Partida Rol por web

TIERRAS SALVAJES:

- El Segundo grupo sale por la Puerta Norte sin que Hermana ponga reparo alguno.

- Guepardo, Campaña, Loor y Ponzoña se internan en los páramos (Zona 2).

MEDIA MAÑANA.

Soplaba una brisa templada que hubiera hecho de aquella pequeña expedición de entrenamiento un agradable paseo si no fuera porque estaban a prueba. Ponzoña se llevó una mano en visera a los ojos para otera el panorama. Habían salido por la puerta norte, posiblemente una de las peores salidas. Era la ruta hacia la región de los Caimanes Negros, una tierra yerma y cuya proximidad al campamento había hecho que hubiera sido esquilmada a conciencia. Pero el Hiena sabía que la naturaleza siempre guardaba pequeños tesoros. Solo había que saber buscarlos. Cuando menos, el cielo estaba despejado y no llovía.

- No va a ser fácil -dijo a los otros -. Aquí son muchos los que han buscado antes leña.

CIELOS DESPEJADOS Y TEMPERATURA TEMPLADA.

- Tirada de Supervivencia para recoger leña.

- Ponzoña ya ha hecho la tirada y no tiene que volver a hacerla.

Campaña estaba entusiasmado con la nueva tarea, había estado el suficiente tiempo recuperándose de sus heridas como para tener de nuevo todas sus energías renovadas. Aunque por fuera parecía estar exactamente igual que siempre por dentro sentía una irrefrenable necesidad de hacer algo, lo que fuera, así que sonrió ante la idea de buscar leña.

- Campaña está contento - dijo con la cabeza erguida, con orgullo - Campaña encontrará leña en el páramo.

El olor del párama era agradable para Campaña, olía a naturaleza, a aire limpio. Estaba harto del olor a sudor y orina del campamento, necesitaba respirar.

- Campaña volverá pronto - declaró antes de partir

Y como dando saltitos, embargado por las nuevas sensaciones, Campaña se dejó llevar por el olor y se lanzó a la búsqueda de la leña.

El territorio que rodea el Campamento de la Compañía Negra es árido y generalmente seco excepto en invierno, momento que se forman pozas y las traicioneras y temibles arenas movedizas.

Durante la estación húmeda, el llano puede convertirse con facilidad en un lodazal, especialmente cerca del campamento.

Cuanto más se aleja uno de zonas que hayan estado siendo habitadas en los últimos años, más probable es encontrar vegetación, pastos y arbustos.

Hay pocos árboles pues la mayoría de los que estaban a la vista fueron talados hace mucho para ser usados como material de construcción en el Campamento.

Campaña corre entusiasmado hacia el único lugar en el desolado y embarrado llano en el que se ve algo de verde. Seguramente allí haya algún árbol.

La actitud de Campaña es muy peligrosa, pues en este barrizal es fácil caer en una poza inundada o en arenas movedizas.

Loor sigue corriendo a Campaña por si se mete en problemas.

A Ponzoña no le parece que pueda haber madera en esa dirección. Además, si hay árboles están por lo menos a una hora de distancia.

El tiempo va a ir muy justo.

- Todo el que quiera correr a toda prisa y al mismo tiempo siendo cuidadoso debe hacer dos tiradas.

a) TS Fortaleza para correr deprisa una hora, y otra de vuelta si queréis llegar a tiempo para la comida.

b) TS Reflejos para evitar tropezar o caer en alguna zona peligrosa. Esta segunda tirada puede sustituirse alternativamente por una de Piruteas, Equilibrio o Saltar. - Debe aclararse en el motivo de la tirada.

Campaña buscaba con alegría, aunque no parecía haber nada que pudiera ser utilizado como leña, en realidad casi no había nada en absoluto en aquel lugar. Sin embargo, aquello no minó la moral del grandullón, quería que su padre se sintiera orgulloso de él y por eso tenía que encontrar más leña que nadie. Mientras miraba detenidamente una piedra se percató de que Loor corría hacia él y parecía un poco preocupada. La pequeña Loor era rápida, mucho más que Campaña, así que pronto lo alcanzó.

- ¿Pequeña Loor quiere venir con Campaña? - preguntó con alegría - Buenas noticias para Campaña...Pero, ¿Por qué está preocupada pequeña Loor?

Campaña decidió que aquella piedra no podía quemarse así que no tenía interés para él en aquellos momentos. Miró fijamente a Loor, esperando su respuesta.

Ponzoña miró la alocada carrera de Campaña. Sería un deficiente y el hijo del herrero, pero en aquel momento era uno más de aquel pequeño equipo. Cualquier cosa que le ocurriera a uno de ellos, sería un perjuicio para el grupo. Miró a Guepardo e inclinó levemente la cabeza, señalando que él se haría cargo de que no le ocurriera nada.

- Corre, Campaña. Sígueme por dónde yo vaya -acicateó al especialista en cabezazos, como si él mismo fuera una presa y el otro su depredador. Era muy posible que no hallaran nada de lo que debían buscar, peo al menos, serviría como ejercicio físico.

Mientra Ponzoña y Loor se encargan de Campaña miro a mi alrededor en busca de algún lugar en el que pueda haber leña.

" Todos quieren a Campaña - pensó lleno de alegría - Campaña está contento"

Ponzoña se había unido al improvisado grupo formado por Campaña y Loor, mientras Guepardo buscaba leña por su cuenta. Campaña pensó que Guepardo estaba perdiendo el tiempo, era evidente incluso para él que allí no había nada salvo alguna que otra roca y algún insecto más o menos sabroso, pero así habría más leña para los demás. Después de todo a Ponzoña debió parecerle buena idea lo de correr en busca de la leña porque se lanzó a ello instando a los demás a seguirle. Campaña sonrió.

- Campaña llegará antes que Ponzoña y la pequeña Loor - declaró retando a sus compañeros - A Campaña le gusta correr.

Y sin esperar a Loor ni a Guepardo, que seguía con sus cosas, salió a la carrera siguiendo los pasos de Ponzoña.

Mientras corría siguiendo los pasos de Ponzoña, la mente de Campaña rescató un recuerdo de las profundidades de su subconsciente. Se recordó a sí mismo corriendo por un lugar muy parecido al que se encontraba en esos momentos. Era de noche y corría sin parar, daba vueltas al campamento y tenía la sensación de llevar horas corriendo (y así era, aunque no recordaba en qué momento había comenzado). A Campaña le gustaba correr, se le daba bien y además le hacía sentirse reconfortado cuando terminaba. No se podía decir que Campaña había tenido ese recuerdo, más bien su mente había decidido mostrárselo por voluntad propia, quizás con el único objetivo de que supiera que estaba ahí. Campaña no tenía la capacidad de evocar sus recuerdos, es un concepto demasiado complejo de entender para él, sin embargo eso no significa que no tenga recuerdos. Aprende cualquier tarea mecánica o rutinaria con facilidad aunque no es capaz de plantearse por qué razón hace lo que hace, sencillamente lo hace porque cree que hay que hacerlo así. A veces es inquietante la complejidad que pueden alcanzar pensamientos simples como los de Campaña.

El recuerdo pasó como un destello de luz y volvió a los oscuros rincones de su mente, donde quedó almacenado para una futura ocasión. Mientras tanto Campaña continuó incesante su carrera en pos de la leña.

- ¡Campaña alcanzará a Ponzoña! - gritó a su compañero, que le sacaba cada vez más distancia.

El Hiena disfrutó de la carrera, pero al tiempo observaba de vez en cuando a sus compañeros de tal modo que cuando era necesario aflojaba el paso para no perderles de vista y que ellos, a su vez, le mantuvieran en su campo visual. Pero la jornada no trataba de correr y comprobar el estado físico sino de reconocer el paraje y apreciar sus recursos. Y a ser posible, recolectar algo de material, fuera madera o fueran hojas. No olvidaba lo que se consideraba habitual en la Compañía, premiar y castigar en función del éxito o fracaso de la misión.

Por ello, el escrutinio de Ponzoña se mantuvo constante conforme avanzaba por el desolado páramo y se alejaba de la posición inicial.

- Ponzoña se aleja corriendo y saltando a toda su velocidad, demostrando que es un avezado incursor de la Sabana.

- Corre en la dirección señalada por Campaña, ganando una buena media hora de ventaja con respecto a los demás y sin dejar de vigilar en busca de alguna mancha verde en el terreno marronoso.

- Campaña empieza a correr pesadamente, saltando de vez en cuando charcos y pozas, intentando dar alcance a Ponzoña, que se ha alejado muchísimo del resto.

- De repente, el grandullón tropieza y cae al suelo sin saber por qué. De repente se siente débil en extremo y no puede levantarse, aunque no siente dolor.

- Loor corre hasta Campaña y se detiene a atenderlo. La herida del hijo del Herrero se ha abierto y sangra a borbotones. Loor intenta acabar con la hemorragia.

- Guepardo mira en la dirección señalada inicialmente por Campaña y piensa que quizá por allí haya vegetación, pero que en realidad cualquier dirección es igual de buena. Se da cuenta de que, de momento, como líder y explorador debe de estar defraudando por completo. No es capaz siquiera de concentrarse en avanzar deprisa.

PONZOÑA:

- Has ganado tanta ventaja a tus compañeros que apenas les ves las escasas ocasiones que vuelves la mirada hacia atrás. Mejor, así tendrás más tiempo para explorar.

- Milagrosamente, acabas encontrando un grupo de arbolillos y matorrales en la dirección señalada originalmente por Campaña. Llegas apenas fatigado y comienzas a recolectar leña.

LOOR:

- El estado de Campaña es muy preocupante. Bajo su vendaje, su herida es mucho más grave de lo que parecía. Se ha abierto y tiene una terrible hemorragia.

- Tienes que concentrarte al máximo para intentar contenerla.

- Ponzoña se ha alejado demasiado para ser de ayuda. Guepardo parece que no está concentrado en nada de lo que está haciendo. Y estáis a media hora de camino del campamento (media hora sin tener que llevar a rastras a Campaña, algo que está más allá de tus capacidades).

GUEPARDO:

- Apenas eres consciente de que a Campaña le pase nada, excepto que se pueda haber tumbado a descansar. De todos modos, Loor ya está con él y le cuida.

- Piensas que tienes que ir hacia donde ha ido Ponzoña o no conseguiréis nada de leña y os quedaréis sin comer.

- Estás desorientado. ¿Es posible que te esté dando demasiado sol en la cabeza?