Partida Rol por web

Kramghrat  se acercó a Gronu con aire calmado, despacio, dejándose ver desde lejos tratando de evaluar la actitud de este. No hay que ser muy sagaz para saber que enanos y Dunlendinos no son los mejores amigos.-Bueno días, es obvio que no soy de por aquí, me gustaría enterarme un poco de más de las novedades de la guerra entre los clanes y de los últimos rumores de por estas tierras. ¿Podrías decirme cuantos clanes hay en Rhudaur?De momento he oído hablar de: Vulseggi, Cultirith,Macha Mur y Siol Nûmaw.¿Crees que podemos llegar a algún tipo de acuerdo?- el enano esperó de pie, no le gustaba aquel cabrero con su hediondo olor, pero para ir conociendo estas tierras no quedaba más remedio que mezclarse con sus gentes. Fueran estas quienes fueran.

     -- Veo que tambien te gustan las hierbas aunque no seguiste el camino del animista, como puedes notar en mi voz, sufri un accidente de joven en la forja de mi padre, de ahi mi apodo, y cuando todo el mundo creyo que moriria un animista me salvo la vida. Yo me quede sorprendido pues no fue la dura piedra ni el frio metal que nosotros los enanos tanto apreciamos, sino que fue un pequeño saco de algo tan fragil como las hierbas, eso que el aire arrastra, pero tambien descubri como si un arbol hunde su raiz en la tierra ni la mas fuerte de las tormentas puede arrancarle.

   -- En cuanto a la existecia de venenos igual que hacemos un rico guiso añadiendole una pizca de azafran, o descansamos fumando un buen tabaco, tambien podremos hacer mas letales tus flechas o tu hacha...

   -- Comento mientras esperamos que la mujer tenga un poco de tiempo para atendernos... 

Levanto la mirada. Había estado distraído, aunque por supuesto, que había seguido al enano en sus movimientos. Al igual que sus hermanos y el resto de la taberna. Cuando lo tenía delante de mi, me empecé a poner nervioso. ¿Que quería? Pero cuando habló, me tranquilizó. Sólo quería charlar conmigo. Pero ahora no tenía tiempo. Tenía que estar alerta.

- Si veo una jarra de cerveza llena sobre esta mesa, puede ser que te conteste algunas preguntas. No suelo hablar con la garganta seca.

Y estiré mi mano para mostrarle que mi jarra, estaba vacía desde hace horas. Había decidido en el último momento charlar con él. 

Vi que dos enanos se acercaban a la cocina. El olor a una salsa picante envolvía el ambiente. Una de mis hijas estaba pelando patatas, la otra, estaba haciendo una tortilla en una salten, mientras que yo, me ocupaba del guiso centra, el que desprendía el olor que habría el apetito a cualquiera que se precie. El humo de los leños bajo la olla llenaban de calor agradable la cocina. En el suelo se podía ver los restos del preparativo, como tierra y troncos de champiñones, restos de cebolla, pimiento, etc. 

Levante la mirada de la olla y me dirigí a los dos enanos. Haciendo un gesto con mi cara a mi hija, la que esta pelando patatas, para que se hiciera cargo del guiso.

- Digan señores míos, ¿en que puedo ayudarles?

Era evidente que aquellos enanos había salvado a mi hijo de las fauces de unos trolls hambrientos, y les debía todo.

Me senté con calma, se notaba que aquel hombre estaba muy nervioso, me daba igual el por que mientras no me afectara ni a mi ni a los míos.-Bien, bien, eso se puede arreglar.- hice un gesto a Rubb para que me trajera una jarra de cerveza, tal vez si estaba sediento y muy nervioso pudiera emborracharlo para que hablase de más.-Adelante soy todo oídos, cuéntame sobre los clanes ¿toda la gente que vive en la zona de Rhudaur pertenece a uno?¿a cual perteneces tú?- se notaba que el enano no sabía mucho sobre eso, le quedaba la duda de si todos los Dunlendinos pertenecían a uno de ellos y si por estos lares eran más numerosos ellos o los Dunedain.

Una vez que la cerveza la tengo delante de mi, pego un gran trago y miro de reojo a todos los presentes. Nervioso.

- Para conocer un poco más a las gentes de estas tierras, debes de conocer la situación de El Ángulo. Egladil* es una región despejada y azotada por el viento que se encuentra entre los ríos Mitheithel** y Bruinen***. Al norte se encuentra el Bosque de los Trolls. No es una tierra fértil, ya que está mejor dotada para servir como tierras de pasto en verano para las tribus de las Tierras Brumas y Enedwaith. Antaño, los miembros de estas tribus pagaban un tributo a la Casa Melossë, los señores dúnedain de la región, por este privilegio Pero durante las guerras feudales de los últimos cien años, los pastores buscamos un pasto más seguro. Gracias a la ausencia de los dunlendinos, un gran número de hobbits, principalmente Fuertes, se asentaron a lo largo de las riberas de los ríos en el extremo más meriodional del Ángulo. Los impuestos que pagan permiten a los herederos nórdicos de los Melossë luchar contra los montañeses y sus maléficos señores. Por lo que no toda la gente que vive aquí es Dúnedain o Dunlendina. En cuanto a los clanes existentes, los pastores siempre nos hemos mantenido al margen de todas estas guerras inútiles. No sabemos más allá de lo que tú puedas saber. 

Vuelvo a mirar la sala de reojo.

- Pero si te preocupan las tribus dunlendinas, puedo asegurarte que no es el mayor peligro que acecha los caminos. Las patrullas de Angmar los merodean. El Rey brujo vigila de cerca el Bosque de los Trolls. Sus orcos y huargos exploran con regularidad los bosques de Thudaur, husmeando en busca de noticias y de carne fresca cuando viajan hacia o desde el Oeste civilizado.

     -- Buenas señora, tengo entendido que dispone usted de algunas hierbas que nos podrian ayudar en nuestros viajes, no se si estaria dispuesta a vendernos alguna de ellas...

Kramghrat escuchaba atentamente, como odiaba los continuos cambios de idioma para llamar a una misma cosa de dos maneras diferentes; un río era un río ¡maldita sea!. Trató de dejar su huraño carácter a un lado centrando su mente en aquel hombre, era obvio que ocultaba algo, tal vez fuera un ladrón o un contrabandista y no un inocente pastor.-Entonces Rhudaur y sus tierras son de ancestros y linajes Dunedain pero ahora mismo sus gentes no representan su pasado, por lo que me dices los Dunedain están emparentados con los Vulseggi ¿qué más casas Dunedain quedan por la región? Además de la Melossë. Entonces esos montañeses que dices son los antepasados de los Dunlendinos ¿qué tienen que ver con los Cultirith con ellos o solo los une el servicio a la sombra?

Mmmm haría falta la vida de varios historiadores para recopilar todos estos linajes, casa, y noblezas¿hay algún sabio que se dedique a ello por estas tierras?Tal vez tú me sepas explicar el origen de la Dama Vulfredda, la Señora de Cameth Brin, por lo que deduzco debe ser de linaje Dunedain ¿sabes si es de alguna casa en concreto y por qué gobierna desde allí en lugar de desde Thuin Boid, la capital de Dor-onen-Egladil ?Lo he dicho bien ¡eh! jajajaj no sabes cuan sagaz puedo llegar a ser¿qué disputa tiene con mi gente, por qué quiere nos desea tanto mal?- el enano ser mofó de su propio comentario, pero parecía que tras muchas de aquellas charlar poco a poco empezaba a adaptarse a aquella lengua de cabreros.-Hacéis bien en manteneros al margen, al final en las guerras la gente humilde siempre es la que sale más perjudicada, en definitiva no todos los Dunlendinos pertenecen a un clan. De todos modos eso las Tierras Brumas y Enedwaith me ayuda a comprender el por qué de los Macha Mur y Siol Nûmaw, aunque estos no han venido por buenos pastos para su ganado, más bien a buscar problemas aventuraría yo.- frunzo el ceño ante la mención al Rey Brujo y sus orcos con cara de asco y desagrado.

Todas mis hijas miran a los dos enanos, pero cuando les miro yo a ellas, vuelven al trabajo inmediatamente. Ninguna se pone nerviosa. Luego, vuelvo a mirar a Bodolf.

- Tengo algunas hierbas y puedo decir, que algún que otro conocimiento sobre ellas. Ayudo a los clientes que necesitan algún tipo de cura. Nada fuera de lo normal. ¿Os ha sucedido algo durante el viaje?

La preocupación se mostró en mi gesto. 

Asiento con la cabeza, dejo de mover la olla con la cuchara de palo para acercarme a una estantería, secándome las manos en el delantal.

- Aquí ves todo lo que tengo. - Señala con ambas manos el estante. - Es poco, ya que no me dedico a la venta, sino para ayudar a mis hijos y por supuesto a mis clientes, que no les cobro nada por tales servicios. - Digo orgullosa.

En el estante se pueden ver: Suranie, Thurl, Kelventari, Yaran, Arlan, Delrean, Arnuminas, Terbas y Berterin. Todos y cada uno de ellos en frascos de cristal con letreros escritos con hermosa letra.

- Aunque si es por una buena causa, podría venderos algo.

- Casas, familias, clanes, son todo lo mismo. Yo no pertenezco a ninguno. O al menos eso es lo que pretendo. Los que tenemos ganado nos atacan unos como otros, y no conseguimos diferenciar que clanes o de donde proceden. Son todos lo mismo. 

Escupo al suelo con desprecio. Saco de mi bolsillo una raíz y comienzo a masticar su jugo, para luego, tomar un trago largo de cerveza. El gesto de mi cara indica que la cerveza ha tomado un sabor amargo, pero agradable. 

- No conozco a nadie que haya superado la cuarentena de años. En estas tierras sobrevivir un invierno es duro. Y desconozco la política de la Dama Vulfredda o su odio hacia tu raza. Se que no sois bienvenidos desde hace siglos, seguro que pos historias y poemas antiguos. Pero a mi no me ha llegado nada. Esas cosas se pierden con el tiempo. Sobretodo cuando las guerras duran generaciones. 

Miro hacia los lados, nervioso y atento, sobretodo a la puerta de entrada.

No estaba siendo tan terrible como pensaba hablar con aquel hombre, aunque no esperaba que pudiera ayudarle mucho más empezó a tantearlo para abordar su verdadero propósito ya que había sacado el mismo el tema de las canciones.-¿De qué es tu rebaño pastor?¿te mueves por aquí cerca?Debes conocer bien la espesura y el bosque, tal vez puedas darme algún consejo o truco para mis viajes. Y ahora que dices de canciones,¿te suena la canción de un tal Delin Bairg y su primo Manawidan Bairg?.-no pude evitar mirar hacia la puerta cuando el lo hizo, parecía que su paranoia se mee stba contangiando

- Tengo caballos y cabras. Principalmente cabras. En invierno permanecen en las cuadras, pero luego, cuando llega el mejor tiempo, pastoreo en las zonas verdes cercanas al Bosque de los Trolls. Y si, si quieres un consejo, te diré que no te acerques a las guaridas de los Trolls, y que no te asomes por el Bosque Yfel, allí ahí algo... - miro hacia los lados y vuelvo a mirar la puerta. - Algo que te corroe por dentro. ¡Tengo pesadillas cuando me acerco a él! - Un escalofrío recorre mi cuerpo. - ¿Estáis aquí para trabajar de Airund-Shegan?

Miro extrañado al enano cuando  me formula la última pregunta.

- ¡No se quien son! ¡¿Me tomas por un trobador?!

El enano sonrió con sorna.-Bueno los trolls no suelen ser un problema, hace poco termine con uno y pusimos a tres en desbandada para salvar al hijo de los Grumm, esas malas bestias lo tenían preso menos mal que pasábamos por aquí y pudimos rescatarle jajajaja, fue una buena historia. Si de momento hemos hecho algunos trabajos como Airund-Shegan, si conoces de alguien que pague bien podemos oír sus propuestas.-cambió ligeramente la expresión ante la mención del bosque. Muchos eran ya aquellos que le habían expresado su temor hacia oscuro lugar- He oído hablar de ese maldito lugar, parece que todo el mundo le teme, hasta ahora nadie me ha podido decir nada del Valle de Blogath¿sabes algo de ese de él?Por otro lado tengo un mapa de la región pero estoy seguro que tú debes conocer algunos lugares o caminos que no salgan en él, incluso algunos atajos o asentamientos. Te propongo algo, si te lo enseño y puedes mejorarme algún sendero o algún enclave que no salga podría pagarte algo por ello.¿qué me dices?-alguien de aquella tierra seguro que conocía aldehuelas, o campamentos a evitar de los Cultirith, toda información sería bien recibida si querían tener unos viajes lo más seguros posibles.

     -- Aunque algunas de estas hierbas son muy interesantes, debo declinar su ofrecimiento yo pense que usted tenia una gran cantidad de ellas, pero si para usted le son necesarias para los cuidados de sus hijos y seres queridos entonces las buscare yo por los caminos, y espero que no al igual que nosotros no tenga que hacer uso de ellas.

   --Amigo Rothrom no privemos ha esta mujer de algo que pueda necesitar, yo subire a descansar pues mañana debemos estar pronto en el camino... 

Observo la colección de hierbas de la posadera. Están ordenadas como una tropa en el estante y etiquetadas con belleza.

- Muchas gracias por su ofrecimiento señora Grumm. Es usted muy amable y generosa. Perdone mi ignorancia pero podría explicarne qué uso se le da a cada una de ellas y podrìa también decirnos en qué zonas del camino del Este crecen? Intentaré ayudar a mi compañero a encontrarlas y me sería de gran ayuda un poco de su conocimiento.

- La noticia de vuestro rescate está corriendo por el Gran Camino del Este más rápido de lo que pensáis. 

Afirmo, indicando que ya conocía la historia. Un grupo de enanos adentrándose en el bosque de los Trolls para rescatar a un humano. Ese tipo de historias no pasan desapercibidas. 

- No conozco a ningún comerciante, y que los Valar me salven de ellos. Y desconozco completamente ese lugar. 

La petición de que le hiciera de guía por un mapa me sorprendió. Pero el ofrecimiento de dinero por un conocimiento que ya tenía y que para mi no valía nada, hizo que me decantara por aceptar la oferta.

- Muéstreme ese mapa y veré lo que puedo hacer.

- Por supuesto. No puedo negar esa información a uno de los que salvó a mi hijo. Y tampoco se lo negaría a cualquier cliente, claro está. - Sonrío y comienzo la explicación. - La mayoría de las hierbas las compro a Goldang, no se si habéis tenido la oportunidad de charlar con él. He visto, con perdón, que habéis estado hablando con cada uno de mis clientes. - Sigo sonriendo, ya que aquella afirmación no era una reprimenda, si no más bien, mostraba alegría de tener unos clientes amigables y dispuestos a darle charla a los demás. Eso siempre anima a la taberna. 

- Suranie crece en lugares frescos, como costas y riberas de agua dulce, y se encuentra con relativa facilidad. Aquí, a las orillas del río, es posible encontrar alguna. La suelo usar para anular el aturdimiento de algunas partes del cuerpo tras recibir un duro golpe. Thurl también crece en lugares frescos, pero en bosques mixtos de hoja caduca. Aquí no se suele encontrar, pero es una hierba muy común y fácil de comprar. Sirve para curar heridas superficiales. Kelventari es otra de las hierbas que crecen en lugares frescos, pero esta vez cercanos a hierbas altas. Se encuentra con relativa facilidad, pero no en estas tierras. La suelo usar para las quemaduras. Yaran crece en lugares parecidos a la Kelvantari, pero cercano a hierbas cortas. Las uso para cocinar, agudiza el sabor y el olor de la comida. Arlan crece en las Montañas del norte, o al menos, de ahí dice Goldang que me las trae. Me ayuda para curar pequeños resfriados. Delrean también crece en los ambientes fríos de los bosques de coníferas. Las suelo usar en verano para ahuyentar a los insectos. Huela mal pero es efectivo. Arnuminas crece en lugares templados de hierbas cortas. Suelo usarlo para las lesiones musculares. Terbas se suele encontrar en montañas de hoja caduca en lugares templados. La uso para lesiones nerviosas. Y por último Berterin, que también se suele encontrar en los mismos lugares que la Terbas. La uso para conservar la comida en buenas condiciones.

Kramghrat miró cauteloso alrededor y procuró sacarlo de forma discreta para no llamar mucho la atención.Como siempre apartó las cervezas y los platos de la mesa, limpiando esta primero con la mano y luego con la manga de su gruesa camisa antes de apoyar su preciado mapa. Se lo dejó observar a Gronu para ver si encontraba algún tipo de error o algo que añadir, a veces los senderos de los pastores podían suponer grandes atajos en mitad de la espesura.

En tierras extrajeras cualquier consejo sería bien recibido y dado que no había tenido suerte con las canciones de Delin una vez hubiera acabado con Gronu ya solo le quedaría despedirse de Matholuich. Había sido un buen compañero de viaje, pero ahora sus destinos se separaban.

     -- Disculpeme yo he llegado en esta noche y no he tenido el placer de conocer a Goldang, si me puede indicar quien es se lo agradeceria o si tiene algun establecimiento de venta donde se localiza,  pregunto mientras compruebo las indicaciones que me da la mujer por si hay alguna que desconozco. 

   -- Ya que mañana partimos, a primera hora de dia...

Atiendo a las indicaciones que tan amablemente nos ofrece la posadera y espero que responda a Bodolf.

- Muchas gracias por sus consejos, seguro que nos serán de buena ayuda. Ahora hablaremos con Goldang y dejamos que usted siga con sus quehaceres. La clientela seguro que mos agradecerá que pueda estar pendiente de los guisos y viandas con los que tanto nos complace.

Luego, acompaño a Bodolf a hablar con el comerciante.

Estoy empezando a descubrir un mundo fascinante. Sabía que se preparaban multitud de remedios con hierbas pero hasta el momento, para mi, sólo eran vegetales que me acompañaban en los caminos a los que no prestaba ninguna atención más que para posar mis pies encima de ellas en mis andares.