Partida Rol por web

Mire a Hyoga despreocupado y hasta quejandose... no podia creer que no se daba cuenta de la situacion en la que estabamos.

-Deja de quejarte y estate atento, si Saori nos queria aqui por algo sera...hay algo no me gusta en todo esto y me gustaria que ella y los demas vuelvan para poder largarnos de aqui.

Tras mis palabras algo secas y bruscas me vuelvo hacia Shun para ver como esta.

-Tu tambien Shun, nada mas porque estemos a los pies del monte Olimpo no significa que no haya peligros cerca.

Tras aquella advertencia me dedique a mirar a mi alrededor y no bajar la guardia. Todo aquel secretismo y misterio me daban mala espina...

Hyoga, no te preocupes, si Saori quería que estuvieramos aquí habrá una buena razón, aunque sólo sea nuestra presencia hace que su cosmos crezca, no lo habéis notado los demás?

Si hermano, estaré atento.

Cierro el puño con fuerza sosteniendo mis sagradas cadenas.

Estáis allí, tan tranquilos, cuando de pronto, Hyoga se pone blanco como el papel. Mira hacia el cielo, asustado, y cuando dirige la vista hacia vosotros, notáis que tiene el rostro desencajado.

-¡Oh, Dioses! ¿Habéis percibido eso?- os pregunta, tremendamente nervioso. No parece el mismo que llevaba ya dos horas esperando a que regresase Atenea- ¡Decidme que lo habéis notado! ¡No puede ser...!

Hyoga no puede terminar la frase, porque de pronto, se ve interrumpido por un remolino en el cielo que capta vuestra atención. Al segundo, notáis el cosmos de Atenea, rodeándolo todo...

Y de pronto, veis su rostro en el cielo, cual holograma, aparecerse ante vosotros tres. Sus ropajes están medio destrozados, y parece haber sufrido heridas.

La imagen es sobrecogedora. La impotencia por no poder hacer nada os hace sentiros fuera de sí. Sabéis que le ha sucedido algo a Saori, estáis seguros de ello, y también sabéis que no podéis hacer nada por remediarlo...

-No temáis por mí, caballeros- os dice, Saori- Estaré bien. ¡Volved al Santuario de inmediato! ¡Y protegedla! ¡Proteged a la Doncella, o será el fin del mundo! ¡Volved de inmediato al santuario!

La imagen desaparece, igual de repentina que se apareció.

-¡Atenea!- exclama Hyoga, harto sorprendido y alarmado- ¿Qué demonios ha sucedido aquí?- os mira con el rostro desencajado- ¡Lo sabía! Algo ha sucedido... ¡He notado el cosmos de Atenea desapareciendo justo antes de enviarnos su mensaje!

Saory!!!

Aprieto con fuerza mis puños, mientras retrocedo ligeramente una pierna haciendo un surco en el suelo, mientras miro la horrible imagen de Atenea herida.

Porqué nuestra vidas están plagadas de tanta crueldad y violencia.

Sin saber bien que hacer o como actuar ante semejante situación, mira a su hermano con la mirada perdida, como preguntándole que hacer.

Mire incredulo como la imagen de una debilitada y herida Athena nos hablaba. No podia creer lo que estaba pasando...yo sabia que algo en toda aquella situacion no me habia gustado desde el principio... pero nunca pense que podia llegar a tal punto.

Al desaparecer la diosa, junto con su calido cosmos... noto la mirada perdida de mi hermano buscando respuestas en mi. Hyoga tambien estaba asmobrado y lleno de rabia por la impotencia de la situacion.

-Hay que hacer lo que dice Saori.... rapido volvamos antes de que sea tarde... tenemos que avisar al Santuario del peligro que se avecina.

Mi voz sonaba resignada... intentaba contener la rabia y las ganas de tirar abajo el monte olimpo con mis propias manos...pero debia mantenerme centrado... sino el esfuerzo y el sacrificio de Athena seria en vano.

-Rapido, andando. AL SANTUARIO!!!!

Esta vez levante la voz, para que los demas reaccionaran ante mis palabras... mientras mas nos quedaramos alli, mas tiempo estariamos perdiendo.

Escucháis una risa de mujer, aunque no se ve a nadie en los alrededores.

Por más que miráis, no veis nada. No obstante, la misma risa se escucha de nuevo, burlona, insultante. No la habíais escuchado antes, pero os resulta francamente molesta.

Os dais la vuelta para salir del Olimpo y regresar al santuario lo antes posible. No obstante, cuando comenzáis el descenso, como a mitad de camino, una nube negra hace su aparición en medio del camino, como impidiéndoos el paso.

-Nadie va a regresar al Santuario con vida. No si yo, Menthe, puede impedirlo, por la gloria del reino de la Oscuridad.

La nube se disipa, y una figura encogida, con una espesa cabellera rubia, se aparece ante vosotros. Se pone en pie, estirándose por completo, y colocándose en guardia. Es una mujer caballero, pero no la habíais visto antes.

By camember at 2010-01-22

-Menthe, caballero de Ker, os impedirá el paso- os dice- Por la gloria de nuestra futura reina.

Guardo silencio ante la aparicion de aquella mujer.... estaba seguro que no era una caballero ordinaria... Ker... Su nombre me recordaba a  las Keres, que eran espíritus femeninos de la muerte...

Una mujer hermosa, pero letal... debiamos tener cuidado, aunque tampoco teniamos tiempo que perder.

A que reina os referís? Contestad!

Mi nombre es Shun, caballero de Andromeda, y juro por mi vida que pagaréis muy caro las heridas de Atenea.

Adopto una posición defensiva.

-Atenea no podrá hacer nada por impedir que nos alcemos de nuevo- dice, y se ríe, llevándose una mano a la barbilla, como si además de amenazaros estuviese intentando resultar interesante, cosa que consigue. Pocas veces os habréis enfrentado a un guerrero con una belleza tal, aunque quizás excepcionalmente fría- Ya os he dicho, soy Menthe de Ker, caballero asignado para la protección de la Doncella.

Menthe se pone en guardia, y sin mediar más palabras, corre hacia Ikki, pues a priori su imagen amenazante le ha parecido más peligrosa que la de su hermano.

Mientras se acerca a ti, a toda velocidad, ves como su bellísimo rostro de porcelana se transforma en una horrible máscara de infinidad de dientes afilados, en una boca enorme del otrora rostro perfecto.

-¡Colmillos sangrientos!- se aproxima a ti a toda velocidad, dispuesta a clavarte sus afilados colmillos. No, dede luego, estás acostumbrado a mujeres caballero menos poderosas que la figura que se muestra ante ti... O al menos, a mujeres caballero que no se transforman en criaturas grotescas cuando atacan...

Nuestra hermosa adversario no pierde un momento, cuando tras reir y confiar en sus poderes se avalanza hacia mi. Puedo ver como su figura cambia y se convierte en un animal salvaje cullos colmillos afilados se dirigien directo hacia mi.

Concentro en mi cosmos hacia el exterior e intento esquivarla... pero es muy rapida para eso. Cuando llega a donde estoy, interpongo el antebrazo para trabar sus colmillos y cubrirme asi de su ataque. La armadura reforzada con mi cosmos logra contener su embestida... aunque haya lastimado un poco mi brazo.

Aprovechado la cercania con la extraña mujer le digo mientras estamos trabados en combate.

-Con ese poder piensas enfrentarte a los caballeros de Athena? Te faltan mil años antes de poder considerarte digna, ahora muevete que estamos apurados!!!

Con las ultimas palabras aplico un pico de fuerza sobre el antebrazo que estaba siendo mordido por sus colmillos, separandonos del forcejeo y dejandola a escasos metros mios.

Estiro el brazo lanzando mi cadena hacía Menthe. Intentando apresarla.

Cadena nebular!!

Menthe estaba muy ocupada intentando destrozar el brazo de Ikki, cosa que no había conseguido. Tras herirlo débilmente en el brazo, recupera su aspecto habitual, quedando a escasos centímetros de su rival. En ese momento, nota cómo por la espalda se aproxima la cadena nebular de Andrómeda, que viene directa a ella para apresarla. Ha oído hablar de la cadena de esta armadura, así que en cierta medida ya se esperaba que, atacando a su hermano, Shun intentase apresarla para evitar que dañase al Fénix.

Quizás era que se había informado de la relación entre ambos, quizás era que le habían contado el poder de la cadena de Andrómeda, pero el caso es que, pese a pillarla desprevenida en un primer momento, había sido capaz no sólo de notar la cadena a una distancia aún prudente, sino de saltar y esquivar el intento, dando una vuelta por el suelo y quedando a un par de metros de ambos rivales, encarándolos, dispuesta a ejercer de nuevo su magia.

-No va a ser tan fácil vencerme- os dice- Mi magia es demasiado poderosa para compararse con la vuestra, sois insignificantes para compararos con el ejército de la Doncella.

Tras resistir el ataque de la mujer, y ver como gracilmente esquivaba el ataque de Shun, aproveche ese tiempo para adelantarme y atacarla con mi propia fuerza. Puede que su magia fuera poderosa, pero mi fuerza fisica superaba la de ella.

 Aproveche el momento en el que salto ahcia atraas para esquivar la cadena de Shun, y salte con ella para no darle tiempo a reaccionar. Mi puño se dirigia directo hacia su rostro.

-Veamos si puedes comerte esto con esa boca tan grande que tienes!!

Puede que no fuese muy fuerte, pero era hábil esquivando. Parecía que ninguno de vuestros ataques podía alcanzarla. Cuando lanzaste el puño, Menthe combó su cuerpo hacia atrás, como haciendo el puente, y desde esa enrevesada posición, tras esquivar tu puñetazo, lanzó su esbelta y larguísima pierna hacia tu cara, con la intención de darte una patada. Gracias a Dios, la patada iba algo a ciegas, y desde esa posición, no había logrado realizar un ataque en condiciones.

La maldita era rapida... puede que no tenga la fuerza, pero tenia la elasticidad y destreza suficientes para esquivar mis golpes. Al tirarse para atras veo como extiende su pierna para darme una patada, pero nada que me preocupe. Doy un paso al costado para evitar su golpe y me quedo cerca de ella para no darle lugar a escaparse.

-No te sera tan facil como eso, vas a decirnos quien te envia y por que estan atacando a Athena!!!

No debemos hacerle daño, debemos recavar información. Oh no, sino actuo pronto puede que alguno caiga herido debo detener esto...

Cuidado hermano!!

Cadena de andromeda vamos. Cadena Nebular!!

-¡Sois un par de inútiles!- os grita, pletórica, antes de soltar una carcajada- Dos contra uno, y no podéis hacer nada... ¡Inútiles!

Menthe se coloca ante vosotros dos, riéndose. No parece estar atenta a vosotros, sino a algo que sucede más allá, a vuestra espalda. Estábais tan ocupados peleando contra la joven, que un pequeño detalle se os había pasado desapercibido.

-Y ahora que sólo quedáis dos, será aún más fácil. Igualdad de condiciones, dos a dos.

¿Dos a dos? ¿De qué estaba hablando? ¿No estaba sola? Ella era sólo una, y sin embargo, vosotros erais tres... Aunque... ¿Dónde estaba vuestro compañero? ¿Por qué no os había ayudado en la batalla?

En ese momento, Menthe se cruzó de brazos, y a vuestras espaldas escuchasteis un gemido de dolor...

Con la risa de aquella mujer y sus palabras caigo en la cuenta... Hyoga no estaba con nosotros... Como podia ser tan estupido, estabamos perdiendo el tiempo con ella mientras Hyoga estaba enfrentandose a alguien mas. Debiamos reaccionar, rapido!!!

-SHUN!!! RAPIDO VE A AYUDAR A HYOGA!!!!! YO ME ENCARGO DE ESTA MUJERZUELA!!!

Tras mis palabras salto hacia donde habia quedado la mujer que se reia y se burlaba de nosotros, no le perdonaria lo que habia hecho...