Partida Rol por web

Al escuchar el ruido de la refriega, Pocket avanzó preocupado por Ghorza y el resto. Aquel bruto ogro quizás fuera más peligroso de lo que aperentaba y pusiera en aprietos a sus amigos. Con ese pensamiento se movío a través de las sombras justo para llegar y encontrarse con una escena dantesca.

Vio que el ogro lanzaba su ataque contra el enano el cual se encontraba tirado en el suelo. Aprovechando su ventaja, golpeo al enano con gran fuerza y saña, aplastándolo contra el suelo. Al levantar el martillo se dispuso a golpear a Ghorza, pero este consiguió esquivar su mortal arma. Ya solo quedaban Ghorza y el humano llamado "Joao". Debían aniquilar a la bestia antes de que este acabará con ellos. Vamos humano! exclamó el mestizo. Matémoslo entre los dos.
​Cerca del cuerpo del enano, el brillante martillo de guerra, emitía descargas eléctricas a su alrededor.

Acercándose sigilosamente, trepó por la espalda de la bestia y le clavo su daga flauta con acierto, arrancandole un rugido. Exclamando: Por Orsik! Pero para su disgusto, el titan aún se mantenía en pie.

Ghorza y el humano sintieron que quizás por fin las tornas se volvían a su favor.

Ghorza aprovechando el ataque de Pocket intento rematar al ogro pero solo consiguió golpear la coraza del monstruo haciendo que saltaran chispas a su alrededor. Escupiendo y maldiciendo intento atraer la atención sobre él, esperando a que Joao tuviera más éxito.  A unos cuantos metros Scrumsh seguía llorando ante el cadáver de su ama. Al verlo, el semiorco le grito: Mal pario hijoeputa! Ayúdanos a matar a la bestia y venga a tu ama.

Scrumsh levanto la cabeza y miro al Ogro que habia aplastado a su ama. Al dejar de zarandear el cuerpo inerte de Sendra, observó momentaneamente sus manos ensangrentadas. Con una ira nacida de lo más profundo de su ser, asio su lanza de adamantina, y se incorporo para vengar a su ama.

Nangetsu se comunica telepáticamente mostrando su disgusto por haberla abandonado. Exclamándote  con voz ansiosa y celosa: Amo Pocket! Me has abandonado! Los prefieres más a ellos que a miiiii. Amo maloooooo!
 

-Maldito!!!! Gritaría mientras observaba como todos los que me rodeaban caían ante el titán maldito.

-Acabare contigo!! Me abalanzaría contra el gigante con ambas armas por delante e intentaría aprovechar el hecho de que Pocket lo había herido, para herirlo mortalmente!

Tras varios intentos fallidos del enorme humano por golpear al ogro, la inesperada aparición de Pocket trepando por su espalda y acuchillándolo en el cuello le dio la oportunidad que tanto ansiaba. Con dos buenos golpes atravesó las defensas de la bestia y clavo la espada hasta la empuñadura a la altura del pecho, donde el hacha de Ghorza había destrozado su armadura. Con un grito de jubillo, Joao golpeo con su hacha de mano y secciono parte de la rodilla izquierda, haciendo que el ogro cayera de rodillas moribundo. Ghorza levantándose, miro farfullando al humano. La gloria debía ser de él, ya que le había ocasionado el mayor daño. Con la delicadeza que le caracterizaba llego justo a tiempo para golpearle en la cabeza y partirle el cráneo en dos con su poderosa hacha. Extrayéndola exclamo: Aguanta esto!- mirando a sus compañeros, prosiguió- Ufff, el muy bastardo casi nos aniquila.

Scrumsh, justo en ese momento, clavaba la lanza de adamantina en el cuerpo del ogro con rabia una y otra vez, contando Pocket unas 50 veces, hasta que cayo extenuado. Tras recuperar el aliento se acercó arrastrándose a Pocket y agarrándole la bota exclamo: Amo Pocket! Amoo Buenooo! Cuidar de Scrumshh. – mirando con ojos llorosos a su amo, buscando su aprobación.

Ghorza tras recuperar el aliento, se aproximó al enano que tantos dolores de cabeza le había ocasionado y tras comprobar que había abandonado este plano de existencia, paso su mano por su rostro y cerro sus ojos con respeto, mientras exclamaba: Y ahora quien escuchara tus sermones, viejo cascarrabias. Que Thorm guarde un sitio de honor en su reino. Tendrás un funeral digno de un rey.

 Solo la antorcha y el conjuro de Luz lanzado por  la semielfa aún iluminaban la cámara, mostrando el martillo de Orsik desatendido en el suelo, que palpitaba lleno de energía. Al igual que la espada de Sendra cuya hoja azulada había iluminado la cámara momentos antes. Los demás objetos de valor se encontraban esturreados. Cerca del cuerpo del líder orco, la espada de hoja negra brillaba rezumando maldad. Al fondo, en el nido brillaba el huevo de dragón como una gran esmeralda verde. 

Joao les relato que en su huida de la horda orca, habían salvado de la caravana un carromato de grandes dimensiones tirado por cuatro caballos. Con un poco de maña podrían cargar toda la riqueza allí acumulada, quizás con un viaje o dos.

Pocket recordó la extraña bolsa que habían encontrado y como esta parecía ser más amplia en su interior. Quizás fuera una de que aquellas extrañas bolsas de viaje que permitían transportar gran cantidad de objetos en su interior y apenas pesaban. Sacando su libro donde documentaba los objetos mágicos comunes de Faerún y aquellos que tanto ansiaba descubrir, se dispuso a hacer una pequeña prueba. Se acercó a la pila de monedas de oro y comenzó a llenarla.

El combate había acabado y a pesar de los compañeros muertos, habían conseguido lo que todo aventurero ansiaba. "Fama y riqueza". Su gesta sería cantada en todas las tabernas de la Marca, pero antes tenían que cargar el tesoro y buscar la ciudad o Villa más cercana para recuperar fuerzas y repartir la fortuna

Finalmente lo habían logrado... Ya no quedaban más bestias por matar!! Aún así, pese a las riquezas obtenidas y los peligros afrontados y superados, solo quedaba una sabor amargo en el mediano. Todos sus compañeros de aventura estaban muertos... Había pasado ya mucho tiempo viajando con Mortimer, utilizándole para robar dinero de los incautos borrachos taberneros, y había aborrecido al enano religioso que impartía quejas y regaños con cada acto bandálico del mediano... Llevaba tiempo ya, fingiendo ser un niño, engañándoles para aprovecharse de ellos, y al final, les había llegado a querer.

Estaban muertos, todos, incluída Sendra, quien Pocket admiraba por su sigilo y capacidad de ubicación, siendo pocas las personas que conoce que tengan una capacidad para viajar parecida a la suya. Solo quedaban Ghorza malherido y el humano, en iguales condiciones. Pocket no estaba perfecto, pero no podía quejarse. Al oír el reso de Ghorza no pudo hacer más que acercarse a los cadáveres para presentar sus respetos, o lo que quedaba de ellos...

-Lo siento... Los usé... Y no logré salvar a ninguno de ustedes... Fueron grandes compañeros- Dijo entonces.

Scrumsh se acercó entonces para apuñalar al enorme orco muerto, con furia, unas cuantas veces... 50 para ser exactos.

-Vaya! Es más vigoroso que Ghorza cuando se lo propone!- Pensó para sus adentros. Aún así, entendió la pena del pequeño cuando se acercó llorando a pedir aceptación. No pudo oponerse, se recordó a sí mismo cuando pequeño buscando aceptación en una ciudad humana siendo un mediano huérfano, buscando alimento y un techo en el que dormir seguro... Qué tanto había cambiado desde entonces?? Solo había apredido a defenderse, nada más... Se estaba acostumbrando al rojo en sus manos, y pese a que no le gustaba en absoluto matar, entendía que aveces era la única opción para seguir viviendo, lo aprendió desde pequeño.

-Ya, ya, deja de llorar... Das pena... Toma- Dijo alcanzándole Scrumsh un pañuelo con el que limpiarse, el mismo que usaba para limpiar sus armas... Ya compraría otro, con este oro podría comprar cientos de pañuelos, y bordados en oro!

-Límpiate y carga el oro, iremos a descansar a alguna taberna... Vienes con nosotros??- Dijo entonces al Goblinoide -Y tú que dices humano?? Vienes también??- Preguntó.

Entonces su mente fue invadida por la voz de aquella majestuosa arma, aquella que decidió dejar atrás para volver y proteger a sus amigos... -De qué hablas?? Te dije que no te separaras de mis manos!! Eres insoportable... Pero te encontraré y voy a recuperarte... Y entonces serás toda mía!- Pensó como si pudiera comunicarse telepáticamente con la misma.

Tenía todas las intenciones de recuperar tal arma, era perfecta para él ya que absorvía la escencia vital del cuerpo sin mancharle las manos de rojo. Sentía que aquella daga había sido creada para él. No pudo evitar suspirar resignado mirando a la salida, entendiendo que ahora el chamán estaría demasiado lejos como para alcanzarlo... -Mierda... voy a recuperarte...-

Volteó entonces al grupo y soltó un -Bueno... Estas cosas pasan, debemos irnos o la carne atraerá depredadores... Soy un mediano saben?? No puedo cargar todo el oro! Vayan cargando lo importante en la carreta, en especial artefactos mágicos, quiero investigarlos de camino- Dijo con cierto aire triste. Pese a que intentaba simular que poco le importaba, pensaba más en sus compañeros caídos que en el oro. Se agachó entonces y comenzó a tirar el oro en la pequeña bolsa, esperando funcionara.

Luego de una encarnizada batalla, despedirme de mis camaradas caídos con mis más sinceros respetos y descubrir que varias de mis costillas se han doblado de una forma antinatural. Decido sentarme en una roca cercana para llenar mi pipa con mi tabaco mágico que extrañamente me ayuda a aliviar el dolor en estas situaciones, armándolo con sumo cuidado ya que la fatiga causada por la batalla ha hecho que mi nula motricidad fina se precipite a la misma mierda.

-. Enano o Joao-. digo después de aspirar una enorme cantidad de humo-. ¿Alguien tiene alguna maldita poción o algo por el estilo? -. el humo deja mis pulmones lentamente, haciendo efecto en mi cuerpo, invocando una agradable sonrisa-. Lo pregunto ya que dudo mucho que pueda cargar demasiado en estas condiciones-. Expreso de una forma relajada, como si nunca hubiese habido una batalla ¿es algo raro esta actitud? No, al menos eso creo, digo… siempre me han criado que la muerte siempre puede llegar y por eso mismo uno jamás debe preocuparse ni sufrir por las travesuras que esta puede hacer en tu camino-. Y si no tienen ¿han visto alguna en todo este tesoro? -. mis ojos se desvían para buscar, atentamente, algún indicio de un objeto con forma de brebaje sanatorio-. sobre la distribución del botín... que cada uno tome lo que le sirva y el resto a venderlo. En lo personal me muevo cómodamente con armaduras intermedias o ligeras… las pesadas solo me aprietan las bolas y los pezones… es bastante incomodo…-. Me sincero, aun fumando y buscando alguna poción con mi vista-. ¡Eh!-. grito de la nada-. ¡Goblin! Límpiate como lo ha dicho el enano y busca una cadena o algo para que cuando entremos a la ciudad tu actuación de esclavo sea creíble-. Sentencio mientas hago enormes de argollas de humo con mi boca para luego acercarme y ofrecer a mis compañeros dicha hierba relajante…

“Maldición!” pensaría molesto, triste y decepcionado ante todo lo que ocurría y había ocurrido frente a mis ojos. Cadáveres muy diversos ante mí se postraban inamovibles. Había cadáveres de enemigos, los cuales eran muy comunes de observar para cualquier guerrero; cadáveres de compañeros de batalla, aunque es un poco más difícil aceptarlo, es un hecho que camaradas de batalla mueran en un combate como el que recién ocurría. Pero el cadáver que mayor dolor me provocaba era el de Nacile, más que una compañera de viaje y de batallas, era una verdadera amiga con la cual había compartido una enorme cantidad de alcohol en una gran variedad de cantinas, por lo cual fue inevitable derramar un par de lágrimas ante lo sucedido.

Tras apretar fuertemente el puno y limpiarme las lágrimas que aún no caían de mi ensangrentado rostro, diría con una voz firme y segura. –Vayamos por esos tragos!! Para después acercarme a las armas que yacían en el suelo y que parecían ser “especiales”. El hecho de que no podía atravesar la armadura del maldito que se encontraba muerto frente a mí, me mandaba una fuerte señal acerca de que debía conseguir armas de mayor calidad para seguir con mi camino.

Tras recuperar el aliento después de la cruenta batalla, los aventureros se dispusieron a revisar los objetos que habían quedado en la caverna. Después de todo no iban a dejar aquellos tesoros allí abandonados para que fueran rapiñados por otros aventureros.

Pocket estudio la bolsa que parecía mágica a todas luces y disponiéndola en la base de la pila de monedas de diversa acuñación -desde oro a platino, pasando por cobre y plata- vio para su sorpresa como ésta comenzó a aspirar como si no hubiera un mañana. Era como si se comiera las monedas, joder. Sosteniéndola comprobó que la podía mover con facilidad, quedando impresionado por lo ligera que parecía, sin embargo por sus cálculos se debía haber tragado unos 300 kilos y seguía cargando, a este ritmo podría llevarse toda la pila en la bolsa.

Sonriendo a Ghorza, le indico con el pulgar que su idea iba funcionando a la perfección. El mestizo por su parte pidió alguna pócima o mejunje que le curara, -pero joder, el hechicero era el que cargaba con las pociones cuando desapareció en un destello al coger aquel cetro que lo había fulminado al intentar usar su poder. Cago la ostia, Mortimer. A ver quién me cura ahora, pensó el semiorco. Viendo que los demás estaban recogiendo las cosas que veían valiosas, se dirigió al interior del nido y cogió el único huevo de dragón que allí había. Esto si era algo increíble, pensó Ghroza.

El advenedizo guerrero humano que se había unido al grupo se acercó al martillo que emitía destellos luminosos y eléctricos, cerca del cadáver de Orsik. Al cogerlo Joao sintió que era una arma magnifica, muy ligera y manejable. Al mirar el arma más de cerca, pudo ver unas runa enanas que rielaron y se mostraron en común, mostrando la leyenda: Aquel que sea digno de mi poseerá el poder de Thorm!

Cerca de allí brillaban otras armas: la espada de Sendra, la del poderoso Orco y demás objetos de valor.

Tras coger y amontonar los objetos más poderosos, se dispusieron a recoger los cuerpos de sus camaradas o lo que quedaba de ellos. Ghorza cargo con Orsik, mientras Joao arrastraba los restos de Nacile en una bolsa y Scrumsh cargo con Sendra llevándola sobre su espalda como buenamente podía.

Saliendo de la cámara del tesoro, ascendieron por el túnel en busca del carromato que había traído Joao, dejando atrás los cuerpos de la horda. Pocket iba a la cabeza asegurando el terreno a sus compañeros, -toda precaución era poca-, pensaba el mediano. Al girar un recodo justo cuando llegaron al nivel donde descansaba el cuerpo inerte de la enorme dragona verde, un fulgor carmesí capto toda su atención. Debajo de este el cuerpo del chaman yacía tumbado y por su aspecto parecía bien muerto. Una voz melosa, exclamó: Amoooooo! 

Tras salir y comenzar su camino hacia la salida, Poket escuchó una voz que le llamaba. Estaba seguro de que la conocía, era la voz de su espada!

-MI PEQUEÑA!!- Soltó en un arranque de alegría, para luego toser y decir -Ammm, digo... Así que estabas ahí, eh??- Dijo entonces ya en un tono mas serio, acercándose al cadáver del chamán en busca de su espada.

-Cúbranme la espalda-

-. Pocker-. Dijo el mestizo al mismo tiempo que ponía un brazo sobre sus costillas rotas y con el otro sostenia el huevo de dragón como si fuese su propia cría, sonriendo y echando humo como si fuese una enorme fogata, observando como el mediano se dirigía hacia el cadáver del chaman-. Solo ten cuidado enano ya que nos queda largo camino de vuelta-. Expresa, moviendo sus ojos hacia el huevo de dragón, pensando si era posible domarlo una vez que este eclosione-. Combatir arriba de uno debe ser la puta madre-. Una siniestra sonrisa se enmarca en la verde cara de Ghorza al imaginar sus futuras batallas con un posible compañero escamoso, imagen que solo provoco una maquiavélica sonrisa, mostrando sus blancos y perfectos colmillos a la nada, haciendo eco en la cueva, digno de cualquier alquimista loco de antaño mientras que el sonido de su hacha sonando en su espalda hacia de un extraño acompañante en su bizarra serenata personal.  

Amooooo! Mate al puerco arrebatándole la vida cuando intentaba huir conmigo. Jajaja- Deberías haber visto su cara, como suplicaba y me prometía riquezas sin par. Pero yo te quiero a tiiii, amooo! Al aproximarse Pocket para coger la empuñadura de Nangetsu, la espada corta salió disparada hacia la mano del mediano, como si ésta tuviera vida propia. Al cerrar el mediano su mano sobre la empuñadura enjoyada, una cálida energía recorrió al mediano haciendo que cualquier herida o moratón desaparecieran de su piel, llenándolo de vigor. Nangetsu volvía a las manos de su amo.

Ghorza sin soltar el huevo de dragón, miro la escena con cara de pasmó, mientras se llevaba la mano al costado, del cual aún manaba sangre a pesar de las vendas que se había colocado con esmero, exclamando con tono jocoso: Serás mamon!

Joao por su parte, quizás abatido por la muerte de Nacile parecía un tanto perdido, con un último esfuerzo llegaron al carromato y de allí partieron hacia la primera ciudad civilizada, donde descansarían y recuperarían fuerzas. No sin antes llevarse una buena cantidad de escamas verdes para hacerse algún tipo de armadura o escudo.

Azuzando a los caballos, buscaron el primer camino seguro, rezando a los dioses para no encontrarse con algún encuentro desagradable, mientras se imaginaban lo que harían con aquellas riquezas. 

Rolear como llegáis a Eterlund y lo que pensáis hacer y tal.
Joao di algo que está callado! ;)

Tesoro:

Monedas de platino 1000.
Monedas de oro 10000
Monedas plata 5000

Gemas: Diamante azulado (5000 po) y resto gemas varias (2000 po)
Huevo de dragón verde: precio ??
Armas y artículos mágicos: cuando pueda os subo habilidades.

Espada de hoja luminosa.
Hacha de Ghorza.
Martillo de Thorm.
Cetro extraño.
Anillo guantelete.
Espada de la noche de Pocket.
lanza de Scrumsh
Fragmentos de espada mágica.
Bolsa mágica de contención.

Con todo el botín en manos, tardaron su tiempo en contabilizarlo, pero lo hicieron. En el camino no podrían repartir ni hacer nada, de hecho la contabilidad fue un poco a medias, pero estaba bien. Ya habían llegado y tocaba quedarse en alguna posada, quizás allí podrían decidir si dejar todo en la bolsa o repartirlo entre los tres. También quedaba ver quién se quedaría con aquella bolsa y todo lo que contenía dentro.

Con todo esto en mente, Pocket soltó entonces -Oigan, ya estamos llegando... Tendríamos que ir pensando en pagar una BUENA taberna, ya saben, algo de calidad donde podamos dormir, bañarnos y contar el dinero sin que un puñado de borrachos quieran asaltarnos mientras dormimos...-

Odiaba dormir en posadas baratas, y odiaba lo cara que podían salir aveces cuando la seguridad flaqueaba. No iba a pagar una posada de mierda con todas las fortunas que acababan de obtener, no... Prefería pagar un poco más por un sitio más seguro.

-De paso, Gorzha... Espero que tu oferta de pagar los tragos siga en pie!- No podía estar más feliz por la idea de llegar vivo y beber hasta cansarse, para luego dormir hasta estar completamente descansado. Claro, el hecho de tener una espada parlanchina también le ponía feliz! Más a él, que era un coleccionista de objetos mágicos!

-Sabes?? La torre del mago a la que íbamos... Se puede ir a la mierda!! A que no?!-

Después de una interesante caminata, donde sentí como mis malditas costillas cercenaban mis entrañas, por fin habíamos llegado al maldito pueblo. A pesar de todo, he vuelto con una nueva hacha, millonario y con un huevo que espero me obedezca cuando eclosione-. Creo que comprare carne seca por si nace antes de tiempo-. Pensé como lo haría un padre, ansioso por la espera de su progenitor a la vez que escucho lo que el mediano dice.- ¡jah! ¡Claro que si maldito enano! jamás olvido mis promesas, soy un hombre de honor-. Expreso dándole pequeñas palmaditas en su espalda-. Pero primero quiero una maldita poción que mis tripas parecen una vagina de una prostituta vieja de tanto que la han penetrado, una habitación digna de héroes de guerra, una ducha y lo más importante contabilizar bien el tesoro en un lugar seguro para repartirlo de forma equitativa-. Sentencio con un brillo “intelectual” en mis dorados ojos, aunque no lo creas la aritmética no es un problema para mí, de hecho, y no es de soberbio, siento que tengo un maldito talento para aquello, creo que cuando me retire seré un maldito mercader-. Y en lo personal creo que tú debes ser el que se quede con la maldita bolsa una vez terminada nuestra contabilidad-. Expreso, después de reflexionar un par de segundos, disfrutando de mi hierba feliz-. Eres el bastardo más rápido y sigiloso del grupo… en pocas palabras la mejor caja fuerte-. Levanto mi pulgar para posteriormente mirar a mis alrededores, atento por si alguien nos quisiera tocar las bolas-. Sobre el hechicero ¿sinceramente? Ni recuerdo de que se trataba la maldita misión y en estos momentos me importa cien metros de mi gruesa y verde verga, así que vayamos a una buena posada, organicemos nuestras cosas y vamos a festejar ¡sí señor! -. finalizo con una enorme carcajada, dando palmadas más o menos fuertes en los hombros del humano y del mediano.  

-Vayamos a la mejor taberna que podamos pagar! Diría un poco ausente ante el escenario en el que nos encontrábamos. –Sé que Nacile y los demás caídos hubieran querido probar del mejor alcohol que pudiéramos encontrar en el camino. Era un enorme botín, sin embargo el precio que tuvimos que pagar fue un poco excesivo. Aun así, como guerreros y aventureros que somos, deberíamos ser lo suficientemente maduro y emocionalmente fuerte para sobrepasar este tipo de eventos, pero finalmente era humano y era inevitable sentir una gran tristeza.

En cuanto al bolso del tesoro –Concuerdo con Ghorza. Entre más fácil puedas huir de problemas, mejor!! Intentando sonreír a pesar de lo que sentía por el momento.

La ciudad de Eterlund mostraba sus puertas abiertas como una prostituta deseosa de ser penetrada. El variopinto grupo se felicitó de nuevo al haber llegado con buen tino a la ciudad siguiendo uno de los caminos principales que habían encontrado tras su peripecia. Daban gracias a los dioses por haber llegado con vida, sin embargo otros problemas asomaron cuando cayeron en la cuenta de que Scrumsh iba con ellos. Pocket lo disfrazó como buenamente pudo y cubriéndolo con una capa lo hizo pasar por un anciano mediano.- Sería su Tío Tom, de Aguas Cálidas-. La prueba de fuego arribó cuando un Cabo de la guardia con cara de jiñar poco y un puro en la boca se acercó a los héroes. Ehh! Alto ahí! Aquí manda mi polla! Mirándolos con ojos escrutadores durante un interminable minuto, les indicó que siguieran, al ver la cálida cara de Pocket, el rostro solemne de Joao y la insignia del carromato perteneciente a una prestigiosa compañía de comercio. Ghorza por su parte se encendió un puro con chulería, llegando por un momento a batirse en duelo con el Cabo, haciendo un par de aros de humo, de los que él tanto se vanagloriaba.

Según avanzaron por las calles, Joao recordó los sitios principales de la gran ciudad. Conocía una posada de buena reputación donde podrían efectuar el reparto del tesoro, darse un buen baño y descansar con tranquilidad. Pero antes debía ir al gremio de mercaderes para poner en conocimiento que la caravana había sido salvajemente saqueada, siendo él el único superviviente. Así que dudando qué hacer, si fiarse de sus salvadores y dejarlos en la posada o ir al gremio junto a ellos y poner en conocimiento lo ocurrido, -obviando las maravillas que habían obtenido en aquella recóndita caverna- optó finalmente por la mejor opción, sabiendo que ellos validarían su relato. 

Tras recorrer las calles durante una media hora, llegaron al Gremio de mercaderes. Cuatro guardias apostados permitieron el paso a Joao y sus acompañantes al reconocerlo. Varios blasones indicaban que allí se reunían diferentes compañías de renombre. Joao se dirigió a la del Fénix de Plata. -Tras pedir audiencia, espero al apoderado de la Compañía.- Al llegar Ripp, le relato como había logrado escapar de la emboscada y como con la ayuda de los héroes habían vengado la muerte de sus camaradas.

Ripp el apoderado, un hombre de unos sesenta años, se lamento por lo ocurrido.  Al recomponerse, alzo la vista y dirigiéndose a todos, los felicito por su heroicidad y por dar muerte a los orcos. Exclamando: Tenía amigos en esa caravana. Luego sopesando sus palabras, prosiguió -Hemos perdido a buenos hombres y una carga muy valiosa. Ofreceremos una sustanciosa recompensa a aquellos que la recuperen.- Mirando fijamente a los héroes.

 Al ver los cuerpos de Nacíle, Sendra y Orsik, exclamo: -El gremio les dará un entierro digno.- 

Descansad ahora y volved mañana, si estáis interesados en recuperar lo que transportábamos.

Dejando atrás el carromato y los cuerpos de sus camaradas, los héroes se dirigieron a la posada del Grifo Dorado.

Ghorza seguía aun herido y necesitaba curación. Quizás con un poco de suerte encontraría algún clérigo de esos que pudiera librarlo de sus heridas por unas cuantas monedas de oro. El costado le ardía y la sangre aun manaba a través de sus ropajes. La cosa pintaba mal.
Pocket caminaba a su lado ilusionado ante la idea de dibujar y detallar los objetos conseguidos. Tocando la bolsa por instinto, comprobó que aún seguía con él. Scrumsh caminaba tras él cubierto por la capa. Joao les indicaba la dirección a tomar.

Cerca de allí un bribón les miro con interés. Les había echado el ojo y eso no era bueno.

Una vez que entramos la ciudad y entregamos todo lo que tenía que haberse entregado, volvemos a las calles con el objetivo, al menos para mí, de encontrar algún mal nacido que pueda usar magia de sanación o un puto alquimista que nos venda alguna condenada poción de curación, ya saben, tener las costillas rotas y que estas te rajen por dentro no es nada muy rico que digamos.   

Todo iba tan bien y tranquilo, hasta que siento la mirada persistente de un hijo de perra a lo lejos-. Oigan, parece que hemos enamorado a un idiota-. Digo en voz baja y de forma cautelosa para que mi acción pase desapercibida-. Esten atentos... quizás tengamos que proponer nuestra fiesta-.  Hago decenas de argollas de humo con mi pipa de manera para luego mantener mis sentidos en alerta máxima, deseoso por relajar mis adoloridos músculos con un poco de sana violencia.