Partida Rol por web

Las Sombras de la Mente

Capítulo II: Un Cadáver en la Posada

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28/01/2019, 23:18
Doctor Jekyll

El doctor Jekyll escuchó hablar a las dos mujeres. Miró de refilón a Harker, esperando que el comentario de la señorita Adler no hubiera resultado hiriente, y suspiró bajando la mirada al suelo. Aún no terminaba de comprender qué hacía él metido en ese embrollo. ¿No tenía la Corona profesionales con capacidades reales, al margen de Lestrade? O al menos gente que se dedicase a la investigación forense y criminal, no a la científica.

Con todo el asunto del barco y la carga Henry Jekyll se sintió un poco abrumado, sin saber realmente cuál sería el mejor camino de actuación. Tenía claro lo que diría el Otro, claro. Probablemente se presentaría ahí sin preguntar ni pedir permiso a Lestrade ni a nadie, y resolvería los problemas de manera definitiva si se presentaban. Por eso Henry Jekyll preferiría hacer justo lo contrario. El hombre iba a guardar silencio, seguro de que poco o nada podría aportar, pero algo de lo dicho llamó su atención.

—Si me lo permite —enunció, disculpándose también con el tono de su voz—, no creo que sea un nuevo misterio, sino una pieza más del puzzle. Una que aún no entendemos porque no conocemos cuáles la rodean.

Hizo una breve pausa, dudando sobre si explicarse o lo que iba a decir resultaba tan obvio para todas que sólo iba a hacer el ridículo.

—Había dos barcos posibles, ¿no es así? —preguntó de manera retórica—. El Vermillon, que vino de Francia, y el Halcón, que vino de España. Tenemos a un marinero muerto y hemos supuesto que venía en uno de esos barcos, en el mismo que el asesino. Podría no ser así, pero voy a seguir en esa línea... El hombre tenía un marco francés y Diego, que es español y venía en el Halcón, no lo conocía. En el barco que nos queda sabemos que hay una carga sospechosa, marineros que fueron castigados por traidores y que no sabemos qué pasó con ellos. Puede que me equivoque, pero si el muerto también venía ahí, bueno... Quizá también estaban silenciándolo. O puede que sea uno de los que tenían su nombre tachado. En cualquier caso, todo parece parte de lo mismo, ¿no? Y más si es el mismo barco en que venía nuestro asesino. Lo que me hace pensar... —Volvió a hacer una pausa para tragar saliva y humedecerse la boca, que sentía pastosa tras toda esa explicación—. La carga quizá tenga que ver con el posible atentado a la Corona y de ahí el secretismo. Es sólo una suposición, también podría ser sólo contrabando... Pero las medidas para mantener el secreto parecen excesivas para ser sólo eso.

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28/01/2019, 23:47
Mina Harker

Dejo la explicación a Marian, pues estaba segura satisfaría las preguntas de Irene con solvencia permitiendo que se sintiera más cómoda en un segundo plano. Más segura, más en las sombras. Pese a que había un tiempo en su vida que había sido una joven socialmente abierta y extrovertida, esos tiempos habían pasado y en aquella oscura noche había compartido más tiempo del que cabía esperar con aquellos desconocidos. Tras semanas en solitaria reclusión en su casa, aquello estaba siendo mucho más intenso de lo que habría deseado, especialmente tras lo sucedido.

Aquella actitud distante, aún sin perder detalle de lo que se hablaba en su presencia, era tan solo una fachada para permitirle recuperar el dominio sobre sí misma.

-¿y a que esperamos? Será mejor que acudamos al lugar antes que el Inspector Lestrade de por finalizada la investigación...así podremos regresar todos a nuestras asuntos – no estando segura si esos asuntos serían seguir en pos del famoso Jack o o poder regresar a la calidez y protección del hogar -de ser necesario – añadió a regañadientes cuando sus compañeros mencionaron de regresar a inspeccionar más en profundidad el lugar

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29/01/2019, 22:54
Irene Adler

—Y no sólo parecen medidas excesivas —apostilló Irene a las palabras del doctor— sino que de ser contrabandistas el mejor lugar de la zona para mover la mercancía es la bodega de The Thames' Bounty. 

Tras ese comentario se quedó pensativa algunos instantes. Se preguntaba si todavía tendrían algo de ventaja si se daban prisa. Y, al mismo tiempo, su mente buscaba esas alternativas que Marian había mencionado. Echó un vistazo a Jekyll con una idea fugaz que desestimó de inmediato. Aquel hombre de ciencia tan apocado no daría el pego como marino aguerrido ni aunque quisiera. Y ella... ella quería ir a la pensión, pero también al barco, ver ambos lugares con sus propios ojos. Pero bien sabía que no podía estar en ambos sitios al mismo tiempo y la propuesta de Marian de dividirse de nuevo empezaba a parecerle inevitable. Sólo le quedaba pues pensar en cuál de los dos lugares serían más útiles sus habilidades. 

Miró de soslayo a Mina cuando intervino, pero no le respondió para hacerle ver que estaban caminando y poco más podían hacer  para llegar a la pensión salvo echar a correr. La mujer parecía algo dispersa y eso hizo que Irene la estudiase con un brillo curioso. Desde que se habían reunido tras su aventura en el barco el misterio que la señorita Harker representaba no hacía sino aumentar. ¿Qué había visto en el navío que pudiese haberle afectado tanto? 

—Tengo la sensación de que vamos a tardar en poder regresar a nuestros asuntos —vaticinó, con una media sonrisa resignada—. Y bien, veamos qué nos espera en la pensión y tracemos nuestros siguientes pasos a partir de ahí. En cierto modo es mejor que no vayamos todos juntos con Lestrade al barco, que no nos vean a todos, pues si dos se quedan al margen de esa redada tal vez podamos tener esa baza en la manga para más adelante. 

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31/01/2019, 20:41
Marian Halcombe

-No creo que esa suposición vaya desencaminada, doctor Jekyll. Incluso el hecho de que el pseudónimo elegido por el destinatario sea Cromwell, el responsable de la ejecución de Carlos I, es una decisión interesante, aunque quizás estoy viendo significado en una elección que no pensaron demasiado. En todo caso, seguimos sin tener las respuestas más importantes.-El tap, tap, tap, de su bascón marcaba el ritmo de sus pasos; unos pasos a los que trataba de darle toda la velocidad que podía, a pesar de que su cadera estaba empezando a molestarle.-Dónde está ahora Cream ahora, las verdaderas identidades de los conspiradores y cuáles son exactamente sus planes. Aún tenemos que tirar mucho más del hilo para acabar de desenredar la madeja. Y sospecho que si queremos evitar lo que sea que tengan pensado hacer, el tiempo apremia. Y quizás Lestrade no vea tan clara la relación entre el barco y nuestro asesino como la vemos nosotros, especialmente ahora que ya cree tener su presa.

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01/02/2019, 19:53
Narración

The White Whale es una modesta pensión de tres pisos, cuya cercanía al Támesis parece haber tenido su impacto en la estructura misma y la madera de la que está construída. El lugar parece haber sido encajado forzadamente entre otros dos edificios de similar dimensiones, pero sólo éste parecía hacer un esfuerzo para permanecer en su sitio. Las ventanas sucias daban a la calle y estaban todas cubiertas por inquietas cortinas que podrían haber sido blancas, y que ahora parecían más bien nieblas grisáceas y densas.

Un letrero con letras grandes y una ballena deforme colgaba sobre la puerta principal, anunciando el título de aquel discreto sitio. En condiciones normales, el lugar estaría silencioso y tranquilo, oculto de cualquier calle principal a estas horas de la madrugada. Pero en este momento hierve de actividad. Varios policías se encuentran montando guardia, y se escuchan murmullos, pasos y toda suerte de interrupciones a la tranquilidad de la noche.

Los oficiales no os ponen problema, y os permiten llegar hasta la entrada del lugar. En el interior, varios policías más están adentro, hablando entre sí, y rodeando a un hombrecillo regordete que tenía cara de susto y miraba en todas direcciones como si temiera que la sorpresiva presencia de aquella turba oficial fuese a destruír lo poco que quedaba intacto de aquel lugar. El sitio es modesto, viejo, aunque aparentemente funcional. Sentís un ambiente algo pesado, lleno de suspicacias, y el único que parecía satisfecho consigo mismo era Lestrade, quien se encontraba allí dando instrucciones, ignorando al hombrecillo. Varias respuestas se dejan oír, el segundo piso pasos fuertes hacen eco en la madera, y en algún lugar, el llano fuerte de un niño pequeño empieza a superponerse a los demás sonidos del sitio.

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01/02/2019, 20:17
Inspector Lestrade

-Ah, habéis llegado- dice Lestrade con cierta tranquilidad. -¿Os han dado mi recado? Bueno, no importa.- dice rascándose la cabeza. A simple vista, se le nota de mejor humor. -Al final mis deducciones han dado en el clavo. La víctima era el imitador de Cream. Se voló los sesos hace menos de una hora- dice como el orgullo de un niño pequeño habiendo hecho bien sus deberes.

-Todo un caso. La indumentaria necesaria para hacerse pasar por ya-saben-quien- dice mientras mira de reojo al hombrecillo que no duda en dedicarle varias miradas al inspector. El llanto del niño monta en intensidad y Lestrade parece irritarse un poco. -Por todos los santos, ¿podéis hacer que la niña se calme? no podemos esperar a que se quede sin aire o sin lágrimas- le dice a uno de los oficiales quien asiente embarazosamente y se mueve hacia una puerta detrás de la recepción principal seguido por la mirada angustiada del hombrecillo, que al abrir, revela lo que parece ser la cocina, y otras personas más.

-¿En qué iba? Ah sí. Disfraz, el arma homicida. Todo. Vino hace una hora o así. Otros huéspedes y el dueño le escucharon entrar. Estuvo un poco en su habitación, lo suficiente para quitarse el traje y luego si disparó en la boca. Tenía que dejar un desastre detrás, cómo no. Pero al menos le hemos encontrado.- hace una pausa y sonríe como si se hubiese quitado un peso de encima. -Supongo que querréis verificarlo por vosotros mismos y dar vuestro informe. Al final no hemos necesitado mucho de vuestra ayuda, pero os lo agradezco sinceramente.- dice, sin que podáis saber si su sinceridad es honesta o sarcástica. 

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07/02/2019, 00:09
Doctor Jekyll

El doctor Jekyll apretó el paso ante el comentario de Harker, asintiendo en silencio poco después ante los comentarios de las dos mujeres. El hombre caminaba pensativo, y si el destino no fuese tan apremiante y tan claro probablemente parecería un alma en pena. Había algo en su forma de andar, de moverse, de interactuar con todo lo que le rodeaba, que le hacía parecer lánguido y casi pusilánime. Sin embargo, las veces en que su atención se centraba daba la impresión de ser un poco más inteligente y capaz, como si la mayor parte del tiempo su mente estuviera en otra parte.

Al llegar al lugar sus ojos se desviaron para comprobar la altura del edificio. No le gustaban los edificios altos por el cansancio que suponía subir las escaleras, pero si era necesario lo haría sin la más mínima queja, ni siquiera para sí mismo. Era un precio pequeño si lograban cumplir con lo pedido... Y la Corona hacía su parte con lo prometido.

El doctor escuchó a Lestrade, cambiando con incomodidad el peso de pierna cuando dijo aquello de la niña. Para cuando el hombre acabó de hablar el doctor tenía varias preguntas... Pero sólo una que no fuese llevarle la contraria directamente.

—Disculpe —enunció—, le... ¿Le oyeron entrar? ¿No lo vio nadie?

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07/02/2019, 23:06
Marian Halcombe

La pregunta del doctor Jekyll era de lo más perceptiva. ¿Nadie había sido testigo directo del incidente?¿Cómo estaban tan seguros de que no había nadie más con él? Pero el asunto presente era importante, no podían olvidar al Vermillion y a su misteriosa carga, y la urgencia de impedir que las pruebas desaparecieran o esa carga llegara a las manos equivocadas.

-Necesitaremos ver el cuerpo y hablar con los testigos, sí. Sería un trabajo chapucero si no incluyésemos todos los detalles.-Le dijo al inspector con una sonrisa que diese a entender que era una parte inevitable de su trabajo, y no debido a ninguna duda sobre las deducciones de Lestrade. A pesar de que dudase de las deducciones de Lestrade; pero no era necesario herir el orgullo del inspector.-Pero también queríamos pedirle que enviase a sus hombres a inspeccionar el Vermillion.  Mientras hacíamos pesquisas sobre los barcos, encontramos que la gente del Vermillion transportaban una carga que querían mantener en secreto y no registraron en la bitácora, y un testimonio nos hace creer que incluso llegaron a usar la violencia o asesinar a algunos tripulantes para hacerlo. Incluso si finalmente no estuviera relacionado con esto, no sería bueno que un barco fracés introdujera una carga con no se sabe qué fin en tierras británicas.-se inclinó hacia el inspector, y bajó la voz, adoptando un tono de confidencia- La gente de la Corona ya está lo suficiente nerviosa estos días, sin necesidad de preocuparse por lo que puedan traer a bordo unos franceses.
 

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08/02/2019, 11:25
Mina Harker

 

El humor de Mina no era el mejor en ese instantes, su compañía sin duda sería un lastre para sus compañeros en semejante estado, así que hizo todo lo posible por liberar la carga que atormentaba su mente para ser capaz de proseguir con su misión.

Cambiar el hedor de la sangre de aquel pobre desdichado por el del Tamesis ayudó significativamente a tal propósito. El tiempo que les llevo llegar hasta The White Whale fueron acompañados por una brisa que alivió el animo de la mujer, aunque no lo ensalzo hacía nada mejor, al menos lo templo hacía la neutralidad.

Al no encontrar ningún impedimento por parte de los oficiales de la entrada, se encontraron en poco tiempo frente a un orgulloso e inflado Lestrade. Da igual lo mucho que tratara de ocultarlo, parecía un pavo recién rellenado y listo para servir a los hambrientos comensales; sus compañeros.

Ellos tomaron rápidamente el timón de la conversación con el Inspector por lo que Mina permaneció en ese segundo plano en el que se sentía tan cómoda, hasta que aquel llanto desesperado obtuvo toda su atención.

-Inspector – reclamo con una aterciopelada voz que no había mostrado antes – ya que parece tenerlo todo bajo control aquí – aduló en tono irónico al hombre, aunque dudaba que le fuera a molestar - ¿le molestaría si hecho una mano con la niña? Se me dan bastante bien

Estaba segura que le habían dado gato por liebre y aunque quería estar presente cuando sucediera, aquel llanto la preocupaba más.

Notas de juego

Escrito entre llanto y moco de una niña de verdad

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08/02/2019, 14:03
Inspector Lestrade

Lestrade abrió los ojos, como si notara por primera vez al profesor Jekyll, pestañeó un par de veces y tardó en darle una respuesta. -Ejem. No. Ningún testigo le vió entrar. Le escucharon solamente- dice poniendo énfasis en los verbos. -La posada cierra después de cierta hora, por lo que nos dijo el dueño. Pero el asesino en cuestión pago extra para tener una de las copias especiales de la llave y poder llegar fuera de esas horas. Tenía planeado su paseo nocturno- comentó, como si fuese lo más evidente del mundo.

-La mayoría de testigos o estaban borrachos o no hablan más que algunas palabras básicas de inglés.- dijo encogiéndose de hombros el inspector.  -Pero si queréis hacerle algunas preguntas al dueño, adelante- dijo mirando en dirección al hombrecillo de aspecto nervioso que seguía mirando a los policías y a veces se fijaba en Lestrade. -Él y su esposa son quienes nos han dado la mayoría de los detalles.-

La siguiente petición la recibió con seriedad. -Miss Halcombe, me temo que nuestra prioridad por el momento es este asunto. El contrabando en el puerto está fuera de mis competencias y tanto vosotros como yo tenemos como prioridad resolver este crimen. A menos que haya algún vínculo directo entre el imitador de... Cream...- dice, como si hubiese meditado que nombre usar -... y vuestro barco, tendréis que poner el denuncio por el conducto regular. De lo contrario, le sugeriría centrarse en este asunto. Ni siquiera nosotros podemos resolver todos los crímenes de Londres a la vez- dijo, sin mostrarse irritable, pero sí deferente.

Miró a Mina, su rostro reflejó algo de escépticismo pero al final cedió. -Como desee. La pequeña ha llorado desconsoladamente desde que llegamos. No nos ha hecho el trabajo nada fácil...- reconoció rascándose la cabeza y dejándole seguir.

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08/02/2019, 14:32
Narración

Caminas hacia la puerta de la cocina por donde había desaparecido el otro oficial hace un momento. El lugar tiene unas cinco personas en total y parece estar completamente abarrotado. Se trata de un espacio más bien modesto y deficiente en términos de limpieza o ventilación. Una pequeña lámpara, probablemente traída por alguno de los tres oficiales allí presentes, iluminaba la estancia, estando sobre la mesa en dónde ocurrían la mayoría de las preparaciones. Todo el sitio está lleno de utensilios y ollas que no parecen dispuestos en ningún patrón organizado, sino que más bien parecían haber sido lanzados apresuradamente sobre las paredes y las mesas, y con la única condición de no estar directamente en el suelo. 

La puerta a la despensa lateral está abierta, revelando varias carnes curadas y alimentos conservados que al menos dos de los oficiales ojean con hambre en sus ojos. El otro oficial, de mayor rango, el mismo que había sido ordenado por Lestrade, pareció sobresaltarse ante la llegada de Mina. Las otras dos personas allí, una mujer regordeta y de mejillas rojadas en un camisón largo de pijama y un abrigo roto de lana, y una pequeña niña cuyo rostro guardaba una innegable familiaridad con la dama, también te observaron. La pequeña, quien había estado llorando hasta hace unos instantes, y quien aún tenía gruesos lagrimones en sus ojos y mocos en su nariz y en su boca, te observó con los ojos abiertos, con la respiración agitada, y tras decidir que te temía, empezó a llorar con mayor fuerza, atrayendo la mirada de todos los demás en la habitación, y la mirada reprobatoria de los policías sobre ti.

Notas de juego

Tres palabras para mina: Carisma menos dos.

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13/02/2019, 22:21
Marian Halcombe

Era lo que se temía, Lestrade era demasiado corto de miras para ver más allá de lo que le habían puesto en frente. Podrían intentar esgrimir la autoridad de la colona, pero no estaba muy segura de que aún así no encontrara la forma de mantenerse en sus trece y retrasarlo todo con protestas. Quizás si podían demostrar que se equivocaba con su "imitador", podrían conseguir que aquel viejo mulo mirase a otros caminos que poder seguir.

Deberían empezar su investigación. Pero de lo que no estaba tan segura era de dejar sóla a Harker con la niña. Era cierto que a ella también la inquietaba aquellos lloros, pero después de lo que había ocurrido en el barco, ¿era ella la mejor cuidadora? ¿Cuanto podía confiarle a un niña pequeña? Pero después de todo, ¿qué creía que iba a hacer? Y del barco también recordaba las partes de extraordinario valor y sacrificio. Quizás debería confiar en que las luces superasen a las sombras.

-Entonces Mina se ocupará de la niña mientras nosotros examinamos el cadaver. Y no se preocupe porque no entendamos a los testigos, inspector. Por suerte sé hablar algunas palabras de algo más que inglés. Puede darnos una lista de los principales de camino a examinar el cadaver.

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14/02/2019, 23:28
Mina Harker
Sólo para el director

Mina no alcanzó a escuchar las palabras de su compañera, o más bien no se paró a prestarle atención. Quizá si lo hubiera hecho habría podido apreciar el recelo oculto en el brillo de la mirada que le dedicó, pero no lo hizo y continuó siguiendo sus viejos instintos. La escena no debería haber sido llamativa en absoluto aunque la presencia de dos oficiales, sumada al que Lestrade había enviado antes que ella entrara, le resulto interesante. Pero todo paso a un segundo plano en preciso instante que cruzo su mirada con la de la niña pequeña, dándose cuenta de su gran error.

Un alma maldita contrae consecuencias imprevisibles, algunas eran fácil de enfrentar pero cuando una realidad como aquella azotaba con semejante fuerza era imposible no sentir al monstruo que llevaba dentro. Un monstruo que le había arrebatado la oportunidad de ser madre junto a su amado Jonathan. Y lo que era peor, ese monstruo estaba cada vez más hambriento. La irritación del llanto, sumada a su propio lamento, hacían que esa necesidad de saciarse aumentaran.

Se forzó a mantener la compostura, vistiendo el semblante profesional de los tiempos en los que solía trabajar cada día rodeada por niños. Primero se dirigió al oficial con serenidad, permitiendo que su voz sonara suave para no alterar más a la niña.

-Disculpen la intromisión, si no es molestia ¿que hacen aquí la niña y su madre? - espero la respuesta mirando a la niña en el regazo de su madre, con el rostro escondido contra esta ahogando ligeramente el llanto de esta – Espero que disculpe mi intromisión pero ¿se encuentra bien la pequeña? ¿hay algo que podamos hacer?

Actuaba con la mayor cautela posible mientras se acerco a la mujer que sostenía a la niña, no sabiendo bien la reacción que aquel gesto, en apariencia inocente podría causar en ella. Pero algo rondaba en su mente, un hormigueó incesante en la parte del nacimiento de cabello en la nuca y necesitaba hacerlo callar. Al igual que aquel llanto.

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15/02/2019, 02:48
Doctor Jekyll

El doctor pareció algo incómodo ante la respuesta de Lestrade. Él no llevaba demasiado actuando como investigador, pero sí era consciente de que la diferencia entre esos verbos era importante. Para empezar, porque ni siquiera sabían si el tipo había llegado o no solo. Bajó la mirada mientras el hombre seguía hablando, cavilando durante un instante, y luego volvió a mirar en su dirección. Testigos borrachos y extranjeros que sólo oían... No parecían fuentes muy fiables.

Un momento después, el ceño del doctor se frunció al escuchar la negativa del policía sobre el asunto del cargamento.

—Disculpe... —empezó el doctor otra vez, tan apocado como antes—. Ese cargamento... Tenemos la convicción de que sí hay un vínculo entre esas cajas y el imitador —A pesar de hablar de convicción, el hombre hablaba con inseguridad—. Entiendo que estén ocupados con todo este asunto, pero podría ser importante. Quizá sea el móvil del crimen, después de todo.

Entonces el doctor bajó la mirada una vez más. No se sentía muy cómodo al darse cuenta de que casi había dado órdenes —o lo más parecido a una orden que el buen doctor era capaz de dar— a un agente de la ley. Y a uno con rango, además.

—Si me lo permiten iré adelantándome a ver el cuerpo —enunció—. No me gustaría hacerle perder el tiempo.

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15/02/2019, 03:09
Irene Adler

Mientras sus compañeros saludaban a Lestrade, Irene se dedicó a pasear su mirada por el lugar. Sus ojos saltaban de un sitio a otro dando la apariencia de no estar escuchando en absoluto la conversación que tenía lugar junto a ella. Sin embargo, en determinado momento miró al agente de la ley y le dedicó una sonrisa encantadora.

—Le han encontrado, ¿no es así? —dijo, repitiendo las palabras del hombre con ese tono ambiguo que bailaba entre la admiración y la gracia. 

Después su mirada continuó bailando por la estancia e incluso se desplazó un poco para contemplar las paredes y el mobiliario. Cuando la puerta de la cocina se abrió, ella echó un vistazo al interior desde donde estaba y al escuchar cómo Mina se ofrecía para encargarse de la niña llorona, sus ojos contemplaron a la pálida dama con un brillo curioso. 

Empezaba a impacientarse cuando por fin pareció que se pondrían en marcha. Así que puso una mano amistosamente sobre el antebrazo de Lestrade mientras le sonreía.

—Muchas gracias por su trabajo y dedicación. Ahora nosotros haremos el nuestro, ¿verdad? Deje que echemos un vistazo a esa escena del crimen —dijo, sin molestarse en fingir que se creía lo más mínimo la historia del suicidio— y enseguida le diremos si necesitamos su ayuda para resolver este entuerto. Si sus agentes han recogido alguna prueba de la escena, vamos a necesitar verla, eso seguro. Además de que nuestra compañera —acompaño esas palabras de un gracioso gesto hacia Marian— tendrá que hablar con los testigos, claro. 

Dio un paso hacia Jekyll antes de que se marchase.

Espere, Henry, lo acompaño. Cuanto antes podamos ver el lugar, mejor para todos, ¿no es así?

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15/02/2019, 15:51
Narración

Lestrade observó al profesor y replicó con un exceso de confianza producto inusual en el inspector. -¿Y esa convicción respaldada por evidencia, o es alguna corazonada?- dijo finalmente, seguramente incentivado por la falta de confianza con que Jekyll exponía todo aquello. Parecía que Lestrade estaba poco inclinado a ceder en aquel punto.

El inspector se encogió de hombros, no parecía tener mucha intención de discutir, y estaba claro que su confianza le daba la certeza de que llegaríais a la misma conclusión que él. -Muy bien, seguidme- dice mientras camina hacia la escalera y con un gesto deja a los oficiales encargándose. El hombrecillo parecía a punto de decir algo, o llamar a Lestrade, pero tras lanzaros una mirada, prefirió guardar silencio y esperar en su sitio.

La pensión es estrecha y retorcida, las escaleras para subir son suficientemente grandes como para que dos personas hombro a hombro puedan subir muy juntos. Los escalones son desiguales, sin responder a la uniformidad reconfortante de la mayoría de las escaleras, y cada uno parece emitir chirridos de madera en diferentes notas al ser pisado por alguien; era fácil imaginar que en medio de la noche, cualquier persona subiendo por ellos podría ser fácilmente escuchada. El interior tiene un olor a parafina y vapor frío, y los pasillos del segundo piso, en donde estaba la habitación en cuestión, son igualmente estrechos. El tapiz de las paredes es apenas un recuerdo descolorido y las puertas tienen grados diferentes de vejez en ellas.

En la habitación a mitad del salón, marcada con un "6", hay dos oficiales apostados uno a cada lado. Lestrade les saluda con un movimiento de cabeza. Saca un pañuelo de su bolsillo y lo pone sobre su nariz mientras lanza una advertencia. -La escena no es tampoco muy agradable- dice finalmente mientras ingresa.

El interior de la habitación parece tener apenas el espacio necesario, una cama, una silla y una mesa destartalada. Todos cabíais apenas rodeando la cama, con una sensación de estrechez y sintiendo el fuerte olor a sangre que emana del sitio y que os revuelve el estómago inmediatamente. Allí, sobre la cama y boca-arriba, está el cuerpo sin vida de un hombre de mediados de la veintena con el cabello muy corto y unas largas patillas laterales que van desde su sien hasta su mandíbula inferior. Sus brazos extendidos sobre las sábanas blancas, sobre una almohada enrojecida de sangre. La pared de atrás está manchada de una enorme salpicadura de sangre, en la que se pueden ver fragmentos de tejido pegados que sólo pueden ser los sesos del pobre desdichado. El joven tiene la boca abierta y los ojos cerrados, mientras el rojo sanguíneo de su boca contrasta con la palidez mortuoria de su rostro sin vida. Toda la parte posterior de su cráneo está manchada de sangre, y hay varias salpicaduras laterales. Os podéis imaginar que mover la cabeza debería revelar la herida mortal sobre la nuca. Tiene los brazos abiertos, como si sólo estuviese descansando, y en su mano izquierda, al borde de la cama, descansa un revolver aún empuñado. En su costado hay un cuchillo de carnicero ensangrentado. El muerto está vestido con unos pantalones negros sencillos, todavía en sus zapatos., y lleva una camisa blanca salpicada de sangre también.

En la silla junto a la cama, hay un largo sobretodo negro de cuello en el espaldar, y sobre el asiento hay un pequeño espejo de mano. Con aquella prenda, no era difícil pensar que la ilusión de que se trataba del mismo Jack el Destripador se podría completar fácilmente.

Notas de juego

No marquéis a Mina.

Tiradas de Espíritu ante la visión del cadáver, por favor.

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15/02/2019, 16:22
Narración

La mujer reacciona a tu presencia con la misma prevención. Hay un destello de terror en sus ojos, que la obliga a abrazar con más fuerza a la que parece su hija. En tu cabeza, fragmentos lejanos de memorias malditas que no te pertenecían se agolparon, como si hubiesen viajado a través de océanos de tiempo. Cuántas veces tu maldición no habría traído aquella expresión de terror en inocentes aldeanos en lugares perdidos del mundo. Uno de los oficiales interrumpe, probablemente para aliviar la tensión, al darse cuenta de la reacción de la mujer.

-Mrs. Rosen* es la esposa del dueño de la posada. Los tres dormían en la misma habitación y son testigos valiosos- explicó el oficial tratando de imponerse un aire oficial mientras hablaba. 

-Ya están interrogando a mi esposo. Él les ha dicho todo lo que sabemos- respondió la mujer finalmente, sacando valor de alguna parte y mirándote de forma desafiante. -Y ahora se ha llenado la posada de policías en medio de la noche. Es normal que mi Lucy esté asustada. No quiere que se lleven a su padre a prisión por algo en lo que no ha tenido nada que ver. Él es inocente, ¡inocente!- dijo elevando el tono de su voz, revelando que ella también estaba un poco al borde de llano.

-Mrs. Rosen, nadie sospecha de su marido. Sin embargo este es un asunto oficial y su testimonio es muy importante- explica el oficial de mayor rango con paciencia, pero la mujer sólo tiene ojos para ti.

Notas de juego

*Este es un apellido judío reconocible en la época.

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17/02/2019, 14:10
Irene Adler
- Tiradas (3)
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17/02/2019, 23:05
Marian Halcombe
- Tiradas (1)
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19/02/2019, 01:00
Doctor Jekyll

Cuando el doctor se dio cuenta de que estaba frunciendo el ceño ante los comentarios de Adlder por no comprenderla, bajó la mirada, en parte avergonzado y en parte intentando no incomodar a nadie. No sabía si se estaba riendo del policía o si, en ese punto, no se estaría riendo de absolutamente todos. Al oír que ella se dirigía a él le recorrió un escalofrío. La mujer le resultaba intimidante. Atractiva, sí, pero intimidante.

El comentario de Lestrade minó un poco la moral y la confianza del doctor, que no llegó a levantar la mirada del suelo. Así subió las escaleras mientras le daba vueltas a toda aquella situación. Sólo por curiosidad, trató de sincronizar sus pasos con el inspector, ya que este abría la marcha, pero no tardó en considerarlo una tontería.

Una vez que llegó a la habitación arrugó la nariz ante el olor y entró caminando pegado a la pared, sin querer acercarse al cuerpo en primera instancia.

—Qué... —empezó a hablar el doctor, intentando buscar la palabra que mejor definía la sorpresa que sentía—. Joven.

Sabiendo ya lo que quería buscar el doctor miró alrededor antes de centrarse en el cuerpo, buscando cualquier indicio de las dos balas que creía que debía encontrar. Después se centró en el cadáver. Frunció el ceño al ver las salpicaduras, centrándose en dilucidar hasta qué punto era coherente que la camisa estuviera manchada por delante cuando la herida de salida y el desparrame de tejido había sido desde atrás.

- Tiradas (2)