Partida Rol por web

Las palabras del elfo le hicieron girar de nuevo la cabeza y mirar con incredulidad, primero a quien las había dicho y después al animal, que permanecía inconsciente ante el último golpe del guerrero. No negaba que un perro de monta podría ser útil, pero aquello era una locura; ese animal había sido entrenado por goblins, seguramente enseñado a atacar a todo lo que no fuera verde y pequeño, y seguramente a veces ni eso. No entendía mucho a los animales, ni tampoco la sociedad de aquellos pequeños seres escurridizos que habían asaltado el pueblo, pero tenía bastante claro que era mejor no dejar que se despertara. 

Así, mientras su reciente compañero hablaba sonriente, volvió a descolgar de manera casual el bastón y lo dejó caer* sobre el cuello del can, acabando con él definitivamente antes de que algún otro se uniera la descabellada idea de llevarlo con ellos...

Un momento de descuido bastó para que Nox ejecutara al pobre can. 

Pero ¿Por qué lo hiciste? Ese animal valía al menos 30 piezas de oro. Ahora sólo podremos sacar 10 por la piel y eso es. 

Bueno al menos será un bonito trofeo para la pared de alguien, eso asumiendo que hayan dejado intacto el cráneo. En fin, la próxima quizá tengamos más suerte. - digo mientras observo al pobre perro.

Antes de que se marchase Aldern Dedalera, Samay le dirigió una mirada de complicidad y coqueteo..... Os agradezco tales palabras caballero... le contestó... ¿qué os parece si inspeccionamos el pueblo en busca de algún trasgo rezagado?.

Yo preferiría inveztigar lo que zabe el goblin capturado, puez eztá claro que eztoz renacuajoz no han zido enviadoz a la muerte zin un objetivo. No tendría lógica alguna y ademáz, ya hemoz vizto que zon zuficientemente inútilez como para que unoz pocoz zupervivientez puedan zer derrotadoz por loz aldeanoz.

Busca uno de los cadáveres mientras habla y usa sus ropas para limpiar el filo de su hacha concienzudamente, sólo cuando toda la humedad de la sangre ha desaparecido asiente satisfecho y la vuelve a guardar a su espalda.

Cuidad vueztraz armaz chicoz, zon nueztra garantía de zupervivencia y el óxido de la zangre no lez zienta bien, aunque tengo una hiztoria zobre "Bebedora" que engrandecía a zu dueño y a ella mizma con la zangre de zuz enemigoz. Una gran ezpada zi queréiz mi opinión, una pena que zi no recibía zu pago en zangre acabab por zuccionar la de zu dueño.

Os dirigís a la plaza del mercado donde dejásteis a vuestra pequeña fuente de información maniatada e inconsciente, y allí sigue junto con Abstalar Zantus. Este en cuanto os ve llegar se acerca y os pregunta ¿estáis todos bien? ve las heridas de Caedum y empieza a pronunciar unas palabras y a hacer unos gestos mientras las examina, estas se cierran.

Después reanima al goblin.

Punta Arena está en deuda con vosotros, no creo que olvidemos como habéis hecho que el pueblo no caiga a manos de estos indeseables. Aquí tenéis a esta pequeña criatura, por no decir asquerosa, para que hagáis con él lo que queráis.

Tras esto se aparta.

Padre, ¿Tendrá un tonel de agua? Es lo único que necesito para hacer hablar a este gamberro. Bueno eso y una viga que resista su peso. - comento con serenidad.

Llegaron de nuevo hasta la plaza donde habían dejado al clérigo y a su prisionero. El pequeño ser verde seguía inconsciente y aparentemente sin ganas de despertar, por lo que hubo que reanimarle con un pequeño toque. Cuando el goblin vio su situación, primero se movió entre confuso y nervioso, para después quedarse inmóvil mirándoles fijamente. 

Si había miedo en su mirada no podría saberlo, pero si era consciente de que debería tenerlo. Él no quería tener nada que ver con lo que tuvieran planeado hacerle al pequeñajo, que así, atado e indefenso, incluso le daba lástima, así que se limitó a apartarse un poco y sentarse a unos metros de distancia en el suelo con las piernas entrecruzadas y los brazos sobre estas a la altura de las rodillas. Era una posición cómoda, una que le recordaba a todo el tiempo que había pasado así, meditando en soledad, a las afueras de su aldea. 

Cerró los ojos antes de ver como torturaban al enano verdoso, y suspiró, agradeciendo al menos el pequeño descanso.

En cuanto el clérigo me provee del tónel de agua cuelgo al goblin de cabeza justo sobre el tónel.

Muy bien alimaña eres bastante pesado ¿sabes? Ahora, si no tienes agallas para respirar bajo el agua te recomiendo que me digas. 

¿Qué mierda están haciendo tu y los tuyos en esta ciudad? - pregunto mientras sumerjo la cabeza del goblin dentro del tónel, para luego de algunos segundos volver a elevarlo.

El goblin está inquieto y nervioso, temiendo por su vida NO, NO ME MATÉIS OS LO DIRÉ TODO grita

El líder es un patilargo como vosotros al decir eso parece que se arrepiente pues se tapa la boca no quise insultaros. Nos dijo que mataramos a todos los del pueblo y que lo quemáramos que él iba en misión secreta al cementerio. De verdad eso es todo, no se más. dice gimoteando y como llorando

Se acerca al goblin acuclillándose para ponerse a su altura, su rostro porcino enseñando todos sus dientes y los ojos achinados. Su rostro a apenas un par de centímetros de la igual de fea jeta del goblin.

Ezcucha canijo, zuper penaz, agonía, meloncete, coñonez, bochornozizizizízimo, zezoz de cabra, mojón- empieza a espetarle mientras Eladamri sostiene su cabeza -dinoz donde ze encuentra la inmunda letrina de la que haz zalido con loz demáz y quizá zeamoz compazivoz contigo, ¿porque no matazte a nadie, verdad? No por voluntad zin duda, pero ezo te da una oportunidad zi te portaz bien, ¡habla!- suelta la última palabra como un ladrido. El goblin no iba a ir a ningún sitio y todos lo sabían, pero mejor batir el hierro mientras estaba aún caliente y dejarlo después a las autoridades mientras ellos investigaban el cementerio; la mente del semiorco ya estaba preguntándose que podría buscar alguien en el cementerio que no estuviese relacionado con la nigromancia.

Habla rápido que me estoy cansando de soportar tu peso a menos que quieras regresar al tónel. - le espeto al goblin mientras lo bajo lo suficiente como para que su coronilla toque el agua.

Vamos que no tengo toda la noche y muy probablemente tu tampoco si no hablas. - digo metiéndole prisa al asunto.

Este método siempre funciona, si lo sabré yo que he visto a varios soldados curtidos quebrarse ante esta clase de interrogatorio, durante mi época de mercenario. - pienso mientras veo al goblin solozando por su vida.

Aunque el descanso, aunque fuera de unos minutos, era reparador, y la compañía de Samay -que como él no se había unido al interrogatorio- era agradable, ver como torturaban a una alimaña asustada no era lo más entretenido del mundo, y rápidamente se aburrió de aquello, suspirando de impaciencia pensando en que ya sabían lo que necesitaban, y hacer sufrir más al pequeño ser era innecesario. 

Con movimiento cansino, se puso en pie usando la pared tras él como apoyo, y se acercó a sacerdote que permanecía apartado de todo aquello. 

- Oye, ¿por dónde está el cementerio? - Le preguntó en cuánto estuvo lo bastante cerca, antes de quedarse en silencio pensativo un segundo y continuar con otra razonable duda - ¿Qué crees que podría querer alguien de los muertos?

Sigue gritando NO ME MATÉIS!! se pone a sollozar Yo vengo de floresta musgosa se pone a gritar de nuevo NO MATÉ A NADIE DE VERDAD!! ME OBLIGARON YO NO QUERÍA

Al sacerdote Zantus se le nota preocupado el cementerio está detrás de la catedral, deberíamos avisar al alguacil e ir hacia allá ante la segunda pregunta responde No creo que quisieran nada bueno allí.

Se encogió de hombros. No necesitaba saber más.

- Dejad al goblin, no os va a decir nada más de utilidad, y no quiero que se escape nuestro invitado - Dijo sonriente mientras señalaba en dirección al cementerio, sin mirar a nadie en especial. Luego volvió su atención al clérigo y asintió -. Llama al alguacil, nosotros iremos primero.

Ya se había repuesto y estaba deseoso de moverse. La adrenalina de los combates había casi desaparecido, pero no del todo, y tenía ganas de seguir probando los límites de su magia para poder controlarla. 

Muy bien si nadie tiene más preguntas para nuestro huésped, maese Kalimash, sería tan amable de mover el tónel a un lado que necesito algo de espacio para descolgar al granuja este.

En cuanto el bardo me ayuda moviendo el tónel, bajo al goblin con cuidado y me dirijo al sacerdote.

Padre, ya acabamos con él, dejamos su destino en sus manos, lo que usted decida hacer con él no es asunto nuestro, pero le agradeceré que no lo libere, porque como yo lo vuelva a ver por la calle, no respondo, fijo que me lo cargo y de la peor manera posible. - digo en tono conciliador mientras paso del goblin.

Bueno chicos vamos a por el alguacil o prefieren ir directo al cementerio. Personalmente prefiero lo priero, pues, si se trata de un nigromante, entonces vamos a estar en desventaja, pero me ciño a vuestra decisión.

Durante un largo instante se plantea si acabar con el goblin o no, pero después decide que no es conveniente hacerlo en un sitio civilizado y más aún sin saber como reaccionarían sus compañeros, por lo que se levanta y dice -yo iría al cementerio antez. Laz piztaz tienen la mala coztumbre de enfriarze con el pazo del tiempo, yo no zoy un buen raztreador pero quizá pudiézemoz dezcubrir que buzcaba eze "patilargo". - sin duda más tarde debería volver a interrogar al goblin, con mas calma y paciencia.

Bueno pues al cementerio será. Sólo espero que no nos encontremos a una pequeña horda de no-muertos,  porque allí sí que nos las vamos a ver canutas.

Con la aceptación de Kalimash y Eladamri, eran ya tres de los cinco los que decidían moverse directamente al cementerio, así que sonrió y comenzó a andar hacia allí directamente, mientras jugaba en su mano con pequeñas chispas eléctricas que saltaban entre sus dedos hasta desaparecer en el aire. 

Podía saborear la emoción del triunfo en el ambiente, el ansia de la aventura, y estaba preparado para lanzarse de lleno.