Partida Rol por web

La hija de Chronos

Jornada 4: Espejito espejito

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01/02/2018, 23:32
Selenne

Selenne ayudó a Komori-san a levantarse del suelo, sujetando su brazo y ofreciéndose como apoyo. - Tenga cuidado. 

No le entusiasmaba la idea de ir a un lugar donde los que fueron antes que ellos nunca pudieron volver, pero tampoco veía otra solución posible. - Muchas gracias... ¿Cómo te llamas? yo soy Selenne. - Se acercó a la niña para acariciarle el brazo en señal de apoyo. - No te preocupes, volveremos con tus padres, ya verás. Solo tienes que esperar un poco más. - Le dedicó la mejor de sus sonrisas y se giró hacia su compañero. - Cuando antes vayamos, antes podremos volver.

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02/02/2018, 12:09
Dastan

Sasha y Komori propusieron acudir a la zona de los cultivos a rescatar a los padres de Mei. Eso era lo que un verdadero aventurero haría. Su viaje le había mandado ahí. 

—Sí, la reina es más guapa aún si cabe. —Dastan sólo decía la verdad—. Y debemos ir a ver que ha ocurrido, partiremos de inmediato... o tras sentarnos un poco y descansar. 

Llevaban tiempo de viaje, miró al resto de sus compañeros a ver que decían. 

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02/02/2018, 13:24
Komori-san

 

Mientras iban saliendo, Komori se volteó hacia Mei y los demás y preguntó, muy casual:  ¿Cuántos años tiene la reina?  ¿Que dicen tus papás de ella? 

 

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04/02/2018, 20:34
Mei

La chica sonrió levemente cuando Sasha le confirmó lo que todo el mundo decía de la reina. A ella le gustaría tener el privilegio de poder verla algún día ella, pero de momento solo está revocado a los viajeros y personas de interés, entre ellos diplomáticos de otros reinos. Mei estaba posponiendo el viaje hasta que sus padres pudieran arreglárselas sin ella. Ahora que estaban desaparecidos no podía marcharse sin más.

-Claro, solo hay que seguir el camino hasta la montaña. La aldea está justo a una hora andando en esa dirección, no tiene pérdida- negó levemente a su petición.

Miró a Selenne y enseguida dijo lo que le pedían.

-Soy Mei, encantada. Espero que no tengáis problemas por el camino- la pregunta de Komori la descolocó. -¿La reina? No sé su edad… A mis padres les gusta Blancanieves, creen que es muy justa y buena con todos.

Los viajeros siguieron por donde Mei les indicó, exactamente una hora después encontraron la aldea de la que hablaba. No había muchas casas, la mayoría parecían altos almacenes de grano y bodegas. Alrededor de la aldea hay campos de cultivo de todo tipo. Los cultivos parecían a medias de recoger y las gentes estaban ahí en medio en el proceso. Parecían espantapájaros, pero no había que mirar dos veces para comprender que eran temporeros.

El pueblo parecía igual, vivo y a la vez desierto. Ni un solo sonido se oía en aquellas calles. Ni siquiera el pulular de los ratoncitos tratando de robar algo de grano de aquellos almacenes. Nada. También había gente en la calle, aunque menos, todos estaban en medio de algo. Moliendo grano, amasando pan, embolsando verduras y frutas… Aquello se parecía mucho a lo de Ora, aunque le había ocurrido a toda la gente del lugar.

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05/02/2018, 18:05
Dastan

Había una hora hasta la aldea. —Somos viajeros, estaremos ahí en nada. —Se despidió de la chica y todos comenzaron a caminar hacia el lugar. 

El lugar parecía sufrir algo más que Ora. Allí sólo se habían parado los cultivos. Aquí era más grave y también las personas.

—¿Creéis que habrá pasado lo mismo que en Ora? ¿Habrá en mitad del campo un reloj de sol con una abertura para una pieza?

Se refería sobre todo a Sasha y a Kivo, que habían estado allí, pero contaba lo que habían visto para que todos lo supieran. 

¿Comprobamos los campos o el propio pueblo? Igual hay una plaza con un reloj... —esperaba poder solucionar el problema de manera parecida, pero algo le decía que esto era más complejo.  

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06/02/2018, 16:10
Kivo

¿Qué le pasaba a ese sitio? En Ora la fruta no maduraba, pero allí ya nada se movía. Kivo se acercó a un señor que estaba tirado en el suelo. Por la postura que tenía parecía que se había petrificado en mitad de un paso, con una pierna levantada. Al congelarse había perdido el equilibrio y se había caído.

Kivo lo tocó con un palito.

—¿Señor? Soy yo, Kivo. ¿Está usted bien?

El señor no respondía.

—Yo no quiero quedarme de piedra. ¿Y si nos pasa a nosotros?

La pregunta quizá era, más bien, ¿por qué no les pasaba a ellos? En ese pueblo todo estaba paralizado, ¿qué tenían ellos que les dejaba a salvo de aquello?

—Ya que estamos aquí, revisemos el pueblo. A ver qué encontramos.

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06/02/2018, 20:35
Sasha

Y dejamos a la chica atrás. Hago en camino pensando en cuanta más comida tendrá Komori en su saca. Debería compartirla, ahora mismo. Por eso la miro con cierta sospecha. Sin embargo, al llegar al pueblo, la situación capta toda mi atención. Pues encontramos lo que ya me esperaba.

Temporeros, gente en el propio pueblo totalmente congelada. Observo con curiosidad el procede de Kivo. 

¿El qué? ¿Un tonto robando un reloj? - contesto a Dastan en su pregunta - Pues no lo se... Quizá sea algo más serio y tenga que ver con el asunto que nos trajo aquí. Pero si, no perdemos nada por revisar el pueblo...

Por un momento siento verdadero temor a acabar así de congelada. No poder dormir mas siestas ni merendar varias veces al día. Pero ya estaban allí y, como bien mencionaba Kivo, ¿entonces porque no nos habíamos quedado igual ya?

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08/02/2018, 06:42
Komori-san

 

Mjm, asintió la abuela Komori a los planes de recorrer el pueblo en búsqueda de claves. 

Una buena meteomaga se fijaría en los patrones de los congelados, parecía explicarles a los demás, en particular a Sasha. 

¿Quedaron en la misma posición todos, como si una baldosa de agua de detener el tiempo les hubiera caído a todos al mismo tiempo?  ¿O fue por olas, primero los más cercanos a la montaña y luego a los más lejanos?   

Fíjense por favor en cosas que marquen si fue a la misma hora o diferentes.  Por ejemplo, los relojes, o lo que hacían.  ¿Dejaban leche como se hace por la mañana algunos, mientras otros recogerían ropa lavada como se hace por las tardes, o los niños a mediodía de la escuela? 

Todos los consejos de los libros meteomágicos serían de utilidad ahora.   Y pues claro, con tanta cosa loca que pasa en el país de las Maravillas no era sorpresa que Komori se supiera el protocolo. 

Vamos vamos, y se fue ella a mirar los relojes de la gente y la posición de sus sombrillas.

 

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10/02/2018, 10:24
Detlef

Detlef se había pasado la mayor parte del camino revolviendo sus notas sin buscar nada en concreto y murmurando con expresión ceñuda. ¿Por qué seguía teniendo esa sensación persistente de que algo no le cuadraba? Por más vueltas que le diese, todos sus actos, los lugares y las palabras de Blancanieves tenían sentido.

¿Por qué algo en su cabeza se empeñaba en decirle que no?

Dejó que los otros llevasen la conversación con Mei. En general no se le daban bien las chicas, y cuando estaba pensativo menos aún. Bueno, cuando estaba pensativo se le iba la cabeza y no se le daba bien nadie, la verdad. Se lo decían hasta sus padres. Una vez hacía años se había quedado pensando en un teorema de matrices cruzadas mientras estaba en una cita y Helva se había cabreado tanto que le había empujado al río. Y como ni por esas dejaba de darle vueltas en la parte poco profunda, le había tirado un saco de harina entero que encontró por allí. Ella se escabulló a la carrera del dueño como siempre hacía, pero Detlef se pasó dos días sacándose grumos de harina del pelo.

No era el momento...

Habían llegado a la aldea que Mei les indicó. Tal y como contaba lo que les habían dicho, la escena era surrealista. Todo parecía congelado en en tiempo. Gentes congeladas en medio de gestos o palabras, vegetación que no florecía a pesar de haber llegado con creces su época o que por el contrario parecía estar en los primeros estadios de marchitación a pesar de que deberían haberse secado hace semanas. Con la gente y los seres vivos las cosas son más imprevisibles, pero la Naturaleza tiene su propio reloj, tan preciso como cualquier obra maestra de Wagner el Viejo o más, y era exacta e implacable en su cumplimiento.

No creo que las personas nos den mucha información. Tienen biorritmos y horas completamente artificiales, o pueden cambiarlos a voluntad. Adaptamos el tiempo a nosotros, en vez de al contrario. Si queremos trazar el histograma temporal tenemos que fijarnos en otros detalles, cosas con ciclos más definidos, como los propios relojes, las plantas, o los mecanismos. Esos no pueden manipular el tiempo aunque quieran.

De todos modos, aunque trazar el progreso de la cronoestasis sea interesante y probablemente útil, hacerlo sin una composición de lugar sería observar los síntomas sin atacar la raíz. Cuando se da una singularidad, lo primero es aislar los factores que hacen singular el entorno. Yo iré a buscar por el pueblo.

Detlef parece estar de un extraño mal humor. Ha pasado tanto tiempo sumido en cavilaciones que ahora se siente un idiota, y le espolean las ganas de hacer algo por la pobre Mei, que tendrá aquí a sus padres y a la que casi ni ha hablado por culpa de sus líos mentales. Sin percibirlo, se ha saltado las dudas y pausas con las que suele hablar, y cuando echa a andar lo hace con decisión, sin molestarse en parar y explicar su verborrea bizantina. El ya se entiende, y si hace falta que lo haga alguien más, ya dará explicaciones.

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10/02/2018, 15:41
Selenne

Al llegar al pueblo, todos los temores que se desvanecieron al encontrar a Mei volvieron con fuerzas renovadas. - ¿Por qué a nosotros no nos afecta? - A los razonamientos de Komori y Detlef ella agregó lo que entendió de las palabras de Mei. - Puede que todos se hayan visto congelados en diferentes momentos. El pueblo ya estaba congelado cuando los padres de Mei vinieron a investigar, tal vez ellos se congelaran después. Puede que sea algo que ocurre en algún momento concreto del día. - No sabía si estada diciendo algo con sentido o una tremenda estupidez. - En cualquier caso mirar los relojes me parece una buena idea, pero daos prisa, no me gustaría quedarme aquí quieta para siempre.

Se apresuró en buscar relojes, calendarios, cualquier cosa referente al tiempo. Quería ayudar a Mei y cumplir la misión de la reina, pero sobre todo se daba especial prisa por miedo, si se quedaba siempre allí ¿Se acabaría todo?. De vez en cuando se paraba a mirar a las personas y les dedicaba unas palabras tranquilizadoras por si a pesar de aquella parálisis podían escucharle, aunque en realidad era para animarse ella misma.

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11/02/2018, 21:15
Naga

Notas de juego

Tirada de DES+INT dif. 6. Con los resultados mañana posteo la respuesta. Aquel que no tire de aquí a mañana, realizaré yo su tirada por él. 

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11/02/2018, 21:16
Sasha
- Tiradas (2)

Notas de juego

3+5, 8

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11/02/2018, 21:20
Kivo
- Tiradas (1)
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11/02/2018, 21:58
Selenne
- Tiradas (1)
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11/02/2018, 22:11
Komori-san

Komori-san se sentía muy ágil ese día. Quizá porque todos los del pueblo de hecho se movían más despacito que ella.  Y de agudeza, nisediga. Esos cocoles traían del anís maravillo, seguro.  Debería frecuentar más a esa panadera. 

- Tiradas (2)
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11/02/2018, 22:41
Detlef
- Tiradas (3)

Notas de juego

Perdon por la tirada de 8d8, tuve un momento de idiotez extrema con los campos :P

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13/02/2018, 08:51
Naga

Todos comenzaron a sentirse inquietos, menos Kivo que parecía estar demasiado centrado en despertar con su palo a ese señor caído del suelo. Ninguna de las personas congeladas parece tener cara de angustia ni sufrimiento, es más, algunas hasta sonreían. Es por ello que la inquietud es mayor cuando casi todos oyeron a su alrededor como que la ciudad entera se removía.

De repente una flecha se clavó en el suelo a su lado y un montón de cabecitas peludas salieron de entre las sombras de los edificios rodeándoles. Aquellos seres eran bien conocidos y poco amados en los Trece Reinos, los gatoblins, o nekogoblins. Eran de estatura media, algo más grandes que un gato la mayoría, si acaso tomarían la talla de Kivo pero no tenían el mismo aspecto amigable que los Oobi. Bufaron y maullaron de mal humor al grupo. Parecían ser al menos veinte y estaban armados hasta los dientes.

Negociar con los gatoblins era una estupidez en la mayoría de los casos, ellos solo querían saquear y comida. Además su dominio del idioma común no era el mejor y su idioma era algo confuso de comprender. Todo el que lo había estudiado como mucho podía saber los treinta nombres que tenían para decir siesta, los cien que usaban para hablar del atún y el resto parecían medio inventárselo sobre la marcha porque no parecía tan importante. Seguramente Detlef hubiera tenido dolores de cabeza tratando de descifrar la razón por la que hasta entre ellos se peleaban en conversaciones normales, o porque cuando encontraban una caja podían pasar horas en su interior sin decir una palabra y todos hechos un pegote dentro.

Sin embargo, uno de ellos parecía diferente a los demás. Llevaba un gran saco, lleno de cosas que parecía haber saqueado y un ábaco donde parecía llevar las cuentas.

-¿Humanos?- dijo en la dirección de los viajeros, moviendo sus bigotes.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dastan saca 11.

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13/02/2018, 16:32
Dastan

Estábamos investigando el extraño lugar cuando aparecieron como una veintena de gatogoblins. Aquellas criaturas juntaban rasgos de quizá a dos de las peores criaturas de la naturaleza, los gatos* y los goblins. 

¡Iban armados con arcos!

Al menos no son muy grandes...

Uno de ellos parecía el líder y llevaba un saco seguramente lleno de cosas robadas. —Humanos, antroponekos, Oobis y un pony con jersey... —dijo Dastan aprestando el arma. Si ellos estaban con arcos, no iba a dejar su grupo indefenso. 

—Y además somos magos, poderosos magos... ¿Estáis robando a esta pobre gente mientras no pueden ni moverse? —lo del saco era obvio. 

Notas de juego

*son malignos. Lo dice la directora. **

Los antroponekos son buenos. Sobre todo Sasha. Salvo cuando no quiera ser buena. 


los treinta nombres que tenían para decir siesta

¿En eso Sasha podría hacer de traductora?

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14/02/2018, 08:00
Komori-san

 

A la Komori no le caían mal ni los humanekos ni los goblinekos.   Se dirigió al líder:

Espero que ese saco sea para guardar las pertenencias de esta gente congelada en el tiempo en lo que se despiertan, ¿verdad?  No nos cae bien la gente mal intencionada, por más bonitos que se vean.  Les sonrió, linda. 

Por cierto, manda saludos el gato Cheshire, nuestro ministro de magia.   Me dijo les dijera doquiera me los encontrara.   Que están invitados a conocer el país, y probar su deliciiiooooso atún. 

Se rechupó los dedos en señal de antojo. 

 

Notas de juego

Todo el que lo había estudiado como mucho podía saber los treinta nombres que tenían para decir siesta, los cien que usaban para hablar del atún y el resto parecían medio inventárselo sobre la marcha porque no parecía tan importante..  

jajjaj, usaré esa frase en casa :)

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14/02/2018, 23:12
Sasha

¡Goblinekos! Se me eriza el pelo de las orejillas. En mi pueblo nunca se habló bien de estos seres. Además del resentimiento residual que quedó en mi gente cuando el resto de razas nos confundía, y confunde, con estos bichos. Tratándonos, injustamente, como si fuéramos iguales. !Malditas bolas de pelo dormilonas y practicantes de gula!

No puedo hacer otra cosa que no sea bufar cuando aparecen de pronto. Rodeándonos. Los compañeros intentan hablar con ellos, razonas o a saber qué. Será inutil. 

Agarro bien mi saca con mis cosas. 

- !No osaréis tocar mi saca! - la abrazo, bufando. ¡Aquí estaba mi merienda!- !No, no, no, no, no!*

 

 

Notas de juego