Partida Rol por web

Tras dar unos pasos acercándome al resto del grupo y a la vista de que estos todavía están absortos con mi indescriptible maniobra me detengo.

- ¡Un momento! - digo reflexionando sobre la sala de la que salieron los xenomorfos.

Me giro sobre mis pasos comprobando lo que ya sabía: las dos criaturas yacían muertas en el suelo.

Camino hacia la sala de la que salieron las criaturas y antes de entrar giro la cabeza mirando al resto. Definitivamente me encojo de hombros y entro a la sala.

Por fortuna, parece que a las xenomorfas criaturas les afectan nuestros proyectiles, y observo con apasionada calma como cada uno de ellos cae desangrado al suelo y permanecen inmóviles. Antes de que pudiera decir nada, el piloto Jonás se adelanta y decide continuar pasillo a través.
- Bien muchachos... - digo acercándome sinuosamente a los cadáveres - Qué son éstas cosas ? No recuerdo haber visto jamás nada ni remotamente parecido - digo escupiendo tranquilamente tras abrir la visera del casco para tal efecto.
La armadura segía pensándome un quintal, pero preferí no quedarme a descubrir si aparecerían más xenoformos de esos, así que seguí la dirección del piloto sin seguir una ruta o vía de escape lo suficientemente clara.

Giro la cabeza cuando oigo a Teddy hablar.

- Pues ahora mismo son... ¿montones de mierda? - digo sin mucho interés.

- Y que más da, no son peligrosos.

Acto seguido continúo mi camino al interior de la sala.

Después de un rato mirando las increibles maniobras que efectúa el piloto y que finalmente consiguen dejar secos a los dos xenomorfos, como si estuviera contemplando una película de algún heroe americano, despierto de mi ensimismamiento desconcertado y me centro en la situación actual: dos xenomorfos muertos, un pasillo muuuy oscuro y Teddy y Jonas directos a la caza de más bichitos.

- Bueno, después de esta lección magistral de cómo un hombre solo puede cargarse a dos de esas bestias, es hora de que yo también haga algo útil a parte de estar aquí como mirón.

Doy unos paso hacia el escenario de la batalla y observo a los dos xenomorfo, con desprecio pongo mi pesada bota sobre, lo que se podría denominar, cabeza de uno de ellos. Inmediatamente me doy cuenta de que están recubiertos por un caparazón óseo pero de aspecto quitinoso; sin más, me alejo del lugar poniendo rumbo a través del pasillo iluminado al final de este.

- Bueno, pues prosigamos la cacería, que me da que estos no van a ser las últimas criaturas que nos encontremos. - digo con aire entusiasta.

Apresurando el paso, tres pares de botas metálicas se detienen frente a la puerta de la sala en la que el piloto se ha adentrado.

Reina la oscuridad, rota frecuentemente por chisporroteos y pantallas parpadeantes. Cables partidos, monitores agrietados, una amplia mesa metálica derribada, herramientas, paquetes de comida sintética y botellas rotas apestando a alcohol por los suelos. Y sangre. Lo inunda todo, llegando a encubrir el olor del alcohol con el suyo propio mientras mana de cadáveres humanos destripados y desmembrados con salvajismo. Al parecer, esas criaturas han pasado un rato entretenido en este pequeño cuarto. Una amplia mesa metálica derribada

Doy unos pasos hacia el interior de la estancia llegando a coger con las manos alguno de esos paquetes de comida sintética. Lo huelo.

- ¡Puaj! ¿Qué mierda coméis aquí? - digo dirigiéndome al resto.

Examino la sala con detenimiento dado pasos cortos y recreándome en los detalles.

- Bueno, parece que aquí no hay nada ver, a menos que os gusten los cementerios - digo mientras desplazo uno de los cuerpos humanos muertos con la bota.

- Alguien debería de enseñarles modales a esos... - me detengo un instante titubeando en busca de una palabra que defina a las criaturas - ¿alguno sabe que coño eran esas cosas? - acabo diciendo.

Me dirijo hacia la puerta de salida (la misma que de entrada) y miro de nuevo al grupo.

- Bueno, a ver, ¿donde narices nos quedamos? Ah.. sí, proteger a unos fantasmas... bien... ¿alguna idea, sargento Connor? - digo con algo de sorna.

- MMMMmmmm - gruñe el sargento sin poder dejar de observar la carnicería con gesto repugnante - Por lo que estoy viendo, iría al reactor nuclear de alimentación para hacer volar este lugar - responde como ido - Esta es una situación de alerta, deberíamos intentar comunicarnos con otra base e informar de la situación. Luego... bbueno, luego ya veremos. - dice encogiéndose de hombros.

Por otra parte, los fantasmas eran nuestra misión principal, pero eso era antes de que ocurriera esta locura, pensaba Connor. Antes de ir a ninguna parte en busca de los objetivos había que poner en estado de alerta al menos a la base más cercana; arg, como echo de menos ese trago.

Como en trance comienzo a dar vueltas por la estancia examinando cada uno de los objetos que se encuentran allí, todos ellos escacharrados, por supuesto. Me acerco a la mesa que se encuentra tirada en el suelo con la intención de ponerla en pie. Intento reconstruir la secuencia en la que los cuerpos de los hombres habían pasado a denominarse cadáveres. Me la imagino: -Varios hombres de juerga, borrachos, ven a parecer a los dos xenomorfos y... de repente me asalta la duda: -¿De dónde habrán salido esos bichos? ¿Habrán salido de algún laboratorio? ¿Por qué los bichos esos no los habrán?

Con la cabeza como un bombo, tras la tanda de preguntas y sin encontrar ninguna respuesta me dirijo hacia Connor: -Sí, yo creo que deberíamos informar de nuestra situación, pero antes habrá que comprobar si funcionan las comunicaciones y si no habrá que hallar la forma de solucionarlo.-

Miro a Connor y sonrío fuertemente.

- ¿Una situación de alerta? - digo mientras lanzo una tras otra, sonoras carcajadas - ¿quieres decir que ese par de ... "bichos" son una "situación de alerta"?

Salgo al pasillo donde yacen las dos criaturas y miro a ambos lados.

- Bien, dos direcciones, ¿izquierda o derecha? - digo casi a la vez de ponerme a caminar hacia la izquierda (dirección norte en el mapa).

Camino relajado, como de paseo, contemplando las paredes del centro de mando.

- Maldita sea, observa lo que han hecho con esos soldados. - la armadura le pesa horrores al sargento, así que observa la estancia antes de seguir a Marron en busca de armaduras o armas en buen estado. - Tampoco nos vendría mal pasearnos por el depósito de suministros, debe haber armamento y quizás una armadura nueva, si continúo con ésta, seré un cadáver antes de encontrarme con ellas.

Tras los pasos de Marron, Connor avanza jadeante y con el arma a punto, no le gustaría volver a encontrar alguno de esos xenomorfos. Lo que no l eimportaría es encontrarse con una buena botella de whisky, o qué coño, en estos momentos daba igual que fuera buena.

Tras haber pasado revista a la carnicería, decidís abandonar la habitación den pos del piloto, que, seguro de sí mismo, avanza por el pasillo hacia la izquierda, alejándose ya con tranquilidad del lejano estruendo del centro de mando, un tiroteo continuo que resuena amortiguado por el grosor de las paredes de metal.

Avanzando pesadamente entre los técnicos mutilados, los soldados hacen crujir los restos bajo sus pies. Con una última mirada al interior de la sala antes de salir, el rostro de Brian pasa de reflejar desasosiego a iluminarse levemente. De una zona del suelo ensangrentado, bajo las marcas de huellas de vuestras servobotas, coge de entre cristales aplastados un envase de vidrio superviviente. Alzándolo, lo abre con un leve chasquido al saltar la chapa y se le echa un trago.

- BURRRPP!!, ¿Queréis un trago? Aún está algo fría.

Tomando con decisión por el lado izquierdo del pasillo se alcanza un punto en que un pequeño pasillo abandona este corredor para llegar a una puerta lateral. Al margen de este corto pasillo lateral, en el que estáis podríais continuar avanzando hasta un recodo final, antes del cual puede verse otra puerta también en lado izquierdo.

El ruido de fondo del tiroteo continua como si se tratara de un murmullo, acompañando a vuestros recientes pensamientos ¿que eran esas cosas? obviamente mataron a los técnicos de la sala. ¿Es necesario dar la alerta habiendo acabado con ellas? ¿cómo justificar semejante alerta sin la autorización del difunto comandante del puesto? Y, ¿dónde encontrar la manera de enviar dicha alerta?

Las criaturas estaban en un área completamente ajena a la investigación según vuestros conocimientos. Como mucho podrían haberse hallado en las secciones de almacenaje de carga en la sección norte o la sur del centro de mando. Tal vez hallan llegado por los hangares en alguna nave. Como sea, han alcanzado el centro neurálgico del edificio y no han provocado alerta alguna.

Pensando en la mejor manera de enviar la alerta como sugirió el sargento Connor, desecháis el emplear la sala de mandos. Puede que en el área de control de las comunicaciones vía satélite encontréis la manera, pero no sois técnicos experimentados. Es obvio que os gustaría contar con ayuda, pero qué demonios, ¡tenéis que hacer algo!

Las criaturas estaban en un área completamente ajena a la investigación según vuestros conocimientos. Como mucho podrían haberse hallado en las secciones de almacenaje de carga en la sección norte o la sur del centro de mando. Tal vez hallan llegado por los hangares en alguna nave. Como sea, han alcanzado el centro neurálgico del edificio y no han provocado alerta alguna.

Pensando en la mejor manera de enviar la alerta como sugiriiste, desecháis el emplear la sala de mandos. Puede que en el área de control de las comunicaciones vía satélite encontréis la manera, pero no sois técnicos experimentados. Es obvio que os gustaría contar con ayuda, pero qué demonios, ¡tenéis que hacer algo!

Miro un instante a Brian mientras sostiene la botella verde en el aire y le dedico una despreciable mueca.

- Con eso no hay ni para empezar, ¡valiente mierda!

Continúo avanzando por el pasillo sin esperar respuesta hasta que llego a la esquina que dobla a la derecha.

- Esperad un momento no vaya a ser que tengamos otro par de amables criaturas a la vuelta de la esquina - digo mientras hago una señal con la mano extendida.

Lentamente pero decidido me asomo al pasillo que dobla a la izquierda con una de las pistolas en la mano izquierda.

Continuo avanzando por el pasillo, mientras pienso: -Joder, este pasillo no parecía tan largo cuando comenzamos a recorrerlo, en fin serán las ansias de triturar enemigos.- Absorto en mis pensamientos, camino callado al paso de mis compañeros hasta que llego al final del pasillo donde Marron decide girar a la derecha. Pero antes de llegar me topo con una puerta situada a mi izquierda,  la curiosidad me puede, no puedo evitarlo y me comienzo a embestirla con el fin de que está ceda y poder averiguar lo que hay dentro.

Antes de asomar la cabeza en la esquina oigo los golpes de Nexus sobre la puerta.

- Maldita freidora con patas, ¿donde cojones le habrán enseñado lo que es el sigilo?

- Eh, tú, lata de gasolina, ¿puedes hacer más ruido? Todavía no ganamos a los de la sala de al lado. Quizá quieras que les invite a venir aquí al pasillo a que te den por tu enlatado culo.

Acto seguido me planto en mitad del pasillo que gira a la derecha pues ya no hay porqué guardar sigilo.

Escucho a lo lejos las protestas de Marron, pues el estruendo no me dejan oirlas con más claridad, y algo irritado por el tono grosero del cabreado piloto le digo:

- Joder, tío, tampoco es para tanto, además después del ruido que ha hecho Connor con la armadura por todo este pasillo...

Tras este comentario paro las embestidas y observo si ha cedido la puerta.

Escucho las protestas de Nexus mientras le hago gestos burlescos.

- ¿Qué no es para tanto? Maldita sea, ¿has probado a abrirla por algún método más ... normal? No se, quizá dando al botón que grita "ABRIR" -  le digo ya desde el pasillo.

Gloria bendita. Es la palabra que viene a mi cabeza tras beberme en apenas un suspiro la botellita verde. Observo las protestas de los soldados y bendigo por que las paredes aguanten el sonido suficiente como para no levantar sospechas de que alguien pulula por los pasillos del cuartel mientras afuera continúan los gritos y los disparos.
Poco despues de doblar la esquina y observar cómo pretenden abrir la compuerta, intervengo dando un toque de atención y disciplina.
- Chssst ! Silencio marines... - dice con voz más calmada que antes del aquel buen trago ligero - No abras la puerta de cara, cúbrete a un costado soldado, yo entraré en cuanto nos hayamos asegurado que nadie cubre al otro lado.

Así, Connor espera el momento para actuar rápido y evitar sorpresas al otro lado de la compuerta.