Partida Rol por web

Menes negaba con la cabeza decepcionada pro lo que acababa de escuchar de boca de Priestley. ¿Peor recibimiento de lo que habían recibido? No se podía imaginar cómo sería algo así. 

- Arriesgamos nuestras propias vidas por acudir a su llamada de socorro. ¿Qué tipo de sabotajes han estado teniendo? En nuestro caso el Jonas nos la shizo pasar peliagudas usando ácido para dañar los materiales como las radios, o envenenando a los perros incluso.- Esperó pacientemente a que Priestley le diera algo de información para ver si cuadraba el "modus opeandi" de lo acontecido en el Gabrielle. Después, como no quería enzarzarse con el amable expedicionario de la Lexington cuando podían charlar animosamente. Por ello Menez dejó pasar los temas espinosos y fue a otros más provechosos.-Parece usted razonable, amigo, así que mejor pasemos a otro tema. ¿Cómo van sus reportajes? ¿Ha recabado mucho material? Supongo que tendrá algunas imágenes espectaculares de estos parajes...- Dejó caer con un tono de voz misterioso. ¿Habrían sufrido los de la Lexington algún episodio para normal? Esperaba poder sonsacárselo si había sido así.

Dominique acababa de asomar la cabeza por la tienda justo cuando Giles comentaba noseque de subir una montaña. Por un momento se alegro de tener el pie mutilado, Tengo la excusa perfecta para librarme de esta nueva locura.

La pesadilla me habia impedido dormir adecuadamente, ademas tenia la mala suerte de acordarse de casi todo y le venian a la mente recuerdos muy desagradables. No tengo ganas de nada y por la cara que tiene Chester diria que tampoco ha descansado mucho mejor que yo... Fue escuchando los comentarios de unos y otros cuando se me encendio la lucecita.

Señores y señora, no se han parado a pensar que quizas todos estos complots y sabotajes esten orientados a hecharnos la culpa los unos a los otros, esto lo que mas favorece es a esa tercera expedicion Alemana que nos tiene entretenidos con disputas sin alcanzar nuestros objetivos.

No se, es una idea peregrina pero puede ser perfectamente real. Recuerden, que desde el inicio en Nueva York, los Alemanes estaban metidos en todos los ajos.

Prestley miró pensativo a Pickwell mientras respondía a Menez. Tranquila, por mi parte no hay animadversión. Es que los hombres se dejan vencer por la tensión. Cómo se nota que no han estado nunca en el rodaje de una película, ¿eh, Chester? A nosotros se nos estropeó comida por toneladas. Todo cosas que podían haberse hecho antes de partir de viaje, cuando se estaba empaquetando y estibando. Nada de ácido. Tanto en el Canal de Panamá como en Melbourne tuvimos muchos problemas burocráticos, en la travesía desde Australia sufrimos tres incendios. Todos con bombas de tiempo que tenían puesta la hora de manera que se hizo imposible eliminar sospechoso alguno. Por otra parte la marinería estaba al borde del motín. Parece que alguien había extendido rumores malsanos y nos tomaban por gafes.

Oye, lo que ha dicho Pickwell no es ninguna tontería.

Ja, pensáis que el señor Moore va a dejar escapar a sus muchachos. No creo. Lo que yo he oído es que Starkweather va a escalar con dos o tres elegidos, y no creo que vosotros estéis entre ellos.

Córcholis, ¿los alemanes son los culpables de todo? No me digas.

Sutton permaneció a parte de las conversaciones intrascendentes de los componentes de las dos expediciones. O al menos lo que él consideraba intrascendentes, teniendo en cuenta que había entre ellos gente que soltaba sandeces como que no disponían de libre albedrío y que estaban obligados por el destino a subir una enorme y mortal montaña. ¿De verdad alguno de aquellos dramáticos energúmenos se escuchaba hablar de vez en cuando?

Casi parecían antiguos griegos, jactándose de gestas sobrehumanas que iban a completar pues eran elegidos de los dioses del Olimpo.

Los únicos datos de interés los aportó el tal Priestley, apuntando entre otras cosas a algo que él ya había percibido cuando había estado en el campamento Lexinton. El hecho de que Starweather y Lexinton compartían un pasado en común tremendamente estrecho, era una evidencia palpable y que explicaba el porque de tanta confrontación acérrima entre ambos expedicionarios.

   - Pues espero no ser ninguno de esos dos o tres desgraciados que van a jugarse la vida por el orgullo desmedido de ese hombre.- Comentó con acidez.- Subir esa montaña es como formar parte de un suicidio consentido...-

Ti escucho con atencion a su amigo y se mostro como es, abrió sus adentros y le comento a su unico amigo "real"

Amigo, se que lo que hemos vivido haria palidecer al mas pintado y perder el rumbo al mas osado.

No, no estas loco y no puedo permitir que la unica persona que considero real o al menos que ha vivido una realidad paralela conmigo, enferme o ponga en peligro su salud.

Te necesito y si me envidias, mas te envido yo por ser tan leal a tus recuerdos, tu padre nos salvo la vida y le debes el al menos, vivir lo mejor posible aqui.

ya nada podemos havcer y dudo que podamos volver a ver a nuestros amigos, nuestros recuerdos son fantasmas, solo tu y yo los vemos. Sabemos cosas que aqui no han pasado, hemos vivido situaciones que si bien, la gente cree por cierta, no son sino una sombra de lo que en realidad son.

Amigo, pienso cuidar de ti y de tu salud mental, se hacerlo y no pienso cejar en esta empresa hasta mi muerte.

Deja que te trate y te explique los mecanismos de defensa de la mente contra estos hechos, podras hacer un muro salvador donde sentirte comodo, seguro y reconfortado.

te necesito tanto como tu a mi, no puedo perder mi unico punto o foco de realidad, aunque en este mundo suene a fantasia.

Estas de acuerdo en que trate de reforzar tu mente, aunque te pueda afectar en el caracter? Se como endurecer ese cerebro que ahora se siente destrozado y hundido. deja que te ayude, Alex.

Tim teme de un modo no consciente a uno de los capitulos que ha vivido mas intensamente. El capitulo de la resurreccion y los muertos en vida, la esencia de la gente.

El resucitar almas aunque solo fueran de animales, le ha dejado una marca en su alma, combinada con el miedo ancestral a las sombras congelantes que sufrio de niño.

En conjuncion, se despierta sudoroso y sobresaltado, con taquicardias, cuando ve resucitar a sus desaparecidos amigos como muertos en vida, con sus visceras exteriores, como si se hubiera dado una vuelrta a un ser vivo y su parte interior aflorara fuera palpitante y con secreciones.

Siente el frio de las sombras que dañan y queman la piel y ve como su rubia amiga muerta trata de besarle con un frio beso doloroso, siempre tratando de huir, pero sus pies estan pegados al suelo como con un legamo o limo que le agarra sin poder mover sus piernas.

Un miedo irracional le ataca al pensar en ello, tiene un recuerdo muy colorido y vivuido pero que se diluye en su mente al despertar, como buscando un mecanismo de defensa. Hay un bloqueo momentaneo para pasar a una sensacion dura de desasosiego.

- Claro que no es ninguna tontería. - Replicó airada Menez.- Pero por lo que logramos averiguar de nuestro saboteador, un antiguo miembro de la expedición Miskatonic podría estar implicado. De los que actualmente viven, logré recabar- Dijo hinchando el pecho como un palomo para darse bombo y platillo.- indicios de que el piloto, Paul Danforth, estuvo en Nueva York durante la preparación de la expedición. Además, pruebas de que ha enviado numerosos telegramas por toda américa latina, justo en la fecha en la que se supo que una parte de nuestra expedición iba a abordar la Antártida por el aire. Que esté o no relacionado con la expedición alemana no lo puedo ni asegurar, podría ser una opción, pero podría ser que los alemanes también hayan sufrido sabotajes. No estaría mal averiguarlo.- Dijo mirando suspicazmente a Priestley.- ¿Ha oído usted algo?- Tras esperar respuesta decidió que era un buen momento para darle un poco de carnaza a su interlocutor y lanzar mierda sobre la figura de Stakrweather.- ¿Sabe cómo logré averiguarlo? Resulta que nuestro saboteador, un joven cuyo hermano había muerto en una de las alocadas expediciones de Rompe...ejem, de Stakweather, había tenido contacto con Danforth. Su movil por tanto era la venganza hacia nuestro jefe y de eso debió aprovecharse Danfoth para lograr su fin, que ninguno de nosotros llegáramos hasta aquí. ¿Pero cuál es la razón?- Dejó la pregunta en el aire desconocedora aún de la respuesta. Habían tenido amenazas antes de partir y supuso que el resto de expediciones también.

Giles tomaba un cacao con leche mientras no perdía ripio de lo que decía Menez, asintiendo de vez en cuando y animándola a seguir si vacilaba.

Eso si que son noticias en montón. Un antiguo expedicionario se alía con los alemanes y los enemigos de Starkweather para... ¿para qué? ¿Qué estamos haciendo de malo aquí, me pregunto yo?
 

La pregunta quedó en el aire. La noche no dio para mucho más, ya que todo el que había podido echar una pequeña siesta había dormido mal, y otros llevaban en pie desde hacía muchas horas.

Tras 48 horas de negociación, y gracias a la sensata (y obstinada) diplomacia de Moore, ambos equipos llegaron a un inestable entente. Las expediciones Lexington y Starkweather-Moore unirían sus fuerzas. La mayor baza de Lexington, su avión, el Northrop Delta bautizado como Belle, sustituiría al perdido Shakleton, cerrando así el eslabón que faltaba en la cadena de seguridad que debería unir a los investigadores en el Campamento Lake, al pie de las montañas, los que se aventuraran más allá de las Montañas Miskatonik y el campamento base en la Barrera de Ross. Moore ofreció parte de la comida de la expedición, la radio y parte de la energía del generador. Había múltiples detalles. Por ejemplo, Lexington no había perdido sus existencias de keroseno, así que el acuerdo supuso desterrar (por el momento) el maloliente aroma de la grasa de foca.

El acuerdo se celebró el 22 de noviembre, que era día de Acción de Gracias. Todos los miembros de nacionalidad americana del campamento hicieron una fiesta improvisada. No había pavo, por cierto. Los dos visitantes volvieron a su campamento esa misma noche con Gunnar Sorensen y un trineo lleno de material eléctrico.

Los tres días que siguieron fueron bulliciosos. Se terminaba de preparar el siguiente movimiento, el viaje a las estribaciones de las Miskatonic, y había que esperar a que el tiempo se aclarara, ya que la ventisca había ido en aumento y el único metereólogo cuerdo que os quedaba pensaba que el interior sería peor. Mucho peor. Abermale estaba contento, pero nervioso al ver los preparativos. Hombres, repuestos y combustible circulaban constantemente entre ambos campamentos, se utilizaban tractores y trineos para ello, y la emoción lo dominaba todo una vez más. Lo que comenzó como un humilde sendero creado con dos trineos era ya casi una autopista.

A las buenas noticias se unió todo un torrente de rumores que a los que habían estado conversando aquella noche en la tienda común le parecieron provenientes de Giles con casi total seguridad. La expedición tenía objetivos inconfesables. Malvados o bondadosos, según la tendencia política de quien hablara, alemanes estarían esperandoos en el campamento Lake para evitar desmanes. Había una cuarta expedición secreta entregada a arruinar a todos aquellos que pusieran un pie en el continente helado. Todo ello, aun así, unido al acuerdo entre Lexington y Moore y a cierto optimismo, permitió que las sospechas entre una expedición y la otra se disiparan, cuanto menos por que las posibilidades crecían y, por tanto, la tensión se repartía entre más posibles culpables.

El 27 de noviembre el cielo estaba despejado y no hacía viento. Orgelfinger pronosticaba buen tiempo para las 24 horas siguientes en un amplio área. Comenzó el movimiento. Fue en ese momento cuando Starkweather eligió para hacer pública su intención de no avanzar con los expedicionarios por el momento.

Fue una reunión informal, muy del estilo de James.

Haré que Dewitt y Huston me lleven en avión a lo alto del Glaciar Beardmore en el Enderby, junto a Fiskarson, Gunnar Sorensen y algunos de los perros. No tengo interés en esperar mientras mi querido Moore juega a detectives. Prefiero escalar las montañas y tomar fotos junto a los perros. Podrán localizarme por radio cuando estemos listos para despegar y cruzar las Miskatonic. En ese momento me uniré al grupo. Estoy seguro de que todos sus nombres saldrán en los libros de ciencias, escarbando en el suelo, pero los periódicos quieren noticias fuertes para la primera página, y esa es una de mis labores: conseguir la financiación para que puedan ustedes seguir con las narices por los suelos. Ya veo los titulares, queridos amigos. ¡Hombre contra los elementos! ¡Nuevas cumbres y alturas! ¡Los ladridos de los huskies, los corredores de trineos surcando los hielos!. Eso es lo que vende.

Me irá bien. No se preocupen. En unos pocos días nos encontraremos y escalaremos juntos esas otras montañas, ¿de acuerdo?

El vuelo de Starkweather salió a las 8:00 del día 27. El avión volvió cuatro horas después sin reportar problema alguno tras depositar a tres hombres, varios perros y demás equipo en la meseta polar. A la una de la tarde los dos boeing de la expedición, el Enderby y el Weddell estaban listos para despegar.

En el  Weddel viajaría Halperin de piloto con Pickwell de copiloto, Moore, Peabody, Menez, Field, Hirsch, O'Connel, Nandan, Sutton y Pooster junto con algo de equipo de supervivencia.

En el Enderby viajarían O'Doul con las primeras piezas de la taladradora Peabodie con DeWitt de piloto y Huston de copiloto.

Se confiaba a la sagacidad de O'Connel la supervivencia de todos ellos en un entorno donde no era completamente seguro qué se podía encontrar. Era un primer paso comprometido y ambicioso, pero se contaría con el apoyo del Belle de Acacia, que estaba también listo para partir en su campamento (según la radio) y que llevaría la mayoría del equipo de supervivencia. Posteriores vuelos moverían el resto de la carga y el equipo científico.

En todo caso se había completado ya la instalación de los dos campamentos de emergencia entre las montañas y el campamento base, y caso de tener que hacer un aterrizaje de emergencia, eran lugares conocidos donde encontrar refugio, combustible, comida y una pequeña radio entre otras cosas útiles.

A las 13:15 horas del 27 de noviembre, después de una breve conversación de prueba con Acacia Lexington, el Enderby y el Weddell despegaron. Tras avistar brevemente el Belle, que había despegado también sin inconvenientes, ambas expediciones marcharon juntas con rumbo suroeste, hacia las Montañas Miskatonic y el misterioso Campamento Lake.

Aunque no lo hubiera parecido, Menez había estado atenta al final de la reunión entre Moore y Lexington para conseguir abordar a la mujer antes de que partiera del campamento.

- Perdone...¿Acacia Lexignton?- Embutida en todas las ropas de protección contra el frío la periodista no era más que un pequeño bulto, como un saco de patatas, que se movía con dificultad.- Soy la Srta. Menez, colaboradora de Moore.- Omitió descaradamente al co-líder de la expedición no solo pro la animadversión que sentía hacia él sino para no molestar a la iracunda mujer a la que se dirigía.- ¿Sería posible hablar con usted unos minutos en privado?- No quería hablar delante de sus compañeros de expedición.- No le robaré mucho tiempo.

Durante los preparativos para la nueva aventura que suponía la creación de un nuevo campamento en las inmediaciones del Lake, Menez sacó tiempo para hacerse la encontradiza con el joven pero sagaz Giles.

- Vaya, vaya, buenos días Sr. Giles, a usted le quería yo ver.- Dijo sonriendo afable. El joven era el ayudante de Myers con el que Menez había estrechado relación a partir del descubrimiento de las monedas radioactivas que tanta polémica habían causado. Poco sabía del chico más que era un cotilla redomado y que gustaba de la interpretación, recitando poemas o fragmentos de obras de teatro.- Una lástima que no acudiera a mis cursos de dicción, estoy segura de que le hubieran resultado útiles dados sus gustos.- Le riñó como una profesora a uno de sus alumnos o una madre a un hijo.- Alguna vez me gustaría presenciar una de sus magníficas interpretaciones.- Puso la guinda al pastel con unas mentirijillas piadosas de su cosecha.- Myers me ha hablado de usted.- Le comentó como justificándose, aunque no era estrictamente cierto, no de aquella manera.- Llevo un tiempo fijándome, ¿sabe? una periodista tan experimentada como yo sabe reconocer a un "compañero" de profesión. Usted es sagaz e ingenioso, se ve a la legua, un joven despierto. Como ese Nandan...bueno, no sólo es hijo de quien es...no me tire de la lengua, ¿eh?- Menez carraspeó para volver a reconducir la conversación.- ¿Qué le parecería colaborar conmigo? Se preguntará en qué. Bueno, pues verá,  mi trabajo es relatar todo lo que pase en esta expedición y cuando digo "todo", quiero decir todo, no sólo lo científico. Pro ponerle un ejemplo, la relación entre James Starkweather y Acacia Lexington o el extraño descubrimiento de las monedas del Waraloo. En mi revista ambas cosas tienen cabida, no se si me sigue.- Menez dejó un tiempo para que el joven asimilara tanta información.- Pronto partiremos al nuevo campamento y necesitaría un colaborador que me mantuviera informada de lo que pasa aquí. ¿Qué gana usted a cambio? Se preguntará. No puedo prometerle nada en concreto más que el puro entretenimiento. ¡Oh la arqueología a veces puede ser tan tediosa!Tenga por seguro eso sí que si descubrimos algo grande formará parte de ello, aunque eso nunca puede asegurarse de antemano. Veo en sus ojos esa inquietud que yo misma tenía de joven, cuando empecé a ser reportera. ¿Qué me dice le interesa?- Menez estaba ofreciendo al cotilla mayor de la expedición un trato. A cambio de poder enterarse de jugosas informaciones de manos de Menez él debería mantenerla informada de lo que pasaba en el campamento base.

Menez iba de un lado a otro, siempre algo perdida en cuanto se trataba de equipo de supervivencia, pero al final tuvo todo listo para partir. Saber quiénes iban a ser sus compañeros de viaje, afortunadamente aquellos con los que más contacto tenía, fue alentador. Maggie le inspiraba una gran confianza en cuanto a supervivencia se trataba, y con Pooster, Nandan y Peabody iba sobrada de amigos. Los demás no le incordiaban en absoluto, ni siquiera Field. Sutton había perdido esa chispa que tanta gracia le hacía desde que se conocieron, pero no le culpaba. Ella misma estaba pasándolo realmente mal desde que se le metiera entre ceja y ceja embarcarse en esta dichosa aventura. También había pasado los días preocupada pro la salud de Peabody, más mental que otra cosa, preguntando a Pooster sobre él como si  el otro no estuviese delante.

- ¿Se encuentra bien? Esto puede ser muy duro.- Sin embargo Menez tenía la intuición de que los problemas de Peabody venían de tiempo atrás.- La verdad es que se pasa mal. El otro día hasta tuve una terrorífica pesadilla. ¡Hacía siglos que no soñaba una cosa así! Menos mal que me despertaron a tiempo antes de que pegase un grito jeje. Si tiene un tiempo Sr. Pooster me gustaría contársela.- Sería una estupenda excusa para pasar un rato a solas con Timoty pues exigiría intimidad.

Sentada ya en el avión, con los hombres de confianza de Moore, Menez se atrevió a romper el hielo con una enigmática pregunta.

- ¿Alguno de ustedes entiende o habla el romaní?

Ultimamente había vuelto a pasar bastante tiempo con el radio, Laroche, debido a las transcripciones de las conversaciones "encriptadas" en alemán mantenidas entre los alemanes y la Lexington. Gracias a Bryce y su dominio del de dicho idioma habían podido averiguar que se intercambiaban listas de las cosas que necesitaban, equipo básicamente, a la espera de qué les pudiera dar la Lexington a cambio. Pero Bryce había despertado a Menez en medio de la noche, cuando  los de la lexington comenzaron a utilizar el romaní en sus conversaciones con los alemanes. Ante las curiosas miradas de sus compañeros, Menez sonrió, sabedora de haber captado su atención.

- No he tenido ocasión de contárselo antes, sólo a Moore directamente, pero el otro día captamos una conversación entre la Lexingtong y los alemanes, pero esta vez , antes de pasar al mensaje principal, cambiaron del alemán al romaní. Creo que sabían que podrían ser escuchados. El interlocutor por parte de Lexington era Anthony Jonson, y el que hablaba por parte alemana Johann Meyer ¿saben quién es Johann Meyer?- Era obvio, por la expresión de Menez, que ella sí lo sabía. Miró  a Pooster quien quizá lo conociera también.- Déjenme que les instruya. Es un famosísimo (en círculos académicos, claro) antropólogo y lingüista que se había destacado durante la gran guerra luchando en Turquía en el bando alemán. Un experto en historia de Europa central y de oriente medio durante la Edad Media. - Era además un buen conocedor de las ciencias ocultas, pero no lo dijo para que no la tomaran pro loca como a veces había visto que hacían con Pooster.- La verdad es que no sé si es un dato relevante o no, por eso se lo comento, por si  a mí se me escapara alguna cosa. Simplemente me resulto raro que no habiendo regresado aún Sutton y O´Connel de intentar negocias con Lexington, a la vez estuviesen negociando con los alemanes. Supongo que no habrán dado sus frutos esas conversaciones pues ahora formamos un único equipo.

El aspecto de Alex parecía haber mejorado un poco, quizá a raiz de la charla mantenida con Pooster. También el tener algo que hacer pareció animarle, y se le podía ver revisando los equipos (en especial, la taladradora) que habían de llevarse.

Agradeció cortesmente a Menez su interés, aunque parecía pensar que la pequeña mujer no podría entender ni en un millón de años el tipo de cosas que se colaban en sus pesadillas, de manera que la sensación que transmitió fue la de quien no se toma demasiado en serio lo que le están diciendo.

Más curiosidad le produjeron los nuevos descubrimientos de Menez. No sabía nada de romaní, naturalmente, pero había algo francamente extraño en todo esto. Y el traidor de la otra expedición aún estaría activo, sin duda. Muchas cosas de las que preocuparse, cuando deberían estar concentrados en la ya de por si difícil supervivencia.
 

Ah, usted es la periodista. Dígame. Acacia esperó a que Menez se explayara, tras apartarse de los demás.

Claro que me interesa. ¿Cuánto paga? En realidad habías escuchado declamar a Giles en bastantes ocasiones, ya que se prodigaba mucho. Bastantes monólogos de Sakespeare bastante bien dichos, y algunas canciones picantes.

- ¿Pagar? jajajaja- Río Menez como si el joven le hubiera contado el mejor chiste del mundo.- Como le he dicho no puedo asegurarle nada. Por ahora yo no he hecho más que poner dinero y yo soy una profesional, pero por eso no se preocupe.- Aún le dolían los dólares gastados en descubrir al Jonas y no reembolsados por Starkwetaher.- Este mundo es cruel, por decirlo de algún modo, no sabría decirle lo que podría ganar hasta estudiar lo que descubra, si es que la información resulta útil. Y eso posiblemente no lo sabremos hasta regresar al mundo civilizado. Un auténtico bombazo podría hacernos ricos, pero no le digo que sea fácil.- Menez observó al joven con los ojos entrecerrados.- De todas formas, en un principio, sólo le pido tener los ojos y las orejas bien abiertas y ponerme al día. ¿No es complicado no? Seguro que no, para alguien como usted.