Partida Rol por web

"El peligro unía almas" era un dicho popular entre los aventureros y muy acertado. Un grupo que se hizo a partir de la negociación de una y otra parte y ahora compartían camino y una misma senda, empezaba a estrecharse los lazos. Los sonoros e intermitentes ronquidos de Bofrund ya no eran una molestia, por el contrario arrullaban y ayudaban a conciliar el sueño, el juicioso estudio de Dalla a primeras horas de la mañana ya era un ritual que los demás empezaban a disfrutar, ya no exasperaba a los más impacientes.

Las modestas historias de Karian sobre sus origenes en los bajos rangos, servían para amenizar una cena que Kroner preparó con gran esmero para sus compañeros. La camaradería era un signo presente en todos, incluso en el apático mediano, último en sumarse a la comitiva.

 Con la nariz limpia y reluciente, el mediano empezó a desapuntalar la puerta mientras el resto hacía sus rituales matutinos, estaba emocionado e impaciente por salir a ese torreón maldito, sin saber aún lo que les aguardaba. Su temple era admirable y su valentía era inversa a su tamaño.

- Gonkar tocar puerta principal y picar con lanza uno a uno que sale de edificio. -Dijo, con tono serio a pesar de que cualquiera se lo podría tomar como broma. Gonkar no temía en ir a tocar la puerta del enemigo y enfrentarlo cara a cara. Quizá porque aún no había llegado la oportunidad de encontrarse con algo más grande de lo que pudiera tragar.

Finalmente Wim agradeció la preocupación, pero se abstuvo de seguirlos hasta aquel maldito lugar. Prefirió tomar camino desde la cabaña hasta Filo del Invierno. Asintió ante la encomienda de Dalla y prometió hacer lo posible por impedirlo, incluso si ello significaba robar un grillete de la antigua cárcel y amarrarse a él.

Por fin el grupo decidió dirigirse al torreón. Apenas salir de la cabaña, el frío impactó como mil cuchillos clavándose en la cara, incluso el mediano empezaba a tiritar a pesar de estar cubierto en su gruesa piel de oso. Así emprendieron el camino hasta la antigua estructura.

Y allí se hallaban, justo donde habían encendido la hoguera el día anterior, las cenizas y la madera gastada aún se hallaban ahí, el cielo estaba completamente encapotado por nubes grises amenazantes de tormenta, y parecían girar en un espiral en torno al lugar donde se encontraban, el día hacía que se pudieran apreciar mejor las cosas...

Era hora de tomar una decisión crucial: O entraban por la puerta principal , o entraban por el sótano. El día apenas empezaba y con él llegaría la prueba más dura del grupo de aventureros...

Los preparativos fueron rápidos, después de todo ya sabían a dónde irían y ninguno quería retrasar el momento. Kroner fue atento todo el camino para no recibir un ataque sorpresa como el del día anterior, y cada tanto miraba cómo estaba Dalla. Parecía sobrellevar bien todo esto.

-Amigo, a veces hay mejores formas de hacer las cosas- le dijo a Gonkar con una sonrisa helada por el frío circundante -Es mejor aprender del enemigo primero y después atacarlo cuando más débil está... como cazan los lobos- y le guiñó un ojo.

Kroner siempre había admirado a las manadas de lobos a la hora de cazar, de cuidarse los unos a los otros, de calcular y no morir inútilmente. Eran un ejemplo para el cazador.

-Creo que lo mejor sería el sótano- dijo el explorador -Con suerte no nos verán llegar y podremos sacar algo más en limpio antes de enfrentarnos al enemigo... y cuando lo hagamos tendremos la ventaja de no ser muchos y poder defendernos mejor- no quería tratar lo que sucedería si no tenían suerte, todos se lo podían imaginar.

Ahora quedaba por ver qué querían hacer los demás, después de todo, habían estado eligiendo sin muchos problemas de parecer. Y ahora se jugaban un riesgo importante.

Parado ante las cenizas de su antigua hoguera, Bofrund contempló el sombrío torreón. Khes había empezado con mal clima. El cielo podía venirse abajo en cualquier momento, las formaciones de las nubes eran casi tan tétricas como la propia torre y si el metal de la armadura no era suficiente como para recordarle el frío que hacía,el vaho de su aliento se encargaba de ello.

Bofrund simplemente asintió con la cabeza, ya había terminado la hora de discutir. Se sacó el escudo de la espalda y luego asió su martillo. Miró a sus compañeros un momento, luego al torreón y al final volvió a girar la cabeza hacia su compañia.
—Vamos—dijo secamente—, si algo va a congelarnos que sea el frío y no el miedo.

Dicho esto, comenzó a andar hacia el torreón, desviandose hacia un costado. Estaba buscando la trampilla del sótano. El asunto estaba zanjado.

Dando paso al camino que ya estaba trazado, el grupo se dirigió al torreón, mientras Wim, tomó otro camino hacia Filo Del Invierno. El frio de esta mañana era mas de lo que Elden esperaba y las nubes parecían amenazar tormenta. Había que dar pronto con el meollo de todo esto y ponerse a resguardo.

El pasadizo, parece ser lo mejor. Con lo pasado anoche, ya el enemigo debe estar prevenido. dice mientras se acercaba en primera línea a donde estaba el portón secreto. El elfo agudizó sus sentidos, para descartar cualquier posible emboscada.

Hay que tener cuidado al abrir la puerta, no sé si pueda volver a activarse la trampa de las que les hablé. Elden imaginaba que si nadie había manipulado la trampa, esta no tendría porque volver a activarse. En todo caso, había que ser precavidos.

Esta vez, le gustó que Bofrund hubiese decidido tan rápido, por un momento pensó que tal vez sería más difícil. Pero tal vez se trataba de entrar a un túnel y, ¿qué mejor que un enano para ir bajo tierra?.

Tomó su arco y siguió a los demás, atento a los alrededores, y luego a la puerta para ayudar a Elden a buscar cualquier cosa que pudiera llamar la atención.

Era difícil predecir el clima con esos efectos sobrenaturales sacudiendo el cielo. Unos nubarrones de esas características eran indicios de colosales tormentas, pero al parecer ese era el cielo normal en la zona de filo del invierno. Pero en ese sitio, las nubes se acumulaban en torno a aquel maldito torreón. Si hubiera algún vestigio de duda del origen del invierno antinatural, la imagen del cielo la despejaba por completo.

El grupo rodeo la estructura de piedra maciza hasta la parte trasera, justo donde las puertas que conducían bajo tierra posaban sin ser tocadas desde muchos años atrás. Elden se cercioró de que todo hubiese quedado según lo había dejado el día anterior y así fue, no habían huellas dibujadas sobre la nieve ni indicios de que la puerta hubiera sido manipulada.

Elden volvió a advertir de la trampa de la que había sido víctima: Al abrir la puerta, una ráfaga de aire congelado lo había impactado. Supusieron que al activar la trampa, esta ya habría descargado su peligrosidad. Aún así, tomaron todas las precauciones necesarias para abrirla. 

Nada sucedió al abrirse las puertas.

Unas escaleras avanzaban hasta la profunda oscuridad, ni la infravisión del Enano pudo discernir lo que había abajo, solo veía escaleras descendiendo hasta donde sus ojos podían observar. Pero Dalla, Gonkar, Karian ni Kroner poseían los sentidos de infraoscuridad de sus compañeros, y sin duda sería necesario encender algún tipo de iluminación antes de iniciar el descenso.

Karian se situó en retaguardia, la torre seguía provocándole un cosquilleo en la nuca, mezcla de inquietud y miedo. Agarró con fuerza el escudo y la espada y miró desafiante la negrura que se abría ante ellos. Luego miró a sus compañeros y sintió que era allí dónde debía estar, dónde los dioses querían que estuviese

Miró hacia dentro, y no veía nada. Miró hacia el cielo, y no era una perspectiva más alentadora. Ya no había dudas de que allí era donde tenían que ir.

-Tal vez haga falta una para la retaguardia y otra para el frente- dijo Kroner sacando una y poniendo manos a la obra para encenderla.

Miró a todos un momento, y luego volvió a hablar, dirigiéndose a Bofrund y Gonkar.

-¿Les parece bien el orden de marcha que propuse o prefieren cambiarlos? Lo cierto es que si hay trampas, deberían estar atentos e intentar verlas antes de que se activen- dijo el explorados, abierto a cambiar de lugar si preferían que él fuera delante.

El panorama no dejaba de lucir tétrico. Aquellas nubes revelaban que el origen del frió sobrenatural, provenía del torreón. No se sabía quien estaba detrás de todo esto, pero lo que era seguro, es que lo que sea que tramase, no traería nada bueno.

Nuevamente los ojos del vigía se topaban con la oscuridad de aquel lugar. Cada paso debía ser cuidadoso, pero sin duda parecía mejor que entrar por la puerta principal. Espero a que los demás encendieran sus antorchas, mientras, esperaba que en el pasadizo hubiesen ubicadas algunas para la iluminación del mismo.

El elfo se puso al frente de la comitiva, a sabiendas de que el parecía ser el que mejor reflejos tenía. Trato de observar muy bien el suelo y advertir cualquier irregularidad el, tal vez algún hilo extraño, alguna baldosa desajustada o cualquier otra cosa que pareciera amenazante. Enden esta atento a cualquier sonido que le recordara aquel doloroso "click"

Dalla tocó la punta del arco de Elden y éste brilló con la luz de una antorcha. La maga sonrió al elfo e intentó animarlo, ya que el suyo era el puesto más peligroso, en vanguardia.

-Ánimo! Estamos contigo -dijo.

Después, retrocedió hasta su posición, casi en retaguardia y preparó las palabras de los conjuros que había estudiado. A partir de aquel momento podía pasar de todo.

El tunel descendía y se perdía rápidamente en la oscuridad. Tras el elfo, Bofrund comenzó a bajar las escaleras con cuidado. Le parecía que a pesar del viento, reinaba un silencio casi ominoso que le daba miedo interrumpir más de lo necesario. Los pies de Elden apenas raspaban contra la superficie, casi podía decir que la mirada escrutadora de sus ojos era más ruidosa que sus paso, pero él llevaba una armadura bastante pesada encima y era imposible evitar el entrechocar del metal tras cada movimiento.

El enano se guardó para sí todas estas preocupaciones y se limitó a avanzar hacia las -ahora-no-tan-oscuras- profundidades de la tierra. Detrás de su compañero que iluminaba el camino con el arco encantado, el enano se adentró escudo en alto hacia el interior del Torreón.

El grupo se preparo para ingresar a la profunda oscuridad subterránea de aquel tétrico lugar. Valientemente, Elden se echó al hombro la responsabilidad de guiar aquel camino subterráneo, era paradójico que un Elfo guiara a un Enano bajo tierra, pero si algo era cierto es que eran un grupo de aventureros y cada uno tenía un rol que desempeñar.

La estreches de las escaleras solo permitía avanzar en fila india. El Arco de Elden -gracia a la magia de Dalla- desprendía una luz radiante que amortiguaba el lúgubre aspecto de ese extraño lugar. A medida que avanzaban, Bofrund obsevaba las paredes, el techo y el suelo, conocedor de la piedra y el talle en la roca. 

Las escaleras, eran de excelente manufactura, al igual que las paredes y el techo, eran de mampostería. Ladrillos pegados con argamasa y perfectamente alineados. Algunos ladrillos faltaban producto del tiempo y el desuso, pero en general era una estructura que se mantenía casi íntegra.

Con las armas desenfundadas continuaron el descenso, el único sonido que se escuchaba eran las piezas de las metálicas armaduras rozando entre si. 

Al final divisaron el fin de las escaleras y el inicio de un pasillo que se ensanchaba hasta permitir el paso de tres personas a la vez. El olor a guardado y a humedad invadía los sentidos y las telarañas evidenciaban el nulo tránsito de personas por ese lugar. A diferencia de las escaleras, este pasillo tenía las paredes talladas sobre el terreno, tierra compactada, raíces y piedras y rocas se aglutinaban para formar las irregulares paredes. El techo se sostenía por estructuras rústicas de madera que ahora estaba podrida y amenazaba con colapsar en cualquier momento y el piso era irregular al igual que las paredes.

Pero aquel pasillo ancho heló la sangre de todos al lograr ver lo que había a lo largo de sus paredes: 5 pilas de huesos amarillentos cubriendo un pedestal de medio metro de altura. Cada pedestal sostenía una calavera inherte que intimidaba a los intrusos con sus cuencas vacías.
En total habían 10 pilas de ellas, 5 en la pared norte y 5 en la pared sur.

Al final del pasillo, volvía a estrecharse y seguir hacia la oscuridad.

Elden avanzó con total cuidado, mientras notaba como Bofrund trataba de igualarle el paso. Al parecer, al enano no le hacia mucha gracia que un elfo le guiara bajo tierra, pero dejando a un lado esa idea, mientras el vigía trataba de divisar alguna trampa, el guerrero se dispuso a analizar la composición del terreno por el que se movían.

Aquella magia de Dalla, era realmente sorprendente. Ahora el arco de Elden brillaba y este podía ver bastante bien por donde iba. Aunque no era nada alentador el panorama y lo fue mucho menos cuando se toparon con aquellos montículos de huesos. Que rayos les había pasado!? Quien o que se había tomado el trabajo de apilar así aquellos huesos?

El vigía hizo una señal para indicar que se detuviera la marcha y puso un dedo en su boca para solicitar que no hicieran ruido. Si era una criatura el que había devorado a aquellas desdichados en vida, seguramente esta sería su cueva y no debería estar lejos.

Elden se acerco a la pila de huesos (o a los huesos mas cercanos) para analizar si en estos habían brutales fisuras que hicieran notar la marca de colmillos o fracturas por una fuerza descomunal. En caso contrarío, se podría pensar que los cuerpos fueron puestos uno sobre otro y simplemente el paso de los años y pequeños animales, se encargaron de arrancar la carne de ellos.

Kroner intentó observar qué sucedía más adelante. La idea de la retaguardia ya no le estaba gustando tanto. Dudaba que aquellas criaturas fueran a encontrar esa entrada, y antes de adentrarse, había borrado las huellas y señas de que hubiesen estado allí. Tal vez así no habría problemas en su espalda.

Pero lo que tenían adelante ya era suficientemente peligroso y misterioso. ¿De qué se trataba eso? Cuando vio a Elden acercarse a los huesos, pensó: "No los toques... no los toques..." pero no quería emitir sonido alguno. Si había una criatura escondida o acechando, el sonido sólo la alertaría.

Empezó a tensar su arco sin darse cuenta, sin la flecha que sostenía en su mano izquierda, y lo fue soltando de a poco. No le gustaban esos momentos en los que no sabía a qué se enfrentaba, por eso prefería cazar gigantes: no eran muy sutiles. Pero a eso se sumaba el estado del túnel, que no parecía ser muy estable.

Dalla se temió al ver los huesos que se tratara de alguna trampa mágica. Quizás fueran esqueletos que se activarían al pisar una runa. Una idea se le pasó por la cabeza.

-Si me dais unos minuto, puedo realizar un ritual que me permita detectar si hay algo mágico en esas pilas de huesos.

Elden detuvo su paso al escuchar las palabras de Dalla. La idea de un ritual, le hizo pensar en algo largo y dispendioso a manos de un chaman. Si la maga estaba segura de lo que decía, el vigía esperaría, pero sino, seguiría con su idea inicial y examinaría los huesos mas cercanos a él. Era mejor hacerse a una idea de lo que había matado a los dueños de estos esqueletos o seguramente, los huesos del grupo pasarían a hacer parte de la colección.

Karian se detuvo junto a Dalla y miró a la montaña de huesos. No veía posibilidades de que allí hubiese magia, pero qué sabía él de la magia
Miró alrededor, buscando un sitio en el que colocar la antorcha si la intuición de la maga era correcta. Odiaba pelear din su escudo, se sentía desnudo sin su protección.

El aire era húmedo y arrastraba el tufo característico del encierro. Sin embargo, no dejaba de sentirse el horrible frío que venía de afuera. Esto sumado al inquietante espectáculo hizo al enano temblar, aunque no sabía si por repulsión, miedo o falta de temperatura. Se hizo a un lado, para dejar a la maga actuar. El enano se miraba los pies con nerviosismo y no paraba de balancear levemente el martillo; era la primera vez que estaba tan incómodo bajo tierra, y eso solo ya era de por sí inquietante.
Claro que había estado alerta en la cueva de la que habían expulsado a los kobolds, pero esto era diferente. La tensión se le hacía casi palpable, y el tener que esperar lo hacía peor. Si fuera por él, aplastaría las pilas de huesos para asegurarse de que no había nada ahí y seguiría adelante, pero sabía que eso probablemente no fuera lo más prudente.

Los héroes sopesaron que hacer al ver aquellos pedestales cubiertos de huesos amarillentos rematados con tétricas carabelas, testigos mudos de algo vil y oscuro. Elden al acercarse llevado por la curiosidad vio que aquellos huesos amarillentos, se mantenían en perfectas condiciones, sin signos de haber ser roídos. Así mismo vio que habían sido dispuestos con precisión, siguiendo algún tipo de orden que no tenía sentido para el.

Bofrund bufo y aviso al elfo- No toques nada.- Que me aspen! Esto apesta. 

Dalla inició un ritual mágico que le permitiría hallar magia en el lugar. Tras un breve lapsus de tiempo, pronuncio unas palabras de poder mágico. De súbito un fogonazo golpeó la cabeza de la maga haciéndola perder el equilibrio ligeramente, sintiéndose momentáneamente confusa. Al abrir sus ojos lentamente comenzó a vislumbrar un fuerte color rojizo que cubría la zona de los pilares. - Nigromancia. Es fuertee, nunca había visto nada así. Sintiendo un escalofrío recorrerle la espina dorsal mientras que mantenía el hechizo. Llegando a una temida conclusión. -Esta torre pertenece a un nigromante poderoso! 

Karian asió con más fuerza aún sus espadas cuando escucho la palabra nigromante.

Gonkar moviendo su lanza como si la clavara en el aire, exclamo: Jajaja! Yo atravesar como rata de ahí afuera.

kroner volvió a tensar su arco cuando escucho a Dalla. Comenzó a pensar que quizás estaban en el sitio equivocado, el no temía a nada, pero prefiria luchar contra criaturas vivas.

La curiosidad de Elden fue clausurada por las palabras de Dalla. Aquellos huesos estaban apilados de forma anti antinatural, no se trataba de algo que esperara. Si era el momento de retroceder, había de hacerlo ahora. No es por nada. Pero no sé que tanto podríamos hacer contra quien sea que haya dispuesto estos pilares de hueso y tal vez esto sea algo muy diferente a lo que vinimos a enfrentar. Aún así, si lográramos vencer a lo que sea que habite aquí abajo, tendríamos el factor sorpresa, pero si se sopesa mejor ahora, la idea de ir directo a la puerta principal, parece menos riesgosa, que luchar contra un nigromante. Aunque tal vez esto haya sido creado por el viejo dueño de la torre, este pasadizo no ha sido usado en muchos años, así que nada ha entrado o salido de él.

El vigía hace una pausa para que todos consideren sus palabras y luego continua con un sutil análisis del suelo que pisaban, corroborando lo que hablaba, huellas recientes, huellas lejanas o cualquier marca que indicara que algo o alguien, había estado allí antes que ellos. Me adelantaré un poco... dice siguiendo su barrido visual de la zona, no sin antes poner una flecha en su arco.