Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 4. El legado de Némesis

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27/03/2022, 13:15
Alvin Zemit 

Mitad del mes 4. Nave de Lord Success

Daya no podía borrar la imagen mental de lo vivido. La joven se abrazaba a Alvin, un joven que desprendía cariño por todos los poros de su piel, comprendiendo en su fuero interno de que su compañera necesitaba un pilar sobre el cual sustentarse. Alguien que pudiera escuchar sus múltiples cuestiones, preguntas que el mismo Zemit no podía responder, todas basadas en la escasez de moral de su "anfitrión".

Hubo un silencio largo hasta que el natgrewniano determinó que en el futuro, seguiría sin estar sola - Ambos hablaremos con Grey y le explicaremos lo que sucedió. No ha sido tu culpa, tan sólo existe una única persona que deberá expiar sus pecados. Ya llegará el día... - Susurró mientras le acariciaba la espalda.

Parecía que, en aquel instante, las almas de Zemit y Banerjee confluían. Ambos tenían claro que debían ordenar bien sus ideas para poder salir de aquella situación. Un desliz podía suponer la muerte. Más les valdría callarse y esperar, con paciencia, algún momento de debilidad o bajada de guardia de Lord y los suyos. Cuando sucediese, ya decidirían como actuar.

La sonrisa de Daya supuso para Alvin el gesto más bonito que había visto en todo el universo en los últimos días. Algo que le daba calma moral - No dejes de hacer ese gesto - Le pidió - Nos das fuerzas a todos cuando lo haces. Transmites mucho con los gestos, Daya... - Un beso en la cabeza. Le cuidaba como si fuera un hermano mayor que tenía el deber de sustentarla y, lapar, lepedía ayuda para la boda que él estaba más que dispuesto a celebrar - Claro que me fío de ti. Eres una mujer luchadora y decidida. Seguro que se te ocurren cientos de buenas ideas para sorprender a Becky

Banerjee hablaba de la suerte de haber coincidido con Baker en el Domo, Alvin asintió con la cabeza dejando que su mirada se plasmase en un punto concreto de la nave, como si estuviera recordando los inicios con su novia - Me enamoré por su risa, su voz y por cómo se emocionaba cuando me hablaba de su vida y expectativas de futuro. Siempre alegre - Confió abiertamente en Daya - Ni Malbone podía con ella. Es una luchadora, al igual que tú lo eres - La seguridad de su voz era muy marcada.

Hubo una reflexión profunda sobre las parejas del Domo, estaba claro que la adversidad unía. Muchas relaciones parecían haberse formalizado, más las que deberían surgir tras pasar el período de instrucción. Eso si lograban salir de aquella situación tan peligrosa en la que se encontraban.

- ¿Hacer que Becky cante en Innum? Podría ser una posibilidad. Mostrarle un nuevo mundo, justo lo que quiero que disfrute cuando sea mi esposa... - Valoraba la opción, aunque la idea debía pulirse. En cualquier caso Banerjee ya tenía trabajo en el que pensar. Algo que permitiría a ambos evadirse de su triste realidad.

Y entonces llegó la pregunta más incómoda que la piloto pudiera formular en aquel instante. ¿Qué había hablado Eylo con sus compañeros de nave sobre Kepborn? ¿Había algo que la innumita debería saber?

- Eylo estaba convencido de que Frank era asteriano. Seguramente, no quiso decirte nada porque estabas involucrada sentimentalmente con él, y por eso abrió un canal privado para indicarnos que debíamos tenerle vigilado hasta confirmar las sospechas... - Suspiró el joven que, al fin y al cabo, asumía las órdenes de Yilmaz - Pero quien más te puede decir de eso es Eugene. Ella hablaba en privado con Eylo de manera constante. Con Donner y conmigo había menos conversación al respecto. De quien realmente se fiaba al cien por cien era de Brezos.

Banerjee era consciente de que, alejándose de Coltanium, era complicado seguir la pista de Lord y de sus esclavos. Más allá de eso, Casiopea no era un lugar donde hubiese un planeta habitable. A saber en qué sitio acabarían junto con el esclavista. ¿Podría la Space Force dar con ellos? Parecía una posibilidad prácticamente imposible. La vida se les complicaba.

Hubo unos instantes en los que Daya se marchó, acompañada por  los guardias para vigilar los estabilizadores de la nave, unas estructuras que no habían tenido un mantenimiento adecuado. Tras el regreso, que había sido considerablemente largo, la piloto se interesó por saber si Alvin había hablado con Eugene y éste asintió con la cabeza, aunque se le notaba bastante preocupado.

- Lo he intentado, pero por sus miradas me temo que va a ser difícil que pueda controlarse - Tragó saliva despacio - No pongo la mano en el fuego por ella, Daya. Siento tener que decirlo, pero de Brezos puedo esperar cualquier cosa...

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27/03/2022, 16:28
Lord Reginald Success

Mitad del mes 4. Nave de Lord Success

Daya fue acogida en la sala donde Reginald se encontraba. La mujer fue invitada a sentarse y tomar una copa de vino, bebida que descartó de inmediato, mientras intentaba establecer una conversación.

- Oh sí, uno de mis guardias me lo ha hecho constar, que escuchaste un ruido y tras irte de paseo por los mecanismos de la nave, no has solucionado gran cosa... - Estaba claro de que no creía a la mujer - No necesito que toques más el sistema, cuando lleguemos a nuestro destino buscaré a un mecánico de verdad que sepa hacer su trabajo... - La miró con interés - Está comprobado que tus cualidades no son de taller, por más que insistas en ello. Había un ruido y hay un ruido. Nada has cambiado.

Lo siguiente que el hombre pidió fue que la mujer se desnudase y quedara expuesta para sus ojos. Daya dudó, aquella petición podía no tener marcha atrás y declaraba el interés físico de Lord hacia la fémina, aunque él no parecía lujurioso, sino más bien interesado por su copa de vino, y algo curioso por el cuerpo de la mujer, como si fuera un magnate examinando una yegua que le interesara.

Daya se desnudó de manera fría, aséptica, sin interés alguno en gustar al depravado ser, que delante de sí estaba.

- Demasiadas ubres para mi gusto - Fue su primer comentario. No solo era despreciable desnudarla contra sus deseos, si no que encima le sacaba fallos al cuerpo femenino - Aunque creo que puedes tener una buena salida de mercado en uno de los burdeles. Ya se verá cuando te probemos...

Era buen momento para que Banerjee recordase que tenía una semana de protección por parte de Dama Sombría y él, se encogió de hombros ante aquella promesa, estaba claro que no le importaba demasiado cumplirla - Sinceramente, tú misma y tu amiguito me hicisteis notar que Dama me había engañado...- Agitó su vino dentro de la copa, observó el líquido de color sangre antes de continuar su diatriba - Engañar a un embustero no debería tener malas consecuencias. Además, no tengo mucha fe de que desee reclamarte de nuevo, me da la sensación de que te han querido quitar de en medio. A ti y a tus amigos. Por eso, estoy estudiándote para saber dónde podría obtener más beneficio por tu persona y no jugarme el pescuezo con el ejército - Tomó un trago, despacio, paladeándolo - No tienes pinta de luchadora, tampoco eres mecánica y no pondría los mandos de mi nave en tus manos, ni borracho como una cuba... - Sonrisa escéptica - Pero todas las mujeres valen como mínimo para una cosa, y los gustos en el mercado son muy variables. No eres mi tipo, tu cuerpo me da asco, tus tetas, tu tono de piel, tu pelo... No me follaría una hembra como tú ni aunque me pagasen... - Desprecio en su voz estaba claro que ser esclavo de Lord era ser denigrado hasta la altura del suelo - No tienes físico ni intelecto, tengo animales por los que daría más numerarios...

Hubo un silencio incómodo hasta que Lord Reginald Success lo rompió para hacer una petición insólita. Aquel tipo era una verdadera caja de sorpresas. En un momento parecía que iba a violarla, luego a despreciarla y, finalmente, generando un instante de incertidumbre en la mujer, él pedía algo insólito, un nuevo nombre para cambiarse el actual, ya que su tapadera había caído ante los ojos del mundo.

- Siempre me ha gustado ser un Lord. No voy a negarlo, pero claro, lo que no quiero es que en Casiopea me relacionen con mi nombre actual. Ahí está la gracia, que quien me busque, no me encuentre - Determinó aclarando dudas, sacando un cigarro del bolsillo - Fuma conmigo - Le ofreció un pitillo sin darle opción alguna a negarse - Me gusta que las zorras fumen - Comentó acercando un mechero al cigarro de la muchacha, para luego prender el suyo propio.

- Veamos como suena tu propuesta, Erson... Lord Erson Phoenix - Asintió con la cabeza, valorando la nueva denominación - Cambiemos el título Lord a otra cosa. ¿Cómo me llamaré, zorrita?... - Le miraba fijamente, faltándole al respeto mientras que él se le elevaba con el nuevo nombre - ¿Marqués, quizás?... Puede que me quede corto... - Indicó sopesando las posibilidades mientras fumaba, lanzando al aire densas volutas de humo, respondiendo algunas de las cuestiones de la piloto - Casiopea es mi lugar de residencia, un hogar futurista que se encuentra bastante aislado, lo suficiente como para seguir llevando mis negocios. No vamos a salir de este planeta, aquí es difícil que den conmigo, en otras colonias terrestres hay más Soldados Espaciales que estropean la diversión... - Y tenía sentido. Un magnate con turbios negocios, no podría empezar de cero con su cartera de clientes, en cualquier lugar del mundo, y él estaba anclado a Coltanium. Así que no era difícil deducir que el cambio de ubicación era una manera de despistar, aunque quien desease encontrarle sabría como hacerlo, al menos entre sus clientes más selectos, y a pesar de haber cambiado su nombre.

- Tienes suerte por ahora, me gusta el nombre que has elegido para mí, y por eso voy a premiarte... - La miró con interés pero sin un ápice de lascivia. Jugaba con ella - Tócate, Daya. Abre las piernas y acaríciate. Quiero ver cómo te satisfaces y gimes... - Y se quedó observando a la mujer mientras esperaba que se masturbase. Lo bueno, que él mismo ni la tocaba. Lo malo, que la integridad moral de la mujer no era tenida en cuenta, así como ninguno de sus deseos. Ella era una esclava y haría todo lo que no quisiera. Cualquier aberración de aquella perturbada mente, era posible.

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28/03/2022, 15:53
Einar Andersen

Einar no rehusó el contacto compasivo de Shally, al contrario, lo agradeció con un asentimiento de cabeza, no viéndose capaz de articular palabra por tener un nudo en la garganta.

Al mencionar ella la distribución de los turnos se cubrió la boca con la palma de la mano, en pose pensativa. Por un momento habia olvidado que él era el único con el título de piloto, por mucho que las dos mujeres reuniesen los conocimientos necesarios, por lo que había pasado por alto que 8

horas seguidas podían resultar demasiado para alguien sin experiencia.

-Tienes razón...- dijo abriendo la pantalla de su dispositivo personal para observar la distribución horaria, guardando un instante de silencio para pensar.

-El problema de que yo entre en la rueda de turnos cortos es que nos sería imposible acumular ocho horas seguidas para dormir… A ver que te parece esto. Yo puedo realizar turnos de 10 horas seguidas, por mi parte no hay problema con eso. Y las siguientes 10 horas os las repartís vosotras dos en turnos de dos horas. Así tú harías un total de 6 horas por cada 20, la Cabo 4 y yo acumularía 10 horas seguidas para poder descansar.

Su mente calculaba rápido, esa era su especialidad más allá del pilotaje por lo que lo normal era que aquel tipo de problemas los resolviese en un abrir y cerrar de ojos.

En la cafetería, durante la charla con Timothy empezó a sentirse bastante cómodo. Realmente parecía de trato agradable e intenciones sinceras, entendía por que parecía llevarse bien con Sue, la pelirroja de la eterna sonrisa.

Mientras hablaban los tres, Malbone hizo acto de presencia, preparándose a devorar unas tiras de bacon y pasando más bien desapercibido a la atención de Einar, quien estaba concentrado en la conversación que estaba manteniendo, si bien el grito sobresaltado de su Cabo sí logró captar parte de su atención, lo que se tornó en su atención completa en cuanto escuchó el nombre de Dunne Grey. El corazón le dio un pequeño vuelco.

Casi como si lo hubiesen sacado de la charla de un violento tirón se quedó congelado y abstraido de lo que habían estado hablando, prestando atención sin disimular a la transmisión que estaba manteniendo Malbone.

Al levantarse este, y haciendo gala de su férreo saber estar, no se estuvo de disculparse con sus interlocutores antes de salir en dirección a su mando.

-Disculpadme, pero creo que es importante- dijo un instante de salir al trote tras de Malbone.

-¡Cabo Malbone!-gritó tratando de llamar su atención mientras caminaba tras él.

-Si me transfiere la ubicación empezaré a preparar una ruta de vuelo lo más corta posible.

No creyó necesario el explicarse porque Malbone no se había preocupado en mantener su conversación en secreto. Entendía que se le presentaba una difícil encrucijada a los mandos a tenor de la nueva información, pero lo menos que podía hacer él era el tratar de preparar una solución lo más operativa posible por si decidían cambiar de rumbo, o bien enlazar ambas misiones una detrás de otra.

Él era quién había decidido dejar a Dunne, Duke y Tessa en tierra y quizá se le estuviese presentando una oportunidad de redención. No podía pedir más.

 

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28/03/2022, 23:04
Duncan "Duke" McCarthy

Duke no sabía quien era ese tal Seok Hwan, pero si era asteriano confiaba en que lo encerraran, lo trocearan e hicieran con sus restos todas las pruebas médicas más sucias posibles. En eso Billy tenía razón, probablemente todavía no sabían que se habían escapado, pero lo sabrían pronto si seguían jugando a las casitas con el asteriano. Al menos era rápido en contestar y solícito, pero no se podía fiar de lo que decía.

- ¿Australopithecus?. ¿En serio no le puedo meter un tiro? Su sociedad es prepotente y pedante, ¿Necesitas más Thompson? - bufó - Problemas de natalidad, porque no podéis tener muchos hijos entre vosotros, necesitáis ayuda de las razas inferiores, y aun así os cuesta concebir en términos humanos - dijo con evidente sarcasmo - Yo era hijo de granjeros, hasta que mandásteis a los skulls... ¿Así que hay distintos grados de prepotencia entre los asterianos, eh? No hagas caso de tus padres - dijo entre cínico y divertido - Los padres nunca tienen idea de nada, intenta seguir tu sueño, si sales de esta dedícate a tu sueño, la vida es muy corta.... - y si aquello era una amenaza flotante o un buen deseo no era fácil de adivinar.

Ofrecía los números para bloquear las cuentas, pero en caso de hacerlo podría echar a los asterianos encima suya. Grey estaba en la misma onda, así que se encogió de hombros. Podían esperar a salir de allí, pero si no salían.... Duncan dijo

- Podemos esperar, pero habría que dejar instrucciones de que se anulen en 12 horas o en 24, en caso de no tener noticias de nosotros... O cuando estemos a salvo. Lo peor que puede pasar es que perdamos ese dinero, pero si conseguimos cerrarle la financiación se acabaría la rebelión o quedaría muy tocada.

Hablaron del físico de los asterianos, de su falta de fuerza, pero en cambio decían que ellos tenían otro tipo de habilidades. Duncan dijo - Sí, sois súper cargantes. Ya sé que sois distintos, unas proteínas más o menos que nosotros, y parece ser que habéis evolucionado, ¿Pero que estás sugiriendo? ¿Que tenéis poderes psiónicos? ¿Que tiráis rayos por el culo? Haz el favor de atarlo Billy, yo le vigilaré por si sus poderes se manifiestan... Un disparo y podré estudiar ese cerebro tan evolucionado.

Al menos Billy le escuchó y tuvo a bien considerar amordazar y registrar al reo, aunque como siempre le trataba de tranquilizar diciendo que todo iba a ir bien. Se engañaba, engañaba a los dos, las posibilidades de que todo fuera rematadamente mal eran astronómicas, y si tenía que morir se iba a llevar a ese hijo de puta por delante. Estaba mirando al preso con una mirada que dejaba entrever sus intenciones cuando Billy le preguntó por Kepborn, estuvo a punto de mandarle a la mierda por bromear en una situación, pero al mirarle vio que genuínamente no sabía quien era. Contestó apremiante y preocupado, preocupado por el futuro de Daya

- El médico del quince, alto, guapo, ha venido al doce varias veces y Daya y él tienen algo... y ya has oído a mudito - dijo señalando al asteriano - Buscan incubadoras humanas para sus hijos, y Daya tiene muchos hermanos.... Tenemos que avisarla, salir de aquí cagando hostias...

Billy optó por adelantarse y sabía que de poco iba a servir disuadirlo. Iba a hacer lo que quería. En cuanto se separó del preso levantó la pistola para volarle la cabeza, pero Grey se ocupó de custodiar al preso. Sonrió con amargura y bajó el arma mientras compartía una mirada de dolor con Grey. Emitió un gruñido grave y cuando discutían sobre a quien llamar, y sugirió a Malbone por su poderío físico. La proposición fue aceptada con cierto entusiasmo, así que solo cabía esperar que la comunicación funcionara. Funcionó, y hubiera reído, a mandíbula batiente si hubiera escuchado a Malbone preocuparse por alguien. Parecía que al final debajo de ese pecho de nearthental había corazoncito. Había problemas de comunicación pero aun así pudieron enviar las coordenadas, ahora solo hacía falta esperar y cruzar los dedos. Quedaba el tema de Bintel. Era una incognita, si la habían reprogramado era un problema, pero no parecía que fuera el caso

- Si la han reprogramado podemos hacer una prueba. Le pediremos que me haga daño, su programación básica lo impide.... No creo que la tengan prisionera si la han convertido, y no creo que pensaran que nos íbamos a escapar, aunque, tal vez ha sido demasiado fácil. Pongámonos en marcha..... Aunque es tentador explorar creo que lo mejor que podemos hacer es recuperar a Bintel y largarnos....

Solo esperaba que Billy no adoptara a otro asteriano. Si no, a ese paso, pronto serían más los rehenes que los captores.

 

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29/03/2022, 21:09
William P. Thompson

El apretón de manos de alguna manera le transmitía a William algo de "humanidad" por parte del asteriano, aunque evidentemente seguía sin poder confiar al 100% en él como bien había recalcado Duncan, pero al menos podía suponer cierta esperanza de que el final de lo que estaba por venir fuera un completo derramamiento de sangre. Los siguientes comentarios de Astor, generaron algo de suspicacia en Thompson... Su historia parecía asemejarse mucho a la de él mismo, algo que de tener acceso a su expediente hubiera podido inventar para ganarse su confianza, aunque de ser cierto, sólo implicaba cuan semejantes podían llegar a ser ambas especies. Simplemente decidió permanecer pensativo a un lado para preguntar una vez terminado - ¿Y quién es tu padre? ¿Qué cargo ostenta? - Preguntó con un tono de voz bastante contenido. 

Ante el comentario de Duncan, negó con la cabeza - Lo que pasó en el PEC nos demostró que al menos tecnológicamente nos aventajan. Y asumo que se refiere a que somos especies similares con ciertas diferencias, simplemente no hay ninguna más desarrollada que nosotros que conozcamos. En realidad eso ya dice bastante... No es como si fuéramos razas diferentes, somos especies diferentes, aunque no demasiado... eso ya es bastante - 

El comentario de las cuentas recibió un gesto negativo por parte de Billy - Eso serviría para ganar una batalla... pero estamos librando una guerra - haciendo un símil con un enfrentamiento bélico que bien podía no ser tan símil - Sería mucho más útil rastrear esas cuentas... El origen del dinero, que debe ser de origen humano... se puede ver la antigüedad de la misma que nos puede dar una idea de cuanto tiempo lleva gestándose esta situación, así como los benefactores... Que seguro una gran cantidad de los infiltrados en la Space Force donaban gran parte de su salario a esos fondos y también podremos saber el destino de esos fondos, con lo que podremos identificar tanto sus intereses como sus simpatizantes - Se mantenía pensativo mientras emitía esas opiniones - Desde luego, es una información valiosa. Y es seguro que Teller no conocería todos los infiltrados. Una vez identificado todo eso, sería mucho más útil que la cancelación de la cuenta - Parecía que aquel chaval estaba siendo bastante útil después de todo, algo que le venía muy bien. Si era cierta su historia, no le costaría identificarse con él. Además que mantenía la esperanza de que llegase a haber entendimiento entre ambas especies. 

Escuchaba con atención acerca de ese asteriano cercano a Daya - Eso si que es preocupante... deberemos actuar rápido si... - 

La siguiente afirmación William la tomó como un serio aviso más que como una amenaza. Quizás lo mucho que había leído sobre ciencia ficción pudiera influirle, pero desde luego los asterianos eran una especie sobre la que desconocían demasiado. De hecho aquella había sido la principal razón por la que creía, había conseguido convencer a sus compañeros de que no mataran al joven que ahora tenían con ellos de prisionero. - Está claro que tienes mucho que contarnos - admitió con una media sonrisa y mirando a los demás hizo un comentario más destinado a continuar afianzando la confianza que parecía tener hacía Thompson que para otra cosa - Ya está siendo útil y ni siquiera estamos en las mejores condiciones... - afirmó al tiempo que guiñaba un ojo cómplice sin que él le pudiera ver. 

Billy asentía a los comentarios de Grey - No creo que esperasen nuestra fuga... parecía que estaban preparados para tus habilidades... Sin embargo, mi expediente no es muy extenso y eso creo que es lo que ha servido para que hayamos podido escapar. Dudo que si la reprogramaron siguiese presa - Sonrió ante lo afortunado que se sentía en ese momento por haber dado la impresión de ser un completo inútil de manera oficial a la Space Force. Volvió la vista a Lightnor - Imagino que teníais acceso a nuestros expedientes ¿No? - Y aquello podía ser otra pista, sobre la historia que había montado acerca de si mismo, aunque aún no sabía que pensar al respecto, todo lo que pudiera obtener al respecto sería útil. 

La conversación con Malbone no se extendió mucho, primero porque las comunicaciones no parecían funcionar muy bien y segundo, porque William estaba seguro de que Malbone, siendo un hombre de acción estaría dispuesto a ponerse en movimiento cuanto antes sin esperar a tener una charla relevante. Tocaba ponerse en movimiento y teniendo presente que llegarían refuerzos en breve, lo ideal sería registrar el sitio a fondo. Había varias razones para ello, una de ellas es que no llegarían al momento y tendrían tiempo para invertirlo en explorar a fondo. Otra razón, no menos importante, es que no sabían que defensas podrían tener ante un aterrizaje no deseado, aunque fuera un radar. - ¿Hay defensas ante intrusiones? ¿Armas antiaéreas? - Preguntó a Astor con amabilidad. 

- Ya que van a tardar en llegar, y lo mejor sería asegurarse de que cuando vengan no hay sorpresas esperándoles, creo que deberíamos explorar a fondo el lugar... Eso si. Si queréis ir primero a por Bintel y luego explorar me parece bien... Tu decides - Afirmó mirando al doctor, para después continuar como avanzadilla de exploración. 

 

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30/03/2022, 01:51
Daya Banerjee

Mitad del mes 4. Nave de Lord Success

-Lo pagará. Y ojalá esté yo presente cuando lo haga…-era la primera vez que Alvin había escuchado palabras cargadas de tanto rencor en boca de Daya. Podía intuir sin problema que hablaba en serio. Quizás Lord Reginald Success era la persona más odiada por Daya, y podía darse por satisfecho, pocas personas tenían el privilegio de ser odiadas por la innumita.

Miró a su compañero sin entender cuando le pidió que no dejase de hacer un gesto-¿Cuál?-preguntó sorprendida, encogiéndose de hombros, sin caer sobre cual era ese gesto al que se refería Alvin hasta que este se lo dio a entender-¿Sonreír? No es mérito mío sino del que hace que la sonrisa surja…-cerró los ojos recibiendo el beso de su compañero en su cabeza-Pensaré, seguro que se nos ocurren muchas cosas. Ahora sí, si quieres algo picante y atrevido, Sue es mucho mejor que yo-dijo con picardía, riendo divertida y a la vez echando en falta a su amiga-Becky es una luchadora nata. Otra persona ni tan siquiera hubiera pensado en la posibilidad de alistarse en la Space Force y, mírala a ella, desafiando a mandos y compañeros con su día a día constante e ilusionado, consiguiendo metas, avanzando, sobreviviendo a muchos que se quedaron por el camino o abandonaron… Becky es una persona maravillosa, tienes muchísima suerte y sé qué… ella también-Daya suspiró- cuando habla de ti es la ilusión en persona. Trátala bien o te la verás conmigo, ¿entendido?-amenazó como ella solía hacer, con la sonrisa en los labios, con cariño, cariño inmenso en ese momento. Casi en la misma medida que miedo porque todo lo que estuvieran hablando no se pudiera cumplir en el futuro.

Le preguntó a Alvin por Frank, más por liberarse de la duda de que Eylo hubiera dicho aquello sabiendo lo que decía más que como un insulto realmente. Por lo que la respuesta la dejó sin palabras, mirando a su compañero a la vez que intentaba procesar las novedades-Entiendo… no te preocupes…-acertó a contestar, anonadada, después de unos segundos, cuando había pasado un tiempo más que respetable desde que él terminó de hablar y su reacción. Su mirada buscó a Eugenie y se la quedó mirando largo rato mientras digería que todos, salvo ella, habían sospechado de Frank y actuado en consecuencia. Que todos estaban sobreaviso , salvo ella. Eylo no le había dicho nada. Aunque, realmente, lo entendía. El podía pensar legítimamente que ella no le habría escuchado y habría defendido a Frank con capa y espada negándose siquiera a escucharlo, quizás enfadándose con él incluso. Pero, ¿lo hubiera hecho?, ¿no hubiera escuchado a Eylo?. La innumita se sintió inundada de tristeza. Si Eylo pensó eso, es que no había llegado a conocerla bien, ella lo hubiera escuchado porque, realmente, ¿su amigo pensaba que eso cambiaría su visión y sus sentimiento por Frank?. Era como decir que la innumita y el eridiano no podían llevarse bien por pertenecer a dos culturas diferentes. Ella lo había dicho claro en la cabaña cuando defendió ante los mandos que no toda la sociedad asteriana tenía que ser como Buck y sus secuaces. Daya se recostó en Alvin, no quiso preguntarle más pues había detectado la incomodidad en el muchacho, y pensó largamente en lo que le había contado. ¿Qué había descubierto Eylo para pensar eso de Frank? ¿Tan centrada había estado ella en el capitán que no había notado la desconfianza de su compañero de promoción por su pareja? ¿O él había sido muy bueno ocultándole a ella sus temores? ¿Frank sabía sus sospechas? Los momentos de la reunión con Faith en la Nightingale volvieron entonces claros y nítidos. Frank había cambiado de actitud en ese momento, se había comportado como nunca lo había hecho en su presencia, como nunca lo había hecho con ella. El ceño de Daya de arrugó de preocupación en ese instante cubierto de dudas, intentando ir ahora mucho más allá a la hora de entender ese cambio de actitud hacia ella. ¿Tenía algo que ver con lo que Eylo hubiera descubierto?. ¿Era Frank asteriano?. Necesitaba hablar con él, necesitaba saber. Ella seguía confiando en él aún a pesar de todo. ¿Donde estaba ahora? ¿Cómo se encontraría?

Pero otro miedo la invadió en aquel instante. Si Frank era asteriano, si conseguía salir de la Nightingale, ¿volvería a por ella intuyendo que ella habría hablado con Eylo a aquellas alturas? Quizás podría pensar que ella no querría volver a verlo después de lo que ella había vivido con Buck y los suyos en el PEC. ¿Explicaba eso que aún no supiera nada de él ni que Faith hubiera venido en su busca aún? Daya siguió tirando de aquel hilo de pensamiento. Frank dijo que iba a pedir los numerarios a su gente, ¿a sus amigos asterianos?. ¿Le querrían transferir los numerarios cuando supieran que iban a ser usados para salvar a una humana?. ¿La aceptarían a ella?. ¿Cómo iba a estar Frank con ella sabiendo que Duncan estaba buscando cómo averiguar si un humano era en realidad un asteriano? Si Duncan lo conseguía, si alguien de aquel equipo, quizás incluso de la tripulación de la Rust, hablaban, se sabrían las sospechas que recaían sobre él y lo investigarían… y si era cierto…

Daya se sintió temblar ante las posibilidades que se abrían ante ella, pero no pudo pensar mucho más, pues vinieron a por ella para intentar arreglar el ruido de la nave.

Cuando volvió solo pudo asentirle a Alvin con pesar cuando supo que Eugenie no tenía pinta de querer colaborar-Si no le tiene apego a la vida, tendremos que respetarlo. Lo que quiero decir es, si se lanza a la muerte, que no nos arrastre con ella. Cuidemos de nosotros.

Lo que no esperaba Daya es que, a los pocos minutos, volvieran a por ella y la llevaran de nuevo ante Lord Success.

 

Escuchó la percepción del hombre ante su actuación en la nave y le respondió con tranquilidad-Sí he cambiado algo. El problema es que hay algún fallo más que sigue provocando el ruido y que no he conseguido descubrir. Pero he desactivado un estabilizador que estaba a punto de romperse y poner en aprietos al piloto. Puede comprobarlo con el mecánico al que deje la nave, pregúntele por ese estabilizador y qué hubiera ocurrido de romperse en vuelo o en reentrada. El será totalmente objetivo y le explicará mi trabajo. Sé de mecánica, pero no soy especialista en esa rama…sino en pilotaje. Ya vio la nave que Faith traía…

Pero no pudo terminar, pues el hombre le pidió que se desnudase ante él. Las dudas invadieron a Daya pero ella sabía lo que estaba en juego y sabía que eso sucedería tarde o temprano así que, no sin dudar y no sin trabajo, se quitó la túnica y se quedó desnuda ante él. No esperaba ninguno de los comentarios que escucharía a continuación.

El hombre había evaluado sus pechos con una mirada intensa que la atravesó como el hielo y lanzó un comentario tan despectivo que Daya no reaccionó. Había hablado de ubres, no de pechos, comparándola con una vaca, con un animal, un animal de su propiedad, uno que tenía demasiado pecho para su gusto y que, por eso, perdía valor. Su tono de voz hablaba por sí solo, estaba lleno de rechazo. Daya sintió erizarse su vello, nunca le habían hablado en aquellos términos y se sintió turbada porque había esperado un comentario totalmente diferente de él al verla desnuda. No se consideraba especialmente guapa, pero había esperado otro tipo de reacción de él ya que, al fin y al cabo, tenía a una muchacha desnuda y totalmente indefensa a su alcance.

Pero lo peor vendría con sus siguientes comentarios. Las consecuencias de no tener unos pechos a gusto de Reginald eran la causa para terminar en un burdel, siempre y cuando, ella superase la prueba de nivel necesaria para merecerlo. Se lo quedó mirando largamente, procesando aquello, dándose cuenta de que le costaba hacerlo. ¿Dónde había quedado su alto valor en el mercado?. ¿El querer quedarse con ella?. ¿La opción de Daya de poder proteger de alguna forma a sus amigos y compañeros?. ¿Qué había pasado para cambiar aquel hombre de versión en cuestión de horas? La iba a vender en un burdel. La mente de Daya era incapaz en aquel momento de abarcar todas las consecuencias de aquella revelación. Se había quedado en blanco, era incapaz de reaccionar, pero su mente se esforzaba en ser imaginativa por buscar respuestas a lo que harían con ella a continuación. ¿Probarla para ver si valía para un burdel?. Se le ocurrían mil y una formas para hacer aquello, pero ninguna buena para ella. Se había ofrecido a Reginald, ¿también aquello se había evaporado en el aire?

Pero Faith había comprado su seguridad una semana, aún tenía que poder contar con aquel tiempo al menos. Y así se lo hizo constar a su interlocutor sin llegar a saber cual sería su respuesta-Le hicimos notar que Faith le había engañado en el aspecto de que no le dijo quiénes éramos realmente. Ella está esperando de mi marido varios millones de numerarios. Yo le comenté que si después de esa semana que Faith me había reservado quedaba libre, usted podría negociar directamente con él, así ganaría más. En ningún mentí, ni creo que sea un mal trato sabiendo que, además, va a pedir también por el resto de mis compañeros. No creo que ella nos quisiera quitar de en medio-que sí lo era, pero no se lo iba a confirmar-hay demasiados numerarios en juego. No soy luchadora, pero sé de mecánica aunque piense que no he hecho nada en su nave por intentar arreglarla y, sobre todo soy piloto, no le engañé en eso-exclamó consternada-soy la piloto de la Nightingale, la nave que nos trajo a Coltanium. Pregúntele a  Faith, ella sabe cómo piloto, me ha visto. Puedo llevar cualquier nave-se subió en sus conocimientos, pero estaba intuyendo que algo iba mal, realmente mal, y no solo para ella-Pruébeme, se lo demostraré sin problema. Déjeme una nave y que varios de sus soldados suban conmigo si quiere, le prometí que no intentaría nada contra usted, y eso sigue en pie-le dolió decir aquello por lo que había sucedido por Eylo, pero ahora no podía pensar en aquello-valgo mucho como piloto, soy de las mejores de mi promoción…

Y no es que no la tuviera en cuenta como mecánica ni cómo piloto, es que ya había decidido su futuro. Había jugado desde el principio. En ningún momento había estado interesado personalmente en ella. Las miradas, los comentarios al llegar a Coltanium, todo eso era solamente una fachada para que ellos hablaran, para que se confiaran, pero sus ideas habían estado claras desde el principio. Eran mercancía. Y ella, ellas, eran carne de cañón. Y se lo dejó claro diciendo lo que ella le parecía. Cada palabra, cada opinión que fue vertiendo a continuación, fue cayendo sobre la innumita como agua congelada porque ella nunca, nunca, habría pensado que podía causar esos sentimientos en alguien. No pudo remediar mirarse, intentando comprobar que su cuerpo no había cambiado desde la última vez que lo vio. Pero todo seguía igual. Sus pechos, que ella no consideraba grandes en absoluto, su piel canela y su pelo oscuro propios de su rama familiar innumita que tanto habían gustado a Frank eran desagradables, producían asco, no se la follaría por nada del mundo. No es que ella deseara eso, nada más lejos de la realidad. Pero aquellas palabras dichas con tanto asco como habían sido pronunciadas, empequeñecieron a Daya en su asiento, haciéndola dudar de lo que veía, de lo que su pareja había valorado, de lo que era y sentía.

El pensaba que ella no tenía físico, ni intelecto y que era inferior a muchos animales de su propiedad. Daya se reveló contra aquello-¿Piensa eso porque no he conseguido arreglar su nave? Acepto que piense que no soy buena mecánica pero pruébeme como piloto antes de hacer un juicio precipitado…-era curioso pero, aun después de escuchar lo que había escuchado, la innumita no perdía su educación al hablar y seguía intentando agarrarse al único clavo que le quedaba, uno que ya ardía y se consumía a ojos vista. Quizás ya ni tan siquiera lo tenía. Ella se agarraba a ofrecer lo único de lo que no tenía dudas en aquel instante y era su capacidad para llevar una nave.

Pero, en un giro inesperado, él le pidió sugerencias para su nuevo nombre. Fue un giro tan radical en la conversación que ella solo tuvo opción a hacer pensar rápido a su mente y buscar un buen nombre para él. Pero, después de darle su propuesta, él la obligó a coger un cigarro de tal forma que ella no tuvo oportunidad para negarse. Tendió su mano para cogerlo, se lo llevó a la boca y se inclinó hacia adelante para que él lo encendiera. Y allí, desnuda, inclinada hacia adelante, hacia Reginald, en un movimiento que hizo que su intimidad rozara la piel del sillón, él le dijo que le gustaban que las zorras fumaran. Daya aspiró el humo, siendo consciente completamente de su situación y viendo en perspectiva lo que sucedía en aquella habitación. ¿Qué estaba pasando allí realmente? Un hombre de negocios pasando un rato con su puta que, desnuda, fumaba con él mostrando su cuerpo sin pudor, lista para lo que él quisiera. Visualizó imágenes de locales como al que pensaba ofrecerla, vio a las mujeres desnudas paseándose por ellos, llenando las copas de los clientes, bebiendo con ellos, dejando que las tocaran por unos pocos numerarios y, dejándoles hacer lo que quisieran con ellas por un poco más. La mano que sujetaba el cigarro temblaba incontroladamente, pero ella intentó que no se notara eso ni nada de lo que pasaba por su interior. Del pavor que sentía mezclado con la sensación de que no había nada bajo su control, de que no podía evitar que nada de eso sucediera sino que tenía que dejar que pasara para mantenerse con vida. Porque tenía que hacerlo, debía hacerlo. Por Alvin, por Lomber, por Grey, por toda su familia para la que no podía desaparecer sin más. Volvió a sentarse bien en su sillón pero, por alguna razón que no llegaba a entender, se sentía una verdadera prostituta con aquel cigarro en la mano. El cigarro, estar desnuda frente a aquel hombre totalmente vestido, lo conseguía. Lord Reginald Success sabía cómo hacer que una mujer se sintiera realmente como él quería.

Le pidió una nueva opinión sobre qué titulo usar, como si nada de lo anterior hubiera pasado, llamándole zorrita de nuevo y mirándola fíjamente, haciéndole notar intensamente su desnudez frente a él, insistiendo en aquel término para evidenciar lo que quería, lo que era ella para él y para el resto del universo a partir de aquel momento. Daya se sentía cada vez peor, cada vez más perdida y más pequeña, desubicada, sin fuerzas para procesar todo lo que le estaba pasando. Reginald estaba gestionando sus sentimientos de una forma brumadora jugando con su cuerpo y su vida. Privarla de ropa, ofrecerle aquel cigarro, las palabras y los gestos que estaba usando, todo, absolutamente todo estaba medido y orientado a conseguir lo que quería. Convertirla en una puta. Daya fue consciente de eso como si un relámpago hubiera iluminado su mente, pero tenía igual de clara en su mente las razones de peso para seguir subsistiendo. Estaba sudando y cohibida y su mente no dejaba de recordarle también que aquella escena no estaba siendo presenciada solo por ellos dos, porque no creía que fueran a dejar a Reginald solo y sin guardaespaldas cerca que pudieran entrar rápidamente si ella intentaba algo. Ser llamada zorrita empezaba a sentar precedentes de lo que iba a ser considerada en el futuro por él pero, también, por los que trabajaban para él.

Reginald decidió hablar entonces sobre el lugar al que iban a dirigirse sacando de dudas a Daya. No se movían de Coltanium, eso era una buena noticia aún a pesar de que el planeta era enorme y moverse unos miles de kilómetros en cualquier dirección podía hacer el mismo efecto que cambiar de planeta. El tenía un buen escondrijo, quizás inalcanzable por la Space Force, y alardeaba de él, al igual que de su nuevo nombre que parecía haberle gustado. Por lo menos, quizás, era algo bueno. No lo había enfadado, le había dado lo que había querido y, por eso, Daya pensó que, cuando él dijo que le iba a dar un premio, era una oportunidad de demostrarle que estaba equivocado, que ella valía más que para ser lo que él había dictaminado que fuera.

Pero no era eso en absoluto lo que él pretendía.

Sus ojos oscuros se quedaron suspendidos en los claros de Reginald por una eternidad. Sintió como un estremecimiento la recorría, pensó que iba a vomitar allí mismo, mientras sentía cada uno de los poros de su piel expuesto ante aquel hombre, doblemente desnuda por aquella mirada fija que la evaluaba. Sintió una urgencia animal que la impelía a levantarse y salir corriendo de allí aunque aquello le costase la vida, no podía respirar. No podía imaginarse haciendo eso allí mientras él miraba. No lo había hecho delante de nadie, era algo demasiado personal si no se tenía la confianza necesaria para compartirlo. Y Reginald carecía de todo aquello para Daya. Si por lo menos lo hubiera sentido interesado por ella, si supiera que lo excitaba de alguna forma, quizás hubiera sido diferente. Pero no, él la miraba solamente evaluando, comparando, poniendo valor a su cuerpo. Ella era considerada solo eso, un cuerpo destinado a dar placer. Y con su petición, lo único que buscaba saber era si sus gemidos eran buenos o no para excitar a terceros, si serían valorados en un burdel, si sus partes íntimas eran acariciadas con conocimiento y ella tenía práctica en esas lides o, por el contrario, si era vasta a sus ojos, si llegaba al orgasmo en un tiempo respetable o era incapaz de llegar al orgasmo, su nivel de erotismo, si gritaba más o menos, si se movía o no con deseo, si le gustaba hacérselo solo acariciándose o le gustaba usar sus dedos más internamente, si… 

Daya no se movía, se había quedado paralizada ante la petición mientras su cerebro daba forma a todas sus suposiciones, aguantando la mirada de Reginald, esperando que retirase su petición.

-No… no… puede…no puede… pedirme eso… -dijo con un hilo de voz, sintiendo como un escalofrío la recorría, sintiendo un frio repentino. Estaba temblando incontroladamente porque nunca, ni en sus peores imaginaciones cuando se ofreció a él, se imaginó algo así. Pero sí, él sí podía pedir eso. Y ella sabía las opciones que tenía si quería seguir con vida. Lo había visto con Eylo, había recibido la amenaza que Reginald le había lanzado después de asesinarlo a sangre fria, sabía lo que podría llegar a suceder si no hacía lo que él pedía. O no. Realmente no sabía de lo que era capaz aquel hombre que le había prometido matarla con el mayor sufrimiento posible jactándose de que era muy imaginativo en aquellas cuestiones.

El la miraba fijamente, sin apartar su mirada de su cuerpo, esperando verla ejecutar sus más íntimas caricias. Allí, frente a ella, a tan escasa distancia que solo tenía que incorporarse un poco para poder tocarla.

Y a ella solo le quedaba agarrarse a un recuerdo, el de más valor para ella, el que marcaba su vida, sus actos, sus decisiones. Sus hermanos, su familia. Solo ese recuerdo podría atarla a la vida junto con la promesa de ayudar a Alvin y los demás y llegar a devolverle el colgante a Dunne algún día. Sin vida, todo eso quedaría atrás. Debía pasar por aquello sí o sí.

El simple movimiento de abrir las piernas se convirtió en algo descomunal. Quería hacerlo pero su mente no mandaba la orden a sus extremidades, cualquier intento de movimiento era abortado por su cerebro que se resistía a esa violación de su intimidad tan enorme.

Daya… vive… por ellos… hazlo…

¿Quiere verte? ¿Ponerte nota? ¿Calificarte? Que lo haga… Sabes quien te valora, atesora su recuerdo… Vive para cumplir y volver a abrazar…

-Si le gusta lo que va a ver… déjeme demostrarle lo que valgo a los mandos de una nave… solo le pido eso… por favor… considérelo… valgo más de lo que piensa… se lo aseguro…

Sus piernas se abrieron lentamente, en el movimiento que más trabajo le costaría hacer a la innumita en su vida. Tal y como estaba sentada, sabía que no tenía margen de maniobra, por lo que deslizó su trasero por el sillón hasta casi el borde del asiento a la vez que abría más sus piernas, dejando a Reginald una visión directa de ella. Sintió morirse de la vergüenza, su respiración era superficial y acelerada, su rostro ardía, pero no podía quitar su mirada de aquellos ojos claros. Era como una pesadilla de la que no podía, ni debía, escapar.

De repente, fue consciente de algo en lo que no había reparado. ¿Sería capaz de llegar al orgasmo con él mirando? Se sentía tensa y embotada. ¿Qué pasaría si no lo conseguía? ¿Le pegaría un tiro allí mismo? ¿Le gustaría lo que iba a ver? Tenía poca experiencia incluso en aquello, ¿cómo hacer que le gustara tanto como para pensarse en dejarle una nave para probar sus conocimientos? Quizás, hiciera lo que hiciese, no sirviese de nada. Quizás él era el primero de muchos si un golpe del destino no cambiaba su suerte en breve.

Se había olvidado de que en su mano izquierda aún sujetaba el cigarrillo...

Su mano derecha se acercó titubeante a su entrepierna. Cada centímetro que avanzaba era un kilómetro en su mente. Era antinatural lo que estaba a punto de hacer, abominable. ¿Cómo podía convertir aquel hombre algo tan bonito y placentero en algo tan sucio?. No iba a poder hacerlo, no iba a ser capaz de llegar a ningún lado en aquella situación. Sus dedos rozaron su vello y no pudo evitar estremecerse, esforzándose a continuar, hasta que llegaron a tocar su piel suave, cálida, tremendamente sensible y, para su sorpresa, húmeda completamente, provocándole una descarga que no imaginaba poder sentir. Gimió ante la reacción de su cuerpo expuesto y se sintió morir, ahora sí, de vergüenza. Retiró su mirada de la de Reginald a la misma vez que su cuerpo se estremecía. Se odió por estar así, entendiendo que su falta de experiencia la estaba haciendo reaccionar de una forma contraria a la que ella hubiera esperado realmente. Sus dedos se acariciaron lentamente. Sintió que su pecho comenzaba a subir y a bajar cada vez más rápido, se obligó a cerrar los ojos mientras lo hacía, se obligó a no pensar, a imaginarse en su cama y no allí. No quería demostrar que estaba sintiendo pero, a la vez, sabía que él quería saberlo. Y tenía que dárselo. Tenía que comportarse como lo que él queria que fuese para intentar volver a ganar tiempo.

Daya… hazlo…

Imprimió un poco más de presión con sus dedos y velocidad a sus caricias, y su cuerpo inexperto para ser lo que el desalmado que la observaba quería que fuera, respondió cuando ella decidió liberar a su mente y aceptar ese momento. Se escuchó gemir, se sintió moverse en el asiento cuando su cuerpo buscaba a su mano con urgencia y, finalmente, se sintió gritar quedamente cuando su interior explotó.

Cuando todo pasó, no encontró la paz que normalmente traía consigo esos momentos sino que sintió un enorme deseo de hacerse un bola en aquel sillón y dejar que pasara lo que tuviera que pasar, pero no podía. Aquello aún no había terminado.

Cuando se respiración se acompasó, abrió los ojos para descubrir lágrimas en ellos, lágrimas de vergüenza. Pero no se las limpió para mirar a Lord Reginald Success y enfrentarlo con la mirada, dispuesta y preparada para escuchar su evaluación, el cigarrillo olvidado en algún lugar del suelo de aquella habitación.

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30/03/2022, 10:54
Duncan "Duke" McCarthy

Aquello de esperar allí a que vinieran a rescatarles no le hacía la menor gracia. Se sentía como un pez en un barril, esperando a ser pescado, y esa era su gran desventaja. En su opinión quedarse allí no era una opción, pero por el momento tenían que ir a corto plazo, resolver los problemas uno a uno. Miró a Billy y le dijo

- Tenemos que salir de aquí lo antes posible. Cuanto más tiempo estemos más posibilidades tenemos de volver a la celda, o algo peor.... - miró al asteriano con cara de pocos amigos - Ha dicho que son 5, pero podrían ser más, o llegar refuerzos. No sé mucho de inteligencia militar pero aquí estamos en franca desventaja.... Además, los viajes estelares no son rápidos, pueden pasar horas, incluso días hasta que lleguen aquí. No podemos quedarnos esperando, no cuando puede ser que - miró a Althais - que tus hermanas... - le tembló la voz. Era demasiado horrible pensar en lo que les podrían hacer a las pobres niñas. Gruñó, enfadado, no podía permitirse ser débil, no en ese momento - Yo iría a por Bintel y saldría sin más exploraciones de aquí. Si tenemos unas horas aprovechémoslas para tratar de encontrar a las pequeñas Townhall en vez de esperar a que vengan de nosotros... La comunicación es una mierda desde dentro de la prisión, pero desde fuera será factible, y siempre podemos dar unas coordenadas más seguras que estas.

Pensó en si podía haber más motivos para ir primero a por Bintel. Se rascó la barbilla. Rascaba. Llevaba varios días sin afeitarse, y una ducha no le vendría mal. Sonrió con cinismo antes de negar con la cabeza. Tenía que centrarse en lo importante

- No podemos dejar que Bintel caiga en manos enemigas, además, como cyborg puede proporcionarnos ventajas tácticas: tiene oído mejorado, puede saltar grandes distancias... Es como la serie de la mujer biónica, pero en sexy. - sonrió divertido antes de que se le congelara la sonrisa - Tenemos que descubrir si sigue siendo la misma, porque si no lo es o tenemos dudas.... Tendremos.....

No lo dijo pero parecía claro lo que pensaba. En caso de que Bintel hubiera sido reprogramada solo podían hacer una cosa, destruirla, en cachitos tan pequeños que ni todos los asterianos del mundo pudieran montarla.... Como si fuera un puzle de 10000 piezas en el que un niño impaciente ha mordido los conectores que no encajan para forzarlos a encajar.

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30/03/2022, 13:31
Astor Lightnor

Natgrew. Prisiones de la rebelión

Astor miró al suelo cuando Duncan se vio ofendido por su comentario comparativo sobre los Australopithecus y los humanos, pues su finalidad no era molestarle o insultarle, si no más bien, explicar los motivos por los que no buscaban a los de su especie para la reproducción. El problema era que había disgustando tanto al doctor que éste se planteaba meterle un tiro, justo lo contrario de lo que deseaba.

- Te ruego que me disculpes, tan sólo quería que comprendierais que hay gente de los míos a quiénes no gustáis, pero otros no opinan así. Incluso hay relaciones interraciales en algunos casos... - Suspiró aumentando la información - Yo mismo soy un ejemplo de eso, conocí una chica hace unos meses y bueno... Me gustaba de verdad... - Por los términos empleados, el muchacho denotaba que tenía una excelente educación, al menos en el uso del lenguaje y por su forma de decir las cosas, parecía que realmente era sincero en sus explicaciones. O un excelente embustero.

Pero Duncan insistía en que tenían problemas de reproducción y él, en vez de callarse, reiteró que no era cierto - No tenemos problemas de reproducción. Otra cosa muy distinta es que la Rebelión haya determinado que nos juntásemos con humanos para tener descendientes mestizos. El objetivo es ampliar el número de aliados y ahorrar el tiempo y los recursos para seguir viniendo a los planetas terrícolas. Si los hijos se uniesen a la causa, la guerra se ganaría mucho antes... - Expresó el joven resolviendo uno de los porqués.

Lightnor escuchó sobre el pasado de Duncan y agachó la cabeza, avergonzado. La historia de McCarthy no admitía excusa ni argumentación alguna. El médico había perdido a su familia y cualquier cosa que le dijese, sabía que iba a tomárselo a mal. Así que el joven soportó en silencio que les llamase cargantes, o que hablase de sus potenciales poderes. Desde el punto de vista de Astor Lighnor, Duncan no estaba preparado para escuchar nada de él, intuía que siquiera le interesaban sus palabras, así que se mantuvo callado, mirando al suelo, hasta que Thompson lo sacase de su mutismo.

- Mi padre es Henthur Lighnor, comandante de las fuerzas asterianas. Alto mando del ejército de Áster - Respondió el muchacho sin dudar, levantando la mirada hacia William, sin titubear siquiera.

Billy tenía claro que aquel rehén podía ser una valiosa fuente de información y que podría contarle muchas cosas sobre su propia sociedad; pero también que el joven representarse ser un manipulador que jugase precisamente a lo mismo que él, averiguar todo lo que pudiera de los humanos y confundirlos. Fuera como fuese, sí era cierto que Astor se sentía cómodo al lado del joven recluta, al menos con él intuía posibilidades de supervivencia que el doctor no parecía dispuesto a apoyar.

- Sí hay acceso a los expedientes de algunos mandos, pero no al de los reclutas... - Miró a Thompson antes de añadir - Cuando os atraparon me informaron que debía electrificar las celdas porque venía alguien con habilidades para abrir las cerraduras con facilidad, pero con poco conocimiento tecnológico - Miró a William antes de asegurar - De los demás no sabíamos nada, pero teníamos los nombres, avisamos a unos contactos para que nos trajesen datos sobre vosotros. Aún no hay nada disponible, podéis comprobarlo en el ordenador. Está el expediente de Dunne Grey. Sólo el suyo.

Astor negó con la cabeza ante la posibilidad de armas antiaéreas - No hay nada que pueda defender este lugar más que las personas que estamos dentro. Es una prisión secreta y perdida dentro de Natgrew. Esta es de las regiones más inhóspitas del planeta. No solemos esperar compañía y la cobertura es deficitaria a pesar de que estamos usando un satélite... - Explicó - Mi padre no deseaba exponerme más de lo necesario. Por eso estoy aquí. Todos los que nos encontramos en este búnker es porque no somos de los mejores combatientes...

Y tras haber informado a los soldados, respondiendo a sus preguntas, el joven asteriano fue atado y amordazado, ya nada más tendría para decir.

Notas de juego

Para hacerle más preguntas vamos a cambiar de escena y así avanzamos. Ahora está amordazado, si queréis que os diga más, quitadle la mordaza y que sea lo que los dioses quieran...XD

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30/03/2022, 13:32
Ambientación

Natgrew. Prisiones de la rebelión

El tema de las cuentas generaba diversidad de opiniones en los dos reclutas, Duncan y William. El doctor pensaba en bloquear la financiación de la rebelión, para eso podrían bloquear las cuentas, o incluso eliminarlas. Pero William tenía una visión distinta, rastrear las entidades que suministraban dinero al grupo armado era una manera de atajar el problema desde el origen, pues si el origen de los numerarios era humano, se podrían conocer los benefactores e incluso el tiempo que potencialmente estaba en activa aquella sublevación. Conocer aquello podía llevarles incluso a los infiltrados. Eso sí, no habían tomado determinaciones al respecto, pero las informaciones del ordenador estaban siendo recogidas por Althais y Grey, así como guardadas en nubes para poder retener dichos datos. Además, lo que no supieran porque fuese oculto, estaría en la cabeza de Astor, quizás sólo por eso, el muchacho era aún más valioso que el dispositivo electrónico de la sala.

Grey y Townhall habían hecho todo lo posible por conseguir su objetivo, conectar con Malbone y pedir ayuda, encomendándoles en una misión de rescate. Ahora que vinieran a por ellos ya no dependía del grupo de Natgrew, en sus posibilidades sólo estaba la opción de decidir qué hacer.

Duncan determinó ir por Bintel, explicando que podía pedirle a la mujer robótica que le hiciese daño. Si ésta no había sido manipulada, lo esperado era que no lo hiciese. De lo contrario, seguro aprovecharía la oportunidad para eliminarles, ya que debían ser considerados como enemigos de los asterianos. Además, había un hecho, la fémina estaba retenida y eso implicaba que, de alguna manera, la considerasen peligrosa como para darle espacio y libertad.

El doctor determinó que debían marchar de allí cuanto antes, ya no sólo porque era posible encontrar más enemigos por el camino, también porque sus compañeros podrían tardar días en ir por ellos; desde el espacio las labores de salvamento se dificultaban temporalmente. Estaban en desventaja, o al menos, se consideraban susceptibles de ser atacados por los miembros de la rebelión. Tan sólo el recuerdo de las hermanas Townhall provocaba un malestar interno notable en los presentes.

- Si ellas no están aquí, si no las encontramos en este sitio... Deberíamos pedir refuerzos a Malbone y a los demás mandos que con él vengan... - Dijo Althais, tenía claro que confiaba plenamente en el pelirrojo, al igual que Dunne, pues ambas le habían conocido desde que eran muy jóvenes. Algo bueno debía de tener el cabo, aunque nadie lo hubiera dicho durante el primer mes de instrucción.

La decisión final había sido que la prioridad en ese momento era Bintel, la idea de que una cyborg pudiese ayudarles a encontrar a la niña y salir de allí facilitaría las cosas.

- ¿Mujer biónica en sexy?... Lo que hay que escuchar... - Grey suspiró. Quería sonreír, pero no le salía, la presión interna ante la muerte de Eylo, le había provocado un profundo pesar que no acababa de poder controlar - Si tenemos dudas con respecto a Bintel, yo me encargo, Duncan. Tú no tendrás que hacerlo - Dijo con decisión, sabiendo que el doctor le había cogido cierto cariño a Tessa.

Y así fue como el grupo salió de la sala al pasillo. Aquel corredor tenía puertas a ambos lados, de las cuáles no se emitía sonido alguno. Según lo dicho por Astor, en la primera planta estaría la rubia mujer cibernética y, si se dejaban llevar por él, alcanzarían un nuevo corredor, y se pararían ante una puerta cerrada mientras el grupo decidía qué hacer, si entrar a las bravas o actuar de manera más sutil en ese preciso instante.

Notas de juego

Puerta abierta, no hay que tirar por forzar cerradura.

Tirada oculta percepción.

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30/03/2022, 18:12
Alvin Zemit 

Mitad del mes 4. Nave de Lord Success

Daya había abierto su alma a Alvin, confiándole palabras completamente envenenadas sobre los sentimientos que Lord invocaba en ella. El joven se mostraba comprensivo y la invitaba a no dejar de sonreír nunca; al fin y al cabo, allí, en el infinito del desconocimiento donde se encontraban, sólo les quedaba mantener el porte y un buen estado anímico para no caer en la desesperación. Zemit allí estaba por ella, actuando de sustento emocional, los compañeros debían apoyarse y más en momentos como aquel.

- ¿Picante y divertido?... No, mejor no... Debo reconocer que Sue es un encanto pero a mí me viene grande... - Comentó con elegancia. Y es que Alvin había demostrado que era un tipo tranquilo, de los que si tenían pareja no miraba a nadie más. Alguien familiar que no se dejaba llevar por relaciones esporádicas fortuitas - Oh no, Becky no es afortunada, se va a ganar el cielo por soportarme... - Dijo de broma, tan sólo mencionaba su nombre se le iluminaba el rostro - Ella es increíble, imposible tratarla mal con todo lo que es capaz de dar por los demás - Disfrutó la broma cuando Banerjee amenazó a Zemit por si trataba mal a Baker - Bueno, creo que siguiendo esa lógica, tú y yo siempre nos llevaremos bien... - Y seguramente así fuera, ambos apreciaban a la cantarina recluta, y en la peor de las situaciones, justo la que estaban viviendo en ese instante, sabían salir a flote y mantener el buen humor, así como reflejar el cariño que se tenían.

La pregunta sobre Frank dejó a la innumita asombrada y callada durante largo tiempo, mientras permanecía pensativa, recostada sobre él. Quizás por ello, Alvin se aventuró a decir lo que realmente pensaba - Daya, para serte sincero, yo no sé si Frank es o no asteriano. No tengo pruebas o evidencias de eso. Pero sí tengo claro que te quiere. Sus gestos y miradas son significativas... Entiendo que ahora sientas dudas y te encuentres incómoda por no haber sabido esto antes, pero debes comprender que de alguna manera, cuando alguien está enamorado, no ve más allá de la persona que ama... Si a mí me dijesen que Beck es asteriana, no me importaría cambiar de planeta - Suspiró - Pero esto jamás lo reconoceré delante de un mando, que conste...Alvin asintió a Daya antes de que se marchara definitivamente. Ninguno de los dos iba a seguir a Eugene a la muerte, y aunque él le había intentado tantear, ahora, con la ausencia de Banerjee, insistiría con la tozuda Brezos. Eran soldados espaciales, no adolescentes peleando a la salida de una escuela. Allí el más mínimo error, se pagaba con la vida.

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30/03/2022, 18:39
Lord Reginald Success

Mitad del mes 4. Nave de Lord Success

Reginald no parecía querer dar su brazo a torcer en la cuestión de mecánica. Estaban en vuelo y la posibilidad de colisionar o de que algo no funcionase, no le agradaba en absoluto a Lord. Sin embargo, si decidió decir algo al respecto - La nave será revisada cuando lleguemos a Casiopea. Ahora, eso sí, no niego que algo debes de saber sobre aviación para elevar el maravilloso trasto de Dama Sombría - Seguramente la afirmación de indicar que la nave era de Faith, molestase a la innumita, aunque el tipo no parecía haberlo comentado a propósito.

Lo que sí hizo adrede fueron los comentarios hirientes sobre el físico de la mujer. Para el sexo masculino en general, Daya era atractiva, concretamente para Frank, una diosa. ¿Por qué diablos un hombre como Success determinaba que daba asco? El varón parecía tener mucha experiencia en temas de mujeres y por cómo miraba a las féminas, se intuía que sus preferencias eran heterosexuales, pero Daya no parecía gustarle y eso turbaba la mente de Banerjee.

La conversación iba cargada de incertidumbre y ambigüedad. Daya se suponía que tenía gran valor en el mercado, pero luego no valdría nada. Quería llevarla a un burdel pero antes habría que probarla, aunque Lord se negaba a hacerlo por él mismo. Nada de lo que sucedía parecía tener sentido y él, divertido, fumaba y bebía de manera relajada ante ella, sabiéndose en posición de poder.

- Millones de numerarios... - Success negó con la cabeza - Sinceramente. No creo que tu marido vaya a pagar esa cantidad de dinero, ni que Faith permita que tu esposo te recupere. ¿Por qué? Fácil querida, si obtienes libertad podrías denunciarla o poner a la Space Force a buscar a tus agresores... - Le miró con seriedad - Aún suponiendo que tu esposo pudiese reunir el dinero que comentas y pagase, dudo mucho que Dama le diga tu paradero. Y aquí intervengo yo, ¿cómo dejarte libre conociendo mi cara?... - Un suspiro - Un burdel es un sitio ideal, allí nadie hace preguntas y jamás saldrías viva si intentas escaparte. La segunda opción que manejo es venderte a un tipo que conozco, aunque sus apetencias sexuales son algo escabrosas - Chasqueó la lengua, disgustado - Ya veremos donde alcanzas mejor valor. Es una pena que seas recluta de la Space Force, todo se ha complicado mucho para el negocio, por lo que podrás comprobar... - Al menos le había dicho los motivos por los que debía despedirse de regresar junto a Frank. ¿Y si él la estuviera buscando sin éxito? Más dudas e incertidumbre.

Y allí estaba el miedo real de Lord. No podía hacerla piloto de su nave. Si daba un aviso de emergencia sus negocios acabarían en la cuneta. Debía ser prudente por su propio bien - No pienso ponerla como piloto de mi nave. Las putas solo pilotan un mando y si quiere practicar, puedo traer a uno de mis hombres para que se relaje. Quizás eso no sea tan mala idea... - Y es que parecía que cada comentario que la mujer hiciera iba a tener una dura contra respuesta. No era un tipo débil en convicción, tan sólo que sus opiniones eran complicadas de interpretar y él disfrutaba confundiendo.

Reginald sonrió complacido cuando Daya cogió el cigarro y lo llevó a la boca mientras le temblaba el pulso, quizás fuera poco pero la desazón de la mujer parecía ser palpable para el hombre, el cual se mantenía trajeado mientras que ella, no tenía nada más que mostrar. ¿O quizás sí? La petición de que se tocase había sido formulada y prácticamente era exigida.

- ¿No puedo pedirte eso? Oh claro que puedo, te lo repetiré... - La miró con fijeza y dureza - Quiero que te masturbes delante mía y ya de paso, que te metas los dedos hasta por el culo - Era una clara imposición de su criterio, eligiendo la orden frente a la sugerencia. No había sensualidad en el acto, ni lascivia incluso. Él sólo quería doblegarla y mostrar su poder.

- No vas a pilotar mi nave - Reiteró con firmeza, observando cómo ella abría sus piernas y la mano derecha femenina se dirigía hacia su propio sexo, acariciándolo despacio para satisfacción de Success - Estás mojada, te gusta hacerlo y te gusta que te mire - Determinó, mientras que ella, avergonzada, retiraba la mirada del hombre, quizás para concentrarse en no perder aquel punto de placer.

Y el tiempo pasó mientras que él evaluaba y ella terminaba aquel personal acto, gimiendo y sintiendo un orgasmo que, psicológicamente, le recordaría su sucio comportamiento. Jamás algo tan hermoso como era la sexualidad, podía ser tan asqueroso y depravado como en aquel momento. Lord Reginald Success sabía hacerse odiar.

- Bien querida, has cumplido. Por hoy te has librado de la polla y del cinturón, por buena chica - Mirada afilada y peligrosa - Acostúmbrate a tocarte todos los días, porque pronto, no sé aún bien cuando, uno de mis guardias te follará. Espera con ansias ese momento... - Cogió de encima de la mesa una campanilla y la hizo sonar, haciendo que do guardias armados entrasen en la estancia - Esta zorra ya está lista, llévala con los demás; luego trae vaselina y al rubito, a Zemit, pregunta cuál de los guardias quiere follárselo y que venga hasta aquí. Tenemos mucho trabajo antes de llegar a Casiopea... - Y tras esto, los soldados llevaron a Daya hasta el almacén, mientras se llevaban a Alvin. Ella conocía su destino.

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30/03/2022, 19:35
Ambientación

Mes 5. Casiopea

Los días en la nave de Lord habían sido insoportables. Daya volvió a ser llamada tres veces más y, aunque en el aire estaba la amenaza de que sería follada por un guardia, la realidad es que eso nunca sucedió, pero sí tuvo que masturbarse más veces delante de Lord y la última vez, ante cuatro de sus guardias, todos enmascarados.

La peor parte parecía habérsela llevado Eugene e incluso Alvin. Ambos actuaban de manera similar cuando regresaban al almacén, se mantenían callados; se movían con dificultad; y sus ojos contenían con furia las lágrimas que no deseaban verter. estaba claro que con ellos había una mayor dureza.

El que parecía haber alcanzado más bondad era Lomber. El mecánico tal y como salía del almacén, regresaba intacto. Un día incluso la nave dejó de hacer el maldito ruido provocado por los estabilizadores. Quizás Lord hubiera tenido en cuenta las palabras de Banerjee, pero jamás lo reconocería públicamente y menos, a ella.

El destino de la Rust Walker no parecía ser mejor. Uno a uno fueron llamados todos los prisioneros y tan constantemente, que ya incluso se habían acostumbrado. El buen humor y la moral había desaparecido.

Pasó el tiempo y Daya supo que la nave descendía. Notaba el cambio de presión y tenía claro de que, tarde o temprano, tocarían tierra. Y así fue, aterrizando cerca de una vivienda que, al bajar del transporte, pudieron comprobar que tenía la hermosura de un palacio hecho de arenisca, una construcción típica en algunas regiones de Coltanium.

- Bien queridos. Les avisaré de algo. Varios de vosotros, debido a las complicaciones de vuestro carácter, saldréis hoy mismo hacia un bonito lugar llamado el Coliseo. Otros ya tenéis precio puesto y vais a ir hacia vuestros correspondientes hogares, donde saludaréis a vuestros amos. Los que os quedáis aquí tenéis libertad de andar por cualquier sitio de esta propiedad pero sin pasar la verja. Si lo hacéis, quizás os peguen un tiro o peor, que os cojan y yo me haga cargo de disciplinaros... - Sonrió con amplitud señalando a sus guardias y dando indicaciones.

Lomber, Diana y Daya se quedarían en la vivienda. El resto de los rehenes serían transportados hasta un vehículo terrestre. Alvin no pudo evitar mirar hacia atrás, un gesto de despedida acompañado de una futura promesa - Nos volveremos a ver - Pero algo en el corazón de Banerjee, decía con fuerza de que no sería así.

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30/03/2022, 20:06
Cabo Rodrik Malbone

Mes 5. SF121 Airways Commander

La distribución horaria en el trabajo podía suponer un problema para las dos mujeres que, siendo capaces de pilotar una nave, no tenían la experiencia necesaria como para poder hacerlo. Shally Emem no tuvo problemas en hacerlo constar, pues la fémina deseaba hacer un buen trabajo y le daba miedo que el cansancio le provocase sueño o distracción. Un error humano podía provocar que todos los tripulantes muriesen en caso de accidente.

Así que Einar pactó hacer turnos de diez horas seguidas, mientras que Emem determinó hacer ocho horas, pero en jornadas partidas, dejando seis para la cabo, la cual también descansaría alternándose con ella. De esta manera cubrirían las veinticuatro horas de la jornada con descansos intercalados

La charla en la cafetería era relajante. Timothy se había dado a conocer y el ambiente que se intuía para el futuro parecía inmejorable. Aunque la llegada de Malbone había supuesto un trastorno, cómo no, en la tranquilidad de la estancia. Suerte que esta vez no se debía a su carácter sino a los acontecimientos que estaban sucediendo.

Rodrik había conectado con Dunne Grey y el pelirrojo determinó que era motivo suficiente como para abandonar el comedor y dirigirse hacia el observatorio, pues era el sitio favorito de West, el lugar donde solía sentarse para tomar decisiones y él, un cabo a sus órdenes, debía ir a darle novedades.

Lo que Malbone no esperaba era que el piloto Andersen corriese detrás suyo, llamándole y, sin indicar el motivo por el que le reclamaba, le hizo un comentario muy práctico, el tipo de palabras que al pelirrojo le gustaba. Einar se ofrecía para preparar la ruta de vuelo, aún no teniendo el permiso del teniente. Rodrik le sonrió, aquel gesto era como ver un cometa girando en espirales, un hito histórico

- ¡JODER ANDERSEN!... ¡BIEN, JODER, BIEN!... ¡CORRA A LA CABINA ZAMPABOLLOS!... - Le espetó para que no perdiera un segundo de tiempo, pero esta vez el término insultante hasta había sido dicho hasta con cariño.

Einar Andersen se dirigiría a la cabina de vuelo, el lugar donde la cabo pilotaba.

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30/03/2022, 20:06
Cabo Marzzia Swallow

Mes 5. SF121 Airways Commander. Cabina

Marzzia Swallow estaba en la cabina de la nave ocupando el asiento izquierdo de los mandos de pilotaje. La mujer estaba tensa mientras llevaba los controles del vehículo, como solía ocurrir en las personas que no tenían mucha experiencia. Ese era el motivo por el que los novatos no aguantaban jornadas largas de trabajo, solían estar tan contraídos muscularmente, que incluso en ocasiones necesitaban los servicios de un fisioterapeuta.

- ¿Einar? Aún no ha pasado mi turno. Lo llevo bien, no es necesario que te quedes... - Le dijo la fémina intentando transmitir seguridad en su voz - ¿Has conocido ya al resto del equipo? Son buena gente. Hay alguno más serio que otro, pero vamos, la convivencia hará que terminemos cogiéndonos cariño... O matándonos entre nosotros... - No se atrevía ni a apartar la vista de la luna de la nave, pendiente de que no hubiese material de dudosa procedencia orbitando. Estaba siendo prudente.

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30/03/2022, 20:07
Ambientación

Mes 5. SF121 Airways Commander. Cabina

Cinco minutos. Eso fue lo que tardaron Lionel West y Malbone en llegar a la zona de la cabina, mientras que la teniente Louise Brighter les seguía de cerca con un claro gesto de enfado en el rostro.

- No podemos desviar la ruta, teniente West. Teníamos una misión compartida, y esa consistía en dar con los soldados y reclutas de la Nightingale... - Espetó la teniente Brighter con disgusto - Un capitán está perdido en el espacio y mi misión es encontrarle. Conforme más tiempo pase, menos opciones tendremos de dar con él y todos los cadetes que desaparecieron...

- Comprendo su inquietud, teniente Brighter, pero estas personas que nos han contactado también son reclutas y mandos de la Space Force, están en apuros y sabemos exactamente dónde están - West mantenía unas formas educadas, controlando la voz y palabras que dedicaba a su compañera, aunque se denotaba un deje de incomodidad por la situación en la que se encontraba, pues la discusión ya provenía desde el observatorio, cuando Malbone le explicó lo que ocurría.

- No puede variar el plan inicial. ¡Tendrá que ceñirse a las órdenes dadas! - Exclamó Louise, alterándose conforme hablaba, pues comprendía que no iba a satisfacerla en su punto de vista.

- Exacto, señora. Yo sólo respondo ante la Capitán Adara Thyndall. Y ella me dejó claro que cualquier cadete bajo su servicio debía ser tratado como un soldado juramentado. Y uno de los credos, le recuerdo, consiste en no abandonar jamás a ningún compañero frente al enemigo - Declaró el hombre con seriedad en la voz - Andersen, ¿a cuánta distancia estamos de Natgrew?*

- Pues tendré que reclamar el derecho por rango y antigüedad. Ambos somos tenientes, así que lo oficial es comprobar qué hoja de servicio es anterior y créame que conozco la suya, así como usted la mía. Reclamo el mando de la nave - Indicó la mujer con fervor, dispuesta a no dar su brazo a torcer.

- Usted me cedió públicamente la custodia de la SF121 Airways Commander. Si usted es una persona honorable, mantendrá su palabra. Si no lo es, me temo que cuando acabe la misión tendré que presentarme ante un consejo de guerra. No cedo el gobierno de la nave. Iremos a Natgrew... - Determinó West con decisión - Andersen, le quiero pilotando...

- Sin duda alguna la tendrá, West. No pienso olvidar este asunto... - Miró al piloto y le dio la contra orden - Andersen vaya en dirección al PEC destruido siguiendo las ordenadas previstas....

Y el piloto debería elegir quien debía ser el mando al cual obedecer, aunque parecía mucho peor no hacer caso a la fémina pues ella, era quien tenía el derecho por antigüedad. Ni West podía negar eso.

Notas de juego

*Un par de días. No hay una distancia demasiado grande desde vuestra posición.

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31/03/2022, 20:23
William P. Thompson

Ante los comentarios de la reproducción, a William le entró una duda - ¿Lo de los problemas de reproducción es una suposición o un dato extraído de análisis? - Thompson se mesaba la barbilla mientras meditaba sobre unas historias que había leído sobre el siglo XX. - Tengo entendido, que en el siglo XX. Durante un enfrentamiento basado en la infiltración y el espionaje entre dos potencias terrestres, una de ellas buscaba que nacieran humanos con la nacionalidad de la otra potencia porque eso era un recurso muy valioso para sus operaciones... Puede que sea algo similar - afirmaba mientras observaba a Astor. Desde luego, una perspectiva de algo que para los asterianos pudiera ser simple, sencillo y básico para ellos, como humanos, podía ser una gran revelación, dando más valor a las posibles contribuciones de Lightnor. La identidad del padre del reo, fue una información que Billy puso a buen recaudo en su cabeza. Al parecer su padre era Comandante, también, lo que arrebató una triste sonrisa del rostro del joven humano. 

El resto de la información que aportaba correspondía a lo que ya había deducido William - Por desgracia no hay manera de comunicarse con el exterior sin estar aquí. Y dar unas coordenadas cercanas sin saber que hay allí sería demasiado arriesgado. Y... acceder a una región poblada cercana podría llevarnos mucho tiempo. Sería más eficiente hacernos con el control del lugar usando el sigilo y el subterfugio, a fin de cuentas son cinco y aún no saben de nuestra huida. A menos claro, que Bintel pueda contactar por si misma con nuestro rescate - Había supuesto acertadamente que estaban alejados de cualquier población humana. Esta no era tanto una prisión de los rebeldes como un recurso de los asterianos, por lo tanto no podían tenerlo disponible para que fuera una información que pudieran descubrir los humanos. Estarían lejos. - ¿Qué sabes de Karleen Walsh? - Preguntó de manera inesperada, aunque transmitiendo un tono calmado. Parecía que aquel chaval, al que le costaba ver como algo más que un joven que estaba allí en contra de su voluntad, se sentía cómodo junto a él y era algo que estaba dispuesto a potenciar. 

El comentario de Althais acerca de pedir ayuda a Malbone y a los mandos para rescatar a Eris cuando llegaran recibió un asentimiento de cabeza por parte de Thompson - Estoy de acuerdo - asintió breve y serio. A fin de cuentas era su misión original. Una vez llegaron a la puerta, la idea de Billy era escuchar durante un breve lapso de tiempo para tratar de controlar el número de personas que allí había y de paso poder escuchar alguna información que pudiera resultar útil. De todos modos se encontraba preparado en caso de que hubiera que entrar a las bravas llegado el momento, armado y listo para actuar. Si le dejaban tiempo, trataría, por el sonido de localizar el número y la posición de quienes allí se encontraban. 

Una vez tomado un tiempo breve pero razonable para tratar de identificar cuantos y en que posición estaban los de dentro, usando las manos haría señas referentes al número y la posición para a continuación hacer una cuenta atrás, también con los dedos, y luego entrar para hacernos con el control de la sala, disparando a la menor señal de peligro o presencia enemiga. 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Dificultad: 0

Habilidad: 10

Tirada: 1 4 9

Total: 4 +10 = 14 Éxito

Notas de juego

Edito: El final. Que lo di por hecho y luego me he dado cuenta que era estúpido darlo por hecho ^^U

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31/03/2022, 23:11
Duncan "Duke" McCarthy

¿Disculparle? Lo que tenía ganas era de matarlo, o al menos partirle la cara. Les estaba tomando el pelo y el niñato de Thompson se lo estaba comprando todo. Su inocencia costaría vidas, solo esperaba que no fuera la de Grey, que bastante había sufrido la pobre, y sufriría más si lo de Eylo finalmente se confirmaba. Se quedó mirando al asteriano y le dijo

- Oh sí, te disculpo, discúlpeme a mi la susceptibilidad. ¿Quieres unas pastitas para mojar el té? - sonrió irónico - Me la suda con quien estuvieras, no me creo una mierda de lo que dices, ¿Quieres saber por qué? - Miró a Billy - Porqué un cabrón de los tuyos, el teniente Teller, o como coño se llamara, apuntándome a la cabeza me lo dijo y cito textualmente, tenemos tasa de reproducción baja.... y entre creerme a un capullo, arrogante, pero doctor en medicina y una mosquita muerta... me creo al doctor, creo que está más cualificado que tú. - Miró a Billy - ¿No ves que te está tomando el pelo? ¿Tan inocente eres? ¿Te acuerdas de Narel? La querían usar como una puta incubadora y a Daya.... esa es la verdad, las necesitan porque son unos minga flojas... Mestizos.... je... como si no se pudieran poner en vuestra contra, no os la jugaríais con eso si no estuvierais desesperados, no os refrotaríais con australopithecus.

Pero Billy se lo compraba, tomaba cada una de las cosas que le decía como ciertas, y cuando le dijo que su padre era comandante hasta le sonrió, estableciéndose una clara empatía entre ellos. Bufó antes de decirle

- Ya, claro, solo faltaba que fuera el comandante del equivalente al PEC 12 y que la chica que le gustaba se llamara Milena.... ¿En serio?

Duncan negó con la cabeza - Teller tenía acceso a los expedientes, y cualquier mando también... Pensar que solo tienen expedientes de algunos mandos....Tal vez no estén en este ordenador, o que nos quiera retrasar. Tus habilidades como espía solo eran conocidas en el doce, y ni siquiera por todos los mandos.... es normal que no lo supieran.

Y el muchacho siguió hablando, y hablando intentando tranquilizarles. No sabía nada, no había armas antiaéreas, todo era sguro, ah, tampoco había cobertura fuera, no debían ni molestarse en intentar comunicarse. Duncan negó con la cabeza, miró a Grey y le dijo
- Inténtalo tú, a mi no me escuchará. Se está quedando con él.... Está intentando que bajemos la guardia...

Él lo tenía claro, salir de allí en búsqueda de las Townhall y no quedarse en una ratonera durante horas, o días, esperando que alguien viniera a por ellos. Debía ser el único, pues Althais prefería que llegaran los refuerzos. Miró de reojo a la sargento, que parecía estar de acuerdo y finalmente se encogió de hombros. Estaba en minoría, tal vez se estaba agobiando mucho... pero si la misma hermana de a quien tenían que rescatar abogaba por esperar así lo harían. Negó con la cabeza

- No creo que sea eficiente, no podemos defender este sitio, si vienen refuerzos estamos muertos, si viene esa nave que viene a buscarnos estamos muertos... Nos convendría no estar aquí cuando eso pase. - negó con una sonrisa divertida - Y no, Bintel no puede hacer eso, no es una emisora de radio, de hecho, es bastante humana, bastante más humana que muchos. - Intentó bromear con lo sexy que era Bintel, pero Grey no lo compró, así que subió las apuestas - Mejorando lo presente.... - Le sonrió mirándole a los ojos, transmitiéndole ánimos. Estaba con ella con su dolor, eran amigos, y le dolía el corazón por ella. Hablaron de Bintel, de que podría pasar si estaba comprometida y Dunne se ofreció a hacerlo. Negó y dijo - Tú no has matado a nadie..... Y yo ya estoy perdido Dunne....yo me encargaré, aunque espero no tener que hacerlo.

Salieron al pasillo en busca de Bintel, con el asteriano amordazado, Billy en cabeza y Duncan intentando no hacer ruido, apuntando con la pistola y lanzando miradas hacia atrás. Había una puerta. Se paró y dejó que Billy fuera el que decidiera, era su fuerte, pero preparó la pistola para disparar. Guardó silencio, se quedó quieto, parecía que Billy quería jugar a Daredevil, así que lo único que podía hacer era dejarle trabajar.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: advertir

Dificultad: 0

Habilidad: 10

Tirada: 1 3 4

Total: 3 +10 = 13 Éxito

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01/04/2022, 19:24
Einar Andersen

Einar llegó a la cabina con expresión seria. Creía intuir lo que se le venía encima y por descontado que no era plato de buen gusto. Tras saludar a la Cabo tomó el asiento de copiloto y empezó a manipular los controles de planificación de rutas.

-Disponemos de información de última hora con respecto a los asterianos, por lo que debo preparar rutas alternativas de inmediato por si se decide un cambio de rumbo- Dijo, sin intención de ocultar información a la que, por rango era su superior si bien en cabina actuaba como subordinada suya.

Mientras tecleaba en el ordenador y empezaba a introducir las coordenadas enviadas por Malbone a su dispositivo, miró directamente hacia quien ejercía de piloto, manteniendo el rictus serio y algo preocupado

No le era dificil de prever que la respuesta emocional de Malbone auguraba confrontación. No por nada había mandos de dos PECs diferentes con, probablemente, intereses contrapuestos en el momento en que en uno de los rescates se encontraban mandos del 15 y en el otro del 12.

-Solo espero que esto no cause ningún problema...-añadió ingnuamnte en tono algo críptico, centrándose a continuación a la tarea que él mismo se había impuesto. Tenía la intención de ser capaz de entregar a los mandos varios planos de vuelo estudiados hasta el milímetro para respaldar sus argumentos en cuanto a los pasos a seguir.

49 horas y 36 minutos. Esa era la cifra más baja que había conseguido en las simulaciones de trayectoria hacia Natgrew y lo cierto es que no estaba nada mal puesto que había logrado rebajar algunas horas el trayecto modificando algunas variables y apurando el itinerario en algunos sectores y recalculando la potencia de motores óptima. La zona de destrucción del PEC por otro lado, se econtraba lejos aún de su posición. A no menos de una semana, eso estaba claro.

Justo cuando empezaba a tener datos conclueyentes, se destapó la caja de los truenos en la cabina, con la llegada de los mandos los cuales discutían airadamente sobre los pasos a seguir, con opiniones del todo contrarias y en apariencia absolutamente incompatibles la una de la otra.

A la llegada de los mandos, y a tenor de que la cordialidad había desaparecido por completo, Einar se puso en pie y saludo marcialmente, manteniéndose en posición de firmes mientras soportaba aquel chjoque de trenes que parecieron decidir centralizar toda aquella presión hacia él, como si no hubiese tenido ya suficiente.

-Con el debido respeto y como especialista de cabina en esta misión, considero necesario que ciertas variables sean tomadas en cuenta antes de tomar decisiones tan importantes-Dijo sin referirse a nadie en concreto y aplanando los labios, desconociendo si con semejante osadía en una situación tan tensa estaría cavando su propia tumba en la Space Force. Pero se dio cuenta de que en el fondo aquello cada vez le importaba menos. ¿Que más podían quitarle? su mente estaba centrada en salvar a sus amigos; a cuantos pudiese pese a que aquello le pudiese costar el puesto.

Hizo desplegar el holomapa en el centro de la estancia, para poder respaldar sus palabras con representaciones gráficas.

-Esta es nuestra posición, aquí se encuentra Natgrew y aquí se encuentran las coordenadas recibidas por el dron de las últimas coordenadas del PEC 12. Como pueden ver nos encontramos en una triangulación de coordenadas del tipo escaleno, donde la trayectoria más corta es la que nos une con Natgrew y la más larga la que nos une a los restos del PEC, sinendo incluso menor la distancia entre Natgrew y el PEC que nuestra posición y y los restos de la estación espacial...-trató de indicar.

-Hablando en términos púramente de tiempo nos encontramos a 49 horas y 30 minutos de Natgrew y a 315 horas y 47 minutos de los restos del PEC, unos 13 días. Según los cálculos que he podido hacer, Natgrew se encuentra a 287 horas de los restos del PEC, unos 12 días. Eso quiere decir que variar nuestro rumbo para hacer escala en Natgrew aumentaría el trayecto hasta el PEC en poco más de 23 horas, más el tiempo estacionados en el planeta. En cambio, en el supuesto de ir hasta los restos de la estación, para luego recalar en Natgrew nos costaría un total de 603 horas y 27 minutos, sin contar imprevistos. No menos de 25 días...

Y ahí había volcado todos los datos en crudo. Dada la situación le pareció lo más adecuado para tratar de enfriar un poco la tensión entre mandos, apelar a su parte más racional.ç

-Señora-dijo lleno de respeto en dirección a la Teniente Brighter-Entre los dos compañeros capturados por las fuerzas asterianas en Alaska y que ahora se encuentran cautivos en Natgrew se encuentra el médico que logró secuenciar el genoma asteriano para logras diferenciarlos de nosotros. Ahora mismo debe ser el médico con mayor experiencia de la humanidad acerca de nuestros enemigos y considero que es una baza que no podemos permitirnos perder-Pese a que había una parte personal en todo aquello, era la lógica la que hablaba.

-Por otro lado tambien tengo amigos muy queridos en la misión de la Nightingale y por nada del mundo querría dejarlos atrás. Ya lo he tenido que hacer con demasiados amigos...-Se apretó las chapas por encima de la ropa, comprimiendo la mandíbula con fuerza.

-No dejemos a nadie atrás-dijo en un tono que revestía un punto de súplica-En la nave disponemos de nativos de Natgrew. Podríamos desembarcar a un pequeño grupo especializado, para que se uniese a un contingente de Agentes Terrestres en la misión de rescatar a los Soldados cautivos y el resto prosigamos hacia el sector donde se perdio la Nightingale. Yo... podría volar en manual en turnos largos. Eso podría compensar parte de esas 24 horas que perderíamos en la parada. Le ruego que lo reconsidere, Señora-Tragó saliva y se mantuvo firme, con rictus serio y esperando por la tormenta que se podía desatar encima de su cabeza de un momento a otro por haber siquiera pretendido contradecir o aportar ideas a un mando que no las había pedido. Al fin y al cabo, todo aquello lo había urdido en parte para tratar de dar una "salida honorable" a la difícil situación en la que había sido puesta la Teniente del 15. Apelando a su lógica le daba la opción de desembarcar a aquellos con los que acababa de tener un enfrentamiento abierto, así como demostrar ante los reclutas que se preocupaba por todos.

De negarse, se acogería a la jerarquía de su propia unidad, no estando en obligación de conocer antiguedades de mandos agenos si bien plénamente consciente de que aquello de poco iba a servir para su salvaguarda. De hacerlo lo haría únicamente por no denostar la autoridad de Brighter frente a los suyos.

 

Notas de juego

Mapa holográfico

Cabe decir que usaría cualquier habilidad que pueda ayudarme. Ya fuese el +1 de persuasión del día de Reyes, Cartografía, Navegación, Liderazgo, Estrategia Militar... Por no dejarte un cocktel infinito de tiradas lo dejo a tu discreción

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02/04/2022, 09:21
Cabo Marzzia Swallow

SF121 Airways Commander. Cabina

La cabo Swallow no comprendía el motivo por el que el piloto había regresado tan pronto a la cabina. Quizás hubiese tenido un problema con sus compañeros y por eso no quisiera socializar más, o puede que incluso fuera tímido, por eso le animó a regresar con el reto. Sin embargo, Andersen informó que tenían informaciones de última hora con respecto a los asterianos, por lo que era necesario tener rutas alternativas por si había un cambio de rumbo.

- ¿Qué se sabe de ellos? ¿Es algo tan importante hasta para cambiar la ruta?.... - La mujer parecía preocupada y miraba de reojo las pantallas holográficas que determinaban el trayecto, liberando por fin toda su atención del pilotaje, algo que no afectaría al vuelo en una zona tan despejada.

Tampoco la bonita mujer llegó a entender los deseos de Einar, puesto que pedía al universo una petición, que aquel cambio no supusiera ningún tipo de problema.

- Pero, ¿por qué deberíamos tenerlo? Se supone que estamos en misión de rescate. No debería haber confrontación alguna... - Dijo con voz baja, no variando su semblante serio desde que aquella eventualidad le había sido descubierta.

La mujer desvió su mirada hacia la hora de estimación del cambio de ruta. 49 horas y 36 minutos - ¿Natgrew? ¿Por qué?... ¿Por qué vamos allí?... - No hacía falta ser un experto piloto para reconocer el cambio de destino.

El silencio se hizo cuando llegaron los mandos a la sala y la propia Marzzia Swallow pudo comprobar el motivo por el que el rubio piloto temía que hubiera problemas. Los dos tenientes, ambos considerados como máxima autoridad en la nave, llegaron a la cabina para discutir el sitio donde finalmente irían a realizar su misión. Aquello era inconcebible.

- Con todos mis respetos, teniente West. La misión estaba prefijada desde Comandancia. No se puede cambiar el objetivo de la misma. Legalmente es inviable y deberá responsabilizarse cuando hagamos el informe final de la misión. Seguro no es eso lo que desea... - Dijo la cabo, quizás queriendo ayudar en la decisión. Su tono de voz intentaba ser razonable y ceñirse al plan original, al fin y al cabo, era lo que habían venido a hacer.

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02/04/2022, 09:38
Teniente Louise Brighter

SF121 Airways Commander. Cabina

La llegada de los mandos y el posicionamiento de Swallow, permitió que Andersen tuviera unos minutos para discernir qué hacer. Una vez razonara su propia opinión al respecto, hablaría de las variables que afectaban al viaje, pues quizás fuera un factor a tener en cuenta. Así fue como desplegó el holomapa para representar la situación. Todos estaban atentos a él, incluido el pelirrojo.

- Recluta Andersen, aunque el camino para ir hacia los restos del PEC sea más corto que yendo por esta trayectoria, lo que pretende el teniente West es parar en Natgrew, y eso puede conllevar a perder días de viaje, o puede que hasta semanas si algo no sale como estimamos. Tomarnos ese tiempo determina que todos los soldados y reclutas de la Nightingale se vayan alejando cada vez más. Podemos incluso perderles la pista, y todo por hacer una variación completa en el objetivo de la misión. Es una irresponsabilidad por nuestra parte - Mantuvo la teniente con convicción, mientras West se lo debatía. Seguían sin estar de acuerdo.

Andersen recalcaba sus cálculos sobre navegación espacial y, más allá de eso, explicó además quien era Duncan, un miembro valioso para el ejército, pues acababa de secuenciar el genoma del enemigo. Solo por eso, era un factor a tener en cuenta para plantear el posible desvío.

- Todos tenemos que hacer sacrificios, piloto Andersen - Dijo como fría respuesta Brighter - Usted tiene amigos en Natgrew y yo tengo un capitán perdido en la zona PEC, lugar al que no debo tardar en ir porque eso implica reducir las posibilidades de encontrarle.

El tono de Andersen pasaba a de la lógica a la súplica, obteniendo de la mujer la misma negativa. No quería bajo ningún concepto, desviarse.