Partida Rol por web

Al ver llegar a los cuatro, un suspiro de de resignación sale de mi boca

Vaya, así que habéis conseguido llegar. ¿Crees que estamos aquí dando vueltas por que sí? digo un tanto aireado ante el comentario de Manfred

El resto ya está dentro, y lo único que estamos tratando es de ocultar la entrada. Jonad es quien la ha encontrado, ha localizado una trampa, y nos ha guiado. No creo que seas el más indicado para decir por dónde tenemos que ir. esto último lo pensé para mí

Y ahora, lo que tenemos que tratar es de intentar ocultar la puerta, pero si la ocultamos desde fuera, no podríamos entrar, pero no se si esa poza se comunicará con la que está en su interior.

Sea como sea, que vayan entrando y se preparen para mojarse el culo, pues hay un río que cruzar y un puente derruido. 

- ¡Eso Manfred! Es por aquí. Exclamo volviendo a señalar la puerta. - Pero tenemos un problema, como dice Girolamo. Dijo en mediano sin reparar que solo Girolamo lo entendería.

Como presa de un mal presagio el pequeño miro hacia el lugar por donde teóricamente deberían llegar los orcos. Tienen que pensar rápido...

- Mafred tu entrar, alguien herido. Le dijo en la lengua del comercio.

Después de un salto apenas bueno para no terminar muriendo ahogado en aquel remolino, continuamos nuestra exploración de la caverna. No demasiado tiempo pasa antes de ver las evidencias reales de que hay una resistencia que usaba este lugar como centro de operaciones. Hay suficientes cosas acá para que el Legado pueda instar a una invasión y "pacificación" de esta región. No es algo que podamos permitir.

Mientras continuamos avanzando, intento pensar en donde dejar estas cosas para ocultarlas pues sacarlas a través del puente roto sería muy demoroso.

Escucho lo que dice Wendell, que es muy similar a lo que yo mismo pienso, pero con una gran diferencia:

 - "Antes de volver con-llos, terminar mirar todro. Laguna da... rarra... sensación, pero tener que mirarla-nos ahora."

No sé si dije bien las cosas, pero creo que lo primero es terminar de explorar todo antes de volver, pues puede que hayan cosas por ahí que aún se oculten a nuestra mirada y creo que ir y volver constantemente es perder un tiempo que no tenemos en estos momentos.

Sin esperar respuesta y, debido a aquella sensación de intranquilidad, desenfundo mis dos hachuelas antes de encaminarme al resto de la caverna que no hemos explorado, incluyendo aquella laguna.

Ante las palabras de Ulfrin, Wendell estuvo a punto de discutirle.

No le gustaba nada la sensación que provocaba ese lugar y hubiera preferido que estuvieran todos juntos para investigarla en detalle. Sin embargo, tratar de convencerlo con las dificultados que tenían para entenderse no parecía una buena idea. Deteniéndose a unos pasos de la laguna tomó su honda y buscó un proyectil, listo para disparar contra lo que fuera que se escondía en el lugar. ¿Sería el famoso Guardián?

Noche del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 8)

Con el grupo reunido de nuevo, y guiados por Jonad, los héroes, junto con un mal herido Hamil y un claramente asustado Mika ante la oscuridad del lugar, se adentraron en la cueva. Llegaron primeramente al lugar al que Jonad se había referido antes, una especia de puerta secreta de piedra, la cual Girolamo y Jonad habían estado intentando montar de nuevo tras acceder al interior y desactivar algunas trampas dejadas por los rebeldes, pero sus planes se habían visto frustrados al no poder ocultar los bordes de la roca desde dentro, solo si alguien se quedaba fuera, era posible ocultar por completo la piedra con el barro, y aún así, tomaría algunas horas para que el barro secara por completo y ocultara el camino.

Accediendo por el camino tras la puerta, el grupo llego a una segunda cámara, la cual se encontraba por arriba de la primera. Allí frente a ellos había un joven mal herido, con una pierna destrozada, una horrible herida en el estomago y una parte de su cuello desencajado. El hecho de que siguiera con vida era un milagro, pues por el rastro de sangre era claro que llevaba a en ese estado muchas horas, quizá más de un día. El joven parecía dormir en aquel momento y Girolamo le contó a Durghall y Manfred que le habían encontrado allí malherido defendiendo la cámara e intentando dispararles con una pequeña ballesta, que ahora estaba junto a él tirada en el suelo. Jonad le había atendido antes, y tras darles indicaciones de como llegar a la guarida de los rebeldes algo más arriba y de hablarles de un supuesto guardián, cayó dormido.

El joven se encontraba tirado en el suelo en un baño de sangre, junto a él había una segunda poza, la cual en su centro tenía un gran remolino, ubicado justo por arriba de la primera posa que vieron antes en la cámara inferior. Sumamente extraño era todo eso. El agua parecía surgir de entre las rocas, en un camino de agua que venía desde la izquierda de la posición en la que se encontraban. A la par, sobre la poza con el remolino, había un puente de piedra destrozado que daba paso al otro lado de la cámara.

Al explorar el puente sobre la poza con el remolino, el grupo notó que Wendell y los demás habían cruzado con éxito y habían dejado una cuerda atada a ambos lados del puente, en sus bases, extendiéndose de un lado a otro por sobre la poza, con una cuerda extra corrediza de refuerzo atada a la cuerda que se extendía a lo largo de la separación entre los restos del puente . Mientras observaban las cuerdas y se preguntaban como habían cruzado sus compañeros, Jonad les comentó que el joven, presuntamente nieto del viejo Tob, quien era a su vez tío del alcalde de Koln, no habría de sobrevivir, estaba muy mal y si no recibía atención inmediata moriría. Jonad podría mantenerlo vivo largo tiempo, pero tendría que mantenerse allí atendiéndole mientras se recuperar, quizá a lo largo de varios días.

Noche del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 8)

Wendell no pudo evitar las acciones del enano, y sabiendo que comunicarse con el sería difícil y aún más el lograr convencerlo, se limitó a decirle a Arvin que les siguiera, y así, por tanto el la linterna, se adentraron en aquella amplia bóveda subterránea, con el enano Ulfrin por delante.

El lugar tenía generaba una clara sensación de incomodidad, como cuando algo o alguien te observa desde la distancia. A la par el agua se mostraba inusualmente fluida, y es que, aunque no había ninguna clara fuente que le alimentase, fluía de una punto a otro, pero no lo hacia de forma irregular si no que en un punto las ondas sobre la superficie del agua se expandían en cierta dirección, mientras que en otras se movían en otras. Quizá fuesen peses o algún anfibio lo que causaba todo eso, pero en su interior, los tres héroes sabían que no era así, había algo más allí.

Los héroes sabían que podría ser importante saber de donde provenía el agua que alimentaba a aquel manantial, que seguramente alimentaba al resto de los afluentes de las cavernas; no obstante, su mente en aquellos momentos estaba fija en saber que es lo que habitaba allí. Avanzando entonces (Y16) el grupo llegó hasta las proximidades del manantial. Lo que sucedió entonces, les tomó por completo por sorpresa, aún cuando ya estaban alertas.

El agua súbitamente broto hacia arriba, como si se tratase de una erupción en las profundidades. De allí surgió una forma corpórea que se agitaba con violencia (AF17), de forma claramente amenazante, al tiempo que avanzaba hacía la orilla del manantial, justo hacia donde se encontraban los héroes con Ulfrin al frente. Aquel ser de agua que tenía unos tres metros de ancho por tres metros de alto adoptó una forma humanoide al tiempo que de él empezaron a surgir palabras en la lengua del comercio, que aunque torpes, eran claras, como el rugir de una cascada.

– ¿Que hacer aquí enano? – preguntó claramente a Ulfrin, – ¿Quienes ser ellos? ¿Que buscar aquí? – exigió saber aquel ser de agua mientras su voz parecía aumentar su intensidad. Era poco probable que aquella criatura esperase una evasiva como respuesta.

Jonad hablo en mediano al oído de Girolamo - Ve con los otros al puente e ir cruzando yo me encargare del herido, él no podrá cruzar y tampoco puedo atenderlo, por sus heridas me llevaría días remedarlo. Ve, por favor. El gesto del mediano era sombrío y su mirada era esquiva, pero pese a todo seguía sonriendo.

Jonad se arrodillo junto al herido después de decir algo a Girolamo. Comenzo entonces a limpiar sus heridas de sangre con un trozo de tela mojado arrancado de su propia ropa. - Yo ayudar. Dijo al resto del grupo.

Tras unos minutos pensando, finalmente llegué a la conclusión de que no había nada que hacer con esa puerta. No sin que se quedara alguien fuera.

Sea como fuere, el resto parecía tenerlo claro, por lo que les seguí hasta el interior de la caverna, donde estaba el herido.

En ese momento, Jonad me habló al oído, momento en que me giré, como horrorizado, durante unos momentos, hasta que ví la determinación del mediano. No había tiempo de discutir, pues tendríamos que cruzar todos, y estaba Mika, Hamil, Mamfred y Durghall, además de mí. Nos llevaría algo de tiempo.

Alzando una mano, haciéndole ver que esperara unos segundos, me giro al resto Venga, rápido, comenzad a cruzar con la cuerda que han colocado para que pasemos. No os demoréis, daos prisa. Hop hop hop hago gestos como el de espantar a una gallina que se nos va el vino en catas, rápido apremio al resto antes de volver mi atención a Jonad

Comienzo a contestar a Jonad en su propio idioma, para que me entiendo no solamente las palabras, sino su significado ¿Quieres que os ayude a esconderos? si os encuentran aquí, de nada servirán los cuidados, os matarán a los dos, y lo sabes. No tiene ningún sentido quedarse a intentar salvarle, cuando no hemos podido sellar la puerta. La encontrarán, y lo sabes, y una vez dentro, me encojo de hombros llegar hasta aquí es algo inevitable. Si no encontramos un lugar seguro donde le puedas cuidar, ¿qué sentido tiene?.

Mientras hablo con Jonad, voy recogiendo todos los objetos que había por el suelo en este segundo nivel, juntándolos con los que había recogido en el primero, intento no dejar la más mínima pista sobre nuestro paso.

Ahora bien, cuando todo el mundo pasara, no sabía cómo íbamos a quitar la cuerda. ¿Por qué nadie alli me hacía caso? tenía que haber sido alguien el que tirara de la cuerda.

Durhall, cuando hayas cruzado, yo me quedaré el último, desataré la cuerda, y me ataré a la cintura, de forma que tú seas quien me arrastre hasta el otro lado ¿entendido?

- Ulfrin, sal de allí. Ya - Sin estar seguro si el enano entendería las palabras, pero suponiendo que sería capaz de darse cuenta de la urgencia que conllevaban por su tono de voz, Wendell se encaró a la figura de agua, tratando de mantener una calma que distaba mucho de tener. Un curioso pensamiento comenzó a formarse en su mente "Será este guardián?".

"Espero que si, por lo menos parece que quiere hablar" Con cuidado, manteniendo la honda separada de su cuerpo para no dar muestras de agresividad, Wendell intentó explicarse - Somos amigos. Unos soldados de la sombra vienen hacia aquí y no queremos que descubran que este fue un campamento rebelde - Por un momento se preguntó si no estaba hablando de más, pero viendo el tamaño de la criatura decidió que no tenía muchas alternativas.

- Nuestros compañeros vienen tras nosotros. Intentaron esconder el acceso al lugar, pero quizás no alcance para evitar que accedan aquí - Finalmente sin estar seguro de lo que estaba proponiendo agregó, dubitativo - Podrías ayudarnos? Un Legado y sus soldados vienen en esta dirección - añadió esperando que no estuviera intentando convencer a un aliado de la sombra.

-Jonad miro con los ojos muy abiertos a Girolamo. Parece que no supo explicarse. De nuevo se acerco al oído de este. - No pienso suicidarme. Mi hija me esta esperando. Solo, no quiero que me ven hacer, lo que tengo que hacer. Os seguire. Dijo a Girolamo en mediano.

Quizás fueran solamente imaginaciones mías, o quizás, igual que yo mismo, el pequeño Jonad tenía algún tipo de poder oculto que no quería que nadie lo conociese. Sea como fuera, asentí con la cabeza confiando en el mediano Te esperaré al otro lado. No tardes contesto en mediano, palmeando uno de los pequeños hombros y dándome la vuelta.

Vamos, vamos ¿todavía estáis así? para eso haberos quedado en la ciénagas y haber servido de carnada para el legado y sus orcos. Al menos nos habríais dado más tiempo. Venga nenazas, venga no sabía si habrían tomado a bien la broma, aunque poco me importaba. Estos cuatro solo habían hecho dar por culo, y ahora encima teníamos que esperar a que cruzaran todos ellos.

Manfred estaba todavía confuso por la información que había recibido y la puerta secreta que había encontrado el hobbit, pero sabiendo que el tiempo iba en su contra optó por entrar con los demás. - ¡Vamos!, al menos había podido conservar a Hamil con vida, y una vez en el interior vio a un hombre en estado grave con una ballesta junto a él. Manfred observó a su alrededor encontrando la cuerda que había enlazado los otros integrantes para cruzar, sin mucho que hacer allí optó por quitarle la armadura de enano a Minka. - Ya no lo necesitas joven, ahora tienes que tener toda tu agilidad para pasar, vamos Minka cruza... le comentó, yo iré detrás tuyo, pero un momento, al ver la ballesta con sus virotes dijo: - No podemos dejar esta arma aquí será para el enemigo, Durhall cógela tanto la ballesta como sus virotes, con vuestro permiso. Comentó y tras esto cruzó después de Minka que se había quitado su armadura de enano.

La aparición de aquella criatura hecha de agua me toma por sorpresa, por lo que levanto instintivamente mis hachuelas, pero las bajo lentamente al entender que, a pesar de su amenazante presencia, está dispuesto a hablar antes que atacar. Eso hace que inmediatamente piense en que ese debe ser el famoso "Guardián" pues solo una criatura como esa podría haber acabado solo con un Astirax.

Escucho la voz de Wendell, que reacciona más rápido que yo, por lo que hablo después:

 - "Yo Ulfrin, todos aquí amigos de Resistencia, enviados por Alcalde de Koln. Venir a esconder pruebas, Legado viene ya y matará pueblo todo si encuentra cosases."

Pronuncio bien lentamente para que se entienda a pesar de mi fuerte acento, pensando rápidamente en las palabras que se deben decir en la Lengua del Comercio para transmitir la idea. Wendell es bien claro en exponerlo también, por lo que quizás el guardián pueda ayudarnos de alguna manera.

Noche del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 9)

Jonad había decidido quedarse con el joven herido que ahora dormitaba en paz, mientras, el resto se enfrentaban a una nueva encrucijada, el puente caído. Claramente sus compañeros habían cruzado saltando de un extremo del puente al otro; para, en caso de caer al agua, ser rescatados mediante una cuerda que a su vez estaba unidad a la cuerda auxiliar atada de un extremos al otro del puente. Incluso era posible pasar sobre el agua agarrados de la cuerda que cruzaba de un extremo a otro, siempre y cuando tuviesen a la fuerza para resistir la corriente del remolino, o bien siendo jalados desde el otro extremo del puente.

El problema radicaba en el pequeño Mika quien no solo podría no ser capaz de saltar si no que a su vez se mostraba sumamente asustado. Hamil por su parte se negaba a saltar, aunque no quería ser duro al respecto por temor a que le abandonaran. Hamil simplemente seguía mal herido y era imposible que pudiese cruzar saltando o nadando; quizá el único modo sería tirando de él.

Noche del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 9)

Aquel ser de agua se quedó mirándoles con detenimiento, como si les examinará. O al menos los tres héroes percibieron que eso era justo lo que hacia, mirarles. El agua que formaba su cuerpo fluía continuamente de una forma misteriosa, quizá mágica, expresión que les vino a sus mentes pero que realmente poco entendían. Ellos mismos apenas empezaban una senda ligada a la magia al ser tocados por Aryth [1] y poco sabían sobre los poderes más allá de los de la misma sombra, todo poderosa y opresora.

– La sombra, enemigo – soltó la criatura rompiendo los pensamientos de los héroes. – Aliados – dijo acercándose tanto a ellos que prácticamente jalaba el agua del manantial a la superficie. – Ayudaré – estableció. – Lucharé también. ¿Que esconder?, ¿que necesitar?, ¿contra que luchar?, ¿donde estar legado, quien acompañarle? – preguntó el ser de agua a los presentes con una voz sonora y tempestuosa.

El alivio de Wendell fue claramente visible en la forma en que relajó sus músculos. Si hubiera debido combatir contra un ser formado de agua, no hubiera tenido ninguna oportunidad, o eso suponía, por lo que estaba totalmente dispuesto a creer que el mismo era realmente un aliado - Están en camino. Un legado y muchos orcos - se explicó - Buscan encontrar pruebas de... - el mismo se interrumpió al darse cuenta que estaba hablando de más - Buscan esos objetos - terminó aclarando mientras su brazo señalaba en forma general la cantidad de materiales que los rodeaban.

- Pensábamos esconderlos para que no los encontraran, pero teniendo un aliado como vos, quizás podamos pensar en otra solución... quizás debamos acabar con ellos - se entusiasmó - Deberíamos hablar con nuestros compañeros a ver que opinan - añadió pensativo antes de dirigirse al enano que, probablemente no había entendido todo lo que decía.

- Creer que mejor combatir? Junto con... eh... el guardián? Quizás mejor que esconder cosas? - le propuso - Si ellos encontrar acceso, nosotros esperar aquí y matar - continuó seleccionando las palabras que esperaba fueran más comprensibles para Ulfrin.

- Creo que deber buscar al resto y esperar aquí. Que opinar? -