Partida Rol por web

Me siento en la mesa y tiro 21 monedas de plata sobre la mesa en un pequeño saquito de cuero. Claro que si chico, ahí van mis monedas.

¿Whiskey? ¿Ha dicho whiskey? Buagh... por respeto a mi camarada irlandés tomaré una botella, en Escocia bebemos whisky... - dicho esto arrojé 2 monedas gordas, que equivalía a 50 monedas... dejando 8 a cuenta, porque 2 botellas me parecían pocas... si el brebaje era bueno 

Bueno, bueno, bueno... Mary "Labios jugosos", y no hablo de la boca..., parece que quiere guerra... Su proclama e intenciones han quedado bien claras... me cita desde la distania como a un murlaco... pues vale, si quiere que embista,... embestidas va a tener

Una ancha sonrisa ilumina mi rostro de oreja a oreja; una fila de perlas blancas que contrasta con mi tez extremadamente oscura, negra como la pez, mientras me acerco a la mujer, que, manos jarras contra sus caderas, mueve estas de forma provocativa, causando que otra cosa que va camino de ella, empiece a despertarse y moverse, según cierro distancias con la camarera; y es que las camareras... Dios..., como me ponen... Bueno, las camareras, las limpiadoras, las campesinas, las cortesanas, las putas, las monjas, las cabras, etc... no hay que andar con remilgos.

Ya cara a cara ante ella, su cara queda a la altura de mis pectorales, y ella, sonriente, levanta la mirada, lentamente, mientras una de sus manos empieza a acariciarme por allá abajo... joder,... esa mirada de corderito inocente me desmonta, y mira que se que es más puta que las gallinas, que aprendieron a nadar para follarse a los patos... Total, no hay que pensárselo más; doblo la cintura, de modo que mi hombro queda a la altura de su estómago, con la diestra la rodeo el tronco, y vuelvo a estirarme, de modo que... bueno, la llevo a hombros

A ver... necesito un sitio adecuado, romántico, con velas y tal, para echarle el polvo que le viene encima... Hum.... quizá la barra del bar, o la mesa esa del fondo, porque... supongo que no le importará en público... Ella me está arañando la espalda con las uñas, pero está riendo, mientras me dice que sigue esperando, que ya estamos tardando..., así que mientras decido donde ir, mi mano libre se desliza por debajo de falda, enagüa y refajos varios, buscando esos "Labios jugosos" de los que presume, para que vaya entrando un poquito en calor antes de darle alegría con el miembro...

... y es que como no lubrique bien antes....

Suelta un chillidito de sorpresa cuando llego a mi objetivo... y es que... aún no sabe que mis manos conocen artes que harán que se olvide de mi rabo y del de cualquier otro hombre o mandril que se cruce entre sus piernas.... Mientras, parado en medio de la sala, escruto buscando donde follármela -con cariño, que soy un romántico-, mis dedos están jugueteando como sospecho que nunca han hecho con ella; no se la oye hablar, solo... un jadeo, mientras sus jodidas uñas de gata se aferran a mi carne morena, y es entonces cuando lo siento... se está estremeciendo... está teniendo el que va a ser el primer orgasmo de su noche conmigo.

... Esta no sabe lo que la espera....

Así que uno de estos borrachos tuvo una buena idea, veamos de que madera están hechos estos grumetes, veamos si son dignos de ser llamados lobos de mar o apenas son unos gamberrillos de ventana.

Venga epieza a servir esos vasos y a ver cual de estos cabeza de pez cae primero ahogado en su propio vómito. - digo mientras me acerco a la mesa en donde se llevará a cabo la competencia se bebida listo para beberme hasta el mismo río Estigia.

De pronto reparo en la presencia de Ania en la mesa. - Señorita  Blade, ¿va a ser usted quien va a servir o viene a beber?

Maddock si la dama quiere beber, sírvale como a todos los demás aquí no hay corona para nadie. - anuncio con brío listo para beber.

La mesa en la que Maddock había propuesto iniciar una compencia con apuestas de por medio para ver quién bebería más de aquel elixir, se fue llenando de valientes competidores que aportaban sus monedas con aire desafiante y se arremangaban los puños de las camisas, preparados para beber lo que prometia ser puro alcohol en vena. El que más y el que menos parecían ser dignos y poderosos contrincantes, y al no conocerse prácticamente de nada, cualquiera podía dar la sorpresa. 

Payne estaba convencido que el escocés sería uno de los finalistas, y que sería francamente difícil que alguien le derrotase, sin embargo, el muy cabrón llevaba ya en su haber más de lo estipulado, y no sabía si su hígado colapsaría ante aquella aberración que iba a ser servida. Siendo sincero, Payne no creía tener ninguna oportunidad, pero al haber sido la joven Blade la que le animase a participar, y se entre veía por su mirada una promesa velada de que si aceptaba recibiría un grato regalo, no dudó en acercarse y buscar asiento al lado de MacKinnon y del capitán del Dragón, Nathaniel Drake.

- Aquí van mis 21 reales de plata, Maddock. Sírveme de ese elixir del que tanto te jactas y veamos hasta donde podemos llegar. - enunció con determinación el teniente del Royal Fortune, depositando otro saquito de monedas que no tardaron en contar y añadir al montón. Con alcanzar siete participantes, la suma del premio ascendía a casi 150 reales, lo que no estaba para nada mal. ¿Lograria ser medianamente competente?

Bubba por su parte tenía las prioridades claras, y con rostro sonriente vio como tomaba en brazos a la posadera y la hacia chorrear allí mismo. Payne le ordenó combos mirada acabar lo que tuviese entre manos arriba, en los cubiles dispuestos para ello, y confiaba que los gritos y gemidos que la mujer con toda seguridad promulgaría a los cuatro vientos no fuesen muy desagradables mientras bebían.

- Pues el mínimo de participantes debería ser cinco, y cuántos más mejor. ¿Alguien más quiere echarle huevos y competir?

Robb el Verde sacó algunas botellas más de la bodega, por si el número aumentaba considerablemente, y se ofreció para ser el juez de la prueba y descartar a los perdedores una vez ya no pudiesen mantenerse sentados y seguir bebiendo. ¿Quién se alzaría vencedor?

Loan se acercó a la mesa con una sonrisa divertida y apoyando un codo sobre el hombro de Maddock de forma amistosa, dio un trago para apurar su propia jarra.

- ¿Ya estáis jugándoos el sueldo con el bebercio? Esto no me lo pierdo. ¿Queda hueco o me tengo que conformar con mirar?- preguntó impulsándose y sentándose sobre un barril cercano a la mesa.

Jessen Royal se había levantado del asiento y salido fuera de la taberna, no sin antes despedirse de varios de los presentes, diciéndole algo en el oído a Blade, unas palabras que ella comprendería, como siempre hacía, y es que iba a dar un paso más en su aprendizaje hacia la femeneidad, pero para eso, necesitaba alejarse y coger sus ropajes, aquellos que había ocultado en la foresta y que le permitirían el cambio de identidad. No tardó demasiado.

Nadie le había seguido, su percepción era espléndida, y así fue como Jessy Royal entró en la taberna El Gato Marino. Era la primera vez que iba a un lugar como ese pero no como el capitán Royal, sino como una pirata anónima sin barco alguno al que rendir sus servicios...

¿Motivo para hacer eso?... No iba a beber sino a observar y controlar de que las gentes de su nao salieran del lugar en un estado similar de cómo entraron, vivos, pues mucha chusma se concentraba. Y es que aquella muchacha era desconfiada de por naturaleza y salvaguardaba a los suyos a pesar de ser considerada distante, seca y en muchas ocasiones, inflexible.

La bonita mujer con el rostro descubierto, a la par de sus pechos, libres bajo la opresión de la venda bajo la camisa, se percató de que las miradas masculinas eran bien distintas hacia su persona a cuando vestía como el capitán Royal. La vida era una verdadera mierda para las mujeres, motivo por el que tenía a Blade muy bien controlada. Nadie la dañaría ni la tocaría, a no ser que Ania así lo decidiera, ese era su acuerdo.

Jess tomó asiento en un rincón de la estancia, a pesar de que su aparición había recibido muchas miradas, quería un lugar distante donde poder observar y ver cómo aquellos cabezas de chorlito caían uno tras otro bajo cantidades ingentes de alcohol. Así se los llevara el diablo, a todos menos a los valientes hombres que habían jurado seguirla, ellos eran igualmente chorlitos, pero los consideraba SUS chorlitos.

El tuerto, hasta ahora en una mesa solo, con los pies encima de la mesa, fumando tabaco de liar y mirando todo lo que pasaba en la taberna, escucha dos palabras "apuestas" y "Alcohol", nada mas debia escuchar para que su atencion se desviase hacia la mesa de Maddock y sin mediar mas palabras, pone los reales en la mesa y se dispone a participar.

Una vez terminada su "Ronda" dice, -Alguien da mas?- Y sin mas palabra, se vuelve a su mesa para seguir apreciando el panorama... perdon, los montes de venus que se pasean por delante y las apuestas.

En su fuero interno, a Gil De Urdaneta, todo el mundo le empezaba a mirar mal... y eso no le gusta. Ingleses, holandeses... todos erejes que no merecen nada mas que un buen ladrillo vasco entre los ojos

Ya habían caído dos... lamentable, a las primeras de cambio... ahora me tocaba a mi, y a beber no me ganaba nadie... espero que las 14 pintas de cerveza que ya había tomado no lastrarán mi aguante...

Maddock, primer vaso...

glub... volqué el primer vaso sobre el gaznate... que whisky más malo, sería irlandés... al final las 14 pintas si que tuvieron su aquel... ya me había vomitado antes... ahora ademas me meé encima... cayendo después en una especie de sopor... un cálido sopor 

Cojo mis monedas de nuevo y me voy, no entiendo las reglas, se supone que hay dos jefes en la mesa ¿O qué?

Yo había propuesto un juego simple para rolear, de repente se han cambiado las reglas y la gente ya está tirando, PERO SI NI SIQUIERA OS HE SERVIDO TODAVÍA, no hay post roleando nada, solamente tiradas y más tiradas.

Recordad que esto no sirve para nada, estamos en el off topic, si no se rolean las cosas ¿Para que posteamos en esta escena? A mi las tiradas me sobran muchísimo pero comprendo que el factor suerte mola para saber el efecto de los chupitos.

Levantó la cabeza nuevamente, pues no hay chupito que me tumbe y lleno mi vaso... 

Por Escocia... Ye Jacobites by name, lend an ear, lend an ear - terminé entonando a voz en grito mientras vaciaba la botella

- ¡Eh, imbécil! Pieza sobre la mesa, pesa. - Gritó Payne clavando un cuchillo en la bolsa de cuero del tipo, cuando vio que el marica de Morgan quería tomar el dinero y largarse con el rabo entre las piernas cual perro apaleado. Si eres tan mierda de no querer beber, ya puedes largarte por donde has venido, pero una vez la competencia empieza, nadie retira sus apuestas. Lárgate si quieres, pero sin las monedas...

Algunos grumetillos de tres al cuarto no entendían modales, pero ya se encargaría el teniente del Royal Fortune de enseñarles.

Saco la pistola y le encañono desde el metro y pico que nos separa.

Nadie me obliga a aceptar unas reglas que no se han acordado antes, yo acepté las reglas del señorito Maddock, no las suyas señor Payne. Ahora saque lentamente su cuchillo de mi bolsa o tendrá que quitar una bala de su asqueroso pecho.

Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, desenvainé mi alfanje y lo coloqué sobre el cuello del tal Morgan... le ruego que guarde su arma, señor, no me gustaría manchar la hoja con su sangre esta noche - de pronto parecía estar totalmente sobrio y despejado...