Partida Rol por web

Nuevamente, aparece dolor cuando Daenerys me quita las vendas pegadas a las heridas por la sangre seca. Veo, sin darle demasiada importancia, veo como todos colaboran de buena gana entregandose armas... que bonita estampa para mis ojos. Que ternura en sus gestos para con los otros. Aguantando las arcadas, y tras un breve periodo de descanso, me levanto. Bien, creo que ya hemos descansado bastante, debemos continuar.

Esta vez el guerrero toma la delantera del grupo, con la luz proporcionada por el cetro del drow el guerrero se siente mucho mas confiado y seguro, por loq ue con su hermosa daga en ambas manos avanza a la vanguardia...

Con Asterot y Zenram delante y tras haber descansado unos minutos, reanudáis el descenso por las interminables y agotadoras escaleras. Durante otras dos horas, descendéis cada uno de los escalones sin que nada ni nadie altere el lugar o el silencio que os rodea, lo que poco a poco os empieza a agobiar y a poner nerviosos.

Las escaleras no han variado nada, y siguen siendo igual de irregulares e inclinadas, pero gracias a la nueva fuente de luz, mucho más intensa, el descenso es algo menos peligroso, pues vuestros ojos divisan los agujeros o desniveles de los escalones con mucha más facilidad. Con el paso de los minutos, y la tensión que vais acumulando lentamente, tan solo escucháis, de vez en cuando, el rugido de alguno de vuestros estómagos, pues ya son muchas las horas que no habéis comido ni bebido nada.

Cansados, y necesitados de nuevas energías, os volvéis a detener unos minutos...

La caminata estaba resultando tan extenuante como parecía, el grupo había avanzado por aproximadamente cuatro horas y seguían sin llegar a ningun lugar, las cosas no podian ser peor o alemnos eso pensaba el guerrero...

No hay que tentar a la diosa de omnipotente, las cosas siempre pueden ir peor..!! Por un momento la idea de descansar cruza la mente del guerrero, sobre todo por sus compañeros ya que mas de uno lucia realmente extenuado...

De ninguna forma, detenernos ahora significaría la muerte, mientras tengamos luz debemos aprovecharla!!!

El guerrero continua el monótono descenso...

Con algo de hambre en el estómago veo a Zenram seguir avanzando escaleras abajo.

sigamos.

Espero a que los magos avancen tras Zenram para proseguir el camino...

Y así nuevamente sin descansar y cada vez sacando más fuerzas del orgullo que de las mías propias, continuo andando escaleras abajo detrás de Zenram.

Tras tan solo unos minutos de descanso y unas muy breves palabras por parte de algunos de vosotros, decidís continuar el descenso por las escaleras, el cual reanudáis en el mismo que seguíais hasta el momento.

Al cabo de otra hora de silenciosa y tensa marcha, y ya muy cansados del monótono descenso, las escaleras empiezan a perder algo de su peligrosa pendiente, lo que hace que el descenso sea algo más seguro y tranquilo durante la siguiente media hora, puesto que en ese momento, Zenram se detiene en seco, alertado por un pequeño inconveniente en el camino,

Faltan, al menos, unos dos metros de escalones, que sin duda se han derrumbado, y un oscuro vacío ocupa ahora su lugar, por lo que para seguir será necesario saltar...

Tras ver como el guerrero se para, freno mis pasos. Bueno, un pequeño sitio en el que descansar, estoy seguro que hasta que estos se pongan de acuerdo en la solución va a pasar un buen rato, así que aprovecharé para descansar un poquito... que no me va a venir nada mal.

El guerrero sabe perfectamente que la luz del cetro esta por terminar por lo que asegurándose primero que nadie estorbe su paso toma algo de impulso y... usa su tremenda fuerza para librar la distancia que le separa del otro trecho de escaleras, por un par de segundos vuela por los aires luego de los cuales cae justo en la orilla de la escalera, por un instante parece que se ira hacia atrás y caerá al vacio, mas haciendo acopio de fuerzas se impulsa hacia adelante con tal poder que logra evitar la caída al vacio pero rueda por las escaleras hasta ...

Al ver como se detiene el guerrero ante la inesperada situación, espero aontecimientos, observo a Zenram saltar al otro lado sin problemas perdiendo el equilibrio nada mas caer, miro a mis compañeros y les pregunto.

Alguno tiene una cuerda?

al ver que Zenram se avalanza para al final perder el equilibrio yo también salto en un intento de ayudar al guerrero sinembargo mi equilibrio es tan malo como el de él...

Una sonrisa pícara se dibuja en mi boca, cuando veo a las dos latas de metal caer rodando por las escaleras. Era típico de los guerreros, hacer las cosas sin analizarlas primero. Así, viendo como sus cuerpos cubiertos de metal chocan contra el suelo, espero pacientemente a que terminen de rebotar y nos hechen la cuerda que la sacerdotisa a pedido.

Primero Zenram y posteriormente Lucius saltan al otro lado de las escaleras, pero mientras que el primero de ellos logra salvar la distancia por los pelos, Lucius parece mucho más agil, y su salto lo lleva varios escalones más adelante. Por desgracia para ambos, y seguramente a causa de la inclinación de las escaleras, ninguno de los dos logra mantenerse en pie, y sus cuerpos, cargados de peso, se estrellan contra el suelo e inician un peligroso descenso, a base de golpes, por las escaleras.

Ambos humanos parecen perder el control de sus cuerpos, y estos chocan sin cesar con la fría piedra a medida que descienden y ganan velocidad, logrando que su armaduras resuenen con fuerza cada vez que la piedra las golpea... hasta que de repente, ambos chocan entre si, saliendo disparados hacia los laterales de las escaleras, donde un inmenso abismo parece esperarles ansiosamente. En un último y desesperado esfuerzo, los guerreros intentan asirse a cualquier resquicio de la piedra, pero lejos de conseguirlo lo único que obtienen son cortes y más magulladuras en las manos, sin poder evitar que sus cuerpos se dirijan al vacio....

Tanto Lucius como Zenram alcanzan, por desgracia, los limites de los escalones, y con la inercia de la caída y la velocidad que llevan sus cuerpo, no pueden evitar que estos abandonen la seguridad de la piedra y se precipiten al vacío...... pero por fortuna, y gracias a los reflejos adquiridos por la experiencia del combate, ambos guerreros logran, casi milagrosamente, asirse con sus manos a los escalones, evitando así que sus cuerpos caigan irremediablemente al abismo...

Mientras ambos guerreros ruedan escaleras abajo, el resto observáis la escena en silencio y con la tensión del momento recorriendo vuestro cuerpos. Cuando ambos humanos chocan entre si pensáis por un momento que eso frenará su caída, pero lejos de suceder veis como ambos se dirigen hacia los limites de la escalera, donde caen irremisiblemente al vacío.

Con esta idea en mente, y cuando ya creéis que sus vidas han llegado a su fin, podéis ver como dos siluetas, una a cada lado de las escaleras, oscilan de un lado a otro mientras sus manos se agarran con todas sus fuerzas a los bordes de los escalones. Al parecer, ambos han logrado sobrevivir, aunque su situación no es muy segura...

Vaya con los humanos, han tenido mucha suerte de poder agarrarse... - murmuro, quizás algo sorprendido de que hayan logrado salvar sus vidas. - Bueno, yo tengo ninguna cuerda, así que nos va a tocar saltar. - agrego, pensativo mientras me sitúo al borde de las escaleras, dispuesto a saltar.

Mientras los drows deciden si saltar o no, Zenram se debate con su propia fuerza, intentando auparse de nuevo a las escaleras, pero estas parecen fallarle el momento más difícil y su manos, lentamente, ceden ante el esfuerzo y el peso que soporta.

Primero una y luego la otra, ambas manos se sueltan completamente, y el cuerpo del guerrero cae irremediablemente.... durante unos tres o cuatro metros, donde se detiene y oscila de arriba a abajo durante unos instantes antes de detenerse completamente, como si algo a su espalda hubiese detenido su caída...

Peligrosamente colgado, te debates con su propia fuerza, intentando auparte de nuevo a las escaleras, pero estas parecen fallarte en el momento más difícil y tus manos, lentamente, ceden ante el esfuerzo y el peso que soportas.

Primero una y luego la otra, ambas manos se sueltan completamente, y tu cuerpo cae....... durante unos tres o cuatro, pues de repentes sientes como si algo esponjoso pero duro golpease tu espalda, absorbiendo la fuerza de la caída y haciéndote oscilar de arriba a abajo durante unos segundos. Sorprendido, y con la mirada fija en la luz del cetro, palpas con tus manos lo que sea que te sujeta, dándote cuenta de que parece como si un buen número de gruesas cuerdas algo pegajosas (aunque parece que puedes moverte) recorriesen tu espalda de derecha a izquierda y de arriba a abajo. Lo que intuyes como una especia de cuerda o similar, están separadas unas de otras por una distancia considerable pero insuficiente como para que tu cuerpo se cuele entre ellas. Además, estas abarcan mucho más que tu cuerpo, pues no alcanzas a tocar el final de estas...

Al decir Asterot que no dispones de ninguna cuerda irremediablemente nos toca saltar el agujero.

Como pueden ir por el mundo sin ninguna cuerda, Madre, a quien me has puesto por compañero

Situada en el borde me dispongo a saltar.