Partida Rol por web

Aprovechando el despiste del Ogro gracias a Andrómeda, lanzo un tajo lateral con mi espadón, produciendo otro enorme corte en el cuerpo de la bestia, esta brama con fuerza por el daño hecho.

(Adelanto post de los Ogros, actualizaré si ocurre algo antes por iniciativas)

El Ogro que ataca a Cassius se despista con la interrupción de Andrómeda y hace una extraña maniobra que le hace girar durante unos 12 segundos, que curioso parece un derviche, mientras trata de no perder su clava. Los otros dos Ogros se ponen de pie y atacan a Harold el cual recibe un tremendo golpe de uno de ellos, parece que la pelea se está balanceando hacia los gigantes.

Ojo con la zona de grasa ( pintada en el mapa )

¿No vais a poder con ellos?, aún habrá alguna desgracia a este paso.

Atrus continuó para ver que los niños estuvieran a salvo. Y luego se fue desviando buscando a los líderes del Caos...

-Fonkin, Doflar, muy buen trabajo, esto prácticamente esta terminado y logramos salir victoriosos, pero por si acaso es mejor prevenir, vamos liberando a los ciudadanos y los niños lo antes posible, no valla ser que nos encontremos con otra adversidad.

luego de decir esto me muevo en dirección a la carreta mientras disparo mi ballesta, sin embargo mi disparo no logra impactar al enemigo

Como Harold ha acabado con el enemigo que teniamos entre manos, es hora de ir a por el otro y aprovechando que está tumbado, es momento para rematarlo y ahora somos dos contra uno, las tornas se han equilibrado y puede que ahora reciban todo lo que nos han hecho sufrir a nosotros y a nuestras familias.
Levanto la espada y me dispongo a asestarle un golpe mortal, pero en ese momento el ogro se mueve y mi espada pasa lamiendo mi pierna haciendome un corte poco profundo.
Pero que más me podía pasar, me congelan pierdo el arma, me corto, hoy los dioses no quieren que luche por ellos

Las cosas ya parcian estar resueltas, la sangre y los cuerpos de sus enemigos decorando el lugar sin embargo aún unos cuantos ogros se mantenían en pie intentando vanamente ganar una batalla perdida.

Gerald ve como los dos ogros serca de su compañeros caen al suelo y esto le dificultaba poder atacarlos estando en el suelo dudo mucho que Harold los deje con vida, le tenía mucha fe a su compañero y los dejo a la suerte de la hoja de su espada, girando y mirando hacia el sur ve como un ogro está enzarzado en combate con dos soldados y uno de ellos fue el que le había potenciado el arco que gracia a los dioses había logrado reducir en gran medida las fuerzas enemigas, así que decide ayudarla.

No se iba a permitir otro fallo más así que espera pacientemente a que a brisa se calme un poco y respirando profundamente lleva hasta la altura de sus ojos la flecha imbuida con su poder psíquico y esperando el momento oportuno la suelta, está corta la distancia que había entre ellos rápidamente e impacta al ogro en el pecho incrustándose más de la mitad dentro de su enemigo. En ese mismo instante el ogro empieza a vomitar sangre mientras camina erráticamente por el lugar y después de unos segundos de agonia cae de frente sobre su propia sangre.

La victoria era de ellos porque en ese momento cuando regresa la mirada ve como Harold le da tremendo ataque al ogro que se había resbalado y por la cantidad de sangre sabe que había logrado matar al ogro solo queda uno y si es posible acabaré con su vida antes que pueda atacar a alguien.

La batalla prácticamente había acabado así que se dirige a los carros en donde tenían prisioneros a los niños.

Ya no quedaban ogros interponiéndose entre nosotros y los prisioneros. Así que me acerqué lo más rápido que pude para intentar liberarlos.

Ogros actualizados, Ogro 2 muere antes de hacer daño a Harold, Ogro 5 único superviviente en su iniciativa se levanta del suelo y falla su ataque.

Faltan del asalto anterior: Doflar, Damrod, Ashrac y Bráedam

La batalla parece ganada, los súbditos de Caos en la superficie han sido derrotados.

Asalto 22

Damrod 25

Atrus 24

Alfonso 23 

Doflar 19 

Andrómeda, Gerald 18

Cassius 17

Gardian 15 

Harold, Fulgur 12

Ashrac 8

Fonkin y Ogro 6

Bráedam 5

Dark 2

La situación volvía a ser problemática. Ahora eran dos ogros los que se enfrentaban a Harold, y comenzaban a rodearle con sus enormes cuerpos plagados de cicatrices. El clérigo comenzaba a acusar el peso de la cabeza de su líder en la mano izquierda, era como si estuviera hecha de plomo, y, aunque podía con ella, manejar a la vez el escudo que llevaba atado al brazo comenzaba a ser agotador, ya notaba incluso calambres en ese brazo. Vio a los ogros cernirse sobre él, y en la posición en la que se encontraba, de defensa, supo que lo tendría difícil para acertarles con algún ataque. Notó el poder brillando en su interior, y un conjuro comenzó a formarse en sus labios, pero justo entonces, como si le leyera el pensamiento, oyó la voz de Dark tras él, impregnada de poder arcano, y una capa de grasa de dos dedos de grosor impregnó de pronto el suelo bajo los ogros, llegando casi hasta las botas de Harold. Ambos ogros, pillados por sorpresa y demostrando la torpeza propia de su raza, se precipitaron inmediatamente al suelo en un torbellino de brazos y pies, embadurnándose más de la sustancia resbaladiza. 

Harold agradeció en silencio al mago, y sin perder tiempo, se alzó sobre le primero de los ogros, el más herido, y alzó la espada azul, con la punta afilada como cristal roto apuntando hacia abajo, hacia el cuello del ogro que trataba de ponerse en pie de nuevo sin lograrlo. 

-¡Ahora te reunirás con tu líder, escoria!

Volcó todo su peso sobre el brazo de la espada, que cayó inmediatamente sobre el ancho cuello de la bestia, atravesándolo, seccionando la columna y clavándose un palmo en la tierra de debajo, empalando al ogro. La bestia quedó quieta casi al instante, muerta en el acto, y cuando Harold sacó la espada, un torrente de sangre saltó como un géiser hacia arriba, mientras la espada, ya manchada con la sangre del líder, se bañaba de nuevo en sangre oscura de ogro. El azul del hielo destelló profundamente a la luz de las estrellas y la luna, como si se alegrara de haber probado la sangre de nuevo. 

El otro ogro se levantó por fin, y trató de golpear a Harold, pero estaba ya preparado, y se aprtó sin más de la trayectoria de la clava, que levantó tierra y grasa a su lado. Rápidamente, aprovechando que había tenido que estirarse para dar ese golpe, dio un paso hacia él rodeando la grasa y alzó la espada de nuevo, colándose bajo su guardia y rajando profundamente en el vientre y el costado, haciendo que un arco de sangre negra saltara hacia delante. 

-¡Vamos, compañeros! ¡La Ley está con nosotros esta noche!

Gerald ya iba de camino hacia donde se encontraban los pricipneros cuando escucha la voz de Harold ​vamos compañeros, la ley está con nosotros esta noche... es hora de terminar con esto 

Volteando su mirada hacia donde estaba el ogro saca otra flecha impregnada con su poder y esta vez sin tanto preámbulo la deja salir confiado de su acierto. Está vez ni voltea a ver al ogro que seguramente caerá muerto por su flecha cargada con la sed de venganza de sus compañeros caídos así que simplemente sigue su camino a liberar los prisioneros  despues de soltar la  flecha.

La píel dura del ogro intenta desviar la flecha pero esta busca un hueco en su costado penetrando hasta los pulmones a la bestia; poco a poco se empieza a ahogar con su propia sangre antes de caer muerto a los pies de Harold.

La elfa con la magia activa que le permitía notar hasta el más mínimo  detalle, dispara un primer proyectil contra el ogro 5 se viaja  muy certero y con su velocidad alcanza a disparar un segundo proyectil que debido al tamaño del arco se y la dificultad que implicaba no golpear a su compañero se Desvía de su objetivo , usando el arco que era algo más complejo de utilizar, pero que igual podría sacarle partida

Se detuvo en medio de la carrera, recuperó el aliento, observó. Los ogros yacían inmóviles, en charcos de sangre, a los pies de sus compañeros. Por propia fuerza de número y voluntad habían acabado con todas las criaturas que habían permanecido en el combate, y con sus muertes la refriega había acabado. De momento.

Recuperó el aliento, dejó que aquellos que le seguían le alcanzaran, o incluso le pasaran, y luego echó a andar con calma, aún con el arco en la mano, pero tranquilo, sabiendo que todo se había terminado durante un rato.

– Me alegro de veros con vida – dijo alzando la voz, hacia todo el mundo, pero mirando a Gerald y Harold principalmente, sus compañeros –. ¿Cómo os ha ido? – preguntó esbozando una sonrisa de medio lado que, sin embargo, no se vio bajo su máscara.

Asalto 21

Viendo que Harold seguía en problemas, el mediano vuelve a concentrarse para utilizar su proyectil de Kelgore. A pesar del gran poder que sintió que salía disparado, su golpe no fue del todo potente. Se maldijo en silencio

Asalto 22

Sus energías se estaban agotando y el cansancio le estaba ganando. Concentró su potencia hasta el límite de sus fuerzas y lanzó el hechizo con todas sus fuerzas. El poder fue tal que se sintió levemente mareado y vio con cierta satisfacción, como el Ogro sufría el tremendo impacto. 
"Espero haberte ayudado amigo..." pensó para sí mientras observaba como se desenvolvía el combate entre Harold y el Ogro.

Los ogros caían haciendo estremecerse la tierra a su alrededor, por todas partes. El ogro al que había atacado, confuso y furioso por su tajo, no tuvo en cuenta a sus compañeros con arco, e inmediatamente una flecha tan larga como su brazo (sin duda, del arco del jefe ogro) acertó con precisión sobrenatural, derribándole, atravesado por completo. 

Harold recorrió con la vista el campo de batalla: hasta donde alcanzaba a ver, no había ningún cadáver de los suyos, y sí montones de la escoria del caos, ogros, huesos de muertos vivientes y cuerpos destrozados de sacerdotes. Aquella planicie era como una oración elevada a su dios, como su Juicio ejecutado. De entre las brumas del sur del campo de batalla vio venir a Damrod y Atrus, y su corazón se alegró enormemente de verle con vida, sano y salvo. Con su máscara, no le vio, pero le conocía demasiado bien como para no saber que estaba sonriendo. 

Como respuesta a su pregunta de cómo les había ido, Harold alzó el brazo con la cabeza del ogro líder para que lo viera. Su espada destellaba recorrida por sangre fresca de ogro.

-Este ya no nos molestará más, y el resto de su calaña se ha reunido con él en el Infierno. Yo también me alegro de verte con vida.

Se volvió hacia Gerald, y le sonrió. 

-Ha sido un disparo digno de una canción-le dijo-Esa flecha ha salvado muchas vidas hoy. 

La población isleña ahora liberada se abraza, corre a buscar a los niños, grita de alegría, lloran al verse libres de nuevo, alguno os mira raro, como si fueseis de otro planeta, otros se acercan a abrazar a los guardias, conocidos, amigos, famila se os acerca a los guaridas de la isla para daros las gracias, muchos se acercan hasta Atrus y Damrod besándolos, dándoles abrazos, golpecitos en los hombros, casi todo son sonrisas, excepto algún isleño que busca a los guardias caídos en combate - " ¿ Truskaros ?, ¿ Smirnoff ?, ¿ Irk ? " - por ahora esas llamadas quedan sin respuesta, otros lloran abrazados por la muerte de sus seres queridos durante el periodo de esclavitud.

Un poco más al sur del valle, los supervivientes de los terribles isleños, héroes locales, recogen los restos de su camarada y hermano caído bajo la clava del Ogro para darle un entierro digno, lo envuelven en una mortaja y entre los cuatro lo conducen en silencio hacia un lateral del templo del combate que ayudó a recuperar. Allí cavan una tumba y hacen los honores colocando una lápida improvisada con unas palabras talladas por sus dos hermanos pequeños hechas con unos cinceles - " Aquí yace Durgil, hermano, amigo y sobre todo guardián de la Ley en la isla hasta su muerte " -

Solo cinco minutos han pasado desde que el combate terminó, ante vosotros muchas dudas y preguntas sin responder, dese que ocurre en el templo del volcán, de donde vienen los agentes de Caos y que hay bajo el castillo, lugar donde supuéstamente están los líderes de la isla ( el embajador Theodocius, Barán maestro instructor de la guardia, Arlen magistrado de la ciudad, Shandril sacerdotisa mayor de la isla y su segundo a cargo de las almas de la gente de la isla Kath.

Aunque parezca que os habéis ganado un descanso, queda el que hacer con toda la gente que os rodea, y como no ¿ que pasa con las pertenencias de los enemigos ?

Lanza una carcajada fuertemente liberando la tensión del combate de su cuerpo, JAJAJAJA!! Así es mi querido Harold pero estoy seguro que no fui yo sino los dioses que quisieron hacer justicia en este lugar corrupto por el caoz Gerald no era seguidor de ningún Dios en específico pero si le tenía respeto a los dioses de sus compañeros la justicia siempre prevalecerá!!

ve cuando se acerca Damrod le contesta está vez fueron ellos los que pagaron el precio en ese instante levanta el arco en señal de victoria.

Ya solo faltaba revisar las pertenencias de sus enemigos y reunirse con el capitán para cuadrar con el cuál iba a ser el siguiente paso. Después de ayudar a recoger el botín de guerra le comenta al capitán Fulgur a mi parecer lo mejor que podemos hacer ahora es apropiarnos des castillo, eliminar las fuerzas enemigas que puedan haber allí y descansar para reponer fuerzas. Está de acuerdo?

La batalla había terminado. Los ogros y demás seguidores del Caos yacían inertes, acumulando polvo en sus cadáveres mientras se iba asentando luego del combate. Al principio le era muy extraño recibir ese tipo de elogios de parte de los isleños. Es verdad que ellos dos habían dado que hablar en el campamento, pero no estaba acostumbrado a que se supieran sus misiones. Y en ese momento, todos hablaban de ellos.

Luego de haber revisado a los caídos, buscando algún tipo de información más sobre todo esta situación, fue a saludar a sus compañeros.

-Ashrac, Dark...- dijo escuetamente, pero con una sonrisa -¿Me perdí de mucho?- preguntó el mercenario dándoles un apretón de manos a cada uno.

Luego, dando un vistazo en general, vio que faltaban varios, y era lógico después de la incursión que habían visto salir del castillo.

-¿Muchos caídos, Capitán?- le preguntó a Fulgur cuando éste pasó junto a él -Tendríamos que reunirnos todos para informarnos, y que nos dé las nuevas órdenes-

Le sabía raro esperar "nuevas órdenes". Por más que estaba acostumbrado a seguirlas y entendía que eran necesarias, luego de la incursión de Damrod y él como las Sombras del Castillo realmente no estaba seguro de si quería recibir órdenes que no estuvieran de acuerdo a su parecer, como ya había sucedido más de una vez con anterioridad.

Finalmente, y antes de que se fueran a reunir, fue a saludar a los rebeldes.

-Lamento su pérdida, era un gran guerrero, y un fiel defensor de la Ley en la Isla- dijo parcamente tanto a Lasha como a los demás -Será recordado con honor y valentía- finalizó mirando a los dos hermanos.