Partida Rol por web

Richard acompaño a John hasta su despacho, un pequeño cuarto en uno de los edificios centrales del campus de Miskatonic.

El despacho estaba repleto de libros, las paredes tapizadas de estanterías y en el centro había una mesa con un par de sillas.

Tenían que ver cuales iban a ser sus pasos, como habían comentado a sus compañeros, una vez dejasen Arkham, para no ir dando tumbos.

Richard recordó que en algunos de los estantes habían libros de compañeros que habían ocupado el despacho anteriormente y no todos eran de físicas, por lo que posiblemente hubiera planos o libros sobre historia local que pudiesen ayudarles.

Acompañado por John, mientras caminaban hacia su despacho, Richard trató de entablar una conversación, pero eran dos personas con intereses personales tan distantes, que dudaba si tendrían algún tema en común. Aún así, la cortesía que le enseñaro desde niño le obligó a hablar.

- Entonces, usted está interesado en la astronomía? Alguna vez ha podido observar la vía láctea desde una colina a las afueras de la ciudad? - con un gesto, indicó a John el pasillo a seguir hasta su despacho – Lo mejor que me ha pasado en mi vida, ha sido conocer al Dr. Billings, he aprendido tanto de él!

Cuando llegaron al despacho, le ofreció una silla a John y en su mesa desplegó el mapa ofrecido por el doctor. Comenzó a analizarlo, pensando en voz alta – “sabemos que los astros celestiales suelen llevar una velocidad de… “ – se abstrajo mientras pensaba en todos los cálculos que debería de hacer en apenas dos horas.

Caminando junto a Richard se da cuenta que hablar un poco de sus razones para estar aquí, no estaría mal con un profesor de una materia tan relacionada con su antigua pasión. Estaba por empezar a hablar cuando escucha el comentario del profesor que le saca el tema antes que él lo haga.

-Es curioso que lo digas, hace muchos años estuve en la facultad estudiando justamente astronomía, tuve que dejarlo por desgracia, pero la pasión nunca murió. Sumado a que los conocimientos no se olvidan tan facilmente, y tal como dijiste, ver esa Vía Láctea desde las afueras, hace que la fascinación siga en mi.

Ve como se desplega el mapa y empieza a escuchar al profesor Fillmore diciendo en voz baja sus pensamientos, tratando de recordar lo aprendido pero no termina de ser útil como quisiera. 

El profesor escuchó a John y sonrió.

- Así que usted también siente pasión por el cielo y sus oscuros secretos? Que lastima que no todo el mundo pueda estudiar lo que quiera. ¿Recuerda los cálculos básicos?

Sin esperar respuesta, buscó en un lado de la librería un libro de astronomía básico y se le tendió al detective. Seguido, comenzó a , con una regla, hacer diferentes garabatos sobre el mapa con lápiz y escribir en hojas sueltas que tenía sobre el escritorio, aparentemente de manera caótica mientras hablaba bajo, en un susurro ininteligible.

-Esos oscuros secretos nacieron cuando el hombre se puso de pie y al fin pudo mirar al cielo, yo solo seguí con esa antigua fascinación, aunque no tanto como quisiera haberlo hecho. Talvez algún día podría contarme alguna de las cosas que no llegué a saber. Pero este no es el momento, y por desgracia no termino de recordar los cálculos, pero supongo que aquí debe haber algo que nos pueda ayudar con eso.

Después de decir eso se pone a revisar tanto en las bibliotecas como en los lugares en general a ver si logra encontrar algo que los ayude, dado que sus conocimientos están ya muy olvidados.

Tras una hora de búsquedas e indagaciones en libros de astronomía por un lado, a cargo de Richard, y de antiguos libros de propiedades y manuscritos sobre la zona cercana a lo indicado en el mapa que les paso el profesor, Richard por su lado no saco nada concluyente que no supieran, había que tener en cuenta que el profesor ya les había comentado que tanto el momento de la caída del objeto, como la trayectoria no coincidía con ninguna de las periódicas y estudiadas lluvias de meteoritos que en los libros figuraban.

En contraposición John no fue capaz de ocultar que había tenido mas éxito, y le paso a Richard una copia del mapa que les había pasado el profesor, sobre la que había podido completar, el trazado de varias carreteras que salían de Dunwich y marcado varias propiedades por las que podrían empezar la búsqueda.

Ya se había hecho tarde, la luz en el exterior había desaparecido, tenían que ir a contar al resto de sus compañeros y trazar un plan para iniciar la búsqueda al día siguiente.

Mientras miraba el mapa y consultaba sus antiguos libros de astronomía, no dejaba de pensar en su esposa, en el accidente que les había cambiado su vida.

‘Desgraciado, eso es lo que eres, desgraciado! No para de repetirse mientras con manos temblorosas calculaba la velocidad del astro. Eres tan mal marido cómo físico y pretendes aparentar ante los demás que sabes acaso de astronomía? ¿Quién te crees que eres?’

Cerró los ojos e intentó relajarse, olvidar aquella voz interior que desde hacía años le machacaba. Abrió y buscó una taza de café que no aparecía en el desorden de su mesa.

‘¿Acaso has hecho algo bien en tu mísera vida? Olvídate de sonrreir, y de siquiera disfrutar de un día de paz, no te lo mereces. Por tu culpa la vida de tu esposa es una auténtica pesadilla, por nadie más’

Richard se apretó las sienes y se centró en los cálculos, sin embargo le dolía la cabeza y sentía que la falta de sueño, poco a poco, le iba minando la poca capacidad de concentración que le había quedado tras aquel accidente.

Durante esa hora, Richard no paraba de murmurar mientras distraído garabateaba en hojas sucias. Sus manos temblorosas recorrían el mapa y a veces, se quedaba mirando al vacío, cómo si no estuviese allí ni viese lo que le rodeaba.

Algunas palabras se distinguían entre sus murmullos, ‘…aparentar…’, ‘…mísera…’,’… un día de paz…’, mientras algunas gotas de sudor perlaban su frente y su lápiz seguía escribiendo fórmulas apenas legibles.

Más relajado, miró de repente a John diciéndole:

- Siento decirle que no he llegado a ninguna conclusión clara, este mapa está incompleto y mis conocimientos de físico no están ayudando demasiado. Espero que usted haya tenido mejor suerte.

Frustrado por no haber logrado usar sus antiguos conocimientos, termina por buscar entre los papeles de estudio, consiguiendo información que le permitió marcar en el mapa del profesor lugares por donde empezar a buscar las "piedras".

-Por suerte si profesor, había varios papeles y anotaciones sobre las posibles trayectorias, así que a tenemos lugares por donde empezar, si te parece bien deberíamos ir a mostrar esto al grupo, no ha tiempo que perder y esos bólidos nos esperan.

- Por supuesto John, recojamos todo lo anotado y reunámonos con los demás.

Sacó un pañuelo y secó el sudor de su frente, mientras su mano temblaba.

- ¿Le apetece a usted un café bien cargado? Creo que nos queda una larga noche que aguantar - le dijo al detective tratando de sonreir y disimular si ataque de nerviosismo.