¡Tengo 11 años y ya soy mayorcita para saber que me quieres tomar el pelo. Pienso bajar y tú no me lo vas a imperdir!
Finn, da un respingo al ver las intenciones de Geon y le sigue.
No te dejaré matar a esclavos indefensos, enano, si tu intencion es acabar con todos los kobolds que veas, ya sean esclavos o captores, acabarás con una de estas plumas asomando en tu pecho. No te lo repetiré, ya has derramado demasiada sangre hoy. Susurra Finn, acariciando sus flechas, mientras mira a Geon a los ojos con una frialdad de la que solo un elfo es capaz.
Así que dejarás al resto de tus amigos aquí arriba desprotegidos. Una conducta muy madura y responsable, sí señor...
Dice Soker claramente molesto, será que no le ha gustado la referencia al pelo de la muchacha...
Está claro que no te podemos impedir nada, y si una vez que Rumuk y yo bajemos decides seguirnos es tu problema. Pero que sepas que eres más importante aquí arriba.
¿Qué fuentes de luz tienen los niños aquí arriba, Nacho?
Obviamente el enano, dentro del globo de silencio, no ha oído al elfo y sigue a lo suyo.
;-P
Que llevo una piedrecita semiorca, mangarranes...
Rumuk aguarda una respuesta de la niña. Está claro que eso de hacer de niñera en unas ruinas llengas de kóbolds y demás monstruos es mucho más agotador y difícil que luchar contra cien dragones rojos...
Tekdur sale corriendo detrás de Geon, si la intensidad de los sonidos aumenta, indicando que pueden ser oidos se acerca a Geon y lo frena ligeramente agarrándole el brazo y con gestos.
Geon se vuelve en un principio amenazador ante la repentina presencia silenciosa de su hermano de raza, pero en seguida se lleva el hacha a los labios en señal de silencio, mientras indica con el otro hacha hacia el lugar al que se dirigía.
Entre las cajas Tekdur puede ver unas sombras que se agitan ligeramente por unos instantes. De espaldas ya a los demás, el pomo del hacha cambia al ojo de Geon y luego vuelve a señalar adelante. Su expresión no es la de un asesino sanguinario, aunque con el peligroso enano nunca se sabe...
Vale, tienes razón. No abandonaré a mis amigos aquí arriba con Edgrin. Bajad sin mi y tened cuidado.
Tirada oculta
Tirada: 2d20
Motivo: Averiguar intenciones
Resultados: 2, 5
Os adentrais siguiendo a Geon al interior del almacén.
El enano gira, alerta y mira tras unas cajas. Se sorprenden al encontrarse a una extraña criatura que parece de color gris cuyos brazos parecen tentáculos con el dorso lleno se puas. Parece muy malherida, casi no puede moverse, sus heridas rezuman del veneno de los kobolds. Tiene una de las inconfundibles lanzas kobold clavada en su espalda. Respira con dificultad.
Volveremos pronto. Y volveremos con tu amiguito, pequeña. Una vez solucionado el problema, Rumuk espera a Soker y ambos descienden por el caldero.
Mientras van bajando, Soker comenta a Rumuk.
Será mejor que intentemos atascar el caldero de alguna forma que nosotros podamos desatascar o tendremos niños pululando por abajo a la menor...
Ufff... La idea es buena, pero no sé cómo hacerlo. Los cacharros no son lo mío.
Alguna idea sí que tengo al respecto.
Dice Soker con una sonrisa.
La idea sería atascar el cacharro con un Inutilizar mecanismo de modo que luego se pueda poner en marcha sin problemas. ¿Es factible Nacho?
Me vale inutilizar mecanismo o creatividad de PJ. Una va con tiradas, la otra no.
Geon parece entre sorprendido y decepcionado con el hallazgo, mientras devuelve a su cinto de armas el hacha de mano, aferra la piedrecilla encantada y la arroja hacia el punto en que desciende el caldero, impidiendo que los sonidos entren y sangan de esta zona. Entonces, volviéndose hacia el monstruo herido, intenta:
-¿HAB-LAS MI I-DIO-MA, MONS-TRUO?- dice señalándole.
Evidentemente no es amigo de los kobolds, así que piodría ser buen amigo mío, con lo que sé de él. Pero lo más importante: habrá visto lo que tenemos por delante y quiero esa información.
De paso, aunque Etrius sospecha muy mucho lo que es, y de hecho ya tuvo un sucedido con uno en la Era de los Gusanos (su ceso sin incidentes), Geon no tiene ni la menor idea, y tiende a no juzgar a la gente por su apariencia; si acaso por su raza.
Asombrado por la pinta de la criatura Tekdur observa la actuación de Geon.
Déjame ver que hay por ahí...
Dice Soker mientras trata de encontrar algo con lo que anular la transmisión del mecanismo del caldero. Coge un poco de arena y unas piedras y las comienza a colocar en la zona del mecanismo.
Si no quitan estas piedras, el mecanismo no hará la fricción necesaria y la marmita se quedará en tierra.
Dice Soker con una sonrisa satisfecho.
Espero que con el 23 que tengo tomándome 10 sirva para anular el sube y baja de la marmita.
Por cierto, supongo que los 3 minutos del Silencio se habrán pasado hace rato, ¿no?
¿No vemos a nuestros compis?
Soker desciende para escuchar como Geon está hablando en el almacén del oeste. El pícaro atasca el mecanismo del caldero y Rumuk y el van a ver que sucede.
Geon y Tekdur están junto a una pequeña criatura grisacea con brazos como tentáculos llenos de puas. El ser está incapacitado en el suelo con una lanza emponzoñada de kobold clavada en la espalda. Geon trata de hablarle sin mucho éxito.
-¿Soker, hablas el idioma de este guiñapo o lo mato para que no sufra? Quiero que me cuente lo que ha visto más adelante, pero no me hace caso.- dice Geon, perdiendo la poca paciencia diplomática que cabe en su cabezota.