Partida Rol por web

  A continuación le cuento todos los detalles acerca del molino:

 - ... Hasta que no sepamos quienes son los responsables, nadie debe de saber de donde a venido esta mujer. Todos podríamos correr peligro si se saber. Dices que no hay nadie que no quiera salir voluntariamente. ¿Y quien hay, a quien pueda obligar yo?.

La mujer y una o dos de sus amigas escuchan por la puerta la macabra historia, mordiéndose las uñas. Tal vez algunas de las mujeres de su familia o amigas estén entre las pobres… La que se ha quedado mas cerca, responde, pese a que se la ve muy consternada.

-Esto… no sé. Supongo que Mamá Ginta podría venir si se lo pide mucho. Vive no muy lejos, a 5 calles al Oeste, casi en el borde del pueblo. Es la única que no estaba en la plaza esta mañana de seguro, por su cadera ¿sabe?.

Entretanto las otras se retiran sin decir nada, quien sabe a que...

Dru exploró con detenimiento el lugar. No había muchas opciones. Se acercó nuevamente a la guardia que antes habían querido pasar. Se dirigió al soldado encargado con una sonrisa nuevamente en su cara. - Listo hemos logrado atender a la mujer. Tienes nuestro agradecimiento eterno. Ahora necesito otro favor... tengo que volver al castillo a ver que ha ocurrido. Se que los favores no son gratis asi que... sacó una bolsa con la mitad del oro  que tenía y lo hizo tintinear. Si justo miras para allá es toda tuya... y mañana puede haber otra igual...

El hombre es un soldado curtido, y como tal ojea el soborno antes de aceptarlo. Al ver tantas monedas de plata juntas alza ambas cejas y se acomoda el casco.

-Esto... supongo que podemos hacer una excepción, ya que es su base. +carraspea+ Pero solo por esta vez.

Hace una seña, volviendose a sus hombres, quienes sonrien; a cada uno le tocara su partecilla desde luego. Seguidamente da un paso al costado, dandote lugar a seguir, pero antes comenta.

-Es una subida oscura. ¿Quiere que alguno de mis chicos la acompañe con una antorcha? +ofrece en tono amistoso.

- No gracias, mi comp... Drussilla estaba a punto de ir a buscar a Gaheris, pero mil imagenes vinieron a su cabeza. Su compañero estaba con la madre de su futuro hijo. Nadie mejor que él para cuidarla. No sabía que pasaba en el castillo, quizás morirían. Decidió emprender aquel camino sola. Tengo ojos de gato, la oscuridad es mi amiga, me muevo mejor sola. Se adentró sola en la oscuridad rumbo al castillo.

-Como guste. +te despide el soldado.

La subida a pie es más fácil ciertamente que a caballo, incluso en la oscuridad. A medida que subes notas que las puertas están abiertas y que están prendiéndose luces en las almenas, iluminando la fortaleza plenamente. Casi como si hubiera fiesta.

Tal vez por eso no distingues el brillo acerado hasta que la daga zumba, clavándose a tus pies. Una voz familiar, saluda desde las penumbras, agachado junto a un tocón. Las ropas negras le confunden en las sombras, pero no es solo por eso que pasa inadvertido; es como si las sombras fueran su verdadera naturaleza.

-Eres afortunada de ser tú. Si fuera uno de los guardias, esa daga habría ido a su cuello… ¿Pensaste en lo que te dije? +pregunta mientras se despeja la capucha. Ahora su cabeza calva brilla y lo reconoces… Hace mucho tiempo que no lo veías, y solo fue brevemente, pero explica muchas cosas...

Nero. 

Drussilla se acercaba raudamente hacia el castillo. Disfrutaba mucho aquello realmente, moverse entre las sombras era algo muy agradable. Pero de repente las sombras se movieron. Llevó su mano a la espada, pero no llego a desenfundarla. 

- Ah... debí imaginar que eras tú... - volvió a meterla media espada en su vaina. Que ocurrió en el castillo? Necesito saberlo.

- En cuanto a lo que dijiste... mis amigos, Gaheris y Marcus, no quiero que a ellos les pase nada. Si me aseguras su bienestar, aceptaré... La propuesta habia llamado su atención, que alguien supiera sobre su origen no era común. Debía buscar las razones de aquello.

-Nada es seguro, salvo la muerte… Pero nadie ha pedido la de tus amigos. Aún tienen su parte que jugar. +replica Nero lentamente, mirando a un costado.+ Eso tendrá que bastarte.

Con pasos lentos y sigilosos comienza a apartarse.

-Es bueno que aceptes…El primer paso. Más adelante, cuando las cosas estén en marcha, volveremos a hablar. Espero que para entonces, tu perspectiva se haya ampliado.

Hay algo en su mirada que casi parece diversión. Con un gesto vago señala al castillo.

-Ahora ve. Si quieres saber algo, míralo por ti misma. Esto es lo que haremos, muchacha… cambiar el destino de este reino.  

Drussilla clavo sus ojos fijamente en aquella sombra que hablaba. Su instinto le decía que debía alejarse de ello, pero su curiosidad le ganaba. Asintió y continuó su camino rumbo al castillo.

Al aproximarte al castillo un par de guardias casi se lanzan sobre ti, pero te reconocen a último momento y se detienen, disculpándose profusamente. Parecen muy tensos. Otros como ellos patrullan las murallas iluminadas a pleno, oteando tanto la oscuridad exterior como el interior del recinto... Hay ajetreo, mucho, tal como cuando más temprano se preparaban las tropas a partir. Pero las expresiones son muy distintas.

Marcus está de pie en el centro del patio, dirigiendo a los hombres a un lado y a otro. Todavía lleva puesto su pijama, un simple pantalón y una camiseta gastada, pero con la espada en la diestra no importa tanto. Al verte resopla profundamente.

-¿Dónde diablos estabas?! ¿Qué paso con Gaheris?! +reclama secamente, con el ceño fruncido en una mezcla de ira y preocupación.

El nerviosismo de los soldados denotaba que nada bueno estaba pasando. Drussilla hizo bien en volver cuando antes.

- Estábamos investigando lo que nos pediste... Gaheris está atendiendo una situación... delicada. ¿Que esta pasando aqui?

Bajando la voz un tanto, Marcus apoya la espada en el suelo de punta.

-Swift está muerto. Alguien se coló en su habitación y le corto el cuello. Las sirvientas que dormían con él dieron la alarma. Parren está furioso y ha dispuesto que partamos con las primeras luces. Si esto se sabe, podemos dar por terminada la reclama. Disolverán esta casa y estaremos otra vez en la vía. Pero si logramos vencer a los Farman antes de que corra la noticia…

Menea la cabeza disgustado. Parren había sugerido algo mas también.

-No lo sé. Supongo que intentaran negociar algún tutelaje o algo. En el mejor caso, nosotros nos haríamos cargo de Maizal hasta que surja un heredero...

Drussilla dejó escapar un largo suspiro. - Marcus, estoy cansada de todo esto. Ahora estaríamos luchando para Parren. Si tuviéramos la suerte de triunfar, sería un triunfo para esa rata. Vendo mi espada si, pero elijo a quien.

Se acercó a su compañero y puso una mano en su hombro. Habló con voz baja para que nadie escuchara.

- Mi tiempo en este lugar se ha acabado... mañana partiré hacia otros rumbos. No hagas que te maten por favor.

La mirada de Marcus se torna seria un instante, pero desde luego, enseguida comprende y asiente, devolviendo el gesto con una suave palmada en el costado de Drusilla.

-Gracias por preocuparte, y creeme que entiendo tu postura, de veras lo hago. Haz como gustes. Para mí, la idea de tirar esto por la borda, todos mis esfuerzos, y volver a la vida de mercenario… No es lo que quiero. Me debo a esta gente, y a intentar salvar algo de lo bueno que hicimos. Incluso si eso significa servir ahora a alguien como Parren.

*Especialmente si esta haciendo lo que pienso.

Suspira y retira la mano.

-En fin. Ve a comer algo y prepara tus cosas entonces. Nosotros tambien partimos en la mañana. Lo que si, necesito a Gaheris... El se quedara al mando, si  no es que elige irse contigo...

 - Iré a buscarla. ¿Podéis indicarme exactamente donde vive?. - Pregunte, no esperando que ninguna quisiera acompañarme. - Necesitaré algunas indicaciones más precisas para encontrar su casa y diferenciarla del resto.

No hay pierde, la mujer te explica facilmente como llegar, saliendo por detrás del burdel, solo hay que seguir una calle y 4 a la derecha para ubicar la casa. Un pequeño jardincito al frente, desordenado y lleno de plantas aromaticas, identifica a la casa casi al borde del poblado. Desde alli puedes ver otro puesto de guardia no muy lejos, pero no estan mirando hacia dentro.

La anciana que sale a abrir es una viejecita como pocas, que parece haber pasado el sexenio. Se mueve despacio y tarda en abrir la puerta, pero al oir que es por una embarazada grave, no es dificil convencerla de ir. Camina despacio y rengueando a una lentitud espantosa, que pone a prueba cualquier paciencia...

Cuando finalmente vuelven te ordena quedarte fuera del cuarto mientras hace lo suyo. No esta abierto a debate. Solo te resta esperar en el pasillo o en el bar, el cual ahora se ha calmado. Ves muy pocas de las chicas, solo un par limpiando y otro par en la puerta frontal, murmurando quedamente. La fiesta tal vez termino aqui y los soldados desalojaron, aunque se oyen todavia las risas y cantos que vienen de la posada de Ogahm... y la noche esta en pañales.

 Muerto de nerviosismo y preocupación, me quedo donde estoy, esperando a tener noticias de la anciana o de alguien que la esté ayudando. No puedo irme sin saber que suerte corren el bebé y su madre...

La mujer sale, al cabo de un largo rato, y llama  una de las chicas para pedirle agua y trapos. Mientras tanto, te encara, mirandote con esos ojitos ancianos y hundidos.

-Voy a ser franca chico… luce mal. Pero tal vez pueda salvarla y a la criatura, si los dioses me asisten. +suspira hondamente+ Lo que si, tomara tiempo. Al menos, unas 3 semanas…y no hay certezas. ¿Cómo fue que quedo asi?.

Se adivina la preocupación en su rostro arrugado, mientras limpia sus manos en el delantal.

 Aunque sentí cierto alivio al saber que los dos tenían posibilidades de sobrevivir, no dejé que eso me hiciera bajar la guardia, ya que todavía existía peligro. Con un suspiro de preocupación, le respondí a la anciana:

 - No pudo contarme los detalles, solo sé que la forzaron y que estaba rodeada de muertos, en el molino. Sospecho de los soldados recién llegados, pero no se quien en concreto. Lo mejor es callar sobre los detalles, por el bien de todos, hasta que ella pueda contarnos algo más...

Tomó la cara de Marcus entre sus manos y le dio un beso en los labios a manera de despedida. - Gaheris... ocurrió algo. Creo que lo mejor es que no vaya contigo ni conmigo. La salud de su mujer y de su niño penden de un hilo. Iré a verlo antes de partir, necesito que alguien se encargue de mis chicas, creo que el podrá hacer un buen trabajo. Quizás ahora que será padre necesite alejarse de esto...