Partida Rol por web

El parecia ir empezando a acercarse a la tarde cuando se encontraron recorriendo el jardin, tanto Mars como Carmilia. Se diriguian a la arena como ambian planeado pero algo mas ocurrio en el camino. Un sirviente vino avanzando rapido por ellos y le aviso a la mujer que alguien la habia venido a visitar. Un senador romano amigo de su padre al parecer.

Ella parecio pensar que hacer pero finalmente le vio y hablo. "Espero no sea mucho problema pero no esperaba esa visita aunque no creo que sea bueno dejarlo esperando." comento como excusa. De cualquier forma fueron de vuelta a la sala de entrada. Al parecer Marte decidio que esa visita no fuera tan solitaria.

En la lujosa sala de entrada esperaba Mario. El senador, tal vez con compañia con sus guardias. "Me disculpo por demorar, me lo han anunciado como un amigo de mi padre. Aunque no le conosco." dijo ella para permitir que se presente. "Soy la domina de este Ludus Carmilia Belena Donicus." se presento ella por etiqueta.

Mario se encontraba ahi para curiosar, sin duda ir acompañado del padre de Carmilia podria ser muy educativo en cierta forma esto de ir mas por sorpresa podria ser mejor. De paso averiguaria si eso que se dice de lo hermosa que era su hija era cierto.

- Es en verdad muy triste, domina, que los simples mortales no tengamos palabras para describir una belleza tan sublime como la vuestra. Es un honor para mí conocerla, soy vuestro servidor, Mario Flavio Fulgurator, compañero en el Senado de vuestro honorable padre y también socio en varios negocios - intentando no observar la forma perfecta de sus senos que a medias salían del escote y mirarla a los ojos, cosa que logró pensando en no cagar negocios con el pene.-  

Tardó un poco en percibir que había un hombre con ellos pero luego le saludó cordialmente. La verdad era que le interesaba poco o nada el barbudo con semejante dama a su lado.

No os preocupeis Camilia. Pese a preferir la compañia femenina a veces tambien es bueno conocer gente nueva.-Le digo a la domina poco antes . Saludo con un ademan al hombre un senador seguramente.

Miro alrededor el lugar donde estabamos y si habria algun invitado mas

No habia nadie mas por el momento, solo los tres presentes. La domina sonrio a ambos hombres. "Permitame presentarle al Sacerdote de Marte, Mars." dijo señalando con sus manos elegantemente al sacerdote. "Estaba hablando con èl cuando usted llego."

"Muchas gracias por el halago." dijo sonriendo facil, ni pareciendo importarle esas miradas lascivas en su direccion. Ambos hombres podrian pensar que era mas liberada en eso en comparacion de otras romanas. "Bueno supongo que viene a conocer el Ludus tambien, mi padre la verdad no me aviso que vendrias. Pero no importa."

"Con el sacerdote planeabamos ver la arena. Si no le importa acompañarnos. Podriamos ir los tres, si es que a los hombres no les importa compartirme." dijo con picardia. Al tiempo que llegaba de vuelta su sirvienta, la cual les aviso que unos minutos estaria listo el enfrentamiento.
 

Dos éxitos.

- No sabía que era el sacerdote del Dios más importante de mi panteón personal, mis disculpas. A sus órdenes también - ofreciéndose sincero.-

Observó a Camila, nuevamente, era una mujer con grandes sorpresas y bien conectada. Le ofreció una sonrisa y asintió con la cabeza, estiró el brazo haciendo un ademán de que ella vaya adelante. Sonrió pícaramente ante su propuesta.

Miró a la sirvienta como diciendo "está bien buena" pero sin hacer de ello un desplante para la anfitriona, después de todo, siervos y esclavos son meras decoraciones, algunas veces útiles.    

Un placer,como Flamen Martialis  siempre es bueno conocer a seguidores de Marte. -Respondo educadamente y con un tono un poco marcial.

El ludus es un lugar interesante  estara bien compartir el espectaculo-comento siguiendo a la domina por los pasillos de la enorme villa que ostentaba

- Ya lo creo, Flamen Martialis, un verdadero honor conocerlo. Siempre que he ido a la batalla lo he hecho en honor a Marte. Siempre nos ha sonreído a mis hombres y a mí. Nunca hemos sido derrotados ni retrocedido, siendo dignos hijos de Roma, como debe ser. 

Quedó en silencio, siguiéndolos, intentando recordar por qué no se acordaba de haberlo conocido antes de ir a la guerra y lo hizo, siempre miraba al cielo, esperando ver a alguno de los Dioses. Su religiosidad era incluso mayor que sus deseos de envainar su gladius de carne a cualquier dama.   

A pesar de pensar que era religioso, la verdad es que sabia mas de los placeres de la carne que de los versos o historias de los dioses. En ese momento le quedo claro porque a pesar de estar hablando el hombre en el pequeño instante que noto a la sirvienta supo que esta hace poco se habia acostado con alguin. Aun tenia el pelo desarreglado y ese lindo olor a sexo.

Pero no era lo unico que descubris, sentis en las palabras de la Domina que cuando nombra a su padre no se escucha muy contenta. 

La mujer sonrio a ambos. "Me alegra que el ludus sea un lugar para que se reunan. Asi siempre lo he sentido. Un lugar donde los sacerdotes de nuestro fuerte dios pueden ver como se lo adora mientras los senadores pueden ver a quienes fueron sus rivales en campañas pasadas peleando como nosotros les enseñamos." dijo pareciendo complacida en agregarse a la conversacion.

Mientras siguieron avanzando por los pasillos de la casa, dando con el bello jardin de la casa. "Digame querido senador. Supongo que quiere invertir en este negocio y en nuestra casa en particular por nuestro renombre?" pregunto aunque casi parecia que se hacia publicidad a si misma con el sacerdote.

- Por supuesto que sí, Camila, esa es precisamente la idea que tengo. Beneficiarnos mutuamente - quedando a propósito varios pasos atrás.-

Si no le observan, hace señas a la sierva para que se arregle el pelo y la ropa, ya que es muy visible que ha cogido con el buen senador. Sonríe y se adelanta hasta Camila.

- Disculpen, creo que por un momento me he perdido en las glorias pasadas y no he hecho otra cosa de quedar en una suerte de ensueño. Ésta mente que tengo es así, algunas veces - ríe.- A lo que iba es que me encantaría potenciar nuestros negocios - se coloca de tal forma que sin que los demás le vean pueda acariciar el trasero de Camila.- Y es algo de lo que podríamos conversar más tarde en privado para no aburrir al Flamen Martialis ni hacer perder el tiempo con ello a su sierva, que de seguro tiene otros asuntos que atender. Su padre me ha dicho que poseen gladiadores sin igual y me gustaría verlos entrenar.

La gloria de Roma en gran parte esta en la arena en otra en los campos de batalla. Creo que todos hemos venido a evaluar la destreza de los gladiadores de este ludus y ver un buen espectaculo verdad senador?-sonrio

Despues me volvi hacia la domina. -Los negocios pueden llevarlos en privado no se preocupen por mi .

Notan a la sirvienta que parece arreglarse rapidamente y mirar a Camilia como esperando que le hable. Quedandose en un segundo plano en comparacion a los invitados.

Mientras la Domina, observo a ambos hombre e incluso en un movimiento rapido retiro la mano del senador de su cadera. Incluso adelantandose un poco con una caminata algo seductora. "Supongo que podemos negociar en privado los pequeños detalles pero aqui frente a un hombre dios tan confiable podriamos dejar en claro las donaciones que pretende darnos." dice esta pareciendo pedirle cierta honestidad al sujeto. "Como dije mi padre no me dijo nada, pero supongo que tiene cosas interesante. Como exclavos o influencia o mas."

"Sin duda." dijo ante el comentario de ver a los gladiadores. "Bueno ya vayamos hacia la arena."

Ustedes dos se encontraban comiendo junto a los demas gladidores, hablando de algunas victorias antiguas y la muerte. Cuando la sirvienta de la Domina llego apurada hasta la mesa. Al llegar tomo algo de aire y vio al Doctore.

"Buenas tardes, la domina necesita que preparaes la Arena y un combate de exibicion para unos invitados que han venido. Uno es un sumo sacerdote de marte y el otro un senador." dijo con algo de prisa, tal vez porque justamente la tenian.

Ninguno de los presentes sabian de este evento y se daban cuenta que esta visita habia sido sorpresa y el combate seria improvisado en la marcha.

-Esto debe ser una broma, ¿Así? ¿De improviso? Eso lleva mucho tiempo y preparación... Demonios-

Esta clase de cosas sacaban al doctore de su calma habitual, más mantuvo la compostura y respondió con calma. 

-Informa a la domina que se hará lo pertinente Marcia-

Se dirigió al patio con su hermano de marca, esperando, ahora tenía que movilizar a los hombres para que limpien todo. 

-Nórdico, tu y Titus son los mejores guerreros de este Ludus, vais a pelear, y a hacer una demostración, pueden derramar sangre, pero el castigo será severo si te exedes o si el se exede-

Debía ponerse a trabajar de inmediato, mientras aún quedaba tiempo para hacer los preparativos. 

El hombre se levanto del bancoal sentir su nombre, acercandose al Doctore. "A su orden Doctore..." dijo y dio una mirada de costado al nordico. "Cree que nos permitan usar armas propias o simplemente espada y escudo?" pregunto el sujeto que por suerte no se encontraba rebelde en ese momento. Las veces que se rebelo fue por la muerte de los suyos, asi que dudabas mucho que se exeda en dañar al nordico.

Mientras esto pasaba la sirvienta se fue a dar el mensaje del galo, si no la detenian*.

Y bien senador si estais interesado en las peleas y seguis a Marte habeis dirigido alguna legion en su momento habeis pisado el campo de batalla quizas?. Sabreis entonces sobre el fragor de la batalla, la arena y la sangre , el acero y la carne. Es algo esplendido-En la forma en la que hablaba de ello era algo religioso para el