Paolo se concentra e invoca a los gatos de los alrededores. Antes de que se de cuenta, ya tiene un par de felinos que le observan con prudencia desde lo alto de unas cajas. La conversación con los gatos es breve y confusa, pero obtienes la confirmación de lo que ya sabéis y algunos datos nuevos.

El hombre que atacó a Roland era un ser sobrenatural que iba totalmente envuelto en telas negras, y escapó por el tejado.

Por otra parte, el hombre que se llevó los dedos de Roland era un mortal, y el gato te da una descripción muy vaga que apenas sirve para nada.

Paolo le pide a los mininos que le lleven hasta el tejado por donde huyo el asesino para buscar algun rastro o pista, aunque parece que no va a conseguir pista alguna, queda bonita la estampa del curtido marinero en cuclillas, sobre el tejado, iluminado por la luz de la luna.

Los gatos te llevan al tejado, pero el rastro se pierde una vez arriba. No obstante, una incomoda sensación de estar siendo observado te pone los pelos de punta.

Los busco por este orden. El sirviente de confianza del príncipe, Lanzo, Tommasso y Khadjah. Les ofrezco acompañarme a un lugar fuera del palacio, lejos de ojos y oídos extraños, donde hacerles algunas preguntas que puedan ayudarnos a esclarecer el asunto del asesinato.

Con gran educación y delicadeza. Haciendo siempre alarde de que necesito su ayuda y no son sospechosos.

Estaremos presentes mi esposa y yo mientras Paolo vigila las inmediaciones para que no puedan espiarnos.

Habrá bebida y comida en abundancia pues se les tratara como invitados. A los que coman Sangre… pues se les proporcionara Sangre. Hehe.

Durante la conversación iremos dejando caer las preguntas entre Carienn y yo.

^{El sirviente de confianza de Narsés no es un ghoul, sino su chiquillo. Y no es su sirviente, sino su mano derecha, un cainita y además poderoso.}

Guillermo os recibe a vuestra llegada a las salas de Narsés ante la mirada inquisitiva de los vástagos presentes, y os hace un gesto para que le acompañéis. Tras un breve paseo por los pasillos del palazzo os guía hasta un patio interior.

_{*No he encontrado ninguna foto del patio de noche, lo lamento.}

-Aquí no nos molestarán ni nadie escuchará lo que tengáis que decirme. Podéis usar este mismo patio para hablar con los demás aludidos, -Guillermo se muestra tranquilo y comunicativo, afable y da apariencia de no esconder nada. A medida que empezáis a preguntarle cosas se muestra extrañado ante las preguntas, cómo si éstas no tuvieran demasiado sentido.

-¿Cómo te llamas? -Su aura expresa un gran desconcierto ante la pregunta.

-¿Os encontráis bien? Nos presentaron hace dos noches, ¿os acordáis? -girándose a Carienn- De no ser porque no disponéis de ese tiempo, os recomendaría que hicierais descansar a vuestro marido. Creo que lo acontecido anoche le ha afectado a la memoria.

-¿De qué color es mi chaqueta? -Su aura empieza a pasar del desconcierto a la ira.

-Espero que no me halláis mandado llamar para hacerme preguntas estúpidas. Pensaba que pretendíais salvaros de la muerte definitiva con una investigación seria.

Todos os empezáis a dar cuenta de que su predisposición inicial a colaborar empieza a pasar a un estado de irritabilidad que no os ayuda en nada y algo os dice que con antiguos cainitas la teoría del "polígrafo" no es en absoluto una buena idea. Llegados a este punto, replantead las preguntas que queréis hacerle, y si a los demás antiguos los vais a interrogar igual.

-Nuestras disculpas...- digo a Guillermo con un leve inclinación de cabeza. Luego miro a mi esposo preocupada y niego. Dar rodeos en las preguntas no parecía que nos fuera a llevar a ninguna parte, pese a las buenas intenciones de mi esposo.

Tras acabar sus pesquisas en el tejado y con el bello aun de punta, Paolo decide volver al palacio del príncipe, pero antes y conociéndose la ciudad como se la conoce, decide dar un rodeo e internarse en un túnel oscuro, donde se esconderá en las penumbra y parapetado tras cualquier tipo de cobertura, esperando ver si las sensaciones de estar siendo observado y perseguido eran ciertas y voltear las tornas, convirtiendo a su acechador en presa.

Si trascurrido un tiempo que él considere suficiente y su sensación de ser observado se rebaje, continuara su marcha al palacio, para hacer unas comprobaciones, pues cree haber obtenido una pista que seguir.

¡Maldita sea! Siendo así… no hay modo de saber quién dice la verdad y quién miente.

¿Alguna idea querida? Buscamos un antiguo con una capacidad de ocultarse exagerada que, además, no tenía nada en contra de la víctima. Lo cual indica que fue contratado para realizar el trabajo de algún modo, probablemente favores, ya que dudo que este asesino trabaje por simple dinero.

¿Y quien puede tener tanto para ofrecer como para pagar a un antiguo?

No lo sé. Quizás solo digo estupideces. Mis dotes como investigador no son gran cosa.

Al internarse Paolo en el túnel, la sensación de estar siendo observado desaparece, y no se vuelve a repetir mientras se acerca a palacio. Más tarde se reuniría con Asenoc y Carienn y la entrevista con Guillermo proseguiría.

-No os preocupéis, -El tono de Guillermo se relaja al contestar a Carienn- comprendo que estéis todos un poco asustados y aturdidos, pero ese no es motivo para perder la razón. -Se gira para hablar a Asenoc- Partiendo de la base de que yo me encontraba en las salas de Narsés y que no tengo motivo ninguno para acabar con la vida del pobre Roland, tal vez deberíais descubrir quién pudiera tener verdaderos motivos para eliminarle, y quién de los presentes en el cónclave tiene coartada para la noche del asesinato.

Cuando Paolo llegue al palacio y despues de que le indiquen donde están sus compañeros realizando los interrogatorios, este se dirigirá rapidamente al patio y preguntara nada más entrar -¿Tenían los restos de Roland todos sus objetos de valor encima cuando lo encontraron? Pues un humano arranco sus dedos una vez que lo asesinaron, y sólo se me ocurren dos motivos para tal acción, o brujería o joyería, así que en caso de que un anillo o sello se quedara atascado en el dedo del finado...

Adicionalmente, si nosotros hemos podido ver gracias a Auspex, que el asesino tenia poderes de Ofuscacion. ¿No podria el Principe, siendo Ventrue, hacer lo mismo para exculparnos?

Es tan obvio que no somos los asesinos que toda esta situacion me parece dantesca.

-Pues la verdad es que no lo se. -Guillermo parece un poco desconcertado- Pero me preocupa más la posibilidad de que el mortal en cuestión fuera un lacayo de la Inquisición, creo que deberé hablar con el Príncipe a este respecto. Si obtenéis la identidad del mortal, por favor avisadme. Por otra parte... -Guillermo parece pensativo- La verdad es que no me fijé demasiado bien en Roland, no se si le han robado algo. Eso supongo que lo sabrá mejor Lanzo, que era con quién más trato tenía.

Asiento ante las palabras de Guillermo.

-¿No había alguien que discutía con Roland la noche que lo conocimos? ¿Alguien que venía de los países herejes del sur y que no compartía su opinión sobre por dónde debía pasar la cruzada?- miro a mi esposo, pues Guillermo tenía razón. Si nosotros compartíamos la opinión de Roland de comenzar por Egipto, culpándonos de la muerte del susodicho mataba dos pájaros de un tiro.

-Si, así es... Tommaso pasó bastante tiempo discutiendo con él, lo que no tiene demasiado sentido, porque junto que el antiguo Ventrue es el otro antiguo que os ha acusado de ser los culpables del crimen.

Quizas deberiamos hablar con quienes nos han acusado. Aunque no se me ocurre como conseguir información de cualquiera que este involucrado. Creo que, dado que el asesino es alguien capaz de moverse entre las sombras, deberiamos consultar a los expertos.

Esta noche ire a preguntar a los Nosferatu del puente.

-Deberíamos empezar por los que nos acusan...- asiento, confirmando a mi esposo sus palabras.- ¿Dónde podríamos encontrar a Tommaso?- pregunto a Guillermo.- ¿Y que sabe sobre su facción ante las cruzadas? ¿Quién más comparte su idea?

-A Tommaso lo encontraréis en las salas, a pesar del asesinato de Roland, las negociaciones continúan. La posición de Tommaso frente a las cruzadas es la de mandar a los cruzados a Palestina. Oficialmente sólo los Lasombra cristianos comparten su opinión.