Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 1. Atemporal

Cargando editor
04/06/2021, 19:05
Kalina Radoslawa

Ganadería gourmet: Mis gregatíllidos y yo. Exteriores del domo

Día. Hora aproximada

René, William y Kalina

No se había equivocado a la hora de elegir a sus compañeros para aquella tarea. René aportaría su experiencia como explorador, guiándolos de la mejor manera posible a pesar de no conocer el terrno. Y Billy... No hacía falta nada más que ver lo que les había traído. Ese joven parecía tener un don especial para el espionaje, el latrocinio y a saber qué cosas más. Pero todo lo que había llevado era de sumo valor en aquellos momentos.

No digas tonterías —riñó a René—. Tarde o temprano acabaremos adaptándonos y formando parte del grupo. Solo es cuestión de tiempo y de ser un poco más... abierto. Por supuesto que no nos vamos a poder llevar bien todos con todos pero al menos tendremos que aprender a evitar la confrontación. Siempre que se pueda, por supuesto.

Kalina cogió el arma y la miró con detenimiento. Sabía disparar, quizás no tan bien como algunos de sus compañeros pero por lo menos se podia decir que no era una completa patosa, y aquel arma en concreto era mucho mejor que llevar las arcaicas que se encontraban en la armería. Los contadores Geiger les iban a venir de perlas para evitar las zonas de radiación. Y por fin René podría disponer de un mapa en condiciones.

Como ha dicho René la mejor ubicación sería en una cueva. Así tendría la posibilidad de poder tener un insectario con las condiciones óptimas para las especies menos resistentes al calor, con oscuridad y humedad suficientes para su desarrollo. Pero que también pueda tener una pequeña zona exterior ya que hay especies, aunque aún no he tenido tiempo de estudiarlas en condiciones, que están muy aclimatadas a las condiciones de Protect, incluso algunos ya se habrán adaptado a la radiación —explicó, intentando hablar de manera clara sin tener que emplear términos científicos y enrevesados—. Hablamos por supuesto de especies tipo coleópteros, anélidos, nematodos, pequeños insectos...

Era por donde tenía que empezar. Estudiar en vivo especies mucho más grandes era una locura, al menos de momento.

Había obviado la referencia a Malbone pues poco podía añadir a lo dicho por Billy; aparte de un pequeño detalle que después de haber visto la relación entre el teniente y Grey podia no estar carente de lógica.

Aunque me joda reconocerlo, parece ser que Malbone es sumamente fiel al cuerpo y me imagino que al teniente. Ya has visto cómo Townhall trata a su gente, más como amigos que como subordinados. Así que supongo que el respeto es mutuo y por eso se permitirán ciertas licencias. Aunque son solo suposiciones.

Pero no estaban ahí para hablar de Malbone sino para llevar a cabo la tarea que el teniente le había dado a Kalina.

Centrémonos. ¿Véis algún lugar en el mapa que pudiera encajar con lo que yo pido?

Cargando editor
04/06/2021, 23:43
René Carracci

Ganadería gourmet: Mis gregatíllidos y yo. Exteriores del domo

Día. Hora aproximada

René, William y Kalina

René escuchó las palabras de Kalina con la conciencia de que esa era su forma delicada de decirle que no fuera tan arisco con el resto de compañeros, su forma de ayudarle a llevarse mejor con el resto. Quizás haberlos invitado a ambos a acompañarla era su manera de lograr un mayor entendimiento. O quizás había sido casualidad, pero el hydriano prefirió pensar que aquello se debía a un acto de inteligente conciliación de Kalina. René no quería defraudar a su amiga y decidió mostrarse menos hostil con Thompson. Tendría que aprender a separar su desconfianza hacia él de su trato como compañero, compartimentar sus emociones: tragarse lo que no le gustaba y ser discreto a su alrededor. Bien visto, la relación con ese muchacho podría llegar a ser un excelente aprendizaje.

René miró con sorpresa el maletín de Thompson, del cual empezaron a salir artilugios como si fuera el caparazón de la Añosa Mágica*. Cuando le ofreció un rifle láser, René le respondió:

Muchas gracias, Thompson, pero prefiero seguir con esto de momento —dijo dándose una palmada en el hombro en que tenía su Winchester—. Agradezco tu gesto, pero no me gusta salir con un arma que no he desmontado yo mismo antes. Guárdamela para trastear con ella después. —Aunque el hydriano prefería las armas mecánicas, sabía usar también armas láser: Leonora no daba puntada sin hilo y les había familiarizado con aquellos aparatos. Sin embargo, era muy quisquilloso respecto de sus hábitos armamentísticos, pues sabía que su seguridad dependía de ello. Después de rechazar el arma educadamente, se agachó junto al maletín y agarró uno de los mapas—. Esto, sin embargo, sí te lo voy a aceptar. Gracias.

René dejó que sus compañeros se encargaran de los medidores de radiación, que él nunca había manejado, pero aceptó también el comunicador, aunque dijo:

Aunque tengamos comunicadores, será mejor que no nos separemos. —No pensaba dejar sola a su amiga ahí fuera.

Miró el mapa con una sonrisa.

Esto es otra cosa. Veo que hay unas colinas a unos diez kilómetros al oeste. Si se parecen a las que vimos el otro día, deberían tener algunas cavernas apropiadas y, si vamos a paso ligero, debería ser poco más de una hora. Es lo más cercano que hay. ¿Te parece aceptable? —le preguntó a Kalina, aunque empezó a caminar en esa dirección incluso antes de esperar una respuesta—. Claro que el día que haya que llevar el material va a haber que usar el camión.

Después le comentó a Kalina en tono distendido y contento, casi pueril, como si fuera un alumno con ganas de aprender y consciente de su ignorancia:

Supongo que esto cuenta como la primera clase. Todos esos nombres que has dicho, ¿son insectos? —La siguiente pregunta, sin embargo, la hizo con un tono más serio—. ¿Crees que corremos el riesgo o la suerte de encontrarnos con algo más grande? Según el mapa, se han visto skullreps al sur y al noreste, a diez kilómetros del domo e incluso menos.

Después de escuchar atentamente la respuesta que Kalina le diera, y siguiendo con su propósito de ser más amigable con Thompson, decidió conversar más calmadamente con él.

Se nota que no sólo se te da bien colarte en sitios, sino que también estás familiarizado con las armas. ¿Qué hacías antes, en la Tierra? —le preguntó con genuino interés.

Recordó el descubrimiento que hizo con Kalina, Eylo y Jean durante la primera semana y se dio cuenta de que Thompson podría ser la pieza faltante del puzzle. Pero eso sería más adelante, ahora tenían otra tarea entre manos.

Notas de juego

*Añosa Mágica: figura del folclore natgrewniano. Hace referencia a la historia de «La añosa» y al Festival de la Añosa. La Añosa Mágica es la tortuga que cada año trae regalos y, en las historias para niños de Natgrew, lleva los regalos en su caparazón gigante.

Cargando editor
04/06/2021, 23:46
Daya Banerjee

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

-Todo tiene luces y sombras, nada es perfecto. En eso radica la belleza. El peligro tiene una belleza innata a veces… y nos atrae. Hay tantas cosas por conocer aún, en Eridani, en Innum, son todo sistemas nacientes, quedan muchas generaciones para que conozcan todos los entresijos de los dos. Cartografiar, investigar, descubrir. Será el trabajo de mucha gente-levantó la mirada hacia donde Eylo más miraba, ahora sabía qué buscaba-Eridani, la ilusión de Eylo. Algún día me lo enseñarás. Estoy segura de que, tarde o temprano, si todo va bien y conseguimos seguir aquí, nos darán una misión cerca. Si hay tantos piratas, lo mismo poner orden puede ser una opción en algún momento… ¿Crees que Eidolon la detuvo queriendo? Eso le conferiría algo así como empatía, cierta inteligencia-levantó una ceja, interrogante, pero no en el sentido de no creer a Eylo sino planteándose esa posibilidad por primera vez.

Asintió y se arremangó para dejar al descubierto su tatuaje.

-Es lo que espero para mi… Hay que leerlo de abajo a arriba. El comienzo, el inicio, es mi nacimiento. Este infinito en vertical es el tiempo de la niñez y la adolescencia, donde no sabes que quieres, necesitas la ayuda de la familia. Los horizontales son mis idas y venidas, la búsqueda de mi sitio en este universo, mis cambios de ideas, mis tropiezos, todas esas cosas… y esto del final es una flor de loto, símbolo de estabilidad, seguridad, éxito entendido como el haber encontrado la razón de la existencia, el lugar en el que uno está en paz… y los puntos representan el resto de mi vida en ese lugar, en ese equilibrio, hasta el final.

-Eso es lo que significa para mi. El que lo consiga será una mezcla de empeño y suerte, que depende de tantas cosas que, visto desde aquí, suena igual que una empresa titánica, como mirar a las estrellas en busca de Eridani. Me siento muy pequeñita cuando miro mi tatuaje y pienso en todo esto, cuando miro a las estrellas buscando Innum y proyecto en mi mente la cantidad de años luz que nos separan, la cantidad de planetas, estrellas, nebulosas, planetas y civilizaciones que hay entre medias. Eso me hace ser muy consciente del poder que tenemos para cambiar las cosas, es casi nulo, somos como motas de polvo en mitad del universo… pero comprender eso me genera el sentimiento de que somos participes de algo tan grande que estoy segura de que cada motita de polvo tiene un significado y un propósito en el conjunto. Quizás es algo contradictorio, lo sé, pero ver esto sobre nuestras cabezas es tan mágico… -señaló el cielo que les cubría con las dos manos, abriendo sus brazos en un giro que abarcó toda la cúpula celeste que desde allí veían.

-Como una familia, sí, eso sería lo suyo. Que fueramos capaces de elegir lider y trabajar como una familia unida y bien avenida, como la mia, como tu y la tripulación de tu nave. Sin nadie que intentara sobresalir por encima del resto, destacar y repuntar, sino como un engranaje perfecto que rueda gracias a todas las piezas-miró la piedra que había cogido en su mano y la levantó un poco, sopesándola, al igual que hacia con la última observación de Eylo. Pero no le contestó, solamente le agradeció con una sonrisa aquel punto de vista. No se veía tan especial ni importante como para que todos tuvieran la suerte de que ella estuviera allí, pero si él lo pensaba así, a ella le valía y le era más que suficiente, no necesitaba más-Si, un cotilla mayúsculo con cara de pocos amigos y más de ocho patas. Un habitante de este planeta desde antes de que llegáramos nosotros a molestarlos. Aún no se lo que es peligroso o no aquí y, lo mejor en estos casos, es tener todo lo que no se sepa identificar a una respetable distancia. Ya se fue, no hay problema-miraba fijamente hacia la dirección por la que había visto escurrirse a aquel ser.

 

Cargando editor
05/06/2021, 00:03
Jim Foster

El médico, pese a su profesión, era bastante tímido, o esa sensación me dio cuando le solté varios comentarios en plan de broma sobre los condones. El tipo se puso colorado como si nunca hubiera roto un plato. Aquella ingenuidad me gustaba.

- Venga, dale! Móntate y ponte cómodo - lo vi hacer alguna especie de ensayo en el vehículo al que Yum había retirado el motor para una puesta a punto. Igual Duke no se dio cuenta de aquello porque tenía el capó bajado y parecía un vehículo en perfectas condiciones pese a que le faltaba una pieza clave.

Me subí por el otro lado y tras verlo dudar sobre qué botón pulsar, le di el visto bueno - sí, ya sé que hay muchos botones, pero tú vete a lo sencillo... el verde - el salpicadero del vehículo no tenía nada que envidiar a la cabina de un avión, salvando las diferencias, por la multitud de botones que tenía - tranquilo, tú agarra bien el volante con las dos manos - igual el médico sabía conducir ya, aún así, me dio la sensación que lo suyo no era la velocidad - parece que vas pisando huevos - al estar sentada junto a él, me acerqué y le traté de separar las piernas con la mano izquierda - mira de frente - como un pato mareado mirando a todos los sitios y a ninguno - Ese pie apártalo, es que no puedes tener los dos pies sobre los pedales, no para comenzar, eso para cuando tengas más destreza - para aprender, tendría que ir poco a poco. Lo básico era utilizar un sólo pie para los pedales.

- Esta palanca es para la reductora, pero no la vamos a necesitar, así que, conduce como si fuera un coche normal - desactivé las palancas, así podía conducir con mayor libertad - te voy a ayudar un poco con el acelerador - estiré la pierna hasta coincidir con la suya y pisé el pedal casi hasta el fondo. El motor rugió y el coche embistió - agarra el volante y que no te controle a ti - tampoco es que fuéramos muy veloces pero al menos así no nos cogería ni Mikhail corriendo - ¡Gira, gira! - igual lo de "agarra el volante" lo había entendido de manera literal porque ni lo movía - sigue acelerando - tuve que darle un movimiento algo brusco con mi mano para que girase bien - tienes que acompañar el giro y prever hacia donde se va a ir el vehículo - igual debería de bajar la velocidad, me parece que está sudando. Igual es de los que se marea si va muy deprisa. Rebajé la presión sobre el acelerador y volvimos a ir a paso lento.

- ¿Qué, cómo lo sientes? ¿Habías conducido con anterioridad? - me recliné en el asiento para fijarme en los retrovisores - tú los espejos, como que no, verdad? - Sonreí; vale que había seguido mis consejos pero igual los llevaba demasiado a rajatabla - sí, sí, te dije que miraras de frente pero... también tienes que ser capaz de fijarte en los indicadores, mira en el panel figura que el nivel de tracción no es el adecuado - pulsé un por de botones y el indicador empezó a equilibrarse - las ballestas son los muelles de los amortiguadores, si te fijas ahí - muestro el indicador que salía con una luz anaranjada - salta la alerta con cada bache, eso es porque aún están muy duros, hay que trotarlos más o aflojarlos en el taller - igual Yum había seguido las instrucciones del manual a rajatabla y sí, estaría bien, pero ahora se estaba viendo que no era del todo suficiente - Bueno, se me ocurre un truco, para ahí - no era plan de ponerse a intentar arreglar los amortiguadores en la mitad del desierto.

- Por cierto, ¿Me podrías dar clases de primeros auxilios? Un contenido mínimo, ya sabes, para el examen - esperaba que de igual modo yo le estaba enseñando a conducir, él me diera clases particulares para poder superar la prueba sin mayores contratiempos - a ver, no sé, podría pasarme unas horas contigo en plan "observadora" o enfermera en prácticas en la enfermería para ver y tal - no esperaba tener que ayudar en ninguna operación pero oye, como mejor se aprendía era en los casos reales. Seguro que sería mucho más entretenido que estar en una clase de legislación - ¿Qué tal llevas lo de los artículos de Einar y Emory? Yo fatal, pero bueno, algo intentaré para aprobarlo.

- Ah, me podrías pasar algún tipo de calmante en plan relax, ya sabes, para los nervios. A veces me cuesta dormir por los nervios, la tensión... - los exámenes me traían bastante loca, aparte que estaba ayudando en la cocina a Narel y también participaba en las clases físicas de Vera, con lo que el tiempo se me esfumaba y me estaba empezando a asustar el tema del examen de legislación - algo para dormir, ya sabes, tipo lexatin o parecido - esperaba que me diera algo fuerte, al menos que sirviera para dormir por la noche.

Una vez el vehículo ha quedado inmovilizado y me encargo de que lo esté para evitar circunstancias imprudentes, paso al asiento de atrás - ven, que te voy a enseñar lo de las ballestas de antes - aparté el equipo que había metido en el taller para la zona trasera del maletero - mira - salté y lo animé a que hiciera lo mismo - ¿Ves? Los amortiguadores están duros - la suerte que es no llevábamos a nadie de pasajero sino acabarían con el culo dolorido - luego hablo con Yum para que les dé un repaso; ah, no te preocupes no es ningún problema ahora.

- ¿Dónde lo habíamos dejado la última vez? - me coloqué encima con bastante determinación y empecé a besarlo.

Cargando editor
05/06/2021, 18:11
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Te lo he puesto tan bien que aun te vas a decepcionar —bromeó riendo levemente, cuando habló de la posibilidad de inteligencia en Eidolon, Eylo pensó un poco antes de responder, no porque dudara de ello, sino por la impresión que pudiera dar con su convicción —. Lo hizo. La tiene. Estoy seguro de que la tiene.

Eylo escuchó a Daya describiendo el significado de su tatuaje, el eridiano intentó fijarse en cada elemento que iba describiendo a través de la penumbra que apenas daban las estrellas y la linterna que habían sacado. Movía la cabeza asintiendo, afinando la vista e imaginando, cuando acabó de escucharla se quedó con lo último que dijo la innumita. Sonrió con una ironía ausente de malicia.

La nota disonante —recordó el eridiano mirándola —. Somos polvo de estrella, pero las estrellan no se preguntan su lugar en el cosmos. Por eso somos las notas disonantes buscando encajar en la melodía —luego su tono se suavizó a casi un susurro, pero éste poseía aquella convicción tan propia de Eylo —. No, no es para nada una contradicción.

Con un gesto de buscaba suavizar la densidad de la charla acerca del Domo, Eylo se encogió de hombros junto a un suspiro pensativo.

No todos lo ven así, por lo que no importa cómo queramos llamarlo al final —dijo con tranquilidad —. Cuando esto acabe, los que quedemos, estarán sujetos a la jerarquía militar. Cabo, sargento, teniente.. obedecerán si quieren seguir aquí. En ese contexto, importará la forma en la que hayamos ido construyendo el Domo, las amistades, las rivalidades, las enemistades.. —suspiró un poco agrio al mencionar esto —. ..en fin, intento no ser absoluto en mis juicios, pero cuesta. Solo espero que acabe imperando el sentido común, la lógica de saber que, al fin y al cabo, esto es el ejército y no el patio de recreo de una academia.

Mencionar esto hizo que se le notara la frustración, pero relajó los músculos y asintió escuchado la descripción del cotilla. Hiló un tono más jovial que el precedente a tus palabras.

Bueno, se preguntaría qué hacían dos intrusos en su hogar —rio levemente —. Seguro que Kalina ya hubiera salido tras él.

Cargando editor
05/06/2021, 21:52
Daya Banerjee

No quitó ojo de encima a Eylo durante su intervención. No podía estar más de acuerdo con él en las cosas, casi parecía increíble encontrar a alguien que pensara tan parecido en aquella jaula de grillos que era ahora mismo el domo. Eso la tranquilizó, le hizo constatar que no era un bicho raro pensando como pensaba y, ni mucho menos le sonó extraña la afirmación de Eylo sobre su Eidolon. Asintió lentamente en silencio, pensando en las posibilidades.

-Una inteligencia inmaterial, intangente, gaseosa... hasta donde llegamos a conocerlo. Nunca me he planteado ciertas cosas, he vivido demasiado centrada en mi planeta, en mi día a día, ahora veo que debería haber tenido más interés en el resto pero la verdad es que no tenía demasiado tiempo libre para pensar más allá de como organizar la siguiente expedición, que ruta seguir, donde aterrizar y dejar lo más seguros posibles a la siguiente expedición de científicos inexpertos en Innum. Lo que quiero decir es, ¿hasta donde conocemos de Eidolon? ¿Puede ser una inteligencia gaseosa, por decirlo de alguna forma? También es posible que debajo de todos los kilómetros de gas y polvo cósmico exista algo que aún desconocemos...-miró a Eylo sabiendo que estaba buscando una explicación a algo que quizás él lo viera más metafísico o, incluso y a pesar de toda su historia, religioso-...una superficie, una especie inteligente que aun no conozcamos, pueden ser muchas cosas que aún nuestra mente no logre ni de lejos imaginar porque carecemos de los conocimientos necesarios.

Se mordió levemente el labio. Había algo que quería plantear pero no sabía cómo hacerlo, pero quizás con Eylo era de las únicas personas con las que podría atreverse a sacar el tema.

-Es como con ese bicho que tenias detrás. Hasta hace unos segundos ni sabía que existia esa especie. La he visto y ya la conozco pero, ¿y si debajo de esta arena hay otra forma de vida? Mientras que no la veamos, desconocemos que existe. Y...siguiendo con el bicho y lo que habrá pensado al vernos... Los skulreps.Se que estamos aquí para proteger de ellos a la humanidad pero, verás, cuando atacaron mi asentamiento ellos no venían a matarnos directamente, solo destruyeron las instalaciones. Llegaron, las echaron a bajo y se fueron. Me dio la sensación de que venian buscando algo en concreto, algo que estaba allí dentro, no a matar personas y a exterminarnos. Llámame loca y di que estoy equivocada pero, creo que me gustaría saber qué venían a buscar para conocer un poco más sus razones. Quizás son como ese bicho de antes, quizás creen que hemos invadido su terreno y solo quieren que los dejemos en paz.

Lo miró de reojo, esperando su reacción. Era la primera vez que hablaba de aquello con alguien aparte de su hermano. Pero él no había percibido aquello en el ataque, para él todas las personas que murieron fueron a manos de los skulreps y no había otra explicación posible que el exterminio de la raza humana. Daya quería buscar la explicación, la razón del problema, si lo descubrían exactamente, quizás pudieran darle un fin pacífico a los enfrentamientos entre ambas razas. Puede que fuera un pensamiento demasiado de color de rosa, demasiado buenista. Pero desde su punto de vista, había que agotar todas las opciones posibles.

Cargando editor
06/06/2021, 03:26
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Eylo escuchó a Daya con una sonrisa permanente en los labios, sus reflexiones le causaban recuerdos de preguntas que él mismo se hacia, teorías e ideas largo tiempo desarrolladas por los científicos, y soñadores, más estrambóticos que habían estudiado aquel misterioso mundo gaseoso.

No tanto como se quisiera —explicó con calma —. Creo que la humanidad llegó hace.. ¿doscientos años? a Eridani.. sí, creo que sí. Se detectó la anomalía, se desplegaron estaciones de investigación.. pero nunca se fue capaz de atravesar las nubes bajas del planeta, ni tampoco traducir la señal. Se perdió el interés.. y.. estaciones como Políxene.. se van abandonando o se transforman —se encogió de hombros —. Yo creo que hay algo bajo sus nubes. Sí.. una.. conciencia.. —torció el morro, pero ante la confianza y resolución de Daya, Eylo tomó el último peldaño que necesitaba.

No lo contamos mucho —divagó un poco, buscando cómo abordarlo —. Porque es algo que no tiene explicación. Hay historias entre los eridianos, sobretodo los que trabajan en la órbita de Eidolon —la forma que tenía Eylo de contarlo le daba cierta aura de misterio, como si una historia de fantasmas se tratara —. Apariciones inexplicables.. sombras en la superficie del planeta.. señales fantasma en los senores.. presencias invisibles.. hay quien dice que ha visto a gente muerta hace años, caminar por los pasillos de las estaciones y luego evaporarse sin dejar rastro —respiró hondo, pero Eylo hablaba como si fuera un tema serio, o que creyera en él —. Como si.. —se giró repentinamente hacia Daya, con el tono de su voz embebido por cierto entusiasmo frustrado —..Como si.. algo.. alguien.. quisiera comunicarse, pero no pudiera. Pero.. no es aterrador.. yo no.. —se calló de golpe, sintiéndose descubierto por hablar en primera persona del acontecimiento —..yo no creo que sea malo. Es como si alguien.. algo.. quisiera ayudarnos, comunicarse.. pero no es capaz de comprendernos, ¿sabes?

Sabiéndose descubierto, suspiró relajándose un poco, volvió echar una mirada al cielo y respiró hondo. No sabía cómo, no era algo que soliera contar, pero la forma de comprender la realidad de Daya le dio esa confianza.

Cuando me tenían los Lucerianos y atacaron los Soldados Espaciales.. fue un caos. Entonces.. vi a una chica, una que no era parte de los rehenes, los terroristas, los soldados.. sin decirme nada, me guio por un lugar seguro —hablaba de esto con mucho cuidado, como si lo reviviera —. Me salvó. Sé que lo hizo. Luego.. desapareció. Yo pregunté por ella, pero.. no había nadie con esa descripción. La volví a ver de nuevo.. el día que localicé la estación donde nací —giró la cabeza hacia Daya —. ¿Lo entiendes? Ella, la misma chica, apareció en el puente de la Rust cuando estaba de guardia y me señaló el cuadrante donde encontraría Políxene. No.. no entiendo por qué lo hizo. Qué razón tendría, pero.. esa es la razón para creer que hay algo importante en Eidolon. Que hay esa.. consciencia que dices que hay.. que intenta comprendernos, que intenta comunicarse con nosotros.. pero.. —apretó los labios con cierta frustración —. ..aun no puede. No sabe. Y.. quiero comprenderlo, ¿sabes? Descifrar la Anomalía, porque creo que es un mensaje importante, algo que nos cambiará.. como a mi me ha cambiado.

De repente se sintió un poco azorado por aquellas palabras, aunque confiaba que, como mínimo, contaría con el entendimiento de Daya, no estaba seguro si aquel giro de tuerca fuera demasiado para la aceptación de la innumita. En ese momento se llevó la mano al pecho, echando en falta algo importante, y dirigó la mirada al Domo 12 fugazmente.

La verdad es que en Eridani nunca hemos tenido ataques de los skullreps, nunca los he visto —admitió sintiéndose, en parte, afortunado —. Aunque me cuentan que los eridianos, la mayoría, proceden de Marte. Que Marte fue arrasado por los skullreps hace dos siglos, pero bueno.. no sé mucho de eso —se encogió de hombros, atendiendo las reflexiones de Daya —. No sé qué responderte a eso, Daya. Quizá se trate de un error de comunicación, quizá nos sientan una amenaza, quizá.. no lo sé. Pero hay mucha sangre derramada ya.. generaciones de muertos y sufrimiento.. si en origen fue un error, esa razón se perdió hace tiempo —aplicó cierto pensamiento realista a los acontecimientos, pero buscó no ser categórico —. Si mañana se descubriera que todas estas matanzas se debieron a un error de comunicación, a un ataque preventivo skullrep que escaló en intensidad por las represalias mutuas, ¿crees que acabaría todo? —la miró a los ojos, atravesando la penumbra que los rodeaba, intuyendo donde se encontraban —. Me gustaría pensar que así es. Pero.. hay muchos muertos.. mucho odio.. mucho sufrimiento.. No es fácil, y yo no puedo hablar, porque no he sentido esa pérdida. Tú sí, los tuyos sí. Dime, ¿perdonarías? ¿Perdonarían los tuyos?

Cargando editor
06/06/2021, 12:07
Sargento Dunne Grey

A darse de madres. Gimnasio.

Día 9. Cinco de la tarde.

Grey y Mikhail

Dunne miraba a Kurik con la tranquilidad de quien estudiaba los pensamientos que las expresiones faciales mostraban, comprendiendo que ambos tenían una forma de ver la vida distinta, aunque la exsargento tenía claro que eso era porque Mikhail no parecía ser un tipo muy social, probablemente en otras condiciones, sus formas de actuación diferirían a la trayectoria marcada hasta el momento. El combatiente necesitaba amigos a los que cuidar y verse arropado por ellos, de esta manera encajaría mejor en aquel contexto de entrenamiento. El problema es que se habían reducido mucho las posibilidades con las acciones que la mujer, no dudaba que hubieran sucedido.

- Es un trato, tú cuidas de mí y yo haré lo mismo contigo - Dijo Grey con seguridad, marcando un lazo invisible en aquella nueva relación - Comprendo que no te gusta que te mientan, a nadie le agrada a decir verdad. Ahora, debes entender que a veces las promesas tienen complicaciones, a veces las cosas salen bien y otras veces no sucede lo que se busca - Fue rápida en decir lo siguiente para no mostrar ningún tipo de inseguridad en el muchacho - No quiero decir con esto que no vayas a aprobar con un ocho, eso sí puedo lograrlo, con un 98% de posibilidades. Muy mal debe irme como para no lograrlo... - Y con ello determinaba que debía mover hilos para conseguir su propósito, no tenía seguridad completa a nivel estadístico - Tú solo relájate este mes, aunque debo decirte que si miras un poco por encima la legislación te irá bien para saber lo que debes o no hacer... Cuando seas soldado juramentado un error como el de... Bueno, un error te puede generar un consejo de guerra y expulsión - Dunne miró muy seria al hombre para certificar algo sobre su palabra dada - Yo nunca miento cuando negocio, esa es la base de mi especialidad. Si lo hiciera nadie querría pactar conmigo y eso implicaría que no valdría para nada - Explicó con naturalidad - Aunque comprendo que debes ver para creer, el tiempo me dará la razón...

Kurik había aceptado las llaves del Eagle y la mujer se subió a la aeronave número 1, acomodándose en el asiento del copiloto, mientras mantenía la conversación con el joven, totalmente relajada, ni Noor llegaba a estar tan cómoda a su lado, como si realmente no tuviera miedo de enfadarle o verse en inferioridad física frente a él - Estoy loca, eso no voy a negarlo, tanto como para ser quizás una de las pocas personas que haya fumado a tu lado y solo le hayas dado una leve regañina - ¿Tanteaba el terreno? - Un día deberíamos salir de marcha, tomar unas copas, relajarnos, ya sabes... Pero sin compromiso - Le guiñó el ojo mientras se ponía el cinturón de seguridad y le daba las indicaciones oportunas - Ve en dirección sur, debería haber unas colinas en esa zona... - Dijo sin demasiada convicción como si realmente no tuviera muy claro hacia donde se dirigía - Sé que en el sur hay unos miriápodos gigantes que tienen un veneno bastante potente, necesitaría extirparle las glándulas a uno de ellos para poder comercializar con él, tienen un precio de mercado realmente impresionante. El problema es que son criaturas bastante ariscas, con mandíbulas y jodidamente rápidas, si encontramos alguna deberíamos disparar a la cabeza, el cuerpo es grande y duro, el caparazón a veces para buena parte de las balas y no acaba dañando al animal... - Explicó mientas Mikhail se elevaba en vuelo para comenzar aquel particular viaje.

Desde el cielo las vistas del planeta serían muy monótona, con un suelo rojizo y algunas depresiones del relieve, dando la sensación de que era un desierto abrupto y desolador. Un sitio muy inadecuado para hacer supervivencia.

Notas de juego

Tira por pilotar, a ver cómo llevas el Eagle...^^

Cargando editor
06/06/2021, 13:08
Yum Ziam

Vuelo nocturno. Hangares.

Día 12. Noche.

Einar y Yum

 

Los ofrecimientos de Andersen a Ziam eran no solo amables, determinaba que el joven quería que Yum superase la prueba que tenía pendiente, aquel examen de legislación que podía ser un verdadero dolor de cabeza para alguien que apenas tuviera un nivel de estudios aceptable.

- Sí, voy a tener que asistir a los repasos del almuerzo - Concordó ella, consciente que cualquier mínimo de tiempo invertido era un paso más hacia el éxito. Cualquiera en su situación habría tirado la toalla. Sue estaba como Yum, solo que la pelirroja tenía asumido un suspenso como una catedral, mientras que la oriental, no dejaba de mirar los apuntes para intentar sacar algo más de conocimiento.

Ambos se acercaban al Eagle y la mecánica abrió la puerta para que el piloto pudiera inspeccionar la estancia. Estaba completamente limpio, casi se podía decir que olía a nuevo, aún sabiéndose que aquellas naves debían llevar en activo unos cuantos años - La seis, va muy suave, lo único que quizás cambiaría de esta es la tela que tapiza el techo, está sucia y no sale con los productos especiales de limpieza. He pedido recambios, así que cuando lleguen haré esa modificación. Ahora a nivel mecánico, este es el que mejor está de todos, no hace ruido y las piezas están bien lubricadas, permitiendo un engranaje perfecto.

Comenzaron a producirse las conversaciones personales, preguntando Ziam el porqué Einar había decidido alistarse - La invasión fue muy dura - Corroboró la joven - Mi padre siempre decía que lo mejor era no salir del taller porque si el enemigo estaba fuera, no tendríamos nada que hacer... Él no era un combatiente y temía por su familia... - Comentó con un tono de voz serio, recordando alguna escena sucedida en el pasado.

Ziam podía comprender bien el porqué Einar había decidido convertirse en soldado espacial y acceder a las duras pruebas que la Comandancia planteaba - Se pueden hacer muchas cosas buenas desde este lado, no tener el uniforme delimita la capacidad de actuación - Comentó con voz suave antes de atender el asunto sobre Grey

- Einar yo no te juzgo por lo que digan los demás - Dijo Yum tras escuchar de labios de Andersen que algunos lo consideraban un chivato por haber hablado con el teniente sobre el tema de Dunne - Hiciste lo que creíste conveniente, estoy segura de que fue así, no eres una mala persona y no hubieras querido que pasara lo que ha pasado. Es más, de hecho tú no tienes la culpa, si Grey ha sido castigada por sus acciones, la única culpable es ella. Podía haber sabido el teniente la infracción por ti o por cualquier otro del Domo. 

Yum siguió escuchando el relato para comprender mejor la situación, mientras el piloto liberaba su alma y detallaba lo que realmente había sucedido.

- Yo creo que simplemente no se puede controlar todo lo que se hace... Es decir, si hubieras sabido estas repercusiones, probablemente hubieras intentado cubrir a Grey, pero de haberlo hecho quizás Daya se hubiese visto afectada, o tú mismo... - Suspiró - Cuando las cosas salen mal pero no hay maldad de fondo en las acciones, no se puede tomar el tema tan en serio como cuando se busca el objetivo de hacer daño... Einar, tú eres una buena persona que por intentar ayudar, ha sucedido algo que escapaba a tu control. No deberías sentirte mal por ello... Ahora, si te quieres sentir mejor, quizás deberías hablar con Grey y explicárselo... - Indicó la oriental diciendo algo más - Quienes te conocemos no vamos a juzgarte mal, eso es seguro - El piloto se acercó mucho a Ziam y ella no desvió su contacto visual, poniéndole una mano en la mejilla, un gesto cariñoso que intentaba descargar los remordimientos del joven - ¿Te sientes mejor? - Había en ella una genuina preocupación y si no fuera por la timidez natural de la oriental, posiblemente, le habría abrazado.

Cargando editor
06/06/2021, 14:41
Einar Andersen

La muchacha asiática destilaba ternura y sencillez por todos los poros de su cuerpo. Parecía hablar siempre con el corazón en la mano y con la preocupación constante de no molestar o dañar a nadie. A Einar aquella forma de ser le parecía absolutamente encomiable, si bien la revestía de un punto de fragilidad que preocupaba genuinamente al piloto. ¿Realmente alguien tan bueno como ella podía sobrevivir a algo tan duro como la formación en las Space Force? El Gunpeyano lo desconocía, pero haría lo que estuviese en su mano para que así fuese, visto que como para él, las intenciones de Yum para con el uniforme estaban encaminadas hacia marcar la diferencia de lo correcto.

El interior de aquel biplaza era un reflejo más del altruismo de aquella muchacha. Haber logrado dejarlo en aquel estado era un reflejo de la ingente cantidad de horas que le había dedicado, sin que nadie se lo hubiese pedido. Cuanto más conocía de su coterránea mejor consideración tenía de ella. 

Ante su amargo secreto, Yum volvió a ser un deje de comprensión y afecto de cara a Einar. aportándole razonamientos comprensivos y palabras de ánimo una detrás de otra, logrando borrar el temor de que al haberle contado eso le fuese a mirar con otros ojos.

Y todo aquello culminó en aquella inocente y reconfortante caricia. El piloto no pudo evitar sonreír, completamente desarmado por la mecánico. En un descuido se descubrió a si mismo desviando la mirada por un instante hacia los labios de la chica, rectificando en seguida la mirada, para llevarla avergonzado al suelo. ¿Qué había sido eso? Estaba seguro que en otro ambiente y quizá con alguna cerveza encima se habría lanzado a besarla sin temer al probable tortazo posterior que aquello provocaría. Y agradeció sinceramente el no haberse encontrado en tal tesitura. Probablemente aquel impulso contenido venía motivado por la situación de vulnerabilidad en la que se había encontrado y por otro lado, poner en riesgo el aprecio de la mecánico era algo que no podía permitirse.

Tras un instante pudo recuperar la compostura, recuperando su habitual sonrisa  confiada

-Que cojones... ¿Has volado alguna vez en un caza?-preguntó en tono animado, señalándole con la mirada hacia el asiento  secundario de la cabina mientras él se sentaba a los mandos con una amplia sonrisa estampada en la cara y que se extendía hacia su mirada, la cual brillaba emocionada.-Porque ya va siendo hora de que pruebe este modelo y necesito la asistencia de un mecánico cualificado para que me pueda dar sus impresiones en vuelo

Cargando editor
06/06/2021, 18:56
Duncan "Duke" McCarthy

Duncan se puso todo lo cómodo que pudo en el vehículo, que era lo menos parecido a su corvette que había conducido en su vida. Era como pasar de un barco a vela a un portaviones, lleno de botones, palancas y cositas que podían hacer que algo tan fácil como ir hacia delante, atrás, derecha o izquierda fuera algo condenadamente difícil. Botón verde, con ese el vehículo arrancó, ronroneando como, bueno, aquello no era un ronroneo, a no ser que el gato pesara 20 toneladas y estuviera afónico, pero si que tenía cierto tumbao, cierta musicalidad. Agarró el volante con las dos manos y empezó a darle gas, despacito, para salir del hangar despacito y cuando le dijo aquello de que iba pisando huevos se puso a mirarla, molesto. Abrió la boca para responderle pero no le salió ningún sonido, así que se quedó con la boca abierta y dio un salto cuando le intentó separar las piernas con la mano. Ah no, que no era que le estuviera metiendo mano, es que tenía que quitar los dos pies de los pedales, solo un pie, asintió con una sonrisa cuando le dijo que mirara de frente, y entonces dio un respingo temiendo estar a punto de chocarse.

Palanca reductora, conducir como un coche normal, vale, lo tenía, pero entonces Jim le puso el pie encima, en algo que sería sugerente, incluso sexy, si no fuera porque el vehículo empezó a acelerar como si todos los caballos se hubieran puesto de acuerdo. Agarró el volante, bueno, agarrar era un eufemismo, lo estranguló, cerrando las manos en torno a él como si fuera su mayor enemigo y lo quisiera ahogar. La puerta del hangar, se la iban a dar, giró, giró, parecía que no, parecía que se la daban, porque girar aquel cacharro era como girar un tren, como hacer saltar una ballena, pero al final pasaron por la puerta sin tocarla, aunque, muy muy muy muy cerca. Suspiró y se limpió unas gotas de sudor que perlaban su frente, ya estaban a campo abierto, y como no cayeran en una zanja todo iba a estar bien. Se llevó la mano al comunicador, soltando el volante y escribió rápido

- Lo siento como si estuviera en San fermines, he conducido, pero nada tan grande, no se parece en nada a mi corvette. No puedo hablar y conducir a la vez.

Volvió con las manos al volante y reparó en los espejos. Afortunadamente estaban perfectos, porque los dos medían lo mismo, así que no había tenido que tocarlos, y estaban más o menos bien de pura suerte. Indicadores sí, entonces aquella lucecita roja parpadeando indicaba el nivel de tracción, luego había otra luz naranja, había que aflojar aquí, intentó quedarse con los botones pero creía que no iba a ser posible, conducir en la configuración por defecto sería lo mejor. Cuando le dijo que parara allí, Duke asintió, obediente, y dirigió el troncomóvil a donde le dijo, clavando los frenos y siendo de todo menos fino. Bufó, fastidiado, por las dificultades que tenía y en cuanto se detuvo soltó las manos del volante para teclear.

Asintió, claro que le enseñaría, aunque fuera un sucio hombre de los que no le gustaban a su amiga Vera. Escribió con la tranquilidad de no poderse estrellar y la voz metálica del comunicador dio voz

- Claro, pásate cuando quieras, para un mínimo te bastará con 3 o 4 horas. Cosas que hacer en campo de batalla, nada difícil pero que pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte. - Negó aunque la parte divertida de que fuera su enfermera le disparó la imaginación. Seguro que Jim se prestaba a jugar a la enfermera sexy, pero en la enfermería no se iba a permitir ese tipo de cuestiones, era un profesional, así que le dijo - Las heridas de la enfermería no creo que te sirvan, pero te enseñaré a distinguir cuando alguien está muerto o no, taponar heridas, hacer torniquetes, tratar venenos, ese tipo de cosas...- Bufó fastidiado al recordar legislación y se encogió de hombros - Creo que lo llevo bien, estudio mucho cuando puedo, pero es un coñazo... No te preocupes, eres una chica lista, seguro que lo pasas.

Se quedó mirándola muy serio. Le estaba pidiendo drogas?. El tema de tomar pastillas para dormir no era de la cuerda de Duke. Las pastillas solo servían para enmascarar síntomas. Igual estaba mal, igual se estaba exigiendo mucho, así que miró a Jim con auténtica preocupación y le escribió

- Te daré 3 o 4 pastillas, pero si siguen los síntomas tendrás que hablar con el psicólogo. Si estuviéramos en zona de combate no habría problema, pero las pastillas solo son un parche... Que te preocupa? Estás bien?

Le pidió que lo acompañara a la parte de atrás para enseñarle lo de las ballestas. Saltó imitándola, era divertido, casi como saltar en la cama o en los sofás, aunque distinguir en base a esos saltos si las suspensiones estaban duras o no estaba más allá de su capacitación. Se dejó caer en el asiento y la miró de reojo con una sonrisa. Estaba loca, pero era su tipo, definitivamente era su tipo, aunque no había vuelto a pasar nada y aunque no lo evitaba tampoco es que se hubiera acercado mucho. Estaba pensando en eso cuando Jim le preguntó donde lo habían dejado, Duke miró hacia el volante pero Jim hablaba de otras cosas.

Se colocó encima de él, besándole con esos labios que tenían dos funciones principales, hablar y volverlo loco, y ahora, en aquel modo de volverlo loco, bueno, podría decir muchas cosas pero casi todas serían mentira, lo cierto era que le gustaba, y aunque no la entendía todo lo que le gustaría no dejaba de desearla. Respondió a sus besos con ardor, porque los escoceses nunca retroceden en el campo de batalla, y como un William Wallace espacial la liberó, la liberó de la casaca, y el sujetador fue después, necesitaba tocar, sentir su piel, sentirla. Era sencillamente perfecta. Abrió la boca, intentó decirle lo preciosa que era, pero, solo consiguió mover los labios, ni un sonido, aunque si se hubiera acercado, tal vez habría escuchado el corazón de Duke disparado, palpitándole en los oídos como si fuera un yunque. Se quitó su casaca, la camiseta y la atrajo hacia él.

Por los clavos de cristo y la sangre de todos los McCarthy, esa mujer se iba a enterar de lo que valía un escocés, y es que, había que ser muy hombre para poderse poner una falda sin avergonzarse, y hasta los escoceses más bajitos se crecen cuando la ocasión lo merece.

Cargando editor
07/06/2021, 20:51
William P. Thompson

Ganadería gourmet: Mis gregatíllidos y yo. Exteriores del domo

Día. Hora aproximada

René, William y Kalina

La sonrisa de William volvía a mostrarse relajada después de algún tiempo de grandes preocupaciones que tenía pensado dejar atrás, donde quedaba gente de confianza que cuidarían un@s de otr@s. Consideraba que no tenía nada que añadir a lo que Kalina le decía a René, a fin de cuentas era lo mismo que pensaba él, pero decidió no reafirmar las ideas de la joven, pues daba por hecho que así Caracci las aceptaría mejor. 

Asintió firmemente a Radoslawa respecto a lo de la cueva - Tu eres la experta - sentenció con una leve inclinación de hombros, a fin de cuentas su opinión al respecto dejaría mucho que desear en comparación con la de la croata, nunca le había llamado mucho la atención la biología, aunque ahora empezaba a pensar que iba a tener más importancia de lo que había pensado hasta ahora. - Coleotoros, aneee... ane algo - intentaba recordar los nombres, pero decidió que hasta que no los escuchara por lo menos varias veces más iba a ser misión imposible - Bueno, ya he aprendido algo... que si quiero aprender los nombres mejor tomar notas - afirmó con una sonrisa divertida, al tiempo que hacía un gesto con la cabeza en señal de estar dispuesto a avanzar - Es algo básico en la Space Force, hay que trabajar en equipo y eso sólo se consigue respetando a tus compañeros... no por ser tus superiores u otras razones... si no somos capaces de trabajar en equipo y de respetarnos no pasaremos las pruebas... - Billy hablaba con bastante confianza, a pesar de que eran meramente ideas suyas, siempre se le había dado bien interpretar información ya fuera en un papel o en una persona. 

- Como quieras - sentenció al comentario de René - Aunque después de la excursión había pensado devolver el material a la sala de telecomunicaciones, pero si quieres una... quizás no pase nada - En realidad no tenía claro que podría pasar, le había dejado claro a Townhall que se había colado en telecomunicaciones y que sabía a la perfección lo que había allí, pero ni le había prohibido usarlo ni se lo había permitido, pareciera como si fuera otro tipo de prueba. No parecían el tipo de pruebas que pondría para ver si alguien merecía pasar o no, si no más bien del tipo de pruebas que te ayudan a calar a la gente... eso a Thompson le daba igual, él siempre se mostraba tal y como era, no le preocupaba mucho la opinión de los demás y no le iba a importar la de Townhall por mucho que fuera el teniente. 

Dejó algo de privacidad en la conversación a René y a Kalina, pues parecía que se entendían muy bien y no quería entrometerse en nada... la sonrisa de William dejó escapar un par de leves carcajadas ante el comentario de René - En realidad me escapaba más que me colaba, aunque por extraño que parezca lo que hace falta para lo uno es similar a lo otro - No deseaba tampoco esclarecer demasiado de quien escapaba, pues ya había comentado que el pasado importaba poco, al menos para él y lo último que quería era hablar de su padre - Aunque he recibido una educación estándar de alguien que aspira a la Space Force... Estrategia, Tiro, Cartografía, Supervivencia... esas cosas, aunque mi especialidad siempre fue escaquearme - afirmó sin mucha convicción - ¿Y vosotros? - aprovechó para devolver la preguntar e ir conociendo un poco más a sus compañeros, a Thompson no se le había pasado por alto el comentario que hizo Grey al respecto de Caracci y alguien con suficiente "fama" de explorador para que llegue a los oídos de los mandos de la Space Force debía ser conocido, William por el contrario sólo tendría fama de ser un problema, como dejó entrever Grey. 

 

Cargando editor
07/06/2021, 23:28
Daya Banerjee

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

 

-No se si lo perdonaría, si lo perdonaríamos, me incluyo. Solo busco respuestas, entender, saber las razones verdaderas, las que generaron el enfrentamiento inicial… Es duro ver lo que provocó el ataque, a donde me ha traído a mi, tan lejos de lo que más quiero. ¿Lo podré perdonar?-negó lentamente en la oscuridad-No lo sé, no tengo esa respuesta aún. Hoy por hoy, se me hace difícil…-no, no tenía una respuesta rotunda ni válida aunque fuera para ella y Eylo pensaba como la mayoría respecto a ese tema, así que de nuevo, la sensación de que era demasiado considerada con los skulreps pensando en sus razones en lugar de pensar en los muertos en su propio bando hizo que guardara silencio sobre ese tema más. Quizás era el momento de dejar a un lado ciertos pensamientos y ser totalmente objetiva. Estando donde estaba ahora debía serlo, sí o sí, no había otra opción ahora.

Se tumbó boca arriba, sin importarle llenarse con el polvo de Protect. Estaba acostumbrada a ciertas cosas y sabía que la visión sobre ella de la cúpula celeste sería, simplemente, impactante en aquella posición. Le daba igual mancharse el uniforme y tener que lavarlo al día siguiente, había cosas que eran inevitables si se quería hacer las cosas bien.

La oscuridad reinante, el silencio que se hizo entre los dos en ese momento, creo el efecto deseado y Daya pudo imaginarse flotando en el espacio. Era maravilloso no tener cerca ninguna construcción ni ningún relieve natural que rompiera el vacio estrellado que se abría ante sus ojos. Era especial tener a su lado a alguien que respetaba los silencios sin hacerlos incómodos, que los creaba para respetar sus tiempos y que disfrutaba de lo mismo que ella.

Eylo comenzó a relatarle algo que ella no esperaba de esa forma pero, justo por eso, la atrapó en la descripción de los hechos y los sucesos que, sabía, habían marcado a su compañero. Lo escuchó en silencio, visualizando cada cosa que el relataba, haciéndose mil y una preguntas y temiendo hacerlas por que no quería que él se detuviese, quería que se lo contara todo, quería saberlo todo. O, por lo menos, todo lo que él quisiera contarle. Dejó de ver las estrellas incluso. Sus ojos estaban muy lejos, intentando horadar la superficie gaseosa de Eidolon, de descubrir sus secretos.

Cuando él terminó de transmitirle sus sentimientos, porque Daya sabía que acababa de abrirse en canal con ella, se mantuvo en silencio durante un buen rato esperando a ver si él seguía contando más cosas. Cuando vio que no, que el silencio se alargaba, giró su cabeza hacia él. Era muy difícil que él viera su expresión, pero ella sabía que si aquella conversación hubiera sido en el comedor o en la zona de esparcimiento, con luz y mirándose cara a cara, él hubiera visto sin ningún tipo de duda la fascinación que sentía reflejada en su rostro y en el brillo de sus ojos.

-¿Qué se siente?-preguntó simplemente, impresionada-Tienes que tener muchas preguntas…

Cruzó sus manos sobre su estómago, olvidadas ya las estrellas.

-Esa chica… estoy segura de que existió… ¿no has intentado buscarla? Tiene que tener alguna relación contigo. Eidolon tiene la capacidad de entender o, mejor, de ver lo más íntimo de una persona. Vio tu necesidad, lo que te faltaba para ser libre…Es increíble.

El tono de Daya era de profundo respecto por lo que había escuchado. Estaba realmente impresionada y Eylo supo que ella hablaba en serio y compartía ahora, quizás, la misma curiosidad que él por conocer los secretos de Eidolon.

Cargando editor
08/06/2021, 02:09
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Eylo asintió comprendiendo la respuesta que le estaba dando Daya, era una de esas cuestiones en las que no había una de correcta, ya que nadie podía hacer justicia por los muertos. El eridiano sonrió levemente, buscando salir por un camino más luminoso.

Creo que serías capaz de perdonar —dijo convencido, la miró de soslayo —. No te seria fácil. Pero si hubiera una respuesta razonable a todo esto.. creo que serías capaz de hacerlo.

El eridiano imitó a Daya, tumbándose, aunque a él sí le molestó la tierra, quizá por la falta de costumbre. Tardó un poco en acomodarse, pero al final se resignó que aquello no era lo ideal. Se encogió de hombros ante su pregunta, dubitativa.

¿La verdad? No lo sé. No sé lo que se siente. En ese momento era.. real —dejó que esta palabra flotara en sus labios unos segundos —. Tan real como estamos aquí. Solo sabía que.. ella quería ayudarme. Y lo hizo. Pero.. no sé la razón. No la sé.

Nunca lo he hecho —admitió Eylo —. Puede que la tenga, o puede que, simplemente, es la forma con la que.. sea lo que sea.. quiso ayudarme. Siento que si investigara más al respecto, perdería algo. Y, en cualquier caso, las respuestas que quisiera encontrar están en Eidolon. Por lo que me temo que.. eso tardará en resolverse —comentó con cierto sentido del humor —. Sea como sea, algún volveré para encontrar las respuestas.. Ahora.. —se incorporó para quedarse sentado de nuevo, y volvió la mirada con tono burlón —.. creo que urge más que aprobemos ese examen de leyes.

Cargando editor
08/06/2021, 06:57
+Mikhail Kurik+
Sólo para el director

Mikhail asintió en silencio, al oír cómo la ex sargento afirmaba el trato que habían establecido. Si la joven mujer le sacaba del aprieto en el que se encontraba, y le ayudaba a superar el resto de la mierda que parecía desear echársele encima, el ruso no dudaría en cuidarle el trasero, y ayudarla en lo que pudiera necesitar. Después de todo, habría demostrado que era alguien a quien tener a su lado, además de que no le caía mal como el resto de los gusanos de mierda en aquel sitio. – Bien. Es un trato. – Dijo con simpleza, a medida que le dedicaba una mirada que parecía desear analizarla en silencio, mientras escuchaba lo que tenía para decir respecto al tema de las mentiras. Volvió a asentir, mostrándose un poco comprensible. – Concéntrate en que yo pueda aprobar esa basura. A cambio, si necesitas mi ayuda, la tendrás. – Le aseguró con frialdad, dejando en claro que, sin importar si tenía que partirle el cráneo a alguien, lo haría sin dudarlo. Las deudas debían de ser pagadas como correspondía, y no dudaría en pagar su deuda con Grey, si esta cumplía con su parte. Pobre del idiota que se ganara la ira de la joven mujer.

No obstante, al oírla hablar respecto a la legislación militar, el joven frunció el ceño, ciertamente cabreado por el hecho de que pensara que no sabía algo tan básico como lo que se debía o no hacer. – No soy un idiota. – Le aseguró con un tono seco, a medida que le dedicaba una mirada mientras se acercaban hacia uno de los Eagle. – No necesito leer esa mierda para saber lo que tengo que hacer. La serpiente de mierda me provocó. – Si se hubiera callado la maldita boca, y no hubiera hablado a sus espaldas, no habría hecho nada de eso. Sin embargo, había optado por hablar de él con otros, y aquello era algo que el chico no permitiría. Por otro lado, ahora debía de agregar el hecho de que Lizza había abierto la boca, nuevamente. - ¿Me estabas probando? – Entrecerró los ojos al escuchar el comentario de la ex sargento. La cabrona le había provocado para ver cuál sería su reacción. - ¿Te gusta jugar con fuego? – Le preguntó, mirándola como si fuera una maldita loca, tan sólo para esbozar una sonrisa divertida, a medida que se preparaba para pilotar el Eagle.

Enarcó una ceja al escuchar la sugerencia de la mujer, para luego dedicarle una mirada, como si buscara ver detrás de aquellas palabras que había pronunciado. - ¿Relajarnos? – Por la forma en la que se había expresado, el ruso estaba casi seguro de lo que la ex sargento deseaba. - ¿Así te diviertes también con el enano? – Le preguntó sin mostrar emoción alguna al respecto, antes de encogerse de hombros. Había notado la cercanía entre esos dos, por lo que era probable que Grey se “relajara” con aquel gusano también. – Tal vez. – Dijo con simpleza, sin decir nada positivo o negativo respecto a la sugerencia, para luego dar inicio al sistema del vehículo. No estaba desesperado como el enano. Lo de Lizza había sido más para atormentarla que otra cosa… y había funcionado, aunque también había tenido sus consecuencias. – Tú señala, yo disparo. – Afirmó con total confianza en sus palabras, a medida que dirigía el Eagle hacia el sur, dispuesto a encontrar a sus presas. Le demostraría a la mujer de lo que era capaz, para que pudiera apreciar lo ideal que era tener a alguien como él como su aliado. - ¿Y tú? ¿Vas a dispararles también? – Le preguntó con cierta curiosidad, no sabiendo si la ex sargento era sólo buena para hablar y hacer amigos en todas partes.

- Tiradas (1)

Motivo: Pilotar

Dificultad: 0

Habilidad: 11

Tirada: 2 2 6

Total: 2 +11 = 13 Éxito

Cargando editor
08/06/2021, 20:23
Kalina Radoslawa

Ganadería gourmet: Mis gregatíllidos y yo. Exteriores del domo

Día. Hora aproximada

René, William y Kalina

Observó el mapa con atención cuando René le habló de unas cuevas a diez kilómetros. Aunque su amigo había dicho que en una hora a marcha rápida se podía hacer, Kalina no estaba tan convencida. El calor, la gravedad... Eran cuestiones que había que tener en cuenta también y, a pesar de que la distancia era mayor de lo que a ella le hubiera gustado, al menos era un trayecto que podía hacer a pie sin problemas. O sin problemas siempre y cuando no se encontrase de frente con algún skullreps.

—Si son cuevas parecidas a las que vimos el otro día entonces será un lugar idóneo. Seguramente tendrá ya sus propios moradores, así que tendriamos que ir con cuidado y ver qué especies se dan en esas cuevas —dijo, dispuesta a ponerse en camino cuanto antes.

Le hizo gracia la forma en la que Billy intentaba repetir los nombres que ella había pronunciado o la curiosidad que siempre mostraba René cuando hacía algún comentario técnico o científico.

Insectos, gusanos, bichos en general; bien que tengan patas, se arrastren o tengan alas —comentó sonriendo, siendo consciente que cualquiera de sus colegas en el compeljo científico se echaría las manos a la cabeza si la oian dar esa explicación. Pero no estaba hablando de otros estudiosos, sino de dos compañeros con una habilidades y aptitudes muy distintas a las de ella.

Es decir William, eres como una pequeña caja de sorpresas. Nunca se sabe qué podemos obtener de ti ¿verdad? —Le guiñó un ojo divertida mienttras se preparaba para la marcha. Que William tuviera esa capacidad para escabullirse, espiar y conseguir cualquier cosa era una gran ventaja para el domo 12.

Yo trabajaba en un complejo científico y, como ya sabes, mi especialidad es la biología. Estudio la flora y la fauna de distintos sitios para sacar de ellos información que nos pueda ser útil en el día a día. Muchos de los avances técnicos y científicos se consiguen gracias al estudio del comportamiento animal y muchos materiales de los que usamos actualmente gracias al estudio de la flora.

Se ajustó mejor la mascarilla que se le había ladeado mientras pensaba en uno de los primeros comentarios que había hecho René. Si tenía que cargar con material para hacer el insectario en las cuevas, seguramente tendría que usar el camión y, aunque la mayoría seguramente sabían conducir, esa era precisamente la especialidad de Jim; aunque por el bien de todos la croata esperaba que no fuera la única.

Respecto al material... Aún tengo que confeccionar la lista de lo que necesito y dársela a Grey. Aunque... Bueno, supongo que aunque la hayan degradado mantendrá sus contactos...

Cargando editor
08/06/2021, 22:10
Jim Foster

El médico no notó ninguna doblez cuando le pedí pastillas para relajarme, la verdad que no las quería para mí pero había en el domo gente muy necesitada, quizás eran vergonzosos pidiendo o simplemente necesitaban que alguien cuidara de ellos - oye, también necesitaría unas para el estómago, ya sabes... quizás fuera la comida de Yogur ¿No te afectó a ti? - fue la excusa que se me ocurrió y la verdad encajaba como anillo al dedo, aquella comida había sido terrible y seguramente habría provocado daños orgánicos de todo tipo - no es ardor... sino estreñimiento, ya sabes... por regular bien el organismo - también había gente muy necesitada, en concreto dos, y ciertamente se iban a cagar pero literalmente. Además, que ahora estuviera colaborando en la cocina me ponía las cosas más fáciles, no entendía cómo no se le había ocurrido a Lizza ¿No decían que la venganza se sirve en plato frío? Pues yo no iba a esperar a los postres.

Todo eso fue antes de que jugásemos con los globitos en la parte de atrás y es que había que comprobar que servían y la mejor forma era dándoles uso.

El médico me lo parecía a mí o en el domo era bastante discreto tirando a tímido mientras que allí, en el asiento trasero estaba hecho todo un gigoló - oye, no creas que me he olvidado de hacerte hablar - aprovechando que había acabado encima de él, me recliné hacia atrás y empecé a jugar con mis dedos cerca de ese orificio que les da tanto tabú a los chicos - me decías que era algo psicológico, no? - tampoco pretendía atemorizarlo pero igual con algo que le sorprendiese podría hablar o gritar, la cosa era que emitiera algún sonido identificable como una palabra.

Sea como estuve experimentando allí lo que se me ocurría, que no era poco, a la vez que probábamos los amortiguadores traseros del vehículo, así como la equipación del ejército para la exploración exterior - no voy a poner música porque igual te dejo de oír - aunque estando allí, juntos, casi parecía que hablaba su mismo lenguaje porque nos entendíamos.

Allí, posando mi mano sobre su piel y jugando con mis yemas, acariciando - ¿Tienes cosquillas?

- Oye ¿Cómo te cae la gente del domo? Ya sabes, los que sí te caen bien, los que no tragas...

Notas de juego

toca hacer ficha de todos los compis xD

Cargando editor
08/06/2021, 23:44
Daya Banerjee

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Giró la cabeza y lo miró con una expresión divertida-¿Tanto se me nota que lo haría? ¡Cielos! Que mal disimulo. Es algo a lo que le he dado muchas vueltas desde entonces...no llego a ninguna conclusión definitiva aunque sí, si se demostrara que tienen sus razones, sí podría llegar a perdonarlos. Quizás el estar aquí ahora con el tiempo se demuestre que ha sido una buena decisión aun a pesar de lo complicado de tomar la decisión y el comienzo...-si, y no solo a ella, sabía que todo el mundo estaba pasando por lo mismo. Ahora que lo pensaba, quizás era aquella la razón de la situación actual en el domo.

Avanzó su mano hacia Eylo y le presionó levemente su brazo con su dedo índice-Real como tu ahora. Eso es lo importante. Tenlo claro siempre. Ella estuvo allí y te guió en las dos ocasiones y estoy segura de que tenía una razón muy válida para elegirte. Quizás sabia que tu destino no estaba allí, sino que estabas predestinado a hacer algo grande lejos de Eridani. Por que te salvó de los soldados y te salvó de las cadenas que te ataban a tu pasado. Dos veces no es casualidad, créeme. Creo que eres afortunado, esa experiencia no está al alcance de cualquiera.

Devolvió su mano a su estómago y volvio a mirar al cielo- Es maravillosa tu historia, tienes que sentirte muy orgulloso de todo lo que has vivido. Tus padres lo estarían. Y creo que comparto, en parte, tu postura. Pero tengo un defecto y es que cuando tengo curiosidad por algo...ufff Yo creo que sí investigaría las posibilidades, aunque al final descubriera algo menos... místico, pero no me quedaría con las ganas de intentarlo.

Notó más que vio como Eylo se incorporaba y le lanzó una mirada asesina cuando le recordó el examen-¡Menuda forma de devolverme a la realidad!-bufó, exagerando el tono para meterse con Eylo-por lo menos has tenido el detalle de no recitarme los artículos preferidos de Einar por sorpresa-se incorporó igualmente y se quedó con las piernas cruzadas, dejando a su cuerpo que se acostumbrase a la verticalidad de nuevo durante unos instantes-¿En serio tenemos que volver? ¿Te ha dicho alguien antes que eres un cortarrollos?-el tono de broma era evidente y, aún a pesar de la oscuridad, Eylo supo que Daya estaba bromeando y riendo-¿Pero sabes que es realmente lo malo de que seas un cortarrollos? ¡Que tienes razón! Mañana nos vamos a quedar dormidos en mitad de la clase de leyes...¡que lo tengas claro!

Cargando editor
09/06/2021, 01:00
Eylo Yilmaz

Charla bajo las estrellas. Exterior del Domo.

Día 16. Noche.

Daya y Eylo

Se me da bien conocer a las personas —sonrió ligeramente como respuesta —. Ningún cambio es fácil, eso es cierto. Pero sobre ello debe importar la voluntad de hacerlo. Sin ella.. cualquier intento es inútil.

Eylo sonrió ligeramente a Daya cuando habló con esa confianza acerca de que la mujer que había visto era real. No sabía si era afortunado, o si debía pensar en una carga más pesada y de la que aun no era consciente. Sonrió febrilmente a Daya, aceptando su visión de las cosas como la realidad que más férreamente se había planteado.

Puede que algún día —aventuró mirando al cielo —. Puede que algún día..

Rio a conjunto con Daya cuando le lanzó las pullas, sin pretender quitarle la razón. Le encantaba aquel sonido, el de la risa, y se puso en pie del todo tendiendo la mano a la innumita.

Desde luego, no soy el tipo más fiestero del Domo, no —respondió sin perder la sonrisa —. No es que me entusiasme, pero.. siempre se puede repetir, ¿no?

Con la decisión de regresar al Domo, miró a Daya unos instantes, se sentía a gusto con ella a su lado, reconfortado. Sonrió una vez más y puso pie hacia el interior.

No creo que podamos hacerlo sin violar alguna parte del reglamento —aseveró abriendo la compuerta para Daya.

Cargando editor
09/06/2021, 11:54
Evan Smart

Evan siempre se había caracterizado por ser sumamente comprometido y trabajador, no dejando en simples promesas sus palabras, por lo que desde que realizase aquella visita a la enfermería, no dudó en dedicar tiempo y esfuerzo durante todo el mes en adquirir los materiales necesarios, tomar medidas las veces que fue menester e ir realizando los ajustes oportunos para lograr el soporte adaptado para Anne y lograr confeccionar un comunicador mejor del que tenía Duke.

Claramente seguía a disgusto con la recluta y no habían hecho las paces, pero si con aquello no era capaz de hacerle cambiar de parecer en cuanto a que era alguien útil en el domo, nada ni nadie la convencería. Durante días dedicó varias horas todas las tardes, sin dejar de lado los estudios de Legislación, las clases de primeros auxilios y las responsabilidades básicas en el domo, entre ellas lavar los platos y adecentar la cocina como le prometió a Narel. También dedicó parte de su tiempo a seguir adelantando los planos y primeros avances en el MECH que sería su billete para convertirse en soldados espaciales, y aunque sin excederse, procuró mantener un buen estado de forma física yendo a correr todos los días de buena mañana y tomar algunas clases de cuerpo a cuerpo en el ring. Evitó pelear con Kurik, siendo Noor la elegida para ese desempeño, aunque siempre pidiéndole a Castle que corrigiese sus movimientos y posturas en cuanto tuviese oportunidad.

La realidad a la que se enfrentó fue distinta a sus expectativas, percatándose que tras la primera semana, ni el soporte adaptable ni el comunicador de Duke habían terminado satisfaciendo a Evan, pese a que no había sido para nada un mal trabajo. El hombre era muy exigente consigo mismo, y donde otros hubiesen dejado aquello así, considerando que realizaría su función eficientemente, Evan no se daría por vencido. Durante la segunda semana se dedicó a buscar mejores materiales, realizar modificaciones para que el peso del soporte fuese más ligero y la estructura se adaptase mejor a la mano de Anne, sin que rozase la escayola. Con el comunicador de Duke logró que el sonido fuese mucho algo más nítido y claro, y que la velocidad y tono de voz con la que podía transmitir los mensajes fuese más "humana" y no tan robótica, pero sería en la tercera semana donde los verdaderos progresos se harían notar, gracias a la colaboración de Yum, quién le vio sumamente concentrado y se interesó por su estado, compartiéndole sus dudas y el avance realizado hasta entonces.

La sugerencia de Yum de regular el modulador de voz incorporando unos pequeños altavoces para amplificar mejor el sonido, permitió que pudiesen ser mejor distorsionadas las voces, modificando la frecuencia de las ondas y logrando distintos tonos de voz; graves, agudos... Solo con girar una rueda del comunicador, Duke ya podría lograr expresar mejor su estado de ánimo, desde un tono cálido y conciliador, hasta uno potente, airado o autoritario. Todo un logro.

- Maldita sea, Yum. Tu idea ha sido espectacular y tu ayuda inestimable... Puede que no te sacases una carrera, pero de lejos tu experiencia y tesón que le pones a las cosas es de locos... - le sonrió de oreja a oreja, al ver que al fin Duke recibiría un comunicador como Dios manda. La última semana del mes iba a emplearla para definitivamente añadir voces conocidas de actores famosos y personajes emblemáticos, ¿Sean Connery? ¿Darth Vader? ¿Speedy Gonzales? ¿El pato Lucas? ¿Arnold Schwarzenneger? Pero lo mejor de todo, que se llevaría la joya de la corona, Evan logró reproducir dos voces tremendamente familiares para todos... La del cabo Malbone y la del teniente Townhall. ¿A caso no era algo sublime?

Con el soporte de Anne ocurrió algo similar. A partir de la tercera semana, en vez de ser tan estático y firme como hasta entonces, Yum propuso modificarlo para que pudiese ser más regulable según las necesidades de Anne. Al final del experimento, hasta era posible retirar el cargador del arma y colocar el siguiente casi por inercia, lo cual le ayudó muchísimo a ganar velocidad, y lo mejor de todo, el retroceso del arma era muchísimo más manejable, evitando causarle ciertas molestias como en las primeras semanas. 

- Me siento del todo satisfecho por lo logrado. Bueno Duke, ¿vas a probar aquí y ahora tu nuevo comunicador? Joder, estoy deseando escuchar al teniente Townhall dándome órdenes- rio de buena gana, celebrando el éxito de lo logrado. 

- Tiradas (8)

Motivo: Mecánica (realizar soporto adaptable para Anne)

Dificultad: 0

Habilidad: 16

Tirada: 2 3 7

Total: 7 +16 = 23 Éxito

Motivo: Mecánica (realiza comunicador mejorado para Duke)

Dificultad: 0

Habilidad: 16

Tirada: 1 4 5

Total: 5 +16 = 21 Éxito

Motivo: Mecánica (realizar mejoras en el soporte adaptable para Anne))

Dificultad: 0

Habilidad: 16

Tirada: 3 8 8

Total: 8 +16 = 24 Éxito

Motivo: Mecánica 2 (realizar mejoras en el comunicador para Duke))

Dificultad: 0

Habilidad: 16

Tirada: 1 3 5

Total: 5 +16 = 21 Éxito

Motivo: Mecánica 3 (realizar mejoras en el soporte adaptable para Anne)

Dificultad: 0

Habilidad: 16

Tirada: 3 9 9

Total: 9 +16 = 25 Éxito

Motivo: Mecánica 3 (realizar mejoras en el comunicador de Duke)

Dificultad: 0

Habilidad: 16

Tirada: 7 9 9

Total: 9 +16 = 25 Éxito

Motivo: Mecánica 4 (realizar mejoras en el soporte adaptable de Anne)

Dificultad: 0

Habilidad: 16

Tirada: 4 5 7

Total: 7 +16 = 23 Éxito

Motivo: Mecánica 4 (realizar mejoras en el comunicador de Duke)

Dificultad: 0

Habilidad: 16

Tirada: 7 8 9

Total: 9 +16 = 25 Éxito