Partida Rol por web

"¡Oh, líder excelso! ¿Crees que será oportuno bajar cuando aún no nos hemos deshecho de los que están arriba?"

Tras mirar al elfo con cuidado, sin estar seguro si su tono es sarcástico o simplemente es su imaginación, el druida todavía montado en su perro le intenta explicar - El problema es que la única escalera es esa que vimos y está rota. Y por allí Remo no puede subir. Quizás el resto si, pero si el no sube, yo tampoco. Entonces, entre quedarnos aquí y bajar, me parece mejor bajar -

- Excepto, por supuesto que encuentres la manera en que mi amigo sea capaz de llegar allí arriba - termina "amenazándole" con el dedo - En ese caso supongo que sería mejor acabar con esos bichos de arriba antes de bajar - le concede finalmente.

"Disculpad pero, ¿sabemos lo que hay detrás de la segunda puerta de esta sala?", dijo Arthedain al ver la prisa con la que Rómulo se apresuraba a bajar. "Sería mucho pedir que viéramos lo que pueda haber para que no nos sorprenda nadie por la espalda?"

Mama mostró con ambas palmas de la mano la puerta que aún permanecía cerrada -Usted primero maese Arthedain -dijo en un tono demasiado educado que sonó como contagiado por el tono excesivamente ácido del elfo.

"No, querida. Yo soy un experto en dar espadazos, el experto en puertas es nuestro amigo Gaius. Cada uno lo suyo," respondió Arthedain sin perder de vista el piso superior, no fueran a volver los muertos vivientes.

Gaius estaba claramente y rotundamente asustado, aunque no lo exteriorizara. Que podía hacer él en contra de esos malditos espectros, a los que no podía golpear y de los que no podía huir por los estrechos pasillos. Solo podía hacer una cosa, depositar su confianza, una vez más, en los demás. No sabía si esto le estaba empezando a agradar o a desagradar lo que si sabía es que si todos hicieran como él y fueran pasando el bulto lo iban a pasar realmente mal.

Se fijo en sus compañeros discutiendo sobre que hacer: si eliminar a los enemigos de arriba, que si a los espectros, que si descender por las escaleras de la habitación secreta…etc. A nada parecía prestar mucha atención debido a su estado anímico pero cuando Arthedain dijo su nombre y señalo la puerta cerrada supo lo que debía hacer.

El asesino se deslizo como siempre con cuidado hacia la puerta observándola en conjunto como una pieza delicada que han de tratar unas manos delicadas. Después desenrollo en el estuche de cuero en el que estaban cuidadosamente colocadas sus herramientas y se puso a trabajar.

El mediano se rascó la cabeza confundido - Si, claro, la otra puerta - comentó mientras se acercaba a la misma y dejaba que el pícaro trabajase en ella

Todavía firmemente asentado en su montura, el druida preparó su honda, mientras en su mano menos hábil tomaba con fuerza su pequeño broquel. No le gustaba lo que habían hecho las sombras con el enano y esperaba que en esta nueva habitación no encontraran más de ellas, sinó las escaleras que necesitaba para subir con su montura.

Con todo, no perdió el animo y continuó con sus instrucciones - Estén listos por si hay más de esas cosas - comentó - y NO entren solos! - completó mientras miraba al enano - Entre todos es más fácil. Si hay algo mejor que salga y lo rodeamos - orgulloso de sus dotes para preparar la situación, optó por olvidar su despiste respecto a la cantidad de habitaciones existentes - Esto está funcionando - se lo escuchó murmurar en voz baja, orgulloso de su nueva tarea de organizador del grupo.

El enano miro no sin cierto recelo a la puerta, aun debil, recordaba lo que había sucedido hacía apenas unos minutos asi que decidió mantenerse en guardia pero a cierta distancia

"Ya que es difícil que quede algún enemigo ignorante de nuestra presencia, propondría el método número 2 para esa habitación," afirma el alto elfo. "O sea, patada a la puerta para que se abra y armas a distancia preparadas por si algo o alguien se mueve dentro. Ya tendremos tiempo de entrar y registrar si no hay nada."

Robin se acerca a la puerta y prepara su lanza para ensartar al primer bicho viviente que se lance sobre sus compañeros.

- Cuando abráis, empuño la lanza y al primer monstruo que se acerque, lo empalo.

"Bhain", señaló Arthedain al ya más recuperado enano, indicándole la puerta "¿haces los honores?"

Bhain, hacha en mano se acerco a la puerta y asestandole una fuerte patada y se apartó para que sus compañeros que tenían armas a distancia pudieran hacer su tabajo, mientras el en uno de los lados se preparaba para rebanarle la cabeza al primer enemigo que asomara por la misma

El mediano no se inmutó ante las instrucciones del elfo. Después de todo "complementaban" las suyas propias. Simplemente se preparó para lanzar una bala por el hueco de la puerta si es que resultaba necesario

- Tranquilo, Remo, tranquilo - palmeo a su montura y amigo mientras veía como la patada del enano golpeaba la puerta con la intención de abrirla.

Después de que Gaius hubiera revisado la puerta y pese a que sus hábiles dedos habían descerrajado la puerta, el enano la pateó con furia quizás pensando en las sombras que antes le habían atacado. Al otro lado de la puerta había una nueva cámara de piedra oscura. Los ojos de todos los presentes la recorrieron con ansiedad. Mucha oscuridad al fondo. La sombra, recordaban, había escapado en esta dirección. ¿Estaría allí acechándolos?

Quizás en otro tiempo esto había sido una armería. Podían verse por las paredes los garfios que otrora sirvieran para colgar espadas, lanzas, armas de asta... También había algunos cajones semipodridos en el centro. Aparentemente se habían llevado todo lo que podía haber de valor allí. Unas espadas oxidadas, apoyadas en el fondo de la pared, era lo único que quedaba de los antiguos contenidos.

"Nada, cerremos y decidamos si hacia arriba o hacia abajo."

"Si decidimos ir arriba se me ha ocurrido una forma de subir todos, incluso Remo, con relativa facilidad."

- Eso me interesa, pero... no deberíamos primero asegurarnos que allí atrás no hay nadie - el mediano intenta, por todos los medios mantener su posición de lider, por lo que se dirije a los que portan luz

- Que alguno se acerque, muy lentamente, a la zona oscura - les pide mientras el, toma por un momento su honda en el brazo del broquel y estira la mano libre hacia la oscuridad, preparándose para atacar con sus poderes arcanos a cualquier sombra que pueda resultar visible en la negrura del fondo de la habitación.

La iluminación confirmó las sospechas de todos: la sala aparentemente estaba vacía.

Al ver que en ese piso no encontrarían nada más el pequeño druida se volvió hacia el elfo - Y cual es la idea que tienes? - le preguntó mientras volvía a tomar su honda y se verificaba que ninguno de los seres del piso superior estuviera visible a través de los agujeros.

La luz del virote encendido no duraría mucho más y el pretendía aprovecharla para disparar si alguno de los seres quedaba visible, aunque fuera por un momento.

En ese momento recordó que sus balas no les causarían daño, aunque tenía prepado un conjuro especialmente bueno contra muertos vivientes, no solo convertiría algunas de sus balas en mágicas, sino que estas causarían un daño adicional de tratarse de seres no-muertos. Sin embargo no duraría demasiado, por lo que optó por esperar a escuchar el plan del elfo antes de conjurarlo

- Si es un buen plan, cuenta conmigo - le dijo - sino creo que lo mejor será bajar las escaleras y olvidarnos de esos monstruos. Si nosotros no podemos subir, ellos no pueden bajar - intentó convencerse, sin mucho éxito