Partida Rol por web

- De acuerdo, una prueba de buena voluntad. Os diré donde podéis encontrar a uno de esos capitanes para que veáis que no os engaño. Después podéis devolverme mi barco y os entregaré al resto, ¿trato hecho?- y antes de que Nautí tuviera oportunidad de contestar, le dio directamente la información:- No conozco a ningún capitán que se refugie en Izhmalin, pero sí bastante cerca de aquí. Tiene su escondite en un islote entre la costa de Elengor y Animalia.

Nautí chasqueó la lengua ante las palabras del capitán pirata. No me gusta que me mareen. Comprendo que no quieres colaborar. Así que deseo concedido: no serás ahorcado por tus crímenes.

Acto seguido, un acero silbó, dejando a todos en silencio y boquiabiertos. La cabeza de Bowen golpeó el suelo y rodó por cubierta.

Nautí enfundó su espada. Tripulación, nos vamos de Elengor. Que la flota se reúna y peine los islotes de la costa de aquí a Animalia. Tres días han pasado, y seguro que los piratas se están preparando para responder.

La almirante se volvió a Jamal y sus acompañantes. Mis más sinceras disculpas. La guerra es horrorosa y es difícil confiar en otros. Pero ha quedado probado que ni Izhmalin ni Elengor están dando auxilio a los piratas... Al menos a drede. Porque estos canallas sí usan vuestros puertos. Jamal, debéis reforzar la seguridad. O cerrar el puerto a barcos desconocidos.

Nautí se agachó y tomó la cabeza de Bowen. Se la tendió a Jamal. Clavadla en una pica bien visible en el puerto. Que a nadie se le escape el mensaje. Por lo demás, sabed que Tarsi y sus aliados sabrán compensar las molestias causadas.

Volviéndose a un tripulante, añadió: Llevad a estos hombres de vuelta a su puerto. Sanos y salvos.

A otro subordinado, ordenó: Que se quemen todas las naves atracadas en los puertos de Elengor. Así, los piratas que se escondían en la ciudad perderían sus medios y sus botines.

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Un rato después, con los barcos de Izhmalin en llamas de fondo, la flota de Nautí se dirigió hacia el Este.

Las noticias sobre la retirada de Tarsi de Elengor tardaron muy poco en llegar a la capital. Allí, el Cónsul del Mar Rogne seguía intentado rebajar los ánimos locales, con la aparente ayuda de García. Quedaba demostrado que no era otra guerra ni otra conquista lo que buscaba Tarsi.

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Un cuervo llevó la noticia de los movimientos de Nautí a Faun, Cónsul del Mar en Animalia. El tarsino solicitó audiencia con Botán. La almirante quería contar con la ayuda, y permiso, de los animalios para revisar los islotes.

El consejero animalio se reunió con su homologo tarsino en un punto neutral de la ciudad diplomatica dentro de la capital del Imperio.

- Consul Faun -le saludó con una inclinacion de cabeza- Digame ¿Que hace meritoria esta visita?

Faun se movía con seguridad. Llevaba demasiado tiempo en Animalia. Sabía que importaban más los movimientos y restos, el instinto, que las palabras, la razón. Saberse débil era parecer presa.

Gracias por acceder a vernos, Botán. Con sinceridad.

La flota tarsina y aliada se retira de Elengor. Han sido días tensos, pero no ha corrido la sangre. La almirante Nautí dió con una parte de los piratas... que han confensado que otra parte se esconde aquí, en las islas entre Animalia y Elengor. La flota combinada viene en ruta. Debéis tomar una decisión rápida.

En Tarsi querríamos contar con la colaboración de Animalia, o al menos su beneplácito. Los piratas nos afectan a todos. Recordad que no son sólo nuestros barcos los que vienen, sino de muchas naciones... No es el Estrecho el mes pasado. ¿Nos ayudareis a buscar la base pirata?

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La flota combinada se reorganizaba y reagrupaba, poniendo rumbo a Animalia. Elengor quedaba en paz, había una nueva base pirata que atacar. 

Nautí estaba confiada. No había obtenido lo que ansiaba, cierto, pero había revuelto las aguas. Pronto pescaría.

O la pescarían a ella. Aprovechando las luces del atardecer, aparecieron barcos enemigos a babor y estribor. Las noticias habían volado en estos días, y los piratas habían pensado que la mejor defensa era un buen ataque. Y, suponía Nautí, que Bowen hablaría tarde o temprano. O los capitanes escondidos en Izhmalin.

Era una emboscada... Pero los piratas eran inferiores en número y habilidad. Aunque Nautí sólo contaba con su flota de Izhmalin, ya que el resto aún no había llegado de los otros puertos.

Al fin tendría la batalla que había venido a buscar.

 -Me parece excelente que llegamos a un acuerdo, pero eso de los prospectores preferiría que fuese luego... Doragon quiere mantener la existencia de la mina lo más oculta posible hasta dar con ella, pero una vez esté en nuestras manos serán los primeros en enterarse para poder visitarla: además, entenderemos que no quieran iniciar el proyecto hasta que tengamos el oro, pero al menos podemos acordar el silencio de ambas partes respecto a lo hablado aquí, ¿cierto? -con una sonrisa de sincera satisfacción, Wilhelm extendería una mano a Rurik esperando poder cerrar el trato con un estrechamiento.

Botán escuchó con atención lo que Tarsi tenía que decir. La rana mantuvo un semblante serio todo el rato, sin embargo cuando el consul acabó esta negó cerrando los ojos.

- Lo siento, pero creo no va a ser posible la entrada de barcos tarsinos en aguas de Animalia. Si están en nuestro territorio indicadnos donde y acabaremos con ellos. Pero ningun soldado tarsino o de cualesquiera otra nación puede navegar, y menos aún preparado para el combate, nuestras aguas.

Dejó que el silencio quedara entre ellos unos segundos.

- No es que no pudieramos llegar a un acuerdo, es que no confiamos en Tarsi. En los ultimos meses su reino generó una guerra que tuvo que ser detenida desde fuera para poder centrarnos en la Horda, nos ha insultado ante las naciones y no ha tenido la decencia de pedir disculpa y por ultimo tomó, temporalmente, pero tomó por la fuerza buena parte de los puertos de una nación aliada. Creo que son motivos suficientes como para no dejarlos entrar.

Faun asintió a las palabras de Botán. Temía la respuesta. Pero la comprendo, y en cierta forma, la comparto. Informaré a Nautí.

No obstante, ¿daría permiso al resto de países de la flota a peinar el archipiélago entre Elengor y Animalia? Ellos ya están de camino, y no participan de la "mala reputación" que mi pueblo tiene ante el vuestro. Pueden coordinarse con los animalios marinos a vuestras órdenes.

Faun carraspeó, y se mesó la barba haciendo una pausa. Inició un paseo, invitando a Botán a ir junto a él. Era su forma de dar paso a una charla más cercana, pues hacía mucho que se conocían ya.  

Sobre el resto de temas que ha mencionado, sabe que tenemos una visión totalmente distinta de los mismos hechos. Hemos debatido largo y tendido en los últimos meses...

...La tensión política entre nuestros pueblos es comprensible, dada la filosofía y el carácter de ambos. Pero usted y yo somos sabios, o al menos lo intentamos, y estamos por encima de pasiones e instintos. O al menos lo intentamos. 

...Y los hechos son que Tarsi se defiende de los ataques de piratas y enanos. No hemos iniciado nada. Si bien es cierto que hemos pasado a la acción. Como las Nueve Lunas contra la Horda, en la que pese a ser el agredido han decidido atacar.

...Y usted sabe que pese a las tensiones, nuestros pueblos aspiran al mismo modelo de paz y equilibrio de poder en el Mar Interior.

...Dicho esto, ¿qué disculpa le gustaría recibir de mi gobierno? Sabe que haré todo lo posible por conseguirlo.

Faun dejó de andar y se volvió de frente a Botán, con los brazos extendidos en gesto amistoso. Le tocaba al animalio retomar el paseo y la conversación.

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Botán decidió ir junto el consul.

- La disculpa debería ser publica. Admitiendo que si bien podemos tener formas de pensar distintas, quizas el juzgar nuestro modo de vida, dentro de nuestras fronteras, fue algo... poco acertado. Creo que eso sería un buen comienzo para reestablecer las relaciones diplomaticas.

Con respecto a la entrada de otros buques, como he dicho, ahora mismo es inviable, pero con ellos si existe la posibilidad de negociar un ataque conjunto contra los piratas. Si vienen los lideres de las naciones a habalr con nosotros se puede hablar.

Deja un momento de silencio antes de continuar obviando el tema mas espinoso.

- Creo que Tarsi puede organizar la cumbre si lo desea y mientras se mantenga al margen es muy probable que los lideres animalios lleguen a tolerar barcos de guerra en nuestras aguas.

Faun asentía a las palabras de Botán, viendo necesaria aquella disculpa. Llevaba muchos años en Animalia como para saber que era un tema importante. Y que había una cuestión de fondo compartida entre tarsinos y animalios: no eran vistos como pueblos "nobles" por otros reinos y gobiernos... por descender los primeros de esclavos y los segundos de bestias. Y ambos se esforzaban por crear un nuevo Mar que les aceptara.

Estoy de acuerdo, sería un buen paso. Haré todo lo posible para que así sea.

Respecto de los buques... Organizar esa reunión y retrasar la búsqueda de piratas, dará tiempo a estos para irse de estas aguas o esconderse mejor. Y la flota combinada está lista y próxima. El momento es ahora. El mes que empieza es clave. Y cuanto antes se solucione la cuestión de la piratería, antes habrá más soldados y países dispuestos para la guerra contra la Horda.

Siento insistir en ello, pero la oportunidad es buena.

El archipiélago está en aguas de nadie entre Elengor y Animalia. Vuestras tropas podrían patrullar los más próximos a vuestra costa, y los más exteriores el resto. Seguro que llegamos a un acuerdo hoy.

Es más, incluso podría decir públicamente que es Animalia quien pide la colaboración y aprovechar la oportunidad, no Tarsi quien la reclama.

Además, apostaría a que "cazar" a estas "presas" subiría la moral entre vuestro pueblo llano.

Parecía que Faun no aceptaría un "no" por respuesta, ¿se estaría excediendo? ¿O Botán sopesaría los pros y contras?

Al día siguiente, el rey de Khazalid Ungol pudo comprobar que el ejército de Nueva Isolde no se había retirado. Lord Feldegast acudió a parlamentar.

- Como os dije ayer, Nueva Isolde no desea enemistarse con Tarsi, pero tampoco con Khazalid Ungol. La decisión del Gran Duque es la siguiente: para demostrar nuestra neutralidad, os dejaremos pasar pagando un peaje. Comprendedlo, no es por avaricia, pero si no lo hiciéramos, nos podrían acusar de estar aliados con vos.- expuso el conde.- Estamos dispuestos a aceptar el pago en oro, o en cañones enanos.- dijo finalmente.

La emboscada de los piratas fue perfectamente ejecutada. Esperaron a que la flota de las distintas naciones se hubiera estirado lo suficiente, incluso algunas de las naves empezaban a virar para tomar rumbo a sus respectivos hogares. Justo cuando la flota estaba más dispersa, las banderas negras aparecieron en el horizonte.

Nautí organizó una pronta defensa, y de repente aquella zona del Mar Interior se volvió un maremágnum de naves, salvas de cañones y abordajes. La sangre empezó a teñir las aguas del mar.