose deseando con ganas cada vez mayores volver al campo de batalla, donde el enemigo era claro..pero eso seria despues.

Maul espero las ideas de sus dos jefes...la cadena de mando ya estaba bastante hecha migas ahora solo tenian que manifestarse ellos....

 

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04/11/2012, 09:59
Thalber de Wurtbad

Thalber sopesa ambas alternativas antes de hablar, mirando fíjamente a Arztmann tratando de no iniciar una nueva discusión frente al sacerdote de Sigmar.

Es posible que necesitemos toda la ayuda posible para encontrar el artefacto y a los seres que lo poseen. Ante nosotros se abren dos alternativas, una avisar a los Ulritas y la otra pedir ayuda a los magos. Creo que el hecho de pedir ayuda a ambos nos causará más problemas que beneficios -expone el cazador.

Los guerreros de Ulric, sabiamente, no toleran a los hechiceros. Incluir a ambos en la cacería puede provocar un verdadero desastre.

Los guerreros de Ulric son como los sabuesos. Una vez que den con el rastro del objetivo sabemos que continuarán la caza hasta que encuentren a sus objetivos y lo arrasarán. También sabemos que destruirán el artefacto usando todos los medios necesarios -continúa explicando las peculiaridades de los Ulritas -mis experiencias con los hechiceros no son buenas. Son personas egoistas, vanidosas y traicioneras. Sabemos que buscarán el artefacto pero, una vez lo encuentren, no sabemos que querrán hacer con él -su mirada se dirige directamente a Gabriella, la hechicera que tantos problemas les ha dado.

Thalber mira directamente a Katherina, Maul y Lazár, obviando al resto del grupo -Debemos elegir a quién podemos pedirle ayuda, a los Ulritas o a los brujos. Yo lo tengo claro, prefiero a un cánido, estúpido, letal y fiel, que a un hechicero cuyos fines y motivaciones desconocemos.

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05/11/2012, 18:31
Lazár Harish

-Eh, jefes. Interrumpió Herr Harish desde la esquina en la que se encontraba apoyado contra la pared, con los brazos cruzados. No es por aguarles la fiesta, a mi me hace la misma gracia que a todos los demás la idea de juntarnos con más lanzaconjuros, pero quisiera hacer recordar que la última vez que supimos algo de esos Ulritas, estaban dándose de cazos con un ejército de pielesverdes, y no parecían tener ganas de parar hasta que no se les ablandaran los hachas.

Lazár hablaba de forma distendida, tratando de aportar algo mas.

-Quiero decir que en Delberz habían muchos Ulritas, y no ha pasado el suficiente tiempo como para pensar que ya hayan regresado a la ciudad ¿Cuantos efectivos militares podemos esperar que queden en la ciudad para recibir ayuda por ese lado? ¿No sería mejor pensar en la guardia convencional para abarcar más en las calles? Y seguro que nos dán menos problemas de colaboración, aún en las tierras del Lobo Blanco.

Notas de juego

PNJ