Partida Rol por web

Nothgoth - Memento Mori

Capítulo 2: La Guerrera

Cargando editor
17/10/2015, 18:34
Director

Erika guía a Erina hasta un ancho balcón que daba unas vistas estupendas del jardín. Allí había otras personas comiendo formalmente en pequeñas reuniones en otras mesas. A pesar de la cantidad de gente, parece que Erika tiene suerte y encuentra una mesa para Erina... Y "casualmente" es de las que está mejor situada. 

Le llevan a Erina un par de platos de picoteo, cada uno más delicioso que el anterior, y Erika acaba por retirarse (O al menos Erina no la ve por ninguna parte). Erina no puede evitar sentirse fuera de lugar entre toda aquella gente y sus conversaciones en murmuros, ¿Dónde diablos se habían metido los demás? Por mucho que mirara ahí o en el jardín, no había rastro de ellos. 

Pero alguien se acerca, y Erina no puede evitar separarse de sus pensamientos. 

Disculpe, señorita Goldspark. - Dice una voz bastante tímida y nerviosa, aunque por su forma de decir las palabras casi parecía que las hubiera memorizado. - ¿P-puedo acompañarla? No he podido evitar fi... Fijarme en que está sola y quizás le ape... Apetezca un poco de compañía.

Se trataba de Ricard Kihinstone y por la forma en que miraba a Erina casi parecía que le tuviera miedo.  

Cargando editor
19/10/2015, 12:29
Erina Goldspark

Erina está cada vez más incómoda. La tratan como una princesa y ella ODIA a las princesas. Pero tiene que cuidar el nombre de su familia, no puede tirar la mesa por ahí en frustración e irse por ahí... La ausencia de sus compañeros le preocupa, ¿Estarán tramando algo? ¿Los habrán apartado adrede? ¿Querrán quizás que ella no se entere de algo...? ¿O solo querrán crear las condiciones propicias para que...? Ah, hablando de roma, ahí está: La persona que Mr. Salzinni dice que quiere algo con ella. Que incómodo.

Incluso preocupada, su postura sigue siendo firme: Se sienta con la espalda recta, está bien acomodada y tiene los hombros relajados. Tiene una actitud un tanto marcial incluso ahí sentada. Sus ojos, resplandecientes en determinación, se fijan en el pobre capitán Picard. Ella se encoge un poco de hombros, decidiendo ser educada y no negarselo: No se percata de que ese gesto es un poco soez y para nada educado. -Adelante. Es tu silla después de todo, ¿Verdad?-, aunque le pica la curiosidad. ¿No es muy extraño que sean JUSTAMENTE dos sillas y que JUSTAMENTE sea la mejor mesa? Quizás Salzinni tiene razón... Pero también puede que el enano ese sea demasiado paranóico, ¿Desde cuando uno puede confiar en una persona con un nombre tan claramente falso?

-No me mires así.-, le espeta con velocidad, -No muerdo. Bueno, al menos no muerdo si hay alguna mejor forma de golpear, ¿Eh?-, bromea ella y ríe. Bromea como un bárbaro, se sienta como un soldado pero se viste y peina como una señorita. -Venga.-, hace un gesto para que se atreva a sentarse, -Y come algo, que me han traído demasiadas cosas deliciosas y como siga así tendré que duplicar mi ejercicios matutinos.-

Decidió intentar al menos amigarse con él y tratarlo como un colega. Seguro que él está igual de incómodo que ella, esto debe ser todo plan de sus padres... Si es que es un plan. No es que pretenda aceptarlo si Salzinni tiene razón, pero tampoco va a portarse como una cabrona. No, no, tiene que reservar la agresividad para el bueno de Harold.

Cargando editor
19/10/2015, 20:41
Ricard Kihninstone

Ricard sonríe tímidamente mientras que se sienta en la silla que ofrece Erina, y se ríe levemente de sus bromas. Tras que Erina le ofrezca probar su comida, él comenta. 

No, gracias. - Aunque su mirada decía "La necesito". - E-estoy... Estoy a régimen. - Se sonroja. 

Se pasa callado algunos segundos, tamborilleando nerviosamente en la mesa con los dedos y sin perder de vista a Erina. Erina no era de las que criticaban a nadie por su aspecto, pero la mirada de aquel tipo la estaba comenzando a perturbar. No había porque pensarlo pero... Era cómo si su mente estuviera en esos momentos llena de pensamientos impuros. De pronto, Ricard da una leve ojeada al busto de Erina y se sonroja de forma más pronunciada. Erina no sabía que tan impura sería la mente de aquel tipo, pero desde luego era evidente que estaba en una edad en la que sus intereses eran bastante primarios y poco educados. 

Ricard acaba decidiéndose y habla. 

Esto... ¿Cómo...? ¿Que tal...? - Dice tímidamente. - ¿Cómo ha ido el viaje, Erina? - ¿¡Erina!? ¿Que confianzas eran aquellas? Pero de pronto se retracta. - ¡Oh, oh...! Disculpe, señorita Goldspark... No pretendía... 

Cargando editor
19/10/2015, 23:37
Erina Goldspark

A Erina le resulta extremadamente incómodo. Intentó suavizar las aguas pero está claro que no es fácil. La mirada que le confiere le ofende bastante, su ceño se frunce... No es del tipo de personas que se ruborizan tsundericamente, más bien le molesta y punto.

-Esto... Sí. Señorita Goldspark. Y mis ojos están aquí arriba.-, se los señala con el dedo índice. Finalmente se relaja, dejando de mirarle como si fuese a darle un puñetazo limpio. Toma una actitud más relajada y más digna de una señorita. -¿A régimen? Bueno, como quieras. El viaje ha ido bien. Cansador y largo. Pero bueno para forjar carácter y ver diferentes paisajes.

Cargando editor
20/10/2015, 14:11
Ricard Kihninstone

Se puede sentir un leve "lo siento" en la dirección de Ricard tras la reprimenda de Erina, el joven miraba hacia abajo avergonzado... No era de extrañar que Ricard le diera tantos quebraderos de cabeza a su padre, el joven que tenía Erina delante era sólo un niño con un tamaño descomunal. Tras las últimas palabras de Erina, parece que Ricard se anima a añadir algo. 

¡Ah! Entonces... ¿Te han gustado nuestras...? - Duda. - ¿Las tierras de mi padre? Son muy tranquilas, ¿No cree? 

Cargando editor
20/10/2015, 23:34
Erina Goldspark

Erina ladeó la cabeza. Poco a poco empezó a comprender de que no se trata de un pervertido noble sino de un chico mimado que tiene algunos problemas de autoestima.

Suspirando, decidió ser lo más maja posible. No le sale natural. -Pues... Me parecen excesivamente limpias y bonitas. Nunca he visto un pueblo que no tenga a un solo mendigo, borracho o ladrón por las calles...-, piensa en como Samantha casi comentó al respecto. -Pero el castillo es muy bonito. Y el pueblo parece bonito también. Todo es pintoresco, sí...-, mira por el balcón, observando el paisaje, -Aunque me gusta más por donde crecí. Supongo que es porque estoy acostumbrada a ello, ¿Sabes?

-He escuchado que vas a competir en el torneo.-, no puede evitar que su mirada le juzgue, -¿Has luchado alguna vez? Tengo un... 'Amigo' de la infancia que supongo que participará así que me veo obligada a ir también y apalizarle~-, ella sonríe. Pronto se da cuenta de que debe haber parecido una bruta bárbara y que se supone que ahora está intentando hacer quedar bien a su familia. Carraspea y recupera la postura más elegante. -Ignora eso.-, sugiere, haciendose la dama.

Cargando editor
21/10/2015, 23:11
Ricard Kihninstone

Ricard abre muchísimo los ojos, tanto que Erina hubiera jurado que de un momento a otro iban a explotar.

- ¿Vas a...? ¿¡Vas a participar en el torneo!? - Dice exageradamente sorprendido, cómo si estuviera asimilando algo imposible. Pero de pronto se sonroja mucho más, casi parecía un tomate recien arrancado, y se calma. - Esto... No quiero decir que... No quiero... No quiero decir que no... que no... Q-que n-no puedas. - Intenta sonreír aunque el resultado el catastrófico. - Es decir... L-la iglesía... Quiero decir... Kihn, ve con buenos ojos que tanto hombres cómo mujeres luchen, ¿Verdad? - Ya se estaba tranquilizando. - ¿Eres una guerrera? N-nunca había visto ninguna. - Ahora casi parecía que admirara a Erina. De pronto parece que recuerda algo. - Oh... Y si, voy a participar. Bueno, realmente es mi primer torneo y... Soy bastante torpe pero... Mi padre siempre dice que no debo rendirme. 

Cargando editor
24/10/2015, 23:49
Erina Goldspark

Ofendida. Ofendida es la única palabra que puede eficientemente describir el rostro de Erina, el cual esbozó un gesto que recuerda a ver a una persona particularmente enojona morder accidentalmente aquello que le produce arcadas.

-Por supuesto que puedo. Y por supuesto que soy una Guerrera.-, lo dice con un tono tal que la mayúscula queda implícita, -Soy la hija de Marshall el Imparable, su sangre corre por mis venas.-

Consiguió controlarse antes de soltarle una verborrea... Pobre Ricard, está en un campo minado y aún así se las arregla para pisar cada uno de los explosivos.

-... Eh... Lo siento. No pretendía ser tan agresiva.-, niega con la cabeza, quizás hasta algo avergonzada... Aunque sigue ofendida, sabe que no fue la intención de Ricard. Su mirada de admiración se lo confirma.

-Pues... Veré de enseñarte una cosa o dos si nos llegamos a enfrentar.-, comenta ella, intentando arreglar un poco el error de tratar al hijo de un noble importante como le acaba de tratar, -Mi padre me ha entrenado bien. No te preocupes, yo solo golpeo tan fuerte como me golpean.-, guiña un ojo, divertida. En realidad siempre golpea para que duela, pero puede hacer una excepción. Se imagina que todos los que luchen contra él se rendirán y que si ella le da una paliza tendrá problemas. ¡Pero perder sería una deshonra! ¿Solución? Dar un buen espectáculo para que él quede como un buen luchador y un héroe o algo así y de paso ganar para mostrar que es digna de su nombre.

Cargando editor
26/10/2015, 00:16
Director

Las palabras de Erina no parecían haber tranquilizado a Ricard, que ahora miraba nervioso hacía los lados. De pronto, parece ver algo a espaldas de Erina y se sorprende. Una vez le confirma a Erina lo que había visto. 

Mirala, ahí está. - Era la voz de Samantha, a varios metros de ella. 

De pronto, ella y Mr. Salzinni se acercan hasta la mesa de Erina con paso firme. Pero cuando ven a Ricard se detienen en seco y le saludan respetuosamente con la cabeza. Mr. Salzinni hace de portavoz. 

Disculpad la interrupción. - Y entonces mira a Erina. - Así que aquí estabas, eh. - Dice Mr. Salzinni a Erina y le guiña un ojo. - No te encontramos en tu habitación y hemos estado dando vueltas por todo el castillo para buscarte. - Erina puede ver que Ricard mira en otra dirección, avergonzado. - Aunque veo que estás ocupada... Por lo que creo que voy a avisar a Ron de que no te has perdido. 

Cargando editor
27/10/2015, 13:13
Erina Goldspark

Erina se gira, viendo a su grupo.

-Vaya. Tampoco los había visto en mucho rato. Por un momento pensé que estaban volviendo a separarnos adrede, resulta que era solo una coincidencia. Pero... ¿Me buscaban por algo en particular? Estaba solo comiendo algo y hablando.

-Puedo costearme unos minutos para hablar con mi grupo, ¿Verdad, Ricard?-

Cargando editor
28/10/2015, 01:14
Director

P-por supuesto que no, señorita Goldspark. - Dice Riscard, al que parece intimidarlo la presencia de Mr. Salzinni.  

Oh, sólo nos gusta saber dónde estás, al fin y al cabo somos tu guardia personal. - Dice Mr. Salzinni, acompañando sus palabras con una risita. - Aunque deberías controlar a tu nueva sirvienta, ¿Te puedes creer que no sabía que estabas aquí? Si hubieramos seguido sus indicaciones no te hubieramos encontrado. - Mr. Salzinni le ofrece a Erina su típica sonrisa que ocultaba que sus palabras decían más de lo que parecía. - Pero lo dicho, si estás en tan grata compañía no veo motivos para preocuparme. Nos vemos luego, señorito Goldspark. - Lo de "señorita Goldspark" iba acompañado con un tono burlón.  

Mr. Salzinni y Samantha se despiden formalmente de Erina y Ricard y se marchan. El silencio tenso se prolonga durante lo que parecen varios minutos hasta que Ricard vuelve a hablar. 

Entonces... El torneo, ¿No? ¿Sabe que tiene que inscribirse previamente? 

Cargando editor
31/10/2015, 18:18
Erina Goldspark

Erina asintió ante las palabras de sus compañeros. Se le escapa una alegre sonrisa, no puede evitar llenarse de la sensación de que tiene quienes se preocupan genuinamente por ella. ¡Amigos! Vaya, es muy guay tenerlos, sí señor.

Cuando se retiran, ella se despide con tanta formalidad como le sale. No tan bien como a Mr. Salzinni pero seguramente tan elegante como Samantha.

Finalmente se fija en su compañero de mesa, relajándose un poco en la silla.

-No lo sabía. He llegado hoy, después de todo. Pero no puedo no asistir, sería como ser hija de los Honeycombs y no traer miel a una fiesta.-, refiriéndose a una familia noble de las Tierras de Kihn, la cual tiene las mejores granjas de miel de la zona.

Cargando editor
01/11/2015, 21:58
Director

Parece que a Ricard le hace gracia el último comentario de Erina. 

- S-supongo que tiene razón, señorita Goldspark. Yo podría... Quiero decir... - Parecía evidente que algo lo atormentaba mentalmente. - Le diré a Erika que la acompañe hasta el capitán de la guardia, es... Es el organizador del torneo. Haré que la vaya a buscar personalmente a la entrada del castillo. 

Tras eso la conversación se vuelve un tanto más trivial. Erina le cuenta parcialmente a Ricard cómo había ido el viaje hasta ahora, y parece que Ricard se interesa mucho más por saber si le había gustado que por los problemas con los que se había encontrado Erina. Tras lo que podría haber sido media hora, la conversación se vuelve aburrida y repetitiva, y parece que Ricard se da cuenta de ello por su expresión de arrepentimiento. Termina por despedirse de Erina, y ella, ahora ya comida, aprovecha para ir al punto de encuentro con Erika. 

Pero justo cuando llega a la entrada, alguien la alcanza. Se trataba de Samantha y un poco más lejos estaban Ron y Cormac hablando en un banco (O más bien, Ron decía algo mientras que Cormac sólo asentía). Ambos saludan a Erina con la cabeza. 

- Oh, Erina. Veo que por fin te has escapado de las garras de Ricard. ¿A dónde vas? No te puedes ni imaginar lo aburrido que puede ser escuchar a Ron hablar sobre sus planes. 

Cargando editor
02/11/2015, 21:35
Erina Goldspark

Tras la conversación con Ricard, que desgraciadamente se fue volviendo más monótona mientras más segundos pasaban (un ratio un tanto alto, aunque también es culpa de ella por no tener demasiados temas en común), se alegró de encontrarse con su grupo.

-¡Eh! Puf. Y que lo digas... Pues, iba a inscribirme al torneo en un rato. Tengo que mostrarle a todos estos lo valiente que es la hija de mi padre, ¿Eh? Y no te preocupes, Cormac, no será más aburrido que los sermones de mi madre.

-¿Hablaban de algún plan que puedan compartir conmigo, o en el que pueda ayudar?

Cargando editor
02/11/2015, 21:50
Samantha de Kihn

Samantha le quita importancia al asunto con la mano. 

Sólo están repasando la ruta que vamos a tomar. Estamos a poco días de la frontera con Goldort, aunque pasaremos pocos días por ahí e iremos directos a las montañas. Nos espera aún la parte más dura, así que quizás será bueno que nos tomemos un par de días de descanso aquí. - Pequeña pausa. - Así que el torneo, eh... ¿Que te ha hecho cambiar de opinión? - No parecía que aquello pillará por sorpresa a Samantha, más bien era evidente que lo estaba esperando. 

Cargando editor
03/11/2015, 14:49
Erina Goldspark

-Vale, vale.-, asiente ella, tranquila.

En respuesta a la pregunta de Samantha, ella sonríe confiada. -Resulta que un viejo conocido de mi infancia participará. Quiero darle la paliza más grande de su vida.

-Además, será divertido.

Cargando editor
03/11/2015, 21:00
Director

Samantha le echa una ojeada a de nuevo a Ron y Cormac y se encoge de hombros. 

Si, no estaría de más un poco de acción. Me moriría si nos pasáramos todo el tiempo descansando. Yo también me apuntaré. 

Samantha se queda esperando junto con Erina en la entrada del patio del castillo, hasta que por fin ven aparecer a Erika que se dirigía con paso rápido hacía ellas. 

Señorita Goldspark. - Dice respetuosa. - El señorito me ha informado de su intención de... Visitar la ciudad. Le he hecho preparar un carruaje al respecto. Hay lugares muy bellos que puedo recomendarle si lo desea. - Sonrisa servicial. 

¿Visitar la ciudad? ¿Acaso pensaban distraerla para que no consiguiera apuntarse? 

Cargando editor
03/11/2015, 23:21
Erina Goldspark

-Será divertido, Sammy~ A ver si me ganas.-, parece animada de verla luchar.

Erina bufa. Lleva ya demasiado el rato soportando las insistencias y acosos de Erika.

-A ver.-, dice ella, esta vez plantándose frente a ella. -Mira. No es tu culpa. Te deben estar dando la lata peor que a mi para que me tengas distraída y todo el rollo ese.

-Pero soy una Goldspark primero y una Imparable después. Voy a comportarme y no le faltarán los dientes a nadie que no se meta conmigo pero no me intentes llevar con una correa que no va a funcionar. Venga, Sammy, a apuntarnos.

Cargando editor
04/11/2015, 14:33
Director

Erika parece intimidada y algo asustada, pero Erina no esta completamente segura de que sea debido a sus palabras. Por el tiempo que tarda Erika en responder, es evidente que algún pensamiento la preocupa. 

No... No tengo el derecho de negaros vuestra voluntad, señorita Goldspark. - Entonces mira preocupada hacía los lados, se acerca a Erina y le susurra. - Pero tenga cuidado con Lord Kihninstone. - Y dicho esto, da un par de pasos atrás. - El carruaje las espera afuera... Podéis indicarle a dónde quereis que os lleve. 

Algo preocupada, Erina decide marcharse cuando ante junto con Samantha, y localizan rápidamente el carruaje (Por lo visto pocos nobles querían dar un paseo a esas horas). Erina le indica al cochero que las lleve hasta el cuartel de la Guardia, y dicho y hecho llegan ahí al cabo de pocos minutos (¡Vaya desperdicio de carruaje!). 

Erina desconoce si es porque la reconocen o porque tiene pinta de noble la razón por la que los guardias la dejan pasar al interior sin interferir. Una vez dentro pueden ver un pequeño salón, con poca más de una chimenea, un banco, una mesa y pasillos y escaleras. Los hombres que en ese momento estaban bebiendo se miran confusos entre ellos al ver entrar a Erina y a su acompañante. Uno de ellos, con pintas de autoridad, se levanta y se acerca. 

Buenas tardes, milady. - Dice mirando únicamente a Erina. - ¿En que la puedo ayudar? ¿Ha sucedido algún altercado del que nos tengamos que ocupar? - Se notaba que a aquel hombre le estaba costando a horrores hablar con aquella formalidad. 

Cargando editor
05/11/2015, 22:20
Erina Goldspark

Erina murmura palabras poco propias para una dama por lo bajo tras escuchar a Eika. ALA. YA SE HAN ARRUINADO SUS VACACIONES. Tenia planeado hostiar personas en un bonito torneo amistoso y ahora PAM. TRAMAS POLÍTICAS. Pobresita.

Sea como sea, asintió al consejo de Erika y se fue con Samantha.

Ante los tratos especiales y la forma en la que el guardia habló con ella, Erina suspiró suavemente. -No. No hay ningún altercado. Venimos a inscribirnos en el torneo.-, y le dedica una mirada firme, esa que tienen las mujeres nobles para decir 'Más te vale no hacer ningún comentario poco apropiado'.