Partida Rol por web

ENCUENTROS:

- Espía del Triplete.

- La espía puede ser una mujer noble del Triplete, entrenada por Chuda como espía y asesina. La consideramos Noble Nivel 1 y Ladrona Nivel 4.

- Hay que determinar circunstancias del encuentro, día, hora y lugar.

- A los dos, Hostigador y Campamentero, aunque hacen un equipo peculiar, se les da bien moverse por el terreno.

- La mayor parte de los días, el Llano de Galdan es un lugar vacío y desolado, una enorme llanura en la que se puede ver cualquier cosa que se mueva desde una distancia de kilómetros.

- Ikharus, quizá debido a su veteranía, es quizá el más experto encontrando agua y refugio para pasar las noches. La vista de Lombriz parece la más penetrante, aunque el viejo Oscuro es el mejor pasando inadvertido.

- El Día 20 del Mes 8, Ikharus siente la llegada de un cambio en el tiempo, un vendaval de vientos huracanados hacia el Este, lejos. No augura nada bueno para Campaña y para Peregrino, desde luego.

- Entonces Lombriz la ve: es una mujer K'Hlata con ropas nobles, se aproxima desde el Sur, tratando de ser sigilosa.

Lombriz no es que sea un compañero muy jovial para hacer la ronda; las conversaciones con él pueden ser algo normal o una completa pesadilla según el día o la hora, y de vez en cuando gira la cabeza o chasquea en reacción a aparentemente ningún estímulo.

Y con eso y todo, no estaban haciendo mal equipo. Los Campamenteros no tenían la fama de ser el equipo más útil, pero Lombriz parecía como mínimo no ser un estorbo, y como buen punto alguien que hacía buena pareja con el explorador: no estaba entrenado como uno de los suyos, pero el viejo blanquecino ponía las guías y los caminos y el k´hlata los ojos y oídos.

-...

Hizo un gesto con el escudo a su zurda para tocar a Ikharus y detenerlo.

-Sht. Observa -dijo, sin recurrir a señalar con la lanza- Por el sur. Anda escondiéndose.

Puede que aquella fuera la extraña pareja. Ikharus no era una persona que necesitara de un interlocutor muy elocuente para hablar, él se bastaba con que pareciera que le prestara atención. Y a pesar de ello, el veterano leñador, a pesar de sus años y su camino ya andado, se movía como una sombra, buscando siempre las mejores posiciones para pasar desapercibido y usando el terreno a su favor.

Sabía que los campamenteros no eran los más sigilosos, ni los guerreros más hábiles, pero debía reconocer que Lombriz no estaba haciendo tan mal trabajo. Solo hacía falta que pasara algo y podría contar una buen historia a su vuelta al campamento. El cambio en el tiempo no le parece una noticia tan relevante como para volver a informar. Esta lejos, y hacia el este. Sabe que sus compañeros estan allí, pero confia en sus habilidades para la supervivencia para que vuelvan al campamento.

Pero es cuando Lombriz indica a Ikharus que deje de moverse cuando este lo hace de forma instantanea. Cabe decir que aquel era el primer gesto de aquel tipo que había visto de Lombriz aquellos días, y actuó como se esperaba. Se agachó, intentando ocultarse y centró la vista en la dirección señalada por él hasta que dio con la mujer. - Es una K'Hlata, y no parece de baja cuna. Deberíamos interceptarla. -

Lombriz habló casi justo cuando él no había terminado la última "a".

-Sí -respondió- ¿Le salimos al paso, o la esperamos aquí?

Algo en su tono daba a entender a Ikharus que el K´Hlata prefería la primera opción a la segunda... aunque claro, tenía muchas más posibilidades de que la mujer saliera corriendo, o de que todo saliera mal, como suceden las cosas siempre que uno no toma todas las ventajas.

-No es zona para que vaya una mujer sola. Rica.

Merecía la pena cuanto menos ver que sucedía. Escurrir el bulto no sólo no les conseguiría gloria y honores, sin o que podían perderse cosas como un rescate suculento o un buen rato.

MUJER NOBLE DEL TRIPLETE:

LOMBRIZ:

- Hasta ahora podía parecer una viajera casual, aunque eso sería un poco extraño en una zona de guerra, pero su forma de moverse por el terreno... es muy sospechosa. Se desplaza como alguien específicamente entrenado para el sigilo, con un muy buen entrenamiento además, para ser capaz de esconderse entre las rocas y matojos de ese modo mientras se mueve por el terreno.

AMBOS:

- Tiradas de iniciativa.

- Tiradas Ocultas de Otear y de Esconderse.

Sospechoso. Muy sospechoso.

Demasiado sospechoso como para que no fuera su trabajo por lo menos dar aviso en el campamento sobre lo que estaba pasando, si es que no llegaban y le daban el alto primero. Prefería lo segundo, claro: hacerse con un prisionero era muy jugoso, y les daría gran renombre entre sus pares haber capturado a un importante explorador. Que era, estaba seguro, lo que era aquella mujer.

-Sí. Debemos interceptarla y dar aviso.

- Saldremos al paso. - El veterano leñador lo tenía claro. Los buenos guerreros aprovechaban las oportunidades. Los mejores, las creaban. Si esperaban, podía esconderse o lo que era peor: huir. Era extraño que una mjuer de buena cuna estuviera allí, sola. Quizás podrían sacar algo de provecho de ella, bien de lo que llevara... o bien de ella.

- Aléjate 15 pasos a mi diestra. Yo avanzaré de frente y tu la rodeas por si inten... - ¿Cómo? ¿Había desaparecido? Juraría que la estaba mirando a los ojos y en un simple parpadeo, había desaparecido. - Atento. - Añadió esta vez con más gravedad.

Tomó su hacha arrojadiza, indicándole a Lombriz que siguiera el plan anterior para flanquear la posición de la mujer.