Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 1. Una nueva promoción

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30/03/2021, 12:31
Kalina Radoslawa

Escuchaba la música lo suficientemente alta para poder disfrutar de ella pero no tanto para no oír algunas de las conversaciones que se daban a su alrededor. Hasta ella llegaba sobre todo las palabras de aquella joven demasiado social y abierta para su gusto.

Por los gestos, comportamientos y forma de relacionarse de unos con otros Kalina intentaba adivinar cómo era cada uno de aquellos aspirantes; cómo podría darse una unidad en un grupo tan heterogéneo… Si es que conseguían pasar todas las pruebas.

Lo mejor de todo era que, hasta el momento, la habían dejado tranquila. Nada de presentaciones, nada de palabras banales, nada de forzar unos lazos con gente que no conocía de nada y que, seguramente, a la mayoría no volvería a ver.

Observó al de la bata manchada de sangre, sus intentos por socializar a pesar de tener que hacerlo por su comunicador. Al tipo que jugaba con una moneda demostrando a todos su agilidad manual. A los que se mantenían en segundo plano, quizás por timidez o simplemente estudiando al resto, al igual que ella. Al tipo que se acercaba hasta sentarse a su lado, sin poder evitar fijarse en sus zapatos blancos.

Al comprobar que sus palabras se dirigían directamente a ella, Kalina apagó la música y se quitó los cascos, no por ganas pero sí por educación. Enarcó una ceja antes de rechazar la invitación; masticar chicle en esos momentos era lo último que le apetecía.

No gracias —respondió, mostrando una sonrisa un tanto forzada—. Soy Kalina —se presentó, buscando una manera de no resultar cortante pero sin mostrar demasiado interés—. ¿Eres de la Tierra o es tu primera vez aquí?  

Una pregunta que no implicaba absolutamente nada, ni siquiera curiosidad. Una pregunta formal entre dos desconocidos.

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30/03/2021, 21:04
+Mikhail Kurik+

Mikhail tan sólo le devolvió el asentimiento de cabeza a Eylo, sin pronunciar una sola palabra. Como era obvio, el chico no era de hablar mucho, no por timidez, sino porque estaba claro que era un poco antisocial, y tal vez un cabronazo. Además, según su forma de pensar, muchos allí no durarían mucho en la academia, o bien morirían en alguna misión, por lo que tenía sus reservas respecto a entablar amistad con alguno. Sea lo que fuera, se le quedó mirando a Eylo un buen tiempo, antes de volver a desviar la mirada, como si hubiera perdido el interés, o bien le hubiera dedicado la atención necesaria. ¿Un chatarrero? ¿Se suponía que sería una especie de ingeniero o mecánico? ¿O un soldado? No estaba muy seguro de ello, pero tampoco le importaba mucho. Si el sujeto tenía habilidad para permanecer en el ejército, entonces sería suficiente para él. No se iba a poner a juzgar la profesión de otros.

Sea lo que fuera, el joven desvió la atención a otro sujeto en particular que llamó su atención. Serio, igual que él, posiblemente de familia militar, bien reservado y comportamiento propio de un militar. Asintió en silencio, en forma de saludo, para luego analizarle con la mirada. Parecía material suficiente para soldado, aunque tal vez demasiado enfocado en un ideal que no tenía lugar en la realidad. No sabía si aquello le podría causar problemas con posibles oficiales corruptos, los cuales no serían raros de ver. Era posible que no durara mucho si se metía con dichos sujetos. Por lo demás, el resto no parecían llamar mucho su atención. Demasiado habladores y enérgicos. Probablemente no durarían demasiado tampoco, o bien ocuparían cargos de “cerebritos”, y no un verdadero puesto que requiriera de habilidad marcial.

Ante la pregunta de la chica llamada Jim, que parecía haber bebido demasiado café, o comido un gran pastel lleno de azúcar, Mikhail se encogió de hombros. No veía sentido a decir lo que había hecho antes de entrar allí. Carecía de importancia. Ahora estaba allí, y se convertiría en un maldito Soldado Espacial, sin importar lo que tuviera que hacer para lograrlo. No podía decepcionar a su padre, incluso si eso preocuparía a su madre. Además, su ambición era demasiado grande como para conformarse con otra cosa. Estaba en sus venas. Sin embargo, la mirada del joven se concentró en Kalina, en el momento en el que sus oídos captaron la melodía de Madame Butterly. ¿Cómo no conocerla? Su madre había sido una famosa cantante de ópera. Era imposible que no la reconociera, y, a pesar de que su madre se la hubiera hecho escuchar hasta el cansancio, junto con otras composiciones, no dejaba de sentir cierto aprecio por la misma, principalmente porque era una de las favoritas de su madre. Por esa razón, el chico se quedó mirando a Kalina, aunque sin decir nada, tan sólo para reírse levemente ante la frialdad de la chica, al hablarle a Martín. Parecía un témpano de hielo. - Ufff... - Fue lo único que dijo.

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30/03/2021, 21:26
Martín A. Ruiz

Al llegar con Kalina, al ver esa sonrisa que hizo cuando se presentó me dejó muy en claro su pocas ganas de hablar conmigo, o tal vez las pocas ganas de hablar con alguien en ese momento. Coloqué el chicle de nuevo en la pequeña caja y guardé esta en mi bolsillo. -Mucho gusto Kalina, me llamo Martín.- Respondí devolviéndole una sonrisa amable y ofreciendo mi mano para estrechar la suya, ya sea el caso de que lo haga o no, cuando estaba por despedirme ella me hace una pregunta. Al parecer aunque no quisiera hablar igualmente quería mantener la cortesía, eso era algo bueno. -Oh no, no no para nada. Soy de Ignis y he venido muchas veces a la Tierra para visitar a familiares y así.- Respondí en ese tono amable y algo simpático, pero luego de eso me incliné ligeramente, sin invadir su espacio personal al ponerme incómodamente cerca, pero entonces susurré. -Hey, si no quieres hablar lo entiendo, puede ser que sean los nervios o tengas tus propias razones, pero si no quieres hablar, tampoco te obligaré a hacerlo. Qué dices, ¿Quieres seguir hablando o no?-

Le pregunté mientras volvía a mi posición de antes, alzando una ceja mientras esperaba su respuesta.

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31/03/2021, 10:15
Director

Tras encontrarse todos los aspirantes en aquella sala aséptica, con amplios sillones que invitaban a la conversación, comenzaron a crearse los grupos naturales de charla. Aquel hecho podía ser considerado como un estudio sociológico de cómo las agrupaciones gregarias buscaban afinidades para poder reconocerse, creando una identidad propia que les identificase y que por ello, pudieran acabar forjando relaciones, hilos invisibles para obtener beneficios ante tal unión. Pero claro, allí no había psicólogo alguno como para subrayar estas conclusiones, así que para los presentes reclutas el diálogo era el inicio de un nuevo comienzo, y un claro recordatorio de su reciente triunfo.

Se organizaron algunos grupos donde las conversaciones giraban en torno a las presentaciones y los primeros tanteos, preámbulo necesario para que, tras dos años de convivencia, la relaciones de aquella amplia variedad de personas se solidificase o, por el contrario, acabara fracturándose como las grietas provocadas a consecuencia de presiones mecánicas. A veces las metáforas podían ser muy fácilmente extrapolables a la realidad circundante.

El grupo 1 era el de los sociables. Personas que se esforzaban por dar un paso adelante e intentar conocer a sus compañeros, rompiendo la barrera de la timidez, buscando a cada instante qué decir para intentar, de alguna manera, conocer la máxima cantidad de nombres de los presentes, así como informaciones concernientes a sus vivencias. Aquí se encontraban Duke, Eylo, Jim, William, Narel, Donner, Lizza y curiosamente, Mikhail.

El grupo 2 podía ser llamado el de los solitarios. Martin había atravesado la sala para sentarse justo enfrente de la puerta de acceso, apartado, quizás para observar a todo aquel que se aproximara hasta su persona. A continuación Kalina, poco conversadora, se puso sus cascos y decidió escuchar música cerca del joven, donde también se encontraban otras personas, tales como eran Benedict y Sue

El grupo 3 podía calificarse como el de los tímidos, pues nada más llegar a la sala donde se encontraban decidieron permanecer en un segundo plano, quedando juntos más que nada por la proximidad que había desde la puerta hasta el espacio vacío que actualmente ocupaban. Esta era la zona donde estaban René, Einar, Evan, Alvin y Becky

El grupo 4 se definiría bajo el lema "chicas al poder", siendo la precursora una fémina con mucho arranque y simpatía, Daya, que no tenía problemas para presentarse ante Noor y Keira, dos muchachas que la acogieron con la mejor de sus sonrisas, acercándose posteriormente Yum y Vera, interesadas en la conversación.

El resto de los presentes formaban parejas o estaban solos, sin constituir un grupo lo suficientemente amplio como para ser tomado en cuenta, rellenando el espacio que había entre las cuatro agrupaciones principales.

Notas de juego

Dando por hecho de que cada cual está centrado en su grupo, se privatizan las conversaciones.

Podéis cambiar de agrupación si roleáis que os dirigís a "tal sitio" o "donde está tal personaje"... Los pnjs actúan como pjs en el sentido de que si habláis con ellos, debéis emitir diálogo concreto para obtener las respuestas oportunas. Todos tienen personalidades específicas y se mostrarán más o menos comunicativos así los tratéis...^^

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31/03/2021, 10:34
Donner Trump

Donner era un varón considerablemente alto y que lucía una musculatura bien desarrollada, que determinaba el duro entrenamiento al que se sometía a diario. Era quizás uno de los más mayores presentes en la sala, debía rondar ya los treinta, posiblemente hasta los sobrepasara, curioso para alguien que se notaba tan bien preparado físicamente. Los ojos azules de Trump habían estado atentos a la gente que le rodeaba, acercándose sin dudarlo al médico con la bata llena de sangre.

- Joder, doc, si el que te ha manchado la ropa ha sobrevivido eres un puto seguro de vida - dijo de buen grado, presentándose a continuación a Mikhail, estrechando su mano -....Tío, qué buenos brazos tienes, ¿cuántas series te cargas por la mañana? - estaba claro que hablaba de las repeticiones de ejercicios que había que realizar a diario para mostrar tan buen porte

La manera de hablar de Duncan le llamó la atención e iba a decir algo al respecto, pero la llegada de Eylo, y más concretamente la de Jim, hicieron que toda su masa neuronal se centrase en otros menesteres.

- Encantado de conoceros, soy Donner Trump - dijo varias veces, incluso cuando William hizo su aparición jugando con la moneda, objeto que le fue robado por la atractiva muchacha, provocando que Donner sonriera divertido - ¡Qué rápida eres!... No me extraña, y menos si dices que te gusta conducir, ¿eres piloto o te va más el transporte terrestre?... - se interesó por sus aficiones como un medio para romper el hielo, centrándose posteriormente en el joven muchacho que hablaba de apuestas y meterse en líos, haciendo que ampliara su sonrisa -...Chaval, si te van las apuestas quizás podamos echar alguna partida de cartas o dados cuando lleguemos al Domo, seguro encontramos alguna cosa con la que apostar, me va tu rollo... - parecía ir de muy buena fe, un tipo grande y se apariencia sencilla, alguien a quien le iba el deporte y el ocio, no tanto el saber.

- ¿Eridani?... - había escuchado las palabras de Eylo y no tenía muy claro de dónde estaba ubicado el planeta -...Eso, ¿en qué cuadrante estaba? ¿Abajo? ¿Es el sitio ese donde se hacen fiestas? Ya sabéis, el que manda las bebidas alcohólicas a todas partes.... - Sin lugar a dudas la cartografía no era la mejor habilidad de Trump, posiblemente le sacaran de comandancia y se perdiera dando la vuelta a la manzana, todo un logro que hubiera llegado el día y a la hora adecuada para la selección.

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31/03/2021, 10:41
Narel Dotter

Narel Dotter fue de las primeras en ser seleccionada y acceder a la sala de espera. La mujer llamaba bastante la atención, a pesar de posicionarse en un plano poco visible, quizás fuera por su porte seguro, el saber esperar sin mostrar nerviosismo o simplemente por la mirada con la que recorría a cada uno de los que iban llegando posterior a ella.

La llegada de Eylo y la atención que el joven dedicó a su persona no debió pasarle desapercibida, puesto que tras unos instantes de comunicación no verbal, posiblemente un derroche de empatía por parte de ambos, Dotter dio unos pasos seguros hacia donde se encontraba Yilmaz, cerca de un doctor considerablemente bajito y Mikhail, un varón notorio por su complexión musculada.

- Hola, soy Narel Dotter - se presentó dando la mano a cada uno de ellos, dando muestras de ser una muchacha un tanto directa en su proceder, con apenas titubeos - Mis felicitaciones por haber pasado la selección, según tengo entendido es la parte más arbitraria de las pruebas que debemos superar para convertirnos en soldados espaciales, aunque tampoco podría confirmarlo - Miró a Duke, tenía curiosidad por aquel hombre tan particular - ¿No puede hablar sin el comunicador? - Si de ella hubiera dependido, podría haber seguido preguntando pero hubiese sido un gesto descortés, así que centró su atención en la muchacha que, de manera agradable, se aproximaba a los congregados, no sin volver a cruzar la mirada con Eylo, entre ambos parecía haber cierto grado de atracción e inicialmente un tanto de silencio. Narel quizás planteaba qué decir o su línea de pensamientos fuera por otros ámbitos.

- Eres toda energía - le dijo Dotter a Jim con agrado ante tanto derroche de extroversión, mostrando comodidad por su presencia - Conductora, bien, ya sabemos quien me llevará de fiesta cuando pisemos Protect - Aunque Narel parecía más la típica muchacha tranquila que tomaba un vaso de zumo en las reuniones de amigos, que alguien propensa a las grandes celebraciones - Yo he trabajado durante tres años dedicada al comercio, principalmente de combustible y elementos básicos de supervivencia... - explicó abriéndose un poco más ante todos, volviendo a mirar a Eylo de reojo antes de decirle sus primeras palabras

- ¿Eres chatarrero? - sonrió levemente - Claro, quizás sea por eso por lo que me suena tu cara... No sé, es la sensación de que hemos coincidido antes en otro lugar y cuando he visto que me mirabas pues me he quedado un tanto rayada pensando que te conocía... Pero es algo normal, he viajado mucho y posiblemente tú también... - Parecía relajarse al haber llegado a esas conclusiones.

Cuando Donner Trump preguntó por Eridani, Narel volvió a tomar la palabra - ¿Eridani? En el cuadrante 00.00... Región superior izquierda... y no, el sitio donde se hacen las mejores fiestas es en Natgrew, si quieres celebrar un evento lo mejor es ir allí, son muy cercanos en el trato.... Por cierto, yo soy natural de Eidolon, me crie en la estación Kuiper... ¿Eres celenita? - miró a Eylon con mayor curiosidad, entornando un tanto los ojos, como si todo aquello fuera una enorme coincidencia.

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31/03/2021, 10:49
Lizza Jacobs

Lizza se había aproximado en último lugar al gran grupo que se estaba formando, siendo las personas que lo conformaban bastante sociales de carácter. La muchacha se dirigió hacia William, sintiéndose atraída por el juego de manos tan sumamente rápido y ágil que efectuaba a la vista de todos.

- Hola, mi nombre es Lizza... Lizza Jacobs... ¿Cómo te llamas?... Bueno, ¿cómo os llamáis todos? - Tras dejar un espacio prudencial a las presentaciones, se interesó en el joven muchacho que estaba entreteniendo al personal - Vaya, es genial lo que haces, ¿cómo consigues mover la moneda de forma tan rápida? ¿Podrías enseñarme?... - El hecho de que Jim le quitara la moneda a William pareció divertirle - Está claro que la agilidad es vuestro fuerte, si os movéis igual en las pistas de entrenamiento seguro que sois unos fuera de serie.... - Aquel comentario dejaba a relucir que ella había dedicado muchas horas de trabajo como para conseguir un rendimiento óptimo, el adecuado para presentarse a las pruebas de selección.

Tras aquel leve intercambio de palabras de dirigió al doctor, un hombre de mayor edad, bajito y con algún tipo de problema en la voz. Daba grima su bata manchada de sangre, pero era un buen tema de conversación para comenzar a romper el hielo - Estaba operando antes de venir aquí, ¿verdad?... Por cierto, ¿qué le sucede en la voz? ¿No puede hablar sin su comunicador?... ¿Ha pensado en ponerse unos implantes modulares en las cuerdas vocales? Quizás así el sonido no sea tan...Robotizado... - le miró con curiosidad, preguntándose en su fuero interno cómo diablos aquel hombre había sido escogido, algo que chocaba con la mentalidad de muchos de ellos.

Lizza se sumió por unos instantes en sus pensamientos cuando un suspiro le hizo espabilar, mirando el foco del que provenía, Mikhail - ¿Te encuentras bien? ¿Aún intentas eliminar los nervios del proceso selectivo? - preguntó con amabilidad, intentando animar a quien pensaba estaba tenso, y no que estuviera escuchando una canción que en su memoria le trasladaba a otra parte del universo -...Relájate, lo has conseguido, todos lo hemos hecho - Se mostraba agradable y social, quizás en el instituto hubiera sido una de las reinas de la fiesta, un perfil que quizás tampoco encajase del todo con la idea del clásico soldado espacial.

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31/03/2021, 10:55
Benedict Dickens

Benedict se había acomodado en los sillones, justo al lado de Martin, habiendo sido uno de los primeros reclutas en entrar. El hombre no parecía tener un físico envidiable, por lo que cabía deducir que la parte más importante de su anatomía radicaba principalmente en sus conexiones neuronales. El muchacho había permanecido callado mientras Martin se acomodaba e iba a presentarse cuando una joven se situó cerca, escuchando música.

Respira Benedict, respira, tú puedes hacerlo, puedes hablarles... Solo preséntate... Di algo....

Lo iba a intentar pero de sus labios no salía nada. Tuvo que pasar un buen rato para que frustrado mirase al resto de las personas congregadas, y se percatara que era uno de los únicos que no se relacionaba con nadie, como si fuera un completo antisocial, un pensamiento que le hacía mostrarse más incómodo si aun eso era posible.

Kalina se puso a hablar con Martin preguntándole si era de la Tierra, y el aludido, actuando como una persona normal, le respondía que de Ignis. Benedict suspiró y tras coger de nuevo aire hizo la frase más larga del mundo venciendo su timidez natural.

- MinombreesBenedictDickens...YsoydelaTierra, mealegromuchodeconoceros... a ambos... - respiró, cualquiera con un mínimo de empatía comprendería que lo pasaba mal dándose a conocer.

No se han enterado de nada, soy idiota, un completo imbécil, van a burlarse de mi.... Si pudiera dar marcha atrás... Tendría que haberme callado...

Mi.....nombre.....es......Benedict.....Dickens...Y....soy....de...la....Tierra - repitió, no podía negarse que el varón se esforzaba en charlar, quizás cuando cogiera confianza pudiera ganar algo más de seguridad.

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31/03/2021, 11:01
Sue McHillgraw

Cuando Benedict soltó aquella retahíla de presentación, una joven pelirroja de ojos verdes se aproximaba donde ellos estaban, estaba claro que buscaba un espacio más reducido donde poder encajar.

- Encantada de conocerte, Benedict Dickens - dijo con amabilidad mirando a continuación a Martin con curiosidad, justo cuando acababa de susurrar algo a la muchacha que le acompañaba - ¿De Ignis?... Vaya yo también - se fijó posteriormente en Kalina -...¿Y tú de dónde eres?.... - Habiendo roto el hielo decidió presentarse - Soy Sue McHillgraw, es la segunda vez que pruebo con la selección y bueno por fin he tenido suerte... ¿Y vosotros? ¿Habéis probado muchas veces o es la primera?...

La muchacha aparentaba estar muy segura de sí misma o quizás fuese una fachada para poder encajar entre tanto recluta, lo cierto era que se esforzaba por mantener la charla activa entre los cuatro.

- Mi hermano es agente terrestre de Ignis, tiene mucha mejor calidad de vida que mi padre, él se dedicaba a la mina y bueno, murió por culpa de las concentraciones de gas de algunos yacimientos.... Una mierda... - dijo suspirando, intentando empatizar con los presentes - Por eso mi hermano me insistía en que me preparase y esforzara, aunque soy una completa negada en todo lo que tiene que ver con tecnología y construcción... Yo soy más de armamento, donde pongo el ojo pongo la bala... ¿Alguna vez habéis intentado disparar un subfusil a 200 metros?... Pues no lo intentéis, a esa distancia ni yo misma puedo.... - Había sido el intento de una broma -...Ya en serio, a 150 metros seguro impacto... Me encanta disparar a todo lo que se mueve, la de bichos que he podido cargarme cuando se aproximaban a mi parcela... Puffff.... Algunos no están muy buenos pero hay que contentarse con lo que se tiene....

La muchacha pareció darse cuenta de que había hablado demasiado, así que intentó compensar su exceso de verborrea - ¿Qué se os da bien a vosotros?... Y por cierto, ¿qué escuchas?... - le preguntó a Kalina, completamente intrigada.

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31/03/2021, 11:06
Alvin Zemit 

La mirada de Alvin se posó en René, el varón era bastante apuesto y tenía un aire simpático que podía llegar a ser un imán para las mujeres. De hecho estaba al lado de una de ellas, pero no precisamente la más atractiva de cuántas hubiera, si no una muchacha con un claro problema de sobrepeso que sonreía constantemente en dirección hacia su compatriota planetario.

- ¡Ey! Te vi en el trasbordador que venía para la Tierra, ¡qué coincidencia!... - extendió la mano de manera amable hacia René, fijándose que al lado habían otros dos varones, mostrándose comunicativo también con ellos, saludándoles - Mi nombre es Alvin, Alvin Zemit... ¿Y el vuestro? - Había incorporado en un instante a cinco desconocidos para tener una charla abierta, desde luego podía ser el alma de la fiesta si así se lo proponía.

Se giró por unos instantes hacia Einar y Evan antes de dar las explicaciones de porqué se había acercado hasta allí - Tíos, soy de Natgrew, el mejor planeta de todo el sistema solar y aquí mi amigo - señalaba a René - También es de allí, bueno y ella - Tocó el antebrazo de Becky Baker, la cual se había posicionado justo al lado. Por las formas de Zemit se podía intuir que era un tipo bonachón y que decía las cosas con humor, sociable y con ganas de descargar la adrenalina acumulada tras el proceso selectivo.

- No veas que mal lo he pasado, primero sufría porque no veía mi nombre, y luego porque no veía el de ella. Hemos venido juntos todo el viaje, si no llego a verla creo que hubiera pasado estos dos años preguntándome si le habrían seleccionado, pero joder, ¡aquí estamos!... Uys perdonad, hablo mucho, a veces me pasa... ¿Cómo os llamáis? ¿De dónde sois? - guiña el ojo a René - Bueno, no hace falta que me digas tu planeta, déjame adivinar... - Bromeaba - Donde las flores derraman su esencia para hacer el más delicioso néctar bebible... Si nos dejaran celebrarlo como en Natgrew íbamos a disfrutar de lo lindo...

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31/03/2021, 11:09
Becky Baker 

En un segundo plano aparecía Becky permaneciendo al lado de Alvin en todo momento. La primera imagen de la muchacha era bastante chocante. ¿Cómo demonios habían seleccionado a una candidata con claros problemas de sobrepeso? Ella sin embargo, lucía una sonrisa cándida, feliz, bondadosa, mientras miraba a los compañeros con el brillo de quien desea interactuar y caer bien, mostrando que a pesar de no hablar tanto, era tan extrovertida como Alvin.

- Hola a todos, soy Becky - les tendió la mano uno a uno - Y como ya ha dicho Alvin, soy de Natgrew... ¿Os imagináis todo el camino charlando con este pesado al lado? - el tono era claramente jocoso, ella parecía encantada con su compañía - ¿Cuántas veces habéis intentado entrar en el ejército? ¿O es la primera vez?... ¡Estoy tan emocionada!... Cuando lleguemos a Protect tengo que llamar a mi madre y contarle absolutamente todo lo que he vivido... Va a quedar impresionada - su mayor vivencia había sido subirse a un transbordador, conocer a un chico nuevo y ser seleccionada, pero la fémina parecía haber sido nombrada comandante de las fuerzas estelares, tal y como estaba disfrutando el momento.

- Por cierto, traje estrellitas caseras por si pasaba hambre por el camino y aún me quedan unas pocas, ¿queréis? - sacó una fiambrera y mostró diez magdalenas ante los presentes, ofreciéndolas con la mejor de sus sonrisas, estaba claro que considerar "pocas" diez magdalenas era un problema de medida, y justificaba que no tuviera una constitución demasiado atlética - Toma, cógete dos, tienes pinta de tener hambre... - le insistió a Evan, haciendo lo propio con Einar y René - ¿De qué parte de Natgrew eres? - preguntó a Carracci

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31/03/2021, 11:11
Keira Lartrem 

Keira estaba mirando hacia la puerta en ese preciso momento, a su lado estaba otra muchacha con la que había intercambiado unas cuantas palabras. La rubia mujer sonreía abiertamente con una expresión triunfal en su rostro, estaba claro que los nervios no la acompañaban, como si de alguna manera hubiera sabido que ese era el lugar que le correspondía.

- ¿Daya?... Bonito nombre - una sonrisa amplia, estiró la mano educadamente para saludar - Yo soy Keira Lartrem... Y sí, antes de que lo preguntes, el mismo Lartrem que la marca de cosméticos - por lo visto estaba muy acostumbrada a que le repitieran aquello pues no pudo contener dicha información para sí - Oh, felicidades a ti también, es un triunfo llegar hasta este momento, de alguna manera ya podemos considerarnos ganadoras

Negó con la cabeza cuando Daya le preguntó por la Sargento Grey - No sé dónde está, de hecho no hay ningún mando en esta sala. Supongo que nos han dejado aquí encerrados mientras nos observan a través de las cámaras de seguridad... ¿Te imaginas que ahora alguien hace alguna tontería y le expulsan?... Sería tremendo...

Cuando la pregunta de Banerjee iba destinada al Domo, Keira iba a tomar la palabra, pero fue interrumpida por la otra joven que estaba a la espera de participar de la conversación.

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31/03/2021, 11:14
Noor Joyse

- Los Domos son los edificios de Protect donde se ubican los reclutas. Según me comentó mi primo nos selecciona el teniente al mando, éste elige a sus candidatos y luego tiene que ir eliminando a los que no son aptos, a veces hay suerte y muchos se quedan, en otras ocasiones casi todos son expulsados. Me dijo mi primo que una vez en el Domo 4 eligieron a un solo recluta, por lo visto el teniente de allí es de los más duros que hay.... - explicó abiertamente la joven, dando rienda suelta a su saber -... Por cierto, discúlpame Daya, no me he presentado, soy Noor Joyse. Con Keira he tenido unas palabras antes de que subieras, agradables, por supuesto.... - matizó con cierto encanto.

Era una muchacha sencilla y bastante charlatana, agradable en el trato - Por cierto, ¿de dónde vienes? Tu acento es particular. Yo soy de la Tierra, al igual que ella - señaló a la rubia Lartrem - Chicas, si queréis un consejo, debemos averiguar qué tipo de cosas le agradan a nuestros mandos, porque sabiéndolo podremos gustarles y que el período de instrucción sea más sencillo.

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31/03/2021, 11:18
Yum Ziam

La siguiente muchacha en aproximarse lo hizo de manera silenciosa, como si no quisiera interrumpir de ninguna de las maneras, aunque las palabras de Noor le dieron pie a introducirse en la conversación, haciéndolo de manera tímida, casi como si esperase que la miraran mal.

- Mi padre siempre ha comentado que es mejor preocuparse en hacer bien las cosas y no dar por hecho de que los mandos van a beneficiar por afinidades, aunque seguramente lo hagan - comentó la oriental, que por su aspecto, debía estar cercana a la treintena - Soy Yum, Yum Ziam, procedo de GUN-P-YOK - al ver la cara de extrañeza de Keira, que era como si no lo supiera indicó un dato extra - Está en el cuadrante 06 05, ya sabéis a la derecha de la Tierra y hacia abajo... ¿De dónde sois vosotras?...

Yum Ziam permaneció unos momentos en silencio hasta que se animó a realizar otra pregunta, una que surgía más por el hecho de charlar que por la curiosidad de la fémina.

- ¿Qué os parece la Sargento Grey? Da la sensación de ser muy seria, eso siempre es bueno en el trabajo, aunque impresiona mucho, quizás sea por el uniforme... - se apretó las manos nerviosa, estaba claro que Ziam veneraba a la militar por el cargo que ostentaba.

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31/03/2021, 11:20
Vera Zumbert

Vera Zumbert era una muchacha peculiar, muy andrógina y bastante firme a la hora de hablar, como si tuviera razón en todos sus argumentos, siendo quizás poco empática exponiendo sus puntos de vista.

- ¿La Sargento Grey?... Tiene un buen polvo la tía, seguro que le gusta llevar las de mandar... Por cierto, ¿habéis visto al idiota de allí? - señaló a Buck Smith - No ha dejado de mirarle el culo desde que apareció dando indicaciones, es un imbécil que ni siquiera se preocupa de mirar la pantalla cuando va a salir su nombre... Con cosas de este tipo me planteo porqué está aquí con nosotros, seguro que es un enchufado, casi podría tomarlo como insulto... - se fijó en Daya y le sonrió - ¿Cómo dijiste que te llamabas?... Tienes unos rasgos muy exóticos, ten cuidado con muchos de esos... - parecía hacer referencia a los hombres - Un mal polvo y te cargas tu carrera militar, ellos no tienen nada que perder, pero nosotras sí... Deberíamos intentar ayudarnos entre nosotras... Si tienen que echar a alguien, que no nos pillen de por medio. ¿Qué os parece?

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31/03/2021, 11:24
Sargento Dunne Grey

No había pasado mucho tiempo desde que entraron todos los presentes en aquella sala, un espacio sobrio y orientado a que los recién seleccionados soldados se conocieran, efectuando las presentaciones oportunas y relajando parte de los nervios del proceso al que estaban siendo sometidos. Fue entonces cuando Dunne Grey hizo su aparición, notoria con su elegante porte militar, y tras reclamar la atención de quienes constituirían la nueva promoción de soldados, comenzó a realizar una serie de explicaciones necesarias para orientar adecuadamente a los reclutas.

- Me alegra que se hayan tomado su tiempo para socializar aunque no deberían cogerse cariño. Algunos de ustedes jamás se convertirán en agentes terrestres. Ni tampoco, por supuesto, en soldados espaciales - dijo tajante, remarcando una realidad que cada dos años observaba, sin ánimo de ser más cruel de lo necesario - Les explicaré su situación. Ustedes han superado el corte del expediente personal, el que ha sido registrado desde que nacieron hasta la fecha actual, así como la primera de las pruebas psicológicas. Sin embargo, ahora comienza la formación real - les mira quizás para comprobar que siguen al milímetro sus palabras - Van a prepararse a conciencia durante estos próximos dos años y nosotros vamos a evaluar cómo van a desenvolverse en determinadas condiciones. Van a mostrarnos sus habilidades y nosotros formarles en consecuencia. El índice de fracaso es muy elevado, la mayor parte por abandono, aunque también los hay por expulsión directa y por muerte accidental... - traga saliva, iba a hacer un comentario que claramente le incomodaba - Las muertes por suicidio en la estadística es una por cada 13.000 soldados y generalmente va asociado a haber mentido en el test que previamente han realizado... - les mira con seriedad y fijeza, alentándoles a abandonar -... Están a tiempo de irse. Si no valen para esto, márchense y no ocupen una vacante que otra persona podría ocupar. Nadie les obliga a estar, miren esa puerta... - señala el acceso de entrada -...Quien salga por ahí no tiene que dar explicaciones, solo volver a casa. Pero quedarse implica que son oficialmente reclutas del Space Force. Desertar trae consecuencias... ¿Son conscientes de ello?

Dejó un tiempo de silencio mientras seguía señalando la puerta, quizás esperando que cualquiera de los presentes se diera por aludido y saliera, algo que no sucedió. Nadie era tan idiota como para desperdiciar esa oportunidad que les brindaba el destino y que, de alguna manera, habían logrado.

- Perfecto, si son tan amables síganme, vamos a ultimar los detalles del proceso. En primer lugar iremos a los vestuarios, es un sitio encantador, ya lo comprobarán... - dijo la mujer usando un tono de voz que era obviamente sarcástico, por lo visto ella no opinaba precisamente eso.

Tras salir de la sala de espera y recorrer varios pasillos, la sargento abrió una puerta metálica y entró en un habitáculo amplio, que a primera vista ya se sabía era los vestuarios. Esperó pacientemente a que el resto del personal entrase en el lugar y ocupara el espacio. Era una estancia con capacidad para unas 50 personas, muy limpia y bien cuidada, destacaba en la zona central una estructura de madera donde se encontraban cajas contenedoras abiertas y vacías.

- Como comprobarán hay unas cajas abiertas delante de ustedes. El proceder es sencillo, deben meter ahí todos sus efectos personales, ropas, comunicadores, colgantes, cualquier posesión personal, aunque de un anillo se trate. Es una orden, no cumplirlo tendrá consecuencias - Dijo de manera tajante mirando a algunos de los reclutas que dudaban -  Están en el ejército espacial, olvídense de tener privacidad, comprendo que a nadie le guste ver la desnudez del que tiene al lado, y que el culo del compañero pueda ser como la cara de un Skullrep, pero si sobreviven a este trance podemos afirmar que hoy hemos realizado un gran logro... - No parecía que Dunne Grey disfrutase con la orden, ni tampoco con el chiste contado de manera tan sosa que parecía ser una burla abierta a los presentes. No, el rostro de la mujer mostraba cierta dualidad. (Aquí algunos recibiréis información en la sección pnjs, sólo quienes habéis invertido algún punto en empatía. El grado de información depende del valor final. No hay que realizar tirada)

Quedaron los  soldados con los baúles abiertos delante de sí, con el fin de que sus preciadas posesiones fueran depositadas en el interior. Una vez se produjese el almacenamiento, el recluta debía cerrar la tapa y poner el dedo índice en un lector, que cerraría el compartimento como si de una cerradura se tratara, tan específica y exacta que solo pudiera ser abierto por el propietario. Aunque había un sistema de seguridad o llave maestra en aquellos modelos, por lo que era probable que algún alto mando pudiese acceder al interior si este era su deseo.

- Bien, salgan por la puerta del fondo y encamínense hacia las duchas, una vez allí hagan lo propio con el gel que se encuentra en los dispensadores de pared. Eliminemos la posibilidad de que los microorganismos espaciales invadan nuestro querido Protect... Si alguien no se frota bien, tendré que ocuparme personalmente de ello... - dejó caer el comentario con una sutilidad peligrosa, aunque más bien lejana a la sensualidad, había que tener mucho valor para comprobar qué demonios significaba eso.

Las duchas estaban muy cercanas unas a otras, tanto que incluso los codos podrían tocarse si no se andaba con cuidado. Estar desnudos unos frente a otros ya era algo en sí incómodo, pero hacerlo en tan poco espacio recordaba al ganado que se hacinaba en determinadas granjas de los planetas sobre saturados de tecnología, algo aberrante para quien amase los espacios abiertos.

La incomodidad y la vergüenza fueron notorias para algunos de los presentes, Carl, Benedict, Lizza y Keira quizás fueron los que más dudasen para desprenderse de sus ropas, pero ninguno efectuó comentario al respecto, solamente miraban al suelo como acto de sumisión y desagrado. Hubo quizás otras reacciones un tanto más llamativas, como la de Becky Baker, una recluta con un claro problema de sobrepeso, la cual dejaba traslucir lágrimas en sus mejillas, o incluso las miradas de Vera hacia Daya, intentando ser particularmente disimulada, sin olvidar la clara erección que Buck Smith intentaba disimular tapándose sus partes nobles. Obviamente nadie esperaba algo tan invasivo y tampoco que nadie se quejara, aunque quizás esta pobre narradora se equivoque, ¿alguno tendría el valor de hacerlo?

Una vez se hubieran duchado, el gel desinfectante era tan potente que no habría artrópodo capilar con capacidad de supervivencia, podrían volver a los vestuarios. Las cajas verdes ya no se encontraban a la vista, las habían retirado y en su lugar habían mudas completas de lo que sería su nuevo uniforme, las prendas oficiales que portarían durante su período de formación y que consistían en un traje mimetizado, una camiseta interior de manga corta y botas. Todo en tono árido.

- Deberían darse prisa, tienen el reconocimiento médico antes de que cojamos el transporte - miró su comunicador - Y el domo 15 nos está cogiendo ventaja, eso no nos conviene - matizó antes de comprobar de que todos sus reclutas estaban vestidos - No olviden la ropa interior, siempre hay algún idiota que no la coge - señaló el sitio donde estaba almacenada. Carl Brinstom volvió a bajarse los pantalones, estaba claro que el comentario había sido por él.

Tras salir de los vestuarios volvieron a caminar por un amplio pasillo que les llevó a otra sala de espera, donde el olor ambiental denotaba claramente que estaban en una zona sanitaria. Las ventanas daban a unos jardines interiores del edificio y éstas permanecían cerradas.

- Entren cuando escuchen su nombre, el doctor es nuestro médico particular, el teniente Zachary Teller, sean amables por la cuenta que les trae... - dijo la mujer con una enigmática sonrisa, apartándose de los reclutas lo suficiente como para tenerles vigilados y no inmiscuirse en sus asuntos, mientras todos pasaban por aquel proceso, algunos sin perder la sonrisa, no tanta suerte habían tenido otros.

Notas de juego

- Todos debéis narrar en algún momento que entráis a hablar con el doctor.

- Podéis rolear marcando a todos y hablar "en gran grupo"

- Podéis bajar la voz y charlar en privado con quien os parezca, pj o pnj. (En este caso el post sería privado). Si habláis en privado con alguien debéis explicar en el rol general a quien os acercáis puesto que todos estáis juntos.

 

Próxima actualización: Sábado noche

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31/03/2021, 12:03
Einar Andersen

Einar se mostró educado y hasta cierto punto simpático con el pequeño grupo que parecía haberle tocado.

Si bien no habló demasiado, si participó en las conversaciones haciendo gestos que denotaban escucha  proactiva y sonriendo a los comentarios que le hacían. Incluso amplió su sonrisa cuando declinó cortesmente con la mano el ofrecimiento de magdalenas por parte de aquella que se había presentado como Becky. Quizá hubo algo de compasión en su gesto si bien pretendía disimularlo. Le daba bastante lástima aquella chica puesto que dudaba enormemente que fuese capaz de aguantar mucho en el programa y ella parecía estar complétamente ilusionada con la idea de graduarse. No todo el mundo está hecho para el ejército..

Aquel joven simpático y compasivo desapareció en el momento en que el mando entró en la sala. Dejó a medias cualquier conversación que estuviese teniendo para ponerse fírme como una estaca en dirección a la sargento, con la mirada clavada en su superior y los brazos pegados a los laterales de su cuerpo.

Con una expresión impasiva, otorgó toda su atención a la información que le estaba brindando la Sargento Dunne. Dudó por un instante si gritar un "¡Si señora!" cuando ella terminó de hablarles y les dió su primera orden como aspirantes del programa, sin embargo el lenguaje utliizado por Dunne era lo suficientemente informal por el momento como para desechar la idea.

Sin rechistar lo más mínimo siguió a la Sargento hasta el vestuario, se situó en su sitio. Volvió a escuchar dócilmente las indicaciones y, en cuanto ella hubo acabado de darlas y sin a penas dudar un instante, empezó a desvestirse.

La situación era algo incómoda, eso no iba a negarlo, pero llevaba años preparándose para aquel momento. Había estudiado los métodos del ejército y podía esperarse algo como aquello, por lo que más o menos se había ido haciendo a la idea.

A medida que iba desvistiéndose, plegaba la ropa con esmero y la introducía luego en el cajón correspondiente. Primero Chaqueta, camiseta, camiseta interior, pantalones y calcetines. Todo doblado y colocado.

Su falta de dudas hizo que fuese de los primeros en llegar a la tesitura de tener que rendir su ropa interior ante el glorioso Ejército y si bien titubeó un momento, sin cambiar su expresión deciddia, agarró sus calzoncillos y los bajó, para luego plegarlos y situarlos junto al resto de su ropa, adoptando una posición de "descansen" mientras esperaba al resto.

El cuerpo de Einar lucía como su madre le había traido al mundo y lo cierto era que si bien sin destacar en exceso, se notaba que había estado preparandose para aquel momento. No había músculos excesivamente vistosos pero podría decirse que estaba en una forma aceptable. Y pocos sabían lo muchísimo que le había costado...

Una vez todos listos, siguió a la fila hasta las duchas en completo silencio, tratando de que su mirada se perdiese en algún punto indeterminado del horizonte, si bien en algún momento su naturaleza masculina le jugó una mala pasada, desviándo su mirada  sutilmente hacia la figura de alguna de sus nuevas compañeras, situación que cesabainmediatamente en el momento en el que él mismo era consciente de ello.

Mientras se esmeraba en la ducha, no pudo pasar por alto las lágrimas de Becky. Realmente lo sentía por ella y de haberse encontrado en un ambiente civil se habría preocupado por ella, pero ahora estaban en el Ejército y allí la cadena era tan debil como su elsavón más débil por lo que no podía más que desear que la propia muchacha se diese cuenta de su error y abandonase cuanto antes para no ser una carga para el resto.

Tras la ducha y oliendo a hospital, volvieron todos a los vestuarios, donde les esperaba su nueva "piel". Una piel que si todo iba bien vestirían durante dos años.

Einar se descubrió sonriendo como un bobalicón mientras se iba vistiendo con aquel uniforme. Su sueño empezaba a abrirse ante él y en aquel momento lo iba a disfrutar tanto como pudiese, sin ser demasiado consciente de la que se le venía encima. Ya habría tiempo para eso.

Una vez vestido volvió a adoptar la posición de descansen, con la espalda erguida y las manos unidas tras la espalda. Ahora que ya vestía uniforme militar, su porte en esa posición era otra cosa. Ahora ya jugaba en la liga de los "mayores".

Esperó a ser llamado, para entrar a paso ligero en la consulta del médico.

 

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31/03/2021, 12:45
Duncan "Duke" McCarthy

Sonrió a Eylo y asintió en señal de comprensión. Había intentado decirle que aquello de ser chatarrero era equivalente a ser médico, pero no le había entendido y había demasiada gente. Duke siempre se movía mejor en grupos pequeños y en distancias más cortas, donde había tiempo para sentarse y su discapacidad no resultaba tan notoria y molesta. Miró hacia los lados, intentando recordar todas las caras y quedarse con los nombres, en algo que parecía ser una costumbre en su oficio, ya que, hasta en las peores circunstancias, una palabra amable y tener la confianza de quien estaba en tus manos podía ser más importante que el mejor instrumental médico.

No tuvo mucho tiempo más para pensar en socializar con ellos, ya que una montaña de músculos se dirigió hacia él y le empezó a hablar. El tipo debía ser de su edad, pero la forma física no era comparable, Duke era fibrado, ágil, pero aquel hombre era poderoso, alguien con quien convenía no meterse. Le sonrió, se encogió de hombros y empezó a teclear

- Yo...lo...dejé...vivo, si...se...muere...ahora..no..es...culpa...mía. - Rió sin emitir más que un sonido ronco y volvió a escribir - Le...explotó....una....vena... cuando...cerrábamos.... sucio....pero....manejable, y...nada....de....darme....trabajo....Donner... La mejor.... cura....es...no...dejarse....herir.

Vio como estrechaba la mano con Mikhail y se sonrió mientras levantaba el brazo y trataba de compararlos con los de ambos hombres. Se encogió de hombros divertido al ver que no había comparación posible y prestó atención a Narel. Asintió con una sonrisa ante sus felicitaciones, una forma rápida de corresponder sin necesidad de hablar. Silbó, indicándole que aquello no había sido fácil, y asintió ante su pregunta del comunicador. No podía hablar, sino no estaría tecleando. Era una pregunta a la que se solía enfrentar, y al principio era raro, pero la gente solía acostumbrarse, era buen tipo, así que le pasaban por alto la rareza del comunicador.

Sus compañeros hablaban de Eridani, de lo que significaba ser chatarrero, si eran naturales de un sitio u otro, y eso le resultaba muy interesante, pero, en grupo, y con sus dificultades de intercomunicación intentaba prescindir de la cháchara no productiva y dedicaba ese tiempo a escuchar, tratando de demostrar con su lenguaje gestual cuando algo le divertía o le sorprendía.

La última en llegar fue Lizza. Le sonrió en cuanto le pregunto su nombre y tecleó - Duncan...pero... solo...me ...llama...así... el director...del hospital....mejor...Duke

Duke puso cara de asombro ante el movimiento de la moneda, y rió silenciosamente cuando Jim se la quitó. Entonces Lizza insistió en el tema de la voz, y en tratarle de usted. Levantó una ceja, levantó un dedo admonitorio antes de empezar a escribir

- Jovencita.... no...soy....tan viejo....para....ser.....usted. - Duncan sonreía y se aseguró que Lizza lo veía sonreír antes de encogerse de hombros y continuar escribiendo - No...es...un...problema...físico... es...psicológico.... los...implantes....no....funcionarían...... pasó...algo....pero....para....contarlo.....necesito....cervezas... Me apaño....con esto.... puedo....signar....en...lenguaje....de sordos....leo...los labios.... me....apaño.....y...en...los...ratos...libres..... salvo....vidas.....no....me....puedo....quejar.

La carcajada silenciosa de Duke dio por finalizada la explicación. Era mudo, y que? Sus manos hacían prodigios y era feliz con lo que hacía. No era menos que nadie, merecía lo mismo que todos estar allí, y no quería ni lástima ni ventajas. Se había criado en una granja, había pateado traseros en los campos de rugby, así que, por muy fuertes que fueran, por muy altos, se iban a llevar una sorpresa. Era un puto hijo de Escocia, y en Escocia no se criaban llorones.

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31/03/2021, 12:56
Eylo Yilmaz

Sala de espera 


Espero que no, por tu bien —respondió a William cuando habló de copiar —. Lo mío es el trabajo de sensores, señales.. localización de patrones —especificó al recluta con espíritu de tahúr, aunque con un garbo escaso, ya que parecía creer que su trabajo lo consideraban aburrido.

No creo que vayamos a tener mucho tiempo libre durante los próximos dos años —respondió a Jim —. Pero cuando pueda ser, te agradeceré la visita —movió la cabeza de forma comprensiva, aunque la forma de hablar de Eylo eran un poco artificiales, como si estuviera hablando un idioma ajeno al suyo. A las dudas sobre sus sistema de origen de Jim se unieron las de Donner, aunque las de este fueron un poco más fuera de lugar a juzgar por la cara de Eylo. Aunque Narel intervino de repente, dejando a Eylo aun más descolocado si cabe.

¿Eres de las órbitas? —preguntó sin esconder su sorpresa a Narel, la verdad es que Eylo fue bastante expresivo, esgrimiendo un acento bastante pintoresco para los de los mundos centrales —. Yo también.. —dudó unos instantes, la miró largamente antes de responder —.. de Políxene. Estuve un par de veces en Kuiper por repostaje —rápidamente huyó de lo que acababa de mencionar, puede que Narel supiera bien la razón —. Puede que nos viéramos allí.

Las palabras de Eylo no acabaron de ser sólidas, como si en su cabeza pulularan múltiples pensamientos desordenados y tratara de buscarles lógica. Simplemente sonrió a su homóloga estelar, para entonces ya había llegado Lizza como un huracán. Eylo se presentó, aunque evitó caer en el foco de sus atenciones. Aunque la cosa no dio para más, y volvió la sargento Grey.

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31/03/2021, 13:26
Eylo Yilmaz

Vestuarios y duchas


Eylo se cuadró instintivamente cuando llegó la sargento Grey, parecía tener interiorizadas esas reacciones, aunque su posición distaba mucho de ser la perfecta cuadratura de un soldado. Algo llamó la atención a Eylo del discurso de la sargento, a quien miró unos instantes de más, pero sin decir nada, como si con ello pretendiera discernir una intuición. No hizo ningún ademán cuando les sugirió abandonar, simplemente siguió en su puesto esperando la siguiente indicación. Las náuseas empezaban a remitir, pero persitía el malestar general.

La forma de moverse de Eylo delataba cierta marcialidad, definitivamente, pero había algo que no terminaba de encajar. Se movía más por condicionamiento que por convicción o intuición, mas para cuando llegaron a los vestuarios y recibió las nuevas órdenes suspiró largamente. Procuró ir cerca de Narel, encontrando en ella alguien con cierto pensamiento afín por su origen mutuo, pero sin tratar de parecer ajeno al resto de sus compañeros. Al fin y al cabo, las palabras de Kimball no paraban de golpearle en la sesera.

En un silencio beatífico, Eylo dejó su mochila en el suelo, la abrió y sacó su ropa, unos libros y, quizá lo más llamativo, la funda de un violín. Lo dejó todo perfectamente colocado en su taquilla, con una habilidad envidiable en lo que se supone aprovechar el espacio. Antes de dejar el violín, comprobó su estado y, tras hacerlo, prosiguió con la ropa. De lo último que se desprendió, y con mucha dificultad, fue de su colgante. Tuvo la tentación de apelar a la sargento, pero era consciente de la respuesta que iba a recibir. Respiró profundamente, se lo quitó, y lo dejó perfectamente colocado sobre el resto de sus cosas.

La cara de Eylo se había agriado un poco tras esto, pasó a las duchas sin darle excesiva relevancia a su desnudez. El joven eridiano parecía acostumbrado a esa clase de procesos.

Como volver a la estación —comentó a Narel mientras se lavaba a conciencia, también con un hábito adquirido de vivir meses en naves y estaciones espaciales.

Eylo parecía fijarse en todo lo que le rodeaba. Y es que alguien podría pensar que su espíritu voyeur estaba al acecho, ya que no tuvo reparos en observar a los presentes, pero en su mirada no había juicio o morbo, para él era un acción natural, que bebía del lugar donde había crecido. En cierto modo le costaba entender los reparos de algunos de los presentes, pero lo comprendía. Quizá por eso le tendió una toalla a Becky Baker cuando la vio llorar, en un claro gesto de apoyo y camaradería con un asentimiento. Una vez más se fijó en Grey, pensativo, pero mantuvo la disciplina de silencio hasta 

No quiso darle mayor importancia al gesto, por lo que tras secarse se vistió para pasar a la espera de la revisión médica. Aunque antes de su turno, se levantó y se dirigió a la sargento Grey rumiando algo.

Sargento, ¿podemos hablar un momento? —preguntó con calma. Tras conversar, o no, con la sargento esperaría su turno para ser visitado por el médico.