Partida Rol por web

Asalto 15

El semigigante ve como los ogros atacan y matan a varios aldeanos, está pasando lo que temían y pese a que tiene ganas de ayudar a terminar con los sacerdotes y acólitos piensa que es mejor reducir el números de ogros y así evitar el derramamiento de sangre de los aldeanos además sus compañeros son muy competentes así los deja en sus manos.

Baja apresuradamente hasta la piedra y desde arriba aun motivado por haber matado al jefe ogro lanza otra flecha hacia el ogro que está más cerca, la flecha pasa sobre los esqueletos que lo acaban de herir impactando sobre el ogro atravesándole el cuello desde el lado izquierdo e inscructandosele en el hombro derecho haciéndole brotar sangre por la boca tanto como por la herida de la flecha, el daño es tal que el ogro cae arrodillado con las manos sobre la tierra intentando respirar pero entre más respira más se ahoga con su propia sangre.

Gerald ruge como una bestia victorioso de sus dos aciertos y sus dos muertes vengare tu muerte Irk con la sangre derramada de estas criaturas!!

Asalto 16 Una impía energía caótica impidió su primer ataque, y Harold ardió de ira de nuevo, mientras sus dedos se cerraban en torno a la cabeza que sostenía en la mano izquierda. No, desde luego no acababan de destruir a un peligroso enemigo como el ogro hechicero para que ahora un simple hereje les opusiera resistencia, por mucho que la magia caótica le potenciase. El acólito lanzó otro golpe, pero Harold ni se molestó en esquivarlo: le sostuvo la mirada mientras la maza rebotaba inofensiva contra el acero del Norte, e inmediatamente atacó a su vez, lanzando una estocada con su arma directa al pecho del acólito. -¡Por la Ley y por Aengrist! Un par de flechas se clavaron en el suelo al lado del acólito, procedentes del arco de Braédam, y distrajeron al enemigo lo suficiente como para que no pudiera esquivar el golpe. El sagrado hielo de Aengrist cortó el escudo mágico de Caos como si fuera seda, y la sangre brotó por fin del pecho del enemigo como una flor roja.

Asalto 17 Harold no perdió el tiempo, y atacó de nuevo al acólito que tenía delante, y ahora que su hoja había probado ya la sangre de aquel hereje parecía saltar en sus manos pidiéndole más, lanzándose al cuello del enemigo como un dientes de sable del Norte. -¡Seréis purgados, tú y toda tu calaña! La hoja encontró el cuello certera, el escudo de caos ni siquiera la hizo temblar: el mortal filo de hielo azul destrozó músculo, tendón y hueso rebanando por fin la cabeza del acólito. La sangre oscura corrió por el filo de su espada como una oración, y Harold le dio una patada al cuerpo decapitado para que cayera hacia atrás.

Al fin el camino despejado les había permitido avanzar, bañados en la sangre de numerosos ogros muertos ante su paso, hasta el valle dónde la verdadera batalla había ya comenzado. Desde su posición, algo elevada por la propia geografía del lugar, había estado observando los acontecimientos a la luz de las revelaciones que sus ojos ahora le otorgaban. Sus compañeros, fieles al plan que habían trazado con premura y sin apenas contacto, habían atacado la comitiva de ogros que custodiaba a los niños. Un simple vistazo, apenas unos minutos de observación, le habían permitido hacerse una idea de cual era la situación, y lo efectivos que habían sido los esfuerzos; era algo importante, necesario, ya que si hubieran encontrado allí una masacre y a los infantes desprotegidos, aún capturados, todo habría sido en vano, su revuelta habría fracasado en su mismo inicio, y aquellas criaturas que ahora cogían polvo, muertos en el sendero, solo servirían de excusa para mayores atrocidades por parte de los captores. 

Sin embargo no era así. Al poderoso mago ogro con el que había que lidiar no se le veía por ningún lado, sus estúpidos peones huían despavoridos, y solo unos pocos nigromantes parecían suponer aún un peligro para los prisioneros. Aún así, era bien sabido que los ogros restantes, aunque huyendo, podían suponer una amenaza aún, y a esos dirigió sus flechas de manera inmediata, moviéndose entre la gente mientras disparaba con mortal precisión y tal vez demasiada rapidez.

En el asalto anterior caen el sacerdote del caos 2 , el acólito 1 y el Ogro

AShrac reorganizo tu post con los esqueletos al caer el Ogro 1

Nuevo asalto: Damrod dispara con su arco contra el ogro herido fallando su ataque. Le toca a Atrus.

Asalto 16

Damrod 25

Atrus 24

Alfonso 23

Esqueletos 20

Doflar 19 

Andrómeda, Gerald y sacerdote 18

Cassius, Burl y Garl 17

Gardian y Durgil 15 

Harold, Fulgur y Acóltos 12

Lannet 10

Ashrac Y Lasha 8

Fonkin y Ogros 6

Bráedam 5

Dark 2

Atrus continuó su paso sigiloso, y cuando estuvo al costado del Ogro, desenvainó su estoque con un raudo movimiento y lanzó una estocada. Una fina perforación apareció debajo de la costilla de la criatura, que si no hubiese estado tan herida, tal vez no le hubiera significado nada, pero a esta altura, seguramente lo había sentido.

Como una jauría de lobos, los esqueletos continúan con su ataque desapasionado y carente de gestos y filigranas, solo movimientos de espada arriba y abajo. Los tres esqueletos que rodean al capitán de la guardia consiguen hacerle un ligero corte, aunque su ya recuperado atontamiento le permite bloquear los otros ataques, no tiene la misma suerte el guardia Alfonso, el cual sufre un corte por un lado y un profundo corte en el muslo que consigue traspasar la armadura y cortar una arteria importante, el dolor es brutal lo que le deja atontado para el asalto 17, pero cuando el filo de la espada sale y el esqueleto vuelve a levantar la espada, un chorro de sangre sale de la arteria seccionada, el guardia corre el riesgo de desangrarse por la hemorragia sufrida.

Mi cuerpo después de toda la tensión acumulada, comienza a recuperar su movimiento natural y además cerca de un sacerdote, que no se si también lo ha percibido, así que aprovecho esos pocos segundos de incertidumbre y con mi espada aun en la mano le ataco con fiereza y ahínco, cuantos menos enemigos mejor

Harold vuelvo a estar preparado, gracias y acabemos con estos monstruos

Asalto 16

Me preparaba para expulsar a los esqueletos canalizando la energía de la ley, pero sucedió lo inesperado, un esqueleto de los que pensé no podría atravesar mi armadura potenciada por los dioses logro encajarme un golpe muy fuerte del que me costó recuperar la compostura, no debía subestimar a ninguna criatura.

Al recuperarme otro esqueleto logra golpearme, esta vez no debía fallar, estos esqueletos ya habían hecho más daño del que deberían  me concentro en mi vínculo con mi dios destrozando los 6 esqueletos que nos rodean.

Luego ordeno a mi arma espiritual atacar al acólito 2

Asalto 16

Gerald ve caer al ogro al que atacó y sin esperar más carga otra flecha imbuida con su poder psiquico, respira lentamente sintiendo cada respiración entrar y salir de su cuerpo, tensa el arco llevando su mano a la altura de sus ojos y apuntando a su nuevo objetivo la suelta. La flecha surca el cielo zumbando cuando va cortando el aire y como una fiera hambrienta muerde atravesando la dura piel del ogro haciéndolo chillar de dolor, la sangre brota desde su espalda salpicando el suelo por donde camina.

Otro ataque y otro acierto, todas estas bestias cubrirán con su sangre estas tierras!

El sacerdote 2 ataca a Gardian a la desesperada fallando por los nervios de ver que esto se está poniendo mal y retrocede 5 pies.

Parecía que el maldito jefe ogro había caído, había visto como caía del cielo y a compañeros lanzarse sobre él con la furia que nos llena en estos momentos. Tampoco podía prestar mucha atención, los esqueletos nos rodeaban al capitán y a mi, esperaba que pudiésemos contenerlos, aunque no las tenía todas conmigo. Doy un giro con la espada para mantener ligeramente alejados a los esqueletos, veo un hueco en la guardia del que tengo al sur, su arma se eleva para atacarme dejando hueco para lanzar una estocada que le haga daño.

Debido a la amenaza inminente de los esqueletos sobre el clérigo, el mago empezó a conjurar para que en el lugar donde se encuentran los tres esqueletos que se aproximan centrado en el del medio caiga una red de telarañas para así detener su marcha contra sus compañeros.
Cuando observa que Gardian se empezó a mover, el mago le grita VE Y AYUDA A FULGUR Y ALFONSO!!!! NO PIERDAS TIEMPO!!!

Ya que ashrac modificó su post atacando al ogro tres desde el asalto 15, quiero cambiar el ataque a otro ogro ya que el lo dejo con 2pv cosa que no sabía. No sé si el tenía que tomar en cuenta mi post, que hago? Un nuevo post? Nuevas tiradas a otro ogro? O que el rediríja su ataque a otro ogro?

Tu post va primero por iniciativa, Ashrac tendrá que volver a modificar el suyo.

Varios ogros habían huído. No quedaba claro el porque. Me gusta pensar que fue por mi hechizo. En cualquier caso no pude evitar que mataran a dos personas.

-Amigos, tenemos que hacer algo para salvar a los prisioneros que quedan.

Ashrac lo siento tienes que volver a hacer tu post, date cuenta que Gerald dejó al Ogro 3 con solo 4 pv en su iniciativa, tu ibas más tarde.

Con el espado colocado por encima de mi cabeza, corro en dirección al esqueleto 10, es hora de detener el ataque de estas criaturas impías, al llegar hasta el veo que levanta su escudo para parar mi arma, pero el golpe es potente, pesado y su escudo apenas puede pararlo, así que clavo mi filo en uno de sus huesos.

Burl recarga su ballesta mientras avanza con cuidado por el terreno volcánico del valle, mientras que su hermano Garl levanta su hacha contra el Ogro y golpeando a la piel que protege el cuerpo del gigante sin llegar a producirle daño.

Al ver que su hermano falla el golpe - " Dejadme a mí acabar con la criatura, mi experimentada hacha hoy va a comer mucha sangre del Caos " - tras ello descarga el hacha golpeando a la nada, ni siquiera se ha acercado al cuerpo del Ogro.