Partida Rol por web

Este invierno excepcionalmente frío, los lobos han estado silenciosos, pero ahora con el deshielo bajan de sus elevadas madrigueras para acechar entorno a pueblos y castillos. Inmensas manadas rondan Zalau y sus alrededores. Los pastores y ganaderos están asustados, lo mismo que toda la gente del pueblo.

Vladana da orden a su mozo de atravesar la empalizada para acceder al pueblo, más tiempo en los alrededores podría significar la muerte para alguno de ellos, no habia ido durante el viaje leyendo tranquilamente como cuando sabía que su primo le acompañaba, pues sabía que sin ningún soldado cerca si alguien les atacaba apenas pondrían resistencia.

Tras llegar se abre la puerta de su carruaje, primero baja su sirvienta tendiéndole la mano para ayudarle a descender. Con la mirada alta a muchacha asoma al exterior adelantando una de sus preciosas piernas, mientras agarra cuidadosamente el vestido con las manos para que éste no se estropee.

Me percato de un pequeño revuelo en la entrada del pueblo e inmediatamente me acerco para ver que ocurre. La gente está muy agitada por la llegada de una comitiva. Me pregunto ¿Quien será? Mi sorpresa es mayúscula al comprobar que se trata de Vladana Bratovich, la hermana del Conde. A mi mente vienen de repente muchos recuerdos, el de su cruel padre el primero de ellos y también el terrorífico inciendo que asoló Zalau, pero se ha demostrado que los señores de Satu Mare no han tenido nada que ver, esta vez almenos. Me acerco con curiosidad a recibirla, parece que no viene muy acompañada, tan solo veo a una sirvienta y a un mozo que conduce el carruaje, aunque detrás les sigue un carro cargado de madera con otro mozo y parece ir con ellos también. Eso es más extraño todavía. ¿Los Bratovich son ahora leñadores? ¿Que irán a hacer con tanta madera?

-Sed bienvenida a Zalau, o excelentísima Vladana Bratovich. Es toda una sorpresa veros por aquí. ¿Que motivo ha hecho que os arriesgarais a venir a Zalau? Habeis de saber que últimamente los caminos no son nada seguros, hay manadas de lobos merodeando por ahí y ya han atacado a varias familias. Y por lo que veo no llevais escolta ninguna.

La muchacha observa todo a su alrededor, quiera saber en que situación se encuentra la población de Zalau de primera mano, cuando ve que se acerca el viejo le recibe con una sonrisa en su hermoso rostro, tras hacer una pequeña reverencia ante el...

- Vengo por vosotros mi señor, mi hermano el Knezi me ha mandado expresamente para asegurarse de que se cumple su orden, como veis traigo poco equipaje conmigo - bromea para suavizar el primer encuentro... Sabía que su familia había quedado marcada por el recuerdo de su padre, aquél para el que ella ni siquiera guardaba un poco de amor... ni en lo más profundo de su corazón...
- Me he expuesto a los peligros por traeros la ayuda que os ofrece mi buen hermano, y como prueba de su buena voluntad os traigo un carro lleno de maderas para mejorar todo esto - mientras se gira señalando a su alrededor todo el pueblo.
- Como veis el Knezi no salio a mi difunto padre... sabía que debía quitar todas las dudas posibles ante las malas habladurías, y aprovecharía todas las ocasiones que tuviese para ello.

Escucho con extrañeza las palabras de la hermana del conde.
-¿Así que nos traeis madera? Es una pena que la traigais ahora, después de haber pasado el frío invierno y que la mayoría de las casas estén ya reconstruidas. Pero el pueblo de Zalau agradece vuestro gesto. Llamo a dos buenos mozos que se encuentran entre el público expectante ante la visita. Constantin, Dumitru acompañad al carro hasta la parte norte del pueblo y descargad allí la madera, la señora Vladana Bratovich necesitará el carro vacío. después me vuelvo hacia nuestra visita Y decidme señora ¿pensais quedaros en Zalau o partireis en cuanto vaciemos el carro?

Tras ordenar a su mozo que siga a los muchachos hasta el sitio indicado para descargar la madera, la muchacha se vuelve hacia el anciano:

-Antes de partir quisiera hablar con vos en privado...y si no fuese mucha molestia, desearía que se nos ofreciese hospedaje para esta noche a mis sirvientes y a mi, no es seguro exponernos al acecho de lobos en los caminos.

Así que quiere una reunión en privado, ya sabia yo que algo se traerían entre manos con lo de la madera, y además mandan a una mujer, supongo que no se tratará de algo importante.
-Como deseis, vos y vuestra sirvienta podreis quedaros en mi casa, habilitaremos una habitación para vosotras. Vuestros mozos dormirán en el establo, no disponemos de más habitaciones. Ahora tendreis que disculparme pues tengo muchas cosas que hacer, estaré todo el día fuera, cuando vuelva cenameros y después podremos hablar de lo que querais. Hasta entonces disfrutrad de nuestra hospitalidad.
Hago un leve gesto de reverencia hacia la señora Vladana y me alejo, no sin antes dar las instrucciones necesarias a mi mujer para que disponga la habitación para la señora y su sirvienta. Tengo que pensar en todo lo que sucede y en la conversación que obligatoriamente tendré que compartir esta noche. Si no fuera la hermana del conde la hubiera mandado por donde había venido. Mandar a una mujer a resover asuntos del conde... O no quería tenerla por allí y me la ha mandado para librarse de ella un tiempo con alguna ocupación poco importante o realmente las cosas tienen que estar muy mal por Satu Mare.

-No va a poder ser...es de vital importancia que hablemos cuanto antes.

¿Qué modales eran aquellos? anteponer sus tareas básicas a la reunión con la hermana del knezi...

¿Pero qué le pasa a este viejo?,¿acaso cree que podrá eludirme con tanta facilidad?, se nota que desconoce por completo la perseverancia de los Bratovich.

-No podemos retrasar la reunión, mi hermano me envió expresamente a mi para asegurarse de que su mensaje llegase a su destino cuanto antes.

Pero que mujer tan molesta, definitivamente su hermano ha querido librarse de ella durante un tiempo y ha pensado en el viejo Zakov para que la entretenga. Que sabrá una mujer de lo que realmente es importante.
-Siento mucho hacerle perder su tiempo, pero como responsable de Zalau hay asuntos muy urgentes que requieren mi presencia inmediata y esos asuntos me alejarán hasta el atardecer, si vuestro hermano hubiera anunciado la llegada de una comitiva tan importante estoy seguro que tendríamos preparado un mejor recibimiento, pero en estas circunstancias no va a poder ser. Mi mujer os acompañará a mi casa y allí os podreis instalar y descansar del viaje, debeis estar agotada y esos asuntos tan importantes que traeis seguro que requieren de toda vuestra energía intacta. Digo con cierta sorna, pero sin llegar a parecer abiertamente descortés.
Las mujeres siempre piensan que sus pequeños asuntos son más importantes y pueden llegar a ser realmente molestas, espero que con esto le quede claro que una mujer, por muy hermana del conde de Satu Mare que sea no puede llegar y pretender que acatemos sus deseos, no somos ninguno de sus subditos.
Me doy la vuelta por segunda vez hacia la caballeriza.

Vladana comenzaba a perder su paciencia, en estos casos era cuando hechaba de menos a su primo, si hubiese ido con él todo sería distinto, ya no sería únicamente una "mujer"... A veces le hubiese gustado comportarse como un hombre y darle a alguno que otro lo que se merecía, pero ante todo ella era una dama.

Sin decirle nada más se dirigió hacia su esposa, no valía la pena insistirle más, cuanto antes se fuese, antes llegaría el atardecer. Debía comunicarle la carta que su hermano le había dado, donde seguramente leería cosas de su agrado, pero hasta entonces se quedaría de huésped en su casa.

El día había sido largo y azaroso. Había pendientes muchos pleitos que se habian quedado pendientes con la llegada del crudo invierno. Hoy en concreto lo que me había llevado más tiempo era una disputa entre varios vecinos por la delimitación de sus fincas. Después de una larga discusión pudimos llegar a un acuerdo con todas las partes, que no había dejado contenta a ninguno, pero que había dado parte de razón a cada uno en la justa medida, no creo que volviera a salir este problema de nuevo, al menos con esta generación, el cambio de manos de la propiedad de padres a hijos siempre solía sacar a la luz viejos problemas que la gente joven se creía con el derecho a solucionar. Estas fincas quedaban bastante lejos, hacia el sur y solamente el viaje me había llevado gran parte del tiempo. Cuando me acercaba a Zalau otro problema vino a mi mente: Vladana Bratovich, la hermana del conde. Tendría que entrevistarme con ella y si bien había venido con un gesto de buena voluntad al traer un carro lleno de madera, no me fiaba de lo que pudiera hablarme.
Al llegar a mi casa cenamos tranquilamente y hablamos sobre alguna anecdota del frío y crudo invierno de este año tanto de Zalau como de Satu Mare, aunque fueron cosas sin importancia, simplemente para pasar la velada. Al terminar, mientras mi mujer recogía todo, ayudada por la sirvienta de Vladana, nosotros nos apartamos a otra habitación para afrontar el verdadero motivo de la visita.
-Y bien, señora Vladana, ¿que queriais hablar conmigo?

El día había se le había hecho algo largo, pero estaba dispuesta a conseguir sus objetivos. Cuando se encontraron en la intimidad y Zakov le preguntó por el motivo de su visita, Vladana contesto seriamente:

- Mi señor - le dice mirandole fijamente a los ojos - Como ya le dije antes, mi hermano me ha enviado a tratar unos asuntos con vos, no os penséis que os hace de menos o le da menos importancia por el hecho de enviar a su hermana, al contrario... - la muchacha se levanta y da un breve paseo por la estancia... se gira nuevamente hacia Zakov y prosigue hablando... - El confia en mi más que en ninguna otra persona, deberíais sentiros alagado, pues con el peligro que se corre hoy en día en los caminos... estoy aquí con usted para hacerle llegar su mensaje. se acerca lentamente a él mientras sacá una carta sellada por el Knezi Tiberiu Bratovich...

- Será mejor que lea directamente las palabras del Knezi, para que no haya ningún mal entendido. La muchacha muy segura de su hermano y de sus buenas intenciones le ofreció la carta que él había escrito de su puño y letra.

Se aparto un poco hacia la ventana dejandole espacio al viejo Zakov para que pudiese leer sin que estuviese incordiandole o se sintiese presionado, miro por la ventana pero todo estaba sumergido en una siniestra neblina, todo estaba completamente oscuro era imposible mirar más allá de la baja empalizada...

Entonces sus pensamientos le llevaron hasta su querido hermano, una vez más se encontraba frente a uno de sus mandados, siéndo una noble mujer la cual sólo podía utilizar las palabras para convencer a los demás, tenía que dejar claro que Tiberiu no era como su difunto padre, no era un hombre cruel ni sanguinario, el unicamente buscaba lo mejor para su pueblo y su gente.

- Llega Goss el Cazador Silencioso, procedente de las Colinas de Maramunes (T02).

- El sigiloso vampiro intenta pasar desapercibido, aunque originariamente llega en forma de murciélago y durante la noche.

- Debe tirar 8 dados de Astucia + Sigilo, a dificultad 6, para encontrar un buen escondrijo y no ser visto por ningún habitante del pueblo de Zalau.

- También debe tirar otros 8 dados para hacerse con el control de la gran manada de lobos que cerca la población.

Llego al territorio llamado Satu Mare en plena noche. Nada más internarme en él noto la presencia de una poderosa manada de lobos. Pueden serme útiles más adelante, así que me tomaré un tiempo para intentar controlarlos. Se que nadie se ha percatado de mi llegada puesto que he sido muy sigiloso, así que me lo voy tomando con calma.

Me acerco al pueblo a observar, tiene que haber alguien adecuado para el abrazo, sino mi maestro no me hubiera enviado aquí. Sobrevuelo el poblado hasta que decido posarme en el tejado de una de las casas.

GOSS:

- Adoptas forma humana sobre el tejado de la casa más grande mientras tus lobos aúllan a la luna justo en el exterior del pueblo. La milicia está alerta, pero se concentra en el perímetro del pueblo.

- Escuchas la conversación entre una mujer joven que por su dicción sin duda debe ser una noble y un viejo tosco y amargado que parece el alcalde del pueblo.

- Sería relativamente fácil colarte por una ventana y acechar escondido en un dormitorio hasta que todos los habitantes de la casa se hayan dormido.

Gracias a mis lobos la milicia se mantiene ocupada observando el perímetro del pueblo y eso me deja bastante libertad de movimientos por ahora. Esa mujer que habla con el viejo parece un buen objetivo para mí. Me descuelgo del tejado e intento adentrarme en uno de los dormitorios superiores esperando el momento en que la oscuridad de la noche sea total y todos estén durmiendo. Entonces podré moverme por la casa hasta encontrar los aposentos de la muchacha. Sin lugar a dudas será una buena pieza para mi Sire.

- En los últimos días, los lobos no paran de aullar fuera del pueblo, especialmente por las noches.

- La población está aterrada, aunque no hable de ello. Casi nadie se atreve a alejarse del pueblo para sacar los rebaños a pastar o trabajar en los campos. Si la situación sigue así, la economía del pueblo se verá muy perjudicada.

- Todo el mundo tiene miedo, y algunos miran con amargura a la noble Vladana Bratovich, como diciéndole con amargura: "Ya os podríais haber traído unos cuantos buenos guerreros en lugar de ese carruaje tan lujoso y esos vestidos tan bonitos..."

Recojo el pergamino que me tiende mi huesped y lo desenrrollo con cuidado. Mi sorpresa es mayúscula cuando veo que el pergamino está en blanco. ¿Pero que broma es esta? ¿Esta es la propuesta que nos traen? ¿UN INSULTO?
Arrugo el pergamino entre mis manos y lo tiro al suelo. A pesar de mis años esta nueva ofensa me ha dado la energía suficiente para levantarme del asiento como un resorte.
-¿Así que esto es lo que quiere vuestro hermano? ¿Primero manda a una mujer y ahora esto? Digale que Zalau no está dispuesto a negociar con él, después de ofendernos de esta manera!. Veo que es igual que su padre. Mañana a primera hora prepare su carruaje y vayase de vuelta, usted ya no tiene nada que hacer aqui.
Dicho esto, ante la atónita mirada de Vladana que no comprende nada, salgo de la habitación.

Vladana se retira completamente desilusionada por la situación, había entendido que con ese hombre era imposible hablar, no entendía que habría escrito su hermano en la carta quela rechazaba tan rotundamente.

Se sintió tan onfendida ella también que no articulo palabra alguna, se limitó a recoger la carta e irse hasta el cuarto que le habían dejado para pasar la noche. De camino a él en el pasillo miró con curiosidad la carta, y entonces se dió cuenta de lo que sucedía, estaba completamente en blanco, la debía aver perdido en el carruaje y debía recuperarla por la mañana bien temprano si quería convencerle de algo al anciano Zakov y así no volver con las manos vacías fente a su hermano.