Partida Rol por web

Muerte en la Nieve

Cantar de la Gran Compañía 3: El campamento de Malere

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12/03/2019, 10:06
* Juglar *

Henos aquí nuevamente, damas y caballeros, para continuar relatando las aventuras y desventuras compendiadas en el Cantar de la Gran Compañía. Este humilde juglar se siente eternamente agradecido al comprobar que, no solamente su público de anoche ha regresado con ganas de saber más de nuestros héroes, sino que ha aumentado incluso la asistencia. No me cabe duda de que mucho se ha hablado de mi relato, como también estoy convencido de que el interés en este épico relato será debidamente recompensado con la generosidad de tan buenas gentes.

Bien, habíamos dejado a la compañía de aventureros acercándose ya a su destino, el campamento de leñadores de Malere. Bajo la experta guía de Ivar, nuestros héroes avanzaron a buen ritmo y pronto pudieron divisar el lugar en la distancia. Se trataba de un pequeño fuerte con una tosca y apresurada empalizada de madera, más destinada a mantener fuera a los animales que a protegerse de algún tipo de asalto. Aquella zona, lo sabía bien el veterano explorador, podía sufrir ataques de los orcos y, esporádicamente, incurrir en la ira de los clanes de gigantes azules. Ante algo así, las defensas de aquel campamento resultarían desde luego poco eficaces. Sin embargo, el lugar era realmente temporal, dado que los leñadores se desplazaban en cuanto escaseaba la madera y montaban nuevos campamentos en otras zonas más cercanas a las arboledas. Por ello, no acostumbraban a esforzarse demasiado en construir bastiones de gran calidad.

A medida que nuestros héroes se iban acercando, más y más se hacía evidente la presencia que habían detectado desde lejos. Los árboles de los alrededores de aquel campamento, que por otra parte estaban a buena distancia del mismo puesto que los más cercanos habían sido ya talados, estaban plagados de aves negras carroñeras. Los cuervos se agolpaban en sus ramas, graznándose unos a otros y siendo sustituidos cada vez que alguno elevaba el vuelo. Sobre el campamento se había instaurado una gran bandada que no dejaba de dar vueltas, algunos de cuyos miembros descendían de cuando en cuando para posarse sobre la empalizada.

Lo que llamó la atención de nuestros héroes era que no se veía actividad en la zona. Dado que al día aún le quedaba algo de tiempo de luz, era de esperar que los hombres estuvieran aún trabajando, cargando madera desde las arboledas cercanas hasta el campamento. Sin embargo, no se veía a nadie, ni tampoco vigías en la empalizada. El lugar, al menos desde la distancia, parecía completamente desierto.

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14/03/2019, 22:44
Luelar Tyrundlin

Retomamos la travesía bajo la guía de Ivar, sintiendo un moderado dolor en la pierna mientras avanzábamos. No tardamos en divisar a lo lejos lo que parecía ser un fuerte de madera, sin duda el lugar al que debíamos llegar. A medida que nos acercábamos, se hacía más y más evidente que aquel sitio no era muy seguro. Se me ocurrían varias maneras de asaltarlo con facilidad si se contaba con un grupo bien organizado, aunque no tenía muy claro quién querría asaltar a tan débil enemigo a parte de los elfos oscuros. Ni suponía un reto, ni parecía que pudieran disponer de nada de gran valor.

Pero los agónicos alaridos de un puñado de ingenuos humanos haría las delicias de Izz.

Perdida en aquellas ideas, pronto dejé de prestar atención a aquella estructura. Mi rosada mirada se posó en seguida en las aves que se agolpaban en las ramas de los árboles más cercanos al fuerte, aquellos aún sin talar, alzando también la mirada un instante hasta los pájaros que volaban dando vueltas sobre el campamento.

Observé el comportamiento de tales criaturas con atención. Parecían aguardar a algo, ¿sería así? No se apreciaba actividad en aquel lugar, lo cual era bastante extraño, todo movimiento era el de las negras y brillantes aves.

- Son preciosos, ¿no os parece? - comenté acercándome a uno de aquellos árboles para ver los pájaros más de cerca, pero manteniendo cierta distancia de precaución. - Siniestros, pero elegantes y dignos de admiración, como mi raza. - añadí, buscando provocar reacciones adversas en los presentes.

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16/03/2019, 22:26
[Abandono] "Sombra" (Nayí)

Cedí nuevamente mi más preciada posesión al caballero: montar sobre Thor, ahora que se encontraba visiblemente fatigado tras aquel combate. Al menos las heridas parecían menores y pude aprovechar el tiempo tratando de sacarle la piel a los lobos. Estábamos en el bosque y nunca se sabía que nos podría ser de utilidad allí. Además, si quedaban bien y no las usábamos, podría sacar unas monedas por ellas. Pero el viejo cascarrabias tuvo que venir a criticar mis acciones. - ¿Por qué no vas a gruñir a los demás que "pierden su tiempo curándose las heridas"? - Eso me hizo perder la concentración y hacerle un buen tajo a la piel que estaba sacando. - Genial... con suerte para hacer retales... - Pensé para mis adentros, cargando todo al finalizar en las alforjas de Thor, salvo las pieles, que las coloqué al aire, sobre su parte trasera. No mancharían demasiado y algo abrigarían a mi montura de aquella manera.

La marcha se reanudó al poco, llegando a lo que más bien parecía un campamento fantasma. Miré a los cuervos, sin duda las aves que vimos en la lejanía. - Carroñeros. - Fue lo que vino a mi mente al verlos. Les había visto alguna vez, dándose algún festín con algún animal muerto en mis viajes. - Realmente lo son, pero no se si tu raza es digna de compararse con ellos. - Respondí a Luelar, sonriendo bajo mi máscara. - Siniestros... vale, elegantes... aún no vi elegancia en tus movimientos, más bien temblor y frío y dignos de admiración... ¿qué se puede admirar de una raza que se oculta en la profundidad de la tierra, donde todo es frío y oscuro? Además, solo escucho hablar a una vanidosa y presuntuosa elfa más, que se cree superior a los demás. - Dije generalizando con todas las razas de los elfos. La verdad es que había coincidido con pocos en mi vida, pero eran todos iguales. Conocido a un elfo, conocidos a todos, se solía decir por mis tierras.

Notas de juego

Si llego a saber lo de elgir 10 antes... (véase despellejar lobos XD)

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17/03/2019, 14:05
Ivar el Cuervo

Maldita sea mi suerte, todas las puntas de las flechas han quedado destrozadas. ¿De qué diantres eran los huesos de esas bestias? Bueno, no importa, supongo que tendré que hacer nuevas flechas mañana. Bueno, el campamento no está ya muy lejos, solo tenemos que pasar aquella colina y...¿Ummm? ¿Por qué no escucho el sonido de las hachas o las voces de los leñadores? Creo que llegamos demasiado tarde...

No es que la muerte me resulte ajena, son ya demasiado los rostros de amigos y conocidos que han sido devorados por los gusanos. Pero uno nunca logra acostumbrarse a ello, la vida es algo caprichosa, un día estás disfrutando de una cerveza junto a un agradable fuego y al día siguiente, no eres más que pasto para los gusanos.

La presencia de los cuervos no ayuda mucho a mantener la esperanza. ¿Cuantas de esas oscuras criaturas hay? Carroñeros que buscan darse un festín, pero que aún se mantienen en la lejanía aguardando para darse un festín. Pero...¿A qué esperan? ¿Qué es lo que hay allí que aún los mantienen a raya? Nada bueno, eso seguro.

-No es no disfrute de una buena lucha entre dos hermosas mujeres, en especial si lo hacen ligeras de ropa y cubiertas de barro. Pero os agradecería que dejaseis vuestro conflicto para más tarde.    -Lo último que necesitamos ahora es que estas dos delaten nuestra posición si se enfrascan en un lucha.   -Algo malo está sucediendo ahí dentro, algo que puede volverse en nuestra contra si no actuamos con astucia y no sé vosotras, pero no quiero formar parte del festín de esas aves de alas negras.

Mi mirada se dirige hacia el joven caballero, él parece que se hace respetar por las damas aquí presentes y espero que me ayude a evitar que esas dos lleguen a las armas. No sé lo que está pasando, pero no veo ni un solo cuerpo en el exterior ni signos de lucha. Así que solo me queda una opción que no me agrada en absoluto.

-Muchacha...   -Indico a la mujer de lengua afilada y ropajes oscuros.   -Voy a acercarme para echar un vistazo. ¿Me acompañas? Me vendrá bien alguien que me cubra las espaldas, el resto podéis permanecer aquí o tomar posiciones por si hay algo allí dentro que nos descubre y no es precisamente amistoso. Un acercamiento más directo no es algo que propondría, pues no sabemos cuantos enemigos puede haber allí dentro. Creo que un reconocimiento del terrero sería nuestra mejor opción.

Trato de ser lo más diplomático que puedo, pero estas cosas nunca se me han dado bien. No conozco este grupo lo suficiente como para saber cómo piensan actuar ni que planes tienen. Solo espero que no sean de los que se lanzan hacia lo desconocido sin pararse ni un instante a pensar.

- Tiradas (2)

Notas de juego

epic fail con la primera tirada. Era para recuperar las flechas, pero nada, no recupero ni una. Eso sí, vaya pedazo de tiradas que he gastado para nada ^^

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18/03/2019, 07:47
Tyron Stark

La siniestra admiración que la elfa oscura mostró hacia los cuervos me resultó de lo más insólita. Yo desde siempre relacionaba a aquellos pájaros con la muerte, como carroñeros que eran, algo que no me resultaba agradable. Por suerte, aparte de una breve mirada de soslayo disimulada por el casco de mi armadura, no hubo en mi actitud motivo alguno para la ofensa hacia ella. Además, teníamos asuntos más urgentes que atender.

Había rechazado viajar a caballo, pese al peso de mi armadura. Nayí me lo había ofrecido, pero con gran agradecimiento me había visto forzado a rechazar el ofrecimiento, debido a que había un miembro del grupo que padecía una herida en la pierna, como le expliqué a la mujer. ¿Qué clase de caballero que se preciase sería, si permitiera a otro viajar cojeando mientras yo lo hacía cómodamente sobre una montura? Y era posible que desde esa posición elevada, a lomos del caballo, tuviera una vita más adecuada del lugar, pero incluso desde mi posición tuve rápidamente claro que algo iba mal. Y no únicamente por los cuervos.

¿Dónde está la gente? –Pregunté, a nadie en particular- Ese campamento parece bastante grande, debería poder albergar a una buena plantilla de leñadores… -Comenté, echando un cálculo rápido y aproximado. Veía fácil que pudiera albergar una veintena de trabajadores o más, aunque quizás Ivar conociera la zona y supiera más fidedignamente cuánta gente trabajaba allí habitualmente. Sin embargo, Ivar se había vuelto hacia los demás para tratar de mediar en lo que bien podía ser el inicio de una discusión entre Nayí y Luelar. Al parecer, a la humana parecían no haberle gustado demasiado las apreciaciones raciales de la elfa oscura, y no había dudado en hacérselo saber. La intervención del veterano explorador, si bien logró sonrojarme con aquella ocurrencia acerca de cómo podían resolver sus ocurrencias, una imagen que por un instante cruzó mi mente y acaloró mi imaginación, estaba llena de sabiduría- Así es. –Intervine, asintiendo a Ivar cuando su mirada se cruzó con la mía- Miradnos. Distintas razas, distintas culturas, distintos reinos de origen… Pero aquí estamos. Podemos discutir por lo que nos diferencia, o luchar juntos contra lo que nos amenaza. Yo, personalmente, prefiero que no terminemos siendo pasto de lobos, cuervos, o lo que sea que ronde por aquí.

Ivar propuso un inteligente movimiento, que sopesé durante unos instantes. Pidió a Nayí que le acompañase en un reconocimiento más cauteloso, en lugar de acudir todos directamente. Lo encontré sensato, especialmente por la parte que me correspondía. Si bien tenía la impresión de que las dos elfas serían perfectamente capaces de llegar hasta el campamento con discreción, con mi armadura me sería complicado acercarme sin ser descubierto fácilmente.

Una exploración discreta parece la mejor opción, sin duda. Cualquiera de las damas podría acompañarte con eficiencia, de eso estoy convencido, pero yo llamo demasiado la atención. –Reconocí, dándome una palmada con el guantelete en la coraza, que resonó con un suave sonido metálico- Si el lugar parece seguro hacednos una señal para que vayamos, pero si veis el más mínimo peligro, regresad evitando la confrontación. ¿De acuerdo? Buscaremos la mejor forma de actuar... juntos.

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22/03/2019, 02:13
[Abandono] Shiral de Litdanast

Finalmente divisamos la empalizada tras la que deberíamos encontrar al resto de leñadores, pero no es así. Los cuervos son la única vida que encontramos habitando esa zona, pero, ¿Qué hacen? ¿A qué esperan? Desde luego, no a los comentarios de Luelar, que no me digno a contestar como sí hace Sombra. Esa elfa es tóxica, como la deidad a la que adoran. Ni ella ni la humana tienen pelos en la lengua, ni les importa la discordia que puedan causar de manera innecesaria, si es que no es lo que buscan. 

Quizás no están equivocados del todo en Litdanast.

He pasado la mayoría de mi vida en Shalanest, quizás sea cierto después de todo y a mi pesar que las cosas son así por un motivo, que es mejor que estemos por nuestra cuenta. Después de todo fueron elfos las últimas personas que me ayudaron sin esperar nada a cambio. 

Pero también fueron los 'míos' los que me me abandonaron cuando más lo necesitaba, los que dejaron que las cicatrices de antiguas guerras me hiriesen a mí. No tengo grandes motivos para quedarme aquí, haciendo esto, poco más que el azar, pero sí para no volver a Litdanast en bastante tiempo. 

No tardo en arrepentirme de tales pensamientos, y Tyron sólo refuerza ese sentimiento hasta la culpabilidad. Él, Sombra y Ivar son muy distintos. Igual que hay buenas personas, también hay impresentables en todos los lugares y formas, y por eso me marché de aquella ciudad de farsantes.

El mayor de los humanos toma la iniciativa de adelantarse, llevándose a Sombra con él y alertándonos. Estoy tan de acuerdo con él como con el caballero. Si podemos luchar juntos, doy más que por hecho que podemos cubrirnos unos a otros. Necesitamos hacerlo.

- Estad alerta y no dudéis en pedir ayuda. No seáis orgullosos. - Insisto, necesito hacerlo al recordar a quien... A a lo que conocí junto a Tyron, y es por ello que tomo mi arco, preparada para defender a mis aliados de cualquier peligro, cuanto antes.

Sin perderles de vista, repaso el lugar con la mirada. Además de lo que pueda venir... Lo que debería haber venido, no está aquí aun. 

- ¿Dónde está el gigante azul? Creía que lo encontraríamos aquí. -

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22/03/2019, 13:28
* Juglar *

Y así fue, buenas gentes que escucháis a este humilde juglar, como nuestros héroes llegaron al campamento de leñadores de Malere. El gigante azul, Nrog, no daba muestras de su presencia en el lugar, al menos desde el exterior, lo que podía significar que estuviera dentro, pero también que se hubiera retrasado al elegir aquel camino del lago o, para su desgracia, que hubiera encontrado algún peligro por el camino.

En cualquier caso, nuestros héroes hombres y elfos decidieron optar por un acercamiento discreto. De él se encargarían el veterano Ivar y la siempre sigilosa Nayí, quien dejó a su caballo Thor al cuidado del joven caballero de Stumlad, adiestrado y habituado al trato con aquellos animales. No en vano, la caballería de Stumlad era la legendaria base del ejército stumladí, además de sus pesadas armaduras de metal. Junto a él permanecieron las dos elfas, Luelar y Shiral, una gran escolta sin duda, aunque es de suponer que por la mente de Tyron sólo pasaba la posibilidad de que los dos miembros del grupo que se adelantaban pudieran ponerse en peligro, valorando con ello el tener que montar en aquel caballo para galopar hacia ellos. Probablemente serían las elfas quienes más conscientes serían de lo expuestos que estaban los tres en campo abierto.

El veterano explorador y la sigilosa chica de ciudad, se adelantaron al resto con gran cuidado. Ivar fue eligiendo el camino minuciosamente, seleccionando los desniveles de terreno y la escasa vegetación que pudiera prestarles un cierto resguardo. A medida que avanzaban, fueron teniendo mayor conciencia del silencio del lugar, así como de la intensa soledad que lo dominaba. No se oía un alma, en aquel campamento que tanto trabajo duro requería durante todas las horas de luz que facilitaba el día. Era un silencio tan gélido como el viento que golpeaba el rostro en aquellas latitudes. Nadie en los exteriores, nadie haciendo guardia, ni en la puerta ni en la empalizada. Ni una voz.

¿Qué había pasado en aquel lugar...?

Nayí e Ivar se iban acercando cuidadosamente a la puerta de entrada al campamento, que estaba abierta de par en par. Pronto descubrirían las desgracias que albergaba la nieve de aquellas montañas...

Notas de juego

Todos: Tirada de Atención (Ocultas)

Nayí/Ivar: Además, de Sigilo (Ocultas)

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24/03/2019, 15:24
[Abandono] "Sombra" (Nayí)

No entendía el motivo por el cual aquel viejo se metía en todo lo que hacía o decía. Le miré con frialdad en su intervención con mis palabras hacia la elfa oscura. Tenía suerte de que no fuese un encargo más y eso le salvase de una fría y lenta muerta con una de mis dagas rebanándole el cuello y dejándole morir lentamente sobre el blanco manto de nieve. Pero como digo, no era un encargo, así que tendría la suerte de seguir viendo el amanecer mientras que los dioses le dejasen.

Pero tampoco iba a responderle, puesto que no iban a gustarle nada mis palabras y quizás, solo quizás, con él si acabase llegando a las manos, cosa que con la delgaducha elfa sabía que no ocurriría. Y es que, a pesar de su longevidad y demás, siempre me han parecido una raza débil y enclenque, fácilmente fracturable... aunque la historia demuestre lo contrario.

Tyron también quiso poner su grano de arena en aquel asunto y soltó un bonito discurso, pero yo tenía mis motivos para estar allí y para tener que luchar codo con codo con todos ellos. Sabía trabajar en equipo, aunque siempre prefería hacerlo sola. Algunos asuntos eran más sencillos de realizar cuanta menos gente sabía algo sobre ellos. Pero en este caso, todo cambiaba por completo y debía adaptarme a los demás y usar siempre mis ventajas en favor del grupo. Por eso no dudé en acompañar al viejo en su exploración, aunque dudaba mucho que mi negra ropa, fuese capaz de ocultarme lo suficiente sobre el blanco manto de nieve que cubría las inmediaciones de aquel solitario y silencioso campamento.

Atrás escuché a la elfa del bosque preguntando por Nrog. - Espero que se haya ahogado en el lago. Será la mejor y más piadosa muerte que haya encontrado, frente a la que le iba a ofrecer yo por amenazar así a mi fiel Thor. - Pensé para mis adentros, tan sigilosa como pude, tan atenta como mis sentidos me permitieron.

- Tiradas (2)
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25/03/2019, 19:24
Ivar el Cuervo

Alas negras atraídas por la melancólica canción que la muerte arrastra consigo y pese a ello, no se están dando un festín, no al menos de momento. ¿Qué diablos es lo que los retiene? Sea lo que sea, les obliga a mantenerse cautos en lo alto de las ramas, mientras contemplan, con su oscura mirada, todo cuanto acontece en los alrededores.

Tal vez lo más sensato sería retroceder, permitir que sean otros quienes se encarguen de este problema. La gloria y la reputación ya hace mucho que dejaron de tener significado para mi, pero en cambio,  aquí continúo. ¡Bah! ¿A quién pretendo engallar? He pasado ya demasiado tiempo perdido y alejado del mundo, quizás sea hora, si logro sobrevivir a los gélidos brazos de la muerte, de regresar por fin mi hogar y vengar a mis hermanos caídos.

Lo que esté por acontecer será una reveladora prueba de si aún sirvo para algo o si tan solo soy un viejo con decenas de batallas con las que aburrir al resto. Quizás por eso me ofrezco voluntario para arrastrarme hasta el campamento y comprobar lo que sucede. Una prueba o más bien, un reto personal para saber si continúo manteniendo mis viejas facultades o si por el contrario, solo soy otro viejo estúpido sin nada que aportar. ¡Diablos! Espero que no y que aún arda la chispa de la aventura en mi viejo corazón.

Camino despacio, no deseo que los cuervos alerten de nuestra presencia y lo hago buscando toda posible cobertura. Pero en especial, compruebo si hay pisadas de algún tipo entre la nieve y el barro. Si algo o alguien ha atacado el campamento, quizás haya dejado huellas atrás que nos ayuden a comprender el origen de la amenaza y el número al que deberemos de enfrentarnos. Aunque algo me dice que no me va a gustar lo que descubra. Quizás por eso acaricia la pluma que adorna mi flecha y mantengo el arco preparado por si algo se mueve en medio de aquel paraje estático y silencioso.

- Tiradas (2)
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27/03/2019, 10:31
Tyron Stark

Mientras Ivar y Nayí se alejaban, arriesgándose en una tarea de exploración para la que yo no estaba facultado, sostenía las riendas de aquel caballo con nerviosismo. Mi espada de mano y media descansaba a mi espalda, en su funda, de donde seguramente tardaría en salir. Si algo se torcía, seguramente tendría que auparme a la silla de aquella montura, y sobre ella difícilmente podría manejar la bastarda. Era ese, precisamente, el motivo por el que la Orden conservaba como costumbre la espada larga como símbolo de la caballería. A lomos de nuestras monturas, una mano estaba destinada a las riendas, y con la otra se podía manejar una espada de tal tamaño con eficacia.

Sin embargo, mientras observaba con incomodidad la forma en que los dos miembros del equipo se acercaban a aquel campamento, me pregunté qué mal podía estar asolando aquellas tierras. ¿Orcos? Ya me había enfrentado a ellos, al menos, aunque no era una experiencia agradable. Las partidas de guerra saqueaban todo cuanto encontraban a su paso, y si un grupo bien nutrido de ellos campaba a sus anchas por aquel territorio sus fechorías no tendrían parangón. No en vano, las patrullas de la Orden por aquellas colinas quedaban, si no recordaba mal, bastante lejos. También podía tratarse de otros peligros. Un clan de sanguinarios hombres bárbaros buscando tierras dónde asentarse, gigantes azules tratando de expulsar a los humanos de lo que puedan considerar sus tierras por derecho, incluso asaltantes elfos oscuros que se hayan excedido en sus costumbres de salteadores de caminos...

Al pensar aquello, mi mirada se desvió brevemente hacia Luelar, la elfa oscura que se apostaba a mi lado, junto a la que había combatido y que no había dudado en atender mis heridas incluso. Me pregunté cual sería su actitud si se encontrase con que fuera su pueblo el causante de aquel mal.

¿Se mantendría a nuestro lado, o se volvería contra nosotros?

Intenté no pensar en ello, y volver a prestar atención a lo que sucedía delante de nosotros. Ivar y Nayí ya casi alcanzaban los lindes del fuerte, y pronto sabríamos si era posible acercarse al lugar con seguridad.

- Tiradas (1)
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27/03/2019, 11:03
* Juglar *

Como los inteligentes hombres de bien que todos ustedes estoy convencido que son, los tres rezagados que aguardaban a que la pareja de exploradores se adelantasen, poco podían hacer salvo esperar y permanecer alerta. Sí, era posible que en cualquier momento tuvieran que actuar, pero hasta que ese momento llegase, el frío calaba sus cuerpos y se mezclaba con el nerviosismo haciendo que todo su cuerpo temblase. La incertidumbre, ¡ah, cuan dolorosa puede llegar a resultar! El silencio se hizo entre aquellos tres héroes que aún desconocían serlo, tan sólo roto por algún bufido ocasional de Thor.

Bien distinta era la situación para los intrépidos Ivar y Nayí. Con sumo cuidado alcanzaron los aledaños del campamento, alcanzando la propia empalizada de toscos troncos unidos en fila mal alineada. Al veterano rastreador no le costó descubrir sobre la nieve una ingente cantidad de huellas, bípedas en su mayoría. Tan amontonadas estaban, que resultaba altamente complicado aventurar dirección y número, pero por allí había pasado una gran cantidad de gente, o un número menor en demasiadas ocasiones. Tampoco era de extrañar, tratándose de un campamento de trabajo, donde los leñadores debían entrar y salir con las cargas regularmente. Lo realmente extraño era no ver a ninguno por allí. El silencio y la soledad dominaban aquel lugar.

Ambos avanzaron sigilosamente en dirección a la entrada, que se encontraba abierta. De hecho, los portones de entrada estaban sueltos, y el helado viento los mecía, abriendo y cerrando sus toscas hojas, apenas unas tablas mal unidas entre sí. Una de ellas, incluso, había perdido una de las tablas y dejaba una gran abertura al descubierto. De ese modo, ambos pudieron asomarse y comprobar el estado del interior.

Dentro de los límites del campamento, conformados por la propia empalizada, lo que había era una gran explanada cubierta de nieve en la que, entre varias edificaciones de madera, descansaban amontonados fardos diversos de equipamiento y víveres. Había también algunos trineos, que facilitaban el transporte sobre la nieve, pilas de leña, escaleras de mano, y algunas herramientas diversas, entre las que destacaban grandes montones de hachas y sierras de baja calidad.

No se veía absolutamente a nadie, pero el suelo nevado mostraba igual cantidad de huellas que en el exterior... y estaba salpicado por grandes manchas de lo que parecía ser sangre.

Notas de juego

* Aunque en la imagen la chimenea está soltando humo, no lo tengáis en cuenta. No hay humo.

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31/03/2019, 14:35
Luelar Tyrundlin

Aquella pequeña chanza por mi parte tuvo mayores repercusiones de las que pretendía, pero ello me permitió sacar varias conclusiones que podrían serme de utilidad más adelante. Ni corta ni perezosa, Sombra se pronunció metiéndose conmigo de forma directa, ante lo que los dos hombres que nos acompañaban vieron la necesidad de intervenir, seguramente creyendo que yo iba a iniciar alguna especie de guerra.

Porque soy una malvada elfa oscura, y eso es lo que hacemos, ¿no? Bah.

No me sorprendió por parte de quien ejercía de guía, pero sí del caballero, de quien había pensado por unos instantes que era diferente al resto de los humanos. Lo que no me extrañó en absoluto fue la actitud de la elfa de los bosques. En otras circunstancias estaba convencida de que habría tratado de poner orden y de reprender amablemente a quien había hecho mal, como la bondadosa y bucólica criatura que se suponía que era. Pero claro, esta vez se trataba de su contraparte oscura, ¿cómo iba a ayudarme? Ni siquiera el que también se metieran con ella la hizo reaccionar, prefería tragarse lo que la mujer había dicho si con ello yo también salía perjudicada. No le gustaba, podía verlo en su mirada, un sentimiento que era mutuo.

Se cree mejor que yo, pero pocas cosas nos diferencian a parte del color de nuestra piel.

Ivar sugirió adelantarse junto a Sombra para explorar mejor el lugar, y así se hizo finalmente con el beneplácito de Tyron, a quien le parecía buena idea enviar una avanzadilla siempre y cuando no fuera él quien acompañara al viejo amigo de Perdest.

El extraño dúo se adelantó, quedando el caballero al cuidado del jamelgo. La elfa y yo nos quedamos junto a Tyron, flanqueándole, mientras guardábamos silencio; como llevaba haciendo ya un rato, y no por las palabras de aquellos dos que no me conocían de nada. Sería muchas cosas, pero no una inconsciente, y no pensaba dar ningún paso importante en falso.

Finalmente, con mi rosada mirada fija en dirección por donde aquellos dos se alejaban, decidí pronunciarme.

- No os equivoquéis. Si he decidido venir con vosotros es porque estoy dispuesta a trabajar en equipo, más dispuesta que otros seguramente. No soy ninguna imbécil, sé lo que podría pasarme si tengo alguna trifulca con algunos de vosotros. Todos os volveríais contra mí, y nada tengo que hacer por mi vida en un cuatro contra uno. - expuse con total calma.

- Tiradas (1)
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31/03/2019, 14:54
[Abandono] "Sombra" (Nayí)

Caminé en silencio, sintiéndome incluso ridícula tratando de mantener el sigilo cuando aún era de día y yo tan sumamente visible sobre la nieve. Pero por fortuna no fuimos detectados. La puerta de la empalizada que funcionaba como muralla para el campamento, estaba rota y colaga. Eso no me gustaba nada, pero quizás lo peor de todo era aquel atronador silencio que nos rodeaba. Apunté con mi ballesta al interior del campamento, mientras me movía cautelosa para ver por aquella apertura en el pórtico de entrada, el interior del lugar.

Nadie. Eso era lo que ocultaban sus murallas. Allí no había nadie, al menos a la vista. Pero eso no era todo. La nieve estaba teñida de un color rojizo. - ¿Sangre? - Me pregunté en un susurro, buscando con la mirada los cuerpos. Nada. Luego miré hacia atrás, hacia los árboles y hacia el cierlo. Ahora entendía porque los cuervos estaban allí... Sin duda atraidos por el olor a sangre, fueron en busca de alimento. Pero los cuervos no deboran los cuerpos y allí no había ninguno a la vista.

Llevándome el dedo índice a los labios, le indiqué al viejo que guardase silencio y le señalé la cabaña más cercana. Si no estaban fuera... debían estar dentro de alguna de aquellas edificaciones. Pero... ¿quien arrasa un campamento y se molesta en mover los cuerpos? Y es que tanta sangre... dudaba de que solo fuese de unos pocos heridos. Esperé la confirmación de Ivar antes de moverme con sigilo hacia la casucha de madera y tratar de comprobar que había en su interior.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dejo ambas tiradas de sigilo y atención hechas y ocultas, por si acaso se requieren.

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31/03/2019, 17:37
Ivar el Cuervo

No es la muerte lo que me incomoda, no al menos en estos momentos, más bien es su propia ausencia lo que provoca que se me erice el cabello de la nuca. La tierra, antes cubierta de nieve, muestra ahora manchas escarlata de lo que tan solo puede ser, sangre.

La situación pinta cada vez peor, encontrar los cadáveres sería algo malo, pero no encontrar ninguno es aún peor. ¿Qué es lo que ha sucedido aquí? ¿Será cosa de la brujería? ¡Maldita sean los magos y sus malas artes! Contra los hombres y las bestias se puede combatir, pero contra la magia...eso ya es otro asunto.

La muchacha ataviada con ropajes oscuros y que ha decidido acompañarme en este discreto reconocimiento, se lleva un dedo a los labios indicando que guarde silencio. ¡Maldita sea, vaya si voy a guardar silencio! Si quién ha hecho esto aún sigue por aquí, será mejor que seamos nosotros quiénes le pillemos desprevenidos y no al revés.

Asiento ante su petición de continuar investigando, pero no sin antes volver la mirada hacia donde se encuentra el caballero y las otras dos damas que nos acompañan. Dicen que los elfos gozan de buena vista, no sé si es algo cierto o no, pero espero que puedan apreciar mi mueca y se percaten de que la cosa no me gusta.

Nos adentramos en la aldea con pasos lentos pero firmes, deslizándonos tras cualquier posible cobertura que podamos encontrar. Al menos así es como actúo y espero que ella haga igual. Lo último que queremos es meternos de lleno de una emboscada.

La joven dama que me acompaña parece más diestra que yo en el combate cuerpo a cuerpo, así que la permito adelantarse hacia la casa, mientras busco cobertura para poder liberar la flecha que adorna mi arco en caso de que sea necesario. Mi mirada también se desvía hacia la nieve cubierta de sangre, busco tratar de leer lo que la tierra pueda ofrecerme. Necesito saber si los cuerpos han sido trasladados, si sobre la nieve aún perdura la forma de huellas o cuerpos y si las zonas cubiertas de sangre, muestran huellas frescas que puedan ayudarnos a descubrir hacia donde se han llevado los cuerpos o qué clase de ser ha podido hacer algo así.

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02/04/2019, 01:33
[Abandono] Shiral de Litdanast

Mientras los humanos avanzan, la elfa oscura nos aclara sus intenciones con el grupo, resultándome ciertamente contradictorias. ¿No había pensado antes de hablar, o no es sincera? Por su tono parece bastante claro que ha reflexionado sobre sus palabras antes de soltarlas, pero eso no hace que tengan más sentido tras la gran idea de relacionarse con los cuervos.

- Entonces sabes tan bien como yo lo inapropiada que ha sido esa comparación, y lo extrañas que suenan esas palabras a continuación. - Replico.

En este momento me molestan las dudas. Me molesta que tal estupidez me pueda distraer de lo que está pasando ahora. Puede que sólo esté paranoica sobre el peligro que pueda estar acechándonos, y ojalá sea así, pero la esperanza no es suficiente para apartar la tensión y el estrés del momento, así cómo cierta sensación de impotencia, pues Sombra y Ivar están adelantándose, pero lo único que puedo hacer desde aquí antes de llegar a acercarme si necesitasen nuestra ayuda es disparar una maldita flecha, y la mirada que el humano nos lanza sólo me hace sospechar que ese momento pueda estar cerca. Estoy segura de que estar parada, junto con la incertidumbre, me está minando más que lo haría el estar ahí delante, metiendo las narices en el asunto, así que tengo que acabar con esto y concentrarme en lo que de verdad importa.

- No puedo hablar por el resto, pero yo no me volvería contra nadie por algo tan trivial, sin una razón de verdad. - 

Trato de zanjar el asunto, sin dejar de mirar hacia delante pero en un tono conciliador. Mi respuesta no ha sido adecuada en este preciso instante, teniendo en cuenta que así le doy pie a continuar con una conversación que no me interesa. Quiero silencio, concentrarme, ver, y oír, a través del viento y esta maldita conversación.

Además, al fin y al cabo Luelar tiene razón. Si resultara ser una enemiga, entre lo que podríamos encontrarnos... En solitario sería la menor de nuestras preocupaciones, y una preciada ayuda como aliada, durante el tiempo que esté dispuesta a serlo.

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02/04/2019, 11:21
Tyron Stark

Tras el largo silencio lleno de tensión que supuso aguardar a que la pareja de exploración comprobase si el lugar era seguro, las sinuosas palabras de la elfa oscura supusieron todo un jarro de agua fría descargado sobre mi cabeza. ¿En serio, después de tanto tiempo, seguía pensando en eso? ¿Con todo lo que nos estamos jugando? No lograba entender a aquella mujer. Por encima de los prejuicios que existían acerca de toda su raza, y de los que luchaba por aislarme en la medida de lo posible, no cabía duda de que poseía un cierto... no sabía definirlo, quizás exotismo, misterio, algo que la hacía ciertamente atractiva. Pero, al mismo tiempo, irradiaba una sensación de peligro, y de disfrutar con ello, con la posibilidad de que los demás la temieran en lugar de respetarla.

¿Serían todos los elfos oscuros como ella? En Eras-Har no había conocido prácticamente ninguno...

Esas cualidades que poseía parecían sacar de quicio con cierta facilidad a las otras dos mujeres del grupo. La primera en saltar había sido Nayí, quien finalmente se había alejado de nosotros junto a Ivar, pero Shiral no había tardado en replicarle, de un modo bastante comedido, eso sí, cuando volvió a hablar. Y allí estaba yo, en medio de las dos como si fueran a comenzar algún tipo de discusión, justo cuando más concentrados debíamos estar. Miré al frente y suspiré, tratando de concentrarme en el avance de nuestros compañeros.

Antes de siquiera poder sostener una espada, juré por el propio Korth empuñarla únicamente en defensa de lo que es justo. -Afirmé sin apartar la vista de los exploradores y el campamento- Si cometiérais, cosa que no creo, la estupidez de batiros en duelo por una nimiedad, mi lucha sería por evitar que os matáseis entre vosotr... ¿Qué hace Ivar? -Pregunté de repente, percatándome de que se había girado brevemente hacia nosotros- ¿Ha hecho algún gesto? No he alcanzado a verlo... ¿Están...?

Contemplé con asombro cómo ambos se adentraban en el fuerte, desapareciendo de nuestra vista. Mi puño apretó las riendas del caballo de Nayí con fuerza, incómodo al no saber lo que estaba pasando. Sin embargo, si el lugar fuera evidentemente peligroso no tendría sentido que se hubieran adentrado en él, ¿no? De modo que supuse que si habían entrado era para explorar, al no ver un peligro inmediato.

No puedo esperar más aquí sin saber qué pasa. -Dije finalmente, tirando de las riendas del caballo y comenzando a caminar- Voy a acercarme, ¿venís?

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02/04/2019, 11:50
* Juglar *

Es de suponer que se ponen ustedes, buenas gentes, en la piel de nuestros héroes. Tanto el explorador que tanto mundo había visto, como la fuera de la ley que tan habituada estaba a la ciudad y tan poco al terreno salvaje, se encontraban en una aterradora perspectiva. Habían visto los estragos de la muerte, la sangre, pero no había el menor rastro de cuerpos. Debían averiguar lo que había pasado allí y, lo más importante, reconocer el terreno para asegurarse de que fuera seguro. ¿Llegaron a preguntarse por las vidas de todos aquellos que trabajaban en aquel campamento de leñadores? ¿Pasaron por su mente aquellos rostros, los de los hombres y mujeres que tan duramente trabajaban por jornales paupérrimos en tan duras condiciones? ¿Recordó Nayí a aquellos que habían dejado en la posada, temerosos del destino de sus compañeros? ¿Imaginó a la niña pequeña, y lo que podía haber sido de ella si no hubiera acompañado a su padre a la posada?

Yo creo que sí, aunque el cantar mediante el que esta historia ha llegado hasta nuestros días no lo diga. Yo quiero pensar que nuestros héroes pensaron en ello mientras buscaban respuestas. Y esas respuestas les llevaron a la más cercana de las edificaciones. Ivar, con su arco bien posicionado para cubrir a su compañera, observó el suelo unos instantes. Estaba tan pisado como el exterior, de forma que era complicado determinar gran cosa, aunque no encontró rastros de que bultos pesados hubieran sido arrastrados. Quien se hubiera llevado los cuerpos, debía haberlos alzado y cargado, una dura tarea.

Nayí se acercó a la puerta de la pequeña cabaña, abierta de par en par de forma que dejaba entrar el gélido aire del exterior. El lugar tenía un ambiente lúgubre y oscuro, sin un fuego en la chimenea ni una lampara de aceite o vela que iluminase mínimamente. Algunas ventanas tenían las contraventanas cerradas, mientras que otras dejaban entrar algo de luminosidad del exterior, aunque eran bastante pequeñas. Una de ellas, de hecho, estaba rota y con los cristales desperdigados por el suelo en el interior. El lugar era un desastre, estaba destrozado. Una gran mesa se encontraba volcada cerca de la puerta, así como una bancada y varias sillas con asiento de mimbre. Había algunas hachas desgastadas por el suelo. También había tiradas mantas, enseres, algo de comida, y...

...Al fondo de la estancia, se vislumbraba una figura acurrucada en la esquina más apartada de la puerta. Una criatura del tamaño de un niño, con ropa de piel raída y cabello largo y rizado muy espeso, se encontraba acuclillado de espaldas, contra la pared. Parecía estar temblando.

Notas de juego

La actualización es más que nada para Ivar y Nayí. Tyron va a acercarse hacia el campamento: Luelar y Shiral podéis quedaros donde estáis o ir con él. Si vais, podéis asumir la anterior actualización como propia, con todo aquello que los dos exploradores han visto anteriormente.

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07/04/2019, 21:42
Ivar el Cuervo

Estaba preparado para contemplar una matanza o incluso para luchar contra fieros enemigos, pero no contra esto. La sangre presente deja claro que aquí murió gente, pero la maldita pregunta que me atormenta es...¿Dónde están los cuerpos? Los gigantes no han podido ser, la destrucción sería muchísimo mayor y sus huellas fáciles de seguir. ¿Orcos? No lo creo, habrían saqueado las casas y dejado los cadáveres de los enemigos abatidos para extender el miedo. ¿Los elfos? Son demasiado elegantes como para teñir la aldea de carmesí.

Espero que la muchacha encuentre algo en las casas que nos ayude a entender qué es lo que ha pasado aquí. Algo que de sentido a esta locura y que no tenga que ver con las malas artes de la magia. Aunque ahora que lo pienso...¿Dominarán las elfas el don de la magia? Ufff mejor ni pensarlo, eso es innatural y cuando más lejos estemos de algo así, mejor.

¡Un segundo! ¿Qué es ese ruido? ¡Oh! El caballero de brillante armadura no ha podido esperar, bueno, no le culpo. La incertidumbre puede ser un enemigo peligroso, por eso quizás siempre he sido de los primeros en reconocer el terreno. No soy precisamente de lo más valientes, pero el no saber a qué nos enfrentamos es algo que me aterra más que adentrarme en territorio enemigo.

Supongo que ya no tiene sentido permanecer oculto o al menos, a cubierto, así que me dejo ver mientras mantengo mi arco preparado.

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08/04/2019, 19:20
Luelar Tyrundlin

La elfa de los bosques podía decir lo que quisiera, pero no, no sabía que mis palabras podrían generar aquella desproporcionada reacción. Obviamente suponía que no agradaría que hablara de mi raza, despreciada por todos, como una raza con diversas virtudes; pero mi intención no había ido más allá de molestarles o inquietarles un poco.

Aun así, opté por no responder, pues no le veía ultilidad alguna a hacerlo; aquella abrazaárboles tampoco me iba a creer. No la culpaba por ello, pues yo tampoco me creí eso de que no se volvería contra mí si encontrara la excusa adecuada y además se viera respaldada por otros.

Lamentablemente, quien sí me hizo dudar de si decía la verdad fue al Caballero de Stumland, quien con sus ideales e inocencia provocó que terminara mirándole; preguntándome si realmente pensaba todo aquello, si de verdad no se volvería contra mí si el resto lo hacía.

Abrí mis labios, dispuesta a preguntarle algo, cuando se alarmó por un gesto de Ivar. Volví a mirar en aquella dirección, viendo cómo Sombra y él entraban en el fuerte, y ante las palabras de Tyron no lo dudé.

- Voy contigo. - afirmé, comenzando a caminar tras él, pero pronto me detuve, girándome hacia Shiral. - ¿Vienes?

Al acercarnos al campamento pudimos ver numerosas huellas en la nieve de lo que parecía alguna raza bípeda, tratándose lo más probable de las huellas de los leñadores que frecuentaban aquel lugar, leñadores de los que no parecía haber ni rastro.

Llegamos a los portones, y me adelanté al Caballero de Stumland para empujar un poco más uno de estos y que pudiera pasar con mayor facilidad, pues además de tener la mano herida llevaba las riendas del jamelgo.

Al vislumbrar el interior, me quedé atónita. En el suelo podían verse diversas manchas de sangre, pero ningún cuerpo; además de varios montones de utensilios y víveres.

- No es la primera vez que veo algo sí... - susurré a Tyron, recordando la cabaña en la que había entrado antes de dar con la posada, mientras algo más adelante Ivar se encontraba arco en mano y Sombra se detenía en la puerta de una casa.

Por lo que pudiera pasar, decidí sacar mi ballesta antes de continuar inspeccionando el lugar.

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09/04/2019, 01:45
[Abandono] Shiral de Litdanast

Tyron está claramente descontento con nuestro conflicto. No sólo por que se pongan en duda sus principios, si no por que es el peor momento para iniciar una conversación de este tipo. No es el único que lo cree. No quiero estar pensando en las presiones e inquietudes de la elfa oscura cuando tenemos una situación más importante delante de nuestras narices, y es por eso que le contesto, igual que haría con cualquier otro.

El caballero se alarma tras ver los gestos de Ivar y no tarda en decidirse a reunirse de nuevo con los humanos, y Luelar se une a él tras ignorar mi respuesta, invitándome también a ir tras ellos, pero no me sienta mal. Al contrario, asiento, alegre de que podamos dejar las nimiedades de lado y centrarnos en lo que de verdad importa ahora, y tanto que importa.

Me reúno con el grupo para confirmar que el campamento ha sufrido un ataque, como ya sabíamos, pero uno grave, como sospechábamos. No han sido bestias, y quienquiera que sea responsable de esto parece haber sido concienzudo, no con el lugar, pero sí con los cuerpos, pero, ¿Por qué? Esta gente no debía tener nada... 

Todos desenfundan sus armas, y yo hago lo mismo con mi espada antes de continuar. Pensaba que sería más fácil deducir lo que ha podido pasar en el campamento al llegar aquí, pero sólo me causa más incertidumbre, y eso me provoca más escalofríos que este maldito aire helado.