Partida Rol por web

Flit llegó a la cola con arrastrando los pasos y con gesto pensativo, como si mover los pies fuera un esfuerzo titánico.

No vales para esto. No eres bueno en el combate... harás que te maten, pero la muerte no asusta a los esclavos, la muerte es salvación, es finalizar los sufrimientos.

Se puso en silencio en la cola de la guardia negra, avergonzado, como si no mereciera estar allí pero aun así estuviera. Lo que tuviera que ser sería, tal vez el instructor sacará algo de donde él pensaba que no había. Tal vez...

Se presentó en el patio de entrenamiento y allí encontró a algunos de sus compañeros. Acercándose a ellos les saludo. - Buenos días, ¿todos os apuntareis a la guardia negra o alguno será trazador de combate?

Vestía con ropajes cómodos para correr y la camisola la llevaba remangada dejando ver cicatrices de pequeños cortes, colmillos y alguna mandíbula no humana marcada.

Había llegado el día. El primer entrenamiento en serio con la Guardia Negra. Esperaba que mi poca capacidad de combate de fuerza física fuera compensado con mi habilidad para trazar. Además, ser Guardia Negro me daría más libertad de movimientos por la Cromería, cosa que necesitaba.

Al llegar, observé que no había sido el primero.

Hombre. Parece que vamos a ser unos cuantos aspirantes.

Había llegado el día. Había esperado a mí hermano en la salida de la torre para venir juntos al patio. Al entrar me pongo firme, inflo el pecho, vista al frente. Y con posición marcial comienzo a caminar, tratando de imprimir seriedad a mí andar sin mucho exito aparentemente. Me ubico en la fila donde reconocí a compañeros del enfrentamiento anterior a Puño de hierro. 

Al llegar a la fila, busqué a mí hermano en la fila cercana, la de trazadores de combate y salude con la mano. Las tenia vendadas de la otra vez, a pesar de que había recuperado la vista, las manos me dolían un montón. 

Las puse a los costados y saludé a mis compañeros.

-¡Hola! ¡Espero que el señor Puño de hierro nos de la revancha! Está vez comerá polvo- apretó mí mano con determinación, ignorando un poco el dolor para no arruinar el gesto confiado.

Había venido listo para otra paliza, realmente. Traje ropa gris corta, sin mucho vuelo, y el poco que tenia, se veía disminuido con correas de cuero ajustadas en varias partes. El pantalón también era flexible y ancho para evitar desgarrones por patadas. El exceso de tela, igual, sostenido por tiras de cuero, para evitar tropiezos repentinos.  

Me quedé mirando a los que allí estaban y les devolví la sonrisa. Naya parecía mas simpática de lo habitual y era de agradecer. - Pues la verdad es que había pensado en convertirme en un guardia negro, creo que por los colores que puedo trazar es lo mas lógico. Y ya sabes lo que dicen... La gente de pueblo es mas dura que los animales! - Le choqué el hombro a Kip. 

Tu que piensas ser? - Contesté sonriente a Naya. Y acto seguido miré a Len.- Revancha? Cuando os habéis peleado? - Habían peleado los aspirantes contra puño de hierro y yo me lo había perdido? Que desdicha... Pero bueno, con un poco de suerte hasta yo podría pelearme con él y a prender algo.

Entro a toda prisa en el patio donde se supone que debíamos estar para apuntarnos a la Guardia Negra o a los trazadores de combate, rezaba por no llegar tarde, pues me había entretenido por el camino más de lo esperado. Casi todos estaban allí ya, y eso me hizo preocuparme realmente, aunque las puertas parecían estar cerradas aun, puede que haya tenido suerte. 

- ¡Hola! -digo con energía mientras tomo aire de golpe tras la carrera, no me dirijo a nadie especialmente, más bien hablo de forma general, como un saludo a todos. 

Miro a todos y a cada uno de los presentes, ¿dónde se había metido Syb? 

Ese día se me habían pegado las sábanas un poco. Lo reconozco, había estado trasnochando leyendo y como era una de mis pasiones... se me había ido el santo al cielo. Me desperté con el libro en la cara, por alguna razón iba muy justo, así que me cambié y bajé lo más rápido posible al patio, esperando no llegar la primera vez tarde el primer día de entrenamiento. Dejé la habitación manga por hombro con tal de llegar a la hora y gracias a dios así fue. Allí abajo había mucha gente, demasiada, esto sólo indicaba que la nota de corte para entrar en la guardia iba a ascender como el agua. Bueno, un poco de ejercicio no me va a ir mal tampoco.

-Buenos días. ¿Qué tal estamos por la mañana? -Saludo a los presentes, tratando de buscar una posición para mí.

Algo nervioso empiezo a estirar esperando a que venga alguien para darnos la clase o la paliza. Lo que sea. Cualquiera de las dos opciones me va a hacer olvidar un rato el motivo de mi presencia aquí. Y eso a mi me valía.

Llegó rezagado como de costumbre, no tenía muchas ganas de hablar así que a penas saludó con un cabeceo mientras tenía ambas manos en los bolsillos. Fingía buscar algo o esa impresión daba, ni siquiera se esforzaba por ocultar sus bostezos. 

Naya miró a Flit de reojo. No sabia porque estaba así pero no quería avergonzarlo delante de todo el mundo así que simplemente le saludo dándole un golpecito amistoso con el hombro y un guiño de ojo.

- Yo Guardia Negra, sin duda alguna - respondió a Elric y Kile mientras se crujía los dedos de las manos.

- No se si querría la revancha ahora mismo. La última vez acabé inconsciente - rió divertida al recordar el momento mientras estiraba sus manos enlazadas por encima de la cabeza para estirar todo el cuerpo. - Pero todo se andará. Es cuestión de entrenamiento y esfuerzo -

Saludó a los rezagados con una bonita sonrisa. Ese día estaba contenta

El chico se mantenía callado junto a Kile,de hecho incluso parecía estar medio escondido detrás de su hermano.NO parecía muy contento de estar allí y de hecho no tenía un físico adecuado para la Guardia Negra,aunque algunos de los que se presentaban tampoco lo tenían

-"Yo...iré con Kile a la Guardia Negra"-respondió dubitativo a Naya,rascándose la nuca mientras miraba a Kile buscando la aprobación de su hermano mayor.Se notaba a la legua que le admiraba por encima de todo y que difícilmente habría algo en el mundo que le hiciese cambiar de opinión respecto a él

Flit respondió al guiño de Naya distendiendo un poco el gesto y esbozando una pequeña sonrisa de complicidad mientras se encogía de hombros.

"No sé que hago aquí, no valgo para esto, pero extrañamente siento que es aquí donde debo estar. Aunque no sé si mi amo lo permitirá.... Si la mitad de lo que dice es cierto tiene a la cromería comiendo de su mano" dijo muy serio para relajar el gesto inmediatamente después y terminar "pero no sería la primera vez que miente.... de todos modos, recuerda que tenemos una promesa, a no ser que quieras quedarte sin acompañante para el baile..." y dejó las palabras en suspenso antes de romper en una carcajada avergonzada, cómplice, de una amistad franca y sencilla.

Llego un poco tarde, pero allí estoy, dispuesta a apuntarme a la Guardia, ahora sí que estaba convencida de ello y parecía que muchos de mis compañeros también lo estaban, asi que me uno al grupo de mis conocidos con una sonrisa.

- Hola chicos, al final vamos a ser muchos en la Guardia ¿eh?

Me había despertado contenta, trazar se me estaba dando mucho mejor y por fin empezaba a tener algo más de contacto con mis compañeros de clase, todo había mejorado en cuestión de días.

Syb llegó apresuradamente, casi correteando. Al final se había entretenido de más pasando sus apuntes y estudiando un poco y estaba casi por llegar tarde, afortunadamente, llegó a tiempo... O eso pensó al ver a Edith todavía esperando a que se abriera la puerta de aquel a quien tenían que presentarse.

¡Hola! Estaba repasando un poco lo de las últimas clases, ¿qué tal? -le preguntó a su amiga, tomando aire... El deporte no era lo suyo. Para nada.

Miró alrededor y vio a Anthor, al cual saludó efusivamente, y también a Sean. 

¿A dónde vais a apuntaros? -preguntó a los tres- Yo me he decidido por los Trazadores de Combate, la doctora Lucy lo consideró muy buena idea.

Naya no recordaba haber prometido nada. Aún así le sonrió a Flit con exagerada inocencia.

Se giró hacia Beth para responderle - Pues parece que si, aunque Sean y Edith aún no se han pronunciado al respecto -

No puedo evitar sonreír cuando Naya dice que no kos hemos pronunciado. Así que, mientras sigo estirando la miro y me encojo de hombros.

-Yo he venido a que me saquen algo de la cabeza. He leído que lo mejor es a golpes, así que voy para la guardia negra.

Sonrío más ampliamente y continúo con lo mío. No quiero romperme nada más empezar.

Un gemido ahogado se oye desde la fila de los trazadores donde varios de vuestros mentores se encuentran animando a los novatos.Si alguno mira en esa dirección ve a Liandra blanca como el papel apoyada en Liv y a ésta última dirigiendo una mirada fría como el hielo en dirección a Flit y Naya.Eda se acerca también y al ponerse frente a ella os impide seguir viendo lo que sucede entre las tres muchachas

Entre medias veis a Dana y a Mat hablando en voz baja,parecen discutir por algo y cuando el chico intenta tocarla ella se aparta y alzando el mentón se dirige a la fila de los trazadores,cruzándose de brazos con gesto adusto.El chico se mesa el pelo con furia antes de alejarse en dirección a Ceolan y Cameron,todos ellos vestidos con el uniforme de la Guardia Negra

Flit vio a Liandra, vio los ojos fríos como puñales de oxidiana de Liv, vio que la sostenía, pero lo único que podía sentir era rabia y dolor, y como su corazón se ralentizaba hasta casi pararse, hasta hacer que sus ojos se tiñeran de una neblina de rabia y desesperación...Abandonó la fila en dirección a Liandra. Nadie le iba a detener iba a saber que le había pasado, aunque fuera la última cosa que hiciera. Que le dieran a la guardia! Que le dieran a Warumax y que le dieran a su maldita vida!. Alguien iba a morir....y no iba a ser Liandra.

Flit se acercó y solo preguntó

"Quien? Por qué?"

Pues muy bien Sean... Aún que me parece que te has despertado un poco tarde. - Sonreí, ya que era bien entrada la tarde y no de madrugada como el decía. - Buenas!- Saludé a Edith y a todos los que iban llegando después que ella. Naya también estaría en la guardia, como nosotros, al igual que Bethanie, parecía que todos habíamos decidido ser guardias negros.

Pero Sybill había apostado por ser trazador de combate.- Me alegra saber que vamos a tener a la prodigio detrás de nosotros cubriendonos las espaldas. - Sonreí mientras le frotaba el pelo a Kip. - Melón, tu puedes hacer lo que quieras. Nada me haría mas feliz que pudieras disfrutar de la vida que tenemos ahora, no tienes por que arriesgar la vida en el campo de batalla, al menos uno de los dos tiene que sobrevivir para continuar el legado del pueblo.

Y por último miré a Flit.- Por que dices que no vales para esto? Sabes trazar no? Creo que ese es el único requisito que se necesita, además! No pueden esperar que estemos todos tan fuertes como Puño de Hierro nada mas entrar a la guardia no? Eso que...

Fue entonces cuando se escuchó el gemido y Flit salió disparado, miré a Liv que estaba sujetando a la muchacha, muchacha a la cual no había tenido el placer de conocer. Me acerqué para ver que estaba pasando y por si mi medio hermana necesitaba ayuda. La miré a los ojos, no tenía que preguntar nada. Liv sabía perfectamente que si necesitaba algo solo tenía que pedirlo y yo lo haría.

-Menos mal... -susurré poniéndome cerca de Syb- Pensaba que estaría sola al escuchar que casi todos los presentes van a la Guardia Negra, yo también quiero ser Trazadora de Combate. -le digo sonriente mientras recorro con la mirada a todos y a cada uno de los alumnos que allí nos habíamos congregado. 

Se sonrojó al escuchar a Kile y sonrió negando con la cabeza.

No soy ninguna prodigio -respondió con cierta timidez. 

Sonrió a Edith al escuchar que ella sería también trazadora de combate, no había llegado como para escuchar que todos iban ser de la Guardia Negra, pero no se hubiera sentido muy confiada con su elección de haber sido así... ¿Acaso los Trazadores eran unos pardillos o algo así? Pero con Edith a su lado se sentía capaz de cualquier cosa.

Sin embargo, su atención se fue hacia el grupito de veteranos que estaban haciendo algo raro... Se los quedó mirando un instante, solo reconoció a la borde de la noche anterior. Y cruzó un instante la mirada con su mentor, Mat... pero no creía que debiera meterse donde no la llamaban. Además, las indicaciones eran claras: Debía anotarse en este momento. 

Esto parece la academia del drama... -le susurró a Edith, acercándose a ella lo suficiente para que nadie más escuchara.