Partida Rol por web

- Si alguien amable fuera de traerme arco y flechas. Yo no tener dejar vigilancia. Suplicaba el mediano sin quitar la vista del exterior.

El pequeño no se esperaba que su idea en caso de lucha fuera a tenerse en cuenta. Le gusto el sentir el apoyo de sus compañeros y solo la reprimenda de Ulfrin enfrió un poco su animo, pero no tardo mucho en volver a su estado de felicidad. Jonad silbaba relajadamente. Quizá solo la muerte podría borrar la sonrisa del mediano o quizas ni eso...

El norteño permaneció pensativo luego de las palabras de sus camaradas. Por su cabeza pasaban las mismas dudas que había manifestado WENDELL. Y no terminaba de decidirse sobre cuál era la respuesta a sus problemas.

- Tal vez... haya algo a medio camino entre ambos. - contestó por fin a los comentarios del ereño, a la vez que un remedo de idea iba tomando forma en su mente - Atacarlos. Pero no directamente. Al menos, hasta que nos encuentren.

- Podemos preparar algunas trampas. Y dejarlas listas para cuando lleguen. Eso podría acabar con algunos de ellos. Pero la verdad, creo que el mayor problema es ese maldito Legado. Y quizás también ese orco enorme que parecía comandar al resto. Si conseguimos eliminarlos, tal vez el resto se lo piense bien antes de continuar.

- Ese puente tal vez... Está derruido. Pero eso que improvisaron con las sogas puede servir para cruzar de un lado a otro. Tenemos que conseguir que nuestros enemigos utilicen esa pasarela. Y encontrar la manera de saber cuando está cruzando el Legado.

- En ese momento, el Guardián debería transmitir su furia a las aguas que corren por debajo. Y así la corriente lo arrancaría de la pasarela, como ocurrió con JONAD, arrastrándolo por los túneles hasta quien sabe donde.

– ¡Haber! –, exclamó Arvin inquieto tras ir concluyendo con esconderlo todo en aquel estanque dentro del manantial, – recapitulemos, que le estamos dando vueltas a algo que ya es obvio y que solo queremos evitar por miedo – sentenció siendo un tanto irónico. – El legado no es tonto, no asumamos cosas sin sentido – dijo mirando al enano. – Supongamos que el legado y sus orcos fracasan rotundamente en encontrar este lugar, ¿Van a regresar con la cola entre las patas ante sus superiores de la orden de la sombra? Por supuesto que no, hacer eso sería, como bien apunta el enano, una vergüenza para él, que bien podría llevarlo a su muerte. Pero no seamos tontos, el sabe esto, no va a regresar sin nada. Al menos regresaría diciendo, y solo en el peor de los casos, que hay una célula rebelde en los alrededores de Koln y que ya ha puesto un severo castigo a los pobladores pero que no ha conseguido dar con los rebeldes, solicitando entonces otro astirax y más fuerzas para la búsqueda. Y eso sería su peor opción, pues aún sería muy cuestionado y castigado – explicó Arvin.

–  Viví con mi padre largos años al servicio de la sombra para sobrevivir, y no tengo dudas de que el legado es inteligente y bien preparado. La sombra los elijé a detalle y les entrena con esmero para nuestra sumisión o destrucción.

Antes de regresar, el legado primero irá a Koln, torturará a todos los aldeanos buscando que confiesen y seguramente logrará que muchos se quiebren, ya sabemos que muchos saben de la célula rebelde.  Y si fuesen muy duros, que no lo creo, entonces empezaría a asesinar a varios para conseguir su cometido.

Pero todo eso sería asumiendo que es tan incompetente como para no dar con este lugar. Piensen, por que el alcalde nos pidió esconder todo y no simplemente nos pidió esconder la entrada. El sabe que el legado llegará hasta el valle y que sería tonto creer que no pensará en la cascada como una entrada obvia, es más, la única entrada obvia. Una vez dentro, sería difícil no dar con la puerta secreta, aún cuando tarde mucho, la encontrará, tiene los recursos y la determinación para hacerlo.

Y si es posible que, si escondemos bien todo, no tenga pruebas de la existencia de la célula rebelde aquí, sino solo de una cueva que alguna vez fue usada por alguien. En ese caso, aún así regresaría a Koln a buscar indicios de los rebeldes, y a su vez tendría un gran premio que presentar a sus superiores, un nexo de poder – Con todo ello, Arvin intentaba decirles que de cualquier modo Koln estaba condenado, todo estaba, a su ver, en si habrían de proteger el nexo de poder o se limitarían a cumplir su misión. Lo primero implicaba luchar, lo segundo implicaba huir.

Nota: Manfred se vincula al nexo de poder.

El ser de agua respondió a las palabras del enano, de la mejor forma que pudo, – Manantial no esconderse, Manantial ser, Manantial existir por el poder Aryth, magia innata, como la de los héroes que ha elegido. No poder ser encontrado si no se le busca, pero vórtice ser una manifestación de su poder a través de mí, y ser fácil distinguir su belleza entre la corrupción de la sombra. Difícil no sospechar. Humanos siempre curiosos. Manantial no esconder magia que los Astirax pueden percibir, pero tampoco emanar nada, ser magia innata, como uno mismo – y tras sus palabras, escuchó de nuevo a los héroes, quienes iban ya terminando de esconderlo todo.

– En batalla ayudar –, exclamó al escuchar a Durghal – puente idóneo para la batalla, enanos usarlo así muchos años atrás, antes de la edad oscura. Vórtice poder ser trampa, dejar que algunos entren en las aguas y entonces hacer que las aguas les destrocen – claramente el elemental se entusiasmaba con la posibilidad de destrozar orcos.

– ¡Haber! –, exclamó Arvin inquieto tras ir concluyendo con esconderlo todo en aquel estanque dentro del manantial, – recapitulemos, que le estamos dando vueltas a algo que ya es obvio y que solo queremos evitar por miedo – sentenció siendo un tanto irónico. – El legado no es tonto, no asumamos cosas sin sentido – dijo mirando al enano. – Supongamos que el legado y sus orcos fracasan rotundamente en encontrar este lugar, ¿Van a regresar con la cola entre las patas ante sus superiores de la orden de la sombra? Por supuesto que no, hacer eso sería, como bien apunta el enano, una vergüenza para él, que bien podría llevarlo a su muerte. Pero no seamos tontos, el sabe esto, no va a regresar sin nada. Al menos regresaría diciendo, y solo en el peor de los casos, que hay una célula rebelde en los alrededores de Koln y que ya ha puesto un severo castigo a los pobladores pero que no ha conseguido dar con los rebeldes, solicitando entonces otro astirax y más fuerzas para la búsqueda. Y eso sería su peor opción, pues aún sería muy cuestionado y castigado – explicó Arvin.

– Viví con mi padre largos años al servicio de la sombra para sobrevivir, y no tengo dudas de que el legado es inteligente y bien preparado. La sombra los elijé a detalle y les entrena con esmero para nuestra sumisión o destrucción.

Antes de regresar, el legado primero irá a Koln, torturará a todos los aldeanos buscando que confiesen y seguramente logrará que muchos se quiebren, ya sabemos que muchos saben de la célula rebelde.  Y si fuesen muy duros, que no lo creo, entonces empezaría a asesinar a varios para conseguir su cometido.

Pero todo eso sería asumiendo que es tan incompetente como para no dar con este lugar. Piensen, por que el alcalde nos pidió esconder todo y no simplemente nos pidió esconder la entrada. El sabe que el legado llegará hasta el valle y que sería tonto creer que no pensará en la cascada como una entrada obvia, es más, la única entrada obvia. Una vez dentro, sería difícil no dar con la puerta secreta, aún cuando tarde mucho, la encontrará, tiene los recursos y la determinación para hacerlo.

Y si es posible que, si escondemos bien todo, no tenga pruebas de la existencia de la célula rebelde aquí, sino solo de una cueva que alguna vez fue usada por alguien. En ese caso, aún así regresaría a Koln a buscar indicios de los rebeldes, y a su vez tendría un gran premio que presentar a sus superiores, un nexo de poder – Con todo ello, Arvin intentaba decirles que de cualquier modo Koln estaba condenado; todo estaba, a su ver, en si habrían de proteger el nexo de poder o se limitarían a cumplir su misión. Lo primero implicaba luchar, lo segundo implicaba huir.

- Supongo que eso significa que atacamos si o si - termina aceptando el defensor antes las palabras de Arvin - Si es así mejor que lo hagamos a distancia. Cuando intenten cruzar ese puente. Y luego ir retrocediendo para evitar que los orcos ataquen a los más débiles - propone

- Lo que está claro es que, mientras podamos, deberíamos concentrar nuestros esfuerzos en el legado. Recién cuando caiga nos ocuparíamos de los orcos. O cuando no lo tengamos a tiro - añadió pensando en que las curvas de la cueva probablemente les impedirían atacar a distancia mientras retrocedían.

- Pero antes que nada debemos descansar - dando por terminada la tarea de mover los provisiones, Wendell se acercó al estanque y llenando su odre del agua del mismo la bebió a grandes tragos - Y espero que seta agua sea tan curativa como nos ha dicho nuestro amigo acuático. Por cierto, como te llamas? - preguntó incómodo al no saber como referirse a el - Si debo morir defendiendo este lugar quisiera saber el nombre de nuestro aliado - añadió sin demostrarse demasiado preocupado por sus propias palabras "Después de todo, sería una buena forma de morir".

-Es cierto que puedes alterar la superficie del agua de abajo? - preguntó interesado ante la propuesta de Durghal - Si es así sería de gran ayuda. Con suerte podremos hacer algunos disparos adicionales mientras intentan cruzar -

Noche del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 14)

El ser de agua respondió a las palabras del enano, de la mejor forma que pudo, – Manantial no esconderse, Manantial ser, Manantial existir por el poder Aryth, magia innata, como la de los héroes que ha elegido. No poder ser encontrado si no se le busca, pero vórtice ser una manifestación de su poder a través de mí, y ser fácil distinguir su belleza entre la corrupción de la sombra. Difícil no sospechar. Humanos siempre curiosos. Manantial no esconder magia que los Astirax pueden percibir, pero tampoco emanar nada, ser magia innata, como uno mismo – y tras sus palabras, escuchó de nuevo a los héroes, quienes iban ya terminando de esconderlo todo.

– En batalla ayudar –, exclamó al escuchar a Durghal – puente idóneo para la batalla, enanos usarlo así muchos años atrás, antes de la edad oscura. Vórtice poder ser trampa, dejar que algunos entren en las aguas y entonces hacer que las aguas les destrocen – claramente el elemental se entusiasmaba con la posibilidad de destrozar orcos.

– Nombre antiguo, olvidado. Yo ser Hdikrajsh – se le oyó decir al elemental sin que ninguno intentase siquiera repetir aquel nombre que sonaba más bien el crujir de una cascada contra la roca. – Rebeldes llamarme Hikra, serles más bueno – aclaró, aunque no era necesario, ya los héroes se imaginaban por que los rebeldes habían preferido llamarle Hikra.

– Poder de Manantial no ser infinito. Manantial sagrado, ancestral, hermoso, no poderoso. Poder limitado. Yo, Hdikrajsh estar vinculado. Poder convocar el vórtice a voluntad, cada cierto tiempo. Pero vórtice poder ser disipado con magia. Yo, Hdikrajsh, poder hacer también vórtice que no disiparse, igual de poderoso – explicó el ser de agua a Wendell, aunque no con mucha claridad.

Tras beber el agua, y mientras intentaba entender las confusas palabras de ser de agua, Wendell pensó un momento y, antes de encaminarse hacia la zona del puente, donde habían decidido presentar batalla, expuso algunas ideas - Sabemos que los orcos ven en la oscuridad y en eso nos llevan ventaja, así que deberíamos iluminar la zona donde se encuentren para poder dispararles - explicó - Pero si dejamos fogatas encendidas, las verán y sospecharán que el lugar no es seguro... - una sonrisa se dibujó en su rostro mientras trataba de darle forma a la idea que se le estaba ocurriendo - Hay algo de aceite por aquí? - preguntó repentinamente - Puede ser interesante... -

Finalmente cuando encontró las palabras se dirigió a sus compañeros - Si armamos varias fogatas en el lugar, pero no las encendemos, solo las dejamos recubiertas de aceite... y ya que estamos, recubrimos con aceite el piso del lugar - Tras observar los rostros de los presentes añadió, sin saber si habían entendido su idea, añadió - Se me ocurre que en cuanto los oigamos podemos encender una antorcha y lanzarla al otro lado del puente. Si el aceite prende, no solo se prenderán las fogatas y así podremos verlos para poder dispararles, sino que causaremos algo de daño a todos los que estén allí - completó, orgulloso, su idea - En realidad vi hacer algo parecido a algunos rebeldes - reconoció - Atacar a alguien que está intentando apagar sus ropas da una buena ventaja a quien dispara. Así deberán elegir entre apagar las llamas que los queman o contestar los disparos - se explicó - Y seguramente estarán más preocupados por lo primero que por lo segundo -

- De cualquier manera, yo reconozco que debo dormir. Los puedo ayudar a llevar el aceite, pero debo descansar si quiero ayudar en la batalla - se explicó - Y alguien con buen oído debe estar atento a los sonidos que puedan provocar los orcos cuando lleguen - continuó - dependemos de eso para saber cuando lanzar la antorcha -

El nuevo entretenimiento de Jonad mientras vigilaba consistía en tensar y soltar la cuerda del arco. Quizá se había colocado allí muy pronto - ¡Que vengan ya! pensaba para si...

- Apilar bancos y mesas para defensa ser buena idea. Trasmitió al resto. - También poder prender. Añadió ante las interesantes palabras de Wendell.

Los gesto de dolor de su compañero le hicieron recordar. -Oh! Perdón, perdón. Se acerco a Wendell e impuso sus manos en una de sus heridas. - ¡Sana! Sus palabras no estaban vacías y algo de poder podía sentirse en ellas. - Quizá mejor sentir con esto... Después volvió a su improvisada atalaya.

Por lo que veo, el grupo está decidido a luchar y ya no hay nada que pueda hacer contra eso. Siento que es lo peor que podríamos hacer pues un Legado muerto siempre significa un ejército marchando sobre la amenaza de una resistencia. Si se iba, quizás hubiese habido una oportunidad de que Koln no fuese arrasada. Si nos uníamos para ocultar bien este lugar, quizás podríamos haber evitado incluso que viese el nexo.

"Pero el grupo piensa que asesinar al Legado les hará ganar contra Izrador."

Solo no puedo hacer nada y, de hecho, no saco nada con esconderme si el resto se para en el puente para luchar.

 - "Incluso si romper más-poco puente, con torbellino, Legado nunca saltar, irse. Si suerte, muere y orcos ríen."

Pero no insistiré más si el resto quiere creer héroes de Aryth, como el guardián les quiso meter en la cabeza. Molesto, me meto en las aguas del manantial para beber y quedarme descansando. Quiero sanar mis heridas y descansar tranquilamente si voy a morir y a condenar al pueblo en unas horas más.

Parecía que finalmente la cosa se había aclarado y estábamos decididos a luchar. Todos salvo Ulfrin, que seguía pensando en cosas absurdas, pero que le podían distraer en su cometido, que no iba a ser otro que matar a orcos y al legado.

De esta forma, me acerqué al enano, y hablando en su idioma amigo, creo que no eres consciente de la naturaleza de nuestro enemigo. ¿Acaso vosotros los enanos os iríais sin más? hacía referencia a la famosa tozudez y cabezonería de los enanos ¿Acaso no sabes cómo trata la sombra a los inútiles? ¿De verdad crees que ese Legado se iría sin más, con el rabo entre las piernas? niego con la cabeza como ha comentado Arvin, pocos les importa el pueblo de Koln, como ha quedado demostrado, por lo que, en caso de no encontrar nada aquí, cosa que dudamos todos salvo tú, volvería al pueblo y, o bien por pura frustración, o para asegurarse del todo, torturaría y mataría a sus habitantes. ¿Y por qué? porque Ulfrin pensaba que un legado derrotado es un legado del que ya no tienes que preocuparte. Niego con la cabeza no. Hoy estamos aquí, y aunque no vayamos a ganar la guerra, esta batalla la tendremos que ganar nosotros. Quizás nadie más de la sombra sepa a lo que vino ese Legado, pues no olvidemos que todo fue debido a la desaparición de su Astirax. 

Dicho esto, me alejo para prepararme para el combate, recogiendo el arco y las flechas y dispuesto a preparar el terreno. Tenía que descansar, pero al menos no estaba herido como el resto.

Me acerqué a Jonad, que estaba jugando con la cuerda del arco recuérdame que te regale un arpa le digo en mediano al menos así saldrá alguna nota más musical comento con una sonrisa antes de sentarme a su lado. ¿Crees que lo lograremos? digo transcurrido un tiempo, en el que permanecimos en silencio es decir, salir de aquí. Creo que en esta lucha, cada uno tenemos que aportar nuestro grano de arena, y solo espero que en esta ocasión podamos ganar a la sombra. Por Koln, por los rebeldes que han muerto, por Hikra y por todos los que siguen luchando.

- Si, seguro que con un arpa haría mas daño... te sangrarian los oídos. Hehehe. Jonad miro a Girolamo.

- ¿Conseguirlo? Sin ninguna duda. Recuerda, la suerte esta de nuestro lado. Ese legado no tiene nada que hacer. Hehehe. El mediano alzo la mano. - Por Jozor, Isalie y Zefyra. Añadió.

Niego con la cabeza cuando Girolamo me habla, pero tengo la suerte de que domina el idioma Enano Antiguo, por lo que le puedo responder bien en este:

 - "Tú y todos están equivocados pues una certeza mala siempre es peor que una posibilidad mala. Es muy probable que el Legado destruya el pueblo si se va de aquí frustrado. Es muy probable que el Legado encuentre el manantial a pesar de que intentemos ocultarlo y distraerlo. Es muy probable que lo que sea que intentemos salga mal, pero si el Legado es asesinado aquí, es seguro, completamente seguro, que Koln será destruida y que nos arrepentiremos. Un Legado de bajo rango como ese no tiene tanto poder por sus propios intereses de lo que tiene un Legado de alto rango furioso porque alguna resistencia mató a uno de sus subalternos. Quizás ustedes no lo saben, pero yo sí. Lo he visto y les aseguro que lo que vendrá luego de que muera el Legado será mucho peor que cualquier cosa que ese mismo Legado pueda traer. Arvin se equivoca. ¡Joder! ¡Se ha equivocado en cada palabra desde que lo conocimos! Lo que diga me trae sin cuidado."

Miro hacia el lado, mientras recuerdo en pequeños destellos mi propio pueblo arrasado, el fuego, la sangre... los gritos. Pero rápidamente vuelvo al presente y le vuelvo a mirar para finalizar en mi idioma:

 - "Pero no te preocupes. Acataré el plan del equipo pues no puedo ocultar nada si ustedes salen a buscarle al puente. Lucharé con ustedes, como hemos hecho hasta el momento y nuestros destinos estarán atados, para bien o para mal."

Continúo descansando pues tengo muchas heridas que sanar si espero poder derrotar a todos esos orcos y ese Legado, que por bajo que esté en la Orden de la Sombra, no creo que sea un enemigo tan simple de acabar.

Manfred descansó poco más podían decir del plan sino era dejar las horas pasar, y el tiempo era lo que más repercutía en este momento, así que Manfred se acostó cerca del manantial. No sin antes hacer una hoguera por Brandil y esparcir sus cenizas en el manantial.

Pienso en mi armadura y, si bien protege tan bien como esas de cuero tachonado, la verdad es que mucho más incómoda de portar que la que trajo Manfred, por lo que me decido y le pido una al humano:

 - "Pensandoro bien, yo recibir una. Mía más aparratosa y no saber cuando volver a saltar."

Lo digo pues esta corta aventura ya me demostró que nada es fácil realmente y que uno debe estar preparado para cualquier vicisitud que el camino pueda brindar.

El norteño no había sido de gran ayuda en el transporte de las provisiones y los demás bártulos que habían dejado los rebeldes. Apenas si había movido alguna que otra caja, y únicamente cuando parecía quedarle de camino en sus propias investigaciones.

En su lugar, el hosco bárbaro había dedicado casi todo su tiempo a recorrer las cavernas, antorcha en mano, y a estudiar cada palmos de aquellos oscuros e intrincados túneles. Al final, creía haberse hecho una buena idea de la distribución del lugar. Aunque habituado como estaba a los espacios abiertos de sus interminables y heladas tundras, la idea que se había formado en su mente de todo el complejo bien podía tener algunos puntos oscuros.

- Tal vez podamos golpear un par de veces antes de darnos a conocer. - comentó por fin cuando regresó junto a los demás, mientras escrutaba con aire entendido algunas de las armas y armaduras que los rebeldes habían dejado a su paso - Y dejar así el enfrentamiento directo para cuando estén más debilitados.

- Creo que es nuestra única posibilidad...

- Eso del aceite puede ser una gran idea. Si es que contamos con tal cosa.- se apresuró a secundar las propuesta del tal WENDEL - Pero yo lo utilizaría de nuestro lado del puente.

- Es verdad que puede resultar más peligroso. Pero también nos permitirá hacer más daño al Legado y a sus hombres.

- Estuve dando vueltas a los túneles... y se me ocurrió una manera de dividir sus fuerzas. Y atacar luego a cada grupo por separado. De manera que no puedan aprovechar su número.

- Tendríamos que permitir que algunos de ellos lograran atravesar el puente. Y cuando otros se dispongan a seguirlos, aumentar de repente el caudal de las aguas. Así se ven obligados a continuar solo aquellos que cruzaron primero. Con suerte, el torrente incluso podría llevarse consigo a unos cuantos. Tal vez a su enorme jefe. O al Legado.

- Hasta ese momento, no deberían sospechar más que de las fuerzas de la naturaleza. Y quizás alguno de los que quedaron al otro lado decida volver sobre sus pasos y abandonar las cuevas.

- Como sea, el segundo ataque debería tener lugar justo después de abandonar el puente. Cuando el túnel hace un recodo a la derecha, y se ensancha un poco (de L4 a Q4). Esa es la zona que deberíamos inundar con aceite. Y prender fuego desde la distancia.

- También podríamos caerles con dardos y flechas. Pues ese punto tras el recodo no es visible desde el lado del puente. Y aunque puedan escucharlos, las aguas les impedirán correr en su ayuda.

- En todo caso, siempre podremos ir retirándonos a posiciones más defensivas. Pero sin dejar de atacarlos. Así, cuando ya no tengamos donde huir, deberían de haber quedado lo bastante diezmados como para enfrentarlos en combate abierto.

Noche del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 15)

Aunque Ulfrin seguía resistiéndose a la idea de luchar contra el legado, al menos en opinión, la decisión ya estaba tomada y todos trabajaban para llevarla a cabo. Los héroes habrían de luchar contra el legado y los orcos que le acompañaban y para hacerlo habrían de preparar una emboscada en el segundo nivel de las cavernas de la lagrima caída. Su plan, aun forjándose, implicaba prender fuego de un lago o del otro de la poza cuando los orcos llegasen a las zonas elegidas, y a su vez, habrían de frenarse su avance en algún momento clave, mediante el remolino de protección que podía generar el ser de agua a través del poder del manantial. A su vez, para la batalla, habrían de contar con la ayuda del ser de agua, cuyo poder, aunque no conocían, imaginaban que sería lo suficientemente grande como para compensar la desventaja numérica y el nivel de amenaza que implicaban los orcos y los legados. A su vez, habían tomado ya armas y armaduras de entre las pocas que habían dejado los rebeldes, entre ellas, unas curiosas botas y capas sumamente elegantes, algo ornamentadas y con tejidos finos decorativos, y cuya fabricación claramente no era enana y dudosamente era humana, al menos no dornita ni ereña. Ulfrin y Manfred cogieron un par de esas botas y capas, las primeras les hicieron sentir que sus pasos eran algo más ligeros, o al menos, menos ruidosos que antes, sobre todo en el caso del robusto enano; la capa por su parte no hacia más que hacerles verse más elegantes. Incluso el enano, aunque claramente notó que había algo raro en las botas pues ya no escuchaba ni sentía tan firmes sus pisadas, no podía evitar recordar cada poco tiempo que aquellas botas estaban demasiado apretadas para su gusto; claramente estaban hechas para alguien con un pie demasiado delgado.

Claramente, la noche iba pasando y el enemigo se acercaba, por ello el grupo había fijado las guardias en base a aquellos más heridos y que claramente necesitaban descansar, aunque aún no todos habían seguido el consejo del ser elemental de agua y bebido del manantial. Así, la primera guardia, con duración de dos horas, habría de hacerla Jonad, seguido posteriormente por Girolamo y después Durghall, mientras que los otros habrían de descansar a la espera de la batalla.