Partida Rol por web

Era una noche fría invernal, era el segundo día de Khes, conocido también como el mes de la garra de los ocasos. El cielo estaba despejado y la nieve caía muy levemente formando un barrizal resbalozo sobre algunas calles de Argluna.

El grupo se encontraba sentado en una de las mesas de la posada el roble dorado, famosa posada de Argluna. La posada se encontraba abarrotada por doquier de gente, mucha de ella armada y peligrosa. La gran mayoría había acudido al llamado de la Dama Alustriel que clamaba ayuda a los aventureros a cambio de comida y hospedaje en dicha posada.

Aventureros y mercenarios se aglutinaban por igual. Magos y guerreros compartían mesa y Enanos y Elfos se codeaban por doquier y paladines y ladrones compartían comida. El humor desprendido de la posada era nauseabundo y bastante pesado, pero para sorpresa de todos, las peleas eran inexistentes. Alustriel fue clara en su petición y aquellos que no colaboraran o que no mostraran comportamiento adecuado, serían expulsados de la posada. Los más problemáticos serían expulsados de la ciudad.

En el grupo, algunos se conocían antes que otros, algunos recién llegaban a conocerse (determinado por ustedes mismos) pero los unía la misma desconfianza por las demás personas que allí pululaban. Compartían mesa, hablando de algunos menesteres superfluos y cotidianos, pero era momento de actuar o hacer algo.

Un gran tablón de anuncios se postraba cerca de la chimenea del salón principal, varios trozos de papel, pergamino, papiro o tela colgaban de él y era obvio que cualquier de esos anuncios servía para ganarse la comida y el hospedaje gratis... La cuestión era cual llamado responder.

Ante cualquier duda, el posadero era la persona a consultar.

Una ronda más de cerveza de la casa, insípida y aguada, llegó mientras trataban de digerir el guiso que habían consumido recién...

Pocket se emocionó al ver uno de los anuncios clavados en el tablón. Dio un pequeño salto y lo tomó. Volvió corriendo hasta Mortimer, el hechicero con el que se había aliado. Para Pocket era importante tener cerca a alguien con sus capacidades, ya que desviaba toda la atención de los presentes hacia él, facilitando al mediano su trabajo: Robar. Estaba obsesionado con obtener dinero para financiar sus investigaciones. Era un fanático de los objetos mágicos, y quería ser el primero en recolectarlos todos, armar una pequeña colección, quizás. Por ello decidió salir de su hogar, aunque no estaba lejos de él, ya que nació y se crió en una ciudad de Humanos. La falta de ingresos económicos llevó a Pocket a hurtar, lo que terminó por meterlo en problemas más de una vez, por lo que se hace pasar por un niño humano (tiene la estatura y el rostro de un niño humano) para no ser golpeado cuando lo encuentran robando.

Para su suerte, todo cambió cuando Mortimer apareció en su vida, un elfo extraño que decía haber sido criado por las hadas. Era un tipo raro y misterioso, con un Ego gigante, ego que Pocket se encargaba de alimentar todos los días. A cambio, Mortimer realizaba sus trucos proezas mágicas y el mediano aprovechaba para robar a sus espectadores. Al parecer el hechicero aún no se daba cuenta.

-Señor Mórtimer! Señor Mórtimer!- Gritaba con voz de niño correteando entre la gente -Mire señor Mórtimer!!- 

Extendió su mano y mostró al elfo el anuncio: "- El Mago Hendrim Palmodeplata requiere una rara planta que solo crece en los picos perdidos del bosque alto para elaborar un ritual. Ofrece objetos mágicos como recompensa!"

-Objetos mágicos señor!! Un gran Hechicero como usted debería enseñarle a este pobre mago a realizar hechizos! Seguro usted puede conseguir esas plantas y mostrarle como se hace! Es el mejor Hechicero del mundo, sin dudas, señor Mórtimer!- Decía enérgico y con una gran sonrisa -Esto es perfecto, este zonzo no piensa en nada más que en demostrar sus capacidades y resaltar, ahora solo queda que acepte y BAM! objeto mágico gratis-

Giró su cabeza observando a Ghorza, un enorme Orco que se unió al grupo en una pelea en una taberna. Pocket intentó robarle a una camarera su dinero, el cual guardaba bajo la falda. Al parecer sintió el toque en sus nalgas, pero el mediano era sigiloso. Un imbécil intentó imitarlo pero fue descubierto por la mesera, y para su desgracia, por Ghorza también. Este le dio tal golpe al hombre que lo desmayó sin que siquiera pudiera reaccionar de forma alguna al agravio. Sus compañeros se levantaron y atacaron al Orco, quien con unos pocos golpes arremetió con todos. La taberna entera entró en caos después de eso. Sillas volaban, vasos se estrellaban en las cabezas de otras personas. Mortimer se ofendió aquel día, pues nadie prestó atención a su acto. Ghorza se llevó la atención noqueando a todos en la taberna. Al salir de debajo de una mesa, el mediano tuvo la brillante idea de adularlo y pedirle que los acompañe para protegerlos. TODO UN ÉXITO!

-El señor Ghorza puede protegernos si pasa algo en los bosques, aunque con sus increíbles poderes no creo que necesitemos mucha ayuda, señor Mórtimer!- Decía sacudiendo el anuncio desde lejos.

Orsik miraba desde la mesa con cara de desconfianza. -Carajo! ese enano me irrita, deja de mirarme, voy a afeitarte mientras duermes, lo juro- Pensaba el mediano. Orsik se unió al grupo hace poco, decía que su dios le había indicado que DEBÍA unirse para encontrar las respuestas a sus múltiples preguntas existenciales, o algo así... Era un tipo irritantemente justo, una vez atrapó a Pocket robando, y le echó una buena reprimenda. No hubo problemas, pues, a los niños solo se los castiga y ya, peeeero... Era molesto.

La última adquisición del grupo era Sendra, quien hace poco había ingresado. Era una bella chica, y bastante hábil por lo visto era amada por la gente del pueblo. La consideraban una heroína. Aún no se sabe mucho de ella, pero es una hábil cazadora, y siempre habla mucho sobre sus presas. Conoce muy bien donde clavar sus flechas. Al parecer no es una mala persona, eso puede acarrear problemas, esperemos que no sea tan acosadora como lo es Orsik y su barba justiciera

 -Agh...- Dice Mortimer, echado sobre su mesa, al escuchar el incesante griterío de Pocket. La noche anterior había sido genial y el había actuado en uno de sus más grandes shows y había ganado mucho dinero, pero usar tanta magia siempre lo deja con resaca y ahora se sentía peor que aquella vez que se bebió un barril lleno de aguamiel -No grites tan alto, por favor... Ya sabes como me pongo después de mis actos, y anoche fue uno muy grande-

Luego de un par de dolorosos momentos, durante los cuales el semielfo intentaba despegarse del dulce abrazo de su mesa, Mortimer consiguió procesar lo que acababa de decir su pequeño ayudante -¿Los picos perdidos del bosque alto?- Es un lugar peligroso, pues aún hay fatas que no están muy felices con el, pero son muy difíciles de encontrar y es muy poco probable que le ataquen si va con un grupo -Eh, ¿Porque no? De todas formas yo también necesito unas cuantas hierbas-  Dijo mientras se frotaba las sienes.

Cuando el dolor que la luz provocaba en sus ojos se volvió soportable, empezó a mirar por la taberna. Primero a Pocket Bajorrama, el asistente mediano que se hacia pasar por niño; Mortimer se dio cuenta de su farza la primera vez que lo vio, pues no puedes engañar a alguien que pasó tantos años entre seres como las fatas, pero prefirió no decir nada y esperar que la verdad salga de los labios del mediano en question, eso y que tener un ayudante pequeño y adorable atrae a las damiselas como la miel a las moscas.
 Luego poso sus cansados ojos sobre Ghorza, el gigantesco semi-orco que le causo perder la atención del público durante uno de sus shows más importantes, pero Morti no es alguien que guarde rencor por mucho tiempo, y la actitud del gigante, tan parecida a la suya propia, pero a la vez tan distinta, logró que se volvieran amigos en poco tiempo. Además, siempre viene bien tener a un gigante verde y musculoso en el negocio del espectáculo, no te imaginas la cantidad de veces que algún borracho y/o religioso intentó atacarle por su magia.
 El siguiente es el enano, que apareció un día y no los dejo en paz hasta que aceptaron llevarlo con ellos. El dice que su insistencia fue producto de una visión de su Dios, quien le insto a venir con su grupo, si de verdad una deidad se comunica con el o si es todo una broma que algún Señor de la Corte de Verano jugó sobre su mente, Morti no lo sabe; lo que si sabe es que es un tipo serio, gruñón y justo. Básicamente, es todo lo opuesto a él.
 Ultima pero no menos importante es Sendra, una chica atractiva y, por lo que cuentan, buena con el arco. Lastima que Mortimer no sepa mucho sobre ella, pues no ha tenido tiempo con las preparaciones de la ultima semana... Es más, ni siquiera se dio cuenta cuando se unió al grupo.

Mortimer se dio cuenta del silencio que reinaba en su pequeña esquina de la taberna y, con una forzada sonrisa y un aire de abundante, pero falsa, energía, se levantó de su silla, puso un brazo alrededor de Pocket y, señalando hacia la puerta -¡A la aventura!- dijo con entusiasmo y empezó a caminar hacia la puerta, apoyándose de forma sutil en los hombros del pequeño y con sus oídos doliéndole por el ruido.

Y ahí estaba él, un semi orco de más de dos metros de altura, equipado con una armadura bárbara de cuero y pieles, una gigante hacha de dos manos y dos enormes tambores chamanicos que vigilaban celosamente a su amo, su enorme espalda y gruesos brazos contenían decenas de tatuajes tribales que cualquier persona criada en el noroeste de este continente podria señalar fácilmente como marcas iluskanas de la tribu HachaBlanca. Él bebía cerveza a por montones y fumaba una extraña hierba que hacía que sus tenaces ojos se volvieran sospechosamente rojos-.¡Ahhhhhh!-. Expresó con una enorme sonrisa que dejaba en evidencia sus blancos colmillos. Felizmente el musculoso mestizo, al terminar su octava garra de aquella aguada pero salvadora cervezas, se rasca lentamente su brazo derecho para dirigir una tranquila mirada al pequeño ladronzuelo que hace poco tiempo incito una maldita pelea en donde involucraron al semi orco, trifulca que agradeció el bárbaro que en ese entonces estaba aburrido. No tardo en  congeniar bien con el maldito mediano, por el simple hecho que compartían su visión de la vida sin leyes ni autoridad, además le agradaba ver y ayudar, de vez en cuando, al pequeño a hurtar a nobles y malhechores de sus pertenencias.

-.¿Y desde cuando soy tu jodido guardaespaldas? ¿Eh, pequeño?-. Manifiesta con su grave voz, pero con un claro tono de broma y sarcasmo-. En cualquier caso-. Hace sonar su enorme cuello mientras se levanta de su silla-. Me vendría bien matar unos centauros y fatas traviesas, siento que la fiesta me ha hecho engordar un poco-. Toma su enorme hacha para luego acercarse a un extravagante, egocéntrico, soberbio, ambicioso y hasta veces estafador pero un buen tipo. El  Hechicero Mortimer, un semi elfo que extrañamente el orco se hizo amigo después de haberle cagado su mejor actuación en la misma pelea que había provocado el mediano ¿el por que de su quimica? por el simple hecho de ser bastardos cortados por la misma tijera-. ¿Seguros que podrás encargarte de pequeñas hadas y furiosos centauros Morti?-. Manifiesta en tono de jovial y manteniendo una enorme sonrisa-.Digo si solo tienes una pequeña reseca por haber hecho unos pequeños trucos… no sé yo-. Suspira mientras mueve la cabeza de un lado a otro, en símbolo de negación-.No sé si pueda cargarte mientras centauros y fatas nos persiguen para  follarnos jajaja-. Una grave y fuerte risotada invoca sus cuerdas vocales para luego golpear, con la palma de su mano, “suavemente” la espalda del hechicero mientras este se movía con un brazo sobre Pocket hacia la aventura.

Luego de unos segundos el bárbaro saca sus tambores y comienza a tocar una alegre melodía tribal de su tribu-.¡Barbas!-. Llama, con un gran grito ignorando por completo al resto de las personas del bar, al loco sacerdote enano, que se había unido a nosotros gracias a unos sueños locos, los mismos que tiene el orco cuando abusa de su hierba o eso cree Ghorza-.¿Vienes o te tocarás pensando en tu dios?-. Manifiesta, tocando alegremente los tambores. A pesar de la rectitud y dogmas, que más de alguna vez han chocado con la anárquica vida del orco, del enano, este le agrada y bastante al bárbaro, especialmente cuando comienza a gruñir por pequeños detalles “delictivos” y morales.

Y antes de salir por la puerta al ritmo de su melodía, el guerrero tribal para de golpe su marchar para dirigirle una mirada coqueta  a la arquera-.Obviamente no me olvidaba de ti querida ¿acompañarías a este bello mestizo a una cita en donde quizás muchas cabezas rodaran?-. Pregunta con un sarcástico tono a la misteriosa mujer que había llegado hace poco al grupo, aunque no habian hablado mucho, el instinto de Ghorza le decía que no era una mala persona o al menos no se mete a joder las pelotas como lo hace el enano y ya eso es suficiente para él. Una vez hecho esto se retira del lugar en compañía de sus cámaras. 

 La cara del semi-elfo se volvió incluso más blanca y paró súbitamente andes de abrir la puerta, se dio lentamente la vuelta e, inmutado por el contundente golpe a su espalda, miro seriamente a Ghorza -Amigo verdusco, ruega a todos los dioses habidos y por haber que no nos encontremos ninguna fata o todos pasaremos el resto de la eternidad sufriendo horriblemente- De repente, su muerta mirada se convirtió en una picara sonrisa, le dio un codazo amistoso al semi-orco y, liberando a Pocket de su agarre, se apoyó en la pared al lado de la puerta, con los brazos cruzados y el paraguas a su lado -¿Estamos listos?-

Al haberlo soltado Mortimer, el color volvió a la casi morada cara del mediano, quien estaba a punto de caer al suelo porque sus piernas no daban más. Lo peor fue el golpe de Ghorza, que casi los tira a ambos de no ser que Mortimer hizo algo de fuerza para no caerse.

-Joder! está mal de la cabeza o que le pasa?! no podía ni hablar... Como se le ocurre tirarse encima mío?? no ve que soy pequeño y no tengo fuerza??- Se quejaba internamente el mediano

-Oh! ya se encuentra mejor señor Mórtimer??! Que alegría!!- Decía con una gran sonrisa. Guardó el anuncio que arrancó del tablón en su mochila y se dispuso a seguir a quien fuera el que liderara la marcha.

-.¿Ser sodomizado por bellas hadas por el resto de la eternidad?-. El semi orco al decir eso pone una de sus manos en su mentón, poniendo una pose seria y evaluativa mientras que la otra sigue tocando el tambor-.No es un final tan malo... ¿No crees pequeño?-. expresa decidido, imaginando aquella situacion, preguntandole al mediano. Solo el codazo de Morti pudo despertar al bárbaro de su bizarra fantasía, que disfrutaba claramente, para luego sonreír y  seguir tocando los tambores con gran vigor, esperando a los otros muevan su trasero.

Sendra a pesar de su naturaleza fría y distante, se sentía un poco diferente en compañía de este variopinto grupo. Aún no terminaba de recordar como se había dejado embaucar por el mediano de rostro aniñado, prometiéndole aventuras y oro por llevarlos a la ciudad de Argluna. Ya llevaban un par de días en esta y la Ranger comenzaba a impacientarse. Parecía que habían dado con un trabajo que prometía mucho riesgo. Saliendo con sus camaradas de la taberna, se tropezo con el gigante mestizo. Exclamando al oler el fuerte aliento impregnado de alcohol: Ghorza, por todos los dioses! Podría seguirte el rastro a unas millas de distancia. Arrancándole una leve sonrisa al imaginárselo. Ya fuera le pidió a Pocket el papel del anuncio del tablón. Déjame echar un vistazo quien es nuestro empleador. No se ofrecen objetos mágicos así como así.

Aunque seguramente Mortimer sabrá sacarnos el mayor beneficio. Observando al semielfo, el cual era muy dado a las palabras galantes y adecuadas en el momento preciso. Os recuerdo que aún me debeís algunas monedas de oro.

Orsik de momento parecía callado, seguramente estaría musitando alguna plegaría a su dios, rogando por nuestras descarriadas almas.

 Mortimer se acerca hacia Ghorza y, poniéndose de puntillas para alcanzar sus oídos, le susurra -Hay un tipo de fata no muy conocido que, básicamente, es un humanoide reptiliano con cabeza de pulpo y alas de murciélago que disfruta de sodomizar a machos de cualquier especie con sus tentáculos extensibles- Y acto seguido procede a hacer una pequeña ilusión, sobre la palma de su mano, de un semi-orco siendo salvajemente violado por un monstruo de tentáculos.
-El nombre de estas criaturas es impronunciable en cualquier lenguaje que un mortal pueda producir, pero es más o menos...- Y de la boca del semi-elfo empiezan a salir unos sonidos guturales y horripilantes que levantan los pelos de la nuca a todo el que lo oiga.

 Se gira a ver a Sendra, -¿Pagarle? ¡Si ni siquiera la conozco!- Se acaricia la barbilla con aire pensante-Nop- dice con un tono alegre y se vuelve a dar vuelta para observar la reacción de Ghorza.

-Oh, justo Torm, ¿con qué clase de chusma palurda me has enviado?- finalizaba las oraciones a mi dios en mis pensamientos, con una mano en el símbolo de mi escudo, ante las barbaridades que decían mis recientemente nuevos compañeros.

Medito un poco sobre la misión que propuso el pequeño Pocket, y me quejo pienso en voz alta: -Seguramente hay personas más necesitadas de ayuda que un mago que quiere hierbas. Dudo que la Dama Alustriel nos haya convocado para esto.-, mientras me cruzo de brazos y con el ceño fruncido. Tras unos segundos, agrego, ahora sí hablando hacia los demás: -Aunque tal vez nos permita conocernos un poco mejor, y zanjar diferencias, ¿no?- a lo que sonrío. Además, no iba a dejar sólo al mediano, quería verificar que hubiera aprendido su lección y que se comportara. Me levanto de mi asiento y camino hacia la puerta, donde ya se había comenzado a aglomerar el grupo.

Ante el comentario de Sendra, la integrante del grupo más reciente, sobre sus sospechas respecto a la misión, pronuncio: -La joven Sendra tiene razón al sospechar sobre el empleador. ¿De quién se trata? Quizás es un malvado arcano que piensa en la dominación mundial mediante sus poderosas plantas. Deberíamos preguntarle al tabernero sobre él.-

La... "charla" sobre fatas entre Mortimer y Ghorza no es de mi mayor agrado, y mi cara no lo disimula para nada, pero no digo ninguna palabra al respecto. Aunque dentro de mi incomodidad, me da la sensación de que Mortimer no está en todo su potencial. Una buena razón para interrumpir su conversación. -Perdona, señor Mortimer, ¿te encuentras bien como para salir de aventuras? ¿Te puedo ayudar en algo?-

Me viene a la mente entonces, creer haber escuchado mientras protestaba oraba para Torm, que Ghorza mencionaba algo sobre tocar pensando en Dios. Con un dedo apuntándole, le replico: -Ah, y para tu información, yo no me toco pensando en mi Dios. No tengo habilidad con los instrumentos musicales.-, finalizando con una sonrisa de satisfacción triunfal.

-.Jajajajajaja-. Río  a destajo ante la opinión de la arquera sobre mi sublime hálito-.Si es así ¿no será mucho más fácil encontrarme cuando te des cuenta de la belleza exótica de este mestizo-. Apretó mis enormes pectorales mientras, coquetamente, hago movimientos rápidos y sospechosos con mis dedos en el tambor, generando un buen solo de percusión-.No sabes de lo que te pierdes nena-. Digo moviendo una ceja hacia arriba, para luego hacerle una sonrisa jocosa.

Escucho al enano y manteniendo la misma sonrisa de broma le digo-. Como dijo Morti, hay otras hierbas que realmente saben conquistar-. Muevo mis ojos a un pequeño saco de cuero en donde guardo mi hierba mágica-. Y si fuese así ¡no hay problema! ¡Nosotros nos encargamos!-. Sentencio ávidamente hasta que mágicamente me quedo serio abruptamente al escuchar la opinión de Barbas sobre la masturbación-.Lo siento-. Digo entonando tristeza-.Te has perdido una parte importante en tu vida mi querido clérigo-. Sentencio poniendo una de mis manos en su hombro como símbolo de pezar

-.Ohhhhhh-. Digo con suma atención a las palabras del hechicero-.Interesante Morti, pero he de aceptar que me he acostado con cosas más horripilantes… pero jamás me han metido algo en el culo-.sentencio pensativo, dejando de tocar mis tambores por un segundo e imaginándome alguna escena así no sería de mi gusto y si llegase a pasar, prefiero cortarme la garganta a que unos tentaculos funcionen como laxante ¿al menos no tendré problemas para cagar? me doy el lujo de preguntarme eso si es que no tengo nada con que quitarme la vida-.En ese caso ¿no tenemos a un bello hechicero que se sacrificaría por el bien del grupo? Digo, aunque no soy feo, para ser un semi orco, pero creo que aquella criatura preferiría a alguien “más fino” y penetrable como tú o Pocket…-. Manifiesto con un tono serio (sacandome la idea de los tentaculos funcionando como edemas rectales) mientras poso mi seria mirada al mediano, como si realmente pudiésemos encontrarnos con una criatura así, al menos por ahora.

Al momento que Morti comenzó con su diálogo inentendible con sonidos guturales que haría sentir orgullo a cualquier llaman orco berserker, simplemente sonrió-. ¡OH! Querido Morti por favor para de hacer esos ruidos, me recuerdan a tu hermana cuando probó mi otra hacha… con la boca y eso me pone a tono-. Sentencio haciendo una ridícula y funesta actuación de una dama haciendo una felación.

 Me giro a ver al enano -¡Santas trompetas, el enano habla!- exclamo con falsa sorpresa, sonrío y agrego -A menos que puedas curar resacas arcanas, dudo mucho que me puedas ayudar- Agarro mi paraguas, el cual uso como bastón y que es, prácticamente, mi única arma física, me apoyo en el y digo -Y no te preocupes de que el hechicero intente dominar el mundo con plantas, el único ser que pueda hacerlo ya lo ha logrado- hago una pausa y le guiño un ojo -Además, es obvio que primero iremos a visitarlo a el y así nos armamos nuestras propias impresiones-

 Le sonrío abiertamente a Ghorza -Y hablando de mi hermana- Mi cara se vuelve seria -El Bosquealto es un lugar peligroso y enorme, pero estaremos mas o menos seguros a menos que vallamos al centro- hablo más alto para que todos los integrantes del grupo me puedan oír -No se separen del grupo por ninguna razón, no confíen en sus ojos u oídos y, por lo que más quieran, no maten a ningún animal- 

No tan rápido grandullón! Me caes bien pero como amigo!! exclamó a Ghorza.
Respecto a lo de la misión leí en el tablero que había otras más sencillas. Pero vamos, no voy yo a ser yo la que os ponga pegas. En el primer combate veré que tan buenos sois. La marca Argentea es un lugar peligroso donde sólo los más preparados sobreviven. Acaso no habéis oído la historia de la valiente Xune y de Arast el paladín. Se enfrentaron contra una horda de gnolls y orcos muriendo valientemente en el combate. Cuentan que la clériga antes de caer dejo malheridos a muchos de ellos. Sabéis camaradas de aventuras, -quedándose momentáneamente pensativa, casi melancólica- me hubiera gustado haberlos conocido.

Cubriendo su rostro a continuación con la capucha de su capa, exclamó: Vayamos a visitar a ese Mago Hendrim Palmodeplata. Veamos que es lo que ofrece y a que nos enfrentamos. O mejor aún, preguntemos al posadero.

Podemos ir mejorando nuestras habilidades con misiones sencillas.

-.Todas dicen los mismo... al principio...-. Protesta el enorme semi orco con una amigable sonrisa para luego poner un semblante serio, característico de su sub raza, pensando en las lúgubres palabras de la exploradora sobre la muerte y la caída de camaradas, temas que no eran ajenos al bárbaro que se había criado en las indómitas tierras de Espinazo del Mundo donde la hambruna y la lucha entre los clanes barbaros y otros humanoides eran el pan de cada día.

-.En algún momento todos hemos de morir de forma trágica, especialmente si elegimos este camino, el de la perfecta libertad…-. Manifiesta el guerrero con un tono serio, muy lejano a la voz llena de sarcasmo y bromas que tenía hace pocos minutos atrás-.El tema es que para no deshonrar a aquellos que han muerto con valor y en la gloriosa batalla, debes vivir como tu espíritu lo dicte sin amo, ni señor-. La característica sonrisa amigable de Ghorza se asoma nuevamente para luego dar una “pequeña” palmada en la espalda de la mujer, la misma que hizo con el hechicero-. Y si la muerte llega ¡Hay que recibirla con una enorme sonrisa! JAJA-. Luego de invocar aquella gruesa carcajada, el mestizo, sin dejar de tocar el tambor, se sienta en un barril cercano a la salida-.Os espero, solo deben saber que mi hacha y yo los seguiremos a cualquier mierda que elijan. Se lo encargo-. Lenvanta su dedo pulgar en señal de aprobación para luego sumergirse en su ritmo tribal.

 Morti saca su trompeta y, como ya ha hecho docenas de veces, se une al semi-orco en su espera musical. Pero no antes de quitarle el sombrero a pocket y ponerlo en el suelo frente a ellos, con una señal que dice "Fondo de alimentación artistica".

De sorpresa es mi cara al ver la facilidad con la que monta un espectáculo la singular pareja de mestizos. Es todo un don, una proeza armar un evento tan rápidamente. La gente empieza a voltear para verlos interpretar su música, mostrando el mismo asombro que yo.

Mientras tanto, me acerco a la joven para hablarle. -No conocía de la historia que has contado, Sendra. No dudo de que Torm - alzando los brazos - estaría orgulloso de los actos de estos valientes.- Bajo los brazos a mi posición normal. -Sin embargo, no me hubiera imaginado que una misión tan simple como recoger plantas podría resultar tan peligrosa. Si sabes de alguna que no lleve mayores complicaciones, proponla.- digo mientras señalo al tablero. -Yo mientras tanto hablaré con el tabernero sobre Bosquealto y el mago que solicita ayuda.- Me dispongo a partir hacia la barra, pero antes voy por el mediano.

Le pido el papel al pequeño Bajorrama: -Pocket, ¿me podrías prestar el papel de la solicitud, para consultar con el tabernero?-. En cuanto lo tengo en mis manos, paso de él y voy directo al tabernero.

Me acomodo en uno de los asientos, y en cuanto el posadero se acerca a mí, le consulto sobre nuestra misión. -Buenas noches, buen hombre. Quería hacerle algunas preguntas sobre una de las solicitudes del tablero.- señalo hacia el tablero de misiones con un movimiento de cabeza. -¿Tiene algún conocimiento sobre la zona de ...- ojeo rápidamente el papel -... Bosquealto? ¿Y sobre el mago Hendrim Palmodeplata?-

Pocket se pone pálido con la sola idea de los tentáculos... Ghorza ríe, parece disfrutar molestarlo, pero el mediano es pequeño y frágil, lo que menos necesita es un tentáculo rompe... ahhhh... mejor dejémoslo ahí.

La charla de ambos prosigue mientras el mediano imagina en su cabeza mil formas de escapar o matar a la fata, no quería ser violado en un bosque distante. Al menos nadie escucharía sus gritos, eso hacía que fuera menos humillante.

La pregunta del Enano lo volvió en sí, pues, casi que no alcanzó a responderle cuando este le quitó el papel de las manos. Pocket se sentía enfermo, la imagen mental fue muy dura, así que abrió la puerta para salir a tomar aire, cuando una corriente de frío entró volándolo unos pasos hacia atrás, donde cayó sentado. Se levantó y tiritó de frío.

Finalmente sacó su Flauta (la buena) y se puso a tocar junto con Mortimer y Ghorza para esperar al enano, que parecía tener planes

Mientras que permanecía fuera se dispuso a poner a prueba las habilidades de Pocket. Que tan bueno eres en sigilo y ocultación? Desapareciendo a continuación.

Pocket vió ocultarse a Sendra desapareciendo entre la nieve. Para Pocket no era nada llamativo, como ladrón debía hacerlo seguido para no ser atrapado, y como saqueador de tumbas debía esconderse de los animales salvajes y demás criaturas. Fingió una nota desafinada mientra se levantaba apurado, abriendo bien grandes los ojos

-Wow!! Señorita Sendra, es usted magnífica!! ya veo porque le llaman Sendra la Magnífica!!- Decía con el asombro de un niño. -Ammmm, no es que sea muy bueno, con mis amigos jugábamos a las escondidas mientra robábamos, pero desde que dejé mi pueblo acompañando al señor Mórtimer no he practicado más- Acto seguido observó a los lados y se escondió detrás de Ghorza. -JA! seguro no me encuentra, verdad señorita Sendra??-

Era evidente que estaba fingiendo, era un ladrón, Mortimer lo sabía y Ghorza también, y si Mortimer lo sabe, lo deberían de saber todos ya! Para todos debería ser obvio que sabe esconderse, que ladrón no sabría?? Pero a él le gustaba mostrar un nivel bajo de habilidades para luego sorprender a todos.

La noche era fría, a pesar de la protección de Argluna contra las inclemencias del clima, la nieve caía copiosamente y enfriaba hasta los huesos de las personas que se atevían a salir a las calles a esas horas de la noche. Ciertamente no era un momento propicio para iniciar un viaje.

Mientras sus camaradas hablaban, el buen Orsik se acercó a la barra principal, donde el posadero, con su particularidad de estar siempre mascando algo, limpiaba algunas copas de vino y observaba como sus clientes iban entonando voces cada vez más sonoras a medida que el alcohol invadía los torrentes sanguíneos.

Un grupo de 5 Enanos debatía sobre los sucesos de la reconquista de ciudadela Felbar, a medida que la aguada cerveza fluía las palabras subían de tono, ante la mirada perspicaz de un grupo de guardias de Argluna que vigilaban la posada día y noche, pendientes que los aventureros, caza recompensas y mercenarios no incurrieran en actos delictivos o que alteraran el orden de la ciudad.

El posadero gruñó como respuesta al Enano... A pesar de llenarse los bolsillos de oro por parte de Alustriel y el dinero público por albergar a los diferentes forasteros, no le agradaban mucho los aventureros que "traen más problemas que soluciones", pero le pagaban también por atender bien a lo clientes, como mínimo, no ser desagradable.

Dejó la copa a un lado y con tono seco respondió.

- BosqueAlto es un bosque muy antiguo, quizá el más antiguo de Faerûn. Sus árboles han visto el nacimiento y la caída de imperios de más de mil años. Sus entrañas esconden secretos ocultos y poderosos, se dice que en sus profundidades yace magia y objetos legendarios con poderes inimaginables. Pero es un bosque que alberga en su interior a criaturas de todo tipo, desde hordas enteras de orcos, Gnolls, Kobolds y centauros, hasta las fatas que vigilan constantemente sus territorios.

Se sirvió un trago de vino, una botella especial con buen vino, no ese vino aguado que repartía a sus clientes.

- El mago Hendrim es reconocido en Argluna y en Eternlud, suele ocupar la mayor parte de sus días enclaustrado en su torre, donde se rumora, experimenta con sustancias alquímicas y conjuraciones extrañas! Está un poco loco, pero es buena persona.
Dejó ese anuncio antes de viajar a Fuerte Olostin, donde iba a realizar los preparativos para una expedición a los picos perdidos. Si quieren hablar con él, deberán viajar hasta allá, pero si algo puedo decir es que el viejo mago cumple su palabra a pesar de su particular personalidad.