Partida Rol por web

La llave del Destino

Capitulo I: El grito de la llave

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06/10/2017, 20:51
Dungeon master

Los cuatro Caballeros Negros se acercaron rápidamente al grupo. Encararon a las tres personas que estaban allí de pie, observándolos. A su lado había un... ¿perro?. Al acercarse, los compañeros pudieron observar que el atuendo de los caballeros estaba un poco desgastado y viejo, con enmiendas y algunos huecos.

El grito de alto había tenido efecto y eso era algo bueno, o al menos eso pensaban los jovenes caballeros negros. Apenas tenían edad para afeitarse, pero aún así se los notaba firmes y decididos. Uno de ellos, alto y de mentón firme, se adelantó al resto. Se paseó de un lado al otro, rodeando al grupo mientras dedicaba una mirada sospechosa a aquel extraño perro.
- ¿Viene con ustedes?- preguntó un tanto desconfiado.
(Respuesta).

Luego, sin cambiar su tono siguió.
- Estamos buscando... varias cosas.- dijo desenrollando dos pergaminos que llevaba en el cinturón. Desplegando uno al lado de Anubis, lo comparó y dudó. - No, no... no es él.- 

Enrolló el pergamino y pasó por delante de Okodar sin prestarle atención. Al parecer, el incidente del gigante aún no se había manifestado en pergaminos de búsquedas. Al detenerse al lado de Kairi, un leve destello cruzó sus ojos. Desplegó el otro pergamino a su lado.
- Parece que si... que coincide.- dijo finalmente mirando a otro de sus compañeros.- Parece que va a tener que acompañarnos señorita. Tiene muchas preguntas que responder.- dijo sonriendo.
 

Otro de los caballeros negros, un hombre joven, pero más bajo y con un leve encorvamiento (probablemente fruto de mucho estudio) interrumpió a su compañero.
- ¿Salieron los... tres, de la posada "Los Cinco Dragones"?- preguntó mirando hacia donde estaba Lobo Blanco, con una sutil mirada.- De ser así, debemos confiscar sus cosas. La ley así lo exige.   

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Avistar Anubis

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 14(+1)=15 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Avistar Kairi

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 3(+3)=6 (Fracaso)

Notas de juego

Si deciden mentirle a los caballeros en cualquier situación, tirar para engañar.

Cualquier otra habilidad que deseen usar, bienvenido sea

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06/10/2017, 21:26
Dungeon master

Alcanzaste a ver el dibujo que había en el pergamino. Un humano robusto de mediana edad, de pelo y ojos oscuros. Al parecer lo están buscando, y en un principio el Caballero Negro, pensó que podría llegar a ser él.

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06/10/2017, 22:13
Kairi Moonlight

Me había precipitado saliendo del lugar y apenas pude escuchar al druida, que se presentó como Lobo Blanco, y verle transformarse antes de encontrarme fuera. Había hablado de un lugar de encuentro, lo cual me pareció una formidable idea, sobre todo cuando vi que los Caballeros se precipitaban hacia nosotros.

Okodar se ofreció a ser él quien apoyara la tapadera de Lobo Blanco, ante lo que no mostré objeción, aunque esperaba que el que semi ogro no se dejara llevar por ese rencor que era obvio que tenía hacia los Caballeros Negros y terminara dejando en evidencia que aquel lobo no era su familiar.

Anubis, por su lado, se limitó a susurrar que nos diéramos prisa y avanzáramos en silencio, pero aquello no sería posible. La salida no fue para nada discreta, fundamentalmente por mi causa, y es que cuanto llevaba encima me impedía el libre movimiento.

- Kairi Moonlight. – susurré mientras veía cómo aquel grupo de Caballeros nos detectaba y uno de ellos hacía sonar aquel cuerno, dándonos estos también el alto. – Deberían huir, yo les entretendré, lo importante es que esa caja no caiga en sus manos. – dije mirando a mis inesperados compañero. - Huyan, por favor. – les imploré, pero era demasiado tarde.

El grupo de Caballeros Negros nos dio alcance, caminando uno de ellos alrededor nuestro mientras miraba con suspicacia a Lobo Blanco. Terminó preguntando si venía con nosotros, pero guardé silencio, dejando que fuera Okodar quien respondiera y dotar así de más credibilidad a aquella artimaña.

Manifestó entonces el Caballero que andaban buscando varias cosas, lo cual me extrañó. Era de suponer que se encontraban en busca de la caja de música, pero… ¿Qué más podían querer encontrar?

Sentí que se me paraba el corazón cuando vi aquel destello en los ojos del hombre, intuyendo lo que sucedía. No, no podía ser, ¿Por qué iban a buscarme a mí? Pero pronto desplegó aquel pergamino, confirmando mis sospechas y pidiéndome que le acompañara para responder algunas preguntas. Sonreía, antojándoseme repulsivo, sin comprender qué podían requerir de mi.

Antes de que pudiera responder, otro hombre interrumpió al primero, preguntando si habíamos salido de la posada, queriendo confiscar nuestras cosas si así era; en nombre de la Ley.

- En realidad, si buscan algo en concreto, bastaría con que nos registren, ¿No es así? - dije dirigiéndome al hombre con mi mejor cara y modales. - Después de todo de nada les sirve confiscar aquello que no buscan, sólo sería una molestia, pesada carga que llevar. - añadí, antes de retomar lo referido a mí. - Les acompañaré si es preciso, pero, ¿Podría saber por qué se me busca? Me siento desconcertada, señores. - concluí a la espera de su reacción.

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+7)=18

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07/10/2017, 02:12
Lobo Blanco

Ante la llegada de aquellos caballeros, apegado a mis momentáneos camaradas, podría quizás haber actuado de diversas maneras. Podría haber disimulado, haberme sentado, incluso echado en el suelo, haber meneado mi cola de un lado a otro como un animal feliz y confiado. Pero yo no era un perro. Por contra, podía haber adoptado una pose defensiva, con la cabeza gacha mostrando mis dientes, amenazante. Pero yo no era un peligro si no me daban motivos.

Uno de los caballeros se mostró desconfiado ante mí presencia, exigiendo explicaciones a mis compañeros. Permanecí inmóvil, a excepción de mi rostro que seguía sus movimientos, y mis orejas atentas a cuanto se decía. La mujer tomó la palabra, tras habernos dedicado unas palabras en voz baja antes de ser alcanzados por los caballeros. Huir no me parecía una mala opción. Dejarla atrás, incluso siendo una desconocida, no me resultaba agradable.

Los caballeros trataron de identificar a dos personas. Una de ellas no parecía coincidir, pero para mi sorpresa, que se evidenció por el movimiento de mis orejas, resultó que identificaban a la mujer y exigían llevarla presa para un interrogatorio. También requisar todas las cosas, tanto de ella como de los otros dos hombres presentes. 

Dudé. Torcí mi cabeza, mirando al otro extremo del callejón, una vía de escape válida. Podía dejar atrás todo aquello rápidamente, gracias a la gran movilidad de mis cuatro patas. Sin embargo, mientras la mujer trataba de razonar con aquellos hombres, sentí una punzada en el estómago. Nunca había sido un animal de manada, no me sentía así. Pero en aquel instante sentía que no podía dejar a "los míos" a su suerte. Miré al semiogro, abriendo mi boca lobuna y dejando que mi lengua asomase y colgase mientras respiraba para refrigerarme un poco. Y volví a cerrar mi boca, caminando hasta situarme junto a la mujer, rozando su pantalón con mi morro un instante, solamente para que percibiera mi presencia. 

Estábamos todos juntos en aquel lío, y juntos saldríamos de él. Si no lograba solventarlo con palabras, la naturaleza seguiría su curso.

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07/10/2017, 08:52
Anubis

 La situación era peliaguda. Al parecer querían llevarse nuestras cosas y nuestra nueva compañera con ellos. Todo dependería de que lográsemos convencerlos de que Kairi no era a quien buscaban, pero parecían ser jóvenes inexpertos, así que confiaba en que eso jugara a nuestro favor.

 En cualquier caso, si la diplomacia no funcionaba y nos viéramos obligados a luchas, es muy posible que toda la Orden de Neraka que hubiera en la ciudad se nos echara encima...

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07/10/2017, 20:01
Okodar

   Cuando el muchacho preguntó sobre el lobo me apresuré en responder usando una voz lenta y torpe. -Si, señor. Perro mio. Buen chico. No muerde. Di un par de palmadas en el lomo del brujo para completar el papel de bruto que tantas veces me había evitado azotes extra.

   Mantuve la cabeza baja pero mis ojos no dejaron de observar los movimientos de los soldados, si las palabras de Kairi no resultaban útiles sería el turno de Klad para hablar.

Notas de juego

Acción Preparada: Kladazo contra el imberbe soldado de los pergaminos.

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09/10/2017, 15:35
Dungeon master

El Caballero Negro que tomaba la iniciativa para hablar pareció quedarse conforme con la respuesta del semiogro. Por otro lado, y a pesar de notar un ligero cambio en su voz, la actitud de Kairi no consiguió calmar al Caballero.
- No podrás engañarnos Shalyn Luna Naciente!.- dijo mirándola a los ojos fijamente.- Tendrás que responder muchas preguntas! Tu revuelta en la ciudad al fin tocará su fin.- le dijo con una mirada cargada de ambición personal.

Con un resoplido fue interrumpido por su compañero ligeramente encorvado.
- ¿Vas a interrogar a cuanta mujer se encuentre en tu camino Brenner?- dijo acercándose a Kairi.- ¿No ves que tiene orejas de humano? Shalyn es una elfa!.- su resignación era palpable en su rostro.

Aún así, el Caballero no desistió 
- Buscamos algo, que sabemos que entró allí dentro, pero no sabemos si salió. Por lo que no quiero ser... maleducado. Pero solo si lo vemos lo encontraremos. Entonces, ¿Revisamos por las buenas? ¿O revisamos por las malas?- dijo con malicia mientras sus tres compañeros adoptaban una posición de tensión.

A su alrededor, la poca gente que circulaba por el callejón se apartaba visiblemente asustada por la situación que se estaba llevando adelante. Nadie osaba a meterse en los asuntos de la creciente orden de los Caballeros Negros.

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09/10/2017, 17:22
Kairi Moonlight

Okodar respondió acerca de Lobo Blanco, confirmando que le acompañaba, tras lo que intervine en pos de calmar los ánimos de los Caballeros Negros y que me descubrieran por qué me buscaban. Mientras esperaba una respuesta, sentí cómo el druida se situaba a mi lado y rozaba mi pierna con su hocico, lo que provocó que mirara hacia abajo. Llevé una mano hacia su cabeza con una tenue sonrisa, acariciando esta brevemente antes de volver a mirar a quienes pretendían llevarme presa. Ni Lobo Blanco, ni ninguno de mis otros acompañantes parecía tener intenciones de huir, lo cual me alegró en parte; a pesar de haberles pedido expresamente que lo hicieran.

Mis azules ojos se abrieron como platos cuando el primero de los Caballeros se refirió a mi con otro nombre, pareciendo haberme confundido con alguien que había estado encabezando alguna revuelta en la ciudad. Aquello facilitaba las cosas, pues bastaría con demostrar que no era aquella Shalyn, aunque eso llevaría algún tiempo. Sin embargo, su compañero no tardó en intervenir, dejándole en evidencia hastiado. Al parecer la mujer que buscaban nada tenía que ver conmigo, con lo que ni siquiera sería necesario ningún interrogatorio.

Las cosas se ponían a nuestro favor, mucho más al insistir el Caballero en que debía revisar nuestras pertenencias. Si sólo se trataba de eso, no nos resultaría difícil salir de aquella, y por las buenas; como prefería hacer las cosas.

- Por las buenas, señores, por supuesto que por las buenas. – dije con una amable sonrisa, antes de girarme para mirar a Okodar, a quien ya imaginaba en tensión tras las palabras del Caballero Negro y las posiciones tomadas por sus compañeros. – No tenemos nada que ocultar, que nos revisen y podremos irnos, ¿De acuerdo? – pedí al semi ogro, posando una mano en su hombro con una tenue sonrisa, antes de volver a girarme hacia los Caballeros. – Cuando quieran, colaboraremos. – añadí firme, quitándome la mochila y posándola junto a mi, al otro lado de donde permanecía el seguidor de Chislev.

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09/10/2017, 18:36
Lobo Blanco

Mis orejas se movían inquietas al ritmo de la conversación, atendiendo en dirección al foco de cada palabra que surcaba el aire en tan tensa situación. Sin embargo, mi postura se fue volviendo más y más relajada a medida que las cosas se iban aclarando. Sea usaba a la mujer que nos acompañaba de ser una revolucionaria, algo que no parecía encajar con lo que había apreciado de ella hasta el momento. Pero su propio compañero se encargó de echar por tierra la acusación. A buen seguro, lo único que asemejaba a Kairi con esa elfa era el cabello. 

De modo que asistieron con el equipo, dejando claro que buscaban algo que había accedido a la posada. La caja, por supuesto. En mi forma humana, tal vez hubiera sonreído. Por más que registrasen el equipo de mis compañeros, no encontrarían lo que buscaban. Se encontraba en mi piel, en mi carne, en mis huesos. Se había fundido con mi cuerpo y con mi alma, hasta que decidiera adoptar de nuevo la forma de mi nacimiento. Abrí la boca, dejando que mi lengua colgase al ritmo de mi respiración, y me senté en el suelo meneando mi cola, tranquilo. Tan sólo debían colaborar, dejar a aquellos hombres hacer su trabajo con ineficacia, y podríamos seguir nuestro camino. 

Si nadie hacía ninguna tontería.

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09/10/2017, 20:04
Anubis

 Frustrado, imité a la joven y enseñé el contenido de mis pertenencias a los caballeros, confiando en que todo estuviera en orden y no hubiera problemas.

 Definitivamente, Lobo Blanco había tenido una idea genial al quedarse con la caja y transformarse para ocultarla. Si salíamos de esta, no debía de olvidar felicitarle por su inventiva y iniciativa, ya que era posible que, de ser lo que estaban buscando, nos acababa de salvar la vida.

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09/10/2017, 23:11
Dungeon master

Los Caballeros Negros no perdieron más tiempo y comenzaron a buscar entre las cosas de Anubis y Kairi. Para ello, los tres caballeros (que no eran el sujeto levemente encorvado) encararon uno a cada uno. Así, dos de ellos revisaron con brusquedad entre las cosas de los dos jóvenes, revolviéndolo todo. Cuando encontraban algo que parecía ser de utilidad o de interés, se lo mostraban al caballero encorvado. En todo momento, éste último negaba con la cabeza irritado. Su mal humor empezaba a acrecentarse y eso se notaba. En más de una ocasión, el Caballero se interesó por algún que otro objeto encontrado, aunque ninguno de ellos tenía que ver con lo que buscaban.

Mientras terminaban de buscar sin éxito entre las cosas de Kairi y Anubis, el tercer caballero miraba desconfiado a Okodar. Miraba de soslayo al gran martillo que llevaba el guerrero y en sus movimientos se notaba un ligero temblor a causa del temor que Okodar generaba. Sin dudas le había tocado revisar las cosas del compañero que en apariencia daba la peor impresión. Esperó a que el semiogro le entregara las cosas...

Mientras, Lobo Blanco disfrutaba (y gozaba) de su situación, y aunque lejos de sospechar lo que era él realmente, el encorvado le tiraba miradas de desprecio. Notaba la burla en el animal, pero nunca se imaginaría el por qué. Sin embargo, ésto no hacía más que aumentar su ferviente mal humor...

 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Buscar

Tirada: 1d20

Resultado: 3

Notas de juego

Por favor, tirada de Avistar.

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09/10/2017, 23:27
Anubis
- Tiradas (1)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 6(+1)=7

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09/10/2017, 23:38
Kairi Moonlight
- Tiradas (1)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+3)=12

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10/10/2017, 00:02
Lobo Blanco
- Tiradas (1)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 4(+5)=9

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10/10/2017, 01:21
Okodar
- Tiradas (1)

Motivo: Echar un ojo

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+1)=4

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10/10/2017, 04:48
Lobo Blanco

Las cosas iban muy a nuestro favor, y eso se reflejaba en la tranquilidad con la que observaba y olfateaba mientras aquellos hombres registraban las cosas de mis acompañantes. Mi único temor radicaba en el carácter del semiogro, a quien también debían registrar aunque el encargado de hacerlo no terminaba de reunir el valor necesario. Sin embargo, parecía que el asunto iba a poder resolverse a la mayor brevedad. 

El hombre encorvado parecía el que lideraba el grupo, o al menos quien tenía información suficiente para tomar decisiones. Su mal humor iba en aumento, hasta yo lo podía percibir, pero su bienestar no era asunto mío. Sólo deseaba finalizar con la empresa en que me había empeñado y, recuperado el equilibrio de favores, poder continuar con mis tareas. Debía encontrar a...

De repente, mientras observaba la bolsa de equipo de Kairi abierta y a aquel hombre registrando sus cosas, algo vino a mi mente. Shalyn... Shalyn Luna Naciente... Ese era el nombre de la provocadora de revueltas con quién habían confundido a la cleriga. Shalyn... ¿Qué nombre me había confesado Emaline? Había entendido que hablaba de un hombre, pero el nombre coincidía. 

Shalyn... era a quien debía encontrar para dar respuesta a mis escritos. Era quien acudiría a mí, merced al obsequio de la posadera. Shalyn... quién estaba organizando una revuelta en la ciudad.

¿En qué me estaba metiendo?

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10/10/2017, 18:06
Okodar

   Ya los soldados habían revisado las pertenencias de Kairi y el de cabello rojo pero el encargado de hacer lo mismo con las mías no encontraba el valor necesario para cumplir su tarea, eso me hizo sonreír satisfecho.

   De no haber sido por la mano de la sacerdotisa, seguramente me hubiese negado a la revisión pues temía que los soldados encontrasen mi tinta mágica pero su gesto me convenció de evitar problemas, así que dejé caer el saco en el suelo para que el tembloroso soldado pudiese evaluar su contenido. Una manta, algunas raciones de carne seca y pan duro, unas prendas de vestir desgastadas y el frasco de tinta..

   -No tengo nada valioso, sólo ropa sucia y pintura y comida para Perro, señor. Esperaba que ignorasen mi saquito de monedas donde tenía cinco piezas. -También tengo mis hachas para madera y a Klad, señor, pero él se porta bien. Al decirlo señalé el martillo que colgaba en mi espalda. -Y Perro tiene pulgas, señor. Detestaba portarme de forma dócil, pero había aprendido que en ocasiones era la mejor forma de evitar azotes, o al menos de reducir su número. Hasta que tenga la fuerza de aplastarlos a todos..

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10/10/2017, 23:02
Caballero Negro

Okodar dejó que los Caballeros Negros revisaran sus cosas. Si la decepción pudiera tener rostro propio, sin dudas se representaría en el Caballero encorvado.
- No puede ser... esa mujer.- dijo mirando con odio al interior de la posada. Su mirada se posó en cada uno de los tres presentes y el molesto perro que lo miraba con la lengua afuera. Los otros tres compañeros esperaron pacientemente a ver qué hacía el caballero.

El silencio incómodo fue interrumpido cuando otra patrulla de cuatro Caballeros Negros llegaba al lugar.
- Hemos venido apenas escuchamos el llamado.- dijo el más grandote de los recién llegados. Era un hombre alto, de anchos hombros y una fea cicatriz en la cara. Casi tenía el tamaño de Okodar. Dedicándole una sombría mirada al grupo (pero por sobretodo al semiogro. Pero con cierto... interés)- ¿Qué sucede aquí Vulkrys?-

El encorvado largó un suspiro de resignación.
- Nada Loebius.- hizo una pausa para encontrar las palabras adecuadas. Mientras, un grupo de curiosos merodeaba los alrededores para ver cómo se desarrollaba la escena.- Solo son un par de vagabundos con baratijas... Emaline sigue esquivándonos. ¿Sabés cómo vienen las preparaciones para ella..?

- ¡No seas necio!- Le espetó Loebius.- Ya nos enteraremos a su debido tiempo...
El hombretón volvió su mirada a los tres personajes.- ¿Todavía siguen aquí?- en su voz pudieron notar cierta impaciencia mezclada con furia.

 

Notas de juego

Si desean irse, pueden hacerlo yendo por el camino principal o perdiéndose en los callejones. Aprovechen este tiempo para ponerse al día entre ustedes (presentaciones y demases). Están casi en el centro de la ciudad, para todos lados hay... cosas interesantes jeje...

 

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10/10/2017, 23:23
Dungeon master
Sólo para el director

Si deciden entrar a la Posada a advertirle a Emaline: Hay otros agentes allí dentro preguntando por la muerte del viejo
Si deciden enfrentar a los CN: Bueno, ya sabemos.
Si deciden ir por la calle central: 25% que los CN reconozcan a Okodar
Si van por los callejones: 10% que los CN reconozcan a Okodar

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11/10/2017, 22:13
Kairi Moonlight

Los Caballeros Negros en seguida se pusieron manos a la obra ante nuestro ofrecimiento de no oponer resistencia, comenzando pos Anubis y por mí. De forma muy poco delicada, registraron rápidamente nuestras cosas, no encontrando nada que fuera de su interés.

Los ojos de uno de aquellos hombres no perdían de vista a Okodar, mirándole con desconfianza, parecía no atreverse a comenzar él mismo con la búsqueda; pues esperó a que el semi ogro le cediera sus cosas antes de comenzar. Me alegró ver que este accedía a colaborar, reforzando además la coartado del familiar con aquellos comentarios sobre el animal.

Como era de esperar, los Caballeros Negros no encontraron nada de lo que buscaban, cosa que lamentaba uno de ellos haciendo mención a una mujer. Entonces apareció otra patrulla, aquella alertada por el cuerno, a quienes preguntaron por Emaline tras informarles de que sólo éramos unos vagabundos. Sin embargo, nada dijeron sobre la mujer, seguramente por encontrarnos nosotros presentes.

Me sentí tentada a preguntar por aquella cuestión, pero ya habíamos tenido demasiada suerte. Lo más prudente sería retirarnos por el momento, más aún cuando uno de los Caballeros nos dedicó aquellas palabras llenas de furia.

- Disculpen, les dejamos continuar con su trabajo. - dije en tono amable, agachando mi cabeza ligeramente antes de volverme hacia mis compañeros. - Parece que podemos continuar. - añadí con una sonrisa, antes de coger mi mochila y poner rumbo al camino principal.