Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 6: un susto en la noche clara.

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29/01/2015, 12:20
Alexander Peabody

Quizá podríamos debatir este asunto dentro de la tienda, mientras descansamos como sabiamente ha señalado el Sr. Starkweather; carece de sentido que permanezcamos al aire libre - propone Alex conciliador, tratando de evitar la discusión ante los miembros de la otra expedición. Era consciente de que el bienamado líder no daría su brazo a torcer tras haber dado una orden directa sin tener una excusa plausible, y trataba de buscar desesperadamente una mientras indicaba invitador las estructuras recien montadas.

Por lo que él sabía, viajar de noche exponiéndose a las condiciones extremadamente duras que tanto el descenso de la temperatura como la falta de luz impondrían era absurdo, si no había necesidad. Además, Maggie lo había confirmado, y no conocía a nadie de quien pudiera fiarse más en estas condiciones.

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29/01/2015, 12:36
Nandan S.

Si todas las expediciones o como demonios llamasen a aquellas aventuras eran tan... caóticas, Nandan se estaba planteando que quizá hubiese sido mejor quedarse trabajando en Melbourne en las cuentas de aquella taberna. Había estado esperando un poco compungido primero, enfadado después, junto a Sutton, echándole una mano a él y a Olav ¡con lo cansado que era aquello! ¡y luego su padre salía como una fiera dando órdenes contradictorias!

Al muchacho no le parecía que regresar en medio de la noche, por aquellos terrenos complicados, fuese la mejor opción. Así que sin tener en cuenta las consecuencias una vez más, se dirigió hasta Starkweather con paso acelerado.

—¡Papá! ¿Pero qué ha pasado? No creo que sea una buena idea regresar por la noche ¡Mira a tus hombres! Estamos cansados y ¿qué mejor manera de demostrarle a Acacia que podemos más que ella que ocupando su propio territorio? Recapacita, por favor. Es una decisión provocada por la calentura de la discusión...—hizo una pausa—...ya me había dicho mamá que a veces eras como un titán de fuego que había que dejar enfriar. 

A Nandan le daba igual hacer el ridículo pero pensaba que más lo harían viniendo a molestar a la expedición de los Lexinton para irse después como adolescentes caprichosos. ¡Y eso es lo que pensaba un adolescente!

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29/01/2015, 12:59
Aramiker Menez

A Menez le daba igual irse que quedarse pero lo que no le daba igual era no enterarse de todo lo que pasaba. Así que se pegó a Starkweather senior como una lapa con el fin de escuchar aquello que Maggie y Field tenían que contar.

- Será agradable pasar aquí la noche.- Dijo al final, con su característica sonrisa socarrona. Le caía bien Acacia Lexington pues tenían en común su animadversión hacia Starkweather. En su cabeza ya rondaba la idea de entrevistar a la airada mujer.- Su saboteador y nuestro jonás estarán relacionados, eso es seguro, hablen sin tapujos de aquello que han visto. - Podían ser rivales en lo que a la expedición se trataba pero ambos líderes sufrían las iras de una misma mano negra.

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29/01/2015, 17:42
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Alguien ha dicho que es de noche y ale, todos detrás. Ains. El aviso de urgencia (la campana) sonó a las 3 de la mañana (está en el primer post de esta escena). Una hora para organizaros, otras cuatro que habéis tardado en llegar, otra que lleváis aquí. Contad. Son las 9 de la mañana, melones. Habéis viajado "de noche" teniendo en cuenta que ya no se pone realmente oscuro aquí nunca.

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29/01/2015, 17:53
Maggie O'Connel

Notas de juego

Ha sido cosa mía, entendía que levantábamos el campamento para no volver de noche.

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29/01/2015, 20:29
(Starkweather-Moore, líder) James Starkweather

También Pooster ha salido de la tienda hospital junto con Hirsch, que parece melancólico y que cojea. Todos entráis en la tienda a medio montar, con el fin de obtener algo de intimidad.

Hijo, dice Starkweather a su hijo, todavía rojo de ira, tú no entiendes de estas cosas de la vida, pero creeme si te digo que donde no se es bien recibido, es mejor no estar. O'Connel, como puede ver es de día y, precisamente, es el mejor momento para viajar. Es cuando hemos venido cuando hemos tomado más riesgos ya que se suponía que esta gente nos necesitaba.

Dominique, no me gustan los cobardes, ¿sabe usted? Sobre todo si tienen la lengua demasiado larga. Sin embargo parece arrepentirse de lo que acaba de decir. Se vuelve al aviador y le toma de los hombros. Vaya, disculpe, me olvidaba de su pie. ¿Le duele mucho? Veamos qué podemos hacer. Usted y Hirsch fueron malamente heridos en los pies y Sutton no es que sea de mucha utilidad, excepto, quizá, como intermediario con esa histérica. Ustedes tres y O'Connel se van a quedar con uno de los trineos, descansarán unas horas, se harán mirar sus heridas y procurarán cumplir una pequeña misión que tengo para ustedes, sobre todo para usted, Sutton. Verán. Cómo decirlo. Me duele en el alma pero en esta situación no es solamente Lexington quien está en problemas. Nosotros también hemos perdido material. La mitad del Keroseno, mucho combusible, ahí abajo, cuando desembarcamos, y nada menos que un avión, que necesitaríamos como enlace entre el campamento base y el que establezcamos en las montañas Miskatonic. En realidad me avergüenza decirlo, pero este accidente podría ser providencial para nosotros. Necesito que consigan que la señorita Lexington acceda a negociar para que aunemos esfuerzos. No conmigo, por supuesto, me dan ganas de vomitar. Con Moore. Lo que no consiga Moore no lo hará nadie. ¿Es factible? Caso de ser necesario cargaremos más nuestro trineo para que los heridos puedan viajar cómodos en la medida de lo posible. Podemos también dejar aquí algo de comida, a estos desagradecidos.

El otro trineo al menos deberá partir en cuanto lleguemos, esa es otra razón para las prisas que tengo. Es de gran importancia que respetemos el calendario y vaya a establecer ese maldito campamento de enlace a medio camino entre este lugar y las montañas.

En cuanto a la información que hayan podido reunir Field, se la comunican a Moore. Bastantes problemas tengo yo como para meterme en su trabajo. Luego él ya me resumirá todo eso que andan diciendo de sirenas voladoras y demás historias.

¿Cada uno ha entendido lo que tiene que hacer? Bien. Paso firme, mirada al frente y a apechugar con lo que sea. Dejen esta tienda montada. Los que salimos nos echaremos un rato. O'Connel antes de descansar usted misma preparará el trineo que sale. No se queden aquí más de unas horas, necesitamos el otro trineo cuanto antes. Vuelvan por la tarde. ¿Está esa sopa? Huele bien. Tomen un trago de coñac. Tenía un frasco por alguna parte...

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29/01/2015, 21:02
Dr. Arthur Hirsch

Los enfermos. Había tres, señor Field. Los dos perturbados y el radio, al que pegaron un tiro. Dinsdale es pelirrojo, Bradbury creo que castaño y el otro, Hopewell, es moreno. ¿Por qué lo preguntaba?

Notas de juego

Dejamos un espacio para charlas entre vosotros, despedidas de los que se van y organización y tal.

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30/01/2015, 00:29
Chester Field

Pelirrojo y castaño, dice? Vaya, vaya, menuda coincidencia.

Resulta que he encontrado esto - dijo sacando de la cajita el trozo de tela con los pelos rojos y castaños pegados - y casualmente estos pelos que hay aquí pegados coinciden con los de Dinsdale y Bradbury. 

Chester volvió a guardar la tela dentro de la cajita. Se le estaba ocurriendo algo. Era una tontería, o peor aún, una locura, pero ¿acaso no habían topado ya con un buen montón de locuras?

¿Sabe, Doctor? Cuando estuve trabajando en Alaska tuve la oportunidad de confraternizar con nativos de aquellas tierras, y pude observar algunas de sus costumbres. Algunos de ellos aún seguían adorando a sus falsos dioses y se dejaban guiar por los viejos chamanes de su tribu, en general un montón de chiflados que no se habían dado cuenta de que ya estamos en el Siglo XX. 

En una de mis sesiones fotográficas pude documentar una de aquellas viejas ceremonias chamanísticas: era algo relacionado con una maldición, recuerdo. El anciano hombre-medicina, después de mucho hula hula y aye-aye, y saltito para aquí y botecito para allá usó pequeños objetos que habían pertenecido al hombre que quería castigar - un trozo de tela y también algunos cabellos - y los usó para lanzarle una especie de hechizo, un castigo mágico.

Como podrá imaginarse,todo aquello no me pareció más que un montón de chorradas. Pero ahora aquí tenemos a dos hombres que enloquecen de repente y restos chamuscados de su pelo. 

Chester soltó un bufido. Ni él mismo acababa de creerse lo que estaba contando. 

Mire, Doctor; si hace un año alguien me viene con un cuento como este, le mando a freír espárragos, pero ahora, bueno... ahora ya no sé qué pensar.

Chester se alejó del Doctor y se fue a buscar un tazón de aquella no especialmente deliciosa pero sí nutritiva sopa, que imaginaba que llevaba grandes cantidades de manteca por el sabor y la extraña sensación que te dejaba en el paladar.

Bueno, parecía que su destino ya estaba decidido: iba a volver al campamento, o sea que apenas tenía una horita para tumbarse a recuperar algo de fuerzas. Tras terminarse el "caldo" y haber encontrado un lugar no helado donde poder descansar un rato, empezó a ver las cosas algo más claras. En el fondo era una ventaja que le mandaran de vuelta: así podría revelar los carretes y ver si realmente había algo en aquellas supuestas pisadas que le había enseñado Maggie. Además, así podría contarle a Moore lo del pelo y la curiosa tela que había encontrado; quizás él pudiera darle algún sentido a todo aquello.

Sí, se sentía feliz por regresar al campamento... y algo celoso de Sutton: parecía que había corrido la voz de que tenía un pico de oro y que sería prácticamente el único capaz de convencer a aquella agobiante mujer de que se uniera a nosotros. Chester también se consideraba una persona elocuente, pero la verdad era que poco podía hacer al lado de Sutton, que siempre era el que tenía las de ganar cuando había una discusión entre los dementes.

Bueno, pero mírale la cara - pensó con algo de malicia, y al instante ya no se sintió tan celoso del pobre hombre.

Tras el merecido y breve descanso, Chester se levantó, se aseguró de llevar aún la cajita con el trozo de tela y sus carretes, y se dirigió hacia el trineo que iba a volver a su antigua base.

Hogar, dulce hogar - masculló en tono sarcástico.

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31/01/2015, 10:09
Aramiker Menez

Menezestaba contenta con volver a la comodidad relativa de su campamento así que no objetó nada. Simplemente dejó caer un comentario, como si nada, ante la misión de los tres que se quedaban.

- Estoy segura de que Sutton es el hombre más adecuado para tratar con Lexington.- Ese hombre sabía cómo encandilar a las mujeres. Entonces, mientras tomaba entre sus manos, un tazón de sopa y comenzaba a saborearlo, Chester mostró un trozo de tela con pelos. Menez ya estaba a su lado antes de que el fotógrafo pudiera decir nada, mirando con sus ojos grandes y abiertos aquello.- ¿Qué está diciendo Sr. Field? ¿Qué alguien trató de hacer vudú a esos hombres se volvieron locos?- Dijo como queriendo ridiculizar a Chester para luego mostrar una media sonrisa.- Interesante...déjeme ver, con su permiso.

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31/01/2015, 23:53
Guardián de los Arcanos

La hora de descanso se hace escasa para los que van a salir. Lo mejor de todo es que la temperatura ha ascendido a unos cómodos 25 grados bajo cero, lo que permite relajar hasta cierto punto la rígida disciplina necesaria para sobrevivir sin contratiempos.

La preparación lleva otra media hora. Hay que ajustar las raquetas para la nieve, revisar el equipo y las ropas. La luz engañosamente mortecina es reflejada por la nieve hasta hacer que los ojos duelan de puro no encontrar el descanso de la sombra. Ahora todos los perfiles están perfectamente definidos. Tanto que lo que queda lejos parece al alcance de la mano. Ahí donde el ojo sorprende un rayo de sol atravesando un prisma creado por el hielo, múltiples colores, puros e intensos, desmienten lo monótono del material que os rodea por todas partes: la blancura esconde toda la gama del arcoiris.

Varios de la gente de Lexington salen a despedir a los que se van. Los dos guías Tuvinnen y Beentje han estado ayudando a O'Connel con el trineo que parte y han supuesto un filtro más para tamizar y eliminar los posibles errores que los inexpertos puedan cometer con sus ropas y equipo. De Acacia "Tiburón" Lexington no se sabe nada.

Notas de juego

A partir de ahora dividimos destinatarios.

Por un lado Peabody, Menez, Field, Nandan y Pooster.

Por el otro Pickwell, Hirsch, O'Connel y Sutton.

Es evidente que si alguien pone un post en retrospectiva puede incluir destinatarios al gusto :)

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01/02/2015, 00:05
Guardián de los Arcanos

Las ocho personas que componíais el primer equipo de regreso hicisteis un buen viaje. Por un lado ya conocíais los accidentes del terreno que habíais encontrado a la ida, por lo que ya teníais preparada la estrategia para sobrepasarlos. Por otro orientarse no era problema pues, al no haber nevado, vuestras huellas eran claramente visibles en la superficie del terreno. Vuestro trineo había sido más cargado que a la ida, así que no podía ir en él nadie que no fuera el que lo conducía. En esa tarea se turnaron Olav y Gregor. Starkweather iba delante con su pértiga, explorando el terreno. El hecho de que posibles simas cubiertas por la costra de hielo hubieran aguantado vuestro paso no significaba que tuvieran que aguantar una segunda prueba, así que era mejor tomar esa precaución.

El viaje fue acompañado de buen tiempo, pero de una brisa molesta. Duró menos que a la ida.

En vuestro campamento base las cosas parecían absurdamente normales. Los perros fueron conducidos a sus puestos donde se les dio de comer y se les dejó descansar. Starkweather desapareció en el interior de su tienda.

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01/02/2015, 00:13
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

Moore salía de la cabaña común, donde también teníais la radio. Silbaba por lo bajini, como si estuviera realizando alguna tarea absorvente pero rutinaria. Limpió sus gafas de escarcha mientras os enfrentaba con su pequeño cuerpo y os miraba con ojos de miope. Cuando se las volvió a poner, recuperaron su apariencia habitual.

¿Y bien? Hemos sabido por radio que llegaron y se fueron. ¿Hay informes? Vengan a mi tienda, hablaremos con más tranquilidad y podrán ir a descansar.

Detrás vuestro los Sorensen se estaban haciendo cargo del trineo.

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01/02/2015, 00:18
(Starkweather-Moore, técnico) Albert Gilmore

Señorita Menez, hay un paquete para usted. Gilmore se había retrasado un poco con respecto a los demás miembros de la expedición, que habían palmeado algunos de vuestros hombros en familiar saludo y ya estaban a sus cosas.

El ingeniero entregó un paquete pequeño y rectangular a la intrépida periodista. Estaba pulcramente envuelto en papel de estraza y anudado con unos cordones encerados rectos como una regla.

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01/02/2015, 00:23
(Lexinton) Anthony Curtis

Os quedasteis solos (moralmente hablando, al menos) durante unos minutos, mientras veíais a vuestros compañeros perderse en la superficie helada entre el campamento de Lexigton y el vuestro.

El doctor Curtis, uno de los que habían salido a despedir al trineo que partía, se volvió a vosotros. Creo que varios de ustedes han sufrido lesiones, así que les espero en cinco minutos en la tienda hospital para hacer una cura.

La gente de Lexington iba y venía, absorta en las tareas que había que llevar a cabo. Iba a ser una vida dura sin luz eléctrica. Nadie parecía muy contento. La jefa seguía encerrada en la cabaña común.

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01/02/2015, 00:29
Guardián de los Arcanos

Hay muchas utilidades dentro del terreno de las ciencias ocultas para el pelo de un indivíduo y la mayoría incluye usar el material como indicador dentro de la realización de algún ritual para dejar claro quién es el objetivo del mismo. Por lo que sabéis todo eso son supercherías, pero suelen servir de refuerzo a otras medidas más mundanas, como envenenamientos o campañas de sugestión que, finalmente, terminan por conseguir que el objetivo del ritual se cumpla de todas todas.

A saber. Desde luego es curioso que los cabellos que ha mostrado Chester estén tan requemados que casi no se reconozca lo que son.

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01/02/2015, 00:35
Guardián de los Arcanos

Adivinas, solo con palpar el paquete que te entrega Albert Gilmore, que contiene las nuevas gafas de Pooster.

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01/02/2015, 10:14
Aramiker Menez

- ¡Oh! ¿Un paquete?- Dijo con cara de sorpresa.- Nada más lo tuvo es sus manos sopesó el peso y asintió con la cabeza mostrando una misteriosa sonrisa.- Estupendo.- Ya le daría las gracias a Gilmore en privado en otro momento, ahora tenían que acudir a reunirse con Moore. Durante la vuelta al campamento, en los ratos en los que no conducía torpemente el trineo, había estado discutiendo con Pooster acerca del descubrimiento hecho por Field. Cuando Moore solicitó el consabido informe de la situación, Menez relato lo que sabían.-Por favor que alguien me corrija si me equivoco o que me complemente si sabe algo más. Nos recibieron en el campamento con muy malos modos. Al parecer la Srta. Lexington sospecha que los sabotajes que han tenido lugar en su campamento son organizados y financiados por su "adorado" Starkwetaher.- La mujer no soltaba el paquete que le había dado Gilmore en ningún momento.- Resulta que dos de ellos se volvieron locos y se pusieron a pegar tiros al tun tun, hablando de cosas que habían llegado y andaban por allí. Se pusieron a quemarlo todo como si les fuera la vida en ello. La cosa no hubiera ido a mucho más pero hirieron al radio de un disparo. Aquí el Sr. Pooster estuvo con los implicados en la enfermería, no sé si nos podrá dar más detalles.- Miró a Pooster con afecto. También esperó a que Chester contara su descubrimiento para luego hablar de lo que ella pensaba que era.- Supercherías, nada más. A lo largo de mi vida he visto muchas parafernalias de ese tipo. Pero eso no quita que tuvieran un objetivo claro y que al final cobraran un sentido, sobre todo si lo acompañaron con otro tipo de medidas más, llamémoslas así, mundanas.- Extorsión, sugestión, envenenamiento,...se le ocurrían muchas ideas.

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01/02/2015, 22:32
Dominique Pickwell

No llego a entender porque motivo Starkweather me ha llamado cobarde, tampoco se porque me ha dejado aqui, no soy nada sutil descubriendo sucesos, en fin... Bueno, ya estamos solos, me giro hacia mis compañeros y continuo. Alguna idea de como puedo ayudaros, hace un rato estuve hablando con el operador de sonido Chip y el piloto Kyle y creo que los tenemos de nuestra parte, o al menos no nos son hostiles, les pedi el favor de si podian investigar a que disparaban sus amigos y porque tenian que prenderles fuego.

Estoy un poco desconcertado de porque estoy con vosotros, la verdad, no creo ser de mucha utilidad, por el momento me acercare a la enfermeria a que me curen y ver que puedo averiguar. Me acompaña usted señor Hirsch... Espero que el sepa ver mas que yo. Cuando terminen con las curas les contaremos que hemos averiguado, hasta dentro de un rato.

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02/02/2015, 12:48
Alexander Peabody

Una vez en la tienda de Moore Alex asintió en silencio a las palabras de Menez, como si lo que estaba diciendo complementara su idea de lo ocurrido. Echó alguna mirada desconfiada, con disimulo, al paquete que Gilmore había entregado a la reportera. Abrio mucho los ojos, eso sí, cuando se mencionaban las supuestas "supercherías", y no pudo evitar hacer un chasquido con la lengua, aparentemente disgustado.

Ojalá no fueran más que supersticiones... - se limito a afirmar, misterioso - De cualquier modo, tienen un verdadero problema, y no hay duda de que no puede hacer otra cosa que agravarse. No se me ocurre qué podríamos hacer por ellos, salvo estar preparados para prestarles ayuda.

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02/02/2015, 15:04
Nandan S.

Volver con su padre había hecho bien a Nandan. La verdad es que el breve espacio de tiempo que habían pasado con la expedición de Acacia no le había sido agradable. ¿Qué le pasaba a aquella gente que siempre estaba de mal humor? Así que contento de regresar con la pequeña periodista al lado, el muchacho fue recuperando su humor, haciendo incluso alguna breve gracieta sobre el colorado aspecto de Pooster bajo el traje de supervivencia. También trató de congeniar con Chester, preguntándole si conocía Nueva York y si era tan impresionante como decían en los libros y periódicos. Para ser un viaje en trineo contra las inclemencias, el chico parecía que iba en un crucero por el mediterráneo.

Pero su buen humor se esfumó ante el recibimiento de Moore. Sospechaba que le iba a caer una bronca otra vez y no tenía ninguna gana de volver a recibirla. ¡No había hecho nada! Así que remoloneó, quedándose atrás con Aramiker y el siniestro Gilmore.

—¡Un regalo! ¡Anda! ¡Un regalo! Vaya... me muero de curiosidad de saber lo que hay dentro. ¿Puedo saberlo, Miss Menez?—dijo con los ojos abiertos de par en par y revoloteando alrededor de ella y Gilmore.