Algo abrumado tras hablar con Lady Ealasaid, tardó un poco en reaccionar cuando Sir Ewan lo interceptó, perplejo al principio y sonriendo con amabilidad tras escuchar al caballero.
—De hecho, quería hablaros de algo, concretamente ofreceros el corcel que Sir Roderick me ha regalado— dijo el pelinegro con discreción. No es que rechazara el presente del Conde, sino que consideraba que Sir Ewan lo necesitaría más que él —. Ruego lo aceptéis. Podría ayudaros en los tiempos venideros, sea como montura o vendiéndolo— Caerwyn sonrió —. Y me alegra que vuestra reunión haya sido fortuita. Dios aprieta pero no ahoga, amigo mío.
Dicho esto, siguió en dirección al patio, dejando que Sir Ewan hablara con el resto de sus allegados.
Sir Ewan sonrió ante la invitación de Sir Dunn, realmente era un buen hombre - Podéis contar con que asistiré a la boda, y estaré más que dispuesto a estrechar los lazos de esta amistad que tan mal pie inicial ha tenido. - apoyó la mano sobre su hombro - Me alegro de que Lady Amber y vos os hayáis comprometido, espero que Sir Aidan os haya hecho todas las advertencias del caso. - dijo enarcando una ceja, con la risa bailando en los ojos, y miró luego a su amigo - ¿Le has contado todo, verdad?
-Si Ewan, soléis guardar esa faceta bromista para los páramos lejanos a la corte. Lo único que no hice fue mostrarle la Sierpe, aunque no sé si Sir Dunn guste de esas cosas también. Ahhh, os referís a las costumbres de Burcombe- dijo bromeando -Si por supuesto hemos charlado sobre eso y sobre el impuesto al matrimonio que deberá pagar. Es que el administrador del tesoro insiste en que paguéis 15 liras por el matrimonio, pero no os preocupéis, hablaré con él y probablemente os lo reduzca a 4 y el banquete- sonrió pero no tanto cómo antes
Sir Ewan se quedó traspuesto por un momento ante la oferta de Sir Caerwyn, realmente era un regalo espléndido el que le hacía, ya fuera para reemplazar a uno de los rocines, o para venderlo en caso de necesidad, era algo que no podía darse el lujo de rechazar. - Lo aceptaré cómo préstamo, y cuando pueda reemplazarlo os devolveré vuestro caballo, sólo en esos términos puedo aceptarlo, ya que de otro modo sentiría que abuso de vuestra benevolencia. - apretó su brazo - Cierto es que Dios es un padre severo, pero un padre al fín. - dejó marchar al de Berwick con la sensación de que lo que había perdido en familia y riquezas, comenzaba a ganarlo en amigos.
Leomie asintió con un saludo respetuoso a la esposa del mago. —Es un placer concerla, soy Sir Leomie de Britania. Y Memnoch, yo...— Por un momento Leomie miró alrededor como para asegurarse que no era escuchado y habló en voz baja. —Probablemente no lo sabéis, pero desde que llegué a estas tierras he estado... fascinado con las costumbres de la religión de los bosques de estas islas. — Si el mago sabía de Leomie, que bien podía ser que no fuese el caso, sabría que en teoría este era una persona devota al Dios cristiano.
—Sin embargo, hasta ahora no he podido encontrar nada como una congregación o lugar de culto donde pueda... aprender más sobre los misterios de la naturaleza y el mundo, así es que acudo a usted, quien estoy seguro que es de las personas más versadas en estos asuntos, y quería preguntarle si podía instruirme un poco más. Estaba pensando que incluso se podría organizar con otros de los caballeros de Salisbury que sigan la religión de la tierra y armar alguna hermandad o círculo para que haya un lugar de reunión en el condado donde podamos reunirnos de manera más discreta. — Era obvio que el caballero bretón no quería que el secreto de que estaba consortando con religiones fuera del cristianismo no se difunda demasiado a pesar de sus deseos de conocer más sobre el paganismo.
Dire, ¿qué cultos paganos conoce mi Pj que hay en la zona?.
No muchos, conoce el de Sir Aidan que adora visiblemente a Bran. Por conversaciones sabe que Sir Dunn también es pagano y tiene su culto pero no sabe cuál es.
Por lo demás la mayoría son cristianos
Después de pensarlo unos instantes, le respondí:
- No se de muchos de la zona, conozco el de Sir Aidan que adora abiertamente a Bran. Por conversaciones se también que Sir Dunn también es pagano y tiene su culto pero no sabe cuál es. Os aconsejo que habléis con cualquiera de ellos dos y les preguntáis más al respecto.
Esperaba haber ayudado al hombre con sus problemas. Los paganos teníamos que ayudarnos mutuamente, con tanto fanático cristiano suelto.
Una ligera, amigable y pequeña sonrisa se dibujó en su rostro ante las palabras de consuelo de su viejo amigo Sir Aidan.
- Gracias por vuestras palabras Sir Aidan... Todo recuerdo que pueda otorgárseles será seguro bien recibido por sus pequeñas e inocentes almas... de corazón gracias y lamento que os hayáis enterado así... Llevo días sin tener el valor de decirlo... Quizás, quizás creyendo que si no lo digo no ha sucedido de verdad... - Podía sentirse la tristeza y el pesar en sus palabras.
La siguiente conversación que tuvo lugar entre sus amigos Sir Aidan y Sir Ewan con el recién prometido Sir Dunn, hizo que la sonrisa se volviera un poco más cálida, pues le traía buenos recuerdos de mejores tiempos.
Sir Leomie asiente. —Ya veo. Muchas gracias, Memnoch. De todas formas, sigo pensando que a lo mejor sería interesante si los reuniésemos e intentásemos montar un grupo o un lugar para juntarnos a discutir temas de la religión de la tierra si pudiésemos. —
Disculpa, se me pasó marcar tu mensaje como no leído para contestar después.
Medité unos segundos antes de responder:
- Suena interesante, pero hay que tener cuidado con que los cristianos no se enteren de ello, pueden acusarnos de formar un aquelarre de brujas y buscar meternos en la hoguera o algo por el estilo.
Parece mentiras que esos fanáticos no tengan cosas mejores que hacer que meterse en las cosas de los demás y en la fe que procesan.
No pasa nada.
—Yo no creo que nadie aquí se animase a quemar al mago de la corte del Conde de Salisbury, además de que se sabe que es su título oficial. — Comentó Sir Leomie al respecto. —Y para eso mismo es la idea: para que los seguidores del Dios de Abraham no nos persigan mientras compartimos nuestras experiencias o ritos. —
Faltan 1000 años para que las quemas de bruja se hagan comunes en Europa d:
- Más vale prevenir que curar. - Respondí, con tono de desconfianza. - Mientras más lejos nos mantengamos de esos amantes de las cruces, mejor.
Lo ha hecho un Mago ;P
Cuando la dama Ealasaid se acercó a Sir Aidan y Sir Ewan, Dunn se alegró por poder hablarle un instante aunque fuera para darle el pésame e invitarle a la boda, pues ella era la "culpable" de haberle presentado a su futura esposa, Lady Amber..
Con delicadeza y tono de voz solemne, cogió la mano de la dama para besarla mientras susurraba.. Lamento vuestra pérdida milady.. me alegro de haber podido coincidir con vuesa merced para acompañaros en el duelo, aunque sea fugazmente..
El irlandés pudo leer el gesto de resignación de la belleza de Cholderton y aunque parecía agradecida, también se sentía cansada de recibir las mismas palabras por parte de todo el mundo, así pues, decidió cambiar el tono de voz a uno un poco más jovial..
Sin embargo, creo que en momentos así, las palabras casi carecen de valor y poco se puede hacer para mitigar el dolor.. no obstante, permitidme intentarlo dándoos una buena noticia.. Mi señora, os estaré eternamente por haber traído hasta a mí a Lady Amber aquella tarde.. casi podría decirse que nos enamoramos en el acto... y todo gracias a vos. Espero que os alegre saber que nos casaremos este mismo invierno y sería un honor para nosotros si acudís a la ceremonia con vuestro marido Sir Edward.. aunque la ceremonia estará presidida por los antiguos dioses.. a buen seguro encontrareis consuelo y compresión entre sus fieles.. y si no es así, por lo menos podré decir orgulloso que he sacado a bailar a la célebre belleza de Cholderton e Idmiston.. - ante esto último guiñó un ojo y torció la boca en una sonrisa burlona pero de complicidad para los caballeros y la dama-.. esperaba que al menos con estas pequeñas bromas, Lady Ealasaid sonriera un poco.. pues ya la consideraba como una de sus grandes amigas en la corte.
Sir Leomie asintió levemente. —Si quiere puedo enviar misivas a los otros caballeros que usted mencionó, pero primero deberíamos elegir un lugar. Y como digo, usted sabe mucho más de esto que yo, no podría yo auspiciar un evento como este. —
El gesto de Sir Dunn la pilló un poco descolocada y por eso mismo se sorprendió ligeramente al sentir como tomaba su mano, aún así no hizo gesto alguno de apartarla.
- Gracias por vuestras palabras Sir Dunn - Asintió con elegancia y educación - Será para mi un placer y un honor acudir, si mi estado de salud me lo permite y mi esposo desea acompañarme. - Negó con la cabeza - Soy amiga de Sir Aidan desde hace mucho tiempo y nunca he tenido problema en acudir a sus ceremonias. Así que podéis estar tranquilo Sir Dunn, puede que no comparta vuestras creencias pero las respeto, así como a sus gentes.
Cuando le dedicó aquel cumplido sus mejillas se sonrojaron ligeramente pues no estaba acostumbrada a que le dijeran aquellas cosas en público y por eso mismo sus ojos buscaron los de su esposo.
- Gracias... - respondió con un hilo de voz.
Tras pensar unos instantes, respondí a Sir Leomie:
- Para una reunión de estas características, los dos mejores lugares son Stonehenge y El Caballo Blanco. Sería cuestión de escoger uno de ellos, elegir una hora y día, y finalmente quedar con aquellos con los que quisiéramos que asistieran finalmente a la reunión con nosotros.
—Yo diría el Caballo Blanco, es más discreto, ¿no? — Pregunta Leomie pensando en ambos lugares. Stonehedge según tenía entendido era bastante concurrido por los locales. —Si quiere yo puedo mandarle misivas a los caballeros que usted dice son adherentes de la religión de la tierra. —
Estoy subconscientemente negado con esta escena, siempre se me pasa...
Asentí antes de responder:
- Creo que será lo mejor. Para evitar malentendidos, deje claro el motivo de la reunión y, si aceptan participar, infórmeme, si me hace el favor. Puede que me siente interesado el participar, si mis deberes me lo permiten.
—Sí, de todas formas cuento con usted para que presida la... — ¿Misa? Leomie no estaba seguro cómo le decían a estas congregaciones. —reunión. — Terminó finalmente. —Digo, es más que obvio que mis conocimientos no son suficientes para organizar algo por el estilo y por eso le estoy consultando. —