Partida Rol por web

Sömersen te mira, dudando si contestar a tu provocación.

- Veamos, "no había hecho nada", salvo estar involucrado en un altercado en la puerta en el que los testigos tardaron en testificar que no había desenvainado su arma... Y, por supuesto, estar bajo investigación por posible deserción...

Las últimas palabras del oficial son demasiado para los crispados nervios de Amanda.

- ¡¡MI HIJO NO ES UN DESERTOR!! - Grita. Los guardias de la sala palidecen ante su muestra de enfado. Todos saben que no es conveniente alterar a una hechicera, y menos aún a una maestra.

Es mejor no perder los nervios señora Straussen intentó calmarla aunque por un instante se sintió tentada de comprobar con sus ojos las habilidades mágicas de ésta.

Oficial decidió que era mejor cambiar de estrategia

Alex Vangrant puede tener información muy útil para nuestros intereses en la frontera y en la guerra contra los Truil. Es esencial que sepamos si está a salvo. Así que me voy a permitir preguntarselo directamente ¿Es posible que esa abogada fuera una impostora?

El soldado te agradece con un leve gesto de cabeza que hayas intentado calmar a la hechicera, visiblemente incómodo por las posibilidades que su enfado puede acarrear. Pese a todo intenta excusarse.

- "Posible deserción"... La investigación no ha concluído, pero todo parece indicar que el muchacho volvió a la ciudad siguiendo órdenes...

Se vuelve hacia ti para contestarte.

- Desde luego, el emblema del gremio de Abogados era genuíno. Emma es una chica menuda y amable, no parecía una impostora. De hecho alguno de mis hombres hizo algún comentario... ejem... bueno, ya sabe... - se sonroja ligeramente, lo que no deja de sorprender en un hombre de su tamaño, - y al parecer ya había venido alguna vez por aquí para interrogar a sus clientes, así que diría que es ciertamente una abogada.

Una última preguna Oficial ¿Dijo el señor Vangrant donde iba? desde hace rato Biza no acabada de entender porque Lazarus no había vuelto a casa para contarle a su esposa lo sucedido. Imaginó que tuvo que ser algo importante para dejar a su esposa con esa preocupación.

Se queda pensativo un momento, recordando.

- Supongo que iría a la Plaza del Consejo... Uno de nuestros guardias acompañó a mi superior con la compañera de Alex hasta allí. Imagino que el señor Vangrant iría a investigar dónde estaba... - Dice encogiéndose de hombros.

Mira a la madre de Alex, algo nervioso por la posible reacción de la hechicera.

La mujer parece algo más calmada, atenta a todo lo que dice el oficial.

- Tengo que encontrar a esa mujer. Es posible que sepa algo que nos pueda llevar a Alex. - Te mira, impaciente. - Señorita Carkenna, ¿me acompañaría a la Plaza del Consejo a buscar a mi marido y a la compañera de mi hijo? Es la única pista que tengo para encontrar a Alex.

Sin más dilación, se da la vuelta para dirigirse a la puerta, sin despedirse de los guardias.

Adios Oficial se despidió para girarse en pos de Amanda

Os acompañaré. dijo forzando la velocidad de su caminar hasta ponerse a la altura de la hechicera. Se vio a si misma como un perrito faldero que corre tras su amo.

¿Con lo de compañera se refiere a la centauro que le acompañaba en la puerta de la ciudad? Biza estaba algo despistada. No sabía si se refería a Diana o a la abogado. Todo era preguntar claro.

Diana se revuelve, también notablemente incómoda en presencia de la hechicera alada que la ha acogido a su cargo. Sin saber muy bien cómo tratarla, duda antes de contestar.

- No importa, - dice finalmente. - Stepjan me ha hecho compañía... Al menos desde que Irina se fue con Biza.

Se sucede un silencio incómodo. Una vez más, Diana hace un esfuerzo por romperlo.

- Sin embargo yo también estoy algo cansada... Si pudiéseis decirme dónde voy a pasar la noche...

Algo incómoda, golpea suavemente con los cascos en el suelo de la cocina.

Amanda te mira mientras camina a grandes zancadas. Por un momento agradeces que no pertenezca a tu escuela, pues estás convencida que, de tener alas, se habría echado a volar sin dudarlo un momento.

- Se refiere a la centaura - dice sin dudarlo un momento. - ¿Quién demonios se han llevado a una centaura a la plaza del Consejo dejando a mi hijo en prisión? - Se pregunta indignada.

Al paso al que váis no tardáis demasiado en llegar a los Barrios Centrales y poco después a la Plaza. La reunión del Consejo parece haber acabado hace al menos una hora, pero sigue habiendo numerosos grupos de gente comentando las decisiones. Te preocupa escuchar en más de una ocasión la palabra guerra.

No tardáis en distinguir a un hombre que se mueve de grupo en grupo, hablando brevemente con cada uno de ellos.

- ¡Lazarus! - le llama la maestra a tu lado.

El hombre de aspecto serio se acerca a vosotras. Su rostro comparte la misma expresión de agobio que puedes ver en la maestra que te acompaña.

- ¡Amanda! - exclama algo sorprendido. - Veo que el mensajero que envié no te ha encontrado. Te mandaba noticias... mejor dicho, falta de noticias. A Alex le sacó de la prisión una abogada y la mujer que llegó con él de la frontera vino aquí guiada por un compañero de mi gremio, el oficial Eric. - Das un respingo al escuchar el nombre de tu cuñado, pero tu gesto pasa completamente desapercibido. - Diana, la soldado con la que llegó Alex, testificó en el Consejo, pero salió hace horas. Estaba intentando averiguar dónde ha ido.

Tras la rápida explicación, el soldado abraza a su mujer, no sabes si buscando recibir o proporcionarle algo de consuelo. Miras hacia otro lado, algo incómoda, cuando Lazarus repara en ti.

- Disculpe mi modales, señorita...

Venimos de la cárcel y el Oficial de guardia nos dijo que a Alex lo había sacado esa abogada. Teniamos la esperanza de que usted los hubiera encontrado dijo decepcionada

Por cierto mi nombre es Biza Carkenna y no tiene de que disculparse se alzó sobre las puntas de los pies para ganar altura. Miraba de un lado a otro entre los grupos de personas que aún estaban allí.

Aunque habria querido irse con Biza a buscar a Alex, por lo menos Diana se quito a Irina de encima. Y la criada parecia estar aliviada al alejarse de ella. Cuando llego Stepjan, a pesar de la mala impresion que le dio cuando le miro desconcertado, descubrio que no era como se lo habia imaginado. En cuanto vio el gesto de enfado de Irina, y que parecia que los dos no siempre se llevaban bien, sonrio divertida.

Asintio a Biza cuando le ordeno que se quedara en casa, sin replicarle. Le despidio mentalmente, pero no se movio. En cuanto se fueron, paso a la cocina. Alli ceno en compañia de Stepjan, con el que charlo amigablemente. Pasaron de hablar de Dindavara y de los centauros a distintos temas, y el tiempo paso volando. No se dio cuenta de que Ilsa habia llegado hasta que el criado salio a recibirla. Se dio la vuelta, y vio que se habia vuelto a cambiar de vestido. Ya debia ser la segunda vez que se habia cambiado en presencia de la centaura. Diana bajo la mirada avergonzada y vio su camisa. No se la habia cambiado desde la ultima batalla en la frontera, y no le habia preocupado en absoluto su apariencia. Quizas fuese una de las causas por las que la gente la miraba raro (omitiendo que era centaura). Pero no le importaba. Ahora le apetecia descansar. Durante el tiempo que habia estado en la ciudad, yendo de un sitio para otro, se le habia olvidado lo exhausta que estaba del largo camino que habia recorrido en compañia de Alex.

-Buena pregunta. Quizá sea más conveniente que elijáis vos ese lugar y que Stepjan os lo adecúe. Stepjan, solo Irina conoce esta casa mejor que tú, supongo que ya tendrás pensado algún lugar.

Mientras dejan hacer a Stepjan, Ilsa pregunta a Diana sobre cómo llegó a formar parte del ejército y sobre el origen de su transformación, con la evidente necesidad de conversar un poco antes de despedirse por hoy.

Miras por encima de los padres de Alex, intentando localizar algún rostro conocido. No consigues localizar al Consejero Rowan, Ilsa o Eric, pero por lo que sabes, la reunión del Consejo acabó hace algún tiempo, así que es posible que se hayan ido ya.

- Yo soy Lazarus Vangrant - escuchas la cortés voz del soldado mientras recorres los alrededores de la Plaza con la mirada. Por pura cortesía, no tardas en devolver la atención a tu interlocutor.

- La abogada, Emma, era una de las dos pistas que tenía para localizar a Alex - mira a Amanda con evidente gesto de preocupación. - La otra era una centauro en el Consejo... Pensé que sería más fácil de localizar, pero al parecer hace horas que se fue de aquí...

Stepjan sale de la cocina para preparar alguna habitación que se adapte a las necesidades especiales de Diana. Mientras empezais a charlar, vuelve Irina. Con paso cuidadoso se asoma a la cocina y su expresión parece animarse al ver a Ilsa.

- ¡Ah! Señora, me alegro de que haya vuelto... ¿Todo bien por aquí? - pregunta mirando de solayo a la centauro. - Salí a acompañar a la señorita Biza a casa de los padres de Alex. Lamento haberme retrasado en volver. ¿Puedo servirle en algo? - Mira la comida que Stepjan dejó sobre la mesa.

-No Irina, gracias. Descansa tú. Hoy a sido un día duro para todos. -Ilsa no se sentía demasiado bien después de su última conversación con su sirvienta, así que quería ser amable. -Te acompañaré a la cocina.- Tampoco quería compartir información con la sospechosa centaura.

Una vez allí, después de esperar un moemento a que Irina se siente, le pregunta por sus resultados con Biza.

Creo que se donde encontrar a la centauro, aunque no estoy muy segura de que pueda ayudarnos a saber donde está Alex. Biza imaginó que todos habían regresado a casa de Ilsa después del Consejo.

Si quieren miró a ambos puedo indicarles donde