Partida Rol por web

La mujer parecia bastante confundida con todo aunque la pregunta de Verina la desconcerto al menos por un tiempo antes de negar. "No. Yo vine con los primos, pero no se nada de un plan contra la domina. Ni de esta alianza con los demas. Lo juro." dijo poniendo una de sus manos en su corazon.

"Ikateria donde se encuentra? Debo ir a buscarla, ella deberia saber algo." comento a ambas mujeres e incluso parecia dispuesta a salir. "Yo ire a fuera. Debo buscarla y saber que esta bien. Aunque si desconfian de mi puedo quedarme aqui." les ofrecioalgo ansiosa.

Negó ante las palabras de Verina.

- Yo también quisiera creerlo pero todo parece demasiado casual... Si, por eso debo encontrarle... Es en el único en quien podemos confiar... Verina, ¿te suena el nombre de Carlo? Escuché gritar a Livia, diciéndole que corriera... 

Miró a aquella mujer de tez oscura.

- Ikateria quería que la acompañara a ella y a unos guardias, dijo que ellos nos sacarían de aquí... Parecía que había escogido salvarme a mi... ¿Qué sabes de eso? Puedo protegeros e incluso ayudaros a escapar para que busquéis ayuda pero necesito saber a qué vino eso que dijo Ikateria... También habló de un Patricio... 

Estaba perdiendo el tiempo pero si quería información debía obtenerla... La ventana parecía la única salida, quizás ella pudiera ayudarlas a ellas a salir por allí y después amontonar algunas cajas o canastos para intentar salir ella. 

Nego con la cabeza. "No. Ese nombre no es de nadie que trabajan aqui." respondio ella. "Yo creo saber donde puede estar. Si esta con Elia, sino hay otros lugares." ofrecio la peliroja.

Se puso a pensar un momento y ttermino diciendo. "Ikateria, tal vez conocia a los guardias? Ella antes en hispania era guardiana de los primos. Tal vez te ayuda porque le caiste bien." expreso la mujer expeculando.

"Los patricios son los nobles romanos, no se a cual se refiere. Puede ser al primo a gallio al pater." le explico sin saber bien a quien de ellos se referia. "No se bien a que se referia, pero seguro es un arreglo con los primos. Tengo que preguntarle." comento ella suspirando un poco y sintiendose inutil pero no podia sacar mucho de la germana.

Sigo dudando si realmente atacar a Herius es una buena idea. Al fin y al cabo él está armado, aunque también herido, y nosotras no.

Pero cuando pasa a nuestro lado me decido e intento ponerle la zancadilla para retenerle luego en el suelo. Incluso aprovecho la presencia de Marcia para pedirla que busque una cuerda con la que atarle. Claro que confío en que Alina me ayude a sujetarlo.

- ¿Y acaso confías en esa Elia? Casualmente estuvo presente solamente cuando el combate de Alina y Brinda, cuando mataron a la Dómina y después comenzó a dar órdenes... No, no me fío de ella tampoco... Pero si crees que el Doctore esté con ella... También escuché otra voz de mujer... Una que gritaba algo así como que Memmia Donicus no tenía autoridad, que les había mentido y que se rindieran o los crucificaría por traición... ¿Quién podría dar ese tipo de órdenes aquí? Algo me dice que es esa misma Elia de la que hablas... Que buscaba hacerse con el control de este lugar... Debemos encontrar al Doctore y ponernos a salvo... 

Volvió a mirar a la muchacha de tez oscura.

- Si, los conocía. Es más, ella les dio la orden... Si los primos son los que han matado a la domina Ikateria estará implicada, quizás sin saberlo... Debemos protegerla. 

Ahora miró a ambas mujeres

- Vosotras conocéis este lugar mejor yo, especialmente tu Verina... Confió en vosotras para encontrar al Doctore y a Ikateria. No deberíamos confiar en nadie más... 

Alina ve a Brinda abalanzarse sobre Herius y se arroja sobre él, sin dudarlo. No permitiría que nadie le hiciera daño a Soneya. Aunque tuviese que perder la vida.

Herius habia avanzado mas alla de ella cuando se lanzaron encima suyo, el hombre no se habia dado ni cuenta cuando lo persiguieron concentrado en la rubia. Pronto los tres cayeron al suelo con Herius debajo de las mujeres.

"Que mierda estan haciendo? Como se atreven a atacarme." dijo el hombre haciendo un esfuerzo para sacarselas de encima. "No hagan caso a lo que dice la zorra germana. Dejenme ir."

Mientras Marcia se quedo viendo sin saber que hacer en ese momento.

Cuando Ikateria llego donde estaban Brinda y Alina, vio un expectaculo raro. Sus dos compañeras se encontraban encima del jefe de la guardia reteniendolo. MIentras a un costado una de las sirvientas miraba aterrada.

El jefe habia dicho algunas cosas pero la hispania lo unico que escucho fue. "No hagan caso a lo que dice la zorra germana. Dejenme ir."

"Luego buscaremos a Ikateria." dijo a su compañera.

Neitin nego con la cabeza. "La ire a buscar por mi cuenta. No se preocupen, al ser una sirvienta no deberia llamar mucho la atension a diferencia de una gladiadora. Podre ir a buscarla y reunirme con ustedes mas tarde." ofrecio a ambas. Ese seria su plan cuando salieran y no parecia querer cambiarlo.

Se encogió de hombros ante las palabras de la sirvienta de color.

- Tu misma, Herius y el sacerdote andaban matando a los guardias que vinieron de Hispania... Mantente oculta y pasa desapercibida... Es lo único que puedo decirte...

Sacó el arma que llevaba oculta y la tomó con sus manos para usarla en caso de ser necesario y tras ello miró a Verina.

- Vamos, te sigo. Cuenta que te protegeré y defenderé, no dejaré que te ocurra nada malo. Ahora vayamos a buscarlo... 

De momento se fiaría de ella pero si la llevaba hasta algún lugar que pudiera parecerle un trama o una traición no dudaría en acabar con la vida de aquella mujer. 

Hace tiempo le dije que respetaba su posición, pero el respeto se puede ganar o perder rápidamente. Soenya tiene mi respeto, por lo tanto confío en lo que ella ha dicho. Mantengo la presa al menos mientras no llegue el domine para aclarar las cosas.

De inmediato se tiró a ayudar a Brinda y a Alina.

Sabía como dominar un hombre, así que le enganchó de las pelotas y miró a las chicas con tímida paciencia, mientras apretaba la mano con insistencia y le cambiaba el rostro a uno más ... sádico: - ¿Qué ha dicho Soenya?

Con un brazo alrededor del cuello del guardia, Alina apretó con fuerza para inmovilizarlo. Él demandó que lo liberaran y le hicieran caso a él en lugar de Soenya.

 —Daría mi vida por Soenya y acabaría con la tuya en un parpadeo, así que no te muevas. 

En ese momento apareció Ikateria y, sujetó al hombre por las pelotas. Alina levantó las cejas impresionada.

—Ikateria no se anda con vueltas, así que si no quieres unirte a nosotras y convertirte en una compañera gladiadora más, será mejor que hagas lo que te decimos. 

Ikateria les preguntó qué les había dicho Soenya.

—Sólo llegó a decirnos que los asesinos escapaban —le respondió Alina—. Y que estaban masacrando a los gladiadores y que quieren acabar con el ludus. No sabemos a qué se refería, pero éste la estaba persiguiendo. 

La hispana le pega un apretujó, que le dolió hasta a ella. Además, lo prolongó durante unos agónicos segundos y pensó: - Así estarás quietecito. Tras eso le mordió el cuello, salvajemente, mientras el desgraciado chillaba por el "gustito". Le daba igual que gorgoteara sangre o que se ahogara con sus propio fluido vital. Le quedaban pocos instantes de vida. Escupió el trozo arrancado.

Lo soltó después de "tullirlo" y tras el espectáculo, se puso en pie... preguntándole a las chicas: - ¿Y hacia donde marchó? Y se preapó para tomar camino hacia esa dirección. Esperaba que las chicas le siguieran, ya que el deber de tenerlo controlado ya no requería el esfuerzo de unas mujeres reteníendolo.

Tras eso quedandote con Verina ella tambien salio a fuera rapidamente. Mirando a los alrededores viste a Neitin llendo por otro de los pasillos lejos de la pelea que se seguia escuchando cerca. Con algunos gritos pero nada claro. Igual Verina fue hacia ellos.

"Veamos si no esta el doctore vamos por otro lado." comento ella y se acerco lo mas posible al lugar para ver que pasaba, sacando su cabeza por una esquina. La notaste nerviosa pero al ver lo que ella veia entendiste mejor, Ahi estaba Livia peleando con un grupo de guardias, al parecer habian sido cuatro pero uno estaba en el piso ya herido. "Por los dioses protejanla." escuchaste el susurro de ella. Por otro lado no veias a nadie mas que a ella, no habia otra mujer ni el doctore.