Partida Rol por web

- Aunque me joda, esta vez tiene usted razón Coogar. No tiene mucho sentido que la atención de todos estos hombres esé centrada más en su 'aparente' operación que en una intrusión en toda regla. Algo gordo se traen estos entre manos. Iré a ver que es lo que consigo atisbar y qué custodian con tanto celo en la puerta sur.- Según termino de decir esto entre susurros para no ser desbierto por los otros marines, me deslizo rápida y suavemente tras la fila de cajas que se encontraban colocadas en el lateral del hangar y que formaban un discreto pasillo que me permitían mantenerme oculto de la mirda de los Alpha y del objetivo de las torretas.

Según me voy acercando hacía la zona veo como el número de hombres uniformados se va incrementando de manera notable, se mueven de un lado para otro con cierta premura, parecen ultimar los últimos detalles en los Goliaths. Con la espalda apoyada sobre una de las cajas asomo la cabeza intentando divisar que es lo que se cuece tras la puerta sur.

Cita:

Lanzo una mirada de soslayo a la operativo. Estaba claro que desde el principio había algo que no encajaba, pero traidores a la Confederación, por qué ? Aqui había mucho que explicar.

Observo la escena con cierta tensión por los movimientos de los marines Alpha. Eran demasiados para intentar siquiera llevarles la contraria. Cualquier acto de heroicidad quedaría tan sólo en un intento de alcanzar la muerte, y aún no era el momento de ascender al más allá, si es que realmente existía tal cosa.

- Deacuerdo, pero llevamos toda el jodido día dando vueltas por los infectados pasillos del Centro de Mando y ahí solo encontraremos la muerte. Sugiere que es eso lo que debemos hacer, a expensas de que esas "ratas" que menciona se encuentren o no en este grupo de supervivientes ?

El piloto miró a sus dos acompañantes y se encogió de hombros. Ese rollo político estaba empezando a tocarle directamente la moral.

—Vamos a ver si podemos ser todos amiguitos, teniente —dijo ofreciendo una exagerada reverencia—, nosotros queremos salir de este sitio y usted quiere que nos vayamos, no veo el problema. Déjenos una nave en la que poder salir y listo, sus problemas y los nuestros solucionados —acabó diciendo echando una deseosa mirada al prototipo.

Durante el breve intercambio de palabras, otra nave comienza el despegue, maniobrando hábilmente entre marines y Goliaths se alza y abandona a velocidad creciente el hangar. El ruido de sus motores no se ha perdido todavía cuando otra nave inicia la ignición de los suyos. Desde esta nueva posición más avanzada podéis ver claramente como unos pocos marines y asistentes con cargando cajas y un Goliath proceden a embarcarse para un nuevo despegue.

- Su misión no es asunto mío, efectivo- el colosal marine no parece impresionado por la actitud del fantasma al dirigirle estas pocas palabras. Si fuera de piedra parecería más humano.- En cuanto a los asuntos privados de la milicia, ocupense de ellos en territorio de la milicia. Las ordenes del General Duke son tajantes al respecto. Mis hombres tienen una posición que tomar y las fuerzas locales de DN-II, entre las que se cuentan todos ustedes, DEBEN mantener la posición. Despejen el área. Inmediatamente.

La hilera de soldados mantiene en alto sus armas, en señal de amenaza palpable. Su sargento ha sido sumamente explícito.

Los tres hombres avanzan despacio para no llamar la atención, con el soldado de asalto precediendo al novato que carga con el herido. Mientras se apaga el breve intercambio de palabras del grupo que ha establecido contacto con los marines de élite, otra nave comienza el despegue, maniobrando hábilmente entre marines y Goliaths se alza y abandona a velocidad creciente el hangar. Los tres cruzan deprisa el pasillo justo al lado de la nave prototipo, a varios metros de sus compañeros, que pueden ver a distancia segura de la nave, al parecer hablando con alguien frente a ellos, oculto por la oscura nave prototipo. El ruido de motores de la nave que abandona el hangar no se ha perdido todavía cuando otra nave inicia la ignición de los suyos, haciendo imposible oír tras los enormes contenedores conversación alguna.

Más adelante, muy cerca del final de la hilera, desde donde aún puede atisbarse a cubierto cerca de la entrada sur al hangar, Nexus da el alto alzando una mano con desgana para poder evaluar la situación. Los soldados parecen haber improvisado una barricada bastante sólida a unos metros de la puerta blindada y hay varios de ellos cerca, dirigiendo miradas ocasionales a esta y a las operaciones de lo que parece una evacuación en toda regla. Cerca de vosotros la puerta retumba sordamente, como embestida desde el otro lado, ante lo que los marines de élite toman posiciones, demostrando que efectivamente esto es lo que es que estaban esperando. Cerca de vosotros un panel de acceso, idéntico al de la entrada norte, muestra un indicador de bloqueo de puertas parpadeando en rojo. No parecen querer invitados de ningún tipo.

- Vaya, alguien quiere entrar por la fuerza. No sé si serán los bichos esos, confederados, milicianos o su puta madre. Pero parecen muy decididos a entrar.- Opina Brian en voz baja.

- Pues más vale que nos larguemos de aquí antes de que lo consigan, porque en medio de la batalla campal que hay fuera no debe ser bueno encontrarse en medio, especialmente si se trata de xenomorfos y están atacando en masa. Muchacho vamos a ver que pasa con la nave, no estoy seguro de que nos vayan a dejar ir por las buenas por la pinta con que han recibido al resto. Si no consiguen negociar un acuerdo, hay demasiados halcones sanguinarios como para enfrentarse a ellos con éxito.

Dado que el lugar parece estar infestado de xenomorfos y nadie parece estar dispuesto a hacer frente al problema -y yo menos que nadie, que lo quiero es trincar ya un nave y salir pitando antes de que nos coman vivos- sigo el consejo de Coogar y me dirijo por el pasillo lateral hacia el hueco que se abre entre la primera y la segunda de embalajes.

- Aprovecharé el factor sorpresa para aparecer en medio de las negociaciones que estan llevando a cabo Marron, Connor y Uriel, porque parece que la cosa se está poniendo tensa. - Le digo a Brian y a Coogar. - Creo que lo mejor sería que dadas las condiciones en la que te estas, te quedes con Brian tras los embalajes a una distancia no muy lejos de nosotros por si acaso hubiera que salir corriendo.- Le comento en esta ocasión exclusivamente a Coogar.

En medio de los tiras y aflojas aparezco de entre las cajas. El grupo que se encontraba dialogando se gira hacia mi sorprendido y ante las enérgicas miradas lanzadas por los Alpha les digo:

- Bueno, ¿aquí que es lo que está pasando? ¿hay fiesta para todos menos para nosotros?-

Me dirijo a mis compañeros para que me pongan un poco al tanto de la situación -¿Necesitais ayuda? porque si es así en un momento enciendo esto y tenemos todos calefacción gratis-

La irrupción del firebat desde el pasillo lateral que os separa del prototipo, la hilera defensiva y los marines Alpha tiene un efecto muy similar a un resorte, cuando dos de los soldados abren fuego sobre él sin apenas permitirle decir esta boca es mía.

- Eh, firebat, no hagas es...

Sin tiempo siquiera de llegar a advertirle, observo las ráfagas de metralla al rojo vivo empezar a caldear el ambiente.

Mierda...

La acción parecía inevitable dado el trato que este escuadrón, antes respetable por mi parte, nos estaba ofreciendo.

Me cubro rápidamente tras la cobertura más cercana entre mi posición y la salida del hangar y mi fusil empieza a escupir casquillos como alma que lleva al diablo.

—...tupideces —completó la frase el piloto.

Retrocedió un par de pasos intentando confundirse tras el prototipo de la nave entre los disparos al firebat.

—Puede que la estupidez del cagafuego pueda ser útil —pensó mientras dibujaba una malvadácea sonrisa.

Ante la lluvia de metralla que se estrella contra mi armadura pienso: -Apuntar nota mental: la próxima vez trazar plan B por si el plan A no funciona.- La fuerza de los proyectiles me hace retroceder, a duras penas levanto los brazos y disparo con los lanzallamas, una nube de plasma sale disparada hacia los soldados. -Espero que esto sirva para dejarles K.O.-

Convencido de que en cuanto los otros Alphas escuchen el revuelo acudirán corriendo a ver qué es lo que pasa, trazo un plan: -En cuanto éstos dos estén aturdidos, yo me piro a algún lugar seguro, pero no permaneceré más tiempo en esta olla express. Si no, creo que me tocará intentar esquivar a los soldados, sus disparos y su puta madre y tratar de salir de aquí a toda costa.

El infierno se desata.

En el instante en que aparece el firebat y recibe las primeras ráfagas la escena se convierte en una estruendosa escaramuza mientras los casquillos saltan por los aires desde todas direcciones. Las torretas defensivas vuelven a escupir muerte a sus objetivos cercanos, a un gesto del sargento la pequeña escuadra destacada para comprobar la intrusión se reparte los blancos rápida y eficazmente, el marine de asalto avanza lanzando frente a sí una cortina de plasma ardiente en dirección a los Alpha apoyado por el sargento Connor que abriendo fuego de cobertura se desplaza lateralmente hacia la protección que ofrecen los embalajes laterales. El piloto se lanza a todo correr en cuanto el limitador de ráfaga de los Gauss recién disparados se activa, cruzando el espacio que le separa de la parte delantera de la nave justo antes de que las llamas del Firebat abrasen el área y bloqueen el camino. Sin embargo, la cortina de proyectiles de la torreta más cercana le depara varios cortes en el costado y brazo derechos antes de arrojarse al suelo rodando para cubrirse tras un cajón de herramientas y recambios. Confundida por el repentino desenlace de la situación y con un chorro de voraces llamas acercándose desde el flanco izquierdo la fantasma opta por buscar protección y retrocede junto al sargento disparando contra los soldados. El fuego combinado de ambos derriba al soldado más cercano, manchando de sangre roja la blanca armadura.

Los marines se dispersan lateralmente alrededor de las columnas de torretas, dividiéndose como reacción a las cada vez más cercanas llamaradas. En el centro de su formación permanecen las torretas y el bípode blindado. El Goliath, inamovible, apunta sus Cañones gemelos a la ardiente amenaza con un sonido de giroscopios manejados por el selector de blanco y las boquillas rotatorias de estos comienzan a girar vomitando neoacero. Dos chorros de munición impactan de refilón al firebat saltando chispas de una de sus hombreras pero sin llegar a frenar su obstinado avance. Sus llamas ya alcanzan la torreta y sobrepasan su blindaje fundiendo sus delicados mecanismos, elevando su temperatura hasta alcanzar el punto de fusión de sus sistemas de eyeción y haciendola reventar.

Se está volviendo una mala costumbre cruzar por delante del cagafuegos. Una vez más sales indemne, y, tal como preveías un muro de fuego te oculta de los soldados de armadura blanca. Ya estás alcanzando la nave y buscando el portón de acceso cuando un agudo dolor en el brazo y las costillas te recuerda las torretas trampa. Lanzando una sonora blasfemia saltas y ruedas por el suelo hasta quedar tras un embalaje que rebosa con piezas de motor. Agazapado entre herramientas tras tan escasa cobertura compruebas que tus heridas son leves rasguños, pero la situación no parece controlada. El intercambio de disparos acaba de empezar y por debajo de la nave puedes ver como los demás marines que ayudaban a los pilotos y operarios abandonan sus tareas para unirse a la refriega. Tan solo los Goliaths mantienen su posición, blindados guardianes veteados de blanco custodiando a los pilotos que continúan cargando algunos paquetes más en las naves de descenso orbital del fondo del hangar.

Centrando tu ambición en la nena que tienes encima, compruebas que se trata de un modelo bastante reciente de nave de descenso tipo ND 105-H, por lo que incorporará un tren de despliegue de tropas en la zona inferior de popa, mejorándola considerablemente con respecto a la versión ND 100-G que tenía un complejo suelo de paneles replegables con una molesta tendencia a atascarse con los impactos. Dado que acceder a la cabina del piloto desde proa es una tarea arriesgada en estos momentos, te planteas acceder desde dicha rampa. El control de acceso externo estará cerca de ella. Después de eso, ya tendrás tiempo para comprobar que mejoras caseras encargó Troilo para este monada.

La acción se había desencadenado y la oscuridad ya no era tal pues las ráfagas de metralla iluminaban la gigantesca estancia a intervalos regulares.

Viendo el progreso de los acontecimientos, cada vez veía más lejos el conseguir hacernos con una de esas naves, e igual de lejos comenzaba a ver la puerta de salida por la que habíamos accedido a aquel lugar.

Me sitúo tras el firebat con la esperanza de que me cubriera mientras grito por encima del sonido de los disparos al resto del grupo.

- Retirada, hacia la salida vamos !!! Cubriendo posiciones y asegurando la retaguardia !!

El grito sale ahogado, pero con la suficiente fuerza como para que me oyera el resto. Al mismo tiempo dejo mi dedo enganchado al gatillo de mi Glauss disparando en dirección a los dos soldados (3 y 4) que presentaban una amenaza más inmediata.

Hombres... Malditos sacos de hormonas descontroladas.

En mitad del caos ella parece ser la única balsa de tranquilidad a pesar de moverse para intentar salir con vida de este infierno desatado de forma tan estúpida.

Lleva una mano a un cinto de munición que rodea su cintura extrayendo del mismo un pesado cartucho que rápidamente empieza a brillar con un halo azul fantasmal y a cubrirse de escarcha. Con la otra mano, sujetando el rifle, cambia el selector de tiro y abre el cargador de munición especial.

El cartucho entra suavemente en la recámara y el cargador se cierra con un suave chasquido mientras la pose de la fantasma evoluciona y alza el rifle apuntando al pesado y peligroso bípode de asalto mas cercano.

Pulsa el gatillo y por una décima de segundo una estela de hielo azulado conecta el cañón de su rifle con el Goliath. Acto seguido algo estalla y el halo del proyectil envuelve al bípode sobrecargado sus sistemas, con un baile cegador de luces y alarmas en la cabina del piloto. Pero sólo dura un par de segundos después todo se congela y el robot queda inutilizado.

- Moviendo el puto culo de aquí!! YA!! - Grita tras el disparo.

La puerta está lejos... Pero puertas mas lejanas ha alcanzado en el pasado.

Una lluvia de acero se cierne sobre aquel lugar, en un momento todo se torna muerte y destrucción. Los marines disparan a diestro y siniestro sin descanso, el Goliath, frente a mi, avanza haciéndome empequeñecer, varios metros de metal automatizado ensombrecen mi figura y cubriendo a mis compañeros continuo lanzando una nube de plasma que lucha por conseguir alcanzarle, a mi espalda escucho como Connor nos arenga hacia la salida, de repente la escena se ilumina con una intensa luz azulada, -algo ha pasado.-, alarmas y complicados mecanismos se activan en la cabina del piloto del Goliath y éste queda inutilizado, me giro y veo la cara triunfal de la fantasma, le doy las gracias por salvarme el culo y comento a los demás:

- Creo que la puerta de salida está demasiado lejos y lo mejor sería ir donde Marron y largarnos con el prototipo. Pero yo no soy quien da las órdenes.

Tras decir esto acciono los mecanismos inyectables de los stim packs y poco a poco compruebo como me voy revitalizando y energizando. Eufórico por el efecto del suero corro a cubrirme en algún algo más seguro, mientras grito: -Come On!! Venga chicos, ahora sí, estoy preparado para llegar a donde sea!

Durante unos instantes se debatió entre la batalla campal que había provocado el murciélago y el acceso a la nave pero pronto las palabras de retirada del sargento Connor le hicieron tomar la decisión.

Miró la nave con admiración un instante y luego comprobó que los mecanismos estaban donde tenían que estar.

—Bien nena. ¿Estas dispuesta? —se dijo mientras se movía hasta el panel de acceso.

—Vamos, vamos, ábrete joder —rezaba para sí mismo.