Partida Rol por web

Todos se abalanzaron sobre el gran tesoro de la sierpe mostrando diversos objetos a su alrededor. Pocket se encontró un anillo de plata con un granate carmesí, cuando se dirigía a ver como Ghorza  tomaba el Hacha de Guerra. Tomando su diario y un carboncillo comenzó a describir el objeto para llevar un inventario de lo que allí encontraban.

Ghorza por su parte sintió un cambio en su cuerpo. Parecía como si el vello se le pusiera de punta al enarbolar tal arma. Haciéndola girar en el aire vio para su sorpresa que era muy ligera y manejable. Se sintió imparable en ese momento, capaz de hacer cualquier cosa.

Al coger unas monedas de oro, Orsik se percató de una empuñadura con runas que se mostraba libre ante este. Al tirar de la empuñadura vio para su sorpresa lo que parecía el mango de un martillo de guerra enano, sin duda por su excepcional belleza. Según tiraba de este sintió un agradable tacto, lo saco con facilidad de entre la montaña de monedas de oro, observando con disgusto que la cabeza del arma parecía partida por la mitad, faltándole la parte más afilada, quedando solo la parte roma forjada en un extraño metal. Unas runas, cinceladas en la cabeza roma de un metal desconocido, hicieron que sus ojos se abrieran de par en par: “Solo aquellos dignos de él, poseerán el poder de Torm”.

Scrumsh permanecía atento a su ama, mientras que esta se disponía a buscar en la pila del tesoro. Al parecer tenían trabajo allí, ya que el tesoro era de un tamaño considerable, necesitarían varios carromatos para transportar tal cantidad. Algo de lo que carecían ahora mismo.

Mortimer por su parte cogió una extraña bolsa de cuero y la miro con curiosidad.  A unos metros vio lo que parecía un báculo con extrañas runas. Arrancándole un sonoro grito: Mondieu! Que haces ahí cosita miaaa.

Después de disfrutar mi primera vez con mi nueva arma, me di cuenta del tamaño colosal del tesoro encontrado y la dificultad que sería mover todo a la ciudad “Un gran dolor de culo” es lo que pienso mientras comienzo a llenar mis bolsas con todo el oro posible, guardando mi hacha en mi espalda.

“Ahora que todos estamos felices en estos momentos ¿Qué haremos para resguardar este premio?”

Declaro con una enorme sonrisa, aun recogiendo oro.

“Monti ya que eres un amigo de los espíritus y esas cosas complicadas ¿podrías invocar una ilusión o guardianes que puedan cuidar el tesoro?”

Pregunto con una sonrisa mientras trato de buscar alguna y que otra cosa que me pueda servir, como una nueva armadura o una mierda parecida.

Pocket no levantó sus ojos del cuaderno cuando Ghorza dió una brillante idea -JO! Ghorza tiene razón, podríamos dejar esto bajo un conjuro y largarnos a alguna ciudad cercana, alquilamos o compramos un carruaje con algo de este dinero, y nos llevamos todo el tesoro con nosotros!!- En cierta forma no lo veía mal, si bien era complicado tener que gastar una parte del botín, se quedarían con todo, y no tendrían que tener miedo de que los elfos envíen más hombres y descubran el lujoso tesoro

-Quizás no falte tanto para que algunos elfos vengan por su príncipe... Incluso podríamos...- Levantó la vista y observó el cadaver... le dió cierta pena... Negó con la cabeza, no era buena idea... no lo merecía -...Podríamos llevarlo con los suyos...- Dijo un poco más serio y melancólico. "los suyos"... Eso era algo que Pocket no conocía, se había criado en las calles, en una ciudad humana... El resplandor de aquel tesoro lo sacó de sus pensamientos, volvió a sumergirse en su libro, terminando las anotaciones de aquellos objetos

El hechicero semielfo cogiendo el báculo de extrañas runas se dispuso a estudiarlo invocando el poder de él. Dime cosita mía. Que es lo que haces? Invocando el poder arcano del objeto se dispuso a musitar la palabra de mando que le había sido revelada- Abra Cadabra- Un fogonazo verde rodeo a Mortimer seguido de un sonoro Fiuuuuuu. Mierdaaaaaa! Es lo último que se escuchó cuando desapareció el semielfo ante los ojos de sus camaradas, dejando un leve tufillo a azufre allí donde  había desaparecido. Cayendo el báculo al suelo y quedando tendido sobre las monedas de oro junto a la bolsa de cuero cogida por el semielfo, como si nada hubiera sucedido.

Que coñ... ha sucedido! Me cag.. en la p..ta! Nadie sabe que no hay que jugar con la magia. Mirando a continuación en dirección a Ghorza, Pocket y Orsik! Mierda. Esto no me gusta!

Todos parecieron quedarse atónitos durante un breve lapsus de tiempo, esperando a que el hechicero apareciera, pero nada sucedía. Con resignación algunos y con avaricia otros, comenzaron con su tarea de buscar los objetos más importantes y asegurar las monedas. Tenían trabajo por delante.

-.Y eso es porque no confió en la magia-. Expresa el mestizo mientras suspira al ver que el hechicero desapareció en su fallido llamado a una barrera ilusoria…

-. En cualquier caso, Orsik ¿es posible encontrar ese pobre idiota usando tu afinidad con las fuerzas divinas o sobrenaturales o como mierda se llamen? -. La enorme hacha da su ultimo danzar para quedar descansando en el hombro del semi orco-. Creo que por mientras recojamos todas las monedas y joyas posibles para luego partir  y llevarnos a huesitos para que descanse entre los suyos…-. Sus ojos se desvían hacia una cota de malla elfica que se encontraba en algún rincón del botín-. uhhhh interesante... ¿Me puedo quedar con esta belleza? -. sentencia mientras trata, funestamente, de hacer una expresión tierna con sus ojos.

Mis ojos se abren de par en par cuando leo las inscripciones del martillo, y comienzo a darle vueltas, mirando en cada rincón, tocando todos los detalles, con un brillo de emoción en mi mirada. Es una bendición...

Asiento con la cabeza cuando hablan de llevar al elfo a su morada. -Qué honorable idea ha pasado por tu cabeza, Pocket. Deberíamos llevarlo con los elfos lunares a descansar en paz.- No sería fácil ir cargando con más cosas, pero es algo que deberíamos hacer.*

Mientras estábamos en eso, escucho al asombroso Mortimer gritar, y cuando me giro para ver qué sucede, alcanzo a ver un fuego verde que cubre todo el cuerpo del compañero, y luego... nada, no está. -¿¡Qué!? No será un demonio otra vez, ¿no? ¡Malditos!- Me acerco al lugar de la desaparición, para intentar inspeccionar un poco, pero no encuentro rastros. 

Ghorza me pregunta si puedo encontrarlo, pero niego con la cabeza. -No, no está dentro de mis capacidades-. Vuelvo a pensar en los demonios, y las conexiones neuronales me llevan a Pocket. -Niño Pocket, el... ser, o lo que sea, que te acompaña, ¿no sabrá algo?-

Miro hacia el enorme nido, pensando qué hacer. Tenemos lo de Kalanthan, la desaparición de Mortimer, aún no exploramos el nido, y quedan tantas riquezas por revisar... No, esto no será fácil.

Pocket se sorprendió ante la ignición de Mortimer, pero, aún más cuando el clérigo exclamó que podría ser obras de un demonio. -Un demonio?!- Exclamó, mirando a los lados mientras sujetaba su nueva daga con fuerza.

Entonces pensó ante la pregunta del barbudo... -Uhmmm no sé...- No soy un niño, carajo!! Bah, es lo que me gano por fingir como idiota... Al menos sirvió de algo, no??- Entonces miró la daga -Oye, Zangetsu*, sabes algo??- Zangetsu?? Por qué Zangetsu??- Pensó. No era importante realmente, pero aún así, le preguntó a su daga...

Mientras esta respondía, se dispuso a recoger la vara que Mortimer tomó, para analizarla y sumarla a su cuaderno. Aunque en el fondo tenía otra intención... Si el elfo no aparecía, pronunciaría las mismas palabras, y que pase lo que deba pasar. Pocket pensaba que probablemente fue teletransportado, tenía un artefacto con esas propiedades en su cuaderno, pero era una piedra extraña...

Una voz melosa respondió a Pocket- Zangetsu! Amo Pocket. Podéis llamarme como desees siempre que me cuidéis! Exclamó socarronamente con una tenue risita.
Respondiendo a las preguntas del clérigo de Torm, la daga mágica profirió- El cetro posee una poderosa magia. Vuestro amigo jugo con algo que estaba más allá de su alcance. Me temo que la magia salvaje que corría por sus venas le jugó una mala pasada. Creo, que vuestro amigo yace esparcido a vuestro alrededor. Me atrevería a decir que fue desintegrado.

Así que amo Pocket, te recomiendo que no pronuncies la palabra de mando que activa el cetro.

Tras escuchar las palabras de la daga, los compañeros resoplaron cabizbajos al averiguar el destino del excéntrico semielfo. Abrumados ante todo lo vivido, se permitieron hacer un descanso poniendo en orden sus pensamientos. Ghorza admiraba su poderosa hacha de hoja negra mientras fantaseaba con el nombre que le pondría. Orsik por su parte balanceaba el martillo magico esperando ver alguna demostración de proeza o hazaña, pero nada ocurría- quizás el modesto clérigo no fuera digno aún del poder de Torm. Pocket curioso se acercó de nuevo a presentar sus respetos al príncipe elfo, en esta ocasión vio algo que le llamo la atención. Un extraño anillo parecía soldado al guantelete izquierdo, a juego con la armadura. Al trastear el anillo, encontró un resorte. Pulsando este, vio para su asombro que la armadura comenzaba a desaparecer ante sus ojos como si esta se hubiera recogido y guardado dentro del anillo. Whoaalaa! Exclamo el mediano mientras se paraba a ver que hacía a continuación.

Por su parte Scrumsh se puso a investigar en el interior del nido. Encontrando una gema verde del tamaño de un escudo. Con un grito de júbilo llamó a Sendra- Una gema Ama! Una gema enorme. Está incorporándose se aproximó a investigar, con un extraño palpito. Que dices pequeño? Dejame ver esa gema. Quedándose pálida al ver lo que parecía la descendencia de Berintalinnox.

-.Mmmmmmm-. se queda meditando el semi orco mientras pone su verde cara cerca de la daga del mediano-. ¿Un arma inteligente? -. pregunta al airé-. Interesante… solo había escuchado este tipo de equipamiento por las leyendas que se contaban en mi tribu… grandes armas, que alojaban de valerosos guerreros, daban a sus portadores la capacidad pelear igual a igual contra un dragones oscuros-. Expresa con una enorme sonrisa-. Realmente interesante… jamás pensé que vería una en tan poco tiempo… ejejeje-. Expresa mientras el humo de su tabaco es expulsado por sus fosas nasales-. Con el… podemos incluso tener mejores aventuras… digo, si es una daga inteligente debería tener algún tipo de información especial ¿no?-. exclama, llenando su rostro de humo nuevamente, pero hubo algo extraño, como Ghorza se hubiese acordado de algo-. ¡Ah! Claro, claro… descansa en paz Morti-. Expresa de forma despreocupada, pero no era por ser insensible ni nada por el estilo. A él lo habían criado de esa manera, la muerte es algo tan natural como respirar y tan impredecible como un tornado, asi que este tipo de situaciones era algo normal para él…

Después de sus segundos de respeto por los restos desintegrados del hechicero, el semi orco escucha el grito de fascinación del trasgo y sigue, con la mirada, a la exploradora que se acercaba al lugar-.Ohhhh esto si es que es interesante-. Expresa mientras hace una enorme sonrisa que claramente expresaba el pensamiento del guerrero "todo esto está recien comenzando" es lo que le dicta su mente, ya llegando, en pocos segundos, al lado de la mujer.

-Oh, ya veo...- Dijo Pocket con algo de tristeza en los ojos ante la precoz partida del elfo, la idea de estar respirando su cuerpo le dio algo de asco, y le ayudó a sacarse la tristeza de encima

Entonces Ghorza se acercó a hablarme del arma, lo que me pareció increíble. Los pueblos mas rústicos tenían más contacto con la naturaleza y por ello estaban llenos de leyenda e historias que se transmitían a todos durante generaciones, mientras que en las zonas más urbanizadas se usaban libros con el mismo propósito... Ahora debías pagar por el conocimiento que debería ser gratuito y público, sin contar que muchos libros eran comprados, quemados o ignorados simplemente, lo que evitaba que el conocimiento se esparciera por el mundo. Él mismo pensaba hacer un libro con todas las armas mágicas en el mundo y exparcir ese conocimiento de forma gratuita.

-Vaya Ghorza, eso me lo anoto!- Dijo sacando su cuaderno y volviendo a escribir -Escuchaste eso pequeña?? Te dijeron inteligente!- Dijo a su espada a modo de broma. Comenzó a reir para sus adentros -Mierda, nunca pensé que terminaría hablando con una espada, si no lo estuviera viviendo no me lo creería- Pensó a modo cómico

Entonces Scrumsh sacó un enorme diamante de entre la pila de oro -Vaya! Este tipo es genial, ha encontrado más objetos valiosos en una tarde que yo en un año!- Dijo soltando una risa mientras cerraba su cuaderno tras escribir lo de Ghorza. Se acercó por última vez a donde el príncipe yacía muerto y comenzó a soltar sus grilletes, era bueno en trastear cerraduras. Allí vió al acercarse forzosamente a la mano del difunto, un extraño anillo... Al trastear con este, toda la armadura del elfo se guardó por sí sola en el anillo. Pocket saltó de asombro soltando una leve exclamación

Rápidamente abrió su libro y comenzó a escribir de nuevo, las cualidades del anillo eran fascinantes! Una vez terminó guardó su cuaderno y soltó al elfo, para tomar el anillo* y ponérselo a modo de juego, le había encantado ver como la armadura se guardaba... se podría sacar otra vez?? no lo sabía... pero podría averiguarlo, muejeje! siguió toqueteándolo mientras lo llevaba puesto

Permanezco mirando de cerca la zona donde se "desintegró" Mortimer, incrédulo. -No puede ser... ¿No hay nada que podamos hacer?- pregunto a la espada, pero en vano, si ya conocía la respuesta. -ARGH- gruño, golpeando al aire con el martillo que había encontrado. La impotencia me dejaba un muy mal sabor de boca. Dedico unas plegarias en silencio a mi compañero, las mismas que repetía horas y horas tras una batalla en su campamento militar, y levanto nuevamente la cabeza. Había que seguir.

De pronto escucho un fugaz ruido de metales que se golpean, viniendo desde el calabozo del príncipe. En cuanto volteo hacia allí, veo a Pocket tocando algo del cuerpo, y la armadura del elfo está... ¿fusionándose? en su mano. Me acerco tan rápido como puedo al lugar, no vaya a ser otra magia que desintegra cosas. -Niño, yo tendría cuidado con esas cosas. No queremos que nadie más desaparezca.- Aunque el cuerpo del príncipe seguía igual, intacto. Quizás esto no era algo peligroso. -Bueno, revisa cuanto quieras... pero ese anillo le pertenece a Kalanthan y debería quedarse con él.-

Nuevamente un ruido me alerta: esta vez es Scrumsh, armando escándalo por una gema de gran tamaño. Normalmente no le prestaría atención, pero el tono de Sendra no era el habitual. Voy hacia el nido, y cuando estoy cerca, le pregunto -¿Está todo bien?-

La extraña pareja formada por el guerrero y la elfa viajaban como alma que llevaba el diablo. Víctimas de una emboscada huían en un carromato, como alma que lleva el diablo. Eran los únicos supervivientes de una caravana que se dirigía a Eterlund. Los cuerpos de sus camaradas yacían desperdigados por el camino mientras que los salteadores se deleteiban aplastando sus huesos y robando sus mercancías. Joao azuzaba a sus bestias de tiro mientras que la hechicera elfa arrojaba los artículos de valor para ganar velocidad y despistar a los salteadores orcos y gnolls.

Ganando algo de ventaja, lograron huir perdiéndose en su hazaña, entrando en un extraño y oculto paso, con la esperanza de escapar con vida de sus perseguidores. Tras recorrer un paso sinuoso y angosto durante lo que les pareció una hora, se permitieron  suspirar de alivio creyéndose a salvo,  encontrándose con una escena dantesca. Un dragón verde de tamaño muy joven yacía en el suelo en uña extraña posición rodeado de un charco de sangre fresca. Prestando más atención vieron restos de cuerpos despedazados que debían llevar allí bastante tiempo, por el aspecto que tenían. El cuerpo de un humano con el estómago desgarrado a todas luces por lo que parecía el joven wyrm yacía a unos 10 metros. Este debía llevar muerto un par de horas. Siguiendo, vieron un rastro de sangre reseca y unas huellas que se introducían a unos 30 metros en lo que parecía ser la entrada de una cueva oculta

Las lagrimas no se habían secado aun en sus ojos, había dejado atrás muchos de sus amados libros, relatos y pasajes que ya nunca volvería a leer. Miraba a su compañero sin saber si este entendía el enorme sacrificio que había tenido que hacer deshaciéndose de todos aquellos volúmenes. Habia trabado cierta amistad los mientras viajaban con la caravana, pero la mente de un humano y la elfa era tan diferente. En el fondo ella era una simple escriban que habia decidio viajar hasta una parte del mundo del que poco se decia en los libros que habia en su ciudad.

Con su delicada mano se enjugo las lagrimas mirando con miedo aquellos paramos.

Vamos apresurémonos , no hay otro camino alentó al humano mientras se dirigían a aquella senada oscura.

-Claro Naci! diria con un tono de voz triste y desolado tras observar las lagrimas de la elfa al dejar todos esos preciados tesoros atras. Si ella estuviera llorando por el mismo motivo por el cual yo me sentia deprimido, estaria a punto de pedirle matrimonio. Sin embargo era muy improbable que ella estuviera sufriendo por el hecho de que habia perdido tesoros con los cuales seriamos capaces de comprar alcohol, armas y mujeres. Eso si que era triste.

En fin, el escenario que se nos presentaba era extraordinario. Un Wyrm herido de muerte y un camino marcado por sangre y huellas de los posibles asesinos de wyrms era exitante, peligroso y enriquecedor en potencia. Que mejor forma de olvidar lo perdido que obteniendo mas de ello. -Adelante!

Mientras que Pocket conversaba con su espada mágica y toqueteaba el anillo, fue iluminado por un destello azulado mientras que la armadura aparecía de la nada y se amoldaba a su cuerpo, como si de un guante se tratará. Descubriendo que al pulsar dos veces un resorte activaba tal proeza. Zangetsu por su parte exclamo: Fuck Yeah!

Orsik por su cuenta, se encontraba recordándole al mediano que el anillo era propiedad del príncipe cuando le soprendio el fogonazo, negando con la cabeza, mascullando algo por lo bajo respecto a la familia del mediano y problemas de sordera inherentes a su raza.

Ghorza dibujando un circulo de humo con su pipa, miro curioso la escena mientras señalaba con el pulgar al mediano. Oh si! A su lado se encontraba Sendra y Scrumsh investigando la enorme gema verde. Es un huevo de dragón! exclamo sin ningún genero de duda la exploradora, tras revisar concienzudamente éste. En ese momento Scrumsh giro sus orejas y mirando hacia la entrada del túnel por el que habían venido, exclamo: Ama! Amaaa, Hay desconocidos entrando en la cueva, los huelo!

La desconfianza y el pánico inicial se disiparon poco a poco cuando entraron al interior de la cueva. Los ojos de Nacilë y de Joao vieron en la penumbra de la cueva la silueta de un dragón de tamaño adulto como si de una noche de luna llena se tratará, para su asombro la figura no se movía. Envalentonados por las manchas de sangre oscura que pisaban, decidieron adentrarse más, ya que estas indicaban que la criatura debía estar malherida.

Diseminados en el interior de la caverna yacían los restos de varios guerreros elfos despedazados en lo que debía haber sido una cruenta batalla. Veis que todo lo de valor ha sido saqueado y que el dragón yace muerto. Tras el cuerpo de la sierpe escamosa de tonalidades verdes, una cueva de grandes proporciones descendía hacia el interior de la tierra, mostrando unas pisadas hacia el interior de esta.

Pocket estaba exaltado con su nueva adquisición, el guante era magia pura! Estaba pensando seriamente si devolvérselo al difunto príncipe... -Lo mejor sería devolvérselo, pero si no se queja es porque no lo necesita- Pensó con una sonrisa traviesa

Orsik musitó algo por lo bajo, pero Pocket estaba tan entusiasmado visualizándose a sí mismo con su guante (dígase comiendo con el guante, saliendo a correr con el guante, matando dragones con el guante, robando tumbas con el guante... Lo que cualquier ciudadano de este mundo haría con sus guantes), que no prestó atención alguna a su entorno, hasta el grito de Sendra, quien exclamaba que había encontrado un huevo de dragón

-Y yo soñando que mataba dragones... Y vengo de matar a uno así que... Coincidencias hay muchas, esto es el destino!- Y pasó a visualizarse a sí mismo, como con el guante, pero montado en un dragón... y con guante... él y el dragón.

Pero de nuevo, un grito lo traería a la tierra, Scrumsh avisaba sobre intrusos, por lo que deberían esconderse... Quizás si tenían suerte la ilusión de la dragona sea útil, cegando a los intrusos, pero mejor no esperar milagros, ya nos habían pasado muchas cosas buenas juntas y lo más probable sería que -alguien nos quiera tender una trampa para matarnos... Alguien que lleva tiempo esperando matar al dragón pero no ha podido, debe creer que estamos heridos...-

Siguiendo su instinto de pícaro pasó a esconderse entre la montaña de oro, dejando el guante por fuera, levemente visible y disimulado entre los muchos tesoros. Si alguien se acercaba a tomarlo, le apuñalaría por sorpresa!

Ahhh un huevo de dragón, que nostalgia más grande ¿será esta una oportunidad donde pueda criar uno y usarlo como una galante montura de combate? Seria glorioso en la sagrada batalla, pero, como era de esperarse, nuevos intrusos han venido a por nosotros ¿serán elfos rezagados? Y si lo son ¿sus mentes estrechas serán lo suficientemente inteligentes para evitar el combate? Si la respuesta es no, mejor para mí ya que hace varios minutos que mi cuerpo me incita a probar mi nueva hacha.

Cuando el mediano se esconde detrás le digo coquetamente al resto que haga lo mismo y que preparen sus armas de largo alcance mientras yo, atrevidamente, sigo fumando y sentándome al medio de aquella hermosa montaña de oro puro. Si quieren sangre, sangre tendrán…