Partida Rol por web

Parchan escuchaba paciente, a la espera de que sus preguntas fueran contestadas.

- Un mes completo y otro de descanso... podría aceptarse ese acuerdo, aunque en tal caso su presencia aqui debería durar más tiempo: durante el mes de trabajo estarían aquí los días pares tal como les he comentado antes, pero los impares todo el día, desde una hora antes de la de inicio hasta la hora del cántico de la mitad de la noche, en que cierra el local. Lo de usar a una chica cada noche... correcto, pero yo diré la chica, teniendo en cuenta sus intereses por supuesto

Esta nueva propuesta nos permitirá un trabajo la mitad de los meses y la oportunidad de trabajos extra de gente que habremos podido evaluar antes. Mas seguro que aceptar un trabajo de un desconocido que te asegura ser tal persona y ser el representante de los verdaderos dueños. No es por inconvenientes en que no sea el dueño sino en que en el caso de robo se corren mas riesgos hay se puede pedir mas dinero.

– Va mejorando la oferta. ¿Los días que estuviéramos toda la jornada comeríamos aquí? Tendríamos que traernos la comida o sirven comidas y podríamos arreglar un preció. Por mi parte no necesito exquisiteces.

Permanezco en silencio esperando sus opiniones

Pensativo unos segundos, los rápidos cálculos de Parchan dejaron paso a su respuesta - teniendo en cuenta que en su primera oferta nos proponía trabajar 2 meses de cada 4 y en su segunda 3 de cada 4, creo que debería haber un pequño incremento económico, ya que nos compensa, por otro lado, con pago en 'especias'. Por supuesto que cuando tengamos que estar aquí, la alimentación correrá de su parte, como la del resto de sirvientes, salvo que no queramos compartir mesa con estos, cosa que a mí me da igual, personalmente. ¿Qué tal si nos da 50 piezas de oro al mes y el goce de una chica como ya ha propuesto? - dijo, y apuntilló - lo de que sea una distinta cada vez lo veo bien, que luego uno se encapricha y puede hacer muchas tonterías - comentó serio.

El propietario escucha y finalmente niega con la cabeza

- Creo que no. Mi oferta es generosa en exceso, y si he ofrecido esa posibilidad es por vuestro deseo, que no el mio. Si estais en contra solo teneis que venir varias veces, como yo prefiero, por semana. Pero si no podeis será un mes con esas condiciones por un mes de ausencia. Y el resto de condiciones que les comenté. Si no lo desean... bueno, habrá otros interesados en esta oferta, estoy convencido

Parece que es mejor no seguir insistiendo, de aquí tres o cuatro meses ya tendremos ocasión de mejorar el contrato. De todas maneras estaremos en un buen lugar para demostrar profesionalidad delante de la su clientela que son de lo mas selecto de la sociedad de esta ciudad. Me incorporo y me acerco ofreciéndole mi mano a nuestro anfitrión. – Me parece que hablo también en nombre de mi amigo diciéndole que aceptamos su oferta.

Al ir a sentarme me queda una duda. – Imagino que la defensa en los primeros momentos deberá ser sutil y discreta para no perturbar a los clientes de la casa.

Un poco contrariado tras no haber conseguido una mejora, más que por el trato, por el mero hecho de no haber tenido la última palabra, no dejaba de reconocer que tampoco estaba mal la cosa después de las penurias de los últimos tiempos - Sellemos nuestro trato con un buen apretón - dijo esbozando una forzada sonrisa mientras tendía su mano.

Luego, recobrando la compostura y un semblante algo más agradable y sincero, comentó - no puedo alabar por más sus dotes de negocio, Señor Tindrais, sois duro, aunque justo, he de reconocer - dicho lo cual, tomó una postura cómoda en su asiento, ya que, durante las negociaciones, se le había notado tenso y algo dubitativo, actitud a la que achacó su derrota el joven mago.

- Perfecto entonces. Cuento con ambos, y os espero en la próxima semana - os dice con una sonrisa estrechando vuestras manos el propietario- En esa primera ocasión os facilitaré el acceso al libro de conjuros en donde constan los conjuros que os he comentado, a fin que podais copiarlos

Bueno parece que la reunión ya ha finalizado. – Hasta de aquí una semana entonces. Encantado de haberlo conocido.

Mirando a Parchan. – La noche antes ven a cenar a casa. Así podremos hablar de que conjuros prepararemos para nuestro primer día de trabajo aquí.

Han pasado algunos dias y el viento es frío y desapacible. LLaman a la puerta de Parchan, y al salir ves a uno de los esclavos guardianes de Joanuth, que inclina la cabeza al verte.

– Le transmito una invitación de mi señor Joanuth para comer de aquí dos días para tratar de que conjuros preparan para el trabajo. - afirmando una vez confirmada la asistencia. – Sí desea alguna cosa concreta para comer de lo transmitiré a Bruna la cocinera.

- Gracias, Leumiq. Seguro que tu amo estará al nivel como buen anfitrión que siempre a sido. Dile que me sorprenda con cualquier cosa exótica - ya se acercaba el momento de empezar en su nuevo puesto, y Joanuth había tenido la genial idea de proponer el que prepararan juntos sus conjuros para poder satisfacer las necesidades y requerimientos de Bathaniel.

Llegado el momento, Parchan tomó uno de sus libros, el libro de viaje, junto con pluma y pergamino - Creo que tendremos que dejar bien claras nuestras atribuciones para no dejar nada al azar, aunque al principio será difícil - comentando en voz alta sin esperar respuesta de Duncan - estaré en casa de Joanuth. Tenlo todo preparado para poder descansar cuando vuelva. Ya sabes lo importante que es el día de mañana para mí. ¿Crees que me falta algo por tener en cuenta? - le comentó a su esclavo esta vez directamente. Luego, tomó sus cosas y partió hacia casa de su amigo.

Al llegar a la casa de Joanuth es Bruna, esclava de tu amigo, quien sale a recibirte.

- – Hola bienvenido de nuevo señor Parchan puedo invitarlo a entrar en calor con una jarra de vino caliente con especies

- Hola Bruna - respondió con cortesía a la esclava. Aunque no era más que una esclava, Bruna siempre había sido de gran ayuda tanto a Joanuth, y siempre había sido muy servil, por lo que Parchan se mostraba cortés con ésta para mostrale cierto respeto, manteniendo las distancias, por supuesto - ¿podrías informar a tu amo que estoy esperándole aquí abajo? Y que si no fuera por tí, aún estaría en la intemperie esperándolo - sonrió.

En ese momento salgo de mi habitación seguido por Ufret. – Bienvenido Parchan pensaba que no podrías venir finalmente.

Dándole la mano le ofrezco pasar a la cocina donde esta preparada la mesa. – Sentémonos y disfrutemos de la mesa después ya hablaremos de los conjuros que prepararemos.

Mientras os sentais para charlar sobre vuestras cosas, Bruna os sirve vino especiado

- Mis señores, ¿deseais que os sirva la cena?

Por un momento me había trasladado a los Baños cuando lo voz de Bruna me devuelve a la realidad. – Claro Bruna ya sabes que tiene que avisar cuando la comida esta en su punto.

Volviéndome a Parchan. – Si te han gustado los aperitivos espera a probar el vendo a la miel que ha hecho Bruna al horno. Una vez terminemos acabaremos de concretar que conjuros prepararemos cada uno para poder cubrir el mayor numero de posibilidades.