Partida Rol por web

Poso mi mano en el brazo de Campaña para infundirle ánimos. Yo he visto dónde está el Capitán. Me da terror pensarlo...

Analista queda en silencio unos segundos observando a Campaña con su brazo levantado. Por un breve instante enarca una ceja incredulo.

El Teniente Rompelomos no duda en intervenir.

- "Que hable Campaña. Es el héroe que mató a la Segadora. Todos lo sabemos." - Incita a Analista.

Éste parece estar a punto de decir algo pero cierra la boca y asiente. Mira un momento a Matagatos y finalmente centra su atención en el guerrero gigante.

- "Puedes hablar, Campaña." - Dice cediéndole la palabra.

Ciertamente luego de la respuesta de Khadesa me he perdido entre los dimes y diretes de quienes me rodean.

¿Por qué tanto alboroto?, ¿siempre son así las cosas entre estos, los que ostentan el “poder” dentro de la Compañía?

Aburrido, esto es muy aburrido.

Desearía estar en otro lado y si de todas formas nada tengo para decir aquí, - ni siquiera de poder -, no puedo menos que preguntarme.

¿Qué demonios hago aquí perdiendo mi tiempo?

Campaña miró un instante a su prima y asintió, agradeciéndole su muestra de afecto y apoyo. En cuanto Analista le concedió la palabra, bajó el brazo, miró a un lado y otro nervioso y después comenzó a hablar.

- Ehhh... Campaña ha oído que el Capitán se muere y eso - dijo, con un atisbo de duda en sus palabras.- Y Campaña no quiere que se muera el Capitán, claro... Entonces Campaña ha oído también que el Señor del Dolor va a dar regalos a la Compañía y... - cogió aire antes de continuar, aunque nadie lo veía, debajo de su máscara estaba completamente ruborizado.- Y Campaña sabe que el Señor del Dolor es muy poderoso... entonces... bueno, Campaña cree que se puede pedir que cure al Capitán ¿no? - hizo una breve pausa, esperando una reacción adversa, risas quizás.- Campaña puede gastar su regalo en eso, a Campaña no le importa si con eso se salva al Capitán.

Y después del tremendo esfuerzo que acababa de hacer, y que seguramente muchos ni habrían percibido y otros no entenderían, volvió a apoyarse contra la pared y esperó las reacciones de los presentes.

Loor alza la mano y, tan pronto el Analista, se lo indique, mira a Campaña, e inclina la cabeza.

- Campaña ha hablado con mi voz- dice primero en Oscuro, y luego en k´halata- También yo deseo gastar mi regalo en la curación del Capitán. Tal vez la reputación de uno sólo no baste, pero... la de muchos...

Keropis escuchó las inocentes palabras de Campaña, inmóvil como una vieja escultura que decorara el Salón de la Discordia. El gigante era un bruto con el cerebro de una cabra y la fuerza de un elefante. Un niño atrapado en el cuerpo de un titán. Un niño especialmente corto de entendederas... Pero su idea resultaba atractiva. No porque el ermitaño creyera que el Señor del Dolor pudiera ser la solución al problema del Capitán, sino porque esa petición podría ayudar a descubrir las limitaciones del poder de su patrón.

- Veamosss sssi esss tan poderrrossso como dice ssserrr... —masculló sin dirigirse a nadie en particular.

Manta sonrió de manera genuina cuando habló Campaña y aún más cuando hablaron Loor y Keropis. A él también se le había ocurrido esa idea antes.

— Campaña, tus sentimientos son dignos de tu estatura —le dijo Manta con aprecio. Sin embargo, cuando siguió hablando lo hizo con voz apesadumbrada—. La idea es sumamente buena... lo malo es que las dádivas no las concede el Señor del Dolor, si no el Chambelán de las Cuchillas. Pero de poderse intentar, se puede —el chico hizo una pausa—. El problema es que si pedimos como dádiva conjunta de la Compañía que el Chambelán lleve nuestros deseos al Señor del Dolor y por algún motivo éste no puede curar al Capitán, dejaríamos muy mal parados a nuestros patronos. ¿Me equivoco? —pregunta mirando a los oficiales— Pues tengo entendido que todo es un acto público.

Esperó con los ojos cerrados y la cabeza agachada. Esperó a que Campaña lo expresara. Y el gigantón no defraudó. Tan pronto lo dijo, el jaguar abrió los ojos, dibujo una sonrisa en su boca y asintió con total conformidad, de una manera evidente para que todos lo vieran sin necesidad de abrir la boca.

"Bien dicho, grandullón", reconoció mientras el espectro de Sacorroto, junto a él, realizó una mueca de asco, animando aun más al joven.

Diferentes voces hostigadoras y campamenteras se unieron a la propuesta. Hacía no mucho le habían preguntado, indirectamente, que iba a pedir de dádiva. No lo dijo por no parecer ridículo o pretencioso ante sus compañeros, prefiriendo reservarse para la petición. Pero para su grata sorpresa eran muchos los que compartían ese sentido del ridículo.

Cuando Analista le miró, Matagatos asintió levemente, pues tenía curiosidad por escuchar qué quería decir Campaña... Y la verdad es que, al escucharle, una leve sonrisa apareció en su rostro. Como idea no era mala, y era un acto muy generoso... Pero el oscuro no sabía si el Señor del Dolor manejaría aquella clase de dones. Desde luego, su nombre incitaba más bien a pensar lo contrario. 

-No es mala idea, Campaña. De todos modos, ahora que estoy recuperado, cuando volvamos echaré un vistazo personalmente al Capitán. No sé si podré hacer algo, pero por intentarlo no perdemos nada. 

Uff.- Sabandija se quiso morir cuando Rastrojo pidió vela en aquel entierro. Tan pronto el chamán alzó la voz, el K´Hlata desapareció entre la gente, como si fuera un depredador escabulléndose entre la maleza de la sabana. Siempre le sorprendía el desparpajo que mostraba alguien a quien , aparentemente, tantos miembros de la Compañía odiaban.

Hay que ser muy valiente para ir contra corriente...- Supuso que así era el camino de un chamán. Quizá Rastrojo pudiera ver cosas que los demás no.

Sin ninguna gana de participar, pero mostrando gran curiosidad por lo que allí se hablaba, Sabandija se interesó sobre todo por la intervención del bruto de Campaña. 

¿Se puede ser más idiota?- Ceder la dádiva que le correspondía a cambio de que Capitán recobrara su salud. Sabandija enredó un mechón de pelo entre sus dedos, nervioso porque aquella absurda idea calase entre los demás miembros de la Compañía. No quería ser el único que se negara a dar  "su" regalo. Él necesitaba su arco. No era como Campaña, a quien consideraba un afortunado pro no sentir dolor alguno. 

Si lo sintiera no diría algo así.- Sabandija había experimentado en sus carnes muchas veces desgarradores y tremendos dolores que le habían acercado a la muerte, sin cruzar nunca la línea que le separaba con el mundo de los vivos. Sabía bien lo que era sufrir y, por si él fuera, ya podía Capitán retorcerse en su tumba mientras él tuviera un arco con el que combatir por la Compañía desde la distancia. Pero claro, aquello no podía expresarlo así. ¿qué mas daba que Capitán no pudiera nunca más recobrarse de las heridas? Otro podía ocupar su lugar como había pasado siempre. Dentro de la Compañía nadie era imprescindible.

Por los Espíritus de los Ancestros que alguien pare esta locura que parece contagiosa...- Siguió ocultándose entre la gente para que ninguna mirada conocida se plantase en él y tuviera que asentir y hacer como que admiraba al idiota grandullón, como hacían todos.

Aquello no podía estar pasando.

No que Campaña, el héroe, dijera aquello, todos sabían que no había nacido del todo bien, que habían rascado la mayor parte del barril y le había tocado mucha más comida, pero toda requemada y carcomosa. No, el hecho de que tantos de sus compañeros parecieran entregarse con gusto a la idea de que un brujo maligno, que eso era además de gran señor y su patrón, atendiera al Capitán. ¡Con gusto, además! ¡Por los tres pelos de la vieja Ajujo!

-Lombriz no lo hará. Lombriz fiel soldado, fiel a su Capitán. Capitán de la Compañía no merece que se le deje a la merced de un brujo oscuro llamado SEÑOR DEL DOLOR - sacudió la cabeza- Lombriz dice, ellos sin corazón si entregan a su líder al más terrible de los yuyus.

¡De verdad se habían vuelto locos! Eran palabras de viuda joven desesperada ante la muerte de su marido, y ninguno recordaba la lección de ninguna de esas historias. Miró al chamán K´Hlata Caratótem, por el que a diferencia de muchos de sus cada vez más oscurizados compañeros respetaba (y temía) grandemente, para que escupiera en el suelo espantando los malos espíritus posiblemente convocados por la mera mención de aquello, o se congraciara con ellos como sólo él sabría.

Pipo soñaba el sueño de los justos hecho un ovillo en su silla, indiferente a lo que se trataba. Una pompa de moco crecía y menguaba al ritmo de su respiración. Tema importante, sin duda, el que se estaba tratando ahora. Pero él estaba muy ocupado en el mundo de los sueños: había visto en el lecho de un río seco muchas piedras de colores, y las estaba catalogando por brillo, textura, color y tamaño. Era un trabajo arduo y complicado, pero absorbente.

Una risa cascada, parecida a un graznido seco, resonó tras las palabras de Lombriz. La efigie del Guardián de los Muertos se movió por vez primera en la asamblea, alzando los brazos para cruzarlos contra su acorazado pecho.

— Un brrrujo ossscurrro... —siseó con su habitual tono cansado— ¿El Ssseñorrr del Dolorrr esss malo, k'hlata? ¿Essso en qué lugarrr nosss deja a nosssotrrrosss, sssusss perrosss?

El eremita detuvo sus palabras para tomar una profunda bocanada de aire, como si hablar con el antiguo esclavo del Profanador de Mentes fuera una tarea agotadora.

— El mal esss rrrelativo, Lombrrriz. Y no entrrra en nuessstrrrasss atrrribuciones dirrrimir en cuessstionesss morrralesss. Lo único que cuenta parrra nosssotrrrosss esss nuessstrrra comisssión y nuessstrrra herrrmandad. Sssi essse... brrrujo ossscurrro... puede sssanarrr al Capitán, la bessstia que esss la Compañía Negrrra ssseguirrrá teniendo cabeza. ¿O prrrefierrres llevarrrle a tierrasss del Trrriplete a verrr si en sssu bondad hacen algo porrr sssu sssalud...?

Un coro de murmullos y voces se alzan apoyando la propuesta de Campaña. Pero también hay algunos otros que parecen en contra de semejante proceder. Parece que la idea del Gigante causa una impresión contrapuesta en el seno de la Compañía.

Caratótem ha conseguido de algún modo salir del círculo que habían formado el resto de magos a su alrededor y se encuentra en pie alzando las manos hacia el techo y bajándolas hacia su pecho en una especie de danza extraña.

Analista alza las manos, golpea un par de veces la mesa y vuelve a pedir silencio a todo el mundo hasta que los murmullos se calman. El anciano escriba dirige una furibunda mirada a Caratótem y éste tarda un par de segundos en percatarse, momento en el que su baile cesa de inmediato. Se dirige a su silla, escupe a un lado en el suelo y se sienta para estarse quietecito.

- “Interesante propuesta Campaña. Pero por lo que sabemos, el Señor del Dolor es poderoso en las artes del dolor y la destrucción.” – Explica Analista para todos. – “Pero no en las de la vida o restauración.” – Su voz parece apagarse al decir esa última frase. Como si estuviera sentenciando al Capitán a una muerte segura. – “Si pudiera sanar al Capitán probablemente ya lo hubiese hecho.” – Finaliza.

Analista se queda pensativo, con la mirada algo ausente.

Rompelomos, una vez resumida la situación, aclarado el tema de Kallmall y sobre todo tras la aclamada y a la vez polémica petición de Campaña, vuelve a pedir la palabra:

- "Una petición muy generosa por tu parte, Campaña.” – Comienza el Teniente. – “La situación de nuestro Capitán es triste. No mejora de ninguna manera. No podemos estar esperando un milagro. La Compañía necesita un nuevo liderazgo. Por lo que Portaestandarte y yo hemos podido escuchar... en el Llano de Galdan no os ha ido muy bien." - La frase inicial hace que los ojos de Analista se centren en el nuevo Teniente con minuciosidad. 

- "El funcionamiento de las patrullas y los ataques que la Compañía ha sufrido han causado que la Infantería esté malherida, que el Cabo Barril apenas se mantenga con vida, que perdamos a compañeros como Peregrino y Sicofante..." - Parece estar haciendo un recordatorio de los eventos cercanos. Eventos que muchos de los presentes tienen bien recientes en la memoria.

- "Pero también hemos descubierto héroes. Héroes como Campaña, que dio muerte a la Segadora y que en un alarde de generosidad ha ofrecido su dádiva para pedir la sanación del Capitán." - En ese momento se escuchan bastantes vítores alrededor de toda la mesa y varios incluso comienzan a corear el nombre de Campaña hasta que el Teniente Rompelomos los silencia con las manos.

- "Necesitamos un liderazgo fuerte. Necesitamos a un hombre capaz de llevar a sus hombres a la batalla, sin mostrar temor o cobardía alguna." - El tono de su voz se va inflamando, y poco a poco sus palabras llegan a los corazones de todos.

- "¡Propongo a PORTAESTANDARTE para Capitán!" - Exclama finalmente. - "¿Alguien me secunda?" -

De inmediato el Sargento Virote se pone en pie y alza la voz.

- "Yo lo secundo." -

En apenas un segundo se forma un enorme revuelo en la sala, con todo el mundo hablando a la vez.

Analista golpea la mesa con su puño y pide orden a gritos:

- "¡BASTA! ¡SILENCIO TODO EL MUNDO!" - Al rato consigue, con mucho esfuerzo, que vuelva a haber silencio.

- "No es necesario nombrar un nuevo Capitán. La Compañía ya tiene uno." - Dice con tono autoritario. - "Lo más prudente es seguir como estamos..." -

Su voz queda acallada ante un nuevo revuelo generalizado. Muchas voces se alzan en protesta.

En medio del griterío se alza otra voz aun más fuerte que el resto. Al principio casi no se la escucha pero pronto se hace oír y el revuelo para.

- "Propongo a Analista como nuevo Capitán." - Dice con tono firme y claro. - "Es un hombre letrado, inteligente, culto y ducho tanto en administración como logística. Es un gran estratega y su sentido táctico está fuera de toda duda. Esas características son las que han permitido prosperar a la Compañía en lugar de volver a los tiempos antiguos de los sacerdotes que sacrificaban a sus tropas sin miramientos en ataques frontales sin la menor sutileza." -

Sus últimas palabras parecen una clara alusión al mando de Portaestandarte, que aunque no haya tenido bajas en las últimas misiones, parece el prototipo de lo que ha mencionado Vientos.