Partida Rol por web

Vladana, que viajaba inmersa en sus libros, dando forma en su mente a las historias que leía, recibe el aviso de la llegada de la comitiva a Satu Mare de una forma un tanto desagradable...

La región estaba siendo azotada por la peste, su gente estaba muriendo, y el ejemplo más palpable de ello era un montón de cuerpos apilados a las afueras de la región, a un lado del camino, con repugnantes bubones negros que asomaban en cuellos y axilas... era una escena que a la muchacha le sorprendía, a pesar de verla desde el interior del carruaje, a través de una ventana.

Su hermano siempre había intentado evitar que viese ese tipo de escenas, pero ella prefería conocer la realidad. Sólo esperaba poder llegar pronto a casa para reunirse con él.

El Carruaje llega procedente de Baja Mare. Al hacercarse a la ciudad malos augurios se intuyen. Los cadaveres del camino hablen por si solos: Peste. Zort analisa la situacion y se lleva la mano a la cabeza, como quieriendo sacar un mal pensamiento. Parece que la Fortuna no esta con Satu Mare por estos dias.

Entran al patio de la Fortaleza y Zort baja apurado, ansioso de ver a su hijo y de saber que ha ocurrido. Al entrar al salon ve a Ruschesku, y se acerca a el con cara de verse aliviado.

Ruschesku! Que alegria verte sano y salvo. Me temia lo peor, aunque sabes lo que dicen. Hierba mala nunca muere. Agrega a forma de chiste, aunque un tanto amargo en aquella situacion. Luego su cara se torna seria nuevamente. Que es lo que ha ocurrido? Mi hijo y Tiberiu se encuentran bien?

Bajando de sus aposentos Zuyla se encuentra con que su padre ha regresado, lo ultimo que habia oido es que lo mandaban a buscar a su hermano, aun no recuerda si fue un sueño o no. Se encuentra vestido para trabajar, lleva la ropa algo sudada de pasar la mañana en el barracon con los pocos hombres que están libres de la peste, y su brazo sigue vendado por completo, aunque las vendas han sido cambiadas.

Al ver a su padre Zuyla no puede evitar darle un abrazo, y su cara luce una sonrisa, cosa extraña hace semanas.

Padre, veo que estáis bien- dice efusivamente - Como ha ido todo? habéis encontrado a Vladimir y a Vladana? espero todo haya salido bien. Como veis por aquí las cosas no han mejorado mucho, al contrario.

Ruskescu no llega a contestar, cuando aparece Zuyla. La cara de zort se ilumina al ver a su levantado, con aspecto saludable. Un abrazo mutuo se mantiene unos segundos.

Zuyla Dravescu, me tenias preocupado. Que felicidad verte nuevamente fuerte. Por lo visto no has tardado en recobrar tus labores. Vladimir a Vladana estan en el patio, ya deben entrar. Los traje sanos y salvos. y con buenas noticias de Baja Mare. Su rostro se encurece. Aunque lamentablemente por aca las cosas no esten tan bien...

Sibiu al bajar del carruaje contempla Satu Mare azotada por la peste

Maldita sea!! Cosas terribles están pasando en varias regiónes y este viejo no se entera de nada...
A Sibiu no le gustaba la situación, y pensaba que no sería de gran ayuda.

Vladana descendio de su carruaje ayudada por una de sus doncellas, a pesar de estar ansiosa por ver a su hermano, y hablar de todo lo sucedido en su ausencia, pero no le olvidan la educación que le dieron, invita al capataz Sibiu a entrar con ella.

A lo lejos escucha a su tío conversar con alguien cuya voz se le hacia conocida, y al acercarse confirma que era su primo Zuyla.

- ¡Primo! exclama con alegría, ¿cómo estas, cómo te encuentras? tío nos contó, me tenías muy preocupada, ¿Ya te has recuperado de tus heridas? la muchacha permanecia asombrada mientras le apretaba con fuerza ambas manos, no era capaz de creer lo que veía, su primo, tras recibir un grabe ataque, y con ropa para salir a trabajar, ¿es que no había nadie que se ocupará de eso hasta su recuperación?.

Buscaba con la mirada a Tiberiu, pero no lo encontraba por allí, ¿Dónde estará mi querido hermano, porqué no salió a recibirnos, habrá caído enfermo?

Ruchesku se encontraba en la torre del homenaje cuando le dieron la noticia de la llegada de los visitantes. Hacía varios días que habitaba en el salón del trono, tratando de controlar la situación de la epidemia junto a Zuyla. Hasta el momento las noticias no eran demasiado esperanzadoras. Gran parte de la población se había visto expuesta a la enfermedad y el tratamiento parecía no mostrarse demasiado eficaz. Pese a ello seguían racionando el vinagre y la leche para tratar de evitar que la enfermedad llegara hasta los habitantes del castillo. -Enseguida bajo. Avisad a Zuyla que ha llegado su padre con los demás- . Los pasos del criado resonaron por las escaleras, alejándose.

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Ruchesku se dirigía hacia las escaleras cuando Zort y Zuyla entraron en el salón. -Zort, mi señor, me alegro mucho de verle- “El emisario” saludó a su hijo, sorprendido por la relativa recuperación que se había obrado en sus heridas. Pese a no haber logrado recuperar del todo la herida parecía que la infección empezaba a retirarse y cabía alguna esperanza para el caballero. - Siento que no encontréis en mejor estado la región pero han sido unas semanas muy duras. La peste se ha declarado en toda Satu Mare y nos hemos visto obligados a cerrar las puertas del castillo. Tras decir esto el mayordomo se acercó a uno de los lacayos y le dio indicaciones para traer bebida y comida a la gran mesa de banquetes. – Sentémonos, debéis venir agotados del viaje y necesitamos hablar de los muchos sucesos acontecidos- dijo Ruchesku señalando la gran mesa del salón.

Estaban a punto de sentarse todos cuando dos nuevas figuras entraron en la sala. Vladana parecía estar tan hermosa como siempre, un poco más delgada tal vez, pero seguía siendo la mayor joya de la familia. Ruchesku no pudo evitar sonreír ante la visión, la quería como a una hija después de los años pasados sirviéndola durante la niñez de la dama. - ¡Mi señora!, me alegro mucho de que el viaje no haya tenido complicaciones- el mayordomo acompañó a la dama hasta la mesa.Tras Vladana un hombre entró en el salón. Era un completo desconocido para Ruchesku pero su porte indicaba que estaba acostumbrado a dar órdenes. No era ningún sirviente. – Señor... si me permite invitarle será un placer poderle ofrecer la hospitalidad de mi señor, Tiberiu. En estos momentos el Knezi no se encuentra en el castillo pero lo sustituye el caballero Zuyla Dravescu hasta su regreso- El mayordomo indicó al visitante una de las posiciones de honor en la mesa y dio nuevas órdenes para que comenzaran a servir algo de vino.

Vladana- dice alegre Zuyla- dichosos son mis ojos de veros de nuevo, creo que vuestro regreso es lo mas afortunado que ha ocurrido en semanas. Mis heridas siguen dando mal, aunque cada día voy soportando mejor el dolor.

Ya cambiado de ropas, se dispone a sentarse en la mesa, están todos presentes y parece que con buen aspecto, cosa que le alegra. El vino comienza a ser servido, y Zuyla repara en la presencia de un anciano que acompaña a su prima y a su hermano. Tras tomar un trago de vino, para aliviar tensiones, se dirige a los recién llegados.

Hacia tiempo que no disfrutaba de una comida con vuestra compañía, pero contadme, que tal las cosas por Baja Mare? espero que mejor que a mi- dice dándose unos golpes en el hombro del brazo vendado- Y quien es el hombre que os acompaña, que no tengo el gusto de conocer- concluye dando otro trago de vino mientras contempla al desconocido.

Soy el capataz Sibiu, gobernante de Baja mare. Es un placer conocerle Zuyla Dravescu,
Por Baja mare las cosas..ya sabe, las personas tenemos que contar con el apoyo de otras personas, aunque algunos no se hagan a la idea. Lo que me he preguntado al bajar del carruaje es que como van las cosas en Satu mare?

No muy bien precisamente- dice con un serio gesto- la peste nos azota, y el ataque de los magiares es inminente. Apenas tenemos fuerzas para defendernos, cada vez los enemigos son mas y mas crueles... y apenas podemos hacerles frente.- llevándose otro trago a la boca, prosigue- pero no todo son malas noticias, estamos construyendo un barracon para defendernos mejor y en estos momentos mi señor esta camino de hablar con las autoridades eclesiásticas, para que nos aconsejen contra la plaga.

Dicho esto los sirvientes comienzan a servir la comida, aunque ha trabajado mucho, Zuyla no parece comer con ganas, bebe mas vino que otra cosa.

Bueno y que tal se han portado mi hermano y mi prima por Baja Mare, espero que no este aqui por su comportamiento- de sus labios se escapa una sonora risa- Me interesaría saber que os trae a las tierras de mi señor, ademas tengo que comentaros unos asuntos sobre las colinas de Maramunes, colindantes a vuestro reino y sobre extrañas personas viviendo en ellas.

Desciendo de mi caballo y lo llebo a refrescar. Preocupado por la situacion me dirijo al comedor ya que ya es la hora de comer,lo que mas me extraña esque no haya venido nadie a recibirnos en el castillo.

Entro en el comedor cual es mi sorpresa al ver a todo el mundo ya comiendo. Frunzo el ceño y digo:
-Que aprobeche. Veo que estais todos bien ¿no?
Sentandose en la mesa.

Se han portado de una excelencia incomparable, nada mas llegar Vladimir y Vladana convencieron a la multidud escandalosa de Baja mare para que se quedaran, con grandes palabras porsupuesto. Después hablamos el tema de la mina, un tema que vos ya tendreis en mente supongo y bueno llegamos a un acuerdo que nos garantizaría el bienestar de ambos territorios.

Sibiu pega el último bocado Excelente comida, hacia tiempo que no comia así.

Las Colinas de Maramunes...

Tras saludar adecuadamente a cada uno, se acomoda en la mesa, y tomando un pequeño sorbo de su copa, escucha todo lo que decían atentamente, Vlandana finalmente se decide por hablar y romper su pequeño silencio, se gira hacia Sibiu y con un gesto de preocupación le dice:

- ¿Ve porque le decía que debíamos unirnos? – hace un pequeño parón, dándole la oportunidad de responder... - Nuestras intenciones no eran malas, ni mucho menos aprobecharnos de su pueblo ni de vos, pero sabéis lo difícil que es sobrevivir en los tiempos que corren, por eso debemos unirnos y luchar juntos, buscar la prosperidad de nuestro territorio, y de nuestra gente.

Ardía en deseos de preguntarle ha Zuyla porque su hermano no estaba en el castillo, pero sabía que no era el momento adecuado, no con todos delante, Satu Mare no podía mostrar debilidad, debía ser y permanecer impenetrable, esperaría hasta tener una reunión más íntima con él.

Zort se sienta contento a la mesa, hacai tiempo que no estaba en familia. Cuando Vladimir entra, solo faltaba Tiberiu para estar todos presentes. Hijo, ven sientate, porque te has demorado tanto? Bebe de su copa de vino, y come gustosamente, la comida de viaje es generalmente mala, pero la cocina de Ruschesku generalmente es excelente.

Zuyla comienza a hablar, de Maramunes, y luego de Satu Mare. Zort siente que se atraganta cuando su hijo, menciona la falta de tropas para defender la region, y la gravead de la peste. Es un suicidio diplomatico mostrar tal debilidad ante un invitado, recientemente aliado... Toce un poco y se golpea el pecho, mientras bebe una copa de vino, y se apura a agregar mirando a sus hijo con aquella mirada fuerte que significa una gran metida de pata.

Vamos hijo, probablemente exageremos un poco. Los ataques magiares simpre empíezan con una gran fuerza y salvagismo, pero pronto se reducen. Ademas tenemos el apoyo de Zakov, ya se ha aliado con nosotros.Y seguramente Tiberiu vendra con mas refuerzos.

Luego escucha las palabras de Sibiu y las de Vladana. Sabias palabras de mi joven sobrina. demasiado hemos sido azotados por malos de años de un gobierno... cruel. Pero ya es hora de cambios, es hora de juntarnos y poder salir adelante. Pero dejemosnos un poco de esto. Cuentanos Zuyla aquello que nos tiene tan intrigados. Hablanos de aquellas colinas y sus extraños habitantes...

Lo que allí ocurrió aun no esta claro en mi cabeza, me disponía a investigar las colinas en busca de Iakov, para darle caza. Estaba patrullando las colinas junto con cinco campesinos de Satu Mare. Llevábamos un par de días andando sin parar- su cara se torna oscura y algo triste, y toma el ultimo sorbo que le quedaba en la copa- Seria el tercer dia, cuando fuimos atacados por un salvaje y una manada de lobos, mis acompañantes fueron masacrados y yo conseguí dar muerte al salvaje y escapar de los lobos. Continué cabalgando y tuve otro enfrentamiento que me produjo esta herida- dice señalándose el brazo- pero al final pude volver.

Una vez acabada la historia, rellena su copa con la jarra de vino y parece tranquilizarse.

Me gustaría saber Sibiu, si como gobernante de Baja Mare, ha oído historias o tenido problemas con estos salvajes de las Colinas. Y me interesaría saber cuanto pudiera, sobre estos.

Aunque quizás os sorprenda valiente Zuyla Dravescu es la primera vez que oigo hablar de criaturas que cause ese tipo de herida. Sibiu mira directamente al brazo vendado.Te admiro.

Nunca me llegó ningún rumor, me he dedicado a la minería y a mi pueblo de toda la vida...
Quiero decir..mas bien me gustaría haber sabido que si alguien de Baja mare renunciaba al pueblo, al salir no serían devorados.

Con la mano apoyada en el mentón, su rostro denota cierto grado de sorpresa- Me es extraño que no tengáis noticias de esto, teniendo en cuenta la cercanía de la zona y el grado de violencia de estos bárbaros. Aunque pensándolo bien, mejor que no halláis tenido noticias suyas, pero tendréis que advertir a vuestra gente de los peligros que corren en las colinas.

Apoyando la espalda en la silla coge una postura menos tensa y la cara de preocupación ha desaparecido completamente, se produce una leve pausa, como si meditara sus palabras- Y hablando de vuestra gente, que es lo que ha ocurrido en Baja Mare, antes habéis dicho que había revueltas y también me interesa el tema de la mina.- dirigiendo la mirada hacia su hermano y hacia su prima, sentencia no sin una leve sonrisa en la boca- Vladana, Vladimir. Que ha ocurrido en Baja Mare, contad algo de vuestro viaje, que nos tenéis impacientes.

Ruchesku, silencioso, observaba como la conversación se iba distendiendo a su alrededor. Con la llegada de Zort, y con sus hijos sentados a la mesa, parecía que todos los problemas iban a solucionarse rápidamente. Habían pasado seis meses desde que su señora y el caballero Vladimir habían iniciado su viaje a Baja Mare. Casi habían llegado a creer que algo terrible se había desencadenado sobre los jóvenes nobles pero su regreso era un signo de buenas noticias.

- Los Magiares... si, son unas bestias. Aun recuerdo la ultima vez que atacaron Satu Mare, gobernaba el padre de nuestro señor. Un sanguinario si se me permite decir, pero un guerrero tan despiadado que hasta esos bárbaros le temían. – Ruchesku observó a su alrededor para ver el efecto que tenían sus palabras.- Supongo que os preguntareis si Tiberiu es lo suficientemente fuerte para proteger toda la región. Como bien sabréis el Voivoda le concedió el honor de proteger Satu Mare, Baja Mare, Oradea y Zalau, las regiones colindantes. Por fortuna mi señor no es un sanguinario, pero la dureza y fortaleza de su familia corre por sus venas eso no se puede dudar o se estará dudando de su honor. El mayordomo cogió su copa y dio un largo trago para aclararse la garganta. - Como comprenderéis aún es pronto para demostrar a todo el voivodato que su señor no se equivocó, pero el tiempo de las gestas se acerca y debemos estar preparados. He de suponer que contamos con su colaboración tal y como corresponde a la posición que ocupa. La silla crujió levemente al apoyarse en el respaldo esperando una respuesta.

Zort escuhca las palabras de Ruschesku.

Cita:

Una sombra corre por sus ojos al recordar a su cuñado, a aquella bestia de Cerzcezcu Bratovich que tanto daño le hizo a todos. A su mujer, hernamana de Zort, y a su hijo Tiberiu, ademas de todo auqel que se alla cruzado en su camino. Bien muerto esta esa bestia... Toma un trago de su copa tratando de quitar aquellos tragicos recuerdo. Se apresura a agregar:

No estara Cerzcezcu, pero los magiares deberan temer aun mas a los jovenes aqui presentes. Temer a la ferocidad de oso Zuyla, la destreza reptilica de Vladimir. Obviamente la gracia felina de esta cautivante muchacha, capaz de dominar a un enemigo con solo una mirada. Ni hablar de la astucia de zorro de nuestro Knezi Tiberiu. Hace una pausa y dibuja una amplia sonrisa. Y debo decir con orgullo que todos somos de la misma sangre. No podria yo desear mas de mi familia,... El politico afloro, sin querer a ver al invitado. ...y de sus viejos y nuevos aliados. Salud!Levanto su copa señalando a Ruschesku y luego a Sibiu.

Luego de un rato, Zort quedo pensativo, y al producirse un silencio diriguio la palabra hacia Zuyla, Vladimir, y Vladana.

Debo darles una triste noticia. Al estar en viaje hacia Baja Mare un jinete cruzo el camino con un mensaje proveniente de Stalina. Sibiu Dravescu, mi hermano, su tio, ha fallecido...