Partida Rol por web

¿Y a que clase de oídos cree que no deberían llegar tales palabras?
Pregunto al inesperado joven con una sonrisa.

Mientras los demás se aproximan al edificio, al lado de este Auris trata de derribar a un muchacho. Lo agarra sin problemas pues está sorprendido, sin embargo no consigue afianzar los pies y el derribo se queda en un simple forcejeo.

Amago una sonrrisa, centrandome en la dama mayor.

Esos ...Eldret Veluuzhra, por ejemplo, señora. Soy nuevo en esta ciudad y veo que ofrece oportunidades a los que estan atentos. Me intereso en la magia, y su dialogo sucito mi curiosidad... Como si eso fuera poco, creo que no trato con gente ignorante en esa materia,..ademas de ser mujeres muy agraciadas. Por lo tanto, me gustaria saber mas... si tan solo desean satisfacer mi curiosidad. Puede que les sea de ayuda o tal vez no, eso lo dejo a vuestro criterio.

Las miro a ambas a los ojos, alternando, sobre todo al mencionar lo de "entendidas en la matria"

Le sususro al oponente:

Puedes hacerlo fácil o difícil te dejo elegir, pero si lo haces por lo dificl de aqui solo saldras con los pies por delante.

Mientras desliza la mano hacia la empuñadura de su espada corta.

La dama se sonroja un poco y amplía su sonrisa cuando las llamas a ambas agraciadas. Parece que le has caído bien. Sin embargo, la joven aun parece desconfiar.

No veo como podría sernos de utilidad. Mucho me temo que esto puede ser demasiado para usted. Si lo único que busca es hacerse con un objeto mágico, lo siento, este asunto es demasiado peligroso, señor...

Auris se encara con el muchacho al fallar en su intento de derribarlo, aunque aún lo sujeta. Mientras tanto los demás llegan hasta donde están. Puede que unos se dirigieses al la entrada del edificio y otros a donde se encuentra Auris. El caso es que Auris y su adversario se encuentran a media docena de pasos de la entrada de la casa... Así que están todos juntos observando la situación.

Ahora, más de cerca, pueden ver que Auris está enfrentado a un muchacho humano, de no más de 17 inviernos. Vestido con ropa oscura y bastante asustado.

¿Que... que queréis de mi? No tengo dinero. Por favor, no me mate.

El tipo escucha la amenaza y se pone a despotricar en una lengua estranjera mientras gesticula, furioso. La mujer a sus pies se asusta aún más, temiendo otro golpe que no se produce. Finalmente, más tranquilo, el hombre se vuelve hacia vosotras dos.

Este asunto no es de vuestra incumbencia. Esta mujer debe ser castigada por su... busco la palabra en la lengua común, pero no la encuentro... falta. Vosotras no os entrometáis, mujeres. O también seréis castigadas.

Pueden llamarme Cynan... +sonrrio+ Y tal vez sea asi de peligroso, no lo niego. Pero se pierde algo con escuchar de que se trata?

Sin aguardar respuesta, continuo

-En todo caso, al menos puedo invitarlas una bebida, si les apetece,  solo por tener la bondad de dejarme sentar en su mesa un rato... quieran o no confiar en mi capacidad. Estoy completamente en vuestras manos, señoritas...

Digo esto ultimo a pesar de las diferencias de edad entre ambas, como un disimulado cumplido.

-Van, Bitur, Baglari, estanosk mineraba eltarii* -dice Naurnes en un críptico idioma arcano. Sus ojos ya grandes de por si toman una grandiosidad impresionante y por un momento se diría que quien mira es más serpiente que elfa.

-No te haremos daño, tranquilo, sólo queremos saber qué estabas haciendo -dice ahora en común acercándose lentamente, las manos desnudas y su gestualidad amable y pacífica.

Parece que no era para tanto.

Intento parecer lo mas amigable posible dentro de la seriedad. Me quedo en un segundo plano ya que desconozco el elfo. Cuando haya un poco de calma tengo que intentar que me den unas nociones de él.

Simplemente me acerco y miro y escucho con interés. Me intriga la presencia de ese crio.

Solo intento ganarme el pan, señora. Mi mirada permanece clavada en los estraños ojos de la dama elfa, aunque no puedo evitar sentir (y temer) la presencia del hombre que me sorprendió en plena faena. Son tiempos difíciles para algunos de nosotros. Hay gente que paga muy bien ciertos trabajos. Con este podría comer hasta el proximo invierno...

Le hago un gesto al tal Cynan para que nos acompañe en la mesa.

Encantada, maese Cynan. Yo soy Kerry-Ann Greycastle y mi compañera es Elizha.

Me muestro un poco enojada por que Kerry-Ann le haya dado nuestros nombres tan a la ligera.
De acuerdo, Cynan, quieres colaborar, puedes hacerlo. Para empezar, es evidente que no eres de aquí, puedes decirnos de donde vienes y si te has encontrado con elfos en el camino.

Aproximo la silla a la mesa, recostando las manos en el respaldo...

-Mucho gusto en conocerlas...

Miro a la joven con curiosidad ante su pregunta

-mmm no presisamente verlo... pero la caravana en que venia encontro un elfo herido en el bosque. Por que? Es importante?

A la que voy acercandome ala puerta de la taberna, hecho un último vistazo a Auris, parece que ya tiene todo controlado. Termino abriendo la puerta de la taberna... borrachos... ya no saben ni donde estan las puertas..

-Háblame de ese trabajo tuyo, parece muy interesante. No cualquier trabajo te da de comer tanto tiempo...  -la elfa emplea sus argucias con gran sutileza para estirar de la lengua al joven humano, que rendido como está a su hechizo no debe oponer mucha resistencia a un trato amable como el que está ofreciendo Naurnes.

Un poco de paciencia, unas palabras amables y veremos qué se esconde detrás de una acción tan "inocente"