Partida Rol por web

Villorrio mísero en una zona salpicada de colinas y cuevas.

Población: 1000 familias.

Etnia: Predominante eslava.

Recursos: Cobre. Hierro. Huertas. Aves de corral.

Terreno: Colinas. Llanuras.

AÑO 950. - FASE DE INVIERNO.

ECONOMIA: Cosechas francamente malas -50%. Base de Recaudación de 1000 a 500.

CAUSA DE LAS MALAS COSECHAS: Se dice que una bruja procedente de Iasi maldijo las cosechas.

SUCESO: 60 Familias procedentes del Imperio Búlgaro desean establecerse aquí. Su presencia reduce la Base de Recaudación de 500 a 460. No serán productivos hasta un año después (951).

Aumentar Población de Vaslut a 1060.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

DIA PRIMERO DEL MES DE ENERO.

Como Primera Acción, el Caudillo Svarog está obligado a realizar una Acción de Consolidar Poder, que implicaría pasar tiempo consolidando su poder sobre su Facción y especialmente con sus dos nuevos Lugartenientes (Vasili y Tatiana). Ellos también necesitan pasar tiempo con él y aprender cosas sobre la nueva sociedad en la que se han introducido.

RUMORES LOCALES:

- Los presagios son malos en Vaslut. Se dice que los aldeanos escucharon esta noche la risa de una bruja.

Tatiana intentaba asimilar lo que estaba pasando. Toda su vida había sentido que era diferente de los demás, que su padre era diferente de los demás. Y también había sabido siempre que algún día llegaría este momento. Pero nunca se había imaginado que sería precisamente hoy.

Tatiana caminaba junto a su padre solemnemente siguiendo al Caudillo que les había venido a buscar. Había silencio en el aire, pero no era incómodo. La brisa de la temprana mañana les acariciaba la piel suavemente. El cielo se encontraba en lo alto. Pero dentro del bosque no se apreciaba bien la luz. El ambiente era tenebroso. Aunque Tatiana se sentía segura al lado de su padre y junto al Sin Lágrimas.

Realmente, estaba impaciente.

- Papá, a dónde nos lleva?

Le pregunta susurrando a su padre. Tenía idea de a dónde iban, pero no podía evitar que su entusiasmo saliera al exterior.

Doy la espalda a Vasili y su hija y comienzo a caminar sin mirar si me siguen. No les he dado la oportunidad de hacer equipajes o recoger ninguna de sus posesiones. Quizá dentro de algún tiempo puedan volver a por algo.

Sonrío imperceptiblemente al escuchar hablar a la niña. En lugar de acobardarse como una cachorrita asustada, parece impaciente por seguirnos a su padre y a mi. Es indudable que tiene sangre de mi abuelo, pero por su olor podría ser más que simple parentela. Creo que debería ponerla a prueba, muy pronto, aunque si llegara a rebelarse como una Garou, tendría que indagar mejor en su ascendencia. Sería interesante saber quién era su madre.

Guío a Vasili y a Tatiana hasta el boun. Los dos me siguen sin hacer preguntas, pues su instinto les dice que están acudiendo a la llamada de la sangre. Saben que los llevo a casa.

Al principio el boun parece desconcertarles un poco, especialmente la presencia de mis dos hijos nacidos lobos, Birz y Braska, hermanos de la misma camada.

Algunos de los hombres que viven aquí conocen a Vasili y a su hija, pues antes moraban en Vaslut y sus alrededores. La mujer de uno de ellos, cuyo nombre nunca logro recordar, en seguida asume el papel de madre adoptiva de la niña y se la lleva a su cabaña.

En cuanto me es posible, presento a Basili ante el consejo, y pido que se le admita como un miembro más. Pongo al corriente a mi antiguo compañero de batalla de los problemas que existen en el boun. Le hablo de como los demonios del Wyrm nos atacaron el día que murió su esposa, destruyéndolo todo. Las cicatrices de aquella batalla todavía son visibles por todas partes, especialmente en el túmulo, donde la tierra se abre dando la sensación de que es una cicatriz.

- Es necesario reconstruir el Clan de las Colinas Negras - explico a Basili -. Soy el último Garou de la tribu de los Señores de las Sombras. Tus antepasados y los de tu hija gobernaban el mundo, y nosotros debemos perpetuar su noble estirpe. También debemos proteger el túmulo y tratar de conseguir que recupere su poder. Somos el escudo que defiende a Gaia de la corrupción del Wyrm.

Espero que Basili comprenda la importancia de todo lo que le estoy diciendo.

Tatiana se adentra en el boun. Es impresionante. Gente "extraña", lobos,... Pero no se siente rara ni mucho menos. Todo lo contrario, se siente como en casa, siente el calor que le abraza nada más cruzar el umbral de su hogar.

Al poco tiempo, una señora le reconoce y le da un abrazo de bienvenida. Tatiana la conoce bien. La señora Kurkova siempre había sido amable con ella en su anterior hogar. Muchas veces se sentía afinidad por ella, y no nunca había sabido el por qué. Ahora sí.

La señora le aparta de su padre y le guía hasta su cabaña. En ella están su hijo y su hija. Sonya y Sergei. Sonya sale al encuentro de Tatiana y le coge de las manos. Sergei le levanta la mano a modo de saludo con una sonrisa.

Sonya y Tatiana habían sido muy buenas amigas. Ella era 5 años mayor que Tatiana, pero siempre le había tratado como a su propia hermana. Un día, desapareció. Junto con su familia. Luego corría el rumor de que habían sido elegidos y de que se habían adentrado al bosque. Tatiana, en el fondo sabía que iban a acabar encontrándose.

Realmente, se estaba sintiendo como en casa.

Tras este segundo encuentro con Svarog, no hicieron falta palabras para que empezara a andar. Algo en mi interior, me impulsava a seguir sus pasos. Y como esperaba, Tatiana iba junto a mi.

Cita:

Sin saber que decir, puse una mano sobre el hombro de mi hija y seguí andando. No sabía donde íbamos, pero sabía que debíamos ir y sabía que ella también lo sabía.

Al llegar al boun, reconozco las caras de alguna gente que a veces había visto por la aldea. Gente como yo, halgo reacias al trato con la demás gente del pueblo, pero por los que, de algun modo, sentía algun tipo de vínculo especial.

Tras mi presentación ante el consejo recibo una breve explicación de la situación del clan, y de como los demonios del wyrm fueron los monstruos que aquella noche acabaron con mi esposa. Esto me ditrae una momento, haciéndome recordar esa noche. Tras una breve pausa, siguo escuchando a Svarog:

Cita:

Se que tiene razón, por eso asiento con la caveza cuando termina de hablar. Algo me dice que debo defender Gaia* y, ya sea por la muerte de mi esposa o por los lazos que parece que me unen al lugar, se que debo luchar contra el wyrm.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

MES DE FEBRERO.

Una vez que Vasili parece empezar a conocer el boun y al resto de hombres del consejo, vuelvo a preocuparme por conseguir atraer a más gente hacia el Clan.

Mi próximo objetivo es ese al que llama Zvrai el Cazador. Durante un par de noches me dedico a buscar su rastro y a seguirlo en silencio, para ver a qué se dedica. Con él es un poco más difícil de lo que fue con Vasili, pues vive aislado del resto de los humanos, y no siempre se donde encontrarle.

Quiero terminar pronto con esto. Cuando le tenga a él, ya no me faltará nadie más y podré comenzar a adiestrar a Zvrai y a Vasili. El Robacabezas me sigue la corriente y se ha adaptado muy bien a la rutina del boun, pero todavía desconoce muchas de las cosas necesarias.

Tatiana pasa el tiempo en el boun junto con los de su misma especie. Ya no se siente fuera de lugar. Ha hecho amistades y va aprendiendo sobre su raza. Es feliz.

Quien me dijiste que era ese Zvrai? le comento al Sin Lágrimas una noche. Sé que lleva un tiempo siguiéndolo y esta vez me he ofrcido para acompañarlo en su busqueda. Hasta hoy no le había preguntado y lo que sabía de él y nada, eran lo mismo.
Comprendo que necesitamos más gente, no se cuan fuerte es el enemigo, pero puedo ver que no somos muchos todavía y, por lo que me ha contado, no es un enemigo fácil; pero aun así, no sé por que necesitamos precisamente a alguien que es tan escurridizo.