Partida Rol por web

La llave del Destino

Capitulo I: El grito de la llave

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25/09/2017, 15:29
Dungeon master

El camarero había contestado a la pregunta de Anubis
- No encontrará esa persona allí arriba.- dijo en tono neutral. - Están las habitaciones y otro salón más privado. Todo está vacío... créeme, nuestras arcas y yo lo sabríamos...-

Luego se dirigió a Lobo Blanco

- Le puedo ofrecer una sopa de puchero... en cuanto a la dueña y encargada del lugar, temo que debo preguntar primero cuáles son los asuntos que le llevan a preguntar por ella.-

El alto hombre de mechones plateados le respondió

-¿Eh? Oh, claro, mis motivos... -Alzó sus manos un instante, mostrando las palmas- Desde luego, no busco problemas de ningún tipo. -Expresó con gesto serio, y depositó en el suelo su mochila, sacando tras liberar unos cordeles aquellos pergaminos y mostrándolos sobre la barra, donde pudo comprobar que estaba seco y limpio como para no dañarlos- He encontrado y adquirido estos antiguos documentos en el bazar. El mercader que me los vendió afirma que salieron de una transacción con esta posada, y quisiera saber si la propietaria tiene algún recuerdo de ellos y su origen. -Le dijo antes de volver a guardarlos- Entiendo que será una mujer ocupada, y soy un hombre paciente. Puedo esperar en aquella mesa de allí... -Señaló el lugar, la mesa más apartada y discreta, mientras volvía a colgar su mochila al hombro- ...mientras degusto esa sopa. ¿Con un vaso de agua y una hogaza de pan, podría ser? -Sugirió al camarero, aguardando su respuesta antes de encaminarme al lugar...

Notas de juego

Recuerden que no se conocen (todavía) y marquen los destinatarios que hasta ahora hay en escena. Ya se irán incorporando. 

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25/09/2017, 15:36
Emaline Yaseth

Desde el fondo de la cocina surgió una mujer khurita de mediana edad con largo pelo castaño y mechones grises, ojos negros brillantes y cara amable.

- Alak querido... - dijo sonriéndole al camarero.- siempre tan cuidadoso. Sean bienvenidos a los cincos dragones.- dijo mirando a ambos hombres. - Si gustan sentarse por aquella mesa, les serviremos de la sopa de puchero y responderé a todas sus preguntas. ¿Qué me dicen? Hace rato que no tengo una buena charla... ¿sus nombres?- preguntó con descaro. La dueña del lugar desplegaba un aura de simple bondad. - Mi nombre es Emaline Yaseth, y soy quien administra este humilde lugar.

Los dos hombres (Lobo Blanco y Anubis) se giraron y pudieron observar que ahora el anciano hombre compartía una charla con una mujer de constitución media, con acentuadas curvas y una clara y suave piel.

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25/09/2017, 15:45
Dungeon master

Lobo Blanco sintió que su alma se paraba unos instantes al mirar aquella joven de plateados cabellos. Instintivamente se llevó una mano a sus mechones. Pero volvió a concentrarse en Emaline que lo observaba con una sonrisa.

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25/09/2017, 15:47
Dungeon master

El anciano desprendía un hedor a pudredumbre intenso y un rostro lleno de arrugas fruto de la edad. Apenas pudo responder a Kairi con un balbuceo
- buwwe... nowww... rewwstou...-

A pesar del buen corazón de la mujer, nunca había visto nada como aquello...

Notas de juego

Por ahora, destinatarios solo vos.

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25/09/2017, 15:57
Dungeon master

Okodar salió de la habitación sin prestar demasiada atención a la habitación. Solo juntó sus cosas y salió a buscar cualquier pista que le llevara a resolver sus dudas. Bajó por las escaleras (pues ese piso estaba lleno de habitaciones cerradas) a un piso donde había un par de puertas cerradas y un salón con cuatro mesas redondas. Una baranda de madera permite mirar hacia otro piso inferior, en donde Okodar pudo observar movimiento. Había apenas un par de personas charlando y comiendo. 

Notas de juego

Por ahora, solo vos destinatario.

 

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25/09/2017, 16:18
Lobo Blanco

Me disponía a tomar el camino hacia la mesa más apartada y discreta, para permanecer sólo y tranquilo hasta tener la oportunidad de conversar con la mujer de la que había hecho referencia aquel camarero. Sin embargo, antes de tener la oportunidad de obtener una respuesta por parte de éste, una mujer surgió de las cocinas del establecimiento. Su aspecto no llamaba demasiado la atención, más allá de su rostro, que estaba imbuido de una cierta amabilidad que costaba encontrar dentro de los muros de una ciudad. En los campos, sin embargo, no me era desconocido un trato amable y respetuoso por parte de las gentes que sentían respeto a mi oficio y devoción, gentes que sabían de la importancia que la naturaleza tenía en sus vidas.

La dueña del local, o regente según sus propias palabras, nos invitó tanto a mí como a aquel desconocido que decía estar buscando a alguien, a tomar asiento en la misma mesa para poder hablar con ambos. Eché un breve vistazo al desconocido, sin acritud ni crítica alguna, tan sólo para observar en detalle cualquier signo distintivo en él, y devolví mi atención a la posadera.

Por supuesto, señora Yaseth. Mi nombre es Lobo Blanco, druida al servicio de Chislev y nómada de nacimiento. -Me presenté, apoyando una mano en mi pecho e inclinando mi cabeza ligeramente- Aguardaré donde ha indicado. -Acepté, girándome, momento en que miré directamente a aquel desconocido, inclinando mi cabeza también- Buenos días también a usted.

Fue en ese instante, al encarar el camino entre las mesas hacia el lugar que la posadera indicaba, que me percaté de que aquel hombre de avanzada edad no estaba sólo. Le acompañaba una joven de cabellos plateados, una estampa que me forzó a contener el aliento unos breves instantes. Antes de darme cuenta de ello, mi propia mano acariciaba la punta de mis mechones más largos, del mismo color plateado. ¿Cómo era posible? No era un miembro del pueblo élfico, era una extraña rareza ese cabello... como lo era el mío. Parpadeé, incrédulo, y torcí la mirada hacia la posadera de nuevo, pero me había despedido de ella para acudir a una mesa a esperarla, de modo que me dispuse a hacer eso, sin poder apartar de mi mente completamente aquel misterio.

Notas de juego

No me ha quedado claro si la posadera nos ha indicado la mesa de esos dos u otra. Lo dejo así, abierto, para sentarme donde corresponda.

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25/09/2017, 17:40
Kairi Moonlight

Al acercarme al anciano, en seguida noté el olor que este desprendía, como si estuviera en las mismísimas puertas de la muerte. Había visto a mucha gente enferma, incluso durante sus últimas horas, pero nunca nada como aquello. El hombre ni siquiera parecía poder hablar con claridad, apenas balbuceando lo que parecían un par de palabras.

- Gracias, buen hombre. – le respondí con amabilidad, sentándome frente a él a pesar de que comenzaba a pensar que realmente no obtendría información alguna de aquel anciano, pero seguro que este agradecía algo de compañía. - ¿Está buena esa sopa? Quizás debería comer algo yo también. – dije con una sonrisa, mirando después hacia la barra, dispuesta a pedir al posadero que se acercara para ordenar algo que poder beber o llevarme a la boca.

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25/09/2017, 17:44
Anubis

 Le dediqué a la duela del establecimiento una leve reverencia antes de responder:

 - Yo soy Anubis, mi señora. Perdonad si me he mostrado impertinente con mi búsqueda, pero tengo motivo para creer que el hombre que busco podría ser alguien peligroso.

 La sensaciones que percibía de él no daba lugar a dudas, eran las que me daba alguien con quien no querrías encontrarte a solas en medio de un callejón oscuro.

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25/09/2017, 16:53
Okodar

   Una posada.. Él había estado antes en lugares parecidos, aunque nunca en la habitaciones pues, las pocas veces que durmió en esa clases de establecimientos siempre lo hizo en el establo. Normalmente los propietarios preferían que no compartiese piso con los "clientes civilizados" y cobraban una tasa mayor para desanimarlo. La verdad, a Okodar le importaba poco donde dormir y sólo necesitaba cerrar los ojos para descansar, esa es una de las cosas que se aprenden cuando eres esclavo.

   Tanteó un par de puertas para asegurarse que estaba tan cerradas como parecían y avanzó por el corredor, luego bajó un trecho de escaleras y descubrió que el edificio no era de dos piso sino de tres. Más lujoso que cualquier posada anterior.. El lugar estaba casi vacío, nada raro tomando en cuenta que la tarifa de un local así debería ser alta. Por un momento Okodar se asustó al pensar en la cuenta, pero recordó que, al igual que el resto de sus pertenencias, su saco de monedas estaba intacto y aún tenía algunas monedas. Mas de cinco, para ser exacto..

   Las mesas le recordaron que no había comido desde hace varias horas pero el estomago tendría que esperar, lo primero era averiguar que hacía allí. Tomó aire y saludó a los presentes tratando de usar una voz amable. -Throm-Ka. Quizá hubiese sido mejor que usase la lengua ogra y sus sonidos toscos y fuertes.

Notas de juego

Throm-Ka es "bien hallado", una forma orca de saludar.
Como no existe un idioma ogro oficial, usaré una mezcla de la lengua negra de Tolkien, el dialecto de los orcos de Warcraft y alemán para darle forma. Si te parece bien, claro está.

En cuanto a lo otro, gracias. Estoy mejor, es que en menos de dos semanas varios familiares cercanos (muy cercanos) se han ido del país y me pegó bastante. Una mezcla dificil de alegría y esperanza con tristeza y miedo, que desafortunadamente se hace cada vez más común aquí.

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27/09/2017, 00:01
Emaline Yaseth

Anubis y Lobo Blanco se sentaron en la mesa que Emaline les había señalado. Llevando consigo dos sopas calientes y una hogaza de pan, les sirvió con habilidad a ambos jovenes.

- Son años atendiendo mi posada..- dijo casi ruborizándose.- ... mi padre y su padre antes que él me inculcaron de chica la pasión por los negocios familiares.-

Se sentó pesadamente frente a sus comensales. Las arrugas del rostro mostraban el paso y el peso de los años. Podría mostrarse feliz en aquel lugar, pero algo en ella indicaba que a veces deseaba haber tenido otra opción.

Miró primero a Anubis. 
- No tienes por qué preocuparte.- le dijo tocando un extraño anillo que llevaba en la mano izquierda. - Aquí no puede entrar gente peligrosa, créeme, sé lo que te dijo.- la firmeza de su voz y la seguridad de sus ojos indicaron a Anubis que hablaba en serio. - Lamento no poder ser de más ayuda, pero Alak hubiera notado si alguien andaba por aquí...-

 

Luego miró a Lobo Blanco, aquel hombre alto y de mechones dorados. Se quedó unos segundos en silencio contemplando su rostro, algún extraño parecido quizás, Emaline no podía recordarlo.
- Lamento no ser de mucha ayuda tampoco...- dijo observando su mochila. -... Podría intentar mirar los pergaminos, pero la posada ha pasado mejores épocas, y nos vimos obligados a vender todo lo que había en la bodega de mi padre. Y entre esas cosas figuraban muchos libros y pergaminos entre otras cosas.- hizo una pausa mientras se rascaba el mentón.- ... había una época en donde los viajeros le regalaban cosas, o permutaban muchas veces por una habitación o una bebida. A veces solo se olvidaban las cosas en la habitación... te sorprendería saber las cosas que se encuentran en una posada...- 

Cuando Emaline descansó, lista para responder más preguntas pasó algo que llamó su atención...

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27/09/2017, 00:02
Dungeon master

Kairi miraba hacia la barra para pedir comida cuando vio bajar de las escaleras un enorme... ¿Ogro? que saludaba en un extraño idioma. Pero un seco ruido llamó su atención y se giró en dirección al anciano. El hedor aumentó significativamente, su boca se abría y cerraba en un extraño balbuceo o antiguo cántico. Sus ojos aunque blancos, parecían estar saliéndose de sus órbitas. Levantándose con dificultad levantó una mano hacia la joven...

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27/09/2017, 00:03
Dungeon master

Okodar bajaba pesadamente por las escaleras hacia la planta baja. Aún le dolía el cuerpo y la cabeza le estallaba. No sabía qué hacía ahí, cómo había terminado allí. Alcanzó a ver a un camarero concentrado detrás de la barra que había al lado de la escalera, una joven de pelo plateado y corto hablando en una mesa con un... ¿anciano?, y dos hombres hablando con una mujer en otra mesa. La tercer y más amplia mesa parecía vacía. 

Okodar saludaba mientras observó que la joven de pelo plateado se giró a mirarlo, pero su atención se volvió rápidamente al viejo que se levantaba de su lugar. Realmente tenía un aspecto lúgrube...

Notas de juego

Me encanta lo del dialecto... me gustan esas cosas

Respecto a lo otro, te entiendo... no sé qué pasa particularmente en tu caso, pero yo dejé a toda mi familia a los 18 años (mis papás y cuatro hermanos) para irme a vivir a 3.200 Km de mi ciudad... fue duro al comienzo...

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27/09/2017, 00:04
Anciano

El anciano sentado en la mesa con la joven (Kairi) se levantó bruscamente y emitió un gemido lo suficientemente fuerte como para rivalizar con una banshee. Después se avalanzó sobre ella con ambas manos. Sin alcanzar a tocarla, el anciano gritó nuevamente con aquel timbre que arruina hasta los sueños más profundos. Empezó a temblar como si una enfermedad estuviera atacando el centro de su ser y con voz profunda y silvante gimió

- Las estrellas se están moviendo en un esquema tan astuto como divino; tened en cuidado con los espectros de la noche, con los designios invisibles; la llave que ahora tenéis es deseada; ¡Protegeos de la obsesión ARDIENTE!!.

Al decir ésto último, se echó hacia atrás. De repente su cuerpo se rodeó de llamas blanco azuladas que crepitaron a su alrededor antes de explotar, atrapando a Kairi en una onda expansiva fantasmal. 

Notas de juego

Kairi, Reflejos CD 12

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27/09/2017, 06:46
Lobo Blanco

Había quien consideraba inadecuado degustar alimentos en presencia de alguien que no hacía lo mismo. Convencionalismos como aquellos, que llamaban civilizados, me resultaban artificiales y carentes de sentido alguno. La mujer había servido la sopa para que la comiéramos, de modo que, aunque ella se sentase a nuestra mesa sin más intención que la de conversar, no vi motivo alguno para no arrancar un trozo de pan de aquella hogaza y mojarlo en la sopa para comenzar a dar cuenta del plato. Enarqué una ceja ante su gesto con el anillo, unido a tamaña seguridad de que ninguna persona peligrosa pudiera acceder al local. Me pregunté si ambas cosas pudieran estar relacionadas, y qué tipo de brujería podía obrar tal relación. Pero, aunque mi curiosidad era mucha, tales asuntos no me concernían. Debía aprender a mantener mi curiosidad a raya. Me extrañó el silencio posterior, pues la mujer posaba sus negros ojos en mí sin que pudiera saber lo que pasaba por su cabeza. Aquello pronto perdió toda importancia, reemplazado por una intensa decepción. Al parecer, había llegado a una vereda sin salida, pues la adquisición de aquellos pergaminos databa de una época en que no era ella, sino su padre, quien regentaba el establecimiento. No habría información que obtener por aquella senda, y aquello me dejaba escasas opciones. Tal vez fuera escritura mágica, en lugar de un idioma. Aquella era una posibilidad que merecería la pena explorar. Debo entender que no existe posibilidad de poder hablar de ello con vuestro p... Aquella frase, cargada de desánimo y desesperanza, no alcanzó su final. Un movimiento repentino me hizo alzar mi cabeza como haría un animal del bosque, alertado de un peligro que enfrentar o del que huir. No solía existir una tercera respuesta lógica. Aquel anciano se había puesto en pie, elevando su voz en un quejido que helaba la sangre, y comenzó a la mujer de cabellos tan inusitadamente similares a los míos, cerniéndose sobre ella aún sin llegar a tocarla. ¿Era aquello algo "normal"? ¿Estaba aquejado aquel anciano de algún tipo de enfermedad? Lo desconocía, pero me puse en pie lentamente, dando un paso hacia atrás para tomar distancia. Una medida de precaución. Fue entonces que comenzó a hablar, en un galimatías ininteligible. Estrellas, esquema, divino... Desconocía si sus palabras guardaban algún tipo de sentido, pero atraparon mi atención, haciendo que torciera mi cabeza como un cachorro curioso. Espectros, designios... Aquello no tenía sentido para mí, como la mención a una llave. Podían ser simples delirios de una mente con la cordura extraviada o perdida para siempre, pero al hacer mención a una ardiente obsesión, demostró que había más en aquel anciano de lo que parecía. Mis ojos se abrieron de par en par, aunque pronto tuve que cubrir mi rostro con el brazo, pues su cuerpo se había rodeado de llamas antinaturales, que terminaron por explotar en una gran llamarada. Me eché al suelo, clavando la rodilla, y cuando la llamarada se consumió volví a mirar, queriendo comprobar el resultado y cómo podría haber afectado al anciano o a la mujer. Lamenté recordar que la naturaleza no iba a concederme poder sobre la vida y la muerte, aquel día. El poder de la sanación no había entrado en las oraciones de mi meditación al amanecer.

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27/09/2017, 10:10
Kairi Moonlight

Miraba hacia la barra en busca del posadero cuando me sorprendí viendo a una especie de ogro bajando por unas escaleras que había en el lugar. Emitió un sonido que a pesar de no entender supuse que era alguna especie de saludo, y a punto estuve de devolvérselo cuando me vi obligada a girarme, al haber escuchado un ruido seco.

De pronto aquel nauseabundo hedor se había acentuado sobremanera, mientras el anciano continuaba balbuceando, esta vez una especie de raro cántico; al mismo tiempo que sus blancos ojos parecían querer escapar de las cuencas. Me asusté un poco, pero traté de mantener la compostura, hasta que el hombre se levantó y empezó a estirar una mano hacia mí.

Me eché hacia atrás ligeramente, lamentando el mal que podría acosar a aquel hombre para estar en aquel estado. Me preguntaba si podría hacer algo por él, pero pronto me quedó claro que lo que fuera que le sucediera estaba fuera de mi alcance. Dejó escapar un sonoro quejido antes de abalanzarse sobre mí haciendo uso de ambas manos. Fue entonces cuando me puse en pie, consiguiendo que no me alcanzara, pero antes de que pudiera reaccionar a hacer algo por él, o algo contra lo que fuera que le estuviera poseyendo, otro estridente sonido hizo de antesala de unas más que enigmáticas palabras.

Temblando, el hombre se pronunció de forma clara, como no había hecho hasta el momento; antes de retroceder y verlo rodeado de llamas blancas y azules, colores que si bien me evocaban bondad, no fue así en aquella situación. Fue entonces cuando cubriendo mi rostro con ambos brazos comencé a retroceder, mientras aquellas llamas crepitaban y terminaban convirtiéndose en una espectral explosión.

- Tiradas (1)

Motivo: TS Reflejos

Tirada: 1d20

Dificultad: 12+

Resultado: 20 (Exito)

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27/09/2017, 14:07
Anubis

 Miré sorprendido al anciano llameante y luego le pregunté a la posadera, perspicaz:

 - ¿Mi encapuchado no ha podido y él si que a podido entrar?.

 A continuación, sin perder de vista a las llamas, me acerqué a la joven con la que había estado hablando el anciano y le pregunté, preocupado:

 - ¿Te encuentras bien?. ¿Estás herida?.

Notas de juego

 Ja, ja, ja. ¡Después de esto, Emaline a quedado fatal!  ;P

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27/09/2017, 15:33
Emaline Yaseth

Emaline se llevó las manos a la cara asustada, su rostro se había vielto pálido de terror

- Pero, ¿Cómo...? ¿Qué... sucedió?- la posadera miraba atónita a Anubis - Pero si yo... no puede ser- dijo mirando si anillo que no relucía ni parpadeaba...

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27/09/2017, 15:36
Alak - Camarero

El camarero apenas si mostró expresión en ese rostro inexpresivo. 

-¿Qué le has hecho?- le preguntó diramente a Kairi mientras sus músculos se tensaban

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27/09/2017, 16:03
Lobo Blanco

Me alcé del suelo cuando pude comprobar que las llamas habían remitido. Enarcando una ceja, recorrí con la mirada los resultados de tan inusitado suceso, al tiempo que escuchaba las voces a mi alrededor. El anciano estaba en el suelo, calcinado por el fuego azulado, que casi había alcanzado también a la mujer de cabello plateado. El desconocido que compartía mesa conmigo no tardó en acudir a interesarse por su estado, no sin antes lanzar una velad acusación a la propietaria. Y es que, para mi desconcierto, en la estancia se encontraba con nosotros también un enorme semiogro, que debía haber descendido aquella escalera desde la planta superior. ¿Qué relación tenía aquello con el anillo que la mujer portaba, y sobre el que se centraba su atención? Algo no debía ir bien, y comencé a sospechar que se trataba de algún tipo de objeto mágico cuyo efecto no había funcionado como debía. ¿Qué había sucedido, exactamente? Traté de rememorar los acontecimientos, el modo en que aquellas llamas habían surgido, chisporroteado y aumentado hasta implosionar. ¿De verdad había sido algo que le hubiera hecho aquella mujer? No tenía demasiado sentido, pero quizás podía determinar el origen de todo aquel mal. Tan sólo debía recordar, analizar mi experiencia y la de quien me había precedido, y determinar qué era lo que había sucedido. Y de dónde procedía aquella magia.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Conocimiento de conjuros

Tirada: 1d20

Resultado: 14(+3)=17

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27/09/2017, 16:49
Kairi Moonlight

Gracias.

No me cabía la menor duda de que mi diosa me había favorecido a la hora de escapar de aquella inesperada explosión, pues a pesar de mis escasas aptitudes físicas me alejé rauda del peligro, saliendo completamente ilesa.

Retiré los brazos de mi rostro, confundida, observando cómo del anciano no quedaban más que restos calcinados. En ese momento mi rosto se llenó de horror, dirigiendo mi mirada después hacia un lateral, desde donde me llegó una voz masculina. Era un hombre de larga melena castaña, que me preguntaba por cómo me encontraba.

- S-sí, estoy bien… - respondí desconcertada, dejando que mis ojos azules regresaran de nuevo a los restos del anciano, hasta que otra voz de hombre me sobresaltó. - ¿Y-yo? No he hecho nada, señor, s-sólo hablaba con él, y entonces… No sé qué ha pasado. – respondí temerosa al camarero.