Partida Rol por web

 Por la apariencia de aquel gimnasio se podría decir que su líder se dedicaba a algo más que a ser un líder de gimnasio pokémon. El escenario de batalla parecía una oficina de trabajo. Gran cantidad de mesas, sillas y ordenadores dificultaban el movimiento de cualquier pokémon, lo que limitaría esquivar los ataques y por tanto aumentaría la evasión de los que allí se encontraban.

¡Hola! Dijo algo distraído el joven que parecía ser el líder. Tú debes de ser el aspirante, ¿verdad? Tienes pinta de no tener ninguna medalla todavía. Así que, déjame un momento... El líder del gimnasio estaba delante de un ordenador parecía estar trabajando porque movía a gran velocidad sus dedos por todo el teclado que tenía delante. Espera un segundo. La verdad que incluso empezaba a resultar molesto que hiciera perder el tiempo de esa forma. Hoy era un día muy importante para él como para que el líder no prestara la atención adecuada.

Vale sí. Pues eso, dijo sin tan siquiera levantar los ojos del ordenador, vamos, un combate a un pokémon y gana el que termine con el otro. ¿Sí? Izzy seguía a lo suyo, con su ordenador cuando sacó una pokéball y la dejó caer a escasos centímetros de él.

De ella salió una hermosa Alakazam de color rosado. Una variedad de color muy rara de haber visto antes.

     Luego de tomar un viaje en metro hasta una de las ciudades vecinas, por fin Akamatsu se encontraba en el lugar que decía en el mapa que era el gimnasio Mente, pero era extraño, la fachada del sitio daba mas aires de una gran compañía y por lo que se veía en el interior, no estaba muy alejado de la realidad.

     - Hooo~la, ¿ hay alguien aquí ?- grita el niño intentando llamar la atención, pero nadie contestaba. Luego de caminar por las instalaciones se dio cuenta que de un sitio se escuchaba ruido, siguiéndolo por fin dio con un joven el cual estaba concentrado en un ordenador y al ver al pequeño solo se limita a preguntar si estaba aquí por el desafío - ehhh... si!, estoy aquí para enfrentarlo señooooor... ¿ Izzy ?- antes de poder terminar de hablar, el líder Izzy estaba nuevamente tecleando en su aparato.

       Luego de unos largos minutos  muy aburridos en los que el líder de gimnasio solo se dedicaba a teclear y el pequeño a jugar con sus kunai's,  las palabras de "Un combate pokemon y gana el que termine con el otro ,¿si?" rompieron el ambiente.

     - ehhhh... ¿aquí?, ¿ en medio de sus muebles caros?, ¿seguro?- pero sin darle tiempo de responder el líder había sacado a su bigotón compañero, de un color bastante exótico ... ¿ estará enfermo?... ,de la misma manera el joven saca a su compañero de viajes, pues parece que el combate estaba apunto de iniciar.

    Tomando una distancia segura de Usopp, el combate por fin había iniciado ya.

    Ambos Pokemon al notar que el ambiente había cambiado a uno mas tenso, comenzaron a tomar distancia uno del otro, estaba claro que por la fuerza que transmitían, el que pudiera dar el primer golpe directo seria el que se llevara la victoria, pero con tantos aparatos para ocultarse y usar de escudo, el primero que atacará, también sería el primero en quedar al descubierto al merced del rival.

    Akamatsu Sabía que si le seguía regalando preciosos segundos al rival, más y más complicado se volvería el combate, para la joven pareja.

- Usopp!!!, Usa desarme- le gritó a su compañero de batallas, a lo cual el maderoso pokemon se lanza entre los escritorios hasta encontrar al Alakazam ,pues lo mejor que podía hacer era acortar las distancias para evitar que ese viejo pokemon pudiera respirar.

Akamatsu se había extrañado mucho de que el combate se desarrollara en mitad de la oficina que parecía ser el puesto de trabajo de Izzy, pero en efecto así fue. Shiftry ya estaba preparado para el combate, y en ese momento el Alakazam de su rival se subió a uno de sus escritorios y mostró sus cucharas. Un potente brillo mágico empezó a iluminar la zona hasta tal punto que Shiftry no pudo seguir mirándolo directamente. La oscuridad de su ser luchaba contra el majestuoso brillo del de su rival, y cuando Akamatsu se quiso dar cuenta, su Shiftry, más conocido como Usopp ya estaba fuera de combate.

Vaya... lo siento. Dijo Izzy que seguía mirando su ordenador. Alakazam es muy potente y quizá mi gimnasio no sea el mejor por dónde empezar. Concluyó. Espero que el de Samina sea más fácil, o sino te costará el tipo psíquico.

¡Mucha suerte para tus próximos combates! Le dijo al aspirante que ya no podría llevarse nunca más la medalla conocimiento.

      Así como de la nada el combate iniciaba , este mismo acababa de concluir, la fuerza de aquel pokemon era tal que con un solo movimiento había bastado para fulminar al pobre de Usopp que no terminaba de comprender del todo el combate.

- uffffffff.... Bien!, me iré...!, pero volveré - dicho esto, Akamatsu regresaba a la pokeball al derrotado Usopp y se iba del establecimiento, tal vez no de manera oficial volvería a este mismo sitio, pero sabia que regresaría y le patearía el trasero a ese anciano pokemon

 Por la apariencia de aquel gimnasio se podría decir que su líder se dedicaba a algo más que a ser un líder de gimnasio pokémon. El escenario de batalla parecía una oficina de trabajo. Gran cantidad de mesas, sillas y ordenadores dificultaban el movimiento de cualquier pokémon, lo que limitaría esquivar los ataques y por tanto aumentaría la evasión de los que allí se encontraban.

¡Hola! Dijo algo distraído el joven que parecía ser el líder. Tú debes de ser el aspirante, ¿verdad? Ya veo que has conseguido la medalla rama. Así que, déjame un momento... El líder del gimnasio estaba delante de un ordenador parecía estar trabajando porque movía a gran velocidad sus dedos por todo el teclado que tenía delante. Espera un segundo. La verdad que incluso empezaba a resultar molesto que hiciera perder el tiempo de esa forma. Hoy era un día muy importante para él como para que el líder no prestara la atención adecuada.

Vale sí. Pues eso, dijo sin tan siquiera levantar los ojos del ordenador, vamos, un combate a dos pokémons y gana el que termine con los otros. ¿Sí? Izzy seguía a lo suyo, con su ordenador cuando sacó un par de pokéballs y las dejó caer a escasos centímetros de él.

De ella salió una hermosa Alakazam de color rosado. Una variedad de color muy rara de haber visto antes.

Y por último un Slowbro con un color también muy extraño:

Aquel gimnasio era de lo más extraño. ¿Acaso el líder esperaba que combatieran allí dentro? No es que le importara pero no pensaba hacerse cargo de los posibles estropicios que causara la batalla.

Se sintió un poco indignado cuando el líder pasó de él para seguir trasteando con su computadora, ¿cómo podía tener la cara dura de hacerlo esperar allí? Ni siquiera cuando liberó a sus Pokémon para empezar el combate despegó la vista del monitor, aquello resultaba un poco insultante.

-Muy bien, como quieras...- murmuró con molestia. Tomó dos cápsulas de su cinturón y liberó a dos Pokémon, Charizard y Gyarados.

-Charizard, usa Envite Ígneo en Alakazam. Gyarados, usa Danza Dragón.- ordenó rápidamente. Aquel Slowbro sería un gran problema para él, por lo que debería recurrir a una buena estrategia para ganar este combate.

Izzy continuaba escribiendo en su ordenador sin preocuparse demasiado por el combate. Ni tan siquiera levantaba la cabeza del mismo cuando Alakazam se puso a mover su cuchara de un lado a otro generando una potente pantalla de luz que protegería a ambos pokémon de los ataques especiales de sus rivales. 

El movimiento de protección no había servido para que Charizard hiciera menos daño, pues en lugar de ser un pokémon entrenado para lanzar potentes lanzallamas, lo había sido para embestir con su cuerpo en llamas. El golpe fue tan fuerte y devastador que Alakazam no pudo soportarlo y cayó al suelo inconsciente. Izzy seguía entretenido en su ordenador sin importarle la caída de su primer pokémon.

Después Gyarados empezó a moverse de un lado a otro del campo de batalla, incluso haciendo ciertos movimientos precisos que provocaban con cada gesto que se hiciera más y más poderoso.

Por último Slowbro lanzó un potente y caliente chorro de agua que impactó de lleno en un ya debilitado Charizard dejándolo también fuera de combate.

En aquella batalla ya solo quedaban dos de los pokémon en pie, Slowbro y Gyarados, a pesar de que ninguno tenía ventaja de tipo sobre el otro, lo cierto era que Gyarados se había potenciado mucho en el asalto anterior y ahora sería una máquina muy difícil de derrotar.

Charizard no había conseguido aguantar el Escaldar de ese Slowbro, pero al menos había conseguido derrotar a ese Alakazam sin que Gyarados sufriera daños. Ahora todo se resumía a un 1vs1 en el que su Gyarados tenía cierta ventaja por estar potenciado, pero la situación podría cambiar, no es bueno confiarse.

-Usa Bote- ese movimiento es la mejor opción contra Slowbro, los demás ataques no serán muy eficaces.

Gyarados había aumentado su velocidad y ataque físico gracias a la danza que había realizado anteriormente, y ahora su entrenador le había pedido que sobrevolara la parte superior de la oficina para evitar cualquier golpe de Slowbro y contraatacar con más fuerza y así hizo.

Ataca la mente de Gyarados y acaba con él, dijo Izzy secamente volviéndose un poco más participativo en el combate. 

Slowbro intentó obedecer sus órdenes, pero Gyarados no estaba a su alcance y no logró cumplir su objetivo. Y entonces, el pokémon de Akashi descendió con gran potencia para golpear a Slowbro rompiendo parte del material que había repartido por el campo de batalla. Aún así, Slowbro resistió el golpe y aprovechó para controlar su mente y provocarle un gran daño en su interior. 

A pesar de que Gyarados no tuviera heridas por fuera, empezaba a parecer muy debilitado. Lo mismo le estaba sucediendo a Slowbro que aunque aguantaba, cada vez estaba más herido.

El ataque había resultado bastante efectivo, tal como planeo, pero de nuevo todo se reducía a este ataque, si conseguía acertar el siguiente movimiento la victoria sería suya, si no... También lamentaba un poco el haber roto algo del material del lugar, pero era casi imposible tener una batalla allí sin romper nada.

-De nuevo, acaba con él con Bote.- ordenó Akashi esperando que el movimiento fuera certero, ya que de ello dependía su victoria.

Izzy parecía un líder de gimnasio muy despistado y que no parecía tener interés alguno por el combate que allí se estaba desarrollando, pero nada más lejos de la realidad. El entrenador tan solo necesitaba levantar una ceja para ver qué es lo que estaba pasando y para estudiar la mecánica de su rival. Gyarados antes había usado bote contra Slowbro, un ataque que no es que fuera muy poderoso y que además necesitaba tiempo para ello. Así que, esta vez, Izzy intuyó que iban a repetir el mismo movimiento y Slowbro decidió no malgastar energía atacando a un pokémon que iba a estar volando por los aires, y se relajó para recuperar parte de su energía.

Cuando Gyarados golpeó a Slowbro desde el techo de la oficina, éste ya estaba prácticamente recuperado y no fue derrotado. Estaba gravemente herido, pero aún Izzy supo como aprovechar el turno en el que Gyarados estaba a su alcance. Acaba con él. Concluyó Izzy y así hizo su pokémon, manipulando su mente hasta que Gyarados cayó al suelo inconsciente ante los atónitos ojos de su entrenador.

Lo lamento. Dijo Izzy sin levantar la vista del teclado. Mis pokémon están bien entrenados y aunque pensé que perdería al ver a Alakazam caer tan rápido, no ha sido así. Espero que Samina te lo ponga más fácil cuando te enfrentes a ella.

Aidan enarcó una ceja mientras esperaba y a punto estuvo de ponerse a taconear por la impaciencia. Pero finalmente el líder sacó sus pokémon. Parecía muy entretenido con lo que fuese, porlo que no merecía la pena ni hablar mucho.

-Si, a retar. Vamos. ¡Hidra! ¡Neón! ¡Kip!

-¡Hidra! Pulso umbrío a ese Alakazam. ¡Neón! Zumbido a ese Slowbro. ¡Kip! Terremoto.

Izzy no parecía tener mucho interés en levantar la cabeza de su teclado y parecía concienciado con el trabajo que estaba haciendo. Por eso tampoco se preocupó en dialogar mucho y aún menos en dar órdenes demasiado complejas a sus pokémon.

Alakazam, brilla con intensidad. Metagross, cabezazo contra Swampert, y Slowbro, lanzallamas contra Vikabolt. Ordenó brevemente y con un tono seco y mohíno.

La pokémon rosada de Izzy hizo brillar con mucha intensidad la cuchara que tenía en su mano. Hydreigon se quedó maravillado por semejante brillo pero instantes después pudo notar como su cuerpo se había quedado gravemente debilitado. En cambio, Vikabolt se había quedado maravillado, pero había sido capaz de aguantarlo mejor.

Después Hydreigon, a pesar de lo herido que se hallaba decidió vengarse por el daño sufrido y lanzó una onda oscura que dejó inconsciente a Alakazam derrotando así al primer pokémon de Izzy.

Metagross no se estuvo quieto y a pesar de su gran tamaño se movió más rápido que el resto de pokémon de Aidan, golpeó con su cabeza a Swampert pero no logró hacer un impacto demasiado grande. Por eso Swampert contraatacó con un devastador terremoto que hirió a todos los pokémon de Izzy y a ninguno de los suyos ya que eran capaces de levitar.

Metagross no fue capaz de esquivar las grietas que se formaron en la oficina y terminó cayendo por una de ellas quedando inconsciente. Slowbro sí que aguantó el golpe. 

Vikabolt hizo chirriar su cuerpo para dañar a Metagross pero el pokémon ya había caído en combate así que no sirvió de mucho. Finalmente Slowbro lanzó una potente lanzallamas, un movimiento poco habitual en pokémon de tipo agua, pero muy fuerte contra pokémon bicho o planta. Aún así, Vikabolt era muy resistente y se negó a caer en combate.

Slowbro estaba gravemente herido y Aidan tenía aún dos pokémon en pie, estaban algo heridos, pero siendo Slowbro tan lento, Izzy decidió retirarle sin decir nada más. Después le lanzó con un pulgar la medalla Conocimiento y le felicitó con un triste: Enhorabuena.

-Ehhh ¿gracias? Vámonos chicos. Hemos cumplido aquí.

Si que pasa del tema... vaya líder.

Aidan se marchó extrañado por la actitud del líder pero contento por tener una nueva medalla. Y dispuesto a ir a la caza de un misterio que había escuchado. El misterioso guerrero negro. Lo haría antes de ir al siguiente gimnasio.

Todo apunta a que es un pokémon de tipo lucha, de color oscuro. ¿Un machoke muy moreno? ¿Alguno que viva en una mina de carbón? Lo descubriré.

 Por la apariencia de aquel gimnasio se podría decir que su líder se dedicaba a algo más que a ser un líder de gimnasio pokémon. El escenario de batalla parecía una oficina de trabajo. Gran cantidad de mesas, sillas y ordenadores dificultaban el movimiento de cualquier pokémon, lo que limitaría esquivar los ataques y por tanto aumentaría la evasión de los que allí se encontraban.

¡Hola! Dijo algo distraído el joven que parecía ser el líder. Tú debes de ser el aspirante, ¿verdad? Tienes pinta de no tener ninguna medalla todavía. Así que, déjame un momento... El líder del gimnasio estaba delante de un ordenador parecía estar trabajando porque movía a gran velocidad sus dedos por todo el teclado que tenía delante. Espera un segundo. La verdad que incluso empezaba a resultar molesto que hiciera perder el tiempo de esa forma. Hoy era un día muy importante para él como para que el líder no prestara la atención adecuada.

Vale sí. Pues eso, dijo sin tan siquiera levantar los ojos del ordenador, vamos, un combate a un pokémon y gana el que termine con el otro. ¿Sí? Izzy seguía a lo suyo, con su ordenador cuando sacó una pokéball y la dejó caer a escasos centímetros de él.

De ella salió una hermosa Alakazam de color rosado. Una variedad de color muy rara de haber visto antes.

Cuando Toshio llegó al "gimnasio" (por llamarlo de alguna manera) se quedó muy sorprendido. Hasta ahora todos los gimnasios que había visitado tenían una pinta más o menos similar, un terreno de combate donde, por regla general, había algún tipo de condición atmosférica o climática que beneficiaba al líder y su equipo.

En esta ocasión se encontraba en una oficina, con mesas, sillas y demás mobiliario por todos lados, lo que dificultaba el movimiento de todos los pokémon. No sabía como valorar este extraño escenario hasta que vio aparecer al pokémon del líder, un Alakazam variocolor. Un pokémon muy peligroso pero, que por suerte para él, no aguantaba mucho los ataques físicos. 

- Vamos Mordisquitos, a por nuestra primera medalla. Utiliza Triturar! - La idea era bien sencilla, un golpe fuerte y directo aprovechando la debilidad al tipo Siniestro. Ya había cometido varias veces el error de intentar potenciar su velocidad con Danza dragón y le había salido caro. Esta vez no volvería a caer ahí. Si lograba acertar al pokémon psíquico aunque solo fuera una vez...