Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 4: viaje por aire

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19/04/2014, 16:18
Lord Anthony Montagu-Sutton III

Notas de juego

Entre mis habilidades con esas características solo tengo antropología, arqueología y buscar libros. Creo que la más útil podría ser arqueología dada la naturaleza de la expedición.

Por otra parte, ¿a cuantos cursos nos podemos "apuntar"?

P.D.: Lástima que no exista la habilidad de vividor... xD

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19/04/2014, 23:02
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Leed bien lo que os pongo:

La mecánica es la siguiente: tendréis 1d4+1 tiradas gratuitas de experiencia en habilidades escogidas de entre estas. Más adelante, si hay tiempo, podréis volver a repetir el proceso, pero eso será más adelante.

Así que poned en la lista hasta dos de las vuestras para aportar vuestras enseñanzas (con más de un 75% cada una). De las que queden en la lista, elegís 1d4+1 habilidades para tirar experiencia en ellas.

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19/04/2014, 23:30
Guardián de los Arcanos

Es extraño suceso se repitió cuando Sutton y Field estaban fuera de sus asientos. Sutton estaba maniobrando con las hojas de papel que había escrito frenéticamente.

Una zona de nubes borró durante medio minuto la visión de todas las ventanas, mojando los cristales con gotas que la velocidad del aparato hacía efímeras en grado sumo, pero cuando volvió a entrar, intensa, la luz del sol, el otro avión seguía en la misma formación, a la vista y entero.

Field seguía mirando por el visor practicado en el lateral del avión cuando pareció perder el ángulo con lo que fuera que estaba enfocando y se movió al visor que estaba en el suelo.

El habitáculo del avión era angosto y opresivo. Si la configuración normal tenía hasta ocho asientos, en este caso solamente había cuatro. El resto del espacio en la cola, estaba ocupado con dos tanques para el combustible extra y con el material de supervivencia que era imprescindible para el mantenimiento de la vida en condiciones de frío extremo.

Así que tanto Sutton como Field estaban retorcidos en posturas forzadas, intentando cumplir con sus respectivas acciones, cuando volvió el extraño sonido a todos y cada uno de los altavoces que había en el Boeing.

El chirrido fue doblemente fuerte y desagradable, la sensación en las cavidades corporales, como pulmones, garganta, fosas nasales y senos nasales fue intensa e incapacitadora. Vuestros ojos se llenaron de lágrimas y de la sensación de arena bajo los párpados que se tiene por culpa de la falta de sueño, todos vuestros empastes triplicaron la sensación, haciendo que tuvierais ganas de arrancaros la dentadura a mano desnuda.

Lo peor fue en el cuadro de mandos, donde los instrumentos enloquecieron, los pilotos se encendieron al unísono, y surgió un desagradable olor a cable quemado.

Los motores se pararon a la vez durante unos angustiosos segundos, hasta que cesó el fenómeno y el propio aire en las alas, haciendo girar las aspas, sirvió de propelente para que se reanudara el bombeo de combustible y la chispa que lo quemaba.

Aunque el trabajo del Pickwell fue impecable al mando del avión, el bache fue considerable. Tanto Sutton como Field estuvieron a punto de salir despedidos, pero maniobras frenéticas del último segundo antes de volar dentro del avión, les salvaron a ellos de rodar por todo el habitáculo, produciendose daños tanto a ellos como a los demás ocupantes, que gracias al cinturón de seguridad no corrieron el mismo riesgo.

¡Me cago en Dios! ¡Ataos el puto cinturón! Gritó Miles, angustiado porque había sentido la cabeza de Field cortar el aire a milímetros de su nariz.

Cuando escuchásteis a Miles, fuisteis conscientes de lo perjudicado de vuestros oídos. Se le escuchaba como lejos, por debajo de un sonico como de... gritos. Todos estabais, en mayor o menor medida, gritando.

¡No tenemos radio! Vuestros oídos recuperaban la normalidad para recibir la pésima noticia. Whitston toqueteaba los mandos. ¡Casi todos los instrumentos están averiados!

Se han debido fundir más de la mitad de los fusibles... espero. Replicó Miles. Si la corriente ha pasado y se ha quemado algo más, estamos con la mierda hasta el cuello. ¿Qué hacemos?

 

 

Sutton había llegado a poner en las ventanas tres de los papeles, antes de salir despedido contra los macutos de la parte trasera: CUB. ¿Sería suficiente? ¿Lo habrían leído? ¿Lo habrían entendido? Ahora sus cuatro hojas revoloteaban por todas partes.

Field, como hipnotizado, volvió al hueco desde donde podía ver el abismo que se abría bajo el avión.

- Tiradas (2)
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20/04/2014, 15:33
Lord Anthony Montagu-Sutton III

La nueva sacudida me pilla desprevenido, pero por esta vez he sido lo bastante ágil como para no provocar un destrozo mayor, cosa bastante extraña en mi. Los momentos de angustia que vivimos en el avión me hacen pensar en lo cercana que podría estar mi muerte... y la de todos los demás. El sonido que salía de los altavoces hizo aparecer en mi mente mis instintos más básicos mientras pensaba en como podría librarme de esa opresión y solo se me ocurría una salida... Tanto fue así que el momento en el que los motores del avión se pararon mi cabeza se debatía entre una sensación de fatalidad y liberación. Sin embargo, en el momento en el que ese sonido se fue y los motores volvieron a arrancar, una claridad para nada meridiana volvió a mi mente, así que reaccioné ante los gritos de Miles, me senté y abroché el cinturón de mi asiento.

Una vez sentado, los momentos vividos un instante atrás golpeaban mi cabeza como si se trataran de mil martillos aporreando un yunque. ¿Qué era lo que se me había pasado por la cabeza?¿Es realmente eso lo que llevo dentro de mi?¿Qué es lo que ha sucedido realmente? Lo único que tengo claro es que seguimos luchando para sobrevivir, es más, para llevar a cabo una expedición al polo, y esta no se va a completar sola.

Aterrizar en Cuba va a suponer un buen montón de papeleo, pero si es el sitio más cercano que tenemos... no podemos arriesgarnos a seguir adelante sin revisar el avión.

Notas de juego

Ok, ahora ya lo he pillado jejeje, es que no me quedaba muy claro antes.

Yo pongo a disposición Arqueología y Antropología.

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20/04/2014, 17:53
Dominique Pickwell

Ha debido ser un rayo, maldita sea, se ha tostado casi toda la instrumentacion. Sutton como va el mensaje por las ventanillas, Miles reponga los fusibles que pueda, saquelos de donde sea, y si no fabriquelos con cable pelado.

Whitston mantenga el rumbo. Saco de mi pantalon el mapa con el plan de vuelo y me pongo ha hacer los calculos basicos necesarios para aterrizar en Santiago de Cuba. Cuando miro por la ventana veo que el copiloto del Enderby me esta mirando, o seo creo, asi que le hago señas para que nos sigan. Parece haber comprendido... Whitston comience a girar a estribor muy suavemente hasta tomar rumbo 180º, quiero ver si nos siguen... Al menos los intrumentos mecanicos funcionan, sin iluminacion, pero funcionan. (altimetro, compas, brujula, el indicador de virajes...) Reduzco un poco la potencia y comienzo a descender, Estamos muy cerca. Miles, cuando termine, Busque la manilla para bajar el tren de aterrizaje manualmente, seguro que tambien se ha tostado.

- Tiradas (3)
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21/04/2014, 13:04
Chester Field
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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21/04/2014, 13:06
Chester Field

Chester llevaba un rato en silencio; le silvaban los oídos, parecía estar todo sudado, y en uno de los baches que el avión había cogido se había golpeado la cabeza con un tanque de combustible; pero nada de esto parecía importarle; en aquellos momentos solamente estaban él y su cámara.

Los instrumentos eléctricos de la nave habían enloquecido, y aquel horrendo chirrido les había sacudido de nuevo. Estaba equivocado, estaba equivocado respecto a todo...

Al fin, tras disparar varias fotografías más por la ventanilla situada justo en el suelo del avión, Chester levantó la cabeza y trató de fijar su vista en el resto de la tripulación. el sudor le empapaba la cabellera, sus ojos reflejaban sorpresa, incredulidad y una emoción apenas contenida. Parecía que, al fin, había comprendido algo. Y fue entonces cuando estalló en carcajadas.

¡Here be dragons, compañeros! ¡Here be dragons! - exclamó de nuevo entre risas. - ¡Y allá vamos, nosotros, pobres exploradores! Pobres, pobres de nosotros...

Parecía que, al fin y al cabo, el golpe en la cabeza le había afectado más de lo que parecía a primera vista.

Notas de juego

Chester puede dar cursillos de Fotografía y poca cosa más.

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21/04/2014, 21:56
Guardián de los Arcanos

El avión hizo un viraje demasiado pronunciado. Una ráfaga de viento hizo que su equilibrio ya precario se comprometiera más aún. El cielo se puso boca arriba haciendo que Field, el único que todavía estaba sin cinturón, y que reía como loco, nublada su risa por un rictus, se estrellara contra el techo del aparato.

Pickwell, desesperado, hizo acelerar a tope los motores justo cuando calibró, con ese dejo de sangre fría que mantienen los pilotos con experiencia aun en las peores circunstancias, que era el momento preciso, a la vez que daba a los alerones la inclinación necesaria para evitar entrar en barrena. En el proceso de recuperar la verticalidad, Field rodó por las paredes y aterrizó en el suelo, milagrósamente incólume, carcajeándose de los presentes y gritando:

¡¡¡HEEEERE BE DRAGOOOOOOOONS, HUUUUUUU!!!

Nils Sorensen intentó incorporarse en su asiento para darle un derechazo, con la sana intención de que se tranquilizara, pero en el último momento, su propio cinturón de seguridad le impidió alcanzar al fotógrafo.

El avión navegaba ahora derecho y bien... pero la maniobra que habían tenido que hacer les había desorientado. Todo lo que llevaba fusibles estaba a oscuras, pero también todo aquello que tuviera imanes, incluyendo la brújula. Afortunadamente era todavía por la mañana, y estaban lo suficientemente sobre la capa de nubes como para ver el sol y hacer una estima de su posición, aunque fuera a ojo.

Por otro lado, el otro avión había desaparecido. No se le veía por ningún lado. ¿Estaba más alto? ¿Más bajo? ¿Iba en otra dirección?

Durante la siguiente media hora en la que os alejásteis del huracán, Miles pudo cambiar varios fusibles, y logró que los imanes volvieran a estar en armonía con los magnetos naturales del planeta, y no con la chapa imantada más cercana mediante varias medidas que a todos parecieron arcanas y oscuras. La radio volvió a chisporrotear.

...amos a cinco grad... ...roeste, vemos ya la isla de Cuba. Abermale dice que el huracán va hacia el norte, y que se aleja de Port au Prince. ¿Me escucháis? Tenemos combustible suficiente para llegar. Repito, os tenemos delante ¿nos véis? Hemos divisado hace un rato, a cinco grados al suroeste la isla de Cuba. Abermale dice que el huracán va hacia el norte, y que se aleja de Port au Prince. ¿Me escucháis?

DeWitt seguía repitiendo el mensaje con voz monótona.

Field se había quedado un buen rato hecho un ovillo en el suelo. Con la ayuda de varios de vosotros, ahora se encontraba en su asiento, con su cinturón puesto y jugueteando sin objeto con la cámara.

- Tiradas (4)
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21/04/2014, 22:20
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Sabes que habrá menos retrasos si se llega a uno de los puertos que hay previstos, ya que todos los servicios al avión han sido contratados mediante agentes precisamente en los sitios a los que vais, y pagados mediante movimientos bancarios. Además tenéis al menos apalabrada la cobertura legal vía embajada, para protegeros contra la necesidad de tener que sobornar al personal.

Ir a un puerto no previsto supondría desprenderos de dinero en efectivo que, dado que estás llevando las finanzas, será necesario tener, aparte las complicaciones administrativas.

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21/04/2014, 22:24
Guardián de los Arcanos

Field había tenido la desgracia de enfocar demasiado bien la lente de su cámara. Al máximo zoom y bien enfocado, de entre las nubes, más abajo del avión, había surgido una extraña formación verdosa, aguamarina... algo así como una bolsa de tejidos nebulosos pero orgánicos que recogía el aire a grandes bocanadas por una abertura que se dilataba enormemente en uno de sus lados y, que al cerrarse, usaba ese mismo aire para impulsarse, abriendo una abertura por el lado contrario. Esa masa viva, de un tamaño incierto, pero mayor que el avión, con toda seguridad, parecía tener algún tipo de horrible vida intelectual, ya que segundos después de que se posara su mirada en ella, pareció percibirlo. Un millar de diminutas lentes brillaron contra el cielo, abiertas por todo a lo largo de su piel, en hileras donde se alternaba con unas extrañas barbas sonrosadas, y enfocaron en su dirección.

Fue justo en ese momento cuando se produjo el terrible sonido, y los extraños efectos electromagnéticos que causaron estragos en los sistemas del avión, y pocos segundos después cuando la repentina ráfaga de viento hizo que Field se revolcara por todo el avión.

Notas de juego

Has perdido 6 puntos de cordura, y has ganado tu primera locura temporal :)

Tienes, por mor de tu credulidad recién adquirida, y la subsiguiente agudización de terribles intuiciones que a veces no te dejarán dormir, un 5 en mitos.

De momento, y hasta nueva orden, no quieres saber nada de mirar al cielo, en ninguna circunstancia.

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21/04/2014, 22:36
Guardián de los Arcanos

Era curioso, pero Pickwell, en el angustioso momento en el que el morro del avión estuvo mirando hacia el mar, casi en barrena, pudo ver por un momento la capa de nubes que lo cubría, iluminada por el sol.

Y esa capa de nubes con atormentadas formas, producto de las corrientes huracanadas, parecían sembradas con pequeñas motitas verdes...

Notas de juego

Si tienes interés en el fenómeno, y antes de cualquier otra decisión que tomes después, tira descubrir.

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21/04/2014, 22:58
Chester Field

Clic-clic-clic-clic...

Field parecía haber recuperado la calma, aunque no mostraba ningún interés en nada de lo que le rodeaba. Seguía jugando con su cámara, haciendo rotar la apertura del diafragma mecánicamente, centrado únicamente en el pequeño aparato, que no se había roto de puro milagro.

Dragones, dragones de mil ojos surcando los cielos... Y nos vamos a la Antártida, donde "la piel de la tez de la criatura era la de la perfecta blancura de la nieve". 

Nada de lo que balbuceaba tenía demasiado sentido para los demás miembros del grupo. La Expedición de los Dementes había empezado a hacer auténtico honor a su nombre, de la forma más literal y terrorífica posible.

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22/04/2014, 02:06
Lord Anthony Montagu-Sutton III

Menudo panorama... Parece como si a Chester le haya dado un ataque de locura, hay que intentar algo para mantenerlo ocupado y que no atemorice al resto del avión. - Chester, escúchame atentamente. - Me levanto del asiento y me acerco a el cogiendole por los hombros de forma que no le quede más remedio que mirarme. - Ahora mismo necesito que escribas el borrador para el informe que tenemos que enviar en cuanto aterricemos. En cuanto lo tengas pásamelo por favor, es muy importante. - Mi tono es serio y apremiante, de forma que le haga ver que realmente es una prioridad para mi. Esperando que se dirija a hacer lo que le he pedido me vuelvo hacia la cabina y me pongo justo al lado de Dominique para comentar la transmisión por radio que acabamos de recibir en un ambiente lo más privado posible. - Compañero, tu eres el experto en estos cacharros y no se cuanto de valentía me queda para seguir volando en esta lata con alas sin que tengas oportunidad de revisarlo, pero si aterrizamos en Cuba en vez de en Port au Prince como estaba previsto es más que probable que tengamos problemas tanto económicos como administrativos. Mi opinión como "relaciones públicas" de esta expedición es que, si el cacharro puede seguir, deberíamos seguir ahora que hemos dejado la tormenta atrás, pero tu eres el que sabe lo que arriesgamos en el campo técnico. - Echando un ojo hacia atrás añado. - Creo que también estaría bien mantener a Chester tan ocupado como sea posible para que deje de gritar como un loco cosas sin sentido. Cuando aterricemos, sea donde sea, deberíamos buscar un momento para hablar con el en privado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro persuasión por si es necesaria/util en convencer a Chester de que haga lo que le pido.

 

Mierda...

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22/04/2014, 17:03
Dominique Pickwell

[EDITADO POR EL GUARDIÁN: MIRAR POST SIGUIENTE Y ESCRIBIR OTRO A CONTINUACIÓN EN CONSECUENCIA]

Menuda mañanita, nos a ido de bien poco. Anthony ocupate de Chester, haz lo que consideres preciso, pero que mantenga la calma. Charlene intente ver si la radio sirve para algo, comuniquese con el Enderby y digale, si puede, que retomamos el rumbo a Haiti. Aunque si los tenemos en cola ya lo estaran viendo.

Me concentro en pilotar, retorno al rumbo de 120º, el que nos lleva a Port-au-Prince, estabilizo el avion, salgo de la potencia maxima dejandolo al 80% y hago tiempo hasta que los aviones estemos de nuevo con contacto visual.

Nils comprueba la carga y asegurala si fuera necesario. Miles, valla a las ventanas traseras y mire que los motores o las alas no tengan fugas de aceite, combustible o hidraulico. Esto ya seria el remate a la fiesta...

Charlene, alcanceme la linterna que hay en la caja debajo de su asiento, gracias.

Ya con la linterna en mi poder y el Enderby a mi izquierda le hago la señal con morse de SOS (... --- ...) para indicarles que tenemos problemas y mediante gestos con la mano le invito a que tome la delantera y nos muestre el camino para aterrizar. Una vez comprendidas estas comunicaciones basicas me separo de el y me pongo unos 50 metros mas alto y mas atras, de forma que nos podamos seguir viendo por las ventanillas.

Y de repente me acuerdo de un detalle, Mierda, las malditas pulseras magneticas, demonios, me la arranco de la muñeca y la arrojo al vacio por la ventanilla. Una pregunta caballeros, y dama. ¿llevan ustedes consigo las pulseras magneticas que nos regalaron en el barco? de ser asi no se acerquen a ningun aparato electronico, y menos aun a una brujula. Quitenselas y tirenlas o guardenlas donde no causen problemas.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Quien dijo que el vuelo seria placido y con menos riesgos que en el barco.

Segundo dia y a poco no lo contamos. Menos mal que Diegus tiene la mano "tonta" y habra sacado un critico en pilotar.

Por cierto el curso que puedo impartir es solo de pilotar.

Un saludo

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22/04/2014, 19:12
Guardián de los Arcanos

Mirando por la ventanilla del avión, Pickwell había visto un mar de pequeñas motas verdes. Con mucha curiosidad, una vez el aparato estaba saliendo de la barrena, buscó, levantándose ligeramente del asiento para mejorar el ángulo de visión y vio, con un golpe de suerte, lo que parecía ser una de esas motas más cercanas.

De entre las nubes, más abajo del avión, había surgido una extraña formación verdosa, aguamarina... algo así como una bolsa de tejidos nebulosos pero orgánicos que recogía el aire a grandes bocanadas por una abertura que se dilataba enormemente en uno de sus lados y, que al cerrarse, usaba ese mismo aire para impulsarse, abriendo una abertura por el lado contrario. Esa masa viva, de un tamaño incierto, pero mayor que el avión, con toda seguridad, parecía tener algún tipo de horrible vida intelectual, ya que cientos de pequeños ojos se abrían en hileras paralelas dispuestas a lo largo de su longitud, alternándose con extraños florecimientos de una especie de barbas rosadas, y seguían al avión con sus rojizas pupilas.

La visión fue rápida pero meridianamente clara. Un irreprimible temblor comenzó a afectar sus dos manos. Con el avión enderezado, echó una última mirada al foco del huracán. En la cúspide, que debía estar a muchas millas, pudo distinguir el mismo color verdoso, aunque en este caso las motas estaban fundidas como en una bruma que formaba una columna dirigida hacia el espacio exterior. Fuera lo que fuera, se dirigían hacia ahí en números enormes. Eran miles o decenas de miles yendo hacia arriba.

Pero el impacto había sido demasiado. Pickwell se dio cuenta de que no estaba capacitado para tomar los mandos. Sus manos. No podía contener los temblores. Debía pasar el control a Whitston.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Como te dije, si querías curiosear, tenías que hacerlo antes de escribir nada. Pierdes 14 puntacos de cordura. Perder tanto de golpe significa una crisis de duración indefinida.

Como primera ruptura de la incredulidad, supone que tienes un +5 en Mitos de Chtulhu, que representa intuiciones vagas pero a veces ciertas, que muchas noches ya no te dejarán dormir durante toda tu vida.

Aunque no estás capacitado para hacer maniobras delicadas con tus manos, puedes ejercer de copiloto. También puedes dirigir a Whitston cuando sea la hora de aterrizar.

Haz un post nuevo teniendo eso en cuenta, habrás visto que el anterior lo he editado para que no lo vean tus compañeros.

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22/04/2014, 20:20
Dominique Pickwell

El escalofrio me recorrio toda la espina dorsal. me quedo agarrotado al volante de mando con una fuerza sobrehumana, miro el horizonte sin ver nada. segun se van pasando los efectos del escalofrio comienzan los temblores descontrolados de las manos y sudores frios que me hacen saltar literalmente en mi asiento.

Veo a Anthony que me habla pero no oigo lo que dice, estoy helado. El mar se eleva y nos observa, millones de ojos nos ven pasar. Que pequeños somos... tras unos instantes que me parecen horas consigo soltarme de los mandos y haciendo un esfuerzo supremo consigo decir: Char...  Ch... Charlene, ... queda al mando.

Las manos no dejan de temblarme, el cuerpo se va reponiendo de la sensacion del frio extremo. empiezo a fijarme y reconocer las cosas que me rodean, el cuadro de instrumentos, el ruido de los motores y dos caras fijas en mi con expresion incierta, entre asombro y miedo.

Las manos no dejan de temblame  y ellos no dejan de observarlas. Poco a poco voy recobrando la compostura pero me veo incapaz de pilotar. Ch..., Charlene, cuando llegue el momento... la dirigire con el... aterrizaje.

 

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23/04/2014, 22:01
Guardián de los Arcanos

Chester se tranquilizó al poco rato de navegación. El tránsito del huracán, que en el transcurso de la anterior media hora de vuelo no era evidente para los profanos, se hizo patente: esa comprobación era un tributo a la ciencia de Pierce Abermale. Por cierto que, aunque DeWitt era un hombre frío y de voz calmosa, en las siguientes comunicaciones comentó con voz más tensa de lo habitual...

Parece que el profesor ha observado algún tipo de fenómeno que lo ha transtornado ligeramente (de fondo se escuchaban algunos balbuceos) ¿Están todos bien? Por lo poco que he podido entender, algo estaba escapando hacia afuera de la atmósfera, como un gas verdoso o algo así.

Pickwell también estaba más tranquilo... aparentemente. Aquello que fuera lo que le había impresionado dejó impresa una huella más profunda de lo que parecía, porque en cuanto acercaba las manos a cualquiera de los mandos, comenzaban a temblar. Eso le incapacitaba claramente para tomar el volante del avión, aunque no para apretar teclas o hacer el trabajo de copiloto.

Miles rezongaba y maldecía mientras tenía, cuando era posible, el tablero de mandos levantado, comprobando cables. Había algunos sistemas quemados, pero el diseño del aparato tenía doble redundancia en los más importantes, así que el problema fue resuelto con pocas dificultades.

El huracán había obligado a la Expedición de los Dementes a cambiar de rumbo durante una media hora, y también a rodear la zona de inestabilidad en una trayectoria quizá algo más abierta de lo que hubiera sido necesaria, pero Pickwell insistió en agotar las reservas de combustible extra, dejando lo necesario para aterrizar. Insistió mucho en ese punto, parecía temer algo más que los fuertes vientos. Eso hizo que no fuera necesario elevarse lo suficiente como para necesitar oxígeno, por otra parte, lo que también suponía algo de ahorro, así que tampoco estaba tan mal.

Nils había mantenido en todo momento la calma, y guardado una compostura silenciosa. Quizá estaba algo más tenso de lo habitual, y no miraba por las ventanillas.

Port au Prince se hizo visible algo más tarde de lo que se tenía planeado, y la torre tuvo que retrasar el aterrizaje hasta que Pickwell, como comandante del vuelo, anunció que se quedaban sin gasolina, momento en el cual comenzaron a mover el culo ahí abajo. Parecían tener algún tipo de problema. Desde las nubes se veía movimiento de camiones de color verde caki, puede que fueran tropas, militares.

Durante el aterrizaje hubo más problemas. Primero bajó DeWitt, y lo hizo con finura y elegancia. Previendo dificultades lo había hecho él primero, para así quitarse de en medio y dejar paso a los bomberos, que habían sido advertidos, ya que se sabía que iba a dirigir la maniobra alguien sin experiencia. DeWitt, una vez en tierra, maniobró rápidamente su avión para dejar la pista libre: era el turno de Whitston. Ella estaba muy nerviosa. Sudaba y vacilaba en los mandos. Con voz algo temblorosa, Pickwell le iba indicando cómo proceder. Todo parecía que iba a ir bien. La aproximación fue buena. La bajada de revoluciones también. Tocaron tierra durante un instante, el avión rebotó. Se oyeron, entonces, por encima de el ruido del viento y de los motores, ruidos de disparos y de una ametralladora. Whitston se asustó, pero en vez de abortar la maniobra y dar gas, para elevarse y probar en otra pasada, la completó demasiado rápido, de modo que le avión aterrizó primero con una sola rueda. Eso desvió la trayectoria. Para cuando la otra rueda se posó, el aparato no estaba paralelo a las rayas indicadoras, y se calculaba a simple vista que corría peligro de salirse de la pista sin haber frenado antes lo suficiente.

Todo el mundo pasó un mal rato. En el último momento, en una inspiración, Whitston corrigió la trayectoria usando los alerones. El avión derrapó ligeramente y mantuvo el transcurrir de su accidentado aterrizaje justo por el borde de la pista. Tocar el asfalto exterior, de diferente calidad, podía ser desastroso y degenerar en un trompo o en un vuelco. Los bomberos, con la sirena aullando, seguían al Boeing a una distancia prudencial. Por centímetros la rueda se mantuvo en el borde de la pista, sin salirse. La trayectoria ahora estaba corregida. Whitston apretó los frenos a fondo, y se escuchó el chirrido de las ruedas, y se olió a goma quemada... pero el avión estaba frenando correctamente. Por un momento la cola se levantó, y pareció que ibais a aterrizar con el morro... pero con un golpe de la rueda trasera al caer, el avión paró, y la bendita inmovilidad del suelo confundió brevemente a vuestro oído interno.

Bajar y besar tierra fue todo uno. Whitston temblaba en la escalerilla. Los bomberos aplaudían. Halperin, rápido, subió al aparato para conducirlo al hangar que os habían señalado los jefes de pista.

Desde tierra se veían los estragos de haber pasado el borde del huracán: palmeras lejanas rotas, mucha basura en la pista. Había otros problemas. El edificio de recepción de viajeros, aduanas, oficinas y demás, estaba rodeado por camiones del ejército de los Estados Unidos y de la policía local.

Alguien os comentó de pasada que los rebeldes habían aprovechado el mal tiempo para intentar hacerse con el control del aeropuerto, así como de otros centros neurálgicos. A pesar del anuncio de retirada de las tropas para el año siguiente por parte del presidente norteamericano, la situación seguía teniendo visos de inestabilidad: estaba claro, sin embargo, que estaba controlada. Un camión abierto con una ametralladora pesada montada en él, hacía de vez en cuando puntería contra unas casas, donde al parecer, los insurgentes se habían hecho fuertes.

Vosotros fuisteis al hangar, a preparar todo lo necesario. Pero era media tarde, y el viaje hasta Colombia ya no era factible. Había que cambiar el plan de vuelo, llamar a Medellín para pedir hora y adaptarse a lo que dijeran, prolongar el periodo de estancia en el hangar para poder revisar los aviones, y arreglar cuantos desperfectos se pudiera... trabajo el primero para Sutton que, junto a López, por si había problema con los idiomas, salieron enseguida hacia el edificio de oficinas, escoltados por una pareja de policías de color.

Abermale estaba pálido. Se sentó en el primer sitio que pudo encontrar, en la puerta del hangar, en unos barriles vacíos. Al principio parecía sereno y tomaba notas.

¿Hizo alguna foto, Field? ¿Hizo alguna foto, por Dios? ¡No lo olvidaré en mi vida! Se levantó repentinamente y cogió al periodista por las solapas. Dígame de una vez, hombre, esto podría suponer el premio Novel, la fama... yo que se. ¿Hizo alguna maldita foto?

El pacífico profesor estaba muy cambiado, por cierto: de la serenidad había pasado a poseer una admirable fuerza nerviosa que a punto estaba de desgarrar la camisa del fotógrafo.

¿Pero va a contar alguien lo que pasó? Apuntó Halperin. Me he quedado en blanco, joder, apoyó Miles, escupidlo de una vez. ¿Qué demonios había ahí arriba?

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pickwell: plan de vuelo y tal y tal. Sutton, una tirada de Persuasión, de crédito, y de derecho. Chester, tu particular trastorno cesa más o menos por la noche.

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24/04/2014, 23:24
Chester Field

Chester no hace ningún esfuerzo para tratar de liberarse del profesor. Parece que la tradicional flema que había mostrado en otras ocasiones le había abandonado... y Chester podía hacerse una perfecta idea de por qué.

No fue hasta que el profesor le soltó cuando Chester, con una sonrisa torcida, trató de responder a sus preguntas, las de Miles y las de todos los demás.

¿Qué pasó? Lo más seguro es que las formas de las nubes y los vientos de la tormenta me jugaron una mala pasada. Déjenme evitar contarles lo que vi, ya que creo que entonces perdería el respeto que puedan tenerme. Hasta que no dé con una respuesta satisfactoria a lo que me pareció contemplar, me abstendré de hacer conjeturas absurdas y fantásticas. Pero no se preocupen; es probable que en algunas de las fotos que hice de la tormenta podamos encontrar la explicación que tanto ansiamos.

En realidad, poco había explicado Chester... por no decir nada de nada. Y así lo prefería. ¿qué iba a hacer, contarles que había visto una especie de criatura extraterrestre de mil ojos volando por el cielo, casi se diría que persiguiéndoles, y atacándoles con chillidos como jamás se habían oído en nuestro planeta? No... no podía decirles eso. Su problema era que Abermale, como meteorólogo profesional, no iba a creerse ni por un minuto que el viento y los sauces pudieran tener nada que ver con lo que probablemente vio allá fuera. Pero de momento el silencio debería bastar.

En cuanto tenga un poco de tiempo revelaré las fotografías que he hecho; con un poco de suerte todos obtendremos nuestras respuestas - repitió para que sus intenciones quedaran claras.

Aunque mucho me temo que sería mejor para todos nosotros permanecer en la ignorancia.

Chester volvió hacia el avión, de donde salió al cabo de un rato cargado con un par de las cámaras que había usado durante el vuelo y tres pequeños botellines de plástico etiquetados, que contenían los productos necesarios para revelar los negativos. Con todo el equipo en brazos, se dirigió hacia algún rincón oscuro de uno de los hangares.

Si la película contiene lo que creo, por Dios que quizás será mejor destruirla para siempre. - En aquel momento, no parecía que a Chester tanto el Nobel como el Pulitzer le importaban un comino.

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25/04/2014, 03:37
Lord Anthony Montagu-Sutton III
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Notas de juego

tiradas

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25/04/2014, 04:03
Lord Anthony Montagu-Sutton III

El comportamiento de Pickwell y el tono de las transmisiones que recibimos por la radio me deja bastante descolocado. ¿Qué demonios le pasa a todo el mundo? Me encuentro bastante perdido y con un montón de preguntas que se me amontonan en la punta de la lengua. ¿Ha pasado algo y soy el único que no se ha enterado? La duda me corroe, pero no es el momento de hacer preguntas poco discretas, así que, como veo que Pickwell no es capaz de centrarse en nada, me vuelvo a mi asiento a mantener la cabeza ocupada escribiendo el informe para enviar al barco en cuanto toquemos tierra.

¡Hola de nuevo a toda la embarcación! ¿Cómo van las cosas por ahí abajo? ¿Seguimos teniendo todo según lo planeado? Nosotros hemos pasado por una gran tormenta, pero finalmente llegaremos a Port au Prince, aunque con un poco de retraso. Estoy seguro que el profesor Abermale y nuestro fotógrafo, el señor Field, harán buenas migas mientras estudian la tormenta que hemos pasado. Por otra parte la tormenta nos ha retrasado y tendremos que hacer noche en Haití. Esperamos noticias vuestras. Un saludo desde la punta de lanza.

Se que cuando toquemos tierra voy a tener mucho trabajo, pero intento idear como buscar un hueco para hablar a solas con Chester y Dominique, hasta que bajamos del avión y las preguntas de Halperin y Miles adelantan los acontecimientos. Como Chester cierra la conversación bastante rápido y yo estoy muy de acuerdo con que esa conversación no tenga lugar ahí mismo, apremio al resto en cuando Chester se dirige de vuelta al avión. - Bueno, creo que todos los demás tenemos mucho trabajo, y si no es así estoy dispuesto a dar tareas a aquellos que no las tengan. A los entendidos de esos cacharros con alas, no se como está el otro avión, pero el nuestro tiene un buen montón de fusibles chamuscados y necesita una revisión a fondo. Hay que cambiar también el plan de vuelo, así que en cuanto tengáis fechas y tiempos aproximados para los destinos fijados venir a hablar conmigo. Pickwell, estoy esperando un telegrama de Moore que espero recibir aquí, así que después me gustaría tener un momento para hablar con usted y con Field. López, venga conmigo. Es posible que necesite de sus conocimientos de idiomas.

Dicho esto me dirijo al centro de comunicaciones más cercano que encuentre y me pongo manos a la obra para arreglar el desaguisado diplomático que ha provocado esta tormenta.

Notas de juego

Por cierto, ¿hemos recibido informes del barco?